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NBLA Nuevo Testamento
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NBLA Nuevo Testamento

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About this ebook

La NBLA es la palabra de Dios escrita en el lenguaje de tu corazón.

¡Descubre por qué la Biblia es el libro más vendido en la historia del mundo! El Nuevo Testamento de la NBLA es la forma perfecta de explorar la mayor obra literaria jamás escrita. Millones de vidas han sido cambiadas y toda nuestra sociedad ha sido afectada por este asombroso libro.

El texto del Nuevo Testamento de la Nueva Biblia de las Américas retiene de manera precisa el significado de los idiomas originales, al mismo tiempo que provee claridad y legibilidad únicas. Respetando el mismo vocabulario, la gramática y la estructura de los originales, la Nueva Biblia de las Américas es la traducción moderna más literal disponible en español latinoamericano.

Características:

  • Texto del Nuevo Testamento de la NBLA
  • Referencias
  • Exclusiva letra fácil de leer Comfort Print® 10+
  • Prefacio de la NBLA
  • Notas contextuales a la traducción
  • Plan de salvación

NBLA New Testament

The NBLA is the word of God written in the language of your heart.

Find out why the Bible is the best-selling book in the history of the world! The NBLA New Testament is the perfect way to explore the greatest literature ever written. Millions of lives have been changed and our entire society has been affected by this one amazing book.

The New Testament text of the New Bible of the Americas accurately retains the meaning of the original languages while providing unique clarity and readability. Including the same vocabulary, grammar, and structure of the originals, the New Bible of the Americas is the most literal modern translation available in Latin American Spanish.?

Features Include:

  • Text of the New Testament in the NBLA translation
  • References
  • Exclusive, easy to read Comfort Print® 10+
  • Preface to the NBLA
  • Contextual translation notes
  • Salvation Plan
LanguageEspañol
PublisherZondervan
Release dateMar 16, 2021
ISBN9780829770742

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    NBLA Nuevo Testamento - NBLA-Nueva Biblia de Las Américas

    Nueva Biblia de las Américas

    Nueva Biblia de las Américas – Nuevo Testamento

    Publicada por Editorial Vida® © 2020

    Nashville, Tennessee, Estados Unidos de América.

    Nueva Biblia de las Américas

    Copyright @ 2005 by The Lockman Foundation

    La Habra, California 90631, U.S.A.

    Sociedad no lucrativa

    A Corporation Not for Profit

    Todos los derechos reservados

    All Rights Reserved

    www.lockman.org (English)

    www.NuevaBiblia.com (Español) www.lockman.org (English)


    Edición ePub febrero 2021: 978-0-829-77074-2


    Texto derivado de La Biblia de las Américas Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation.

    «NBLA» y «Nueva Biblia de las Américas» son marcas registradas por The Lockman Foundation en la Oficina de Patentes y Marcas Registradas en los Estados Unidos de América (United States Patent and Trademark Office). El uso de estas marcas registradas requiere el permiso de The Lockman Foundation.

    Todos los derechos reservados. Ninguna porción de esta Biblia podrá ser reproducida, almacenada en algún sistema de recuperación, o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio —mecánicos, fotocopias, grabación u otro— excepto por citas breves sin la autorización previa por escrito de la editorial.

    Para obtener información sobre el permiso para citar el texto de La Biblia de las Américas, visite www.lockman.org

    www.NuevaBiblia.com

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    Tenga en cuenta que este libro electrónico puede contener hipervínculos a sitios web externos. Estos hipervínculos no han sido activados por el editor, que no puede verificar la exactitud de estos enlaces más allá de la fecha de publicación.

    Contenido

    Cómo utilizar esta Biblia electrónica

    Promesa de las Escrituras


    El Nuevo Testamento Contenido


    Plan de salvación


    NUEVO TESTAMENTO


    Mateo

    1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 | 24 | 25 | 26 | 27 | 28


    Marcos

    1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16


    Lucas

    1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 | 24


    Juan

    1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21


    Hechos

    1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 | 24 | 25 | 26 | 27 | 28


    Romanos

    1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16


    1 Corintios

    1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16


    2 Corintios

    1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13


    Gálatas

    1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6


    Efesios

    1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6


    Filipenses

    1 | 2 | 3 | 4


    Colosenses

    1 | 2 | 3 | 4


    1 Tesalonicenses

    1 | 2 | 3 | 4 | 5


    2 Tesalonicenses

    1 | 2 | 3


    1 Timoteo

    1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6


    2 Timoteo

    1 | 2 | 3 | 4


    Tito

    1 | 2 | 3


    Filemón

    1


    Hebreos

    1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13


    Santiago

    1 | 2 | 3 | 4 | 5


    1 Pedro

    1 | 2 | 3 | 4 | 5


    2 Pedro

    1 | 2 | 3


    1 Juan

    1 | 2 | 3 | 4 | 5


    2 Juan

    1


    3 Juan

    1


    Judas

    1


    Apocalipsis

    1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22

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    Libros de la Biblia y capítulos

    Páginas finales – Material adicional

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    • Cada hipervínculo de un libro de la Biblia y capítulo en el texto bíblico le lleva de vuelta a la Tabla de contenido. También puede utilizar el botón o función «atrás» (Back) para regresar a su última selección.

    ¿Cómo navegar por el material adicional?

    Las Referencias cruzadas están marcadas con una letra «a» pequeña e (hiper)vinculada para señalar los versículos que explicarán la palabra o frase referida.

    • Presione la letra (hiper)vinculada en el texto bíblico de la referencia cruzada correspondiente.

    • Presione el símbolo (hiper)vinculado de la izquierda en la(s) referencia(s) cruzada(s) y regresará al texto principal de la Biblia.

    Las Notas de los traductores se marcan con números (hiper)vinculados, p. ej. «1», para indicar información textual importante.

    • Presione el número vinculado en la parte derecha de la palabra o frase en el texto bíblico y le llevará a la nota correspondiente.

    • Presione el número (hiper)vinculado a la izquierda de la nota y regresará al texto bíblico donde estaba.

    Promesa de las Escrituras

    «Sécase la hierba, marchítase la flor, mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre».

    Isaías 40:8

    PREFACIO

    La Nueva Biblia de las Américas, con sus ampliaciones y referencias, es una traducción fiel de las Sagradas Escrituras según fueron escritas originalmente en hebreo, arameo y griego. Se ha producido con el propósito de ofrecer al mundo de habla hispana la riqueza y el poder de la Palabra de Dios de manera que sea un verdadero tesoro devocional y un instrumento práctico de estudio.

    Esta nueva versión es producto de la intensa labor y dedicación de un considerable número de eruditos de distintas denominaciones cristianas, representantes de varios países de Latinoamérica y de los Estados Unidos. La NBLA se publica con la firme convicción de que las Sagradas Escrituras, según fueron escritas originalmente, fueron inspiradas por Dios y, puesto que son su eterna Palabra, hablan con renovada autoridad a cada generación para impartir el conocimiento que lleva a la salvación en Cristo, equipando al creyente para disfrutar de una vida abundante y feliz en la tierra, y lo transforma en testimonio viviente de la verdad para la gloria de Dios.

    El Comité Editorial ha observado dos principios básicos: En primer lugar, ha tratado de ceñirse en todo lo posible a los idiomas originales de las Sagradas Escrituras y, en segundo lugar, ha observado las reglas de la gramática moderna en una dimensión continental contemporánea, usando un estilo dinámico y ameno, procurando mantener su belleza literaria.

    La Nueva Biblia de las Américas se ofrece con la certeza de que los que buscan el mensaje y el conocimiento de las Sagradas Escrituras hallarán aquí una traducción clara y fidedigna de la verdad revelada por Dios en su Palabra.

    LAS CUATRO NORMAS BÁSICAS DE LAS PUBLICACIONES DE THE LOCKMAN FOUNDATION

    1. Serán fieles a los originales hebreo, arameo y griego.

    2. Serán gramaticalmente correctas.

    3. Estarán escritas en un lenguaje comprensible para todos.

    4. Darán al Señor Jesucristo el lugar que le corresponde, el lugar que la Palabra de Dios le da.

    FORMATO GENERAL

    PUNTUACIÓN Y SÍMBOLOS ORTOGRÁFICOS. Se usan de acuerdo con las normas editoriales contemporáneas. El diálogo se introduce con dos puntos. Las comillas se usan para indicar citas internas.

    MAYÚSCULAS PARA INDICAR DEIDAD. El pronombre personal Él (con mayúscula) se refiere siempre a la Deidad. También se usan mayúsculas en los sustantivos referentes a la Deidad, que normalmente no las requieren. Véase Apoc. 5:5, 6.

    VERSALITAS PARA INDICAR CITAS. En el Nuevo Testamento se escriben en mayúscula las palabras que son citas del Antiguo Testamento.

    BASTARDILLA. Se usa en el texto para indicar palabras que no aparecen en los manuscritos originales, pero que están lógicamente implícitas, o que se añaden para completar el sentido.

    SUBTÍTULOS. Se han redactado cuidadosamente, haciéndolos didácticos y descriptivos, teniendo en cuenta que pueden servir de ayuda para el estudio y la predicación.

    REFERENCIAS. Se hacen a pasajes bíblicos relacionados con el texto en cuestión y se indican con letras en voladita dentro de cada versículo y en el margen. Cuando aparecen al principio del versículo se refieren a pasajes paralelos o a referencias largas. En el margen los pasajes paralelos están en bastardilla.

    NOTAS. Se enumeran consecutivamente dentro del versículo y en el margen. Las notas son aclaratorias y no contienen interpretaciones teológicas. Indican equivalencias, explicaciones, otras posibles traducciones del mismo texto y traducciones literales que en el texto resultarían ambiguas.

    PRINCIPIOS DE TRADUCCIÓN

    En el texto de la Nueva Biblia de las Américas se ha procurado usar la gramática y terminología del español moderno, de acuerdo con las normas de la Real Academia de la Lengua Española. Presenta un texto adecuado para lectores de cualquier nivel. Utiliza un vocabulario dinámico pero sin diluirlo y que resulta en una lectura elegante. Entre otras novedades figuran el cambio de «he aquí» por «miren»; se eliminan las repeticiones innecesarias de la conjunción copulativa «y»; reduce el uso de «sucedió que», «sucedió» y «aconteció que»; se reemplaza el pronombre personal «vosotros» por «ustedes»; el pronombre posesivo «vuestro» por «su, suyo, suya»; el pronombre personal «os» por «los, les, se». Algunos términos bíblicos, universalmente apreciados y aceptados en su forma arcaica, se han preservado en toda su belleza si expresan el sentido del idioma original.

    En los casos en que una traducción literal oscureciera notablemente el significado al lector moderno, la expresión se ha aclarado en lenguaje contemporáneo. En estos casos la traducción literal se ha indicado mediante una nota numerada en el margen.

    Los pasajes escritos en forma poética en los textos de los idiomas originales, preservan esa forma en esta versión.

    TEXTO HEBREO. En la traducción del Antiguo Testamento se ha usado la Biblia Hebraica Stuttgartensia en la que se ha revisado por completo el aparato crítico de la Biblia Hebraica de Kittel.

    Para la traducción de los tiempos de los verbos hebreos, se ha tomado en consideración la secuencia de los tiempos, el contexto inmediato, todo el pasaje en conjunto y si está escrito en prosa o en poesía, tratando siempre de ser lo más fiel posible al original.

    EL NOMBRE DE DIOS. Para indicar el nombre de Dios se usan varias palabras en hebreo: uno de los nombres más comunes es «Elohim» traducido «Dios»; otro es «Adonai» traducido «Señor»; pero el nombre asignado a Dios como su nombre especial o su nombre propio está compuesto en hebreo de estas cuatro letras «YHWH». El tetragrámaton no se pronunciaba ni se leía en alto por reverencia a este nombre sagrado de la divinidad, y se sustituía por otro de los nombres de Dios. La versión griega del Antiguo Testamento, conocida como la Septuaginta (LXX), o versión de los Setenta, traduce «YHWH» generalmente por «Kurios» (Señor), y la Vulgata Latina, que tuvo también una gran influencia en la traducción de la Biblia a muchos idiomas, lo traduce por «Dominus» (Señor). En La Nueva Biblia de las Américas hemos usado el nombre de «Señor» (todo en versalitas) para traducir el tetragrámaton. Cuando este nombre ocurre junto al nombre hebreo «Adonai» (Señor) entonces «YHWH» es traducido «DIOS» (todo en mayúsculas) con la nota correspondiente. Algunas versiones traducen este nombre por «Jehová» y otras por «Yavé» o «Yahveh».

    TEXTO GRIEGO. Se ha prestado gran atención a los últimos manuscritos descubiertos para determinar el mejor texto posible. En general se ha seguido el texto del Novum Testamentum Graece de Nestle-Aland en su vigésima séptima edición.

    En cuanto a las voces, modos y tiempos del griego que no tienen equivalencias exactas en castellano, los editores se han guiado por las reglas de la gramática española moderna al traducir los verbos. La fuerza y el sentido cronológico de los tiempos se han respetado consistentemente prestando minuciosa atención al contexto.

    Los asteriscos (*) se ponen en el Nuevo Testamento en aquellos verbos que en griego indican el presente histórico, pero que se han traducido en esta versión en tiempo pasado de acuerdo con el contexto. En el Antiguo Testamento los asteriscos se usan en algunos subtítulos del libro de los Salmos para hacer llamadas aclaratorias en el margen.

    PASAJES PARALELOS. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento los pasajes paralelos han sido cuidadosamente revisados, manteniéndose la unidad de estilo y expresión de cada pasaje.

    TRADUCTORES

    La Nueva Biblia de las Américas está basada en La Biblia de las Américas. El equipo de traducción está compuesto de pastores y profesores de colegios, universidades y seminarios que representan las diversas denominaciones evangélicas. La traducción se trabajó en equipos durante un periodo de quince años hasta completar la Biblia. Se escogieron a los traductores por su destreza y dedicación, y de varios lugares de Latinoamérica, España y Estados Unidos de América para asegurarse de que La Nueva Biblia de las Américas sea relevante para los hispanoparlantes del mundo entero.

    TRADUCTORES DE LA LBLA

    Dr. Ismael Amaya

    Dr. Israel Carmona

    Rev. Herbert Cassel

    Rev. H. O. Espinoza

    Dr. Osvaldo García

    Rev. Eduardo Hernández

    Dr. Carlos Madrigal

    Dr. Jesse Miranda

    Dr. Enrique Tolopilo

    Rev. Felipe Train

    Dr. Duane Wetzler

    Dr. Enrique Zone

    COLABORADORES DE LA TRADUCCIÓN

    Dr. José Arrequín

    Mrs. Becky Brown

    Dr. Antonio Serrano

    Rev. Otto de la Torre

    CONSULTORES DEL ANTIGUO TESTAMENTO

    Dr. Frank García

    CONSULTORES DEL NUEVO TESTAMENTO

    Dr. Moisés Silva

    LECTORES CRÍTICOS

    Dr. Américo Castro

    Rev. María Luisa Falber

    Sra. Antonia Martínez

    Rev. Samuel Molina

    Dr. Steve Pallady

    Dr. José A. Reyes

    Dra. Rosa Reyes

    Dra. Joanna Roldán

    Sra. Helen Sands

    Rev. Antonio Tolopilo

    NBLA

    Rev. Eduardo Hernández

    Dr. Osvaldo García

    Dr. Duane Wetzler

    El

    Nuevo Testamento

    El evangelio de Jesucristo según

    Mateo

    Mateo 1

    Genealogía de Jesucristo

    ¹Libro de la genealogíaa,¹ de Jesucristo², hijo³ de Davidb, hijo³ de Abraham.

    ²Abraham fue padre de Isaac, Isaac de Jacob, y Jacob de Judá y de sus hermanos; ³Judá fue padre de Fares y de Zara, ccuya madre fue Tamar; Fares fue padre de Esrom, y Esrom de Aram; ⁴Aram fue padre de Aminadab, Aminadab de Naasón, y Naasón de Salmón; ⁵Salmón fue padre de Booz, cuya madre fue Rahab; Booz fue padre de Obed, cuya madre fue Rut; y Obed fue padre de Isaí; ⁶Isaí fue padre del rey David.

    Y David fue padre de Salomónd, cuya madre Betsabé había sido mujer de Urías⁴. ⁷Salomón fue padre de Roboame, Roboam de Abías, y Abías de Asa; ⁸Asa fue padre de Josafat, Josafat de Joram, y Joram de Uzías; ⁹Uzías fue padre de Jotam, Jotam de Acaz, y Acaz de Ezequías; ¹⁰Ezequías fue padre de Manasés, Manasés de Amón, y Amón de Josías; ¹¹Josías fue padre de Jeconías⁵ y de sus hermanos durante la deportación a Babiloniaf.

    ¹²Después de la deportación a Babiloniag, Jeconías fue padre de Salatiel, y Salatiel de Zorobabel; ¹³Zorobabel fue padre de Abiud, Abiud de Eliaquim, y Eliaquim de Azor; ¹⁴Azor fue padre de Sadoc, Sadoc de Aquim, y Aquim de Eliud; ¹⁵Eliud fue padre de Eleazar, Eleazar de Matán, y Matán de Jacob; ¹⁶Jacob fue padre de José, el marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo⁶,h.

    ¹⁷De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce generaciones; y desde David hasta la deportación a Babiloniai, catorce generaciones; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.

    Nacimiento de Jesucristo

    ¹⁸El nacimiento de Jesucristo fue como sigue: estando Su madre Maríaj comprometida para casarse con José, antes de que se llevara a cabo el matrimonio, se halló que había concebido por obra del Espíritu Santo. ¹⁹Entonces José su marido, siendo un hombre justo y no queriendo denunciarla públicamente, quiso abandonarla⁷ en secretok. ²⁰Pero mientras pensaba en esto, se le apareció en sueños un ángel del Señor, diciéndole: «José, hijo de Davidl, no temas recibir a María tu mujer, porque el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo. ²¹Y dará a luz un Hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a Su pueblo de sus pecadosm».

    ²²Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había hablado por medio del profeta⁸,n, diciendo: ²³«HE AQUÍ, LA VIRGEN CONCEBIRÁ Y DARÁ A LUZ UN HIJO, Y LE PONDRÁN POR NOMBRE EMMANUELo», que traducido significa: «DIOS CON NOSOTROSp». ²⁴Cuando José despertó del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a María como su mujer; ²⁵y la conservó virgen⁹ hasta que dio a luz un Hijo¹⁰; y le puso por nombre Jesúsq.

    Mateo 2

    Visita de los sabios

    ¹Después de nacer Jesúsa en Belén de Judea, en tiempos del rey Herodes, unos sabios¹ del oriente llegaron a Jerusalén, preguntando: ²«¿Dónde está el Rey de los judíosb que ha nacido? Porque vimos Su estrella en el oriente y lo hemos venido a adorar». ³Cuando lo oyó el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él. ⁴Entonces, el rey reunió a todos los principales sacerdotes y escribas del pueblo, y averiguó de ellos dónde había de nacer el Cristo. ⁵Y ellos le dijeron: «En Belén de Judeac, porque así está escrito por el profeta:

    ⁶ " Y TÚ, B ELÉN d, TIERRA DE JUDÁ,

    DE NINGÚN MODO ERES LA MÁS PEQUEÑA ENTRE LOS PRÍNCIPES DE JUDÁ;

    PORQUE DE TI SALDRÁ UN GOBERNANTE

    QUE PASTOREARÁ A MI PUEBLO ISRAEL" ».

    ⁷Entonces Herodes llamó a los sabios en secreto y de ellos determinó el tiempo exacto en que había aparecido la estrellae. ⁸Y enviándolos a Belén, dijo: «Vayan y busquen con diligencia al Niño; y cuando lo encuentren, avísenme para que yo también vaya y lo adore».

    ⁹Después de oír al rey, los sabios se fueron; y la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo sobre el lugar donde estaba el Niño. ¹⁰Cuando vieron la estrella, se regocijaron mucho con gran alegría. ¹¹Entrando en la casa, vieron al Niño con Su madre María, y postrándose lo adoraronf; y abriendo sus tesoros le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra. ¹²Y habiendo sido advertidos por Dios en sueñosg que no volvieran a Herodes, se fueron para su tierra por otro camino.

    Huida a Egipto

    ¹³Después de haberse marchado ellos, un ángel del Señorh se apareció* a José en sueños, diciendo: «Levántate, toma al Niño y a Su madre y huye a Egipto, y quédate allí hasta que yo te diga; porque Herodes quiere buscar y matar al Niño».

    ¹⁴Y levantándose José, tomó de noche al Niño y a Su madre, y se trasladó a Egipto; ¹⁵estuvo allá hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor habló por medio del profeta, diciendo: «DE EGIPTO LLAMÉ A MI HIJOi».

    La matanza de los niños

    ¹⁶Herodes, al verse burlado por los sabios, se enfureció en gran manera, y mandó matar a todos los niños que había en Belén y en todos sus alrededores, de dos años para abajo, según el tiempo que había averiguado de los sabiosj. ¹⁷Entonces se cumplió lo que fue dicho por medio del profeta Jeremías, cuando dijo:

    ¹⁸ « S E OYÓ UNA VOZ EN R AMÁ ,

    LLANTO Y GRAN LAMENTACIÓN;

    RAQUEL QUE LLORA A SUS HIJOS,

    Y QUE NO QUISO SER CONSOLADA

    PORQUE ya NO EXISTENk».

    Regreso a Nazaret

    ¹⁹Pero cuando murió Herodes, un ángel del Señor se apareció* en sueñosl a José en Egipto, diciéndole: ²⁰«Levántate, toma al Niño y a Su madre y vete a la tierra de Israel, porque los que atentaban contra la vida del Niño han muerto».

    ²¹Y levantándose, José tomó al Niño y a Su madre, y vino a la tierra de Israel. ²²Pero cuando oyó que Arquelao reinaba sobre Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá; y advertido por Dios en sueñosm, se fue para la región de Galilea. ²³Cuando llegó, vivió en una ciudad llamada Nazaretn, para que se cumpliera lo que fue dicho por medio de los profetas: «Él será llamado Nazareno».

    Mateo 3

    Predicación de Juan el Bautista

    ¹aEn aquellos días llegó* Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, diciendo: ²«Arrepiéntanseb, porque el reino de los cielos se ha acercado». ³Porque este Juan es aquel a quien se refirió el profeta Isaías, cuando dijo:

    «VOZ DEL QUE CLAMA EN EL DESIERTO:

    "PREPAREN EL CAMINO DEL SEÑOR,

    HAGAN DERECHAS SUS SENDASc" ».

    ⁴Y él, Juan, tenía un vestido de pelo de camello y un cinto de cuero a la cinturad; y su comida era de langostas¹ y miel silvestre. ⁵Entonces Jerusalén, toda Judea y toda la región alrededor del Jordáne, acudían a él, ⁶y confesando sus pecados, eran bautizadosf por Juan en el río Jordán.

    ⁷Pero cuando vio que muchos de los fariseosg y saduceosh venían para el bautismo, les dijo: «¡Camada de víboras! ¿Quién les enseñó a huir de la ira que está al venir? ⁸Por tanto, den frutos dignos de arrepentimientoi; ⁹y no piensen que pueden decirse a sí mismos: Tenemos a Abraham por padrej, porque les digo que Dios puede levantar hijos a Abraham de estas piedras. ¹⁰El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuegok. ¹¹Yo, en verdad, los bautizo a ustedes con² agua para arrepentimientol, pero Aquel que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitar las sandalias; Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. ¹²El bieldo está en Su manom y limpiará completamente Su era; y recogerá Su trigo en el granero, pero quemará la paja en un fuego que no se apaga».

    Bautismo de Jesús

    ¹³nEntonces Jesús llegó* de Galilea al Jordán, a donde estaba Juan, para ser bautizado por él. ¹⁴Pero Juan trató de impedirlo, diciendo: «Yo necesito ser bautizado por Ti, ¿y Tú vienes a mí?».

    ¹⁵Jesús le respondió: «Permítelo ahora; porque es conveniente que así cumplamos toda justiciao». Entonces Juan consintió*. ¹⁶Después de ser bautizado, Jesús salió del agua inmediatamente; y los cielos se abrieron en ese momento y él³ vio al Espíritu de Dios que descendía como una paloma y venía sobre Élp. ¹⁷Y se oyó una voz de los cielos que decía: «Este es Mi Hijo amado en quien me he complacidoq».

    Mateo 4

    Jesús es tentado

    ¹aEntonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. ²Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta nochesb, entonces tuvo hambre. ³Y acercándose el tentadorc, le dijo: «Si eres Hijo de Diosd, ordena que estas piedras se conviertan en pan». ⁴Pero Jesús le respondió: «Escrito está: NO SOLO DE PAN VIVIRÁ EL HOMBRE, SINO DE TODA PALABRA QUE SALE DE LA BOCA DE DIOSe ».

    ⁵Entonces el diablo lo llevó* a la ciudad santaf, y lo puso sobre el pináculo del templo, ⁶y le dijo*: «Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo, pues escrito está:

    A SUS ÁNGELES TE ENCOMENDARÁ,

    Y:

    "EN LAS MANOS TE LLEVARÁN,

    NO SEA QUE TU PIE TROPIECE EN PIEDRAg" ».

    ⁷Jesús le contestó: «También está escrito: "NO TENTARÁS¹ AL SEÑOR TU DIOSh" ».

    ⁸Otra vez el diablo lo llevó* a un monte muy alto, y le mostró* todos los reinos del mundoi y la gloria de ellos, ⁹y le dijo: «Todo esto te daré, si te postras y me adorasj». ¹⁰Entonces Jesús le dijo*: «¡Vete, Satanás! Porque escrito está: AL SEÑOR TU DIOS ADORARÁS, Y SOLO A ÉL SERVIRÁS²,k ». ¹¹El diablo entonces lo dejó*; y al instante, unos ángeles vinieron y le servíanl.

    Jesús va a Galilea

    ¹²Cuando Jesús oyó que Juan había sido encarceladom, regresó a Galilea. ¹³Saliendo de Nazaret, fue a vivir en Capernaúmn, que está junto al mar, en la región de Zabulón y de Neftalí; ¹⁴para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías, cuando dijo:

    ¹⁵ «¡ T IERRA DE Z ABULÓN Y TIERRA DE N EFTALÍ ,

    CAMINO DEL MAR, AL OTRO LADO DEL JORDÁN, GALILEA DE LOS GENTILES³,o!

    ¹⁶ E L PUEBLO ASENTADO EN TINIEBLAS VIO UNA GRAN L UZ ,

    Y A LOS QUE VIVÍAN EN REGIÓN Y SOMBRA DE MUERTE,

    UNA LUZ LES RESPLANDECIÓp».

    ¹⁷Desde entonces Jesús comenzó a predicar:q «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado».

    Llamamiento de los primeros discípulos

    ¹⁸rAndando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, echando una red al mar, porque eran pescadores. ¹⁹Y les dijo*: «Vengan en pos de Mí, y Yo los haré pescadores de hombres». ²⁰Entonces ellos, dejando al instante las redes, lo siguieron.

    ²¹Y pasando de allí, Jesús vio a otros dos hermanos, Jacobo⁴,s, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con su padre Zebedeo, remendando sus redes, y los llamó. ²²Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, lo siguieron.

    La fama de Jesús se extiende

    ²³Y Jesús iba por toda Galilea, enseñandot en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. ²⁴Se extendió Su fama por toda Siriau; y traían a Él todos los que estaban enfermos, afectados con diversas enfermedades y dolores, los endemoniados, epilépticos y paralíticos, y Él los sanaba. ²⁵Y lo siguieron grandes multitudesv de Galilea, Decápolis, Jerusalén y Judea, y del otro lado del Jordán.

    Mateo 5

    El Sermón del monte

    ¹aCuando Jesús vio a las multitudes, subió al monte; y después de sentarse, Sus discípulos se acercaron a Él. ²Y abriendo Su bocab, les enseñaba, diciendo:

    Las bienaventuranzas

    ³«Bienaventurados¹ los pobres en espírituc, pues de ellos es el reino de los cielos.

    ⁴»Bienaventurados los que llorand, pues ellos serán consolados.

    ⁵»Bienaventurados los humildese, pues ellos heredarán la tierra.

    ⁶»Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justiciaf, pues ellos serán saciados.

    ⁷»Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos recibirán misericordiag.

    ⁸»Bienaventurados los de limpio corazónh, pues ellos verán a Dios.

    ⁹»Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Diosi.

    ¹⁰»Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justiciaj, pues de ellos es el reino de los cielos.

    ¹¹»Bienaventurados serán cuando los insultenk y persigan, y digan todo género de mal contra ustedes falsamente, por causa de Mí. ¹²Regocíjense y alégrense, porque la recompensa de ustedes en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetasl que fueron antes que ustedes.

    ¹³»Ustedes son la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípidam, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya no sirve para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.

    ¹⁴»Ustedes son la luz del mundon. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; ¹⁵ni se enciende una lámpara y se pone debajo de una vasija², sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casao. ¹⁶Así brille la luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus buenas accionesp y glorifiquen a su Padre que está en los cielos.

    Jesús cumple la ley y los profetas

    ¹⁷»No piensen que he venido para poner fin a la ley o a los profetasq; no he venido para poner fin, sino para cumplir. ¹⁸Porque en verdad les digo que hasta que pasen el cielo y la tierrar, no se perderá ni la letra más pequeña³ ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla.

    ¹⁹»Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun de los más pequeños, y así lo enseñe a otros, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cieloss. ²⁰Porque les digo a ustedes que si su justicia no supera la de los escribas y fariseost, no entrarán en el reino de los cielos.

    Enseñanza de Jesús sobre el odio

    ²¹»Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: "NO MATARÁSu y: Cualquiera que cometa homicidio será culpable⁴ ante la corte. ²²Pero Yo les digo que todo aquel que esté enojado con su hermano⁵ será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: Insensato⁶,v a su hermano, será culpable ante la corte suprema⁷; y cualquiera que diga: Idiota", será merecedor del infierno⁸ de fuego.

    ²³»Por tanto, si estás presentando tu ofrendaw en el altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, ²⁴deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermanox, y entonces ven y presenta tu ofrenda.

    ²⁵»Ponte de acuerdo pronto con tu adversario mientras vas con él por el camino, no sea que tu adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y seas echado en la cárcely. ²⁶En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavoz.

    Enseñanza de Jesús sobre el adulterio

    ²⁷»Ustedes han oído que se dijo: "NO COMETERÁS ADULTERIOa". ²⁸Pero Yo les digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazónb. ²⁹Si tu ojo derecho te hace pecar, arráncalo y tíralo; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infiernoc. ³⁰Y si tu mano derecha te hace pecar, córtala y tírala; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo vaya al infiernod.

    ³¹»También se dijo: "CUALQUIERA QUE REPUDIE A SU MUJER, QUE LE DÉ CARTA DE DIVORCIOe". ³²Pero Yo les digo que todo el que se divorcia de su mujer, a no ser por causa de infidelidad, la hace cometer adulterio; y cualquiera que se casa con una mujer divorciada, comete adulteriof.

    Enseñanza de Jesús sobre el juramento falso

    ³³»También han oído que se dijo a los antepasados: "NO JURARÁS FALSAMENTE, SINO QUE CUMPLIRÁS TUS JURAMENTOS AL SEÑORg. ³⁴Pero Yo les digo: no juren de ninguna manerah; ni por el cielo, porque es el trono de Diosi; ³⁵ni por la tierra, porque es el estrado de Sus piesj; ni por Jerusalén, porque es LA CIUDAD DEL GRAN REYk. ³⁶Ni jurarás por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro ni un solo cabello. ³⁷Antes bien, sea el hablar de ustedes: Sí, sí" o No, no; porque lo que es más de esto, procede del mall.

    Enseñanza de Jesús sobre la venganza

    ³⁸»Ustedes han oído que se dijo: "OJO POR OJO Y DIENTE POR DIENTEm". ³⁹nPero Yo les digo: no resistan al que es malo; antes bien, a cualquiera que te abofetee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. ⁴⁰Al que quiera ponerte pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa. ⁴¹Y cualquiera que te obligue a ir un kilómetro, ve con él dos. ⁴²Al que te pida, dale; y al que desee pedirte prestado, no le vuelvas la espaldao.

    El amor verdadero y su recompensa

    ⁴³»Ustedes han oído que se dijo: "AMARÁS A TU PRÓJIMOp y odiarás a tu enemigoq". ⁴⁴Pero Yo les digo: amen a sus enemigos y oren por los que los persiguenr, ⁴⁵para que ustedes sean hijos de su Padre que está en los cieloss; porque Él hace salir Su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. ⁴⁶Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa tienent? ¿No hacen también lo mismo los recaudadores de impuestos? ⁴⁷Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen más que otros? ¿No hacen también lo mismo los gentiles? ⁴⁸Por tanto, sean ustedes perfectos como su Padre celestial es perfectou.

    Mateo 6

    La verdadera observancia de la religión

    ¹»Cuídense de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellosa; de otra manera no tendrán recompensa de su Padre que está en los cielos.

    Las ofrendas

    ²»Por eso, cuando des limosna, no toques trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombresb. En verdad les digo que ya han recibido su recompensa. ³Pero tú, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha, ⁴para que tu limosna sea en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensarác.

    La oración

    ⁵»Cuando ustedes oren, no sean como los hipócritas; porque a ellos les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las callesd, para ser vistos por los hombres. En verdad les digo que ya han recibido su recompensa. ⁶Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puertae, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

    ⁷»Y al orar, no usen ustedes repeticiones sin sentido, como los gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabreríaf. ⁸Por tanto, no se hagan semejantes a ellos; porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes que ustedes lo pidang.

    El Padre nuestro

    ⁹»hUstedes, pues, oren de esta manera:

    "Padre nuestro que estás en los cielos,

    Santificado sea Tu nombre.

    ¹⁰ Venga Tu reino.

    Hágase Tu voluntadi,

    Así en la tierra como en el cielo.

    ¹¹ Danos hoy el pan nuestro de cada día j.

    ¹² Y perdónanos nuestras deudas ¹, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores k.

    ¹³ Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del mal l. Porque Tuyo es el reino y el poder y la gloria para siempre. Amén ²".

    ¹⁴Porque si ustedes perdonan a los hombres sus transgresiones, también su Padre celestial les perdonará a ustedesm. ¹⁵Pero si no perdonan a los hombres, tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus transgresionesn.

    El ayuno

    ¹⁶»Y cuando ayuneno, no pongan cara triste, como los hipócritas; porque ellos desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que están ayunando. En verdad les digo que ya han recibido su recompensa. ¹⁷Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostrop, ¹⁸para no hacer ver a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensaráq.

    El verdadero tesoro

    ¹⁹»No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y robanr; ²⁰sino acumulen tesoros en el cielos, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban; ²¹porque donde esté tu tesorot, allí estará también tu corazón.

    ²²»uLa lámpara del cuerpo es el ojo; por eso, si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará lleno de luz. ²³Pero si tu ojo está malov, todo tu cuerpo estará lleno de oscuridad. Así que, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán grande será la oscuridad!

    ²⁴»Nadie puede servir a dos señoresw; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o apreciará a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a Dios y a las riquezas³.

    ²⁵»xPor eso les digo, no se preocupen por su vida, qué comerán o qué beberán; ni por su cuerpo, qué vestirán. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa? ²⁶Miren las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, el Padre celestial las alimentay. ¿No son ustedes de mucho más valor que ellas? ²⁷¿Quién de ustedes, por ansiosoz que esté, puede añadir una hora⁴ al curso de su vida⁵? ²⁸Y por la ropa, ¿por qué se preocupana? Observen cómo crecen los lirios del campo; no trabajan, ni hilan. ²⁹Pero les digo que ni Salomónb en toda su gloria se vistió como uno de ellos. ³⁰Y si Dios así viste la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¿no hará Él mucho más por ustedes, hombres de poca fec?

    ³¹»Por tanto, no se preocupend, diciendo: ¿Qué comeremos? o ¿qué beberemos? o ¿con qué nos vestiremos?. ³²Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que el Padre celestiale sabe que ustedes necesitan todas estas cosas. ³³Pero busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidasf. ³⁴Por tanto, no se preocupeng por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástenle a cada día sus propios problemas.

    Mateo 7

    El juicio hacia los demás

    ¹»aNo juzguen para que no sean juzgados. ²Porque con el juicio con que ustedes juzguen, serán juzgados; y con la medida con que midan, se les mediráb.

    ³»¿Por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojoc? ⁴¿O cómo puedes decir a tu hermano: Déjame sacarte la mota del ojo, cuando la viga está en tu ojod? ⁵¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás con claridad para sacar la mota del ojo de tu hermano.

    ⁶»No den lo santo a los perrose, ni echen sus perlas delante de los cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose los despedacen a ustedes.

    La oración recibirá respuesta

    ⁷»fPidan, y se les dará; busquen, y hallarán; llamen, y se les abrirá. ⁸Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ⁹¿O qué hombre hay entre ustedes que si su hijo le pide pan, le dará una piedra, ¹⁰o si le pide un pescado, le dará una serpiente? ¹¹Pues si ustedes, siendo malos, saben dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le pideng?

    ¹²»Por eso, todo cuanto quieran que los hombres les haganh, así también hagan ustedes con ellos, porque esta es la ley y los profetasi.

    Dos puertas y dos sendas

    ¹³»Entren por la puerta estrechaj, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición¹, y muchos son los que entran por ella. ¹⁴Pero estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

    Cómo conocer a los falsos profetas

    ¹⁵»Cuídense de los falsos profetask, que vienen a ustedes con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. ¹⁶Por sus frutos los conoceránl. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? ¹⁷Así, todo árbol bueno da frutos buenos; pero el árbol malo da frutos malosm. ¹⁸Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. ¹⁹Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuegon. ²⁰Así que, por sus frutos los conoceráno.

    ²¹»No todo el que me dice: "Señor, Señorp, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de Mi Padre que está en los cielos. ²²Muchos me diránq en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu nombre, y en Tu nombre echamos fuera demonios, y en Tu nombre hicimos muchos milagros?. ²³Entonces les declararé: Jamás los conocí; APÁRTENSE DE MÍr, LOS QUE PRACTICAN LA INIQUIDAD".

    Los dos cimientos

    ²⁴»sPor tanto, cualquiera que oye estas palabras Mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; ²⁵y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca.

    ²⁶»Todo el que oye estas palabras Mías y no las pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena; ²⁷y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción».

    ²⁸Cuando Jesús terminó estas palabras, las multitudes se admiraban de Su enseñanzat; ²⁹porque les enseñaba como uno que tiene autoridad, y no como sus escribas.

    Mateo 8

    Curación de un leproso

    ¹Cuando Jesús bajó del monte, grandes multitudes lo seguían. ²aY se acercó un leproso y se postró ante Él, diciendo: «Señor, si quieres, puedes limpiarme». ³Extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: «Quiero; sé limpio». Y al instante quedó limpio de su leprab. ⁴Entonces Jesús le dijo*: «Mira, no se lo digas a nadie, sino vec, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio a ellos».

    Jesús sana al criado del centurión

    dAl entrar Jesús en Capernaúm, se acercó un centurión y le suplicó: ⁶«Señor, mi criado está postrado en casa, paralíticoe, sufriendo mucho».

    ⁷Y Jesús le dijo*: «Yo iré y lo sanaré». ⁸Pero el centurión respondió: «Señor, no soy digno de que Tú entres bajo mi techo; solamente di la palabra y mi criado quedará sano. ⁹Porque yo también soy hombre bajo autoridadf, con soldados a mis órdenes; y digo a este: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace».

    ¹⁰Al oírlo Jesús, se maravilló y dijo a los que lo seguían: «En verdad les digo que en Israel no he hallado en nadie una fe tan grande. ¹¹Y les digo que vendrán muchos del oriente y del occidenteg, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos. ¹²Pero los hijos del reinoh serán arrojados a las tinieblas de afuerai; allí será el llanto y el crujir de dientes».

    ¹³Entonces Jesús dijo al centurión: «Vete; así como has creídoj, te sea hecho». Y el criado fue sanado en esa misma hora.

    Jesús sana a la suegra de Pedro y a muchos otros

    ¹⁴kCuando Jesús llegó a casa de Pedro, vio a la suegra de este que estaba en cama con fiebre. ¹⁵Le tocó la mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó y le servía.

    ¹⁶Y al atardecer, le trajeron muchos endemoniadosl; y expulsó a los espíritus con Su palabra, y sanó a todos los que estaban enfermosm, ¹⁷para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías cuando dijo: «ÉL TOMÓ NUESTRAS FLAQUEZAS Y LLEVÓ NUESTRAS ENFERMEDADESn».

    Lo que demanda el discipulado

    ¹⁸Viendo Jesús una multitud a Su alrededor, dio ordeno de pasar al otro lado del mar. ¹⁹pY un escriba se acercó y le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas». ²⁰Jesús le respondió*: «Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombreq no tiene dónde recostar la cabeza». ²¹Otro de los discípulos le dijo: «Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre». ²²Pero Jesús le contestó*: «Ven tras Mí, y deja que los muertos entierren a sus muertosr».

    Jesús calma la tempestad

    ²³sCuando entró Jesús en la barca, Sus discípulos lo siguieron. ²⁴Y de pronto se desató una gran tormenta en el mar de Galilea, de modo que las olas cubrían la barca; pero Jesús estaba dormido. ²⁵Llegándose a Él, lo despertaron, diciendo: «¡Señor, sálvanost, que perecemos!».

    ²⁶Y Él les contestó*: «¿Por qué tienen miedo, hombres de poca feu?». Entonces Jesús se levantó, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. ²⁷Los hombres se maravillaron, y decían: «¿Quién es Este, que aun los vientos y el mar lo obedecen?».

    Los endemoniados gadarenos

    ²⁸vAl llegar Jesús al otro lado, a la tierra de los gadarenos, fueron a Su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, violentos en extremo, de manera que nadie podía pasar por aquel camino. ²⁹Y gritaron: «¿Qué hay entre Tú y nosotros, Hijo de Diosw? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes del tiempo¹?».

    ³⁰A cierta distancia de ellos estaba paciendo una manada de muchos cerdos; ³¹y los demonios le rogaban: «Si vas a echarnos fuera, mándanos a la manada de cerdos». ³²«¡Vayan!», les dijo Jesús. Y ellos salieron y entraron en los cerdos; y la manada entera se precipitó por un despeñadero al mar, y perecieron en las aguas.

    ³³Los que cuidaban la manada huyeron; y fueron a la ciudad y lo contaron todo, incluso lo de los endemoniadosx. ³⁴Y toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando lo vieron, le rogaron que se fuera de su regióny.

    Mateo 9

    Curación de un paralítico

    ¹Subiendo Jesús en una barca, pasó al otro lado del mar y llegó a Su ciudada. ²bY le trajeron un paralítico echado en una camilla; y Jesús, viendo la fe de ellos, dijo al paralítico: «Anímate, hijo, tus pecados te son perdonados». ³Y algunos de los escribas decían para sí: «Este blasfemac». ⁴Jesús, conociendo sus pensamientosd, dijo: «¿Por qué piensan mal en sus corazones? ⁵Porque, ¿qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate, y andae? ⁶Pues para que sepan que el Hijo del Hombref tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados», entonces dijo* al paralítico: «Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa».

    ⁷Y levantándose, el paralítico se fue a su casa. ⁸Pero cuando las multitudes vieron esto, sintieron temor, y glorificaron a Diosg, que había dado tal poder¹ a los hombres.

    Llamamiento de Mateo y la cena en su casa

    hCuando Jesús se fue de allí, vio a un hombre llamado Mateo, sentado en la oficina de los tributos, y le dijo*: «¡Ven tras Mí!». Y levantándose, lo siguió.

    ¹⁰Y estando Él sentado a la mesa en la casa, muchos recaudadores de impuestos y pecadores llegaron y se sentaron a la mesa con Jesús y Sus discípulos. ¹¹Cuando los fariseos vieron esto, dijeron a Sus discípulos: «¿Por qué come su Maestro con los recaudadores de impuestos y pecadoresi?».

    ¹²Al oír Jesús esto, dijo: «Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermosj. ¹³Pero vayan, y aprendan lo que significa: MISERICORDIA QUIERO Y NO SACRIFICIOk; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores».

    Pregunta sobre el ayuno

    ¹⁴Entonces los discípulos de Juan se acercaron* a Jesús, diciendo: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamosl, pero Tus discípulos no ayunan?». ¹⁵Y Jesús les respondió: «¿Acaso los acompañantes del novio pueden estar de luto mientras el novio está con ellos? Pero vendrán días cuando el novio les será quitado, y entonces ayunarán. ¹⁶Nadie pone un remiendo de tela nueva en un vestido viejo; porque el remiendo al encogerse tira del vestido y se produce una rotura peor. ¹⁷Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces los odres se revientan, el vino se derrama y los odres se pierden; sino que se echa vino nuevo en odres nuevos, y ambos se conservan».

    Curación de una mujer y resurrección de la hija de un oficial

    ¹⁸mMientras Jesús les decía estas cosas, vino un oficial de la sinagoga y se postró delante de Él, diciendo: «Mi hija acaba de morir; pero ven y pon Tu mano sobre ella, y vivirá». ¹⁹Levantándose Jesús, lo siguió, y también Sus discípulos. ²⁰Y una mujer que había estado sufriendo de flujo de sangre por doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de Su manton; ²¹pues decía para sí: «Si tan solo toco Su mantoo, sanaré». ²²Pero Jesús, volviéndose y viéndola, dijo: «Hija, ten ánimo, tu fe te ha sanado²,p». Y al instante la mujer quedó sana.

    ²³Cuando Jesús entró en la casa del oficial, y vio a los flautistasq y al gentío en ruidoso desorden, ²⁴les dijo: «Retírense, porque la niña no ha muertor, sino que está dormida». Y se burlaban de Él. ²⁵Pero cuando habían echado fuera a la gentes, Él entró y la tomó de la mano; y la niña se levantót. ²⁶Y esta noticia³ se difundió por toda aquella tierrau.

    Curación de dos ciegos y un mudo

    ²⁷Al irse Jesús de allí, dos ciegos lo siguieron, gritando: «¡Hijo de Davidv, ten misericordia de nosotros!». ²⁸Después de entrar en la casa, se acercaron a Él los ciegos, y Jesús les dijo*: «¿Creen que puedo hacer esto?». «Sí, Señor», le respondieron*. ²⁹Entonces les tocó los ojos, diciendo: «Hágase en ustedes según su few». ³⁰Y se les abrieron los ojos. Y Jesús les advirtió rigurosamentex: «Miren que nadie lo sepa». ³¹Pero ellos, en cuanto salieron, divulgaron Su fama por toda aquella tierray.

    ³²Al salir ellos de allí, le trajeron un mudoz endemoniado. ³³Después que el demonio había sido expulsado, el mudo habló; y las multitudes se maravillaban, y decían: «Jamás se ha visto cosa igual en Israela». ³⁴Pero los fariseos decían: «Él echa fuera los demonios por el príncipe de los demoniosb».

    Ministerio de Jesús

    ³⁵Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellosc, proclamando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia. ³⁶Y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastord. ³⁷Entonces dijo* a Sus discípulos: «La cosecha es mucha, pero los obreros pocose. ³⁸Por tanto, pidan al Señor de la cosecha que envíe obreros a Su cosecha».

    Mateo 10

    Llamamiento de los doce apóstoles

    ¹Llamando a Sus doce discípulosa, Jesús les dio poder¹ sobre los espíritus inmundos para expulsarlos y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.

    ²bLos nombres de los doce apóstoles son estos: primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; y Jacobo², el hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; ³Felipe y Bartoloméc; Tomásd y Mateo, el recaudador de impuestos; Jacobo³, el hijo de Alfeo, y Tadeo; ⁴Simón el cananita⁴, y Judas Iscariotee, el que también lo entregó.

    Jesús envía a los doce

    ⁵A estos doce envió Jesús después de instruirlos, diciendo: «No vayan por el camino de los gentiles ni entren en ninguna ciudad de los samaritanosf. ⁶Sino vayan más bien a las ovejas perdidasg de la casa de Israel. ⁷Y cuando vayan, prediquen diciendo: El reino de los cielos se ha acercadoh. ⁸Sanen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos, expulsen demonios; de gracia recibieron, den de gracia.

    ⁹»iNo se provean de oro, ni de plata, ni de cobre para llevar en sus cintos, ¹⁰ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de sandalias, ni de bordón; porque el obrero es digno de su sosténj. ¹¹En cualquier ciudad o aldea donde entren, averigüen quién es digno en ella, y quédense allí hasta que se marchen. ¹²Al entrar en la casa, denle su saludo de pazk. ¹³Y si la casa es digna, que su saludo de paz venga sobre ella; pero si no es digna, que su saludo de paz se vuelva a ustedes. ¹⁴Cualquiera que no los reciba ni oiga sus palabras, al salir de esa casa o de esa ciudad, sacudan el polvo de sus piesl. ¹⁵En verdad les digo que en el día del juiciom será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y Gomorra que para esa ciudad.

    Advertencias a los doce

    ¹⁶»Miren, Yo los envío como ovejas en medio de lobosn; por tanto, sean astutos como las serpientes e inocentes como las palomas. ¹⁷Pero cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales⁵,o y los azotarán en sus sinagogas; ¹⁸y hasta serán llevados delante de gobernadores y reyes por Mi causa, como un testimonio a ellos y a los gentiles. ¹⁹pPero cuando los entreguen, no se preocupen de cómo o qué hablarán; porque a esa hora se les dará lo que habrán de hablar. ²⁰Porque no son ustedes los que hablan, sino el Espíritu de su Padre que habla en ustedesq.

    ²¹»El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijor; y los hijos se levantarán contra los padres, y les causarán la muerte. ²²Y serán odiados de todos por causa de Mi nombres, pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo. ²³Pero cuando los persigan en esta ciudad, huyan a la otra; porque en verdad les digo, que no terminarán de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del Hombret.

    Palabras de aliento a los doce

    ²⁴»Un discípulo no está por encima del maestro, ni un siervo por encima de su señoru. ²⁵Le basta al discípulo llegar a ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al dueño de la casa lo han llamado Beelzebúv, ¡cuánto más a los de su casa!

    ²⁶»Así que no les tengan miedo, porque nada hay encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto que no haya de sabersew. ²⁷Lo que les digo en la oscuridad, háblenlo en la luzx; y lo que oyen al oído, proclámenlo desde las azoteas. ²⁸No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien teman a Aquely que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno⁶. ²⁹¿No se venden dos pajarillos por una moneditaz? Y sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin permitirlo el Padre. ³⁰Y hasta los cabellos de la cabeza de ustedes están todos contadosa. ³¹Así que no teman; ustedes valen más que muchos pajarillosb.

    ³²»Por tanto, todo el que me confiese delante de los hombres, Yo también lo confesaré delante de Mi Padre que está en los cielosc. ³³Pero cualquiera que me niegue delante de los hombresd, Yo también lo negaré delante de Mi Padre que está en los cielos.

    El costo del discipulado

    ³⁴»eNo piensen que vine a traer paz a la tierra; no vine a traer paz, sino espada. ³⁵Porque vine a PONER AL HOMBRE CONTRA SU PADRE, A LA HIJA CONTRA SU MADRE, Y A LA NUERA CONTRA SU SUEGRAf; ³⁶y LOS ENEMIGOS DEL HOMBRE serán LOS DE SU MISMA CASAg.

    ³⁷»El que ama al padre o a la madre más que a Mí, no es digno de Mí; y el que ama al hijo o a la hija más que a Mí, no es digno de Míh. ³⁸Y el que no toma su cruz y sigue en pos de Mí, no es digno de Míi. ³⁹El que ha hallado su vida, la perderá; y el que ha perdido su vida por Mi causa, la hallaráj.

    ⁴⁰»El que los recibe a ustedes, me recibe a Mí; y el que me recibe a Mí, recibe al que me enviók. ⁴¹El que recibe a un profeta como profeta, recibirá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo como justo, recibirá recompensa de justol. ⁴²Y cualquiera que como discípulo dé a beber aunque solo sea un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, en verdad les digo que no perderá su recompensam».

    Mateo 11

    Jesús sale a enseñar y predicar

    ¹Y sucedió que cuando Jesús terminó de dar instrucciones a Sus doce discípulosa, se fue de allí a enseñar y predicar en las ciudades de ellos.

    Jesús y los discípulos de Juan

    ²bAl oír Juan en la cárcel de las obras de Cristo¹, mandó por medio de sus discípulos ³a decir a Jesús: «¿Eres Tú el que ha de venirc, o esperaremos a otro?».

    ⁴Jesús les respondió: «Vayan y cuenten a Juan lo que oyen y ven: ⁵los CIEGOS RECIBEN LA VISTA y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyend, los muertos son resucitados y a los POBRES SE LES ANUNCIA EL EVANGELIO. ⁶Y bienaventurado es el que no se escandaliza de Míe».

    Jesús habla de Juan el Bautista

    ⁷Mientras ellos se iban, Jesús comenzó a hablar a las multitudes acerca de Juan: «¿Qué salieron a ver en el desiertof? ¿Una caña sacudida por el viento? ⁸Pero, ¿qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con ropas finas? Miren, los que usan ropas finas están en los palacios de los reyes. ⁹Pero, ¿qué salieron a ver? ¿A un profetag? Sí, les digo, y uno que es más que un profeta. ¹⁰Este es de quien está escrito:

    "HE AQUÍ, YO ENVÍO MI MENSAJERO DELANTE DE TI,

    QUIEN PREPARARÁ TU CAMINO DELANTE DE TIh".

    ¹¹En verdad les digo que entre los nacidos de mujer no se ha levantado nadie mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él. ¹²Desde los días de Juan el Bautistai hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo conquistan por la fuerza. ¹³Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. ¹⁴Y si quieren aceptarlo, él es Elíasj, el que había de venir. ¹⁵El que tiene oídos, que oigak.

    ¹⁶»Pero, ¿con qué compararé a esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, que dan voces a los otros, ¹⁷y dicen: "Les tocamos la flauta, y no bailaron; entonamos endechas², y no se lamentaron. ¹⁸Porque vino Juan que no comía ni bebíal, y dicen: Tiene un demoniom. ¹⁹Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: Miren, un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadoresn". Pero la sabiduría se justifica por sus hechos».

    Ayes sobre ciudades de Galilea

    ²⁰Entonces Jesús comenzó a reprender a las ciudades en las que había hecho la mayoría de Sus milagros, porque no se habían arrepentidoo: ²¹«¡pAy de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros que se hicieron en ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se hubieran arrepentido en cilicio y ceniza. ²²Por eso les digo que en el día del juicio será más tolerableq el castigo para Tiro y Sidón que para ustedes.

    ²³»Y tú, Capernaúmr, ¿acaso serás elevada hasta los cielos? ¡Hasta el Hades³,s descenderás! Porque si los milagros que se hicieron en ti se hubieran hecho en Sodoma, esta hubiera permanecido hasta hoy. ²⁴Sin embargo, les digo que en el día del juiciot será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma que para ti».

    La gran invitación

    ²⁵uEn aquel tiempo, Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios e inteligentes, y las revelaste a los niños. ²⁶Sí, Padrev, porque así fue de Tu agrado.

    ²⁷»Todas las cosas me han sido entregadas por Mi Padrew; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

    ²⁸»Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo

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