Sie sind auf Seite 1von 27

FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

UNIVERSIDAD NACIONAL AMAZÓNICA DE MADRE DE DIOS

Carrera Profesional de Derecho y Ciencias Políticas

TEMA:

“FIN DE PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO”

CURSO: PROCESAL ADMINISTRATIVO

DOCENTE: JORGE LUIS DIAZ REVOREDO

ALUMNOS: URIEL MIRANDA QUISPE / 10241023

FLOR TENAZOA PINCHE / 14241029


NIGER QUISPE AMPUERO / 14141037

SEMESTRE: VII

MADRE DE DIOS – PERÚ

2017

pág. 1
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo expondremos las formas de conclusión del procedimiento


administrativo que estén reguladas por los artículos 186º hasta 191º en la Ley Nº 27444
– Ley del Procedimiento Administrativo General.

Asi mismo, el procedimiento administrativo debería concluir con la resolución o el acto


del funcionario competente que resuelve la solicitud o recurso del administrado,
concediendo o denegando el derecho invocado. Sin embargo, esto no siempre es así,
pues existen otras situaciones que ponen fin al procedimiento administrativo sin que se
emita un pronunciamiento sobre la solicitud o recurso del administrado.

Hemos mencionado que el procedimiento administrativo puede concluir de varias


maneras. Así, nuestra Ley Nº 27444 Ley del Procedimiento Administrativo General, en
adelante la Ley, regula las siguientes formas de conclusión:

 la resolución que se pronuncia sobre el fondo de la solicitud o recurso;


 el silencio administrativo positivo, el silencio administrativo negativo;
 el desistimiento;
 la declaración de abandono; los acuerdos adoptados como consecuencia
 de conciliación o transacción extrajudicial que tengan por objeto poner fin al
procedimiento.

la prestación efectiva de lo solicitado a conformidad del administrado en caso de


petición graciable.

pág. 2
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

1.- MARCO LEGAL

Las formas de conclusión del procedimiento administrativo están reguladas por los
artículos 186º y 191º de la Ley Nº 27444 – Ley del Procedimiento Administrativo General.

Artículo 186.- Fin del procedimiento

186.1 Pondrán fin al procedimiento las resoluciones que se pronuncian sobre el fondo
del asunto, el silencio administrativo positivo, el silencio administrativo negativo en el
caso a que se refiere el inciso 4) del artículo 188, el desistimiento, la declaración de
abandono, los acuerdos adoptados como consecuencia de conciliación o transacción
extrajudicial que tengan por objeto poner fin al procedimiento y la prestación efectiva de
lo pedido a conformidad del administrado en caso de petición graciable.

186.2 También pondrá fin al procedimiento la resolución que así lo declare por causas
sobrevenidas que determinen la imposibilidad de continuarlo.

Artículo 187.- Contenido de la resolución

187.1 La resolución que pone fin al procedimiento cumplirá los requisitos del acto
administrativo señalados en el Capítulo Primero del Título Primero de la presente Ley.

187.2 En los procedimientos iniciados a petición del interesado, la resolución será


congruente con las peticiones formuladas por éste, sin que en ningún caso pueda
agravar su situación inicial y sin perjuicio de la potestad de la administración de iniciar
de oficio un nuevo procedimiento, si procede.

Artículo 188.- Efectos del silencio administrativo

188.1 Los procedimientos administrativos sujetos a silencio administrativo positivo


quedarán automáticamente aprobados en los términos en que fueron solicitados si
transcurrido el plazo establecido o máximo, la entidad no hubiera comunicado al
administrado el pronunciamiento.

188.2 El silencio administrativo tiene para todos los efectos el carácter de resolución
que pone fin al procedimiento, sin perjuicio de la potestad de nulidad de oficio prevista
en el artículo 202 de la presente Ley.

pág. 3
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

188.3 El silencio administrativo negativo tiene por efecto habilitar al administrado la


interposición de los recursos administrativos y acciones judiciales pertinentes.

188.4 Aun cuando opere el silencio administrativo negativo, la administración mantiene


la obligación de resolver, bajo responsabilidad, hasta que se le notifique que el asunto
ha sido sometido a conocimiento de una autoridad jurisdiccional o el administrado haya
hecho uso de los recursos administrativos respectivos.

188.5 El silencio administrativo negativo no inicia el cómputo de plazos ni términos para


su impugnación.

Artículo 189.- Desistimiento del procedimiento o de la pretensión.

189.1 El desistimiento del procedimiento importará la culminación del mismo, pero no


impedirá que posteriormente vuelva a plantearse igual pretensión en otro procedimiento.

189.2 El desistimiento de la pretensión impedirá promover otro procedimiento por el


mismo objeto y causa.

189.3 El desistimiento sólo afectará a quienes lo hubieren formulado.

189.4 El desistimiento podrá hacerse por cualquier medio que permita su constancia y
señalando su contenido y alcance. Debe señalarse expresamente si se trata de un
desistimiento de la pretensión o del procedimiento. Si no se precisa, se considera que
se trata de un desistimiento del procedimiento.

189.5 El desistimiento se podrá realizar en cualquier momento antes de que se notifique


la resolución final en la instancia.

189.6 La autoridad aceptará de plano el desistimiento y declarará concluido el


procedimiento, salvo que, habiéndose apersonado en el mismo tercero interesado,
instasen éstos su continuación en el plazo de diez días desde que fueron notificados del
desistimiento.

189.7 La autoridad podrá continuar de oficio el procedimiento si del análisis de los


hechos considera que podría estarse afectando intereses de terceros o la acción
suscitada por la iniciación del procedimiento extrañase interés general. En ese caso, la
autoridad podrá limitar los efectos del desistimiento al interesado y continuará el
procedimiento.

pág. 4
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

Artículo 190.- Desistimiento de actos y recursos administrativos

190.1 El desistimiento de algún acto realizado en el procedimiento puede realizarse


antes de que haya producido efectos.

190.2 Puede desistirse de un recurso administrativo antes de que se notifique la


resolución final en la instancia, determinando que la resolución impugnada quede firme,
salvo que otros administrados se hayan adherido al recurso, en cuyo caso sólo tendrá
efecto para quien lo formuló.

Artículo 191.- Abandono en los procedimientos iniciados a solicitud del


administrado

En los procedimientos iniciados a solicitud de parte, cuando el administrado incumpla


algún trámite que le hubiera sido requerido que produzca su paralización por treinta
días, la autoridad de oficio o a solicitud del administrado declarará el abandono del
procedimiento. Dicha resolución deberá ser notificada y contra ella procederán los
recursos administrativos pertinentes.

2.- FORMAS DE CONCLUSIÓN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO EN LA


LEY Nº 27444

Hemos mencionado que el procedimiento administrativo puede concluir de varias


maneras. Así, nuestra Ley Nº 27444 Ley del Procedimiento Administrativo General, en
adelante la Ley, regula las siguientes formas de conclusión:

 la resolución que se pronuncia sobre el fondo de la solicitud o recurso;


 el silencio administrativo positivo, el silencio administrativo negativo;
 el desistimiento;
 la declaración de abandono; los acuerdos adoptados como consecuencia
 de conciliación o transacción extrajudicial que tengan por objeto poner fin al
procedimiento.
 la prestación efectiva de lo solicitado a conformidad del administrado en caso
de petición graciable.

3.- MODALIDADES DE CONCLUSION DEL PROCEDIMIENTO

3.1.- El modo normal: de conclusión del procedimiento es mediante un acto


administrativo que resuelve de fondo del asunto.

pág. 5
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

3.2.- Los modos anormales o especiales: de concluir el procedimiento son a su vez


de dos tipos:

 Un acto expreso que no contiene decisión sobre el fondo de la cuestión


planteada tal como acontece con el abandono, el desistimiento y la imposibilidad
material o jurídica de continuar el procedimiento. En ninguno de estos casos son
las circunstancias exógenas las que determinan la conclusión del procedimiento,
sino el acto administrativo debidamente motivado que las estimen suficientes
para determinar la terminación del procedimiento y siempre que ello no afecte el
interés público

 Cuando se produce una situación de hecho o de las partes que el derecho


reconoce con la eficacia suficiente para concluir el procedimiento, como por
ejemplo, los acuerdos convencionales, el silencio administrativo, la
prestación efectiva.

a. Acuerdos convencionales
El empleo de técnicas de negociación con agentes privados ha sido una cuestión
cotidiana de las administraciones públicas contemporáneas, pues en verdad
resulta impensable abordar la ejecución de contratos administrativos o las
relaciones laborales, sin que las partes se encuentren transitando por caminos
de la negociación, sobre las modificaciones contractuales, los modos de ejecutar
las prestaciones, la sustitución de obligaciones o la liquidación de contratos. Sin
embargo a ello no nos estamos refiriendo.
Esta causal se refiere a la creciente opción legislativa por formalizar dentro del
procedimiento administrativo, el sometimiento voluntario de las partes, el estado
incluido, a una posibilidad de avenimiento concordado, antes de llegar a la
resolución administrativa tradicional.
Para citar algunos ejemplos, basta con revisar las regulaciones dadas a algunos
de los procedimientos seguidos por los ciudadanos ante las instancias
administrativas de regulación, tales como Conasev, Indecopi, Ositran, Sunass,
Osiptel, Osinerg entre otros organismos públicos de renovado perfil dentro de la
de la administración pública o la posibilidad contemplada en las normas de
contratación con el estado por la cual las entidades públicas someten a
conciliación sus desavenencias con el sector privado en materia de ejecución
contractual.

pág. 6
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

b. La prestación efectiva como forma de conclusión de procedimientos

La particularidad de estos procedimientos radica en que quien los sigue no busca


obtener del funcionario necesariamente la producción de una resolución
administrativa en sentido formal sino el otorgamiento de una prestación efectiva
propia del servicio público respectivo.

Se trata de aquellos supuestos de derecho social, previsional o en los que se


ejerce una petición, en los cuales el funcionario público se encuentra en aptitud
de decidir el pedido material o concreto sin necesidad de expedir un acto formal
estimatorio o desestimatorio de la solicitud, procediendo directamente a efectuar
en favor del administrado, la prestación material pretendida (como pueden ser;
la construcción de una calle, el otorgamiento de un certificado de antecedentes,
la regulación de un pago, la obtención de una copia de documento registral), con
lo cual nos encontramos frente a una atenuación de la pauta administrativa
formalista de documentar todas las actuaciones procesales realizadas.

Causales sobrevenidas al procedimiento iniciado

Cierto es que otras circunstancias también ocasionan la extinción del procedimiento


administrativo, tales como la transformación o extinción de los administrados, la
desaparición del bien sobre el cual se pretende recaiga alguna resolución administrativa
y las reformas legislativas. En todas estas circunstancias, sobreviene alguna causal que
determina la imposibilidad de continuar el procedimiento iniciado.

La transformación o extinción del administrado (en el caso de personas jurídicas) y la


muerte de la persona natural ocasionan la conclusión de los procedimientos que
persiguen intereses estrictamente personales, como es el procedimiento de selección
de personal cuando se trate de un postulante único o un procedimiento sancionador.

También la modificación del régimen legal puede acarrear la conclusión de


procedimientos pendientes cuando, por ejemplo, involucra liberar el ejercicio de una
actividad que antes era de evaluación previa o sujeta a licencia.

Ellos configuran supuestos eventuales y externos a los actos procedimentales que le


ocasionan en vía de reflejo su terminación. Para su procedencia deben ser materia de
una resolución administrativa que sustentadamente explique la existencia de alguna
causal sobreviniente y sus efectos sobre el procedimiento.

pág. 7
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

Los comentarios acerca de la resolución, los silencios administrativos, el desistimiento


y la declaración de abandono, se realizará en los artículos siguientes

A continuación, analizaremos cada una de estas formas de conclusión y veremos cuáles


son las condiciones para que operen y cuáles son sus efectos.

4.- RESOLUCIÓN SOBRE EL FONDO

4.1.- La resolución como acto administrativo

El modo normal como concluye un procedimiento administrativo es la resolución


administrativa, pues es la expectativa tanto de los administrados y las autoridades que
los inician e instruyen. Si no tuvieran esa expectativa, carecería de sentido el
procedimiento administrativo, por cuanto en el se concreta la función administrativa.

A su vez la resolución constituye por excelencia el acto administrativo típico, en su


manifestación de acto definitivo, para distinguirlo de los actos de iniciación, instrucción,
ordenamiento, notificación y de ejecución que también se producen a lo largo del
procedimiento administrativo de evaluación previa.

Los requisitos de las resoluciones son los mismos de todo acto administrativo:
competencia, objeto, finalidad pública, motivación y procedimiento previo.

4.2.- La congruencia en el procedimiento administrativo

Para el derecho procesal en general, la congruencia implica que la decisión comprenda


todas las pretensiones y fundamentos propuestos por los interesados durante el
procedimiento, de tal modo que con la resolución se emita íntegramente opinión sobre
la petición concreta y sobre los argumentos expuestos.

En el campo procesal administrativo, la aplicación de esta figura, presenta sus matices


propios ya que el funcionario público no agota su cometido y obligaciones con el análisis
y pronunciamiento sobre lo expuesto por el administrado (en la solicitud, pruebas
alegatos, etc.) sino que al funcionario corresponda como proyección de su deber de
oficialidad y satisfacción de los intereses públicos, resolver sobre cuantos aspectos
obren en el expediente, cualquiera sea su origen.

Por ello la congruencia en el procedimiento administrativo adquiere singularidad hasta


configurar la necesidad que la resolución decida imperativamente cuantas cuestiones

pág. 8
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

hayan sido planteadas en el expediente, aportados o no por los interesados es el límite


natural al requisito de la congruencia de las resoluciones administrativas.

Artículo 195. Fin del procedimiento

195.1 pondrán fin al procedimiento las resoluciones que se pronuncian sobre el


fondo del asunto (…)

Podríamos decir que ésta es la forma natural por la que deberían concluir los
procedimientos administrativos.

La actuación administrativo – formal denominada acto administrativo pues con ella se


entiende que la administración, como poder público, ha expresado su declaración de
juicio, conocimiento, deseo o voluntad correspondiente por lo que, al resolver aquello
que compone el objeto o contenido de lo que constituye el acto administrativo, no hay
paso más que seguir al haber emitido dicho pronunciamiento o declaración
administrativa.

La resolución sobre el fondo implica que el funcionario competente ha evaluado la


solicitud o el recurso del administrado y ha emitido un pronunciamiento a favor o en
contra del administrado.

Al respecto, la Ley señala que la resolución que pone fin al procedimiento debe contener
los requisitos de validez del acto administrativo. Asimismo, si se trata de un
procedimiento a solicitud del administrado, la resolución se debe pronunciar sobre todos
los puntos solicitados.

195.2.- también pondrá fin al procedimiento la resolución que así lo declare por
causas sobrevenidas que determinen la imposibilidad de continuarlo

De la misma manera, sin que su precisión al constar en inciso distinto le otorgue menor
valia, se recoge el supuesto jurídico de terminación a partir de la generación de
contextos posteriores al inicio o continuación del procedimiento que impidan que este
siga su normal desarrollo, esto conforme a lo establecido en el inciso 195.2 de la ley
administrativa. Cabe indicar que este inciso establece que el trámite administrativo
finaliza mediante una necesaria actuación administrativa consistente en una declaración
de juicio, conocimiento, deseo o voluntad expresa imputable a la administración lo que
implica que la organización jurídica – publica debe analizar concienzudamente las

pág. 9
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

situaciones posteriores al trámite administrativo que inhabilitan o hacen infructuoso


cualquier esfuerzo de mantener con vida al procedimiento.

En este sentido el pronunciamiento del poder público (tal como lo adelantábamos) no


puede inferirse por no ser esto permisible conforme así lo sostiene el legislador, sino
que debe llevar a que los órganos jurídico – administrativos efectúen el necesario
análisis de los motivos que justifican la terminación poco usual o anormal del
procedimiento, situación que obliga a que se identifique el motivo que determina la
imposibilidad de continuarse el expediente administrativo y que, además deba
esclarecerse si el motivo es sobrevenido o no, esto es posterior o no a la imposibilidad
de continuación del procedimiento lo que lleva a que, de darse la primera situación, se
genere el fin del trámite seguido y en caso no sea asi deba proseguir el procedimiento
pues cabria la presencia de causas sobrevenidas que no necesariamente se enlazan a
que se pueda evitar la buena marcha de los actuados procedimentales.

Articulo 196 contenidos de la resolución

196.1 la resolución que pone fin al procedimiento cumplirá los requisitos


del acto administrativo señalados en el capítulo primero del título primero
de la presente ley.

196.2 en los procedimientos iniciados a petición del interesad, la


resolución será congruente con las peticiones formuladas por este, sin en
ningún caso pueda agravar su situación inicial y sin perjuicio de la
potestad de la administración de iniciar de oficio un nuevo procedimiento,
si procede.

La ley del procedimiento administrativo general se detiene a precisar los alcances de la


decisión administrativa mediante la cual se pondrá conclusión al procedimiento. Debe
de dejarse establecido que el artículo 196° no solo se enfoca en el pronunciamiento
formal con el cual, de manera común y ordinaria se pone conclusión al procedimiento
administrativo (que es la situación que aparece en la parte inicial del inciso 195.1) sino
donde también se requiere una actuación administrativo – formal de carácter declarativo
como pasa con los institutos del desistimiento la declaración de abandono, la
satisfacción de la petición gracial y las causas sobrevenidas que impiden prolongar la
vida jurídica del procedimiento pues, en todos ellos se necesita una decisión
administrativa expresa lo cual no acontece en situaciones de silencios administrativos o
las actividades negociales adoptadas entre la administración y el particular teniendo

pág. 10
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

como soporte el haberse arribado a conciliación o transacción pues allí el derecho


administrativo incorpora otros instrumentos que no son el acto administrativo.

Teniendo en consideración lo antes expuesto, debe indicarse que el inciso 196.1


prescribe que el pronunciamiento formal, por ende expreso, de la administración con el
cual se cierra el trámite en el trafico jurídico – administrativo se alinea a la exigibilidad
de verse alimentado de los elementos de conformidad jurídica estipulados en la propia
ley.

La necesidad de expedir una acto administrativo se afirma en la innegable necesidad de


seguridad jurídica, por ende de predictibilidad, pues el funcionario o servidor público,
esto es el agente estatal debe decantarse por la vivencia del procedimiento y no por su
extinción bajo una suerte de pro actione de naturaleza procedimental de modo que el
acto administrativo opera como una suerte de candado jurídico que permite asegurar la
pulcritud de la decisión con la que cierra el procedimiento.

El inciso 196.2 establece que tratándose de tramites generados por el particular, el acto
administrativo vinculado al fin del procedimiento debe guardar la debida consonancia
entre el peticionado y lo resuelto lo que implica a manera de ejemplo, que si el
administrado solicita que se entienda la producción del silencio positivo administrativo
como supuesto jurídico de terminación del procedimiento por haber transcurrido los
plazos para resolver y notificar no cabe el rechazo de tal pedido aludiendo a que
necesariamente, la administración debe responder de forma escrita.

Ahora bien este mismo inciso determina que además de la necesidad de congruencia
de la decisión administrativa de carácter declarativo, esto obliga a que no pueda
causarse perjuicio a la posición jurídica del administrado en el procedimiento por
ejemplo: decantarse por la declaración administrativa de desistimiento de la petición
cuando el administrado no preciso si se desistía del procedimiento o del pedido
efectuado a la administración o pese a que el propio particular estipulo el desistimiento
de procedimiento mas no de la petición ( por lo que se deja abierta la posibilidad de que
la administración pública, por propia decisión ligada a los parámetros del procedimiento
oficioso establecidos en el artículo 113° de LPAG.

5.- EL SILENCIO ADMINISTRATIVO POSITIVO: SU EQUIVALENCIA JURÍDICA


COMO ACTO ADMINISTRATIVO PRESUNTO O FICTICIO

Similares efectos jurídicos acompasan a la técnica silencial en su fase autorizante pues


se entiende, por mandato expreso de las leyes, que la carencia de respuesta de la

pág. 11
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

administración publica genera efectos jurídicos similares a aquellos provocados por una
actuación administrativo formal emitida y notificada pulcramente, esto es válida y eficaz;
nótese aquí que la aludida generación de efectos jurídicos no hace de la nada (“ex nihilo
nihil fit”) por mas bienintencionada que sea la iniciativa del agente estatal en buscar lo
favorable al ciudadano sino de lo que de modo antelado el legislador configura dichos
efectos jurídicos de manera que podemos decir que la calificación del silencio
administrativo positivo no forma parte de las potestades discrecionales del funcionario
o servidor público.

Ahora bien, como lo veremos al ingresar al análisis de la parte pertinente del artículo
197° el arribar el silencio positivo administrativo no impide ejercitar las potestades
anulatorias de la administración de manera que, con la figura de la nulidad de oficio, los
poderes públicos pueden ejercer un poder de limpieza posterior de las actuaciones
administrativas generadas por la aplicación del silencio positivo cuando con dicha
técnica, la silencial, se pretende saltar la valla de la juricidad siempre que esto se haga
según los lineamientos del artículo 211° de la regulación jurídica del procedimiento
administrativo general así como siguiendo los parámetros interpretativos emanados de
la jurisprudencia del constitucional y de la corte suprema emitida al efecto.

En un informe anterior hemos tratado el tema del silencio administrativo, y en aquella


ocasión señalamos que el silencio administrativo funciona como una presunción en
sentido positivo o negativo de la solicitud presentada por el administrado, atribuyendo
un significado a la ausencia de pronunciamiento expreso por parte de la entidad
encargada del procedimiento.

Artículo 3º de la Ley Nº 27444.- Requisitos de validez de los actos


administrativos Son requisitos de validez de los actos administrativos:

1. Competencia. - Ser emitido por el órgano facultado en razón de la


materia, territorio, grado, tiempo o cuantía, a través de la autoridad
regularmente nominada al momento del dictado y en caso de órganos
colegiados, cumpliendo los requisitos de sesión, quórum y deliberación
indispensables para su emisión.

2. Objeto o contenido. - Los actos administrativos deben expresar su


respectivo objeto, de tal modo que pueda determinarse inequívocamente
sus efectos jurídicos. Su contenido se ajustará a lo dispuesto en el

pág. 12
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

ordenamiento jurídico, debiendo ser lícito, preciso, posible física y


jurídicamente, y comprender las cuestiones surgidas de la motivación.

3. Finalidad Pública. - Adecuarse a las finalidades de interés público


asumidas por las normas que otorgan las facultades al órgano emisor,
sin que pueda habilitársele a perseguir mediante el acto, aun
encubiertamente, alguna finalidad sea personal de la propia autoridad, a
favor de un tercero, u otra finalidad pública distinta a la prevista en la ley.
La ausencia de normas que indique los fines de una facultad no genera
discrecionalidad.

4. Motivación. - El acto administrativo debe estar debidamente motivado


en proporción al contenido y conforme al ordenamiento jurídico.

5. Procedimiento regular. - Antes de su emisión, el acto debe ser


conformado mediante el cumplimiento del procedimiento administrativo
previsto para su generación.

Así, la finalidad del silencio administrativo es la de proteger al administrado de la demora


o la inacción de los funcionarios públicos.

Cuando opera el caso del silencio administrativo positivo, el administrado puede


considerar concedido su pedido o solicitud cuando transcurre el plazo previsto sin que
el funcionario encargado del procedimiento emita su pronunciamiento.

De esta manera, el silencio administrativo positivo pone fin al procedimiento


concediendo al administrado su solicitud o recurso.

El administrado tiene una vinculación directa e inmediata con el silencio producido, de


modo que queda sujeto automáticamente a la aprobación o estimación de lo pedido, en
sus propios términos, por imperio de la ley, como si hubiera resolución favorable al
pedido o recurso sin requerirse que comunique su acogimiento a ninguna autoridad o
necesidad alguna declaración o certificación de la autoridad. La estimación favorable al
pedido que el silencio comporta le habilita para ejercer automáticamente el derecho o la
libertad que está sujeta a la autorización previa, sin poder ser sancionado por su mero
ejercicio. Si se trata del ejercicio de derecho y libertades que se ejercen por el propio

pág. 13
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

individuo de manera aislada (ejemplo una construcción menor en su domicilio, o


modificar la ubicación de una oficina para una empresa sujeta a licencia de
administrativa o licencias vinculadas a la libertad y seguridad personales, derecho de
honor, inviolabilidad de domicilio, libertad de circulación, etc.) no habría mayor problema
en la ejecución directa de aquello solicitado y autorizado por silencio administrativo. Se
agotaría con el ejercicio privado o aislado de la actividad.

Pero si el silencio positivo autoriza ejercer derechos y libertades por las que
administrados se vinculan con terceros o se ejercen en relación con otras personas o
de derechos de contenido prestacional sobre el estado, ahí aparecen serios problemas
para ejecutar el acto ficticio.

Desde la perspectiva de la administracion el silencio administrativo positivo produce la


incompetencia del órgano hasta ese momento a cargo de la instrucción del caso por
razón del tiempo para poder decidir sobre el asunto. De este modo, vencido el termino
final para resolver el expediente, queda sin competencia para dictar una resolución
extemporánea sobre esta materia, aun si pretendiera declarar que ha operado en
silencio positivo. Peor, si lo que desea es denegar la solicitud. Si lo hiciera, estaríamos
frente a una resolución afectada por un vicio grave.

De este modo la entidad no puede desconocer, contradecir o alterar la situación jurídica


consolidada por una autorización o aprobación ficticia. Su facultad natural a partir de
ese momento será solo inspeccionar o vigilar que el ejercicio de la actividad autorizada
(ejemplo el funcionamiento de actividad comercial o la actividad constructiva, etc.) sea
ejecutada conforme a la normativa aprobada para ele efecto, pudiendo adoptar las
medidas correctivas aplicables al caso si encontrara incumplimiento.

Una de las criticas originales al silencio administrativo positivo fue su peligrosidad para
el interés público y al principio de legalidad, puesto que sería para resolver para obviar
los controles administrativos y permitiría la consagración de fraudes por el solo
transcurso del tiempo. frente a ello, la respuesta fue conciliar ambas posiciones,
proscribiendo la posibilidad que exista el silencio positivo contra legem, o dicho, en otros
términos, cuidar que el interesado a través del silencio administrativo positivo no pudiera
obtener nada distinto a lo que pudiera haber obtenido por la decisión expresa de la
autoridad. Asi, el acto ficticio derivado del silencio positivo al igual que el acto expreso
por la ley, por lo que ese petitorio debe ser formal y sustantivamente sujeto a derecho.

En ese sentido, para surgir el silencio administrativo positivo, su beneficiario debe haber
cumplido con las exigencias legales y el expediente así demostrado documentalmente.
Nadie puede obtener mediante el silencio, aquello que para lo cual no cumple las

pág. 14
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

exigencias legales o si no presenta ante la autoridad los documentos válidos que así lo
comprueben. Por una elemental aplicación del principio de legalidad, la pasividad de la
administracion, no puede dar cobertura a lo antijurídico, sanear inconductas del
administrado o adjudicar derechos contraviniendo las normas. El silencio es una
solución frente a la inercia administrativa, pero no un beneficio frente a la legalidad
vigente. Por eso es que el numeral 188.2 concluye indicando que el efecto del silencio
positivo existe, sin perjuicio de la potestad de nulidad de oficio prevista en el artículo 202
de la presente ley.

En este sentido, para privar de sus efectos al silencio positivo, la administracion debe
seguir el procedimiento de fiscalización posterior, acreditar la invalides y luego recién
privarle de efectos. Como bien afirma RODRIGUEZ ARANA MUÑOZ la tensión entre un
exacerbado principio de legalidad y un moderado principio de seguridad jurídica debe
resolver a favor de este último, máximo cuando el principio de legalidad sigue operando
y desplegando sus efectos a través de la revisión de oficio de los actos administrativos.
Para ello debe tenerse en cuenta que las situaciones calificadas para justificar la
anulación del silencio positivo son tres.

 Cuando el administrado adquiere derechos o facultades contrarias al


ordenamiento jurídico, esto es, cuando solicita algo prohibido absolutamente por
la normativa o en la dimensión que se solicita (silencio administrativo contra
legem)
 Cuando el administrado no cumpla en la realidad o si no lo hubiere podido
acreditar en el expediente, con los requisitos, documentación o tramites
esenciales previos para su adquisición.
 Cuando el administrado independientemente de contar o no con las condiciones
legales para el ejercicio de la actividad, hubiese presentado al procedimiento
informaciones, documentos o declaraciones falsas o inexactas.

Si bien la mayoría de las causales de nulidad previstas para los actos administrativos
expresos no son aplicables por su naturaleza al caso del silencio positivo (así sucede
con los defectos u omisión de los requisitos de contenido, la motivación, la finalidad,
la falta de procedimiento o de compensación del actor) otro también resulta
concurrente, como el caso de haberse producido el silencio como consecuencia de
una infracción penal.

pág. 15
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

6.- EL SILENCIO ADMINISTRATIVO NEGATIVO COMO ACTUACIÓN


ADMINISTRATIVA TENDIENTE A ABRIR EL CAMINO DE LOS RECURSOS
IMPUGNATIVOS O DE LA JURISDICCIÓN CONTECIOSO – ADMINISTRATIVO.

El tercer contexto de generación de terminación del procedimiento se enfoca en otra


modalidad de la técnica silencial distinta del silencio positivo o autorizante que se orienta
en un doble sentido el cual puede ser solicitado exclusoriamente:

Por un lado, puede invocarse el silencio negativo para cerrar la instancia, aunque
no haya respuesta a la petición dejando abierta la posibilidad de utilizarse los
mecanismos recursales.

De otro lado entender que no hay respuesta por tampoco hacer pronunciamiento
expreso sobre el fondo de la petición dejando despejada la posibilidad, de
considerarlo así el administrado afectado con la mudez administrativa, de acudir
a los jueces.

De dicha manera, mientras el silencio positivo admite una sola “respuesta” autorizada
por el legislador que se concreta en entenderse aceptado aquello que constituye el
soporte del expediente administrativo, vale decir la petición que encierra a su turno el
objeto contenido del potencial acto administrativo, por mandamiento legislativo,
tratándose del silencio negativo asoman dos “respuestas” con las cuales el administrado
puede superar la inactividad formal achacable a los poderes públicos cuando estos
ejercitan potestades sujetas al derecho administrativo, contexto que no impide que la
administración emita pronunciamiento expreso (independientemente que este sea de
acogida o de rechazo de la petición)pese a la generación del silencio negativo lo cual
debe hacerse en los tiempos procesales señalados en el inciso 197.4 (al cual nos
abocaremos oportunamente) dejando abierta la posibilidad de no computarse los
tiempos procesales para cuestionar la falta de respuesta ante la propia administración
mediante impugnativos o ante un juez.

En su sentido negativo, el silencio administrativo también pone fin al procedimiento


cuando le atribuye a la inacción del funcionario encargado el sentido desfavorable a la
solicitud o recurso del administrado, quien podrá considerar denegado su pedido e
iniciar las acciones necesarias para cuestionar dicha denegatoria.

En principio, acontecido el silencio administrativo negativo no se acoge a la ficción legal


que hay un acto administrativo en algún sentido, sino solo se entiende que se ha

pág. 16
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

facultado al peticionario a acogerse a él y trasladar la competencia para resolver a otra


instancia posterior. Para acogerse al silencio, al administrado simplemente interpone el
recurso administrativo o la demanda contencioso administrativo correspondiente sin
necesidad de requerírsele enviar a la autoridad instructora algún aviso previo de
acogimiento. Por ello es que la autoridad instructora algún aviso previo de acogimiento.
Por ello es que la autoridad Administrativa puede emitir decisión hasta que no sea
notificada la demanda, el pronunciamiento carecerá de eficacia. Pero si el acto expreso
se produjese antes de la notificación de la demanda, el demandante podrá solicitar
según sea el contenido favorable o no a su pedido o bien la conclusión del proceso o
incorporarla como objeto del proceso.

El vencimiento del plazo de duración del procedimiento administrativo genera para el


administrado el derecho de aplicar el silencio administrativo, facultad como que como
tal bien puede no ser ejercida, pero en ningún caso inhabilita a la administracion para
emitir su pronunciamiento expreso, considerando de un lado que subsiste el deber de
resolver la causa sometida a su conocimiento, y del otro, al ser simple el plazo de
resolución, no acarrea caducidad de su facultad decisoria. De esta manera, el
administrado puede optar entre acogerse al silencio administrativo o esperar una
decisión tardía o extemporánea de la administracion. Permitir una decisión tardía
significa prever la posibilidad que, en forma excepcional, la administracion se retrase en
el cumplimiento de su deber de resolver la pretensión deducida por los administrados,
entendiendo que tal demora puede no perjudicar al particular o resultarle menos gravosa
que optar por el silencio.

Cuando el administrado permite a la administracion expedir una decisión tardia surge el


problema eminentemente práctico en determinar el momento a partir del cual se inicia
el computo de los plazos para el cumplimiento de los actos procesales sucesivos
(ejemplo: para interponer el recurso si se desiste de la espera, declarar el abandono del
procedimiento o presentar un amparo). Definir unánimemente esta materia es
sumamente dificultoso, teniendo en cuenta que siendo el silencio administrativo un no
acto resulta imposible identificar cuando se ha producido tal manifestación.

GONZALEZ PERES, expone con claridad que siendo el silencio una presunción
en favor del administrado; cuando opte por esperar a que la administracion cumpla con
una de sus más elementales obligaciones, ha de admitirse su recurso contra la
denegación presunta en cualquier momento. Cuando se canse de esperar, cuando
agotada su paciencia vea que no llega a resolver expresamente su petición o recurso,
ha de admitirse el recurso que proceda contra la denegación presunta. Y no se diga que

pág. 17
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

ello supone consagra indefinidamente la inseguridad jurídica, dejar la seguridad al


árbitro del interesado. Pues lo cierto que la administracion puede acabar con aquella
situación por un procedimiento simple y sencillo: resolviendo expresamente y notificado
la resolución.

Obviamente si la administracion cumple con expedir la resolución dentro del plazo de


esperar concedido por el administrado, el plazo para la interposición de cualquier
recurso contra esta decisión se computa desde su notificación.

Aconseja la practica seguir la opción de esperar la decisión expresa solo cuando


parezca probable la obtención de una decisión estimatoria sobre lo pedido, pues de otro
se juzga más conveniente acogerse al silencio administrativo.

GUAITA expresa que el recurrente avisado debe prescindir de esta nueva


facilidad y recurrir tan pronto se haya producido el silencio, pues de esperar hasta la
resolución expresa puede esperar, hasta desesperar. Si producido el silencio, el
interesado deja escapar esa primera oportunidad y deja transcurrir el plazo oportuno
para recurrir, no sabe realmente cuando tendrá (y, en realidad, ni si la tendrá) la segunda
oportunidad de recurrir lo que la ley le brinda. Sí, es cierto pese a su silencio, la
administracion sigue teniendo el deber de resolver, ¿pero cuando lo cumplirá? ¿y lo
cumplirá?

Aun cuando las características delineadas para el silencio estén referidas al derecho
administrativo procesal general, como regla general, también resulta aplicable a los
procedimientos especiales, salvo aquellos en los cuales sea consustancial a su
naturaleza que concluyan con una expresión concreta de voluntad (constitutiva de
derechos o de condena). Asi sucede, por ejemplo, el procedimiento licitarío, el proceso
administrativo disciplinario o un procedimiento tributario que impulsados por la
administracion necesitan concluir con una declaración concreta de la voluntad del
estado acerca del cocontratante seleccionado entre varios. La responsabilidad o
irresponsabilidad disciplinaria o administrativa del procesado, o la certidumbre o
inexactitud de una acotación tributaria, respectivamente. En tales casos, no cabría
acogerme a la figura de la pretensión administrativa para pretender concluir
abruptamente el procedimiento iniciado.

El numeral 188.5 de este artículo está dedicado a resolver la situación planteada por la
concurrencia del silencio administrativo negativo en función del cómputo de los plazos
para la interposición de recursos administrativos y judiciales subsecuentes. La posición

pág. 18
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

del legislador es que el administrado no se perjudique con el inicio de plazos por


producirse el silencio administrativo, por lo que el acceso a la siguiente instancia (si se
produce el silencio en primera instancia) o a la sede judicial (en el caso de amparo)
queda abierto indefinidamente en tanto la administracion no dicte la resolución expresa.

7. EL DESISTIMIENTO

En el desarrollo de un procedimiento pueden producirse más de una manifestación de


la voluntad desistirse por parte del administrado en relación con el alcance o con el
objeto sobre el cual recaen. Asi podemos tener:

Desistimiento total: del procedimiento o de la pretensión y

Desistimiento parcial: de un acto procesal o de un recurso administrativo ya


interpuesto.

Articulo 198.- desistimiento del procedimiento o de la pretensión

7.1. El desistimiento del procedimiento

Se produce cuando el administrado se desiste de continuar con el procedimiento


iniciado, pero conservando el derecho a iniciar otro procedimiento con la misma
pretensión.

También es posible desistirse de actos específicos antes de que éstos hayan


producido efectos.

Cuando se formule el desistimiento de un recurso administrativo, que se deberá


realizar antes de que se notifique la resolución final en la instancia, esto
determinará que la resolución impugnada quede firme, salvo que otros
administrados se hayan adherido al recurso, en cuyo caso sólo tendrá efecto
para quien lo formuló.

7.2. El desistimiento de la pretensión

En este caso, el administrado se desiste de su pedido o solicitud, de tal manera


que este desistimiento no sólo genera que el procedimiento concluya, sino

pág. 19
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

también, que el administrado quede impedido de iniciar otro procedimiento por


la misma pretensión.
Como regla general, el desistimiento sólo afectará a quien lo hubiera formulado,
de tal manera que si se tratara de un procedimiento en el que existe pluralidad
de administrados, el desistimiento formulado por uno de ellos sólo afectará los
intereses de éste, continuando el procedimiento con respecto a los demás.

Para formular el desistimiento no se exige mayor formalidad que la de hacerlo


por cualquier medio que permita su constancia y señalando su contenido y
alcance, señalando si se trata de un desistimiento de la pretensión o del
procedimiento. Si no se indicara expresamente, se considerará que se trata de
un desistimiento del procedimiento.
El desistimiento puede formularse en cualquier momento antes de que se
notifique la resolución que pone fin a la instancia.

Asimismo, el funcionario encargado podrá continuar con el procedimiento si


considera que podrían afectarse derechos de terceros o de interés general.

Articulo 199.- desistimiento de actos y recursos administrativos

El desistimiento de un recurso impugnativo ya interpuesto por el administrado es un


caso singular de desistimiento de acto procesal que como todos de su especie afectan
única y exclusivamente a la persona que lo presenta y tiene como exclusivo propósito
que la decisión de la autoridad adquiera firmeza. Es importante advertir que conforme a
lo dispuesto en este artículo existe un momento preclusivo para poder desistir del
recurso, esto es antes que la autoridad le haya notificado la decisión admisoria o
denegatoria sobre el recurso presentado. Aunque esa decisión haya sido emitida pero
no notificada al recurrente, es claro que el desistimiento prospera. Como es lógico, el
desistimiento del recurso, como de cualquier acto procesal solo puede afectar al
administrado que la interpuso y no a terceros, como son los otros administrados que
hayan interpuesto sus propios recursos o se hayan adherido al mismo dentro de un
procedimiento trilateral.

Lo relevante del desistimiento del recurso es que al retirarse del mundo jurídico la
voluntad impugnativa que se puso de manifiesto al interponerse aquel se produce el
consentimiento total con la decisión. En ese sentido el desistimiento del recurso
presentado tiene por efecto concluir el procedimiento administrativo respectivo pero no

pág. 20
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

propiamente por el acto procesal del desistimiento, sino porque es el efecto natural de
la resolución administrativa que ahora adquiere firmeza.

 En resumen: son técnicas jurídicas que enfocan en la dejadez del interesado


de ejecutar determinada prestación dentro de los plazos de la LPAG así como
frente a la voluntad del propio administrado de no continuar el trámite
administrativo o la petición contenida en el con los efectos jurídicos que le
acompañan de modo tal que el interesado se obliga a aquello que libremente ha
decidido por lo que la declaración del administrado, operada dentro de los
alcances de la legislación del procedimiento general, se reputa o califica como
válida, en igual medida, cabe la suma de las voluntades de la administración
pública como del administrado califiquen como medio aceptable de finalización
del procedimiento siempre que para su validez, se haya usado la cubierta jurídica
de determinados instrumentos de solución de conflictos paralelos al
jurisdiccional gozando de igual merito aquel objeto o contenido generado al
abrigo del ropaje de peticiones que califican dentro del ámbito de liberalidad
permisible (en apretados y contados supuestos) a la administración.

 El desistimiento opera únicamente en los procedimientos iniciados a solicitud de


parte, en los que el titular de la pretensión es el administrado. En estos casos, el
administrado puede desistirse de su solicitud o recurso cuando lo considere
pertinente.

8.- ABANDONO DEL PROCEDIMIENTO

Es la forma de terminación del procedimiento administrativo que tiene lugar mediante


una declaración de la administración cuando, paralizado por causas imputables al
interesado, este no remueve el obstáculo dentro del plazo que la ley la señala. El
abandono del procedimiento es el medio para evitar su pendencia indefinida por la
inercia del particular, quien debería mostrar interés en obtener su continuación.

Por la naturaleza propia del abandono HUTCHINSON concuerda en que los únicos
procedimientos susceptibles de caer en abandono son aquellos promovidos por el
interesado y no los iniciados de oficio, cuya conducción y resolución siempre obedecen
a un interés público directo

La naturaleza jurídica del abandono es la de un hecho, un mero transcurso de tiempo


sin la realización de los actos procesales dentro de un procedimiento inactivo; a

pág. 21
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

diferencia de la renuncia o desistimiento que son verdaderos actos jurídicos o concretas


manifestaciones de la voluntad del interesado.

8.1.- Presupuestos para la operatividad del abandono

a) Paralización del procedimiento imputable al interesado


La paralización del procedimiento debe ser imputable a un obstáculo proveniente
del particular que lo inicio (defecto de documentación, inacción simple, etc) y no
cuando el detenimiento sea por acciones u omisiones de la administración ni de
otro interesado que hubiera comparecido en el procedimiento como tercero. En
ningún caso podrá considerarse que operar el abandono si el administrado ha
dejado de gestionar el expediente en virtud de haber operado el silencio
administrativo o la causa se encuentra lista para decisión final.
Su procedencia debe analizarse aisladamente encada caso por cuanto
existiendo el deber de oficialidad a cargo de la administración, los supuestos de
aplicación del instituto del abandono son reducidos a los previstos en normas
especiales donde se acoja el principio procesal de rogación y atienda a una real
imposibilidad de proseguir el procedimiento, sin afectar el interés público.

b) Requerimiento previo al particular

No basta solo el decurso del tiempo para activar el abandono ya sea


adicionalmente resulta necesario el requerimiento o la intimación al interesado
notificando la necesidad que, dentro de un plazo, realice alguna actuación
procesal concreta para la prosecución del procedimiento.

El cumplimiento de este requisito refuerza la garantía del particular y evita


concluir el procedimiento en desmedro de los derechos de los administrados
cuando el obstáculo no sea producto de una actitud deliberada sino de una
negligencia desconocimiento, olvido involuntario o hecho de un tercero.

c) Silencio del interesado

Luego de recibida la intimación el interesado debe mantener una conducta


omisiva durante el plazo otorgado. La persistencia en esta conducta descarta
que la paralización se deba a razones involuntarias y refuerza la seguridad para
la administración que su decisión por el abandono es la más acertada

pág. 22
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

d) Decisión de la autoridad

La doctrina y legislación comparada conceptúan que el abandono del


procedimiento necesariamente debe ser declarado por la autoridad y notificado
al particular atendiendo a que afecta sus intereses.

Cuando opera el abandono el interesado no queda impedido de ejercer su pretensión


en un nuevo procedimiento ya que podrá hacer valer las pruebas producidas, ni tampoco
la ocasiona la perdida de sus derechos sustantivos, dado que tal figura procesal afecta
únicamente la continuidad del procedimiento.

En resumen, a diferencia del desistimiento, el abandono del procedimiento no conlleva


una actuación del administrado, sino todo lo contrario, el abandono del procedimiento
se produce por una inacción del administrado.

En efecto, el abandono se produce cuando al interior del procedimiento el administrado


no cumple con realizar un acto de impulso al que se encuentra obligado.

Por ejemplo, en un procedimiento de registro de marca, el administrado está obligado a


efectuar la publicación de la solicitud dentro de los tres meses siguientes a la fecha en
la que se ordena la publicación. Si el administrado incumple con efectuar la publicación
dentro de dicho plazo, el procedimiento se declarará en abandono.

El efecto de la declaración de abandono es que el procedimiento concluye sin


pronunciamiento sobre el fondo, por lo que el administrado deberá iniciar nuevamente
el procedimiento.

De manera general para cualquier procedimiento administrativo, el artículo

191º de la Ley señala que cuando el administrado incumpla algún trámite que le hubiera
sido requerido que produzca su paralización por treinta días, la autoridad de oficio o a
solicitud del administrado declarará el abandono del procedimiento.

9.- LA CONCILIACIÓN

En los procedimientos trilaterales, en los que existen intereses contrapuestos de dos o


más administrados, es posibles que el procedimiento culmine como consecuencia del
acuerdo conciliatorio al que lleguen las partes.

pág. 23
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

Por ejemplo, en un procedimiento de denuncia por protección al consumidor, es posible


que el denunciante y el denunciado lleguen a un acuerdo en el que resuelvan el conflicto.
En virtud de este acuerdo, ya no sería necesaria la emisión de una resolución por parte
del funcionario encargado.

Deberíamos referirnos en realidad a la transacción fuera del procedimiento y no


extrajudicial. En todo caso, se trata del acuerdo transaccional al que pueden llegar las
partes en un procedimiento administrativo trilateral.

Pero, a diferencia de la conciliación, la transacción se da fuera del procedimiento


administrativo. Aunque los efectos son los mismos, el procedimiento culmina sin la
necesidad de un pronunciamiento por parte del funcionario encargado.

10.- PRESTACIÓN EFECTIVA DE LO SOLICITADO A CONFORMIDAD DEL


ADMINISTRADO EN CASO DE PETICIÓN GRACIABLE

En este punto es necesario explicar a qué se refiere la Ley con los casos de “petición
graciable”.

El derecho a formular peticiones graciables está regulado por el artículo 112º de la Ley
y contempla la posibilidad de que el administrado solicite al titular de la entidad
competente la emisión de un acto sujeto a su discrecionalidad o a su libre apreciación,
o prestación de un servicio cuando no cuenta con otro título legal específico que permita
exigirlo como una petición en interés particular.

Es decir, que los administrados tienen derecho a formular peticiones que no están
contempladas en procedimientos administrativos regulados por el TUPA de la entidad
correspondiente. Y tienen derecho a que el funcionario competente evalúe su petición y
la concede o la deniegue.

Al respecto, la Ley señala que en estos casos no es necesario que el funcionario


competente emita una resolución o pronunciamiento sobre la petición del administrado,
sino que bastará con que la conceda de manera efectiva, según la solicitud, dándose
por concluido el procedimiento.

pág. 24
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

CONCLUSIONES

 Naturalmente, la administración depende de la concreta pretensión que haya


planteado el administrado esto es: la mera anulación del acto administrativo, o
el reconocimiento o restablecimiento del derecho o interés lesionado del
administrado, o la declaración de ser contraria a derecho y el correspondiente
cese de la actividad material ilegítima, o la realización de una determinada
actuación a la que se encuentre obligada.

 los procedimientos administrativos pueden terminar con actos muy distintos a la


emisión de una resolución que se pronuncie sobre el fondo del asunto, como el
desistimiento, el abandono o la conciliación satisfaciendo los intereses de los
administrados.

 Es importante tomar en cuenta que incluso en el caso de que el procedimiento


concluya sin atender la petición del administrado, la idea de estos mecanismos
de conclusión es que los procedimientos administrativos no duren
indefinidamente, lo cual trae consecuencias en la eficiencia de las entidades
administrativas.

pág. 25
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

RECOMENDACIÓN

 En la presente investigación se le recomienda al administrado informarse sobre


las distintas formas de finalización del proceso administrativo para tener un
resultado favorable a la pretensión de lo solicitado. Es así, que de esta forma el
tener conocimiento sobre los procesos administrativos que se realiza en la
administración pública le dé plena satisfacción al administrado en los distintos
procedimientos.

pág. 26
FIN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO| UNAMAD

BIBLIOGRAFIA

 LUIS ALBERTO HUAMAN ORDOÑEZ “procedimiento administrativo general”


1ra edición mayo 2017.

 CHRISTIAN GUZMAN NAPURI “manual del procedimiento administrativo


general” 1ra edición junio del 2013.

 JUAN CARLOS MUÑOZ URBINA “comentarios de la ley del procedimiento


administrativo general” 9na edición 2011.

pág. 27

Das könnte Ihnen auch gefallen