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TEORIZACIONES
RESUMEN
La tesis central de este artículo presenta a la enfermería como una relación humana
entre un paciente y una enfermera, mediante la cual es posible reconocer y responder a
la necesidad de ayuda y al problema del paciente. La reflexión está fundamentada en el
pensamiento de Hildegard Peplau, quien construyó un modelo de cuidado para
enfermería que plantea cómo en las relaciones interpersonales con los pacientes, la
enfermera puede acercarse a los significados que éstos asignan a la enfermedad, a los
comportamientos y a los sentimientos, para incorporarlos al cuidado y ayudarlos a dirigir
sus potencialidades hacia formas útiles para sobrellevar sus dolencias.
En la práctica profesional, la autora del artículo ha observado la forma en que los
estados de inconciencia, la sedación obligatoria o la intubación endotraqueal, llevan a
muchos pacientes hospitalizados en la unidad de cuidados intensivos, a tener
interferencias en la comunicación con el entorno; esto suprime los símbolos para
interpretar el ambiente y para actuar en consecuencia.
Tanto la propuesta teórica como la experiencia profesional, permiten concluir que si los
pacientes no tienen una interrelación eficaz con el entorno y con los enfermeros, se
requiere que éstos los valoren integralmente para proponer alternativas de cuidado
sustentadas en conocimientos científicos sólidos, habilidades prácticas y alto grado de
sensibilidad humana para alcanzar la interpretación de la condición del paciente y
ayudarlo a satisfacer sus necesidades básicas de bienestar.
ABSTRACT
The aim of this article displays the nursing like a human relation between a patient and a
nurse, by means of which it is possible to recognize and to respond to the necessity of
aid and to the problem of the patient.The reflection is based on the thought of Hildegard
Peplau, who constructed a model of nursing care about the interpersonal relations with
the patients, which the nurse can approach the meaning that patients assign to the
disease, to the behaviors and the feelings, in order to incorporate them to the care and
to help them to lead their potentialities towards useful forms to bear its illness.
At the professional practice, the author of this article has observed the form in which the
unconsciousness, the obligatory sedation or the endotraqueal intubations, take to many
patients hospitalized in the intensive cares units, to have interferences in the
communication with the surroundings; this aspects suppresses the symbols to interpret
the atmosphere and to act consequently.
The theoretical proposal like the professional experience, they allow to conclude that if
the patients do not have an effective interrelation with the surroundings and the nurses,
it is required that the nurses value them integrally to propose sustained alternatives of
care in solid scientific knowledge, abilities practical and stop degree of human sensitivity
to reach the interpretation of the condition of the patient and for helping it to satisfy its
basic necessities with well-being.
Introducción
Una noche, su asistente iba a ayudarle en el cambio de posición. Ella, que siempre lo
llamaba por su nombre, dijo: "Mark, lo vamos a voltear sobre su lado derecho, lo siento,
mis manos están muy frías". El asistente miró curioso: "¿A quién le está hablando
usted?, ¿a las paredes?". Ella respondió que quizás así era. Luego de múltiples
complicaciones en su estado clínico y de varios meses de hospitalización, el paciente se
recuperó y regresó a su casa.
Cuando la estudiante se graduó, fue a visitar a sus amigos del hospital y estando en el
puesto de enfermería, llegó un hombre en silla de ruedas saludando muy amistosamente
a todo el personal. Una de sus amigas lo presentó diciendo: "El es Mark, uno de nuestros
milagros". Ella se le presentó diciendo que le había tocado su ingreso el día del accidente
pero que quizás él no la recordaba; sin embargo él le respondió: "Si, Dios, recuerdo su
voz. Fue la única manera de saber que estaba vivo y no muerto. Usted fue la primera
que me habló sobre el infierno que estaba viviendo. Tenía susto de morir, pero entonces
escuché su voz y supe que podría estar bien".
Ahora que comienzo a descubrir las teorías formuladas por pensadoras de la Enfermería,
que en otra época no se enseñaban, encuentro cómo mi práctica profesional siempre ha
estado fundamentada en la interacción enfermera-paciente, enfermera-familia,
enfermera-equipo de salud. Y evoco cómo, el primer encuentro, siempre ha sido decisivo
en esta relación que permanece a veces, hasta después del alta de los pacientes.
Hildegard Peplau, plantea que en este período, el paciente clarifica su primera impresión
global del problema y participa en esta fase haciendo preguntas, intentando averiguar lo
que tiene que saber para sentirse seguro y observando la forma en que le responden los
profesionales.2 Ella construyó un modelo que ofrece a las enfermeras la posibilidad de
acercarse a los significados que asignan los pacientes a la enfermedad, a los
comportamientos y a los sentimientos, para que puedan incorporarlos a las acciones de
cuidado y para ayudarlos a dirigir sus potencialidades hacia formas que les ayuden a
sobrellevar sus dolencias.1
La enfermera debe estar muy receptiva para detectar las necesidades del paciente y
especialmente, cuál es la ayuda que requiere. La forma en que la enfermera siente la
acción de ayuda de los pacientes, supone diferencia en el resultado de la asistencia,
desde el punto de vista de expansión de la personalidad. Los pacientes se adaptan a la
situación o aprenden algo, como resultado de la experiencia de la enfermedad y de la
enfermería. Sin embargo, cabe preguntarse frecuentemente, lo que sucede con aquellos
pacientes que llegan a los servicios de hospitalización o de cuidados intensivos
inconscientes, como consecuencia de lesiones cerebrales o de cualquier índole. La lectura
que hice, ilustra esta relación que intentaré analizar centrada en los postulados hechos
por Hildegard Peplau y a la luz de los paradigmas y de las formas de conocimiento en
enfermería.
La comunicación con el paciente en la UCI
Por todo lo anterior, las situaciones de salud del paciente en estado crítico, enfrentan a
todo el personal que participa de su cuidado, a ser recursivo frente a la comunicación, lo
cual hace imperativo que los trabajadores de la salud busquemos los códigos que
permitan la interacción con el paciente. La unidad de cuidados intensivos es el sitio del
hospital donde el cuidado es de tipo clínico y de carácter individual, lo cual determina la
interacción permanente entre los enfermeros y un paciente, que presenta características
de dependencia en el cuidado en un sistema totalmente compensatorio, para la
satisfacción de sus necesidades.
Si los pacientes no tienen las condiciones necesarias para la interrelación eficaz con el
entorno y con los enfermeros, se requiere que éstos propongan alternativas de cuidado
mediante una sólida base de conocimientos científicos y habilidades prácticas y con un
alto grado de sensibilidad humana, para interpretar adecuadamente, mediante la
valoración, la condición del paciente. La Enfermería nunca podrá tener una sola visión
del paradigma sobre el cuidado porque, por un lado, tiene la herencia filosófica
positivista de la ciencia que estudia la naturaleza y los fenómenos como algo acontextual
y demostrable y por otro lado, de una filosofía pospositivista que enfatiza la percepción,
estudia el pensamiento, admite el valor de lo subjetivo y del contexto.4
Las relaciones interpersonales expresan lo social que tienen todo individuo o comunidad.
Monti y Tingen tocan dos aspectos importantes del Paradigma Interpretativo, que
explican las relaciones de los enfermeros con los pacientes.5 Uno, es que muchas de las
primeras científicas de la enfermería se formaron en las disciplinas de las ciencias
sociales, y eso las expuso a formas alternativas de ver el mundo; vale la pena recordar
que actualmente la enseñanza de la enfermería no es ajena a los postulados de estas
disciplinas. El otro es la aproximación interpretativa como una forma congruente con el
lenguaje y las creencias de enfermería; mientras el modelo médico científico habla de
reduccionismo, objetividad, manipulación, predicción y control, las relaciones
interpersonales en Enfermería se fundamentan en el holismo, el individualismo y la
autonomía.
Teniendo presente que las relaciones interpersonales reflejan a la enfermería como una
disciplina eminentemente social, me parece interesante presentar un comparativo entre
los paradigmas empírico e interpretativo propuesto por Monti y Tingen.5 En el paradigma
empírico, los comportamientos se pueden reducir a partes, el organismo es pasivo y el
movimiento lo causan fuerzas externas, los problemas de investigación son positivistas
en la búsqueda de relaciones causales entre fenómenos, el paradigma de enfermería es
particular y determinístico, la realidad es independiente del contexto y se puede verificar
por los sentidos, los seres humanos son máquinas en las que la suma de sus partes son
sistemas cerrados y el propósito de las ciencias está orientado a la verificación y
justificación, la prueba de la teoría y la identificación de las causas. En el paradigma
interpretativo, el paradigma de enfermería es transformativo, la realidad se fundamenta
en la experiencia y nunca puede determinarse porque existen múltiples realidades, el
conocimiento se deriva de las experiencias cargadas de valor, cognición y percepción, la
visión del individuo es holística, irreducible y dependiente del contexto, los problemas de
investigación indagan por los significados a los cuales se accede por métodos cualitativos
y el propósito es el descubrimiento de significados, la generación de teoría y el
conocimiento de la realidad.
Abstracciones teóricas
La relación cuidador-persona cuidada se plantea sobre las necesidades del enfermo. Los
desarrollos de la enfermería, como una ciencia eminentemente social, han surgido
justamente de las interacciones personales entre enfermeras y pacientes; cada una de
las teóricas de la disciplina enfermera ha trascendido esta relación por diversos
intereses; veamos algunos postulados.
Para Virginia Henderson, esta relación surge en la medida en que la enfermera es capaz
de identificar y satisfacer las 14 necesidades del ser humano. 1 La enfermera es suplente
o es ayuda en la satisfacción de dichas necesidades, mientras el paciente se prepara
para hacerlo por sí mismo. Su objetivo es hacer al individuo independiente lo antes
posible.
Aunque cada teórica propone acercamientos al paciente desde diferentes áreas del ser
humano y que en la práctica diaria cada enfermera lo hace con su bagaje, considero que
la propuesta teórica de Hildegard E. Peplau sugiere postulados claros para orientar esta
relación.
Conocimiento personal
Teniendo en cuenta que el tema que me ocupa son las relaciones interpersonales
enfermera-paciente, quiero referirme brevemente al patrón de conocimiento personal;
sin embargo, no puedo dejar de lado el patrón de conocimiento estético pues mediante
él, la enfermera comprende la situación del paciente, mas allá de lo que observa y le da
un significado. El patrón de conocimiento personal se refiere al conocimiento, al
enfrentamiento y a la actualización personal, como reglas básicas en las interacciones y
confrontaciones con los seres humanos. La dimensión simbólica del conocimiento
personal es experimentar apertura a la vida y al ser. El ser no se puede describir o
expresar de una forma diferente a ser sí mismo. Lo que otros perciben es la personalidad
o existencia de la persona.10
Quizás si tan sólo nos detuviéramos a mirar con atención al paciente, si deliberadamente
planeáramos el contacto sensorial, podríamos descubrir que aún en su estado de
inconciencia o de incomunicación, mantiene su individualidad y que no se nos permite
rotularlo por las rutinas de un cuidado sistematizado para todos los pacientes de la
unidad de cuidados intensivos.
Hasta hoy, no he tenido la oportunidad de comprobar con ningún paciente que haya
estado inconsciente, el impacto de considerar su individualidad, pero sí he sentido la
satisfacción de estar en paz con la enfermería. Esta es una disciplina científica cimentada
en el servicio a los demás, pero esto sólo no basta; el servicio requiere tantos
conocimientos morfofisiológicos y fisiopatológicos, como sociales y humanísticos que
permitan al paciente, en su interacción con la enfermera, el desarrollo de potencialidades
y en ella, el cúmulo de experiencias necesarias para encuentros posteriores con otros
pacientes.
Bibliografía
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Recibido: 14.11.2005
Aceptado: 8.02.2006