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Reproducción Vegetal

Las plantas presentan un ciclo biológico diplohaplonte, es decir, con dos tipos de individuos adultos:
un organismo haploide el gametofito y otro adulto diploide el esporofito. Las plantas se pueden
agrupar siguiendo diversos criterios; aquí se clasificarán en dos grupos: sin semilla y con semilla.
Las plantas con semilla son las que presentan mayor capacidad de colonización y mayor éxito
evolutivo.

Ciclo con alternancia de generaciones


Las plantas presentan un ciclo biológico diplohaplonte: una planta adulta haploide,
denominada gametofito, y una planta adulta diploide, llamada esporofito.

La planta haploide produce órganos sexuales masculinos o anteridios, y femeninos o arquegonios.


Los anteridios producen multitud de gametos masculinos, mientras que los arquegonios producen un
solo óvulo. La fecundación da lugar a un cigoto o huevo fecundado, que es diploide y se desarrolla
por mitosis sucesivas, formando la planta esporofítica. En el esporofito, mediante la meiosis, se
formarán células haploides: las esporas. Las esporas germinan y crecen en condiciones adecuadas,
formando por mitosis sucesivas la planta adulta o gametofito, con dotación cromosómica haploide.

MEIOSIS
Profase I
Esta es una fase larga con varios acontecimientos, donde al principio los cromosomas se encuentran
muy alargados y se aparean. Posteriormente en los cromosomas homólogos se da el
entrecruzamiento.
Metafase I: Los cromosomas se desplazan a la zona central.

Anafase I: Los cromosomas se separan y se desplazan hacia los polos.


Telofase I: No forma una membrana nuclear y en algunas angiospermas se forma una pared éntrelos
núcleos

Profase II
Normalmente es una fase muy breve y las membranas nucleares vuelven a desaparecer.
Metafase II: Los cromosomas vuelven a ordenarse en el centro.
Anafase II: Se separan los centrómeros.

Telofase II: Se forman las paredes celulares.


Resultan cuatro microesporas en gametos masculinos y una en femeninos, con carga cromosómica
Haploide

Ciclo de las plantas sin semilla


En las plantas sin semilla, el desplazamiento del esperma hacia el cuello del arquegonio (donde
tendrá lugar la fecundación del óvulo) siempre se realiza mediante el agua, ya se presente ésta en
forma de lluvia, rocío o fluyendo por arroyos.

Plantas con la generación gametofítica dominante


Los musgos y otras plantas similares representan el único grupo de plantas terrestres que no poseen
tejidos conductores. Esto hace que su crecimiento sea limitado y que precisen de ambientes húmedos
para vivir y reproducirse.

La planta adulta es haploide; la plántula presenta estructuras similares a la raíz, el tallo y las hojas,
denominadas rizoides, cauloides y filoides, respectivamente. Sobre la plántula se desarrollan los
anteridios y arquegonios.

Plantas con la generación esporofítica dominante


Los helechos poseen un tejido conductor especializado en esporofito, que constituye la planta adulta.
Tiene raíz o rizoma, tallo y hojas desarrolladas o frondes. En los frondes se desarrollan
los esporangios, en cuyo interior se forman las esporas haploides previa meiosis. Las esporas son
diseminadas y, cuando germinan, se multiplican por mitosis, formando el gametofito o protalo.

Ciclo vital de un helecho. Los helechos presentan una alternancia de generaciones bien definida, con
una etapa haploide reducida y una diploide, que representa la fase común que conocemos.

Ciclo de las plantas con semilla


Debido a la capacidad de diseminación de la semilla, este tipo de plantas son las que presentan
mayor capacidad de colonización y mayor éxito evolutivo.
Su mayor eficacia reproductora se debe a que, a diferencia de las esporas, están formadas por
muchas células y, además, contienen alimentos que nutrirán al embrión, permitiéndole una mayor
posibilidad de supervivencia.
Los dos grandes grupos de plantas con semilla son (ver t41):
Gimnospermas: plantas con semilla desnuda o protegida por escamas.

Angiospermas: o plantas con flor y con semilla encerrada dentro de un fruto.

Ciclo vital de las plantas con flor.

Presentan diferencias en cuanto a la polinización y desarrollo del embrión, pero ambos ciclos
comparten muchas semejanzas.Tienen alternancia de generaciones y la esporofítica es claramente
dominante. La fase gametofítica está reducida a unas pocas células, encerradas dentro del ovario.

CICLO DE LAS ANGIOSPERMAS

Su órgano de reproducción sexual es la flor, constituida por: sépalos y pétalos, que forman la
envoltura floral; y estambres y pistilos o carpelos, que son los que intervienen directamente en la
reproducción.

Los carpelos están formados por:

Estigma: lugar donde se recoge el polen.

Cuello o estilo: conducto por el que pasa el polen hasta el ovario.

Ovario: contiene uno o más óvulos. Cada óvulo contiene una célula madre (megaesporógena)
diploide, a partir de la cual, y por meiosis, se obtienen cuatro megaesporas, tres de las cuales suelen
desintegrarse. La megaespora constituye el gametofito femenino, también denominado saco
embrionario. El saco embrionario permanece en el ovario y depende de él para nutrirse.

Los estambres están formados por:

Filamento.
Antera: cada antera contiene cuatro sacos de polen con células esporógenas, que forman, por
meiosis, numerosas microesporashaploides. Cada una de estas microesporas se recubre de una
pared celular resistente y se divide por mitosis formando dos núcleos haploides, que constituyen el
gametofito masculino, o grano de polen. Uno de los núcleos haploides formará el tubo polínico, y el
otro se dividirá por mitosis dando lugar a dos células espermáticas.

La fecundación se inicia cuando un grano de polen cae o es depositado en el estigma. El tubo


polínico empieza a crecer y los dos núcleos del grano de polen se mueven por su interior. Uno de los
núcleos controla el crecimiento del tubo a lo largo del estilo. El otro núcleo se divide, dando lugar a
las dos células espermáticas, o gametos masculinos.

Ocurre una doble fertilización: un núcleo espermático (gameto masculino) se fusiona con el óvulo,
formando el cigoto, que por numerosas mitosis dará el embrión (esporofito). El otro gameto
masculino se fusiona con los dos núcleos polares del saco embrionario, dando lugar a una célula
triploide, que generará tejido nutritivo. El embrión, junto con el tejido nutritivo, se recubre de una
cubierta protectora, formando la semilla. A partir del ovario se formará posteriormente el fruto, que
encierra y protege a la semilla y facilita su dispersión.

CICLO VITAL DEL PLASMODIUM


El plasmodium es un hematozoario, es decir, un organismo unicelular y parásito de los glóbulos
rojos de la sangre. El plasmodium provoca el paludismo. Lo encontramos, principalmente, en África
subsahariana y el regiones cálidas. Se transmite al hombre a través de la picada del
mosquito anófeles. El anófeles es el vector del plasmodium y el hombre es su huésped. Cuando un
mosquito pica a una persona infectada puede vehicular el plasmodium y transmitir el parásito a una
persona sana.

Causa la malaria humana cuando una persona es contagiada por una de las cinco
especies de Plasmodium que afectan al género humano: P. falciparum, P. malariae, P.
ovale, P. vivax y P. knowlesi.

El Plasmodium necesita de dos huéspedes para desarrollar su ciclo vital. En una primera
etapa, el microorganismo infecta a la hembra del mosquito anopheles, alojándose en el tubo
digestivo y en las glándulas salivales de ésta. Es desde este punto, desde las glándulas salivales del
mosquito anopheles portador de una de las cinco especies de Plasmodium que afectan a las
personas, desde dónde se produce la transmisión al segundo huésped. Al picar a una persona, el
mosquito anopheles inyecta/inocula en el torrente sanguíneo humano la primera de las formas
de Plasmodium en el cuerpo humano: los esporozoítos.

El esporozoíto es la primera forma del Plasmodium en el organismo humano. Al sufrir la


picadura del mosquito anopheles infectado el parásito inoculado alcanza, por el torrente
sanguíneo de la persona, el hígado, donde invade las células hepáticas adhiriéndose
a los receptores de la membrana del hepatocito mediante una proteína.
Una vez instalado en el hígado humano, el Plasmodium madura hasta adoptar una nueva
fase: el esquizonte.
La maduración del Plasmodium (en forma de esporozoíto) en el hígado de una persona
alcanza cuando, desde las células hepáticas y por disgregación
(esquizogénesis), el Plasmodium se transforma en esquizonte o esquizonte hepático. En
el hepatocito, el esquizonte lleva a cabo una replicación asexual que le permite alcanzar
la forma de merozoíto. En cada célula hepática infectada puede producir entre diez mil y
treinta mil merozoítos en un plazo de entre dos semanas y un mes desde la picadura. Al
transformarse en merozoíto, el Plasmodium rompe la célula hepática en la que se ha
producido la reproducción asexual, liberándose -de nuevo- en el torrente sanguíneo.

El merozoíto abandona el hígado y comienza su camino por el torrente sanguíneo con un


único objetivo: colonizar los glóbulos rojos (eritrocitos o hematíes) de la persona,
responsables de distribuir el oxígeno por todo el cuerpo gracias a sus altos niveles de
hemoglobina. Al invadir el eritrocitos, el merozoíto comienza a alimentarse de la
hemoglobina que este contiene. En esta fase, el merozoíto alcanza la fase de trofozoíto.
Sin embargo, mientras degrada el glóbulo rojo, el merozoíto puede llevar a cabo hasta
cinco reproducciones asexuales que liberan nuevos merozoítos al torrente sanguíneo,
provocando más infecciones de glóbulos rojos por parte del parásito el Plasmodium.

La evolución en gametocitos masculinos y femeninos provocaría la infección de la hembra -


sana- de mosquito anopheles que picara a una persona infectada por malaria. En este caso,
la picadura del mosquito no inocularía Plasmodium en el torrente sanguíneo humano, sino
que sería absorbido por el mosquito junto con la sangre. La fertilización del Plasmodium se
produce en el intestino del mosquito, donde se formará el cigoto que evolucionará en
forma de ooquineto. El ooquineto alcanzará la fase de ooquiste, punto en el que
comenzará la producción de miles de esporozoítos que podrán ser inoculados en nuevos
seres humanos.

DEFINICION: Con el regreso del parásito al vector de transmisión se cierra el ciclo biológico
de la malaria o fases de evolución del Plasmodium. En una primera fase, el
microorganismo alcanza el tubo digestivo (al que accede junto con la sangre del ser
humano picado) de una hembra de mosquito anopheles sana, infectándola y
evolucionando sexualmente hasta alcanzar la forma de esporozoíto. Los esporozoítos
infecciosos pueden, a través de la picadura de esta hembra de mosquito anopheles -ahora,
ya infectada por el parásito-, introducirse en el torrente sanguíneo humano, desarrollando
su ciclo biológico asexual tanto en el hígado como en los glóbulos rojos, tras pasar las
fases de esquizonte, (hipnozoíto), merozoíto y trofozoíto. Sin embargo, los merozoítos que
evolucionen hasta ser gametocitos masculinos (microgametocitos) y femeninos
(macrogametocitos), tendrán la oportunidad de continuar el desarrollo del Plasmodium con
una nueva picadura de un vector no infectado.

Referencias
CCM Salud. (2018). Plasmodium - Definición. [online] Available at:
https://salud.ccm.net/faq/15748-plasmodium-definicion [Accessed 5 Sep.
2018].
Plasmodium. (2018). Fases de evolución del Plasmodium - Ciclo biológico de
la malaria. [online] lamalaria.com. Available at:
http://lamalaria.com/formacion/evolucion-plasmodium-ciclo-biologico-
malaria/ [Accessed 5 Sep. 2018].

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