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Filosofía: sobre su utilidad para la historia

Analizando cómo realizar este trabajo me he dado cuenta de la importancia que tiene la
Filosofía como ciencia, para la Historia. Si hacemos una retrospección de la ciencia
histórica nos encontraremos que la Filosofía siempre ha estado presente en las
formulaciones de Clío, sus métodos no pueden aislarse de los de la otra ciencia
(Filosofía) siempre estarán conectados además de que ambas pertenecen al grupo de las
Ciencias Humanas: las ciencias del pensamiento, las de la creación, del
cuestionamiento, las que se plantean los interrogantes en formas abstractas ya que su
campo de acción es intangible. Cuanto más leemos de historia (eso si las lecturas son de
variado tenor) a cada paso encontraremos la influencia de la Filosofía, especialmente en
los últimos años donde ha habido cuestionamientos y discusiones sobre cual es el
método adecuado para la producción historiográfica (ver Burke Peter y otros “Formas
de hacer Historia”) la comunidad científica histórica mundial ha tratado de dar
explicaciones de los pro y los contra de ciertas “Formas de Hacer Historia” lo que ha
llevado a Clío a tomar el té con las Ciencias Sociales y salir a pasear por el Parque de
las Ciencias Exactas (?) para adecuar alguno de los métodos empleados por estas
(ciencias) a su quehacer, lo que dio como resultado que todo es historiable, hasta el
presente (análisis histórico del presente o historia del tiempo presente), nada debe
escapar a los ojos de la Musa Historia- para tener en cuenta los métodos extraídos de las
otras ciencias no se aplican según las premisas de estas sino que se adecuan, eso sí
respetando ciertas generalidades. Esto ha llevado a muchos historiadores estudiar a las
“otras ciencias”, los cuestionamientos y la necesidad de la historia del resto de ellas ha
llevado a que muchos de los miembros de las “otras…” se inmiscuyeran en la casa de
Clío, algunos respetaron sus condicionamientos lo que generó un grato encuentro, pero
otros no tuvieron en cuenta los métodos históricos (con la típica frase cualquiera puede
hacer historia o desde cualquier lado se escribe la historia) y llevó a un degeneramiento
de la Historia como Ciencia y es el caballito de batalla de quienes despotrican en contra
de ella. Para subsanar esto la comunidad científica histórica mundial se puso a trabajar
y recordó que la critica documental- implementada por los positivistas y tan bien
explicada en el manual de Langlois y Seinobos- y la necesidad de ésto sigue siendo un
factor de suma importancia a la hora en que Clío comience sus quehaceres: sin
documentos no hay Historia, para África hay que realizar un paréntesis aparte ya que a

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través de lo métodos etnográficos y un cuidadoso análisis de la tradiciones orales
utilizando el método comparativo: ej: se han realizado estudios en Europa de cuanto
duran ciertos dichos y leyendas transmitidos de forma oral- permitiendo reconstruir gran
parte de su Historia.

Como ya lo dijimos, en todo quehacer historiográfico siempre encontraremos a la


Filosofía, es la que aporta los conceptos o datos necesarios a la hora de los
cuestionamientos teóricos dentro de la disciplina Histórica, es la que no ha la dejado
caer entre las ciencias olvidadas, como ha pasado con otras, especialmente en esta etapa
en que hay un predominio de las Ciencias vinculadas a tecnologías de punta. La
Filosofía ha permitido a los historiadores plantearse, replantearse, cuestionarse: los
métodos, sus hipótesis, sus conclusiones; cambiar los objetos de estudio, reformularlos,
no debemos olvidar que el positivismo hacia la Historia de los Grandes Hombres: pero
esto no debemos descontextualizarlo, ya que era la forma de pensamiento de aquel
momento. Por lo tanto, los historiadores, más que a través de sentido “objetivo” estaban
imbuidos del pensamiento de la época como lo estamos hoy nosotros y recibiremos la
crítica productiva (esperemos) dentro de……. ¿quien sabe cuanto tiempo? Se han
producido tantas transformaciones en los últimos años que se supone hemos avanzado!
Siglos? en unas cuantas décadas respecto de etapas anteriores, son procesos que no
pueden ser comparados, ya que en las comparaciones (extra temporales no las
metodológicas-) muchas veces se aplica un método empleado en otros lugares pero con
ciertas modificaciones Ver: todo lo relacionado a la Renovación Historiográfica en
Argentina) son ahistóricas y se debe tener en cuenta el tiempo, espacio, contexto, etnia,
necesidades tecnológicas; muchas de estas cuestiones hace muy poco tiempo que Clío
las comenzó a tener en cuenta pero los resultados están a la vista hoy, hay- por lo
menos- cinco colecciones de Historia Argentina, utilizando todas distintas Formas de
Construcción, por Temática, por Procesos, aparte de toda la producción sobre temas
específicos: regional, militar, política, económica, social, debates historiográficos, de
Asia y África, colonial, oral, del tiempo presente, del pensamiento, de la ideas (estas
últimas dos pertenecen al rubro de la Historia Cultural) microhistoria, nacional, local, de
genero, religiosa, continental y las ya clásicas divisiones temporales: antigua, media,
moderna y contemporánea y los ensambles que se pueden producir entre las distintas
temáticas, ejes, procesos y temporalidades lo que complejiza y enriquece la producción
historiográfica. Sobre los espacios temporales hay un interesante y muy rico debate

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(este es un ejemplo de la fusión de dos temáticas de debate y contemporánea) hasta
donde llega la Historia Contemporánea: algunas universidades han incluido en sus
cátedras Historia del siglo XX finiquitando la Historia Contemporánea en 1870, debido
a las últimas estructuraciones de la Historia; otro de los debates sobre las
temporalidades es que estos fueron realizados en Europa y en algunos continentes o
países estas divisiones no son propias de su Historia (ver Historia de Japón e India o la
de África más específicamente). En la historia Argentina propiamente dicho uno de los
debates más importantes ha sido sobre la existencia o no de una “Revolución” o proceso
de Independencia, el término revolución fue aplicado por Mitre en su producción
historiográfica y adoptado como tal por los grupos historiográficos síguientes, pero hoy
está out, es decir fuera del debate, se toma la idea de independencia debido a varias
cuestiones: el término está relacionado con la mirada puesta en Europa y sus
revoluciones intentando poner a la Argentina en el Concierto de las Naciones Modernas,
pertenece a la etapa positivista de la historia y carece de fundamentos, ya que como
dijéramos antes fue Mitre el precursor de este epíteto, hoy en día se usa el término
independencia más adecuado ya que las comparaciones realizadas por Mitre en
Relación de que nuestra Independencia es parecida o igual a la Rev. Francesa es un
subjetivismo del autor, lo que pone en la picota a la ciencia porque todos aquellos que
abogan por el término revolución siguen una línea positivista de la historia ya que no
acepta que esta teoría sea desestimada (aún cuando la misma no tiene fuentes fidedignas
o documentales, más que la palabra de Mitre), en cambio los que adoptaron el término
Independencia los sitúan más en su contexto ya que en realidad se puede entrever que la
Revolución Francesa provocó grandes cambios Sociales y Políticos, en cambio “nuestra
revolución” fue solo un simple cambio de Gobierno y no tuvo impacto relevante más
allá de sus fronteras.

Para terminar este breve repaso de los aportes realizados indirectamente por la Filosofía
a la Historiografía de los últimos años queremos decir que todos aquellos
planteamientos y cuestionamientos que se ha hecho la Filosofía como Ciencia han
repercutido hondamente en la Casa de Clío calando en profundamente sus formas de
pensarse así misma, le ha aportado y le seguirá aportando sus presupuestos teóricos que
la orientarán como una hermana mayor, ha ayudado al historiador a saber que lo que
dice no es verdad sino posible de verificar, que lo que escribe esta teñido por la

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ideología, sus vivencias, su educación el entorno socioeconómico, todos ésos son
factores determinantes en el “Hacer Ciencia” uno no se despega de ello.

Por un lado los historiadores tienen, n la actualidad, el compromiso de estar


replanteando continuamente sobre el resultado de sus investigaciones, ya que hay
nuevos descubrimientos u otros encontraron una veta no explorada o dejada de lado(un
ejemplo de esto son la proliferación de centros, institutos, grupos de investigación así
como también publicaciones periódicas y la masiva cantidad de libros; por el otro lado
los docentes de Historia de los niveles Superiores y mayormente de los Medios de la
educación (tanto pública como privada) deberían tener como premisa mantener el
contacto con estas cuestiones y debates que se hacen en torno a la construcción del
pasado, porque sino los que quedamos aislados en esta era de la Sociedad de la
Información- donde los cambios son cada vez más constantes- somos los educandos por
eso es muy importante la actualización disciplinar.

Creo que por todo esto la Filosofía es útil para la Historia tanto a la Científica como a la
Enseñada es necesaria porque tanto como docentes (profesorado) y como investigadores
(licenciatura) nos permitirá replantearnos algunos métodos, su validez, su descarte, su
importancia, crear nuevos, adaptar los mismos de la filosofía a la Ciencia Histórica
tener un mayor campo de acción en el terreno educativo para plantearle a los alumnos y
nos posibilita interrelacionar contenidos para que el educando realice sus propias
hipótesis e intente descubrir a la Historia en toda su plenitud; y……. todo aquello que la
mente pueda producir…………………….

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