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Sin la faceta practica de Dios, o sin la faceta práctica de la moral; muchos hom-
bres perderían el norte; el concepto de humanidad no tendría ningún sentido prác-
tico; serían muy dispersos, y serian unidades biológicas letales. Hoy día las emo-
ciones perversas, el número, las carencias, y la supervivencia psicosocial; nos
están llevando a la toxicidad de especie, y con facilidad la competencia por los
haberes nos hará entelequias exterminadoras letales, empero primero; seremos
tóxicos después crueles, y además; con bellas palabras nos haremos audaces;
seleccionaremos a nuestros hermanos de especie por la escasez de agua, y de
espacios; en el nombre de Dios.
Somos la comunidad humana más informada y grande que jamás haya existido;
sabemos acerca del bien, acerca del mal, hemos desarrollado una cultura como
especie sin comparación, hasta el día de hoy; no hay con quien compararla.
Creamos academia, obligaciones, derechos, y deberes; empero, nos hemos re-
producido de tal forma que, hoy; el significado de academia, saber, conocimiento;
entrenamiento, pertenencia, ha perdido el valor que corresponde debido en parte a
que dejamos de lado el concepto de hijos de la tierra, y la devastamos sin ninguna
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Estamos hartos de expertos, de eruditos; empero, nadie habla del tema ambiental,
y la superpoblación con su consabida necesidad; el viejo conocimiento de la aca-
demia, y la cultura dogmática; comunican muy poco, o no comunican nada; se han
hecho viejos, o muy ricos, y por esa simpleza; andamos en orfandad global.
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tales; hay lugar para la ilustración, aún estamos a tiempo. La supervivencia hoy es
del más pensante, del más prudente con su descendencia, del más crédulo; no
hay lugar a luchas, y ni a fatigas egoístas; no existen los indeseables, tenemos
que salvarnos todos mediante una nueva ideología que tenga en cuenta el me-
dioambiente, y la capacidad de carga hallada en él.
Ningún escenario es más propicio hoy para hablar del medioambiente, y su capa-
cidad de carga; es allí donde se combinan los saberes, las voluntades, las normas,
los valores, la conducta, y además; la academia sabe que, las emociones con en-
trenamiento se pueden hacer altruistas; es el modo de enfrentar la vida actual. El
aprendizaje de conductas nuevas son fuente inagotable para el desarrollo de vo-
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luntades; también, el principio creativo del cerebro humano; es inagotable, los ac-
cesos; son permanentes basta con la motivación académica temprana; porque el
tiempo con que contamos; se agota. Los cambios que se precisan hoy en el mun-
do; requieren del compromiso global; de una unidad indisoluble de fuerzas motiva-
cionales que formen, y sustente la emocionalidad de las nuevas generaciones;
estos tópicos son necesarios para proyectar un futuro seguro para los que aún no
nacen. Tenemos que –formar- a las jóvenes multitudes; porque –informadas- ya
están, y algunas lo están mal, el imaginario colectivo debe ser altruista e incluyen-
te; es una necesidad planetaria.
Hemos dejado que el vandalismo colonice nuestras fronteras por la ignorancia su-
pina, y permisiva, por la corrupción, por las emociones perversas, por la tiranía,
por las dictaduras, por los odios, por los excesos poblacionales de otros, por las
políticas brutales en otras latitudes, por el terrorismo que se hace pandémico, por
el hambre, por el narcotráfico, y por las necesidades insatisfechas de nuestros
hermanos de especie…, en fin, hoy; yacen muertas; en ese orden de ideas; el
control poblacional se hace arduo. La permisividad en la reproducción, la negativa
al control nos hará pasto de inigualable tormento, hoy; cualquier recurso simple
justifica la invasión, el éxodo, y por su puesto damos por necesaria u opcional la
barbarie por el hacinamiento, y por la falta de suministros básicos como el agua. El
control sobre la población humana es innegable, tenemos un recurso llamado vo-
luntad; hagamos uso de él, y detengamos el deterioro de nuestras fronteras.
El favor está hoy día en las manos de los hombres prudentes; que protegen las
fronteras, dispensan lo que se puede dispensar, particularizan las necesidades, y
reconoce la misericordia; encontrando en ello, grandioso favor a la humanidad. Si
un país; permite que se vandálicen sus fronteras; tarde o temprano se vandáliza
todo el interior; no hay favor en ello para los nacionales; ni para los extranjeros.
Entre las gentes que hoy vivimos hay a quienes se les puede confiar; un nuevo
orden moral, una nueva formación psicosocial, una nueva educación, y reconoce-
rán; además fehacientemente la importancia de obrar en concordancia con la ac-
tualidad, hay otras que dirán; no tengo porque ser escrupuloso con la actualidad, y
habrán de lamentar porque la tiranía les corresponderá; y son justamente la in-
mensa mayoría de gentes quienes van por el mundo intoxicados, enajenados,
guiados por profecías oportunistas, y sueños fantásticos de supervivencia divina
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para los justos, y los elegidos que han de ser numerosos. Es entendible que el
cerebro precise de guía; así funciona el cerebro humano, guiémoslo con nuevas
normas; no está por demás, y será favor apreciable para toda la humanidad.
La nueva norma protege a quien bien la atesora, y todo aquel que malvenda la
idea; no tendrá parte en el nuevo orden. Aquel que instruye con nuevo conoci-
miento, y no duda de la actualidad; será tenido como piadoso en el nuevo orden,
autentica, y veraz será su vida; es una vida recta, merecerá así la vida; ser vivida.
Debemos aferrarnos al nuevo orden; todos juntos, sin selecciones, no existe ma-
yor agravio que aquel de seleccionar a nuestros propios hermanos de especie, no
obstante; de no superar la disonancia cognitiva; enfrentados a ello nos veremos, y
más pronto de lo que creemos; estaremos señalando a unos, y a otros.
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hiere tu bien, y se alegra del dolor, y del hambre de tu parentela. Si estas con el
nuevo orden ningún daño te alcanzara, ni desprecio alguno te corresponderá; te
corresponderá la supervivencia en condiciones de confort, y nada más.
Los hombres que triunfan en la vida; son hombres laboriosos, rectos, prudentes
hacen de su vida una empresa prospera, los que no prosperan son los que solo
tiene paciencia, hijos, fe y alegría; esperan sentados lo que nadie les debe; ade-
más, hay que resolverles la vida…, en fin; no te cuentes entre ellos porque cierta-
mente padecerás hacinamiento, miseria, sed, y hambruna. Es prudente desear la
muerte antes de corresponderle; después de descubrir la miseria que dejo tras de
sus pasos, y peor aún; cuando teniendo conocimiento del dolor, y de la hambruna
vista por sus propios ojos; se atrevió a dejar descendencia; nada le será perdona-
do. Oh; cuanto placer le produce al cielo ver a este engendro degustar excremen-
to, este hombre que con su plegaria zalamera, toxica y ruin; solo reclama más, y
podemos dar por cierto que lo recibirá. -El excremento es el manjar de los idiotas;
que se reproducen sin control, y sin para la compra-; palabra de Dios, en el nuevo
orden; la gracia de Dios; es inagotable, y su ciencia es; de lo más actual que te
puedas imaginar.
Hemos de pedir auxilio a quien ciertamente lo dará. El nuevo orden, provee a to-
dos los hombres de conocimiento, y sustento en tanto retribuyan con agradeci-
miento, acatamiento, infecundidad inducida, y nada más. Tendrá permiso para
morir todo aquel cuya vida no se traduzca en ganancia, y su descendencia prome-
ta ser numerosa, oprobiosa y menesterosa. Los representantes de Dios, en la tie-
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rra siendo de la confesión que fueren; indultaran los excesos, y los pecados del
nuevo orden; o desaparecerán para siempre, su pecado mayor es, y será; el no
haber hecho nada por los devotos de la tierra, y deformar además; su delicado
intelecto acerca de los nacimientos.
Las gentes atribuladas una, y otra vez por la hambruna, la sed, y la escasez, pedi-
rán a voz en cuello permiso para morir, empero; no estén tristes por estas pala-
bras; esto no ha ocurrido aun, y como estamos informados de la hecatombe; pro-
pongamos un nuevo orden mundial donde todos tengamos un lugar, y así; no lle-
garemos a la tribulación, y tenderemos a mayor seguridad global. No dejemos to-
do en manos de la providencia, empecemos a preguntarnos cada uno de nosotros,
¿tenemos algo que ver con el deterioro del planeta? Todo está en nuestras ma-
nos; ocultar la realidad; no hará que esta desaparezca; solo se acentuara.
Y todo aquel que se reproduce sin control, sin norma, y sin para la compra; aun-
que se quedare en casa, y su plegaria fuere abundante, y zalameramente piadosa;
de nada le servirá; la amonestación no le sorprenderá, le corresponde; sobre ellos,
y para ellos; está escrita la palabra, Dios sabe que hacen con sus carnes inmun-
das, y cuanto diseminan los engendros pútridos que solo sirven para procrear.
Hombres píos; consulten sobre este asunto con seres pulcros, y decorosos; no
con gentes impías y ruinosas. En estos tiempos no es prudente esperar que la
naturaleza procure el sustento para todos los seres de la tierra; agotamos la ma-
ma, agotamos el agua, y envenenamos el aire. Nada podrá auxiliarnos más que la
naturaleza; -quien nos protegerá fuera de ella-; no confíen en el bastimento porque
pronto se acabara, y la plegaria zalamera nada lograra; solo lograra aumentar el
trato injusto a los seres en condición de inocencia; que vinieron al mundo a morir
por la condena que irresponsablemente les heredamos, antes de derramar lágri-
mas zalameras por nuestros hijos; seamos prudentes, y nada más.
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No debes ocultar, tampoco divulgar esta verdad; porque está escrita en el entorno
que habitan todos los pueblos de la tierra; ¿será el obediente; el elegido?, no la
ocultes, no la divulgues; solo tenla presente. Gloria a la naturaleza; preservarla es
satisfacción humana, y permanencia como especie, la liberación del fuego será
programada. No se perderá; ni se desconocerá el altruismo, lo mismo si es varón
que si es hembra; son responsables los unos de los otros, no debe existir rivali-
dad; es de esta forma que prosperaras en el nuevo orden mundial.
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Y no bastara con crear leyes urgentes o especiales porque solo sirven para aten-
der la crisis del momento; pero no sirven para preservar la dignidad e identidad de
la especie; ni la integridad de la biomasa de la tierra, debe ser un proceso acadé-
mico, estatal, dogmático, empero; desde ya. Disponemos de la plataforma formati-
va e informativa en todo el planeta que ha moldeado las diferentes culturas; solo
debemos reformarla, actualizarla.
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Para controlar y contener las naciones de la tierra; en estos tiempos, no serán ne-
cesarios los imperios, bastara con la palabra; hablada, el marketing, la palabra
escrita, -la academia, los medios, el ejemplo- La cátedra con un nuevo dogma
convenientemente moralizado, actualizado, y ha de ser; un impacto psicológico
potente para que la especie de estos tiempos reflexione, se conmueva, se com-
prometa a conservar la vida existente principalmente el agua para las futuras ge-
neraciones, contamos con los medios, con la globalización, con las neuro-ciencias,
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con el poder, con la voluntad, y con la obligación perentoria. Tengo fe; en la hu-
manidad, y aunque para algunos esta fe; resulte flaca, absurda, y fuera de época;
no obstante, sigo pensando que; precisamos de una ley, de una iniciativa planeta-
ria de supervivencia, nada más.
Es por eso que invito a la meditación, no para alcanzar el tan deseado nirvana; si
no meditar en el futuro de la especie, y su conservación, en estos tiempos ya no
meditamos; aullamos por dinero; incluso hay quienes matan por él. Compramos,
consumimos, presumimos, derrochamos…, en fin, todos hoy; queremos un altar
lleno de dinero; así la fe, no alcance el descomunal tamaño de un grano de mos-
taza, no importa; ¿para qué?, nos basta con el disimulo, y la pasividad. Es por eso
que necesitamos representantes que decidan que hacer; de otra forma nos llena-
mos de fe, de hijos, y meditación hasta desaparecer para siempre.
La gran mayoría de seres humanos no estamos habilitados más que para obede-
cer, vernos en el espejo, presumir, consumir, esperar milagros, y hacer compras
que no necesitamos; además de rezar, y parir para la gloria de Dios; y con un po-
co de suerte, y plegaria zalamera conformamos su ejército, y seremos sus elegi-
dos sin importar cuan pútridos y asquerosos seamos, y nada más. Si algo hoy;
resulta tremendamente atractivo para la especie; aparte del dinero, es el aprendi-
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Nada debe producir mayor alarma que la cuestión ambiental, y el tema reproducti-
vo de la especie; no existe discurso más actual que la preservación planetaria,
debemos desarrollar políticas, y programas gubernamentales que apunten a la
preservación de la vida humana. Las prácticas institucionales de planificación, y
gestión ambiental; deben buscar recuperar el vínculo con el medioambiente; dicho
proceso debe darse desde la vida privada como una expresión de responsabilidad
con la necesidad cultural actual que a todos nos asiste.
Si no hacemos algo; los procesos sociales en los próximos años difícilmente serán
controlables; no bastara con el cierre de fronteras; no representan solución alguna
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La nueva educación; no solo se debe entender como requisito para acceder a los
tiempos actuales de entendimiento generalizado; es una obligación taxativa. Ha-
blar de las opciones consumistas, laborales, profesionales, habitacionales, y re-
productivas de la especie; resultan ser de lo más fundamental desde niños, son
las herramientas para la formación de personas independientes, auto suficientes, y
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Estamos en una época en que lo único que interesa es consumir, presumir, parir
para mendigar, y admitirán algunos que es mejor; -déjalo así-, y pensar mejor en
el próximo fin de semana, y que el profesor –Hugo Ruiz- siga escribiendo; alguien
habrá de leerlo, y con un poco de suerte habrán de creer en él, y nada más.
Sinceramente
HERM
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