LUNES, 9JULIO 1990 OPINIÓN LA VANGUARDIA 19

LORENZOGOMIS

En el asilo de Van Gogh

S Van Gogh hubiera muerto dos años
antes no hubiera llegadoa serel extra-
ordinario pintor que fue,no se hubiera
celebrado probablemente en su mo-
mento el centenario de su muerte, ni mucho
menos se hubiera reunido ahora la muestra
tan inteligentementepresentada en Amster
dam y no hubiera yo tampoco estado en esta
ciudad practicandocincodías de modesto,es-
timulante y bien acompañado turismo cultu
ral. Por supuesto,lo último sería un cambio
perfectamente insignificanteen el equilibrio
universal, pero lo primero hubieraalterado la
tabla de valores—estéticos y también financie-
ros—de la pintura moderna.
La carrera de pintor de Vincent cubre diez
años, pero los decisivosfueron los dos últi
mos. En sólodos hizo lo mejor,más expresivo
y característico de su obra. Antes fue un mal
estudiante, quiso ser pastor como fue su pa-
dre, los escollosdel griegoy el latín le hicieron
sin embargodesistir,fue entoncesevangelista
auxiliar y abnegado,pidió a su hermano me-
norThéo —quelehizo siemprede padre provi
dente y de confidente comprensivo—que le
mandara unas reproduccionesde Millety qui
so convertirse en dibujante de la vida cam
pesina.
Acogió a una modeloencintay que tenía ya
un hijo, rompió con ella, y despuésde haber
vivido con los minerostanteó la universal ca-
rrera del empleado modesto, pero no encajó
tampoco en ellay, quebrantado en una salud
ya precaria, buscó en el clima benigno de Ar
les un lugar donde restablecerse.Lo que en
contró fue el deslumbramiento del sol de la
Provenza. Y esa luz le dio quizás el valor de
emular sinmiedo a sus amigosGauguiny Ber
nard y buscarluegosupropio camino.
y exactamente las que producela tela.
Aun así,es sabidoque vendióprácticamen
te sólo un cuadro,pesea tener a su hermano y
protector metido en el negociode la pintura,
haber expuestoen varios salonesy haber pin
tado pensando algunas veces también en la
venta, que era la medida tangibledel recono
cimiento. ¿Quéexplicaque en vidani siquiera
los que recibíancuadrossuyoscomo regaloles
dieran mayor valor y ahora la organización
del RijmuseumVan Gogh dé día y hora a tu
ristas de todos los países para que vuelen a
Amsterdam a visitar la exposicióncivilizada-
mente, sin colas ni insoportables agobios?
¿Qué misteriohay en la apreciacióncrítica y
en la emociónestética?No es la sensibilidad
minoritaria de losexquisitosla que apreciala
obra del pobre VincentVanGogh. Son multi
tudes que asoman la cabeza por la modesta
habitación del holandés que habitaba en la
casa amarilla de su país de pintor, la Proven
za. Y, más curioso todavía, son las balanzas
frías de las subastas internacionales las que
encumbran la pintura de Van Gogh a cotiza
ciones millonarias.Todo el mundo se disputa
los cuadros de Vincenty Holanda exhibe or
gullosa la obra de un hijo ya ilustre.
El méritoprincipal de casi todo es dejo, su
cuñada. Ellaguardó lascartas a Théo, elmari
do que murió medio año despuésde Vincent,
y administró prudente y hábilmenteel patri
monio artístico que tenía en casa,loscuadros
del cuñado, reunidos y conservados por el
marido. Ella no quiso publicar las cartas a
Théo hasta que el renombrede Vincentcomo
pintor estuviera ya asentado. Entenderían
mejor al hombre, pensaba, si estimaban al
pintor.
y 1899—del jardín del asilo de Saint-Rémy,al
Efectivamente, la largaconfidencia artísti
ca y humana de Vincenta su hermano cobra
más valor si se sabe que quien escribe, cons
ciente de su valor, será poco a poco aceptado
como pintor importante sólo después de
muerto. Vincent pensaba en un horizonte de
cuarenta añospara dejar hecha una obra,y an
tes de alcanzarlos atentó contra su propia
vida. Había llegadoal final.
Curiosamente, fue cuando empezaba a ser
reconocido. El críticoAlbert Aurierle dedica
en el “Mercurede France”un artículo elogio
so: “Les Isolés:VincentVan Gogh”,en el que
alaba sus llameantes cipreses. Agradecido,
Vincent pinta para élun cuadrocon cipresesy
hasta le recomienda el marco —naranja— con
que quedarán mejor. Théo, el mismo mes de
enero, le comunicaque uno de suscuadros ha
sido vendido en Bruselas.Parece que el desti
no empieza a cambiar. Pero quizás el destino
del pintor hay que buscarlo en su obra y ésta
no se ve que pueda ya mejorarse.Ha alcanza
do su perfecciónpropia.
Uno de los lujos gratuitos del visitante de
una exposiciónes escoger.Con tanta belleza
delante, ¿en qué pintura cifra cada uno lo me
jor del pintor que seexpone?Yo hubieraopta
do a última hora por dos atardecerespintados
en el atardecerde la vida de Van Gogh,medio
año o un mesantes del desenlace.
Uno es la segunda versión —diciembrede
que se acogió.Vincent escribea Bernard que
prefiere pintar un campo de trigo, unos oli
vos, un jardín de verdad, que un huerto de
Getsemaní imaginario, como Gauguin y el
propio Bernard,pero quetrata de evocaren la
KRAHN
pintura de la realidad que tiene delante las
mismas emociones que los otros pretenden
provocar con su imagen de Getsemaní.Esen
efecto la angustia de Cristo en el huerto de
Getsemaní lo que expresa Van Gogh en ese
atardecer en el jardín del asilo. En primertér
mino hay un árbol herido por el rayo, un gi
gante oscuro —orgulloabatido, viene a decir
él—que contrastacon la sonrisa pálida deuna
última rosa que se deshoja cerca. Másalláde
los bancos vacíos,de losárbolessombríosy de
las figurillasnegrasque yerran entre lostron
cos, se ve un cieloamarillo conun últimorayo
que se exalta hasta una explosión naranja.
Vincent detalla más, escribiendoa suherma
no, lo que pretende sacar de cada color y le
dice que comprenderá sin duda que esa com
binación produce un poco esa sensaciónde
angustia que a menudo sientenalgunosde sus
compañeros de infortunio, el llamado “noir
rouge”. Y que elmotivodel árbol heridopor el
rayo y la sonrisa enfermizade la últimaflor de
otoño vienen a confirmaresa impresión.
Lo que en las cartas pareceun poco descrip
ción literaria, en la pintura es genio y estilo,
ese estiloque Vincentbuscabaa través de un
trazo más viril y más deliberado,como confe
saba él. En la composicióny los colores, la
emoción del pintor se transmitecienaños des
pués al visitante, que siente una inesperada
tentación de lágrimas.
El otro atardecer es un campo con árboles,
con el castillode Auversal fondo.Es de junio
del 90y Vincentmorirá a finesde julio. Busco
en el excelente catálogode la exposiciónqué
ha dicho de él el propioVanGogh:dos perales
negros contra un cieloamarillento,conlostri
gos ya! fondo elcastilloentre la verdurafosca.
Ta! vienea serla descripción,en una carta a su
hermano. Y recordando el paisaje que veía
desde su ventana escribeelpintor expresiones
VENDIÓ EL PINTOR
sólo un cuadro,
pese a tener a su hermano
y protector metido
en el negocio de la pintura
como “intimidad”, “paz”, “majestad”. Son
Como nosotros reconocemos nuestras
emociones en las de Van Goghhace un siglo,
él supoadmirar e imitar a un holandéslejano,
a un pintor a quien tampocoen sus días, siglos
atrás, hicieronlos entendidosde la época mu-
cho caso: el discreto, nítido, sereno y hondo
Vermeer, admirable esfinge, prodigio de
exactitud, maestro del misterio diario, con-
templativo
de casa,comodelelinstante
callejónque
quesedesde
puede ver
ella des-
pinta-
ba, como la vista de Delft que conmoveríaa
Proust. SiVan Gogh ha tenido que esperarun
siglo, Vermeer tuvo que esperar tres. Pero
Vincent tomaba ejemplode Vermeery sedice
que pusoa su vista de la casaamarillael título
de la calleen memoria del callejóndel pintor
de Delft.Ni el tiempo ni elespacioles separa
ban. En dos vidas de poco menoso poco más
de cuarenta años alcanzaronequivalentepro
fundidad. Y así escribeVincenten Arles:“La
cúpula del cieloes de un azul admirable,el sol
tiene un resplandorde azufepálido,y es dulce
y encantadorcomo la combinaciónde losazu
les celestes y los amarillos en los Van der
Meer”. Ir a Amsterdam es ahora encontrar
juntos a Van Gogh y a Vermeer,también co
nocido por Van der Meer..

ENCUESTA

¿Qué cree de la gigantescay extrañaave que sobrevuelade noche Barcelona?

“ :
4; t ‘

JOSEP M. RUIZ
Director técnicodel Zoo
de Barcelona
CARLES
CUNI
Periodista
y realizador
Catalunya
de Rádio
JULIO
CAZORLA
Presidente
de Rótulos Roura
‘ GRAU
ANDREU
Presidente de la Ássociació
de Pilotsde Catalunya
‘

JOSEP M. ROYES
Jefe de Brigadaen el Dep. de
Prevenció i Extinciódincendis
EUGENIO
Humorista
y actor

A nivel científicono puede
darse una explicaciónlógi
ca. Las descripciones que
se han hecho son tan hete
rogéneas que nos hacen du
dar de que se trate del mis
mo animal o que exista.
Yo creo que se trata de una
realidad exagerada por la
imaginación popular que
ha servido para que la sec
ción “Cartas de los lecto
res” de este diario sea se
guida aún,con más interés.
Sin querer entrar sobre la
veracidad o fantasíade esta
historia, a nosotros no nos
consta ningún aviso de re
paración de rótulos lumi
nosos que pueda achacarse
a causasno identificadas.
Verdaderamente es asom
broso el protagonismo que
es capaz de desarrollarmás
de uno cuando sale de la
“disco” con dos o tres co
pas de más. En el caso que
nos ocupa,Batmanse pasa.
No creoen la existenciadel
extraño pájaro. Más bien
creo que es una clásicaser-
piente de veranoalimenta-
da por el gusto de muchas
personas en buscar cosas
inexplicables.
Se trata de un pterodáctilo
que ha sobrevivido a los
períodos glaciares. Hace
quince díasque no veoa un
amigo mío de Les Corts.
Estoy seguro de que este
animal lo ha capturado.