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Tecnologías de Internet
Instituto IACC
09 de septiembre de 2018
Desarrollo
R.- Recuerdo que fue en diciembre de 1998, me encontraba trabajando en minera Escondida en
su ya cerrado campamento 3.5, era administrativo de faena y supervisor de servicios para una
empresa de casino. En aquel entonces ya teníamos celulares, pero no había cobertura tan lejos y
eran teléfonos básicos para llamados, mensajes de texto y jugar Snake. Para llamar a nuestras
casas había 5 teléfonos públicos para las cerca de 4500 personas que habitaban en el
campamento, las filas eran enormes, además estos teléfonos públicos eran solo para tarjetas, por
lo que se hacia otra fila mucho más larga para la recarga de estas en el único quiosco del
campamento.
El jefe de operaciones compartía una pequeña oficina conmigo, cada uno tenía su PC pero no
teníamos impresora y mucho menos internet, como pertenecíamos a una empresa más pequeña
menos una hora en llevarlo a la oficina de la empresa mandante a esperar que alguien de buena
voluntad nos hiciera el favor. Contábamos con anexos telefónicos, pero estos no tenían salida
fuera del campamento, eran solo para comunicación interna, excepto el teléfono de nuestro
gerente de proyecto, ese anexo tenia salida a todo Chile, lamentablemente nuestro gerente, un
señor de unos 70 años en aquel entonces, tenía un carácter endemoniado, por lo que la línea era
Sucedió entonces, en diciembre de 1998 que la secretaria de nuestro gerente quedo embarazada
(de nuestro gerente decían las malas lenguas) y ya no podría estar en la faena por temas de altura
geográfica. No había quien cubriera ese puesto, y no podía ser cualquiera, era mucha
responsabilidad y a nuestro demonio gerente no había quien lo aguantase… en fin, debido a mi
desempeño y a un par de conversaciones de autos antiguos que en alguna ocasión tuve con este
caballero, que me pidió a mí para ser su secretario y en vista que el aumento de sueldo no era
despreciable accedí con agrado. Al tomar el puesto me dio el típico sermón de que “si a mí me va
bien a ti te ira bien” etc. y luego me dice “cabro la Carlita me dejaba el computador con internet
cuando se iba a colación, así que tu déjamelo igual por favor”, yo sabía que podía conectar el PC
a internet por el cable telefónico, pero no sabía cómo, de hecho, hasta entonces nunca había visto
un pc con internet, y ahí tenia frente a mí un flamante Pentium II con Windows 98, impresora y
modem telefónico, así que llegado el momento desconecte el teléfono de la línea y lo conecte al
modem, atrás comenzaron a parpadear unas lucecitas verdes y en la pantalla la conexión se veía
como disponible, pinche botón secundario sobre el icono de conexión a internet y luego en
“conectar”
Entonces por los parlantes pegados a los lados de la pantalla comenzaron a oírse los típicos
ruidos de conexión a internet y luego de un largo rato de esta “música” la conexión se había
realizado con éxito, abrí el navegador instalado, Netscape y comencé a navegar por los sitios que
los contenidos, las posibilidades que se me abrieron con esa conexión me parecieron infinitas,
recuerdo que mi primera descarga en esa semana fue “La odisea” de homero y casi me despiden
cuando me pillaron imprimiendo las casi 300 hojas de oficio en las que se transformó ese
pequeño archivo comprimido en WinZip, la impresora comenzó los textos en negro y acabo en
amarillo, me descontaron las tintas y las hojas. Resulta un recuerdo un poco accidentado, pero así
R.- El uso semanal de internet es en mi caso bastante amplio, debido a que desde hace un año
trabajo en una pequeña oficina de diseño gráfico en mi casa, así que diariamente estoy
navegando en busca de algún vector en especial que me ha solicitado algún cliente, coordinando
las labores del día por correo electrónico, enviando cotizaciones o respondiendo preguntas por
mis productos en página de Facebook, actualizando los contenidos de mi página web o bien si
me piden algo que no se hacer busco un tutorial por YouTube. Además de los usos normales para
mis ratos de ocio como ver videos, escuchar música o incluso jugar alguna partida de Age of