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6.

Los Padres y La Orientación Vocacional

6.1. Influencia de los padres en la elección vocacional

Responder a la pregunta de ¿Cómo influyen los padres en la elección

vocacional? parece, en principio, muy fácil, pero contestar no por impulso, sino con los

resultados de un análisis que puedan fundamentar una proposición, ya no resulta, no

es fácil, sino hasta difícil, sobre todo porque en nuestro juicio tenemos que implicar la

cantidad y la calidad de la influencia, es decir, ¿Qué tanto influyen y cómo es esa

influencia, buena o mala? Además tenemos que partir de ciertos puntos de referencia y

establecer parámetros para poder hacer una valoración más o menos real.

Creemos que la decisión vocacional frecuentemente la hacen los padres más

en función de las ocupaciones que consideran lucrativas o de gran prestigio, que

tomando en consideración las aptitudes de los hijos.

No menos determinante es la proyección de auto-realización de los padres en

el proceso de elección vocacional, ya que la decisión la hacen en función de lo que

ellos quisieron haber sido y que ahora realizan, simbólicamente en sus hijos,

imponiéndoles, por lo tanto, la profesión que ellos no pudieron alcanzar.

En otras ocasiones "eligen" para sus hijos la misma profesión que ellos ejercen,

con lo que realizan su anhelo de pervivencia prolongándose en la vida de sus

descendientes.

Muchas veces la elección de carrera se hace en función de interpretaciones

equivocadas y parciales que se fundamentan en actitudes ocasionales de los hijos y

que son tomadas como signos vocacionales definitivos.

En términos generales puede asegurarse que, de hecho, los padres no

realizan investigación alguna de tipo vocacional en sus hijos, por las razones expuestas
en líneas anteriores, en las que se demuestra el desconocimiento que se tiene respecto

a la vocación, sus factores y su dinámica.

A lo más que la mayoría de los padres llega: es a preguntarle al hijo ¿Qué le

gustaría estudiar? Y se limitan a dar sus opiniones respecto a lo que los jóvenes

manifiestan como respuesta.

En muchas ocasiones basan las opiniones respecto a la vocación de sus hijos,

en las observaciones superficiales que de ellos hacen en la vida diaria y las deficientes

interpretaciones que, en consecuencia, hacen de las actitudes y Preferencia de los

jóvenes y que toman como signos vocacionales que no siempre, lamentablemente,

coinciden con la verdadera vocación.

Es muy escaso el número de padres y madres que saben, con cierta precisión,

qué es la vocación; tienen, en la inmensa mayoría, una muy ligera idea de lo que el

término significa, pero en realidad, no es mucha la atención que le conceden al asunto

y, aunque les parece que puede ser interesante, la verdad es que le otorgan muy poco

interés cerrándose, de esta manera tan simple el círculo vicioso: "poco interés, porque

no saben exactamente de qué se trata, y no comprenden sus alcances y no saben

exactamente de qué se trata, porque le conceden poco interés".

Resulta interesante acotar que uno de los factores que determina el poco

interés que los padres dedican a la vocación y por el cual no se preocupan por saber a

fondo lo que es, cuáles sus factores y su dinámica, es el hecho de que piensan que

"eso de la vocación", es asunto de la escuela o de los maestros. Aquí ubicamos otro de

los grandes errores de nuestra cultura y de nuestros sistemas educativos. No se trata

de buscar víctimas expiatorias porque, dolorosamente, las únicas víctimas de nuestros


equívocos son nuestros hijos, nuestros alumnos, nosotros mismos y en general,

nuestra comunidad.

Es un grave error creer que la vocación es sólo asunto de la escuela y de los

maestros y, además, es un doble, equívoco, porque si los padres no se ocupan de la

vocación creyendo que los maestros y las escuelas se ocuparán del asunto, entonces

sucede que, en realidad, y casi no se ocupa nadie

¿Qué se hace en las escuelas primarias, secundarias, oficiales o privadas?

¿Qué se hace a nivel bachillerato? Muy poco ciertamente y en forma tan superficial

que, prácticamente, no cumple el objetivo de una genuina investigación motivacional y,

por consiguiente, no puede darse una verdadera orientación vocacional. A lo más que

se llega es a proporcionar información respecto a las carreras, adonde estudiarías y

más o menos qué proyección económica y ocupacional existe para las principales.

La función de los padres en la orientación vocacional, no es definitiva por varias

razones, entre las cuales ya hemos mencionado algunas como el desconocimiento, la

ignorancia, la catatimia, la repetición de estereotipos, las generalizaciones viciosas, etc.

y algo de lo que siempre se han quejado, se quejan y continuarán quejándose los

padres, "que su hijos no les hacen caso", a pesar de que quieren lo mejor para ellos, al

grado de que para lograr sus propósitos de encauzar a sus descendientes por lo que

ellos consideran el camino más adecuado, se valen de terceras personas que tengan

algún ascendiente sobre los jóvenes, para que les "sugieran" que estudien determinada

carrera u oficio, porque tiene mucho porvenir, etc.

En consecuencia, lo que es conveniente que hagan los padres puede

resumirse en los siguientes postulados:


a) Interesarse objetivamente en sus hijos, Conocerlos física, psicológica y socialmente;

Investigar sus aptitudes y características; ayudarles a determinar su vocación y a

seleccionar el oficio o carrera más idónea; coadyuvar a la solución económica para el

financiamiento del período de estudios (De Egremy, Op.cit).

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