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ventana de Johari.

Conócete mejor con la ventana de Johari.


30 septiembre, 2013 Pilar Torrijos Gijón 38 comentarios

La Ventana de Johari es una herramienta muy útil para el análisis de uno mismo, y la gran ventaja es que se
puede aplicar en cualquier área de la vida (con la familia, amigos, en el trabajo, compañeros de clase, etc.)

Se trata de un sencillo modelo que ayuda a comprender la forma en que procesamos la información y cómo
varía la percepción que tenemos de nosotros mismos y de los demás.

La clave es estar abierto a los comentarios que otras personas nos hacen para conocernos mejor.

Dice un proverbio árabe:

Si un hombre te dice que pareces un camello, no le hagas caso; si te lo dicen dos, mírate a un espejo.

Viene a decir que si hay mucha gente que coincide en una misma opinión sobre ti, es posible les hayas dado
razones de sobra para que opinen de esa manera. Si no les quieres escuchar, allá tú; pero eso es lo que proyectas
al exterior.

Charles Handy llama a este concepto la casa de cuatro habitaciones de Johari y se muestra en forma de 4
cuadrantes como aparece en el siguiente diagrama.

Estos cuadrantes están permanentemente interactuando entre sí, por lo que si una de las áreas aumenta o
disminuye, ese cambio afecta a todas las demás.

Cuadrante 1: Área Pública


Es la parte de nosotros mismos que los demás también ven.

Son comportamientos que dejamos al descubierto, ya sean buenos o malos. Nos movemos en esta área cuando
intercambiamos información con los demás.

Según la teoría, “la persona en la que predomina el área pública vive de manera más armónica y sana, pues
se muestra tal cual es, se conoce a sí misma y no vive con miedo a que los demás la conozcan”.

Cuadrante 2: Área Ciega

Es la parte que los otros perciben pero nosotros no, es decir, lo que los demás saben de nosotros y no
nos cuentan.

Lo que comunicamos sin saberlo.

En muchas ocasiones, éste área es la fuente de nuestros problemas de comunicación con los demás.

No es fácil aceptar este tipo de información sobre nosotros mismos cuando se trata de una característica
negativa que no reconocemos. Aun así hay que estar abiertos para aprender más sobre la impresión que
causamos a los demás.

Cuadrante 3: Área Oculta


Es el espacio personal privado.

Lo que sabemos de nosotros mismos pero que no queremos compartir.

En realidad, son sentimientos, ideas, secretos, miedos… cualquier cosa que queremos ocultar a los demás. Y
lo ocultamos porque pensamos que no nos van a comprender, no nos van a apoyar o que el grupo no lo va a
aceptar.

Cuadrante 4: Área Desconocida

Es la parte más misteriosa del subconsciente que ni uno mismo ni los demás logran percibir.

Un área donde se encuentran capacidades o habilidades ocultas. Una ventana desde donde podemos explorar
cosas nuevas.

Los creadores de este modelo nos dicen que “en esta parte de la ventana se encuentran los sentimientos
reprimidos, miedos desconocidos, fobias, y comportamientos condicionados desde que eras un niño”.

¿Quieres conocerte mejor?

Si estás dispuesto a conocerte mejor, los esfuerzos hay que ponerlos en el cuadrante 2.

¿Quieres saber cómo?

Pidiendo feedback o retroalimentación a las personas más cercanas. Que te digan honestamente lo que opinan
de ti.

También es importante reducir el cuadrante 3 (área oculta). Si estás ocultando cosas a tu familia o amigos, eso
podría crearte problemas futuros. Lo mejor es ser honesto en tus relaciones.
Para ello, te propongo un ejercicio creado por los autores de la ventana de Johari.

Sigue estos pasos:

1. Escoge de la lista entre 5-6 características que tú consideres que son las que mejor te representan.

2. Da a elegir a un grupo de personas las 5-6 características que según ellos son las que mejor te definen.

3. A partir de aquí, tú mismo puedes construir tu propia ventana de Johari:

 Clasifica como Públicos aquellos rasgos que tú has identificado y al menos otra persona ha coincidido
contigo.
 Clasifica como Ciegos los rasgos que otros han señalado pero tú no.
 Agrupa como Ocultas las características que tú has enumerado pero que los demás no han reconocido
en ti.
 El resto de rasgos ponlos en el área Desconocida. Se recogen en esta área por descarte, no significa
que necesariamente formen parte de tu subconsciente.

Si te animas a hacer este ejercicio, seguramente descubrirás habilidades y puntos fuertes que no sabías que
tenías.

Sin embargo, si quieres ir más allá y descubrir los rasgos negativos que tienes en tu área ciega, aquí tienes
una lista que te puede servir. No te dejes intimidar. 😉
De la ventana de Johari me quedo con dos ideas fundamentales:

La confianza y el compañerismo entre las personas va creciendo a medida que se va revelando información
sobre uno mismo y sobre lo que hasta ahora formaba parte de lo privado y personal.

La confianza nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas las preguntas.
(Wallace Stevens)

Cada persona puede aprender a conocerse a partir de los comentarios de los demás. Tanta gente no puede estar
equivocada, ¿o sí?

¿A qué estás esperando? ¡Buena suerte!

Si te ha resultado útil compártelo en tus redes sociales. ¡Gracias!

Conócete mejor con la ventana de Johari (2ª parte)


18 abril, 2016 Pilar Torrijos Gijón 6 comentarios

Hace cosa de dos años publiqué una entrada que tuvo muy buena acogida.

Hoy puedo decir que es el post más visto, leído y compartido de cuantos integran este blog. Lleva por título
Conócete mejor con la ventana de Johari, y como puedes suponer le tengo especial cariño.

Si no conoces la ventana de Johari, te recomiendo que antes de seguir leyendo hagas clic en el vínculo anterior
y te pongas al día. Es una herramienta extremadamente útil para la vida en general, y ese es principal motivo
por el que tiene tanto éxito. Es una herramienta psicológica sencilla, útil y práctica. Haz clic y serán los cinco
minutos más aprovechados del día.

Desde entonces, he ido recibiendo peticiones para que ampliase el contenido del post (reconozco que era claro
pero escueto). Y aquí está el resultado. Procuraré dar respuesta a las preguntas que me habéis hecho
profundizando un poco más en este magnífico modelo.

Lo bueno de la ventana de Johari es que puedes aplicarla en diferentes entornos y situaciones –familiar, social,
académico, profesional–; pero a pesar ser tan versátil siempre persigue el mismo fin:

 ampliar la idea que tienes de ti mismo


 ser consciente de tu propia personalidad
 fortalecer vínculos con los demás (las personas que te dan feedback)

¿Por qué dicen que es tan importante conocerse a sí mismo?

Bueno, ésta no es una moda reciente, ya los sabios griegos lo decían: conócete a ti mismo. Y si la
recomendación ha llegado hasta nuestros días por algo será.

Conocerte bien es una de las mejoras cosas que puedes hacer por ti. Pensarás ¿qué me puede aportar el
autoconocimiento?

En mi opinión, Todo.

Porque si conoces tus fortalezas, las potenciarás; si sabes de tus debilidades, estarás en disposición de hacer
algo para cambiar; y si eres capaz de identificar tus emociones podrás manejarlas y controlarlas mejor. Lo
cual no significa que las reprimas, sino que al ser consciente de ellas puede aprovecharlas en tu propio
beneficio y de los que te rodean.

¿Dirías que te conoces bien?

Si quieres, podemos hacer la prueba ahora mismo.

Por ejemplo, en el próximo minuto ¿sabrías mencionar tres puntos fuertes y tres puntos débiles que te
caractericen? (…) Los segundos son más difíciles, lo sé. Sobre esto tienen mucho que decir los profesionales
de Recursos Humanos. A pesar de ser una pregunta de libro, con muchas posibilidades de ‘caer’ en las
entrevistas de selección, sólo un pequeño porcentaje de candidatos es capaz de responder con soltura y
decisión qué se le da bien hacer y en qué necesita mejorar. Por lo tanto, el autoconocimiento es fundamental,
aunque solo sea para poder superar con éxito entrevistas de trabajo.

¿Quién fue Johari?

Johari no es una persona, sino dos.

Esto precisa una aclaración.

Según la wikipedia, la palabra Johari es el resultado de la unión de las iniciales de los nombres de pila de los
creadores de la ventana. Joseph Luft (1916–2014) y Harrington Ingham (1914–1995). Si unes las letras en
negrita obtendrás la palabra Johari. Así de originales fueron.

DESCUBRE QUIÉN ERES

Según el modelo, cada persona está representada en un diagrama con cuatro áreas o zonas distintas. Estas
cuatro áreas son el resultado de combinar dos columnas y dos filas superpuestas entre sí.

Las columnas representan el YO.

Las filas representan a los OTROS, los miembros de un grupo o de un equipo.

Hay que decir que si bien la ventana de Johari se aplica normalmente a un individuo (Yo) con respecto a un
grupo (los otros/los demás), el modelo también se puede utilizar para desarrollar colectivos o equipos de
trabajo. En este caso, el ‘Yo’ sería el grupo y ‘Otros’ sería otros grupos o colectivos diferentes.
El diagrama simboliza el grado de Información (en la siguiente imagen) que se conoce de una persona, en
términos de si es conocida/desconocida por ella misma y de si esa misma información es
conocida/desconocida por los demás.

Cuando ambas variables se cruzan forman cuatro partes que representan las cuatro áreas de la Persona sobre
la que se aplica la ventana:

1. Área Pública
2. Área Ciega
3. Área Privada
4. Área Desconocida

Vamos a ver cada uno de los cuadrantes como si se tratara de tu propia ventana.

1. Tu área Pública

Yo conozco – los Demás conocen


También se la conoce como área abierta. Contiene toda la información que has elegido compartir con otras
personas.

Puede ser información importante y valiosa o bien insignificante y trivial, depende de ti. Pero lo que la
caracteriza es que has decidido hacerla de dominio público.

Mi área pública representa lo que yo sé de mí mismo y lo que el grupo conoce sobre mí….

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En este cuadrante las suposiciones no existen. Tampoco las conjeturas. La información fluye con total
tranquilidad y despreocupación. Son aspectos de tu personalidad que te apetece compartir con los demás y
éstos responden proporcionando feedback sin mostrar ningún tipo de reparo. Recuerda que la ventana está
abierta.

Tampoco es necesario dar información demasiado personal. Lo ideal es encontrar un equilibrio entre lo que
tú sabes de otra persona y ella sabe de ti.

De las cuatro zonas, esta área (la pública) es la más dinámica de todas. Aquí se produce el intercambio de
información, aquí es donde se fortalecen los vínculos con los demás y donde se produce el autoconocimiento.

Se podría resumir en cuatro palabras: Dar y Recibir Feedback. Y gracias a ello te ves a ti mismo tal y como te
perciben los demás.

2. Tu área Ciega

Yo desconozco – los Demás conocen

Este cuadrante abarca lo que desconoces de ti mismo, cosas de las que no eres consciente pero que los demás
sí conocen.

En otras palabras, representa todo lo que los demás saben de nosotros pero que no nos dicen.

El área ciega es como el ángulo muerto del YO. Por más que mires, no ves nada. Son palabras, miradas,
gestos… información que se nos escapa y de la que no somos conscientes (tics nerviosos, muletillas, gestos
recurrentes que nos pasan desapercibidos). Y aunque tú no seas consciente, el grupo sí los percibe y además
saca conclusiones de ello.

Aquí también se encuentran aspectos de la personalidad que nadie se ha atrevido a corregirte. ¿Acaso no te
pica la curiosidad?

El cuadrante ciego es una piedra en el camino del autoconocimiento. #VentanaDeJohari

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Insisto en esta idea. El área ciega es una gran bola que impide conocerte mejor. La piedra nunca desaparece,
siempre va a estar ahí; pero la buena noticia es que se puede erosionar y hacerse más pequeña. De ti depende
que tu área ciega tenga el tamaño de un pedrusco o de una piedrecilla.
¿Cómo se obtiene la información que vive en el área ciega?

Preguntando.

En el ámbito laboral es básico solicitar feedback. Sólo así se perfeccionan habilidades, se corrigen defectos y
se es más productivo. Vivir en la ignorancia no es que sea muy provechoso que digamos, pero cada persona
es dueño de poner sus propios límites. Sólo a ti te corresponde decidir lo que quieres saber y hasta dónde
quieres saber (no todos encajamos el feedback de la misma manera).

3. Tu área Privada

Yo conozco – los Demás desconocen

También se la conoce como área oculta. Contiene aspectos que no deseas revelar a los demás ni compartir
con nadie. Forma parte de tu YO más íntimo y personal.

La información (en forma de hechos, pensamientos, experiencias del pasado, miedos) se mantiene escondida
y oculta a ojos y oídos de los demás. Unas veces será por ocultar vicios, para no mostrar debilidad, por
vergüenza a que se conozca algún fracaso… y otras veces simplemente por timidez y modestia.

Por ejemplo, si nunca he mencionado a mi círculo de amigos que en la infancia padecí de enuresis nocturna,
esa información está bien protegida en mi área privada. Por la razón que sea no deseo darla a conocer. Digo
lo mismo que unos párrafos más arriba, cada persona es libre de decidir qué va a contar, cuánto va a revelar,
en qué momento y a quién/quiénes. Cada uno tiene su propio ritmo y se debe respetar.

¿Hay que preocuparse por tener mucha información privada oculta a los demás?

Por supuesto que no. Ocurre continuamente. Sobre todo cuando no hay suficiente confianza con el grupo,
cuando temes sentirte rechazado o si crees que la información pudiera ser manipulada.

Por lo general, la cosa funciona así: tú compartes información privada y la otra persona te paga con la misma
moneda revelando información que está en su cuadrante oculto. Por lo tanto, es lógico pensar que a medida
que aumenta el compañerismo y la complicidad con los demás, te sientas más seguro y confiado para hablar
de tus sentimientos más profundos. Y ellos contigo.

No toda la información de la zona privada son secretos que haya que guardar con discreción….

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No todo en el área privada es material delicado. También puede haber información insignificante que aún no
has tenido ocasión de contar hasta que por fin se presenta la ocasión de hacerlo.

Se entiende mejor con un ejemplo. Si en el transcurso de una conversación un compañero de trabajo menciona
que está valorando la posibilidad de invitar a un cliente a comer en el restaurante X y casualmente tú has
tenido una mala/buena experiencia anterior en ese mismo restaurante, lo normal sería ofrecer ese tipo de
información para ayudar a la otra persona a tomar una decisión. Es decir, dejas salir información de tu área
privada cuando se ha presentado la ocasión propicia. Para ti esa información es insignificante y sin embargo
pudo resultar muy valiosa para la otra persona.

4. Tu área Desconocida

Yo desconozco – los Demás desconocen

El último y cuarto cuadrante de la ventana de Johari representa al Yo desconocido.

Contiene aspectos de tu personalidad que nadie sabe, ni siquiera tú. Y en realidad lo ignoras porque al no
haber vivido determinadas situaciones, no puedes conocer con certeza cuál sería tu reacción y el
comportamiento que adoptarías llegado el caso.

En esta categoría del Yo desconocido se incluyen:

 Habilidades en potencia, talentos y destrezas aún no desarrolladas ya sea por falta de formación o falta
de oportunidades.
 Emociones latentes, sentimientos inexplorados porque no se ha vivido aún la situación propicia para
sentirlos.
 Miedos, fobias o aversiones que una persona no sabe que tiene.

Se podría decir que es algo que está en tu subconsciente –adormecido- y que aún no se ha manifestado
esperando que llegue el momento de vivir esas nuevas experiencias.

¿Recuerdas el caso del profesor Neira?

El profesor universitario que se hizo célebre por intentar impedir la agresión de un hombre a su pareja. Aquel
2 de agosto de 2008 Jesús Neira decidió enfrentarse a un hombre que maltrataba a una mujer en plena calle.
¿Qué hubieras hecho tú en su situación? ¿Hubieras actuado igual? Puede que pienses que sí, que también
intentarías impedirlo. Pero es algo que nunca sabrás con certeza a no ser que vivas una situación similar. A lo
mejor, contrariamente a lo que piensas, llegado el momento te quedas paralizado, incapaz de poder reaccionar;
o te alejas atemorizado, eso no tiene nada que ver contigo. Pues bien, a eso quiero llegar. En realidad tienes
una idea de cómo podrías reaccionar ante una determinada situación, pero no puedes saberlo con certeza hasta
que por fin lo vives en primera persona.

La información desconocida que de pronto se descubre puede tomar diferentes caminos: (1) hacia el área
pública: compartiendo con los demás la información que acabas de descubrir de ti mismo, (2) hacia el área
ciega: si es observada por los demás pero no la revelan y (3) camino del área privada: si eres tú el que la
descubres y decides mantener oculta.

PASOS PARA CONOCERTE MEJOR


Vamos a ver paso a paso cómo interviene cada cuadrante en tu propio autoconocimiento.

Paso 1: Deja que te conozcan (área Pública)

Parto de la base de que tienes metas –personales, profesionales, académicas, etc.– Algunas de ellas sabes que
puedes lograrlas por ti mismo, sin ayuda de nadie, simplemente con tu esfuerzo y voluntad. Pero también
sabes que para lograr otras metas necesitas contar con la colaboración y ayuda de la gente que te rodea.

Bien, pues aquí entra en juego tu área pública.

Cuanto más compartes sobre ti, mejor te conocen.

Cuanta más información das sobre los objetivos que tienes en la vida, más capacidad tienen los demás para
ayudarte a alcanzarlos.

Es por esto que moverse en el cuadrante público es esencial para el desarrollo de la persona. En esta área te
haces plenamente consciente de tus capacidades, sabes lo que puedes lograr por ti mismo y lo que no, creas
confianza, te dejas conocer, consolidas viejas relaciones y comienzas otras nuevas.

Paso 2: Quítate la máscara (área Privada)

¿Te has preguntado alguna vez si la información que mantienes en tu cuadrante privado te resulta útil
reteniéndola ahí o por el contario le sacarías más provecho dándola a conocer?

Piénsalo.

Quizá te interese revelar ciertas cosas que ahora tienes bajo llave.

No obstante, el objetivo no debe ser recortar tu área privada hasta dejarla en la mínima expresión. Ya hemos
visto que este cuadrante tiene que tener su propio espacio. Guardar secretos es bueno y saludable, actúa como
una barrera para protegerte de personas que puedan usar cierta información para hacerte daño.

Por lo tanto, saber discriminar el tipo de información que das a conocer es tremendamente importante. No hay
que compartir por el hecho de compartir, ni revelar información privada sin ton ni son, sino que hay
que hacerlo con cierto orden y con un propósito. Antes de revelar aspectos íntimos de tu personalidad piensa
si va a servir para generar confianza con el grupo o por el contrario podría perjudicarte.

Paso 3: Pide feedback. No temas averiguar qué huella dejas tras de ti (área Ciega)

El cuadrante ciego es el área más improductiva de todas, pero al mismo tiempo es una mina de oro para tu
propio autoconocimiento.

Si quieres reducir tu ángulo muerto, involucra a otras personas y pídeles su opinión sobre ti. Pregunta cómo
te ven, que te den detalles de tu carácter y del impacto que dejas en ellos. Se trata de averiguar lo que la
gente dice de ti cuando no estás presente. Hacer y hacerte este tipo de preguntas es básico para crecer
personal y profesionalmente.

Te propongo hacer el ejercicio que encontrarás en este enlace. Para ello necesitarás algunos amigos o
compañeros de trabajo. Es un lista de rasgos positivos y negativos con los que podrás confirmar aspectos de
tu personalidad que ya sabías y descubrir otros que desconocías. Al recibir retroalimentación sé respetuoso,
escucha y reflexiona sobre lo que te han dicho. Es un ejercicio muy revelador. ¡Ánimo!

Paso 4: Escapa de tu zona de confort (área Desconocida)

A estas alturas habrás escuchado infinidad de veces que “salir de la zona de confort te permite vivir nuevas
experiencias”. Y es cierto. Salir de tu zona de confort te hará descubrir más sobre ti mismo.
Si no te has puesto a prueba y no te has dado la oportunidad de explorar tus capacidades, nunca sabrás si tenías
un talento oculto que podías haber desarrollado.

Todos sentimos cierto miedo e inseguridad frente a lo desconocido. Sin embargo, a medida que vayas
experimentando nuevas situaciones, irás observando e identificando rasgos que desconocías tener. Unas veces
te los señalarán los demás y otras veces los descubrirás por ti mismo. Según vayan saliendo a la luz irás
construyendo una mayor conciencia de ti mismo.

Tras este repaso a las cuatro áreas de la ventana de Johari, hay que mencionar que las líneas que dividen los
cuatro cuadrantes son móviles. Imagínate que la línea divisoria es como una cortinilla o un telón que se puede
desplazar de un lado a otro. Como resultado, el tamaño de los cuadrantes varía y esto hace que un cuadrante
pueda aumentar de tamaño a costa de que otro lo reduzca.

¿Has adivinado ya qué cuadrante conviene tener más grande? Efectivamente es el cuadrante público, que
por otra parte es el que más influye en nuestro éxito y desarrollo personal.

Por suerte hay dos maneras de hacer que el área pública aumente su tamaño:

Dando feedback, divulgando y revelando información sobre ti mismo al grupo. Como ves en el primer
diagrama, el área pública gana espacio en vertical conforme el área privada mengua.

Buscando la retroalimentación de los demás y siendo receptivo a sus comentarios. En el segundo


diagrama el área pública se abre paso hacia la derecha, creciendo horizontalmente y reduciendo el cuadrante
ciego.

CUÁNDO NO UTILIZAR LA VENTANA DE JOHARI

Decía al comienzo de esta entrada que la ventana de Johari puede aplicarse a todo tipo de entornos y
situaciones. Y así es. Pero para sacar el máximo provecho a esta herramienta ha de cumplirse una condición:
tiene que haber existido un mínimo de comunicación entre la persona (Yo) y el Grupo; la suficiente como
para llegar a conocerse.

Porque si no hay un mínimo de confianza entre ambos o el conocimiento entre unos y otros es muy escaso o
casi nulo, es más que probable que la ventana de Johari no cumpla su finalidad.

Por lo tanto, se desaconseja aplicar la ventana de Johari en grupos o equipos de trabajo en los que uno de sus
miembros es nuevo o acaba de incorporarse al equipo. Y también en grupos de reciente creación donde
ningún miembro se conoce entre sí y no ha habido tiempo para compartir información.

En casos así los cuadrantes superiores (abierto y ciego) serían muy pequeños puesto que el grupo tendría un
conocimiento muy limitado del nuevo miembro del equipo, y viceversa. Por otro lado, el cuadrante oculto
sería el que más espacio ocupara dentro de esa hipotética ventana. De ahí la inconveniencia de aplicar este
modelo entre equipos que aún no se han establecido del todo.

Y para terminar, te dejo los siguientes enlaces donde podrás informarte mucho más sobre la ventana de Johari.

 Atman. Ser y Crecer. Descarga la ventana de Johari


 Modelo comunicacional. la Ventana de Johari
 Cuestionario sobre la ventana de Johari por Gabriela Alvarado

Si te ha gustado, comparte. ¡Gracias!

………………………….

El ejercicio

Apoyados en el esquema presentado anteriormente, se trataría de reconocer de forma explícita los elementos
presentes en el área pública haciéndonos aún más conscientes de su existencia; en lo que al área ciega
respecta, promover la apertura desde el respeto ajeno y la propia firmeza y seguridad de aceptar determinada
información de terceros que nos cause emociones desagradables, cierto dolor y vergüenza; apoyados en el
área oculta, identificar y, en caso de que fuera oportuno, compartir, los aspectos que nos esmeramos en
esconder a los demás como paso previo a la elaboración de un plan de acción que conlleve su gestión y
modificación; y, por último, valorar la posibilidad de adentrarnos en un proceso guiado y controlado por un
profesional como factor determinante en el mayor ajuste posible en todas las áreas vitales.

………………..

¿Tienes limpios los cristales de tu ventana de


Johari?
Antes de nada, muchas gracias a todos los que participasteis a través de Facebook y Twitter en la encuesta
de la semana pasada para elegir el tema del post de esta. El tema que se posicionó con un 50% de los votos
en Twitter y en Facebook con un 63% fue Desarrollo personal, así que allá vamos con el post que os he
preparado:

Hoy me gustaría hablaros de una herramienta de la psicología cognitiva que es imprescindible para nuestro
desarrollo personal. La podéis aplicar tanto a nivel profesional como a cualquier otra área. Si todavía no lo
habéis hecho, necesitáis conocerla sí o sí, y es que contribuye a nuestro autoconocimiento (como la
herramienta de la Rueda de la vida de la que os hablé en este otro post). La que os traigo hoy, no obstante,
tiene que ver con ventanas, cristales y percepciones. Se llama La ventana de Johari, así que prepara tu
mente abierta y tu limpiacristales favorito, ¡que empezamos!

TEORÍA
Esta herramienta fue creada en 1955 por los psicólogos estadounidenses Joseph Luft y Harry Ingham (de ahí
el nombre de Johari, es un híbrido de los dos). Partiendo de la base de que no nos podemos conocer sin la
interacción con otros, lo que nos proponen es una revisión de la forma en la que interactuamos con
nosotros mismos y con los demás. El eje horizontal se corresponde al “yo”. El vertical, a mi relación con “el
otro”. Así, como ilustro en la imagen de arriba, existen 4 áreas dentro de nosotros:

1. ÁREA 1 (área libre): lo que yo conozco de mí mismo está en sintonía con lo que los demás conocen
de mí. Es la parte de mi vida que yo decido mostrar al mundo. Existe total libertad de expresión y la
comunicación en las relaciones fluye.
2. ÁREA 2 (área oculta): existen rasgos de mí que yo conozco pero que decido no exponer ni mostrar
a los demás. Es la zona más íntima donde me importa demasiado la opinión del otro por cómo pueda
afectar a las relaciones.
3. ÁREA 3 (área ciega): incluiría lo que los demás conocen de mí pero yo no soy capaz de ver. Se
basa sobre todo en impresiones, percepciones o juicios que los demás tienen de mí y que me hacen
de espejo donde ver reflejado aquello que yo no puedo.
4. ÁREA 4 (área desconocida): contiene aquello que ni yo mismo ni los demás logramos conocer,
toda esa parte inconsciente que aún no ha salido a la luz, experiencias de nuestra infancia reprimidas
u olvidadas, incluso instintos. Puede esconder un gran potencial aún por destapar.

PRÁCTICA
Una vez hemos entendido la teoría, pasemos a la práctica. Te toca a ti reflexionar sobre tu ventana de
Johari. No te llevará más de 5 minutos y es un ejercicio muy potente. Sigue las instrucciones que te marco a
continuación teniendo en cuenta el contexto (es decir, puedes situarlo en un área de tu vida en concreto
como la familia, trabajo, amistades o hacerlo en general). Necesitarás papel y boli -o Paint si lo prefieres- 😉
:

1. Dibuja un cuadrado o un rectángulo


2. Escribe 0 en la esquina superior izquierda, 10 en la derecha y 10 en la inferior izquierda. Debería
quedarte así:
3. Imaginemos que la línea horizontal superior que has trazado es una escala de 0 a 10, donde 0 tiene el
valor mínimo y 10, el máximo. En esta escala, responde a esta pregunta: ¿cuánto te importa lo que
piensen los demás de ti en el contexto que has elegido? Haz una marca en tu resultado.
4. A continuación, fíjate en la línea vertical. De una escala de 0 a 10, ¿cuánto te animas a decir lo que
piensas? Reflexiona sobre ello y una vez lo tengas, pon también una marca en tu resultado.

Te debería quedar algo así, te muestro un ejemplo:

Una vez tengas esto, ha llegado el momento de interpretar tu ventana teniendo en cuenta las áreas que os
mostraba en la primera imagen (arriba del todo del post):

En este ejemplo a la persona le importa bastante lo que piensen los demás de ella y tampoco se anima
demasiado a mostrar su opinión. Puede ser que se trate de una persona bastante introvertida y que esté en
proceso de autodescubrimiento. ¿El escenario ideal? Tener un área abierta lo más amplia posible porque
significaría que nos conocemos, no nos da miedo mostrarnos a los demás y así el resto de áreas que no se
nos muestran disminuirían.

Una ventana con un área libre más amplia todavía, que por ejemplo mostrara este aspecto
denotaría una persona abierta, que tiene pocos secretos ocultos y que se conoce bien.

El extremo contrario sería una ventana que tuviera unas ámplias área ocultas y desconocidas, así:

Representaría pues a una persona que no se conoce todavía lo suficiente e introvertida con los demás.

Estos 4 cuadrantes de la ventana de Johari no son estancos, sino que representan una fotografía de tu
momento actual. Van aumentando y disminuyendo según el contexto y tu grado de desarrollo personal.Si
deseas aplicar esta herramienta al desarrollo de equipos o grupos, solo deberás sustituir la percepción del
“yo” por la del equipo o grupo en cuestión.

¿Cómo ha sido tu ventana? ¿Necesitas que te ayude a interpretar los resultados? ¡Cuéntamelo todo abajo en
Comentarios o a través de un email a info@liderazgoparaelcambio.com! Estoy deseando saberlo 🙂

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