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TEMA
ESTRÉS LABORAL
CURSO:
CONTINGENCIA DE ALMACEN
PROFESOR:
Nelcy chapeta
ALUMNO:
Angélica María Motta Quezada
El estrés es un desequilibrio entre las exigencias hechas por el medio y los recursos disponibles por
los individuos, generalmente producido por factores psicosociales, que incide en la actualidad sobre
todos los seres humanos, los cuales día a día se enfrentan a las crecientes exigencias de una sociedad
globalizada y consumista con un marcado determinismo ambiental.
Las causas del estrés laboral, sus efectos y su prevención adopta diferentes formas, no obstante es
importante preparar y capacitar a los trabajadores para afrontar todas las fuertes demandas que el
ambiente les haga con todos los recursos disponibles y así adaptarse y resolver objetivamente los
problemas que día a día se les presentan.
Palabras Claves: estrés, agente estresor, fases del estrés, estrés laboral, causas del estrés, efectos
del estrés, prevención del estrés.
¿Qué es el Estrés?
En el mundo de hoy, los seres humanos impulsados por ese natural instinto gregario que a través de
la historia los ha hecho construir grandes civilizaciones y la sociedad actual, se han convertido en
opresores de sí mismos y opresores de los demás como un todo, exigiéndose cada vez más y más
todos los días de sus vidas hasta el punto de acelerar desmedidamente sus ritmos de vida y dejándose
consumir por grandes demandas físicas, mentales y emocionales que el medio que los rodea les
imponen día a día. Pareciera que en la actualidad está de moda dejarse llevar por este mundo cada
vez más globalizado y sumergido en el consumismo que ahora automáticamente realizan las
personas sin darse cuenta que esta acelerada rutina diaria trae consigo un alto precio.
El ser humano, por naturaleza, ante un estímulo exterior responde con una reacción, y ante las
exigencias que el medio hace diariamente sobre el ser humano, la respuesta obtenida es un conjunto
de fuertes emociones negativas producidas en nuestro cerebro que afectan nuestra vida diaria,
nuestro cuerpo y todas las tareas que realizamos haciendo que nuestro desempeño no sea el
esperado y viviendo a diario un estado de tensión del que no podemos salir. Todos estos problemas
producidos debido a las exigencias que enfrentamos diariamente se engloban en un solo término
que conoceremos como "estrés".
El término estrés tiene varios significados según el ámbito; por ejemplo en la física y en la arquitectura
se refiere a la fuerza aplicada sobre un objeto que puede deformarlo o romperlo (Cano, 2002).
Melgosa (1999 citado en Campos, 2006) señala que estrés es un término adaptado al castellano que
proviene de la voz inglesa ‘stress’, palabra aparecida inicialmente como ‘distress’ proveniente del
antiguo término francés ‘desstrese’. Cano (2002) señala que en la psicología, estrés usualmente se
refiere a ciertos acontecimientos que ocurren cuando nos encontramos en situaciones que implican
fuertes demandas para el individuo, las cuales pueden agotar todos los recursos de afrontamiento.
El término estrés ha causado controversia desde que fue introducido por el fisiólogo canadiense Hans
Selye al campo de la psicología, quien lo definió como una respuesta generalizada del organismo ante
cualquier estímulo o agente estresor, y a cualquier situación estresante (Campos, 2006). Ahora,
desde el punto de vista de la psicología, el estrés ha sido entendido desde los tres enfoques
siguientes: (Cano, 2002)
Como estímulo: El estrés es capaz de provocar una reacción o respuesta por parte del
organismo.
Como reacción o respuesta: El estrés se puede evidenciar en cambios conductuales, cambios
fisiológicos y otras reacciones emocionales en el individuo.
Como interacción: El estrés interactúa entre las características propias de cada estímulo
exterior y los recursos disponibles del individuo para dar respuesta al estímulo.
Entonces, el estrés puede definirse como un proceso o secuencia de etapas, el cual comienza cuando
el individuo recibe un conjunto de exigencias impuestas por el medio, y a las cuales el individuo debe
adaptarse para dar una respuesta adecuada y rápida usando todos los recursos disponibles a su
disposición, provocando que el individuo realice un esfuerzo agotador para lograr tal respuesta.
Esto es justamente lo que ocurre actualmente, no hay nadie que sea ajeno a este trastorno ya que
diariamente estamos sometidos a situaciones tensionantes que nos afectan en todos los aspectos de
nuestra vida, siendo el estrés aumentado por el determinismo ambiental orientado a aumentar los
problemas en lugar de solucionarlos. Entonces al actuar así lo que se consigue es estresarse aún más
en lugar de solucionar los problemas.
El estrés se presenta de distinta manera según el tipo de individuo, pero en forma general es posible
reconocer dos tipos de estrés: Eustrés (estrés positivo) y Distrés (estrés negativo) (Santos).
El EUTRES es el estrés positivo, el cual es una respuesta a una situación adecuada; se considera la sal
de la vida, ya que constituye con frecuencia una alternativa frente al aburrimiento e indiferencia,
proporciona motivación y energía para enfrentar los obstáculos que podrían dañar la felicidad y
autoestima. Y el DISTRES es el estrés negativo, en el que la reacción de excitación es mantenida
cuando no es necesaria, ya que existe la amenaza real.
Cuando las personas reaccionan de una manera afirmativa y positiva frente a las exigencias,
resolviéndolas objetivamente hablamos de eustrés. Pero, caso contrario, cuando la reacción es
negativa debido a demandas excesivas y falta de recursos para solucionarlas estamos frente al distrés
o estrés negativo, el responsable de que generemos emociones negativas.
Según Melgosa (1999 citado en Campos, 2006) el estrés tiene dos componentes básicos:
Los llamados agentes estresores son todas las situaciones que ocurren a nuestro alrededor y que nos
producen estrés, siendo estas situaciones provocadas por personas, grupos o conjuntos de grupos.
Al respecto, Santos (2004) llama estresores a todos los factores que originan estrés y es enfático en
que el nivel de activación del individuo se estima como el nivel inicial de una condición de estrés.
Según Peiró (1992), los estresores se pueden identificar en las siguientes categorías:
La respuesta al estrés puede entenderse como la reacción que presenta el individuo frente a los
agentes estresores causantes de tal estrés. Esta respuesta presentada por el individuo frente a una
situación estresante puede ser de dos tipos: (Campos, 2006)
En este punto se pueden notar significativas diferencias individuales, ya que mientras para unas
personas unas experiencias resultan agotadoras, difíciles o con un fortísimo efecto negativo sobre el
organismo, para otras personas estas vivencias resultan solo ligeramente alteradoras y no ocasionan
daños en el sistema nervioso y en ninguna parte del organismo.
Como se definió anteriormente, el estrés es un proceso, y como tal implica una secuencia de etapas
o fases para que se desarrolle totalmente y llegue a su máxima expresión implicando muchas
consecuencias negativas. Cabe mencionar que el estrés puede detenerse en cualquiera de estas
etapas, lo que implica que el estrés puede aliviarse o empeorarse hasta alcanzar su pleno desarrollo.
Según Melgosa (1999 citado en Campos, 2006) las fases por las que pasa estrés son las siguientes:
Fase de Alarma: Fase donde ocurre el aviso o se detecta la presencia de un agente estresor.
Fase de Resistencia: Fase generada cuando el sujeto enfrenta y trata de resolver la situación
que produce el estrés. Si el sujeto logra resolver la situación el estrés no logra concretarse.
Fase de Agotamiento: Fase producida cuando el sujeto no logra resolver la situación de estrés,
causando una disminución en la capacidad de respuesta y en el organismo del sujeto
principalmente fatiga, ansiedad y depresión.
3 Estrés Laboral. Generalidades.
El estrés en el trabajo aparece cuando las exigencias del entorno laboral superan la capacidad
de las personas para hacerles frente o mantenerlas bajo control (Banchs, González & Morera,
1997).
Entonces, ¿qué es el estrés laboral? Cano (2002) señala que "hablamos de estrés cuando se
produce una discrepancia entre las demandas del ambiente, y los recursos de la persona para
hacerles frente". El estrés es una respuesta adaptativa por parte del individuo, que en un
primer momento nos ayuda a responder más rápida y eficazmente a situaciones que lo
requieren.
Relacionado con el estrés laboral, aparece el Síndrome de Burnout o "estar quemado". Éste
ha sido entendido como una respuesta emocional y cognitiva a ciertos factores laborales e
institucionales, o como consecuencia del estrés (Cano, 2002).
Desde este punto de vista, puede considerarse al estrés laboral como el factor que
desencadena o libera efectos tanto físicos (consecuencias físicas) como psicológicos
(consecuencias psicosociales) en los individuos.
Dependiendo del trabajador o individuo, y según como sea su carácter y otras características
personales, así será la respuesta que presentará ante una situación de estrés y este estrés será
diferente para cada individuo, ya que ciertas situaciones muy estresantes para unos pueden ser poco
estresantes para otros.
Según Slipack (1996, citado en Campos, 2006) existen dos tipos de estrés laboral:
1. El episódico: Es aquel que ocurre momentáneamente, es un estrés que no se posterga por
mucho tiempo y luego de que se enfrenta o resuelve desaparecen todos los síntomas que lo
originaron; un ejemplo de este tipo de estrés es el que se presenta cuando un trabajador es
despedido de su empleo.
2. El crónico, que se puede presentar cuando la persona se encuentra sometida a las siguientes
situaciones:
El estrés crónico es aquel que se presenta varias veces o frecuentemente cuando un trabajador es
sometido a un agente estresor de manera constante, por lo que los síntomas de estrés aparecen cada
vez que la situación se presenta y mientras el individuo no afronte esa exigencia de recursos el estrés
no desaparecerá.
En la actualidad, el estrés es considerado como un proceso interactivo en los que influyen tanto los
aspectos de la situación (demandas) como las características del sujeto (recursos)(Cano, 2002).
Cuando las demandas superan a los recursos la tendencia será a producir una situación de estrés en
la que, para cubrir las demandas, el sujeto intentará producir más recursos llegando el estrés en
ocasiones hasta su fase final que es el agotamiento del sujeto.
Esta situación de demandas – recursos está directamente relacionada con los factores psicosociales
que inciden en el estrés laboral. Estos factores psicosociales se consideran en múltiples acepciones:
como riesgos, consecuencias, fuentes de vulnerabilidad, recursos y estrategias o barreras para la
prevención (Peiró & Salvador, 1992). Entonces, al considerarse estos factores psicosociales como
fuente de riesgos, producen consecuencias psicosociales que afectan directamente al individuo.
Entonces, como causa directa del estrés laboral se tienen los factores psicosociales íntimamente
relacionados por un lado con el tipo de trabajo, actividad, o profesión que el individuo ejerza y por
otro lado con el ambiente laboral que rodea al individuo y la cantidad de recursos que se demanden
a cada trabajador. Esto puede afectar a cada trabajador de distinta forma, ya que las exigencias son
dictadas para todos independientemente de sus diferencias individuales.
Algunos ejemplos de exigencias en los trabajos de hoy en día son: prisa, inmediatez, exactitud,
precisión, gran esfuerzo físico, gran esfuerzo mental, gran responsabilidad en el sentido de que las
consecuencias de un error pueden ser vitales, etc. (Cano, 2002). Las exigencias varían según el
trabajo, por lo que se puede deducir de lo anterior que existen profesiones más estresantes que
otras.
Cano (2002) señala que "cualquier situación o condición que presiona al individuo en su actividad
laboral puede provocar la reacción de estrés". En consecuencia, aunque se hiciera un muy detallado
y exhaustivo listado de factores psicosociales que pueden causar estrés, este listado siempre será
incompleto.
Algunos factores psicosociales que causan estrés laboral son: (Cano, 2002)
El estrés supone una reacción compleja a nivel biológico, psicológico y social. La mayor parte de los
cambios biológicos que se producen en el organismo cuando está sometido a una reacción de estrés
no son perceptibles para el ser humano y se precisan procedimientos diagnósticos para determinar
el nivel de la reacción. Sin embargo, a nivel psicológico muchos síntomas producidos por el estrés
pueden ser fácilmente identificados por la persona que está sufriendo dichos cambios. La reacción
más frecuente cuando nos encontramos sometidos a una reacción de estrés es la ansiedad.
1. A nivel cognitivo-subjetivo:
Preocupación,
temor,
inseguridad,
dificultad para decidir,
miedo,
pensamientos negativos sobre uno mismo,
pensamientos negativos sobre nuestra actuación ante los otros,
temor a que se den cuenta de nuestras dificultades,
temor a la pérdida del control,
dificultades para pensar, estudiar, o concentrarse, etc.
2. A nivel fisiológico:
Sudoración,
tensión muscular,
palpitaciones,
taquicardia,
temblor,
molestias en el estómago,
otras molestias gástricas,
dificultades respiratorias,
sequedad de boca,
dificultades para tragar,
dolores de cabeza,
mareo,
náuseas,
tiritar, etc.
El estrés, además de producir ansiedad, puede producir enfado o ira, irritabilidad, tristeza-depresión,
y otras reacciones emocionales, que también podemos reconocer.
Pero además de estas reacciones emocionales podemos identificar claramente otros síntomas
producidos por el estrés, como son el agotamiento físico, la falta de rendimiento, etc.
1. Los instrumentos utilizados para evaluar el estrés en las organizaciones están englobados en
alguna de las siguientes tres categorías (Cano, 2002):
* Listados ("Checklists").
* Datos administrativos.
* Cuestionarios.
Los listados son los instrumentos más útiles para evaluar aspectos concretos de una pequeña
compañía. En muchas ocasiones se diseñan "ad-hoc" para evaluar el contexto organizacional.
La dificultad que presentan estos instrumentos es la falta de baremación y por tanto
contrastación con otras muestras.
Instrumentos para medir el estrés laboral (Cano, 2002).
Según Peiró (1992) "la apreciación del estrés no se debería estudiar solo desde una aproximación
presentista, sino como una perspectiva anticipatoria y orientada al futuro". Se debe analizar además
de las demandas, las amenazas, las oportunidades y los retos que conlleve.
Es importante continuar la investigación sobre el estrés como vía más productiva para mejorar la
actuación profesional competente en prevención y control del mismo.
Esta intervención se lleva a cabo con mayor frecuencia y consiste en entrenar individuos para
que puedan manejar y controlar el estrés mejorando sus recursos y habilidades.
Se pretende además con este método desarrollar técnicas que permitan a las personas
controlar y reducir sus actitudes de ira y ansiedad.
Este método planteado por Cano (2002) consiste en una presentación inicial individual y una
evaluación pre-tratamiento; posteriormente se pasa a una sesión informativa o educativa
donde se da información al individuo sobre el estrés laboral, el síndrome de burnout, las
posibles respuestas emocionales y físicas, la ansiedad y la ira; luego se pasa a técnicas de
relajación muscular progresiva basadas en la técnica de Jacobson en la versión arreglada de
Wolpe, unidas a un entrenamiento en respiración abdominal; se pasa a una reestructuración
cognitiva detectando y cambiando las creencias, ideas y pensamientos irracionales que
provocan estados emocionales negativos como la ansiedad, la ira y la depresión; luego se dan
autoinstrucciones dirigidas a implantar ideas y verbalizaciones racionales adecuadas para un
afrontamiento adoptivo; llegando a este punto se pasa a la solución de problemas entrenando
en cinco pasos sistemáticos a dar para buscar soluciones eficaces; el siguiente paso es
controlar la ira y la asertividad cambiando las respuestas negativas de la ira en expresiones
adecuadas de sentimientos de desagrado mediante las técnicas de relajación aprendidas;
después como último paso se realiza la evaluación post-tratamiento al individuo, comparando
ésta con la evaluación pre-tratamiento y estableciendo la mejora lograda en el individuo luego
de culminar el tratamiento.
Facilitar una descripción clara del trabajo que hay que realizar, de los medios materiales de
que se dispone y de las responsabilidades.
Asegurarse de que las tareas sean compatibles con las capacidades y recursos de los
individuos.
Controlar la carga de trabajo.
Establecer rotación de tareas y funciones en actividades monótonas y en las que entrañan
una exigencia de producción muy elevada
Proporcionar el tiempo que sea necesario para realizar la tarea de forma satisfactoria,
evitando prisas y plazos de entrega ajustados.
Favorecer iniciativas de los individuos en cuanto al control y el modo de ejercer su actividad.
Explicar la función que tienen el trabajo de cada individuo en relación con toda la organización
Diseñar horarios laborales que no entren en conflicto con las responsabilidades no
relacionadas con el trabajo
Evitar ambigüedades en cuestiones como la duración del contrato de trabajo y el desarrollo
de la promoción profesional
Fomentar la participación y la comunicación en la empresa a través de los canales que sean
más idóneos para cada organización.
La obvia realidad en este caso es el estrés laboral, pero cada individuo es diferente e
interpreta una determinada situación ya sea como un problema que le traerá graves
consecuencias, o como un reto personal a superar para demostrar y desarrollar sus
capacidades y aptitudes para encontrar la solución óptima que le proporcionará los
resultados esperados.
Por tal razón, la aplicación del retcambio traerá consigo la única solución posible o el milagro
que el trabajador espera como salida o respuesta al desequilibrio entre demandas y recursos
que los individuos afrontan, y mayor capacidad para manejar de manera efectiva y eficaz las
situaciones que le generan distrés y le representan impedimentos en su total desempeño
laboral y social.
En nuestros días, el estrés en el entorno laboral representa una amenaza para la salud de los
trabajadores, esto ha traído como consecuencia el desequilibrio de la organización de las
empresas.
En psicología, estrés suele relacionarse con ciertos acontecimientos en los que al individuo se
le exigen fuertes demandas que agotan sus recursos de afrontamiento.
Se puede aceptar el significado de estrés como una interacción entre las características del
estimulo y los recursos del individuo. Por lo que el estrés se produce como consecuencia de
un desequilibrio entre las demandas del ambiente (laboral, social, etc.) y los recursos
disponibles (muchas veces limitados) del sujeto. Donde estas demandas deberán ser
satisfechas con una respuesta inmediata y adecuada de la persona.
Cuando la demanda es excesiva frente a los recursos de afrontamiento que el individuo posee,
este desarrolla ciertas reacciones adaptativas, de movilización de recursos, que implican
activación fisiológica. Esta reacción de estrés provoca otras reacciones emocionales negativas
y desagradables como la ira, la ansiedad y la depresión.
El organismo del ser humano esta dotado de ciertos mecanismos de protección ante las
situaciones que puedan producirnos estrés.
Esta reacción al estrés tiene por finalidad conservar el equilibrio del cuerpo. Todo trabajo
debe generar un cierto grado de estrés para que no se torne aburrido y monótono, siendo
este el que pondrá un toque estimulante y gratificante en nuestro trabajo, y que gracias a el
se puedan desarrollar actitudes que no se conocían del individuo; ya que en ocasiones se
sobresale mas cuando se trabaja bajo presión que cuando se tiene todo el tiempo del mundo.
Por lo que responder ante estas situaciones con estrés no es negativo, al contrario, permite
descubrir más recursos que en el futuro se dispondrán frente a otras situaciones que generen
estrés.
7 Conclusión.
Para poder solucionar el grave problema del estrés laboral se deben estar involucrados tanto
el trabajador como las organizaciones, esto debido a que las dos partes podrán unirse y
detener una mejor solución hacia este problema siendo más eficaces, mediante estrategias
que ayuden a mejorar la vida laboral de los trabajadores. Como analizamos anteriormente en
este texto donde se desarrolla los diversos aspectos tanto positivos como negativos que
existen en el ambiente laboral de los trabajadores y que por consecuencias a estos factores o
problemas hacia lo más negativo afecta la vida laboral del trabajador.
Gracias a los cambios que se ha venido dando actualmente surgen a lo largo de la vida del
trabajador todos estos problemas que les afectan y que perjudican sus actividades laborales,
he aquí en donde es importante mencionarles que el estrés laboral difícilmente existirá una
solución para acabar con ella pero si se puede solucionar mediante el control que puedan
tener y saberlo llevar de la mano con mucha responsabilidad y de esta manera tomar una
mejor decisión por optar con lo más adecuado que puedan dar en su desempeño.
El estrés laboral no es más que el producto del fracaso que el individuo en su intento de buscar
un reajuste con la realidad de poder adaptarse a lo que lo rodea, de tener el máximo control
de sí mismo sobre sus responsabilidades en los diferentes aspectos tanto en su vida laboral
como personal.
Referencias Bibliográficas.
Peiró, J. M., Salvador, A. (1992). Desencadenantes del Estrés Laboral (1ª. ed.). España: Editorial
UDEMA S. A.
Banchs, R. M., González, P., Morera, J. (1997). Estrés Laboral. ERGA – Formación Profesional,
Suplemento Especial, 3-4.
https://www.gestiopolis.com/el-estres-laboral-y-la-productividad-de-los-trabajadores-ensayo/