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Trabajo presentado por: Ana Bertha Amezola Guzmán, María Guadalupe Cortes Camacho, Juan Carlos Olivares Rojas y Alma Delia Chávez Rojas.
Realizar un glosario de conceptos en el cual se desarrollen los siguientes puntos:
1. Los elementos que integran el proceso de evaluación
2. Concepto, funciones y tipos de evaluación.
3. Diferencias entre medición, acreditación, calificación y evaluación.
Desarrollo.
Según la Real Academia de la Lengua Española, la palabra ‘Glosario’ significa: catálogo de palabras de una misma disciplina, de un mismo campo de
estudio, etc. Definidas o comentadas. El objetivo de este glosario es facilitar el acceso a una definición de los principales términos en el proceso de
evaluación.
A continuación se presenta un glosario relativo al tema seleccionado, a la forma en que se lleva a cabo y la manera en que influye en el proceso de enseñanza
– aprendizaje.
c) Formulación de conclusiones.
Estas fases se desarrollan en diferentes tiempos de acuerdo a la materia y al estilo de enseñanza del profesor. Hasta cierto punto, el proceso de evaluación se
asemeja al proceso de investigación: lo fundamental es la definición y planteamiento del problema; es decir, ¿qué se va a medir?
Para encontrar las mejores formas de medir el aprendizaje, el docente tiene que investigar cuales son las mejores formas para evaluar las competencias
(conocimientos, habilidades y actitudes) de sus materias.
Como se hace referencia en (González, 2010), la definición más aceptada de evaluación aun en nuestros días es la definición del diccionario: la de apreciar,
valorar, fijar el valor de una cosa, hecho o fenómeno.
(Iafrancesco, 2005) indica que la evaluación es un concepto sistemático y permanente que comprende la búsqueda y obtención de información de diversas
fuentes acerca de la calidad del desempeño, avance, rendimiento o logro del estudiante y de la calidad de los procesos empleados por el docente.
En un principio la evaluación estuvo casada con los procesos industriales de seguimiento. Por lo tanto, se evaluaba la cantidad de contenidos que el alumno
era capaz de poseer.
Debido al gran trabajo sobre los instrumentos de evaluación hicieron que las pruebas o exámenes se estandarizarán como mecanismo único para medir el
grado de avance.
Uno de los principales problemas de los exámenes y otros instrumentos de evaluación es la subjetividad de los reactivos. ¿Por qué una pregunta vale 10
puntos y otra 5?.
Otro problema de los instrumentos de evaluación es que los alumnos sólo estudian para aprobar. Fomentando con ello una memorización de conceptos,
perjudicando el aspecto gráfico.
Para (González, 2001) la evaluación debe de ser holística; es decir, global e integral de todos los aspectos que el alumno debe de saber en todas sus
dimensiones.
De acuerdo con (Casanova, s.f.), la evaluación aplicada a la enseñanza y el aprendizaje consiste en un proceso sistemático y riguroso de obtención de datos,
incorporado al proceso educativo desde su comienzo, de manera que sea posible disponer de información continua y significativa Para conocer la situación,
formar juicios de valor con respecto a ella y tomar las decisiones adecuadas para proseguir la actividad educativa mejorándola progresivamente.
Para (González, 2001), el proceso de evaluación se ha visto afectada por diversos factores principalmente del uso de las TICs.
Para evitar que la evaluación negativa desmotive al alumnado, es necesario detectar el error del aprendizaje antes de que este sea evaluado. Siempre debe de
estar primero el aspecto positivo que el negativo.
La finalidad y función de la evaluación siempre va a responder a la preguntas ¿por qué y para qué evaluar? Partiendo de esta reflexión (Scriven, 1967)
propuso los tipos de evaluación: formativa y sumativa. Esta clasificación permite hacer diferenciación entre el proceso y los resultados, ya que bajo el
esquema tradicional el resultado es lo más importante.
Como se menciona en (González, 2001), la evaluación tiene una función inminentemente social ya que certifica el saber, la acreditación, selección y
promoción de personas. Si bien es cierto que un título universitario sólo certifica el conocimiento, las habilidades de una profesión quedan en duda; o bien,
personas sin título pueden ejercer una profesión incluso mejor que las personas con título.
Otros autores como (Castro, 1998; op. Cit. González, 2001) realizan otras clasificaciones como: pedagógica, innovadora y función de control.
La educación también tiene una funcionalidad de control, ya que todo el sistema educativo puede estar estructurado para dejar a los alumnos con ciertas
características y formas de pensar. Si bien es cierto que muchas naciones están manejando sistemas educativos obligatorios en niveles básicos esto puede
ocasionar que malos gobiernos manejen a su forma a los ciudadanos de un país.
Para (Zarzar, 1993) la evaluación tiene dos objetivos: uno explícito que es analizar en que medida se han cumplido los objetivos de aprendizaje propuesto y
uno implícito, cuya finalidad es propiciar la reflexión de los alumnos con respecto a su propio proceso de aprendizaje.
Para (Castillo, 2002), la evaluación educativa desarrolla sus funciones en los siguientes ámbitos:
Ámbito didáctico, se ocupa de a ayudar a desarrollar el proceso de enseñanza – aprendizaje de los alumnos, en las mejores condiciones posibles, dentro
del espacio escolar y académico. La evaluación pasa a ser el elemento determinante en la planificación didáctica y afecta a todos los aspectos de la vida
escolar.
Ámbito psicopedagógico, Esta función permite al profesor desarrollar su proceso de enseñanza – aprendizaje personalizado y adaptado a las
circunstancias de cada alumno, o al menos, de aquellos que requieren más ayuda, adecuándose a su ritmo de aprendizaje y teniendo en cuentas sus
dificultades concretas y exigiéndoles unos rendimientos acordes con sus capacidades.
Existen diversos tipos de evaluación tal y como los define (Casanova, s.f.):
Evaluación por su funcionalidad (regulación, de control de calidad, descriptiva, prospectiva, etc.) siendo las más importantes las sumativas y
formativas.
La función sumativa se realiza en diversos momentos, como cuando el docente tiene que seleccionar un libro de texto, cuando se titula un alumno por
examen de conocimientos, cuando se realiza un examen de oposición para entrar en la universidad, etc. En todos ellos se tiene una evaluación significativa.
(Iafrancesco, 2005) también hace una taxonomía referente a los tipos de evaluación en el rubro de la funcionalidad: sumativa, formativa y diagnóstica.
La evaluación sumativa es aquella que busca la valoración y alcance total de los objetivos planteados para la labor educativa. Es la verificación o
constatación respecto a la obtención o no, de lo propuesto inicialmente. Y de su valoración depende la toma de decisiones que por lo general son bastante
comprometedoras para la vida estudiantil. Tales como la aprobación o no de un curso.
La evaluación formativa es con la que se busca ir acompañando el proceso de aprendizaje del estudiante, para orientarlo en sus logros, avances o tropiezos
que tenga durante el mismo. Consiste en la apreciación continua y permanente de las características y rendimientos académicos del estudiante a través de un
seguimiento en todo su proceso de formación.
Se recomienda que las evaluaciones sumativas siempre estén acompañadas de al menos una evaluación formativa.
Y finalmente la evaluación diagnóstica es aquella por medio de la cual se determina la situación del educando, antes de iniciar el proceso. Esta se emplea
para saber como se encuentra un estudiante antes de iniciar el curso. Mediante los resultados podemos saber si sabe más de lo que necesita saber o si sabe
menos de lo requerido. También se tiene conocimiento de sus habilidades y limitaciones en relación con los contenidos a impartir
Por otra parte, la evaluación criterial pretende quitar la alta subjetividad que se presenta con la evaluación normotipo aplicando criterios más específicos y
definidos en la evaluación. Por ejemplo para determinar si un alumno tiene la competencia de la buena ortografía es sumamente complicado evaluar, pero si
emplean criterios como en un documento que escriba no comete más de 10 errores, es mucho más fácil el proceso de evaluación.
Fortaleciendo lo anterior, (Iafrancesco, 2005) expresa que la evaluación normativa es cuando el docente emite su juicio acerca de lo evaluado. Comparando
la realización del estudiante con lo que normalmente se espera que sea su comportamiento o resultado, lo anterior genera una curva normal de
comportamiento.
La evaluación criterial es cuando el docente juzga basándose en criterios que sirven para establecer el grado de perfección que se espera de un determinado
aspecto o rendimiento dado. Los grados de perfección se encuentran establecidos en los objetivos a cumplir.
En (Bonvecchio y Maggioni, 2006), se expresa que la palabra evaluación se está convirtiendo en una especie de camuflaje que se utiliza como sinónimo de
otras más clásicas como: examen, control o prueba.
Definen al término medición como comparar un aprendizaje con un parámetro o referente previamente establecido.
Calificar es adjudicar notas o calificaciones pertenecientes a un código cuanti o cualitativo prefijado.
Y acreditar, es una función del agente educador que consiste en constatar y atestiguar el logro de ‘aprendizajes acreditables’, para que el educando pueda
acceder a un tramo más avanzado del sistema escolar (cuatrimestre, año, ciclo o nivel). Es aquella tarea que sirve para constar ciertas evidencias de
aprendizaje. Tiene que ver con resultados muy concretos con respecto a los aprendizajes más importantes que se proponen.
Para (Zarzar, 1993) la acreditación hace referencias a criterios académico-administrativos, mediante los cuales una Institución avala el título, diploma o
constancia que se le da al alumno. Para hacer dicho respaldo, la institución se basa en criterios mínimos como lo son % de asistencia, calificaciones
aprobatorias, entre otras.
Para (Zarzar, 1993) la evaluación implica una valoración, es decir, dar un juicio de valor; mientras que la calificación implica una medición, es decir una
cuantificación.
Muchos profesores confunden los términos evaluación y calificación. Piensan que cuando se aplica un examen se está evaluando y que cuando se califica ya
se ha terminado el proceso de evaluación.
Es bien cierto que la calificación es una parte importante del proceso de evaluación. Así como la evaluación se maneja como medio para lograr la
acreditación de los estudios.
Bibliografía
Bonvecchio, M. y Maggioni B. (2006). Evaluación de los aprendizajes. Manual para docentes. Editorial. Novedades educativas. 2006.
Casanova, M. (s.f.) Capítulo 3. Evaluación: Concepto, tipología y objetivos. Material de Lectura de la Asignatura de Evaluación del Aprendizaje, M.T.E.
Martha Ramírez, dentro de la Especialidad en Tecnologías de la Información para el Aprendizaje, CIIDET.
Castillo, S. (2002), Compromisos de la evaluación educativa. Editorial Prentice Hall. 2002.
González, M. (2001), La evaluación del Aprendizaje: Tendencias y Reflexión Crítica, Revista Cubana de Educación Media Superior, 2001, pp. 85-96.
Iafrancesco, G. (2005), Evaluación integral y del aprendizaje. Fundamentos y estratpegias. Editorial magisterio. 2005.
Zarzar, C. (1993) Diseño de Actividades de Evaluación de los Aprendizajes. Tomado de Habilidades Prácticas para la docencia, Editorial Patria, México, pp.
61-68.
La evaluación educativa es un medio de gran relevancia al interior del acto educativo, sin embargo
es notoria las divergencias ante aspectos esenciales de las mismas. Existen marcadas diferencias en
el modo de evaluar a los estudiantes y en muchas ocasiones son más los abusos que se comenten en
aras de lo informativo, olvidando que ésta se puede utilizar para el proceso formativo.
Dentro de la concepción constructivista del aprendizaje escolar (Coll, 1990), el carácter regulador
de la evaluación (Solé, 2001) tiene una doble connotación. Por un lado, el profesor debe tomar los
resultados obtenidos de la evaluación para regular la enseñanza reorientando en función de las
necesidades que van surgiendo tanto en los estudiantes como en el proceso pedagógico,
convirtiendo así la evaluación en instrumento que oriente la enseñanza hacia procesos dirigidos al
desarrollo de la actividad mental del aprendiz y hacia acciones que lo enseñen a aprender de forma
autónoma, en situaciones diversas, que le permitan aprender superando los retos que plantea la
apropiación de nuevos conocimientos. Por otro lado posibilitan regular su aprendizaje al permitirle
tomar la información que le ofrece la evaluación para tomar conciencia de lo que ha aprendido,
como lo ha logrado y de las dificultades que confronta para valorar su desempeño y tomas
decisiones sobre como planificar su actuación, reflexionar sobre las acciones que debe emprender
para la superación de sus limitaciones y lograr así avanzar en su proceso de aprendizaje. Visto de
esa manera, es importante tomar conciencia que la evaluación educativa es un acto serio que
requiere de planificación sin medidas arbitrarias e incoherentes con respecto a lo que se quiere
evaluar y para qué se quiere evaluar. Cuando hablamos de evaluación “inmediatamente lo
asociamos con la tarea de realizar mediciones sobre la importancia de las características de un
objeto, hecho o situación particular. Sin duda, la evaluación incluye actividades de estimación
cualitativa o cuantitativa, las cuales se consideran imprescindibles, pero al mismo tiempo, involucra
otros factores de mayor trascendencia y que en cierto modo la definen”. (Díaz, 2010, p.308).
REFERENTES BIBLIOGRÁFICOS
Factores de la evaluación
El especialista en didáctica y organización escolar Miguel santos Guerra busca los Sentidos y finalidad de la evaluación para la cual nos entrega algunos
Factores que condicionan la evaluación, con esto da a conocer las condiciones que influyen en el sistema de evaluación. Por ejemplo:
Supervisiones institucionales: los evaluadores están siendo supervisados por distintos agentes que velan el cumplimiento de las normas de evaluación.
Este factor permite tener un control sobre los evaluadores obligando de cierta manera a hacer de la evaluación una forma de aprendizaje teniendo en cuenta el
empeño del pupilo y no una forma de tener una calificación.
Presiones sociales: Las evaluaciones realizadas son objeto de presiones tanto para el evaluador como para el avaluado ya que el evaluador si obtiene malas
calificaciones de sus alumnos se vera como un mal profesional y obtendrá criticas tanto de sus pares de sus superiores y de los padres de los alumnos
argumentando que están perjudicando a sus hijitos, en cambio para los alumnos ven en esas calificaciones su nivel como alumno y a la vez será aceptado por
la sociedad o rechazado.
Condiciones Organizativas: La evaluación se ve determinada por condicionantes como el tiempo disponible, el tipo de grupo a evaluar, el estimulo
profesional etc.
El texto me deja en claro que en el sistema de evaluación no solo es una forma de avaluación y/o calificación que se debe tener en cuenta las pautas de
evaluación si no también a educar a personas imponerles responsabilidad sabiendo que mi criterio puede ayudar a los alumnos y/o perjudicar para eso debo
elegir una buena forma de evaluación que no sea flexible.
2 comentarios:
profesora dijo...
Estimada estudiante
Dentro de tu análisis del fenómeno de evaluación en nuestro país, ciertamente se pierde el
análisis del texto de Santos Guerra. Y si bien podemos estar de acuerdo en varios de los
puntos que tu aludes, lo que se solicita es un análisis crítico reflexivo del documento. Te
invito a que releas la guía de lectura que acompaña a la rúbrica de este semestre. Tu nota es
un 70. Atentamente
profesora dijo...
Estimados estudiantes:
A continuación les adjunto una propuesta de lo que podría ser un análisis crítico-reflexivo
del texto de Santos Guerra, luego del cual ustedes pudieran haber agregado sus juicios
personales, tan propios de nuestra disciplina.
Miguel Angel Santos Guerra (2003) en su artículo “Dime cómo evalúas y te diré qué tipo
de profesional y de persona eres” parte revisando la práctica evaluativa actual. Al respecto
plantea, en primer lugar, que el profesor actúa en un contexto que condiciona su práctica de
evaluación; donde existen disposiciones legales, supervisiones institucionales, presiones
sociales y condiciones organizativas que regulan la actividad evaluativa. A esto se suman
los componentes básicos de la evaluación (comprobación y explicación de los
aprendizajes); el valor de uso y el valor de cambio que le asignamos al conocimiento y una
práctica evaluativa que potencia o debilita el desarrollo de capacidades intelectuales en los
estudiantes según sea el criterio del profesor.
Por último, el autor, termina su artículo proporcionando sugerencias para mejorar esta
práctica. Propone someter la práctica a una crítica rigurosa, y a partir de esto orientar la
investigación evaluativa cuyo fruto permita tomar decisiones para mejorar dicha práctica.
Sin embargo, la mejora no será posible si no se mejoran primeramente las condiciones en
las que se desarrolla dicha práctica. Esas condiciones no se modifican por arte de magia,
pero los docentes como profesionales podemos iniciar el proceso.
1 COMENTARIO:
Profesora dijo...
Fabiola:
La guía para la creación de tu comentario es de gran utilidad para conocer los ejes temáticos del texto, te invito a utilizarla, te ayudará a ahondar
y explayarte en las ideas que planteaste, te dejo un ejemplo,
Miguel Angel Santos Guerra (2003) en su artículo “Dime cómo evalúas y te diré qué tipo de profesional y de persona eres” parte revisando la
práctica evaluativa actual. Al respecto plantea, en primer lugar, que el profesor actúa en un contexto que condiciona su práctica de evaluación;
donde existen disposiciones legales, supervisiones institucionales, presiones sociales y condiciones organizativas que regulan la actividad
evaluativa. A esto se suman los componentes básicos de la evaluación (comprobación y explicación de los aprendizajes); el valor de uso y el
valor de cambio que le asignamos al conocimiento y una práctica evaluativa que potencia o debilita el desarrollo de capacidades intelectuales en
los estudiantes según sea el criterio del profesor.
En el contexto de esta práctica evaluativa descrita anteriormente, Santos Guerra concluye que la forma de entender y practicar la evaluación
permite deducir las concepciones teóricas que tiene el evaluador sobre la inteligencia, sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje y sobre la
profesión docente, por una parte; las actitudes que tiene el evaluador hacia sí mismo, hacia los evaluados y hacia sus colegas, por otra, y además
es posible develar los principios éticos del evaluador sobre la realidad social, sobre la finalidad de la Educación y sobre la ética profesional.
Por último, el autor, termina su artículo proporcionando sugerencias para mejorar esta práctica. Propone someter la práctica a una crítica
rigurosa, y a partir de esto orientar la investigación evaluativa cuyo fruto permita tomar decisiones para mejorar dicha práctica. Sin embargo, la
mejora no será posible si no se mejoran primeramente las condiciones en las que se desarrolla dicha práctica. Esas condiciones no se modifican
por arte de magia, pero los docentes como profesionales podemos iniciar el proceso.
Tu calificación es un 75.
La profesora.
La evaluaciòn se ha convertido en una de las cuestiones preponderantes del discurso y de la actividad educativa.No es de extrañar porque pone sobre el tapete todas
nuestras concepciones (sobre la sociedad,la escuela , la tarea del docente,el aprendizaje de los alunnos y alunnas Si consideramos que la escuela tiene la misiòn de hacer
una selecciòn de los mejores , la evaluaciòn consistirà en unas pruebas que permitan hacer clasificaciones . Si la finalidad de la tarea del docente es meter en la cabeza
algunas ideas y conceptos , la evaluaciòn consistirà en examinar al estudiante para comprobar cuànto ha aprendido. Por el contrario , si la finalidad de la escuela es
ayudar a equilibrar la desigualdad, la evaluaciòn serà un medio para saber còmo ayudar a quienes màs lo necesitan .Si la pretensiòn del educador es que el alunno
aprenda a pensar y a convivir, la evaluaciòn tratarà de dar respuesta a esas inquietudes.Este libro es una compilaciòn de articulos publicados en medios diferentes
idiomas ).Agruparlos aquì, traducidos algunos al castellano, tiene el interès de propiciar su conocimiento y de facilitar su manejo .Se han dividido en tres grandes
apartados.En el prrimero, se presentan los trabajos relativos a la evaluacion en el aula;en el segundo,los que se refieren a la evaluaciòn de los centros en el tercero, a la
evaluacion en el sistema. Espero que la lectura de estas aportaciones ayude a los profesionales no sòlo a comprender sinoa mejorar las tareas de evaluaciòn que realizan.