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Universidad Juárez Autónoma de Tabasco

División Académica de Ciencias de la Salud

Reseña de las Prácticas Profesionales de Pediatría y Tema de Interés

Dra. Silvia Gutiérrez Lucatero

Alumno: Heine Jesús Arias Guillermo

Matrícula: 132E45461

Ciclo Escolar: Largo Agosto 2018 – Enero 2019


Reseña
El inicio de este ciclo escolar se espera una nueva etapa en la formación
académica de todo estudiante de medicina, pues es el comienzo como
médicos preinternos, en el cual se adquirirán nuevos conocimientos.
En esta etapa de la formación académica médica, se aprende diversas cosas,
las cuales los superiores se encargan de enseñarte cosas para que el nuevo
médico preinterno se vaya a costumbrando a las actividades que a diario se
llevan a cabo. Entre estas nuevas cosas se encuentran enseñarte las áreas de
servicios que tiene cada hospital, como urgencias, medicina interna, cirugía y
oncología. Estas áreas se encuentran en el hospital regional de alta
especialidad Dr. Rodolfo Nieto Padrón que se encuentra en la capital de
Villahermosa, Tabasco. Cada área cuenta con adscritos residentes, internos,
preinternos y enfermeras (os) que en conjunto llevan a cabo las funciones
necesarias para el beneficio de cada paciente.
Durante estas rotaciones que me tocó estar como preinterno pude aprender
cómo se maneja el hospital, las indicaciones que me daban los internos y
residentes tales como: hacer solicitudes de laboratorio, entregar las muestras
con sus respectivas solicitudes y buscar los resultados, aunado a esto colocar
dichos resultados en los expedientes del paciente. También programar
radiografías y llevar a los pacientes a hacerse las mismas. Otras cosas que hice
fue ayudar a algunos residentes a sacar muestras de sangre, a los pacientes
que requieren dichos estudios. Algunas veces también fui a buscar paquetes
globulares al banco de sangre con su respectiva solicitud.
Al final de cuentas por muy pequeña que sea alguna indicación es muy valiosa
para el aprendizaje de uno mismo. Pues esto complementa nuestros
conocimientos que iremos adquiriendo a lo largo de nuestra profesión.
Dengue

Datos y cifras

El dengue es una infección vírica transmitida por mosquitos.

La infección causas síntomas gripales y en ocasiones evoluciona hasta convertirse en un cuadro


potencialmente mortal llamado dengue grave.

En las últimas décadas ha aumentado enormemente la incidencia de dengue en el mundo.


Alrededor de la mitad de la población del mundo corre el riesgo de contraer esta enfermedad.

El dengue se presenta en los climas tropicales y subtropicales de todo el planeta, sobre todo en las
zonas urbanas y semiurbanas.

En algunos países asiáticos y latinoamericanos el dengue grave es causa de enfermedad y muerte


en los niños.

No hay tratamiento específico del dengue ni del dengue grave, pero la detección oportuna y el
acceso a la asistencia médica adecuada disminuyen las tasas de mortalidad por debajo del 1%.

La prevención y el control del dengue dependen de las medidas eficaces de lucha antivectorial.

Los organismos reguladores nacionales de varios países han registrado recientemente una vacuna
contra el dengue con miras a su utilización en personas de entre 9 y 45 años que viven en zonas
endémicas.

El dengue es una enfermedad vírica transmitida por mosquitos que se ha propagado rápidamente
en todas las regiones de la OMS en los últimos años. El virus del dengue se transmite por mosquitos
hembra principalmente de la especie Aedes aegypti y, en menor grado, de A. albopictus. Estos
mosquitos también transmiten la fiebre chikungunya, la fiebre amarilla y la infección por el virus de
Zika. La enfermedad está muy extendida en los trópicos, con variaciones locales en el riesgo que
dependen en gran medida de las precipitaciones, la temperatura y la urbanización rápida sin
planificar.

El dengue grave (conocido anteriormente como dengue hemorrágico) fue identificado por vez
primera en los años cincuenta del siglo pasado durante una epidemia de la enfermedad en Filipinas
y Tailandia. Hoy en día, afecta a la mayor parte de los países de Asia y América Latina y se ha
convertido en una de las causas principales de hospitalización y muerte en los niños y adultos de
dichas regiones.

Se conocen cuatro serotipos distintos, pero estrechamente emparentados, del virus: DEN-1, DEN-2,
DEN-3 y DEN-4. Cuando una persona se recupera de la infección adquiere inmunidad de por vida
contra el serotipo en particular. Sin embargo, la inmunidad cruzada a los otros serotipos es parcial
y temporal. Las infecciones posteriores causadas por otros serotipos aumentan el riesgo de padecer
el dengue grave.

Transmisión
El vector principal del dengue es el mosquito Aedes aegypti. El virus se transmite a los seres
humanos por la picadura de mosquitos hembra infectadas. Tras un periodo de incubación del virus
que dura entre 4 y 10 días, un mosquito infectado puede transmitir el agente patógeno durante
toda la vida.

Las personas infectadas sintomáticas y asintomáticas son los portadores y multiplicadores


principales del virus, y los mosquitos se infectan al picarlas. Tras la aparición de los primeros
síntomas, las personas infectadas con el virus pueden transmitir la infección (durante 4 o 5 días; 12
días como máximo) a los mosquitos Aedes.

El mosquito Aedes aegypti vive en hábitats urbanos y se reproduce principalmente en recipientes


artificiales. A diferencia de otros mosquitos, este se alimenta durante el día; los periodos en que se
intensifican las picaduras son el principio de la mañana y el atardecer, antes de que oscurezca. En
cada periodo de alimentación, el mosquito hembra pica a muchas personas.

Aedes albopictus, vector secundario del dengue en Asia, se ha propagado al Canadá, Norte América
y a más de 25 países en la región de Europa debido al comercio internacional de neumáticos usados
(que proporcionan criaderos al mosquito) y el movimiento de mercancías (por ejemplo, el bambú
de la suerte). Ae. albopictus tiene una gran capacidad de adaptación y gracias a ello puede sobrevivir
en las temperaturas más frías de Europa. Su tolerancia a las temperaturas bajo cero, su capacidad
de hibernación y su habilidad para guarecerse en microhábitats son factores que propician su
propagación.

Características

El dengue es una enfermedad de tipo gripal que afecta a bebés, niños pequeños y adultos, pero
raras veces resulta mortal.

Se debe sospechar que una persona padece dengue cuando una fiebre elevada (40 °C) se acompaña
de dos de los síntomas siguientes: dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los globos oculares,
dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, agrandamiento de ganglios linfáticos o
salpullido. Los síntomas se presentan al cabo de un periodo de incubación de 4 a 10 días después
de la picadura de un mosquito infectado y por lo común duran entre 2 y 7 días.

El dengue grave es una complicación potencialmente mortal porque cursa con extravasación de
plasma, acumulación de líquidos, dificultad respiratoria, hemorragias graves o falla orgánica. Los
signos que advierten de esta complicación se presentan entre 3 y 7 días después de los primeros
síntomas y se acompañan de un descenso de la temperatura corporal (menos de 38 °C) y son los
siguientes: dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, respiración acelerada, hemorragias de
las encías, fatiga, inquietud y presencia de sangre en el vómito. Las siguientes 24 a 48 horas de la
etapa crítica pueden ser letales; hay que brindar atención médica para evitar otras complicaciones
y disminuir el riesgo de muerte

Tratamiento

No hay tratamiento específico para el dengue.


En caso de dengue grave, la asistencia prestada por médicos y enfermeras que tienen experiencia
con los efectos y la evolución de la enfermedad puede salvar vidas y reducir las tasas de mortalidad
de más del 20% a menos del 1%. Es decisivo mantener el volumen de los líquidos corporales.

Avíse a los pacientes cuándo regresar al hospital. Infórmelos sobre las señales de alerta, cuándo
ocurren y sobre el período crítico que comienza cuando la fiebre se va.

Reconozca el período crítico. El período crítico comienza con la desaparición de la fiebre y dura de
24 a 48 horas. Durante este período, algunos pacientes pueden deteriorarse rápidamente.

Vigile de cerca la entrada y salida de líquidos, los signos vitales y los niveles de hematocrito. Se debe
monitorizar la entrada y salida de líquidos al menos en cada turno y los signos vitales cada 4 horas.
El nivel de hematocrito debe monitorizarse al menos cada 6 a 12 horas durante el período crítico.

Reconozca y trate el shock temprano. El shock temprano (también conocido como shock
compensado o shock normotensivo) se caracteriza por la estrechez de la presión diferencial
(diferencia entre presión diastólica y presión arterial sistólica se acerca a 20 mmHg), el aumento de
la frecuencia cardíaca y el retraso en el llenado capilar o extremidades frías.

Administre coloides (como la albúmina) para el shock refractario. A los pacientes que no responden
a 2-3 bolos de solución salina isotónica se les debe dar coloides en vez de más solución salina.

Administre concentrado de globulos rojos (PRBC) o sangre entera para las hemorragias clínicamente
significativas. Si el hematocrito está disminuyendo y los signos vitales están inestables o hay
sangrado significativo, transfundir sangre inmediatamente.

Tratamiento

Se clasifica el paciente de acuerdo a su sintomatología y decidir conductas:

* enviarlo a casa con orientaciones y tratamiento ambulatorio (grupo A),

* hospitalización para una estrecha observación y tratamiento médico (grupo B)

* tratamiento intensivo urgente (grupo C).

Grupo A – pacientes que pueden ser enviados a su hogar

Son pacientes que pueden tolerar volúmenes adecuados de líquido por la boca, mantienen buena
diuresis, no tienen signos de alarma, particularmente durante la defervescencia. A los pacientes
ambulatorios se les debe ver todos los días en busca de signos de alarma hasta que se encuentren
fuera del período crítico (al menos dos días después de la caída de la fiebre). Debe orientárseles
guardar reposo en cama, ingerir líquidos (Harris et al., 2003) en abundante cantidad (más de cinco
vasos de tamaño promedio para adultos o lo correspondiente a niños) de leche, jugos de frutas. El
agua sola no es suficiente para reponer las perdidas de electrolitos asociadas a la sudoración,
vómitos u otras pérdidas. Para aliviar los dolores del cuerpo y bajar la fiebre, puede indicarse
paracetamol (nunca más de 4 g por día para los adultos y a la dosis de 10-15 mg x Kg de peso x día
en niños), así como aplicar agua en la piel con esponjas hasta hacer descender la temperatura. No
dar aspirina ni antiinflamatorios no esteroideos. Debe educarse al paciente y a su familia respecto
a los signos de alarma que deben ser vigilados para acudir prontamente al medico, particularmente
al momento de la caída de a fiebre (Azevedo et al., 2002), tales como dolor abdominal, vómitos
frecuentes y somnolencia, así como el sangrado de mucosas, incluido el sangramiento excesivo
durante la menstruación.

Grupo B – pacientes que deben ser internados en un hospital para mejor observación y
tratamiento

Son los pacientes con cualquiera de las siguientes manifestaciones:

Signos de alarma

Condiciones médicas co-existentes -condiciones que pueden hacer más complicado el dengue o su
manejo, tales como: estado de gestación, edades extremas de la vida (menores de un año y
ancianos, obesidad, diabetes mellitus, enfermedades hemolíticas crónicas y cualquier enfermedad
crónica. o pacientes que reciben tratamiento mantenido con anticoagulantes o corticoides, así como
circunstancias sociales tales como vivir sólo, o vivir muy distante de la unidad de salud sin medio de
transportación confiable.

Plan de acción con los pacientes que tienen signos de alarma: Iniciar reposición de líquidos por vía
intravenosa (IV) utilizando soluciones cristaloides, como solución salina isotónica al 0.9%, u otra .
Comenzar por 5-7 ml x Kg x hora y posteriormente mantener la dosis o disminuirla de acuerdo a la
respuesta clínica del paciente.

Habitualmente se necesita continuar esta administración de líquidos por vía IV durante 48 horas. Si
hay empeoramiento clínico o elevación del hematocrito, aumentar la dosis de cristaloides IV a 10
ml x kg de peso x hora hasta la estabilización del paciente o hasta su remisión a una unidad de
Cuidados Intensivos.

Plan de acción para los pacientes sin signos de alarma

Estimularlos a ingerir abundante cantidad de líquidos por la boca, mantener reposo en cama y vigilar
la evolución de los síntomas de dengue y de los signos propios de cualquier otra enfermedad que
padezca (comorbilidad). Si no puede ingerir líquidos, iniciar tratamiento de reposición de líquido por
vía IV utilizando solución salina al 0.9%, con o sin dextrosa, a una dosis de mantenimiento. Debe
monitorearse la temperatura, el balance de ingresos y perdidas de líquidos, la diuresis y la aparición
de cualquier signo de alarma, así como la elevación progresiva del hematocrito asociada a la
disminución progresiva del recuento plaquetario en tiempo relativamente corto.

Grupo C – Pacientes que requieren tratamiento de emergencia y cuidados intensivos porque


tienen dengue severo

El plan de acción consiste en el tratamiento del choque mediante resucitación con aporte por vía IV
de soluciones cristaloides a 10-20 ml x kg x hora en la primera hora y re-evaluar la condición del
paciente (signos vitales, tiempo de llenado capilar, hematocrito, diuresis) y decidir –en dependencia
de a situación- reducir progresivamente la cantidad de líquidos, si es que el paciente evidencia
mejoría, o repetir un segundo bolo de cristaloides si los signos vitales son aun inestables – y si el
hematocrito se ha elevado –, lo cual sugiere que el choque persiste La cantidad de solución
cristaloide ahora transfundida puede ser de 20 ml x kg x hora. Si se obtiene mejoría en el estado del
paciente, reducir la cantidad de líquidos progresivamente. De lo contrario, considerar la posibilidad
de utilizar una dosis de coloide. Si el hematocrito desciende y el paciente mantiene el estado de
choque, pensar en que se ha producido una hemorragia, casi siempre digestiva, e indicar transfusión
de glóbulos rojos. Los pacientes con choque por dengue deben ser monitoreadas frecuentemente
hasta que el periodo de peligro haya pasado. Debe mantenerse un cuidadoso balance de todos los
líquidos que recibe y pierde. Los pacientes con dengue severo deben ser atendidos en un lugar
donde reciban cuidados intensivos.

Inmunización

Entre finales de 2015 y principios de 2016 se aprobó en varios países el uso de la primera vacuna
contra el dengue —Dengvaxia (CYD-TDV), de Sanofi Pasteur— en personas de 9 a 45 años residentes
en zonas endémicas.

La OMS recomienda que los países consideren la posibilidad de introducir la vacuna CYD-TDV contra
el dengue solo en entornos geográficos (nacionales o subnacionales) en los que los datos
epidemiológicos indiquen que hay una gran carga de enfermedad

Prevención y control

 evitar que los mosquitos encuentren lugares donde depositar sus huevecillos aplicando el
ordenamiento y la modificación del medio ambiente;
 eliminar correctamente los desechos sólidos y los posibles hábitats artificiales;
 cubrir, vaciar y limpiar cada semana los recipientes donde se almacena agua para uso
doméstico:
 aplicar insecticidas adecuados a los recipientes en que se almacena agua a la intemperie;
 utilizar protección personal en el hogar, como mosquiteros en las ventanas, usar ropa de
manga larga, materiales tratados con insecticidas, espirales y vaporizadores;
 mejorar la participación y movilización comunitarias para lograr el control constante del
vector;
 durante los brotes epidémicos, las medidas de lucha antivectorial de emergencia pueden
incluir la aplicación de insecticidas mediante el rociamiento.
 se debe vigilar activamente los vectores para determinar la eficacia de las medidas de
control.

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