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EL CONOCIMIENTO DE LAS FACIES SEDIMENTARIAS EN EL CONTEXTO
DEL ANALISIS REGIONAL DE CUENCA
Luis B.Cazau
INTRODUCCION
Cada instancia del análisis regional de la cuenca lleva el predominio de una
metodología, hoy podríamos decir la sísmica 3D, que deriva a las restantes a un
plano secundario. Las buenas reglas del arte dan a cada una de las técnicas el
lugar y análisis apropiado para sumar mayor cantidad de datos disponibles a la
hora de tomar decisiones, que deben estar sustentadas por todos o la mayoría
de los conocimientos adquiridos.
Hoy se piensa en 3D para todo, y cuando los mayores repasamos la propia
historia, se advierte que cada etapa estuvo signada fuertemente por alguna de
las metodologías, a veces inconscientemente en detrimento de las restantes.
Estas fueron sucesivamente el relevamiento geológico, la sísmica (ahora 2D),
los perfiles de pozo con renovadas innovaciones siempre, el laboratorio
geológico y petrofísico, el relevamiento detallado y el análisis de facies, la mejor
reconstrucción de las estructuras complejas a partir de la evolución de las
placas tectónicas, la geoquímica y los sistemas petroleros, la estratigrafía
secuencial, etc., etc. La metodología no influye por si sola, sino también porque
imprime una orientación hacia determinado tipo de entrampamiento.
En el presente se quieren relacionar el análisis de facies con el conjunto de
las metodologías de las geociencias, resaltando los aspectos conceptuales de
todo análisis.
Cada cuenca sedimentaria tiene sus particularidades pero siempre comparte
sus generalidades con las otras cuencas prospectables del mundo. Esto
significa que lo fundamental es no trasladar una metodología utilizada en otro
lugar, sino definir primero el tipo y dimensión de los problemas a resolver y a
partir de ello, utilizar las herramientas más contundentes para encararlo y
aplicar luego todas las metodologías que puedan contribuir a consolidar el
nuevo modelo.
Cuando se toma distancia del propio gusto o especialidad se comprueba lo
interesante que es usar todas las técnicas disponibles y accesibles para
resolver un problema determinado.
Los tiempos de la exploración se miden en muchos años y raramente los
éxitos son tan rápidos y oportunos como la gerencia desea y el equipo técnico
necesita. Generalmente los éxitos están precedidos por fracasos, a veces luego
de explorar en estructuras grandes y evidentes, en lugares que parecían
apropiados y se consideraba que reunían las expectativas técnicas del
momento. En estos casos cuando la perforación del objetivo obvio no dio
resultado, la imaginación de los geólogos y la capacidad para aplicar nuevas
ideas y modelos se convierte en la herramienta fundamental.
Una reserva importante de hidrocarburos podrá surgir también del espíritu
analítico aplicado criteriosamente para revisar, analizar y reconocer en su justo
punto los posibles desajustes de las hipótesis previas elaboradas para cada
uno de los modelos prospectivos o de desarrollo. Tratar de comprender
geologicamente por qué encontramos hidrocarburos y también por qué no los
encontramos. De esta última instancia pueden surgir alternativas válidas que
permitan incorporar a la producción otras unidades, aun no consideradas en el
sistema petrolero. Con este panorama y con puntos de vista no tradicionales
se logra en muchas ocasiones incrementar las reservas sin erogaciones
importantes.
ANALISIS DE FACIES
Es necesario aplicar una metodología que conocemos como el análisis de
facies para comprender el conjunto de los procesos naturales que soportan los
sedimentos hasta convertirse en rocas sedimentarias. Cuando se habla de los
procesos la referencia es a los procesos físicos que transportan y movilizan los
sedimentos: agua, viento, hielo, corrientes densas. A los que se suman la
actividad biogénica y la deformación contemporánea.
Estos procesos dejan señales o pistas visibles, que son las estructuras
sedimentarias, que deberán ser registradas por el geólogo minuciosamente
como valiosas evidencias de la profundidad y nivel de energía del ambiente,
velocidad y dirección de las corrientes, formadas en el tiempo de la
acumulación. Están originadas en el lugar que se encuentran, constituyen los
rasgos de estratificación mayores y también aparecen como marcas en la base
de los estratos y registran los episodios posteriores a la sedimentación en el
tope de los mismos.
Facies es un cuerpo sedimentario de características homogéneas, definido
sobre la base del color, estratificación, composición, textura, fósiles y
estructuras biogénicas y las estructuras sedimentarias. Se ha depositado bajo
control de un proceso que se ha mantenido durante un tiempo determinado que
le imprimen al conjunto un carácter particular, un "look" o aspecto que permite
distinguirla de otras que la limitan. Las facies tienen espesores de decímetros a
metros, y extraordinariamente más de una decena de metros.
Esto es lo ideal, aunque algunos estudios escapan a estas dimensiones por
razones variadas. Entre ellas la calidad de los afloramientos en cuanto a la
monotonía o alternancia de facies o a la disponibilidad de testigos de corona, el
objetivo propuesto, el tiempo disponible, la evaluación subjetiva, etc.
En esta primera instancia se han definido las facies minuciosamente en una
sección estratificada. Los ambientes sedimentarios se caracterizan porque en
ellos participan numerosos procesos, algunos dominantes otros subordinados y
deben ser reconocidos a partir de ese conjunto natural de situaciones, que se
reflejará como una asociación de facies.
Los geólogos en un principio trataron de reconstruir los procesos naturales en
el laboratorio con ensayos de canaleta reproduciendo las corrientes de ríos y
canales, en estanques con distintas agitaciones para simular oleaje, etc. Hacia
los años ‘60 se comprobó que era más real volver al ambiente natural y en
ellos se observaron los procesos y depósitos sedimentarios de los ambientes
fluviales, deltaicos y marinos actuales.
A partir de esta comparación los investigadores encontraron la respuesta de
cada uno de los procesos en los depósitos resultantes, es decir las facies. Con
la debida prudencia y cautela comenzaron a trasladar las observaciones de los
procesos actuales al registro geológico antiguo. Si bien los procesos han sido
similares en los distintos tiempos geológicos, a mayor edad las secuencias
están sujetas a efectos de compactación y diagénesis más profunda que
pueden obliterar las estructuras sedimentarias que construyeron las rocas.
Lo que resultó esencial de estas investigaciones es que se pueden relacionar
con una sencilla ecuación la sección estratigráfica que hoy se observa en el
afloramiento y el ambiente donde se formó. La relación está dada por la ley de
Walther o ley de la correlación de las facies, enunciada en 1894. En síntesis
dice que los estratos que hoy se encuentran apilados en una secuencia de
facies, en el medio ambiente y en el tiempo del depósito las rocas (facies)
estaban unas a lado de otras.
Es difícil encontrar en una secuencia que se describe el mismo modelo que
aparece en los artículos especializados, porque siempre existen diferencias
sutiles entre distintas localidades. Lo importante es describir las facies
objetivamente a partir de los caracteres observables y medibles y establecer la
secuencia de facies que integran, comprender el arreglo interno y el carácter de
sus contactos para lograr interpretar el medio ambiente de acumulación. Luego
comparar lo descripto con la bibliografía disponible. La consulta previa que
siempre es necesaria, puede orientar nuestra voluntad a encontrar lo que
leemos y no lo que vemos.
Una asociación de facies en un perfil determinado puede ser interpretada, por
ejemplo, como un depósito fluvial meandroso. Puede ser comparado con otras
asociaciones de facies de ríos meandrosos antiguos y también con los datos de
los ríos actuales, entonces los puntos en común de todos estos estudios
comienzan a asumir una generalidad que puede llamarse modelo, resultando
una síntesis general de un ambiente sedimentario específico.
Los modelos de facies son necesarios y fundamentalmente cumplen una
función predictiva. Su uso es fundamental porque permite orientar y diseñar una
estrategia de exploración o desarrollo con pocos datos geológicos, como la
búsqueda de determinados reservorios petrolíferos en el subsuelo, o depósitos
minerales en ambientes sedimentarios específicos (conglomerados auríferos o
uraníferos en el cono aluvial, etc).
FACIES Y ANALISIS REGIONAL
En esta parte final se intentará realizar una breve relación del análisis de
facies y las afinidades con las otras metodologías que participan del análisis
regional de cuenca.
El análisis de cuenca es el arte de extraer hipótesis viables para la localización
de trampas de hidrocarburos a partir de la información geológica y geofísica.
El reconocimiento de asociaciones de facies de las secuencias estratificadas
provee los argumentos contundentes para la interpretación paleoambiental.
Este objetivo esencial permitirá conocer la distribución potencial de reservorios,
rocas madres y sellos regionales. Pero además de lograr este objetivo, la
metodología a emplear, la mayor comprensión de los depósitos resultantes y el
ejercicio de imaginación que lleva implícito la interpretación, facilitan
enormemente la inserción de quienes han ejercitado la sedimentología de
procesos en las metodologías de trabajo de otras disciplinas.
El mismo análisis de facies permitirá reconocer las condiciones de porosidad
y permeabilidad primarias (o medirlas si es el caso). Las rocas que no tienen
estas condiciones petrofísicas, pero que están en el entorno del sistema
petrolero deben ser consideradas en sus condiciones mecánicas para
establecer su grado de fragilidad y respuesta a la fracturación, podrían ampliar
la gama de reservorios disponibles. En este mismo punto se hace una breve
referencia a las rocas carbonáticas, con frecuente participación de reservorios
fracturados en calizas y dolomías. El análisis de facies de estas rocas parte de
los mismos principios que las rocas clásticas, pero la participación de procesos
químicos lleva a una mayor complejidad la observación directa de las rocas,
pero recibe una contribución significativa del estudio petrográfico, para la
definición del medio ambiente de depositación.
Las secuencias de facies están definidas por su génesis y resultan los
cuerpos rocosos elementales del armazón mayor que es la estratigrafía
secuencial. Esta descripción de las secuencias menores permite establecer
unidades cada vez de mayor jerarquía (cortejos sedimentarios, secuencia
deposicional) basadas en rasgos vinculados a la génesis de los depósitos, con
un sentido dinámico en la relación con las variaciones ambientales o del nivel
de base.
Las secciones estratigráficas organizadas en base al análisis sedimentario de
facies podrán ser cotejados con los obtenidos de la sísmica 2D y entonces
cobrarán un mayor sentido sedimentario los depósitos que representan cada
una de las terminaciones de los reflectores y los ambientes que se interpreten
de la geometría de las acumulaciones.
La geometría de los ambientes mayores y de detalle que surgen de la
interpretación paleoambiental son las bases para su reconocimiento en las
secciones sísmicas 2D y en la sísmica 3D. De esta forma, los sistemas
fluviales, deltas y líneas de costa, plataformas, depósitos del talud y abanicos
profundos pueden ser definidos con mejor conocimiento de la geometría de los
depósitos y sus relaciones espaciales.
El reconocimiento de las distintas geometrías en las secciones sísmicas que
en general constituye el material más abundante, requiere definir facies
sísmicas. El ejercicio de observación necesario para distinguir las estructuras
sedimentarias, a veces con diferencias sutiles y que requieren mucho tiempo de
revisión, preparan la mente del intérprete para establecer delicadas
variaciones en medios sedimentarios mayores o aun con otros elementos con
son los reflectores sísmicos.
Estas sencillas referencias quieren solo puntualizar la profunda incidencia que
promueve el análisis de facies y la sedimentología de procesos en general, en
el conjunto de las metodologías aplicadas a la exploración y desarrollo de
hidrocarburos.
INVITACION ESPECIAL. El trabajo fue expuesto por el autor en el XV
Congreso Geológico de Bolivia, realizado en Santa Cruz de la Sierra, en el mes
de octubre de 2002
REFERENCIAS
Mutti, E., 1980/82. Escuela de Campo de Facies Clásticas. Dictadas para YPF.
Zapala,Neuquén.
nd
Reading, H.G., 1986. Sedimentary environments and Facies. 2 .Ed., Blackwell,
Oxford.
Walker, R., 1992. Facies, Facies Models and Modern Stratigraphic Concepts, in
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114. Geol.Assoc.of Canada.