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La formación bonificada está regulada por la Ley 30/2015, de 9 de septiembre, por la que
se regula el Sistema de Formación Profesional para el empleo en el ámbito laboral.
Según el programa de formación bonificada, todas las empresas disponen de una cantidad
anual para formar a sus trabajadores, llamada crédito. Pero no sólo las empresas reciben
esta financiación, sino que las asociaciones, fundaciones y ONG´s también tienen derecho
a percibir esta ayuda económica para la formación continua de aquellos trabajadores que
tengan contratados. Los trabajadores autónomos no pueden beneficiarse de este tipo de
formación bonificada, pero sí aquellos trabajadores que tengan en plantilla.
El contenido de las acciones formativas debe estar relacionado con el puesto de trabajo.
La formación puede ser presencial, online, a distancia o mixta. La duración mínima de un
curso debe ser de una hora.
La empresa tiene plena libertad para decidir la formación bonificada que necesiten sus
trabajadores y puede organizarla cómo y cuándo quiera, bien por sí misma, o bien
agrupándose con otras empresas y delegando todos los trámites en una entidad externa
(antes entidad organizadora).
Las entidades que imparten la formación deben estar inscritas en el Registro de Entidades
de Formación del SEPE. Contratar la formación con una entidad que no esté inscrita en
este registro se considera una falta muy grave.
El crédito para este tipo de formación continua se hace efectivo mediante bonificaciones
en las cotizaciones de la Seguridad Social, es decir, a diferencia de la formación
subvencionada, que la paga directamente el Estado, la formación bonificada la paga
inicialmente la empresa que organiza o contrata el curso y luego descuenta el coste del
mismo de la cantidad a ingresar en concepto de cotizaciones sociales.
Informar a la representación legal de los trabajadores (si existe) sobre la acción formativa,
participantes, fecha y lugar de ejecución y medios pedagógicos que se van a utilizar.
No simular una contratación laboral con la única finalidad de que los trabajadores
participen en acciones formativas bonificadas.
Mantener durante un período de 5 años la documentación que justifica que las acciones
de formación que haya organizado la empresa se han impartido.
Ser trabajador acogido al Régimen General de la Seguridad Social al inicio del curso.
En el caso de que la empresa abra nuevos centros de trabajo a lo largo del año, al crédito
de que disponga calculado de la manera anterior se sumará el resultado de multiplicar por
65 € el número de trabajadores incorporados a la empresa.
Las empresas de nueva creación, pese a que todavía no han cotizado por sus trabajadores,
también disponen de un crédito para la formación, que se obtendrá multiplicando el
número de trabajadores que figuren en el primer boletín de cotización a la Seguridad
Social por la cantidad de 65 €.
Empresas de 1 a 5 trabajadores: 0%
Empresas de 6 a 9 trabajadores: 5%
Empresas de 10 a 49 trabajadores: 10%
Empresas de 50 a 249 trabajadores: 20%
Empresas de más de 250 trabajadores: 40%
Los costes salariales de los trabajadores que acudan a la formación no son bonificables,
pero se computan para el cálculo de la cofinanciación. Así, si los cursos se imparten dentro
de la jornada laboral, se puede cubrir con eso los gastos que suponen la cofinanciación del
curso.
salario bruto anual (incluida la prorrata de las pagas extras) + Seguridad Social a cargo de
la empresa + aportación a planes de pensiones + dietas y locomoción + complementos a
cargo de la empresa / número de horas trabajadas según convenio o contrato laboral
El importe máximo por el que una empresa que organiza una acción formativa puede
bonificarse es el mínimo de estas 3 cantidades:
Se cuantificarán todos los gastos en los que ha incurrido la empresa para el desarrollo de
cada acción formativa. La bonificación de los gastos indirectos y de organización estará
sujeta a los siguientes límites:
Las condiciones que establecen que un alumno ha finalizado el curso y que por lo tanto es
bonificable son:
Fuente: https://www.axiomafv.com/que-es-la-formacion-bonificada/
FORMACIÓN BONIFICADA Y FORMACIÓN SUBVENCIONADA
El mundo laboral evoluciona constantemente y los profesionales deben adaptarse a estos
cambios. Las empresas pueden ofrecer formación a los trabajadores para darles la
oportunidad de ponerse al día y ampliar sus conocimientos. Se puede optar por formación
bonificada y formación subvencionada, pero hay que tener en cuenta sus diferencias.
En Digital Tech Institute somos expertos en formación digital para las empresas. Por ello
te daremos algunas razones de peso por las que las empresas deben ofrecer formación a
los trabajadores. Además, te daremos algunas claves para entender en qué se diferencian
los conceptos de formación bonificada y formación subvencionada.
Las condiciones de trabajo tienden a mejorar a medida que aumentan los conocimientos
del empleado. Por lo general, un trabajador formado suele ser más productivo porque se
siente más capacitado para tomar decisiones. Por ello, ofrecer formación a los
trabajadores es favorable tanto para ellos como para las empresas.
No hay que olvidar la percepción del trabajador, pues ofrecer cursos gratuitos y que
además resulten útiles e interesantes generará una imagen positiva de la empresa. La
integración de cursos en el puesto de trabajo es una forma excelente de mostrar interés
por los empleados, factor clave para aumentar la motivación de los equipos. Así, se
muestra que a la organización le importa el futuro de sus profesionales al dedicar recursos
a su formación personal y profesional.
Si los cursos tienen relación con las actividades que se desarrollan en la empresa, crecerá
el grado de implicación en los proyectos que ya están en marcha. Por eso es
recomendable que se subvencionen cursos para mejorar las habilidades requeridas de
cada empleado. Ofrecer cursos específicos diseñados por la propia organización hará que
los trabajadores se adapten a las necesidades del mercado. Además, si la formación se
adecua a los perfiles profesionales concretos de cada empleado, estarán más preparados
para afrontar los futuros retos de su sector.
Está en auge la formación a distancia que, en este caso, será preferible a la formación
presencial. Los trabajadores ocupan la mayor parte de su tiempo desarrollando sus tareas
profesionales, por lo que una formación presencial condicionaría su tiempo libre. Sin
embargo, la formación a distancia permite una gestión autónoma de los tiempos de
estudio y ejecución de actividades.
Fuente: https://www.digitaltechinstitute.com/diferencias-entre-formacion-bonificada-y-
formacion-subvencionada/
LAS 7 DIFERENCIAS ENTRE LA FORMACIÓN SUBVENCIONADA Y LA FORMACIÓN
BONIFICADA
En Grupo Femxa contamos con una amplia experiencia en la gestión de este tipo de formación y
tenemos un amplísimo catálogo con cursos para trabajadores y desempleados sobre multitud
de temáticas diferentes, tanto en modalidad online como presencial: ofimática, tics, prevención de
riesgos, logística, idiomas, etc.
¡Échale un vistazo a nuestro catálogo y encuentra tu curso! Todos ellos están pensados para
hacerte crecer profesionalmente además de ser una magnífica oportunidad para mejorar tu
currículum y convertirte en la diana perfecta para todos los profesionales de recursos humanos.
Sin duda, una estupenda herramienta para reciclarte, ser más competitivo y abrirte nuevas y
buenas oportunidades de trabajo.
La formación bonificada, ahora denominada programada, es la formación que ofrecen todas las
empresas a sus trabajadores.
¿Cuánto dinero pueden destinar las empresas para este tipo de acciones? Esta cifra,
denominada crédito de formación, no la decide arbitrariamente cada empresa, sino
que depende de 2 factores:
2. El importe que tanto la empresa como sus trabajadores hayan cotizado en concepto de
Formación Profesional durante el año anterior.
Así, toda empresa que cotice por sus trabajadores a la Seguridad Social en este concepto, tiene
derecho a una cuota para financiar la formación a sus empleados. Por lo tanto, son las empresas
las que adelantan el coste de estos cursos, pudiendo bonificar y recuperar esta inversión a través
de los seguros sociales que paga por sus trabajadores, esto es, a través de bonificaciones en las
cotizaciones a la Seguridad Social, siempre y cuando los trabajadores acaben con éxito la
formación.
Hay que tener en cuenta, que si la empresa no hace uso de esta cantidad durante el año natural,
este crédito no se acumula y se pierde.
Recuerda que el hecho de ser trabajador te da derecho a recibir una formación gratuita, con el
objetivo de mejorar la productividad de compañía, reciclar y aumentar tus conocimientos o
adquirir nuevas competencias que harán de ti un valor en alza dentro de tu empresa.
Después de todo esto, ¿sabrías decirnos cuáles son las diferencias entre la formación
subvencionada y la formación bonificada o programada? ¡No te preocupes! Te echamos una
mano:
Habitualmente la formación subvencionada se organiza atendiendo a convocatorias publicadas
tanto por el gobierno central como por los autonómicos. Cualquier trabajador tiene derecho a
formarse de esta manera, si bien debe reunir los requisitos que marca cada convocatoria. Por
regla general y en el caso de las autonómicas, cotizar en la región que corresponde, y en las
estatales trabajar en el sector de actividad adecuado; aunque existen también planes formativos
intersectoriales. En todo caso, tanto los cursos subvencionados como los cursos bonificados ¡son
totalmente gratuitos para ti!
FUENTE: https://www.cursosfemxa.es/femxa-bonificada-subvencionada