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830004050
Docente
Dr. Juan Carlos de la Rosa
Modelos y núcleos
La fundición con arena requiere un modelo , es decir, un ”patrón” de tamaño real de
la pieza, aunque más grande para que se tome en cuenta las tolerancias por
contracción y maquinado en el fundido final. Los materiales que se usan para
fabricar modelos incluyen madera, plásticos y metales. La madera es un material
común para hacer modelos debido a la facilidad para darle forma. Sus desventajas
son que tiende a deformarse y la arena que se compacta alrededor de ella la
erosiona, lo que limita el número de veces que puede volver a utilizarse. Los
modelos de metal son más caros, pero duran mucho más. Los plásticos representan
un acomodo entre la madera y el metal. La selección del material apropiado para el
modelo depende mucho de la cantidad total de fundidos por hacer.
Moldes y su fabricación
Las arenas de fundición son sílice (SiO 2 ) o sílice mezclado con otros minerales.
La arena debe tener buenas propiedades refractarias, es decir, capacidad de
soportar temperaturas altas sin que se funda o sufra algún otro tipo de degradación.
Otras características importantes de la arena son el tamaño del grano, su
distribución en la mezcla y la forma de los granos individuales. Los granos pequeños
dan una mejor superficie al terminado de la pieza fundida, pero los de tamaño
grande son más permeables (para permitir el escape de los gases durante el
vertido). Los moldes elaborados con granos irregulares tienden a ser más fuertes
que los hechos con granos redondeados debido a la imbricación, aunque ésta tiende
a restringir la permeabilidad.
La operación de fundición
Después de colocar en posición el núcleo (si lo hay) y de que las dos mitades del
molde se hacen embonar, se procede a hacer la fundición. Ésta consiste en el
vertido, solidificación y enfriamiento de la pieza fundida. El sistema de paso y la
mazarota del molde deben diseñarse para llevar metal líquido a la cavidad y
proporcionarle almacenamiento suficiente durante la contracción por solidificación.
Debe permitirse que escapen el aire y los gases. Uno de los peligros durante el
vertido es que la flotación inducida por el metal fundido desplace al núcleo. La
flotación resulta, según el principio de Arquímedes, del peso del metal fundido que
desplaza el núcleo. Dicha fuerza tiende a elevar el núcleo y es igual al peso del
líquido desplazado menos el peso del núcleo en sí. En forma de ecuación se
expresa así:
Fb=Wm−Wc
BIBLIOGRAFÍA
Groover, M. P. (2007). Fundamentos de manufactura moderna: materiales, procesos y
sistemas (3a. ed.). Capítulo 10 y 11.