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Psiquis

Psicopatología de la epilepsia
Dr. José Luis González de Rivera*

Psiquis 1981 ; 2: 64-80

Resumen lógicas de la epilepsia, o en la reacción psicoso-


cial suscitada por la enfermedad. Las modificacio-
Las alteraciones psicopatológicas presentes en nes metabólicas inducidas por la medicación anti-
pacientes epilépticos pueden agruparse en icta- epiléptica juegan también un papel en ciertas al-
les, peri-ictales e interictales, según la relación teraciones piscopatológicas.
que guardan con la crisis epiléptica. Entre las pri-
meras, destacan las alteraciones de la conciencia,
estupor y semi-obnubilación, los movimientos au- Abstract
tomáticos propios de descargas psicomotoras, al-
gunas descargas que reproducen pautas típicas Epileptic psychopathology is classified in ictal,
de expresión emocional, como llanto, risa (epi- peri-ictal and inter-ictal, according to temporal
lepsia gelástica), cólera, etc. y descargas autonó- relationship with the epileptic crisis. Ictal psycho-
micas, como la «epilepsia abdominal» que puede pathology includes disturbances of conscious-
confundirse con trastornos psicógenos. La psico- ness, automatic movements, discharges mimick-
patología peri-ictal puede ser pre-ictal, constitui- ing emotional expression and vegetative phe-
da por auras de tipo autonómico, visceral, per- nomena, which must be considered in the differ-
ceptual, -desde distorsión de la experiencia a ential diagnoses of some neurotic and psychoso-
complejas alucinaciones- y emocional. Auras que matic disorders. Peri-ictal psychopathology may
preceden crisis abortivas son de particular inte- be pre-or post-ictal. The epileptic aura is the
rés, por la dificultad diagnóstica que presentan typical pre-ictal psychopathological manifesta-
en ausencia del ataque epiléptico clínico. La psi- tion, and it may range from subtle distortion of
copatología pre-ictal post ictal más importante la the experience to complex hallucinations. Visce-
constituyen los delirios confusionales, en ocasio- ral-autonomic and emotional auras are also com-
nes acompañados de serias manifestaciones agre- mon. The diagnosis may be obscured in cases
sivas. Las alteraciones interictales son las que no where the aura is followed by not readily ap-
guardan relación temporal directa con el ictus parent, subclinical seizures. The most important
epiléptico, e incluyen caracteriopatías, psicosis post-ictal pathology are confusional psychotic
(generalmente esquizofreniformes), y síndromes episodes, occasionally accompanied by severe
dementiformes. aggressivity. Inter-ictal manifestations are those
Existe controversia sobre si el origen causal de which are not in direct temporal relationship with
estos trastornos ha de buscarse en las raíces bio- the epileptic seizure. They include personality
disorders, psychoses, mainly of a schizopheni-
*Instituto de Psicoterapia e Investigación Psicosomá- form type, and dementiform syndromes.
tica. Avenida Islas Filipinas, 52. Madrid-3. There is still controversy on the origin of the

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epileptic psychopathology as biological, like the ser explicada por otros factores que la localiza-
epileptic neuropathology, or as reactive to the ción del foco epileptógeno (7, 8).
psychosocial stress caused by the disease. Meta- Como HERRINGTON apunta, (2), el notable des-
bolic modifications induced by anticonvulsant acuerdo encontrado en la literatura es tal vez de-
drugs may also play a role on some psychopatho- bido a la difícil comparabilidad de los diversos es-
logical manifestations. tudios, ya que los criterios diagnósticos, tanto
neurológicos como psiquiátricos varían de estudio
a estudio, así como la población estudiada: pa-
cientes ambulatorios en unos casos, instituciona-
lizados en otros, incluso pacientes tan severa-
El síndrome epiléptico, especialmente la epilep- mente incapacitados que la extensa neurocirugía
sia generalizada, viene ya asociado desde la anti- parece indicada.
güedad con la idea de alteraciones mentales, co- Por otra parte, el estudio electroencefalográfico
mo puede verse en la alusión de HERODOTO al de ciertos tipos de psicóticos y de pacientes con
rey persa CAMBISES: «(Cambises) sufría desde trastornos psicopáticos del carácter y rasgos agre-
su nacimiento de la enfermedad que los persas sivos, muestran una elevada frecuencia de anor-
llaman sagrada... no es de extrañar que si el malidades en el lóbulo temporal, sin que necesa-
cuerpo sufre de una gran enfermedad, la mente riamente haya sintomatología clínica evidente de
también sea afectada». (1). epilepsia. (10).
Desde entonces, esta opinión persiste y es com- Una prueba fundamental de la profunda involu-
partida por gran número de estudiosos de la epi- cración del lóbulo temporal en los procesos emo-
lepsia, que consideran las crisis epilépticas como cionales es la aportada por PENFIELD en sus estu-
la manifestación de un trastorno más básico y dios sobre la anatomía funcional del cerebro hu-
generalizado; como una diátesis, que puede ma- mano (11, 12). Este autor, quien mediante estu-
nifestarse por un comportamiento anormal du- dio cuidadoso de las reacciones de sus pacientes
rante el período interictal, por una deterioración neuroquirúrgicos en la mesa de operaciones fue
progresiva de las capacidades intelectuales o por capaz de describir la localización de las diversas
una mayor incidencia de trastornos psiquiátricos, funciones sensoriales y motoras en la corteza ce-
comparativamente a la población en general. (2). rebral, observó, asimismo, la existencia de zonas
LENNOX (3), inicia y da autoridad a la opinión en la corteza del lóbulo temporal cuya estimula-
opuesta, indicando que la mayoría de los estudios ción era acompañada por la experiencia de esta-
sobre los aspectos psiquiátricos de la epilepsia dos emocionales diversos.
han sido realizados en instituciones para enfer- Sin embargo, la relación entre el lóbulo tempo-
mos mentales o crónicos, y que más del 90% de ral y estados psicopatológicos no es tan simple
los epilépticos no requieren admisión en tales como, por ejemplo, la flexión del pie producida
instituciones. por estimulación de la zona motora correspon-
Basándose en su experiencia clínica, este mis- diente. En primer lugar, una inmensa mayoría de
mo autor concluye que no hay evidencia para su- pacientes con lesiones traumáticas en la corteza
poner un tipo de personalidad especial o de un temporal no muestran los trastornos del carácter
síndrome de. comportamiento anormal en los epi- que se han querido asociar con esta estructura,
lépticos, aunque en ellos pueden encontrarse lo cual es incompatible con la idea de una rela-
trastornos emocionales y del carácter similares a ción de causa a efecto entre disfunción temporal
los presentados por segmentos de la población y psicopatología (13, 14).
general sometidos a un estrés psico-social equi- Por otra parte, la lobectomía temporal en pa-
valente. cientes con intratable epilepsia y trastorno del
Una solución a la controversia es sugerida por carácter, aunque dando buenos resultados en lo
GIBBS (4), indicando que los trastornos intelec- que a la epilepsia se refiere, tiene un efecto más
tuales y del comportamiento asociados con el sín- dudoso sobre los trastornos psiquiátricos (15).
drome epiléptico son de hecho sólo comunes en- La importancia del lóbulo temporal en los pro-
tre los pacientes sufriendo de epilepsia psicomo- cesos emocionales radica en sus estrechas cone-
triz. xiones con el sistema límbico (16) y las anormali-
En su gigantesco estudio sobre la epilepsia, es- dades eléctricas registradas en su superficie pue-
te autor concluye que la gran mayoría de los epi- den, de hecho, provenir de estructuras más pro-
lépticos son normales desde el punto de vista de fundas.
su personalidad y de sus funciones psicológicas, El sistema límbico, que recibe conexiones afe-
pero que aproximadamente 40% de los pacientes rentes de prácticamente todo el cerebro, y envía
con epilepsia psicomotriz presentan trastornos conexiones eferentes al hipotálamo, ganglios ba-
severos de la personalidad, y que la tercera parte sales, cuerpos mamilares, núcleos del tálamo y a
de este grupo pueden ser clasificados como psi- la corteza, cumple funciones selectivas e integra-
cóticos (5, 9). tivas mediante las cuales la experiencia subjetiva
Sin embargo, otros estudios demuestran que la es armonizada con la realizada, permitiendo la
presencia de psicopatología no es significante- organización de actividad coherente (17). MAC-
mente diferente entre los diversos tipos de epi- LEAN expresa la misma idea diciendo que el sis-
lepsia (6), o que la diferencia encontrada puede tema límbico está situado de manera tal que es

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capaz de correlacionar todas las formas de per- finalidad de las funciones motoras, sensoriales,
cepción, tanto interiores como exteriores (18). vegetativas o cognitivas del individuo. El origen
El neocortex temporal, en el que radican com- de esta alteración del comportamiento y de la ex-
plejas funciones visuales, auditivas y de comuni- periencia fue reconocido desde hace ya más de
cación (principalmente el lenguaje), así como los un siglo por JACKSON como «una descarga re-
mecanismos mnémicos correspondientes a esas pentina, excesiva y pasajera del tejido nervioso
funciones, está íntimamente ligado con las es- cerebral» (27).
tructuras límbicas del lóbulo temporal, hipocam- Desde otro punto de vista, más general y me-
po y amígdala, proporcionando un sistema de co- taclínico, los ataques epilépticos han sido consi-
nexiones integrativas entre la información alma- derados, junto con los ataques de histeria, los
cenada en la corteza cerebral sobre el mundo in- arranques de creatividad y los trastornos psicoso-
terior y exterior y los instintos o mecanismos emo- máticos agudos, como una manifestación espon-
cionales y motivacionales fundamentales, cuyo tánea, involuntaria e imprevisible de la actividad
sustrato neurológico se centra en el hipotálamo integradora cerebral durante una crisis en la con-
(19). tinuidad de la existencia (28). Así según BARKER,
Con lo antedicho se comprende la importancia un ataque («fit») se define como «un episodio de
del sistema témporo-límbico en el proceso de se- comportamiento o de experiencia con un comien-
lección de la pauta de comportamiento más apro- zo definido, una progresión y un final, que es
piada para satisfacer las necesidades del momen- precedido por una crisis en la continuidad de la
to en vista de la experiencia ganada en el pasa- actividad regular de la persona, y que es seguido
do. Lesiones en la corteza temporal que no inter- por una disminución o resolución de la crisis»
fieran con este mecanismo integrador, aunque (28).
susceptibles de producir alteraciones en el funcio- Esta conceptualización es interesante y origi-
namiento intelectual, no son acompañadas de al- nal, engloba arranques o ataques que no pueden
teraciones emocionales o del comportamiento. ser considerados propiamente «epilépticos» y po-
Por el contrario, lesiones que interrumpan o irri- ne de relieve la capacidad integradora del cere-
ten el circuito témporo-límbico son susceptibles bro frente a estímulos antitéticos, y el potencial
de producir síntomas más o menos severos en el valor adaptativo de los ataques, epilépticos o no.
área de la experiencia emocional o de la conducta. Según BARKER, la diferencia entre las crisis epi-
Por otra parte, es importante hacer notar que lépticas y las crisis creadoras estaría no tanto en
diversos factores intelectuales, sensitivos y emo- su dinamismo básico, sino en los resultados que
cionales pueden influir en las diversas manifes- producen, en la diferente aceptabilidad social de
taciones de la epilepsia a través de mecanismos una y otra, y en la medida en que realmente con-
psicofisiológicos (20). SERVIT y colaboradores tribuyen con eficacia al bienestar y progreso del
(21), después de un estudio sistemático de los individuo.
casos vistos en su clínica de la Universidad de Un ataque epiléptico puede ser una respuesta
Praga, llegaron a la conclusión de que aproxima- normal del cerebro ante ciertas circunstancias, y
damente en un 25% de sus pacientes conflictos sólo puede considerarse como patológico cuando
psicológicos y emociones fuertes jugaban un im- ocurre espontáneamente o cuando se presenta
portante papel en la inducción de episodios epi- en respuesta a estímulos que no producen habi-
lépticos. tualmente tal tipo de respuesta en sujetos nor-
La influencia de fuertes experiencias emociona- males.
les en la precipitación de crisis, así como el alivio La presentación repetida de convulsiones epi-
consecutivo al tratamiento de la labilidad emocio- lépticas en un paciente es el criterio clínico esen-
nal subyacente ha sido descrito por diversos au- cial para el diagnóstico de epilepsia. Este es un
tores (22, 23, 24, 25). síndrome relativamente común, calculándose que
entre 0,5% y 2% de la población general han su-
frido una o más convulsiones de tipo epiléptico
Epilepsia: durante su vida (29).
conceptos fundamentales Con frecuencia, los síntomas epilépticos no son
claramente reconocibles como tales, especialmen-
Bajo el nombre común de epilepsia se engloba te en las epilepsias sin o con muy ligeras mani-
un gran número de síndromes, consistentes de festaciones motoras. Muchos de estos casos, pa-
manifestaciones muy diversas, con muy distintas saban inadvertidos y eran, de hecho, no recono-
etiologías y mecanismos patogénicos, hasta el cidos como epilépticos antes de la invención del
punto que el gran neurofisiólogo y epileptólogo electroencefalograma por HANS BERGER, quien
HERBERT JASPER, insiste en que siempre se ha- realizó numerosos estudios de las ondas eléctri-
ble de la epilepsia en plural, esto es, «las epilep- cas cerebrales trasmitidas hasta el cuero cabe-
sias», para recalcar el aspecto heterogéneo de lludo, estableciendo que «el electroencefalogra-
los trastornos reunidos bajo este nombre común. ma es al cerebro lo que el electrocardiograma es
El fenómeno básico común observable en las al corazón» (30).
epilepsias desde el punto de vista clínico, es la Actualmente, mediante el uso del electroence-
convulsión epiléptica, que podemos definir como falograma resulta posible, no solamente confir-
una alteración súbita, involuntaria y carente de mar el diagnóstico de epilepsia realizado median-

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te la observación clínica, sino también poner en blemente porque sólo los casos muy graves lle-
evidencia anormalidades eléctricas neuronales, gaban a la atención del médico, los casos ligeros
cuyas manifestaciones clínicas o están ausentes o siendo ocultados para librar al enfermo y a su fa-
son difícilmente reconocibles. El valor de éstas milia del descrédito social aparejado a una «en-
abnormalidades eléctricas subclínicas es variable fermedad degenerativa», como la epilepsia era
y discutible, pero es generalmente aceptado que considerada. En palabras de FERE: «Un epiléptico
existe una cierta relación entre abnormalidades bien equipado moral y mentalmente es una rare-
electroencefalográficas subclínicas y trastornos za» (34).
psicopatológicos en pacientes sin manifestaciones Los primeros estudios serios sobre los aspectos
patentes de epilepsia (14, 31). Sin embargo, en psiquiátricos de la epilepsia fueron realizados por
enfermos con claras manifestaciones clínicas de FALRET en París en 1860 (35) y algunas de sus
epilepsia, una cierta persistencia de las anorma- observaciones y conclusiones son todavía válidas
lidades electroencefalográficas parece proteger la en la actualidad, más de un siglo después.
normalidad psíquica, habiéndose observado que FALRET agrupó los trastornos psíquicos asocia-
en muchos casos la «normalización forzada» del dos con la epilepsia en tres categorías, depen-
electroencefalograma mediante el empleo de me- diendo de la relación temporal de la anormalidad
dicación anticonvulsiva es seguida de trastornos psíquica con la crisis epiléptica. Su clasificación
de la conducta, el pensamiento o la vida emocio- de los trastornos mentales del epiléptico en icta-
nal (32). les, peri-ictales e interictales tiene todavía vigen-
Las manifestaciones clínicas producidas por la cia.
descarga epiléptica dependen, como genialmente
intuyó JACKSON, del lugar de origen de la des- Fenómenos psíquicos ictales:
carga y de las regiones del cerebro a las que esta
descarga se propaga. El más obvio y evidente de todos es la altera-
La epilepsia es por tanto manifestación y evi- ción de la consciencia, que puede ir desde el co-
dencia de reacción cerebral a una injuria de in- ma profundo del «Grand Mal» hasta ligeras obnu-
tensidad suficiente para alterar la actividad eléc- bilaciones que pueden pasar desapercibidas para
trica normal de las células nerviosas. Las caracte- el paciente y para los que le rodean, y cuya fre-
rísticas peculiares de esta manifestación depen- cuencia sólo puede ser medida mediante el elec-
den de las funciones desempeñadas por la zona troencefalograma, ayudado de técnicas telemétri-
de tejido nervioso comprometido en el proceso cas (36). Son estas pequeñas alteraciones de la
epiléptico, pudiéndose decir que los ataques epi- conciencia las que tienen más importancia psi-
lépticos ofrecen una caricatura de las funciones quiátrica, puesto que pueden explicar fenómenos
neurológicas normales. alarmantes para el paciente, tales como encon-
trarse frente a un armario abierto, sin saber lo
que se habría de buscar, o para los demás, tales
Aspectos psiquiátricos como la queja frecuente de los padres de niños
de la epilepsia con formas leves de epilepsia no convulsiva de
que «no escucha lo que se le dice». La importan-
En la progresiva diferenciación de la psiquiatría cia de considerar en estos y otros casos similares
y de la neurología como disciplinas independien- la epilepsia no convulsiva como posibilidad diag-
tes, la epilepsia queda incluida más y más en el nóstica ha sido discutida recientemente por AL-
campo de esta última. Sin embargo, el fenómeno VAREZ, en un libro magistral (37).
epiléptico presenta aspectos de gran interés para El comportamiento complejo, coordinado, con
la comprensión de funciones psicológicas, la emo- frecuencia aparentemente dirigido hacia una fina-
cionalidad y el comportamiento humano. PEN- lidad concreta, pero que es en realidad un auto-
FIELD dijo, en cierta ocasión, que la epilepsia es matismo, desligado de la consciencia y de la vo-
«el gran experimento de la Naturaleza para mos- luntad del paciente, así como la experiencia sub-
trar el funcionamiento del cerebro humano» (11). jetiva de fenómenos psíquicos complejos, son ca-
Nosotros podemos añadir que la epilepsia es el racterísticos de la epilepsia psicomotora, y son
proceso morboso en el que con más claridad pue- discutidos más adelante, en el capítulo dedicado
de verse la interrelación entre fenómenos neuro- a los aspectos psicopatológicos de la disfunción
fisiológicos y psíquicos, y por tanto una pieza cla- témporo-límbica.
ve para el estudio de la Psicosomática. Mención especial merece el raro síndrome del
La relación entre epilepsia y enfermedad men- «Petit Mal Status» introducido por LENNOX en
tal ha sido objeto de numerosos comentarios y 1945, y rebautizado posteriormente con el más
estudios, desde la más remota antigüedad (1). apropiado nombre de «Estupor Ictal» o «Estupor
Ya HIPÓCRATES notó que el cerebro era el órga- punta-onda», a causa de la típica manifestación
no cuyo enfermar producía la locura, el delirio y electroencefalográfica que le acompaña (38).
la epilepsia, y GALENO pensó que existía una re- El estupor ictal consiste clínicamente en obnu-
lación entre la melancolía y la epilepsia. bilación de la conciencia, de un tipo más ligero
Sin embargo, la frecuencia y severidad de los que en la típica ausencia o crisis de petit mal,
trastornos mentales entre los epilépticos ha sido que puede durar horas o días. El contacto con el
grandemente exagerada en la antigüedad, proba- medio ambiente no está interrumpido por com-

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pleto, el enfermo es capaz de mantener sus ojos auditivas, sobre todo si son complejas y elabora-
abiertos, de comer y beber, y de responder a das, debe hacer pensar en un proceso esquizofré-
preguntas sencillas, siempre que sean hechas nico, independiente o asociado con la epilepsia
con insistencia. El lenguaje es lento, la articula- (47).
ción defectuosa, y el comportamiento extraño y Sensaciones de extrañeza y falta de familiari-
desprovisto de sentido, aunque no suele haber dad con situaciones bien conocidas («jamais vu»)
automatismos. o por el contrario de falsa familiaridad con situa-
Las únicas manifestaciones convulsivas duran- ciones, objetos o personas que se presentan por
te este estado confusional son ligeros e incons- primera vez «déja vu»), así como la experiencia
tantes temblores miociónicos, generalmente en la repentina de sentimientos de soledad y abando-
cara, a la manera de un tic nervioso. no, generalmente acompañados de profunda tris-
El electroencefalograma muestra descargas teza, son auras típicas de la epilepsia con foco
punta-onda, generalizadas y sincrónicas, casi con- temporal anterior (45).
tinuas o por lo menos muy prolongadas, a un rit- El trastorno perceptual consiste en cambio re-
mo aproximado de 3-4 por segundo (39). pentino del tamaño de los objetos, que son vistos
como de gran tamaño (macropsia) o de pequeño
Manifestaciones psiquiátricas peri-ictales: tamaño (micropsia), o de tamaño continuamente
variable entre los dos extremos, aunque descrito
Este grupo de fenómenos psíquicos puede ser
en la epilepsia psicomotora (46, 47), parece ser
subdividido en dos fenómenos pre-ictales y fenó-
más típico de las epilepsias diencefálicas, talámi-
menos post-ictales.
cas e hipotalámicas (49).
a) Fenómenos psíquicos pre-ictales: Típico de las epilepsias diencefálicas es tam-
Un cierto número de epilépticos, especialmente bién el aura consistente en la sensación de varia-
aquellos cuyas crisis no son muy frecuentes, o ble intensidad del sonido percibido, o de variable
cuya epilepsia es de corta duración, experimen- intensidad de la luz, así como la experiencia de
tan síntomas premonitorios de una crisis inmi- intensos estados emocionales, especialmente ra-
nente, el aura epiléptica. Este aura es el único bia agresiva, injustificada, incontrolable y peligro-
síntoma subjetivo para la mayoría de los epilépti- sa (50).
cos, y su descripción es de gran importancia para Otros síntomas premonitorios de un ataque in-
la localización de la zona del cerebro donde se minente son los sentimientos de angustia y mie-
origina la descarga, antes de que esta se genera- do, encontrados en especial en pacientes con un
lice (40). foco temporal medio, así como ataques de afasia,
Las auras epigástricas son relativamente fre- también encontrados como auras en las epilep-
cuentes, así como otras auras autonómico-visce- sias de localización frontal (51).
rales que producen sensaciones tan vagas y mal Aunque las ilusiones o alucinaciones visuales
definidas que el paciente experimenta dificultad relativamente complejas las consideramos como
en describirlas. Este tipo de aura es particular- auras características de la epilepsia temporal, los
mente frecuente antes de ataques de epilepsia trastornos visuales simples, como la percepción
psicomotora, y si las manifestaciones clínicas del de colores o formas geométricas sencillas son au-
ataque mismo no son claras o no son bien des- ras características de la epilepsia con foco occipi-
critas al médico, se ve claramente el riesgo de un tal. Por otra parte, la sensación de hormigueo o
diagnóstico, precipitado y erróneo, de neurosis parestesia, generalmente en un lado de la cara o
de angustia, conversión, o de «trastorno psicoso- en una extremidad, pero en ocasiones también
mático». En ocasiones la única manifestación de en todo un lado del cuerpo, es un tipo de aura
la epilepsia es un dolor abdominal agudo, paro- que se encuentra con gran frecuencia entre los
xístico, frecuentemente asociado con náuseas, de pacientes que presentan un foco parietal (49,
varias horas e incluso días de duración (41, 43), 52).
aunque existe cierta controversia sobre la perte- En ocasiones, el aura no es seguida del ataque
nencia de este cuadro abdominal al síndrome mi- epiléptico, propiamente dicho, o bien el ataque
grañoso, más que al grupo de las epilepsias (42, consiste solamente en una intensificación de los
39). síntomas y de la obnubilación de la conciencia
Otro tipo de aura frecuente, sobre todo en la presente durante el aura. Cuando la crisis epilép-
epilepsia psicomotora, son los trastornos de la tica falta habitualmente, y el aura es la única ma-
percepción, especialmente aquellos que presen- nifestación de la patología cerebral, el interés psi-
tan un contenido elaborado. Ilusiones e incluso quiátrico de estos trastornos pre-ictales, en este
alucinaciones son posibles, siendo el paciente ge- caso más apropiadamente llamados «quasi-icta-
neralmente consciente del carácter irreal de la les»» o, empleando el término acuñado por LEN-
experiencia. Alucinaciones auditivas son poco fre- NOX, «equivalentes epilépticos» (53), es eviden-
cuentes, siendo las más frecuentes las visuales, te. Trastornos incomprensibles de la conducta,
olfativas y sensoriales, en este orden (5). repentinos, recurrentes y de corta duración, dolor
Las auras olfativas requieren una cuidadosa in- episódico inexplicable, disfunciones autonómicas
vestigación neurológica, ya que con frecuencia periódicas, y muchos otros síntomas que pueden
están asociadas con un proceso tumoral cerebral fácilmente considerarse como psicógenos pueden
(39), mientras que la presencia de alucinaciones ser en realidad manifestaciones de epilepsia lar-

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vadas; equivalentes epilépticos que responden epilepsia psicomotora, característicamente tor-


mucho mejor a la difenilhidantoína que a muchos pes, lentos y raramente causando daño, los actos
años de psicoterapia. agresivos realizados en el estado de delirio post-
Otro tipo de trastorno pre-ictal es lo que po- ictal son rápidos, imprevisibles y extremadamen-
dríamos llamar pródromos del ataque epiléptico, te efectivos. El paciente puede estar hablando
que, a diferencia del aura, precede al ataque por tranquilamente después de una crisis convulsiva,
varios días, es inespecífico con respecto a la loca- cuando repentinamente se abalanza sobre la per-
lización cerebral del foco epileptógeno, y se ca- sona más próxima, golpeándola con gran rapidez
racteriza más por alteraciones caracteriales que y efectividad. El único signo premonitorio a veces
perceptuales. presente es una brusca dilatación pupilar, segui-
El enfermo puede mostrar un aumento de la da en cuestión de segundos por el fulminante
irritabilidad, sentimientos de insatisfacción, ten- ataque.
dencias agresivas que él mismo considera como Según NIEDERMEYER (39), el mecanismo neu-
injustificadas y numerosos síntomas somáticos rofisiológico básico de este comportamiento con-
difusos y mal definidos, probablemente corres- siste en recuperación parcial de estructuras lím-
pondientes a la percepción de vagas sensaciones bico-diencefálicas después de la convulsión ge-
viscerales. neralizada, con persistente inactividad de los cen-
En ocasiones el enfermo puede experimentar tros corticales superiores que ejercen una función
durante días una ligera sensación de angustia, de inhibidora. Este cuadro delirante-agresivo post-
malestar, la impresión de que «algo malo va a ictal puede durar hasta dos semanas, y se pre-
pasar». Otro pródromo característico es la sensa- senta casi exclusivamente en epilépticos cróni-
ción de torpeza, lentitud y falta de agilidad men- cos, cuyas convulsiones siempre han sido pobre-
tal, dificultades de concentración, etc. mente controladas, y que con frecuencia mues-
Cuando finalmente sobreviene la crisis, fre- tran en el electroencefalograma un foco tempo-
cuentemente sin aura a pesar del pródromo, el ral, además de las anormalidades generalizadas
enfermo se encuentra después aliviado, como si propias del grand mal. (55).
el ataque epiléptico le hubiera servido para des-
cargarse de su tensión insoportable. Este fenó- Manifestaciones psiquiátricas inter-ictales
meno ha sido considerado por ALONSO FERNAN-
Pertenecen a este grupo aquellas alteraciones
DEZ (54), siguiendo a SCHORSCH, como típico
de la personalidad, el intelecto, la vida emocional
de lo que él denomina epilepsia procesal, concep-
y el comportamiento que permanecen más o me-
to que indica el aspecto de proceso funcional de
nos estables y llevan una existencia relativamen-
este tipo de epilepsia, con una intensificación
te independiente de las crisis epilépticas, aunque
progresiva antes de la crisis, responsable de las
pueden acentuarse transitoriamente en el período
alteraciones prodrómicas, un clímax que llega a
pre-ictal y agravarse progresivamente en cada
exceder el nivel convulsivo del cerebro, produ-
fase post-ictal.
ciéndose así el ataque epiléptico, y una vuelta a
La controversia sobre la incidencia relativa de
cero después del ataque, explicándose así la sen-
trastornos psiquiátricos entre los epilépticos, y
sación de alivio del paciente.
sobre la definición exacta de estos trastornos,
b) Fenómenos psíquicos post-ictales. data de largo tiempo y abunda en comunicacio-
La sensación de alivio experimentada por algu- nes y estudios en apariencia contradictorios.
nos epilépticos (y por los que les rodean) des- Si consideramos por un momento la seriedad
pués de una crisis ya ha sido mencionada en el del síndrome epiléptico, con todas sus implicacio-
párrafo anterior. Sin embargo, otros enfermos se nes a nivel biológico, psicológico, y social, com-
sienten peor, sus trastornos caracteriales e inte- prenderemos prontamente que el enfermo epi-
lectuales se agravan, y pueden mostrar otros sig- léptico está sujeto a considerable stress, físico y
nos y síntomas de interés psiquiátrico. Este úl- psicosocial, y que por lo tanto su propensión a la
timo tipo de epilépticos es el que ALONSO FER- enfermedad mental es mayor que la de un indivi-
NANDEZ considera como sufriendo de «epilepsia duo no sometido a tal stress.
estacionaria», en contraposición con los del pri- En el plano biológico, en primer lugar, la exis-
mer grupo, que sufriría de epilepsia procesal tencia de sintomatología epiléptica presupone la
(54). existencia de una disfunción cerebral subyacente.
Después de una crisis de grand mal el paciente Esta disfunción cerebral se manifiesta de manera
puede caer en un sueño de varias horas e incluso más patente y dramática en la crisis epiléptica,
días de duración, con recuperación paulatina de pero también en muchas otras formes, más sola-
la actividad cerebral. En otras ocasiones, puede padas, como en pérdidas de memoria, bloqueo
presentarse un delirio post-convulsivo, con des- de la capacidad de abstracción intelectual, tras-
orientación, abolición o severa disminución de las tornos de la atención...
capacidades intelectuales y de discernimiento, y, La disfunción cerebral puede dificultar la com-
característicamente, con agitación motora y re- prensión de la información proporcionada en las
pentinos accesos de extremadamente violenta relaciones humanas, el pensamiento puede vol-
agresividad. A diferencia de los actos agresivos verse borroso, la retención inmediata de las me-
que pueden formar el contenido de un ataque de morias inexistente, todo ello preparando el cami-

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no para el comportamiento social inadecuado, tico, su familia, amigos, testigos de sus crisis
dando la impresión de lentitud, insistencia y mi- convulsivas, se sienten continuamente frustrados
nuciosidad, tan frecuentemente descrito en los por esta imposibilidad de llegar a un entendi-
epilépticos. miento empático del sufriente, base de la ayuda
Las percepciones y experiencias sensoriales psicológica que los allegados prestan en otras
anormales, también producto de la disfunción ce- condiciones patológicas, y que al mismo tiempo
rebral, presentan al enfermo con una vivencia sirve para dar una sensación que la presencian.
irreal del mundo, con frecuencia desagradable y La cronicidad del síndrome epiléptico, la repeti-
angustiante, que puede servir de base para las ción sin esperanza de la misma agonía convulsiva
reacciones emocionales anormales descritas en una y otra vez, con su secuela de incapacidades
los epilépticos, tales como irritabilidad, labilidad y ostracismo social, llega a constituir una carga
emocional y excesiva sensibilidad. tan pesada que aproximadamente un 5% de los
Finalmente, algunos epilépticos muestran en epilépticos con incapacidad severa terminan sus
los días que siguen a la crisis una disforia emo- vidas suicidándose (61).
cional, con depresión, sentimientos de inferiori- En vista de lo antedicho, no hemos de extra-
dad, angustia y en ocasiones experiencia subje- ñarnos que los pacientes epilépticos sufran con
tiva de cólera, que no es manifestada abierta- frecuencia de trastornos mentales, tanto como
mente (14). Este tipo de alteraciones parece te- expresión de la patología cerebral subyacente,
ner una base más bien psicógena que orgánica, y tanto como expresión de mecanismos reacciona-
ha sido atribuido a la distorsión del sentimiento les psicológicos.
de identidad personal a causa de la experiencia La patología psiquiátrica generalmente admiti-
de un estado alterado de la consciencia (15). da como expresión de la anormalidad cerebral
Aunque no existen estadísticas precisas a este engloba tres síndromes característicos: la deses-
respecto, la disforia emocional postictal parece tructuración epiléptica de la personalidad o alte-
presentarse con más frecuencia entre los epi- ración caracterial, las psicosis agudas, general-
lépticos que sufren de crisis psicomotoras, y, se- mente esquizofreniformes y los cuadros demen-
gún HOROWITZ (15), especialmente en aquellos ciales.
que experimentan complejos estados psíquicos La patología psicorreactiva está peor definida
como arte de su ataque epiléptico. en la literatura, pero podemos incluir en ella al-
En la esfera de lo psicosocial, el enfermo epi- gunos rasgos anormales de la personalidad, sín-
léptico se encuentra sometido a fuertes tensiones tomas neuróticos y psicopáticos que constituyen
a causa de su dolencia, en primer lugar por ser el un intento de manejar el trauma psicológico de
fenómeno epiléptico inaceptable a los ojos de la padecer una epilepsia y la utilización de patología
sociedad, y al mismo tiempo imposible de mante- epiléptica o pseudo-epiléptica para la resolución
ner secreto, a diferencia de otras condiciones que neurótica de situaciones conflictivas en otras
también encuentran un fuerte rechazo social. En áreas de la vida psíquica o de las relaciones in-
segundo lugar, la epilepsia es un trastorno cróni- terpersonales.
co y recurrente, es decir, que interfiere de mane-
ra continua con la libertad y actividades del pa-
1) Patología caracterial en la epilepsia
ciente, y le infiere una incapacidad que en oca-
siones puede ser prácticamente total. Desde hace casi cien años se discute el proble-
La inaceptabilidad social de la epilepsia es in- ma de la existencia de una «personalidad epilép-
terpretada como una expresión de la fuerte reac- tica», o trastorno caracterial peculiar y específico
ción emocional negativa entre la pérdida de con- de los epilépticos, aunque con un enfoque cam-
trol de la actividad personal, sea ello a causa de biante al paso del tiempo.
intoxicación, locura o crisis convulsiva (58). Después de las primeras descripciones cuida-
La esencia de nuestra humanidad radica, como dosas de los aspectos psiquiátricos del período
dice LORD BRAIN, en la capacidad de pensar, ra- interictal (35), resultó evidente para la mayoría
zonar y comunicar esta experiencia, de manera de los investigadores que no todos los epilépticos
lógica (59). En el ataque epiléptico vemos como, presentaban trastornos psiquiátricos interictales,
de manera incontrolable e inevitable, esta esen- circunstancia que fue por cierto tiempo explicada
cia humana se pierde, tal como pasa en la muer- mediante el argumento de que la epilepsia esen-
te y en los estados demenciales profundos. cial tenía una base constitucional, que incluía un
Pero mientras que la muerte y la locura pue- cierto tipo de temperamento característico, mien-
den llegar a ser soportadas gracias a los meca- tras que las epilepsias sintomáticas o secundarias
nismos de duelo, aceptación y olvido, no existe, a carecían de este factor constitucional (62).
nivel social, mecanismo psicológico que permita Sin embargo, FERE había ya expresado la opi-
lidiar con la pérdida transitoria de la humanidad, nión, en 1890, de que el término esencial o idio-
como se observa en el ataque epiléptico. Un epi- pático debía ser tomado en el sentido de descrip-
léptico, entre las crisis, no parece necesitar mu- ción temporal para ocultar la ignorancia de la
cha comprensión y ayuda. En el momento de la etiología de muchas epilepsias, y que paulatina-
crisis, pasa rápidamente a un estado en el que la mente, al refinarse los métodos diagnósticos,
comprensión y la simpatía ya son imposibles y más y más epilepsias esenciales serían finalmen-
sin objeto. Los cuidadores potenciales del epilép- te descubiertas como sintomáticas. Esta posición

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fue apoyada, entre otros, por REDLICH, quien in- do seguidos más tarde por desestructuración de
dicó que el ataque epiléptico es una reacción ce- la personalidad, de tipo similar al observado en
rebral a estímulos diversos, y que el cambio pa- las llamadas epilepsias esenciales (69).
tológico de la personalidad es característico de La controversia sobre la existencia de una pa-
todas las epilepsias, y no solo de las esenciales tología caracterial constitucional en la epilepsia
(63). se vio pronto relegada por una problemática lige-
Esta puntualización es importante, puesto que ramente distinta, introducida por la escuela nor-
llevada a su última consecuencia implica que el teamericana de GIBBS y LENNOX. En 1937 estos
trastorno caracterial que pueda observarse en los autores publicaron por primera vez trabajos de-
epilépticos es secundario a la existencia de la epi- mostrando que la llamada «personalidad epilépti-
lepsia, y no un fenómeno constitucional, esto es, ca» es de hecho frecuente solamente entre epi-
se trataría de una patología caracterial adquirida lépticos que sufren de crisis psicomotoras, y que
y no heredada. muestran ondas agudas o en punta en el electro-
Sin embargo, la poderosa influencia de KREPE- encefalograma tomado en la región temporal (5,
LIN, quien afirmó que la «personalidad epilépti- 9).
ca» es característica de la epilepsia esencial, y Así, el largo período ocupado por la descripción
que sólo raramente se presenta en la epilepsia de la patología caracterial del epiléptico esencial,
sintomática (64), la teoría constitucionalista de la se vio seguida por el período actual, en el que los
epilepsia y de la personalidad epiléptica perduró trastornos de la personalidad del epiléptico son
durante varios decenios, dando origen a numero- considerados como secundarios bien a una lesión
sos estudios, como el de MINKOWSKA (65), que cerebral, congénita o adquirida, bien al efecto de
acuña en 1923 el término «glischoroide» para de- repetidas, persistentes e incontrolables convul-
finir el temperamento epiléptico, unido, según siones o finalmente, como reacción psicológica al
este autor, al biotipo atlético de KRETSCHMER. El rechazo más o menos cubierta de la sociedad, sin
término «glischoroide» hace referencia a la visco- olvidar la posible influencia de los efectos secun-
sidad afectiva que estos pacientes presentan, es- darios de la medicación antiepiléptica.
to es, a una cierta tendencia a ser pegajosos en Sin embargo, como dice Alonso Fernández, la
sus relaciones interpersonales, a una notable difi- tesis constitucionalista sobre la personalidad no
cultad a adaptarse a ambientes o circunstancias debe derrumbarse sin pena ni gloria, puesto que
diferentes de los que les son familiares y a una el gran número de observaciones relacionando la
marcada lentitud en el proceso de adaptar sus constitución, física y temperamental, con la epi-
reacciones emocionales apropiadamente a las lepsia, nos permiten concluir que existe, al me-
fluctuaciones de los estímulos ambientales. Esta nos, una predisposición en la constitución atlética
viscosidad afectiva iría pareja con la lentitud inte- a desarrollar cambios emocionales y del intelecto,
lectual o bradipsiquia, esto es, retraso en la for- en el sentido de la descrita «personalidad lenta-
mación de ideas y asociaciones, así como en la explosiva», una vez que el proceso epiléptico se
comprensión intelectual de la información que les ha instalado.
es trasmitida. Sin embargo, este trastorno de la De hecho, los atléticos sanos muestran con
personalidad no permanece estable, sino que va- frecuencia cualidades temperamentales similares
ría siguiendo una pauta cíclica, esto es, la visco- a las descritas en la personalidad epiléptica, aun-
sidad afectiva y la bradipsiquia se acentuarían que sin salirse de los límites de la normalidad. Es
progresivamente, hasta un punto en el que se posible pues que la exageración de estas carac-
produciría una descarga, sea de tipo epiléptico di- terísticas como reacción patológica al proceso
rectamente o de tipo agresivo, seguido o no de epiléptico con todas sus implicaciones haya sido
un ataque epiléptico, después del cual el trastor- la falsa base que ha llevado a tantos investigado-
no del carácter mejoraría, recomenzando enton- res a concluir en la existencia de una personali-
ces el ciclo de empeoramiento progresivo, hasta dad característica, emanando de una constitución
culminar en una nueva descarga. temperamental peculiar, en los enfermos epilépti-
Este tipo lento de personalidad ha sido también cos. Factores menos científicos admisibles, como
descrito, con ligeras variantes, por otros autores sugestionabilidad de los investigadores por las
del mismo período, recibiendo distintos nombres, grandes autoridades de la época, como KREPE-
como «personalidad enenquética» (66) o «perso- LIN, cuyo método exigía la descripción de entida-
nalidad viscosa» (67), y generalmente considera- des psiquiátricas claramente delimitadas, deter-
do como asociado con la epilepsia esencial o idio- minadas por la herencia, y con una evolución ca-
pática. racterística, posiblemente también jugaron un
Sin embargo, pronto más y más estudios esta- papel en la teoría constitucionalista del trastorno
dísticos con gran número de pacientes demos- epiléptico de la personalidad.
traron que cambios de la personalidad similares a Actualmente resulta claro que los epilépticos,
los observados en los epilépticos esenciales po- como todo el mundo, pueden presentar una gran
dían también observarse en las epilepsias sinto- variedad dé trastornos psiquiátricos, sin que en
máticas (68) y estudios longitudinales, prospecti- general se pueda hablar de un tipo específico de
vos, de epilepsias traumáticas mostraron que los psicopatología exclusivamente relacionado con la
cambios psicológicos post-traumáticos consisten epilepsia.
en un principio en déficit orgánico cerebral, sien- Sin embargo, las importantes funciones del

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lóbulo temporal en los procesos memorísticos e 50 pacientes, 25 con epilepsia generalizada y 25


intelectuales complejos y de correlación (70, 71), con epilepsia psicomotora, aunque encontró una
y en los procesos emocionales, a causa de su incidencia general de psicopatología superior a la
íntima correlación con el sistema límbíco, inducen de la población general, consideró imposible dis-
a pensar que en las epilepsias con foco temporal tinguir entre los dos grupos en términos de psico-
se registrará una mayor frecuencia de trastornos patología.
psiquiátricos que en las epilepsias de foco no Es preciso señalar, sin embargo, que los estu-
temporal o en las epilepsias generalizadas sin dios mencionados consideran el concepto de psi-
lesión concomitante en la región temporal. Esta copatología de una manera muy general, inclu-
suposición teórica parece verse confirmada en la yendo todo tipo de trastornos de la personalidad,
práctica, mediante la observación clínica de manifestaciones neuróticas y psicóticas, déficits
grandes grupos de epilépticos con foco temporal, intelectuales...
no temporal, y generalizado o difuso. Es muy probable que la localización del foco
Así, los estudios estadísticos de Gibbs (9), FAL- epiléptico no sea la única circunstancia determi-
CONER (72), SERAFETINIDES (73) y muchos nante de la existencia y características de un
otros, muestran, efectivamente, una incidencia trastorno de la personalidad, y que en poblacio-
mucho mayor de psicopatología en epilépticos nes con gran prevalencia de psicopatías y deses-
con foco temporal que en cualquier otro tipo de tructuración social, como es el caso de la estudia-
epilépticos. La incidencia de psicopatología en las da por SMALL, estos factores excedan en su in-
epilepsias generalizadas parece ser una cifra in- fluencia a los factores relacionados propiamente
termedia entre la incidencia en epilepsias focales con el foco epiléptico, obscureciendo así los re-
no temporales y en la epilepsia temporal (74, sultados.
75). Sin embargo, SMALL (6), en un estudio de En resumen, aunque aún existe cierta contro-

Fig. 1. Esquema del sistema límbico y sus conexiones principales. Modificado de MacLean, 1958.

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versia al respecto, podemos concluir que no hay un antagonismo mutuo entre epilepsia y esquizo-
un tipo de personalidad común característico de frenia, basándose en la observación clínica de
la epilepsia, que los epilépticos presentan una in- que con frecuencia una convulsión epiléptica, es-
cidencia de trastornos de la personalidad mayor pontánea o inducida, alivia el delirio esquizofréni-
que la población general, y que parecen ser los co (85).
epilépticos del grupo psicomotor los que mues- Esta línea de razonamiento fue precisamente la
tran un mayor trastorno caracterial, especialmen- que llevó a la introducción de la terapia convulsi-
te aquellos cuyas lesiones se encuentran en el va en el tratamiento de la esquizofrenia (86).
área del hipocampo (77). Existe, asimismo, la evidencia de que en algunos
casos de epilepsia pueden aparecer serios tras-
2) Psicosis epilépticas tornos psicopatológicos, consecutivamente a una
supresión total, no sólo de las convulsiones clíni-
Englobamos en este grupo aquellos trastornos
cas, sino de las anormalidades electroencefalo-
globales del pensamiento, afecto y percepción,
gráficas, fenómeno denominado «normalización
que interfieren suficientemente con la vida de re-
forzada» y descrito por LANDOLT en 1956, (32).
lación e interpretación de la realidad como para
Según DAVISON (88), esta controversia, como
ser calificados de psicóticos y que se presentan
muchas otras en psiquiatría, es más semántica
en pacientes con epilepsia.
que científica, y las tres hipótesis sobre la rela-
a) Psicosis esquizofreniformes ción entre esquizofrenia y epilepsia son igual-
En este grupo, los trastornos presentados en el mente válidas y perfectamente compatibles. En
período inter-ictal, sin alteración de la conscien- efecto, la gran masa de estudios estadísticos
cia, son característicos de la fenomenología de la sobre el tema muestran, con un alto grado de
esquizofrenia: cambio indudable de la personali- confianza, que existe una cierta afinidad entre la
dad o acentuación de previos rasgos esquizoides, epilepsia considerada como una «anormalidad ce-
autismo, trastorno formal del pensamiento, su- rebral que predispone a la aparición de convulsio-
perficialidad o incongruencia afectiva, presencia nes» y la esquizofrenia, considerada como una
de alucinaciones o delirios y anomalías del com- «peculiar asociación de signos y síntomas carac-
portamiento. terísticos» esto es, hay una afinidad entre los
La ocurrencia de esquizofrenia en pacientes su- cuadros clínicos de la epilepsia y de la esquizofre-
friendo de epilepsia es de gran interés teórico, nia. Por otra parte, esta asociación no parece ser
puesto que su estudio puede proporcionar ciertas genéticamente determinada, sino que de alguna
claves para la comprensión de la patología orgá- manera el proceso epiléptico contribuye a la for-
nica subyacente en la esquizofrenia. Recientes mación de un cuadro fenomenológico esquizofre-
estudios insisten, basándose en esta relación, niforme, o viceversa.
que la malfunción del sistema límbico tiene una Por otra parte, hay considerable evidencia de
acción causal en ciertas formas de esquizofrenia que en casos en que coexisten síntomas esquizo-
(79). frénicos y convulsiones epilépticas la exacerba-
La relación entre esquizofrenia y epilepsia ha ción de un grupo sintomático ejerce una influen-
sido explicada según tres diferentes corrientes de cia inhibidora sobre el otro, pero ambos procesos
opinión: persisten, en forma más o menos latente.
En primer lugar, desde el siglo pasado, se con- Teniendo en cuenta que, aunque frecuente-
sidera que existe una cierta afinidad biológica en- mente asociadas, epilepsia y esquizofrenia son
tre las dos entidades, primero por la escuela ale- condiciones genéticamente independientes, es
mana (80) y después por otros autores america- una cuestión de sumo interés investigar si en el
nos e ingleses (48, 81, 82), que sin embargo con- cuadro clínico de las psicosis esquizofren¡formes
sideran las cifras de la escuela alemana como del epiléptico se encuentra alguna peculiaridad
exageradas, debido a la inclusión entre los epi- que permita distinguirlo claramente del cuadro
lépticos de pacientes sufriendo crisis histerifor- clínico de la esquizofrenia propiamente dicha.
mes no claramente epilépticas, vértigos y episo- Es un cuidadoso y detallado estudio clínico de
dios sincopales. Esta hipótesis de afinidad biológi- una población de 69 pacientes con este síndrome
ca ha recibido reciente confirmación epidemioló- epilepto-esquizofrénico, SLATER considera que es
gica mediante el ingenioso estudio estadístico imposible diagnosticar con certeza la pre-existen-
realizado por SLATER en Inglaterra (47). cia de epilepsia guiándose solamente por las ca-
Sin embargo, otros autores consideran que la racterísticas del cuadro clínico (47). Sin embargo,
coincidencia de esquizofrenia y psicosis es mera- de acuerdo con otros autores (81); (89) SLATER
mente casual, ya que si hubiera una relación a admite que las alucinaciones y delirios místico-re-
nivel patogenético, los familiares de enfermos es- ligosos son relativamente frecuentes, (14% en su
quizofrénicos presentarían una prevalencia de casuística), aunque sin llegar a tener valor patog-
epilepsia mayor que en la población general, y nomónico, como KORZEIOWSKI (89) pretende.
los familiares de pacientes epilépticos una mayor Otra característica peculiar a este grupo, aun-
prevalencia de esquizofrenia, lo cual no es el caso que también sin valor patognomónico diferencial,
(84). es lo que este último autor ha llamado «retención
Finalmente, a pesar de la evidencia estadística de la respuesta afectiva», esto es una actitud
en contra, algunos autores sostienen que existe amistosa y cooperativa con el entrevistador, sin

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mostrar el trastorno del afecto tan característico zofrénicas los focos bitemporales o solamente en
de la esquizofrenia, especialmente de sus formas el lóbulo temporal del hemisferio dominante pre-
simple, hebefrénica y catatónica. En la casuística dominaban, mientras que en los casos de psicosis
de SLATER, ya citada, sólo 40% de los enfermos con foco en el lóbulo temporal del hemisferio no
presentan los trastornos afectivos característicos dominante, el predominios sintomático de la psi-
de la esquizofrenia, aunque todos ellos presentan cosis era de tipo afectivo y no esquizofrénico.
claros síntomas de trastorno emocional de uno u Referente a la relación temporal entre la apari-
otro tipo (Irritabilidad, 50%; depresión, 50%, de ción de manifestaciones clínicas epilépticas y es-
los cuales la mitad ha hecho, al menos, una ten- quizofrénicas, la inmensa mayoría de los casos
tativa de suicidio; euforia, exaltación, 18%). descritos indican que la epilepsia antecede a las
Esta preservación de la respuesta afectiva es manifestaciones esquizofreniformes (47, 88), sien-
posiblemente relacionada con la preponderancia do este intervalo temporal de unos catorce años,
casi exclusiva del cuadro paranoico-alucinatorio, por término medio. La exclusión de una interrela-
con rara o nula aparición de las otras formas clí- ción genética entre epilepsia y psicosis, y la rela-
nicas de esquizofrenia (47, 83, 90). ción temporal entre la aparición de síntomas de
En cuanto a las características de la epilepsia epilepsia y de psicosis, induce a pensar que exis-
en el síndrome epilepto-esquizofrénico, es impor- te una relación causal entre las crisis epilépticas
tante hacer notar la suma frecuencia con que se y el comienzo posterior de una psicosis esquizo-
encuentran manifestaciones de epilepsia psico- fren¡forme, o bien, que tanto la epilepsia como la
motora, variando las proporciones desde 80% de psicosis tienen un origen común en una disfun-
la población estudiada (47) hasta 63% (91). En ción cerebral básica, pero que por alguna razón
su estudio de 536 episodios psicóticos observa- desconocida las manifestaciones epilépticas se
dos en 516 enfermos epilépticos DONGIER repor- presentan antes que las manifestaciones esquizo-
tó la ocurrencia de 44% de los mismos en cifra freniformes.
inaplicable a nuestra discusión, ya que en su ca- Otras teorías patogenéticas del síndrome epi-
suística se incluían las psicosis confusionales lepto-esquizofrénico, actualmente abandonadas,
postictales, mucho más frecuentes en la epilepsia son la teoría tóxica de GRUHLE (95), según la
generalizada, falseándose por tanto los resulta- cual la repetición de crisis epilépticas produciría
dos. una sustancia autotóxica, a manera de la hista-
La incidencia de psicosis esquizofreniformes en mina, que sería responsable de la sintomatología
epilépticos con formas de epilepsia focal no tem- psicótica o la teoría hormonal de GANTER (96),
poral es bajísima, similar a la incidencia de esqui- que consideraba que la repetición de crisis epi-
zofrenia en la población general, según todos los lépticas produciría un exceso de una hormona hi-
autores citados al respecto. Raramente aparece potética, de efectos psicotóxicos.
un enfermo con epilepsia jacksoniana u otra for- Teorías psicológicas dignas de mención son la
ma focal no temporal en los estudios citados, es- teoría del stress inespecífico, según la cual la psi-
tando la población de enfermos con síndrome epi- cosis sería una reacción psicológica mórbida al
lepto-esquizofrénico compuesta casi exclusiva- sufrimiento psicosocial secundario al hecho de ser
mente por aquellos sufriendo de las formas gene- epiléptico, especialmente si la epilepsia comienza
ralizadas y psicomotora. en la infancia (97), y la teoría de la influencia pa-
La proporción relativa entre ambas formas togenética de experiencias perceptuales anorma-
muestra una clara predominancia de la epilepsia les y repetitivas, propugnada recientemente por
psicomotora, con o sin alteraciones electroence- POND (98) y, de una manera más elaborada y
falográficas claramente circunscritas al lóbulo convincente, por HOROWITZ (15), según esta
temporal. última hipótesis el origen de los fenómenos psi-
Dentro del grupo temporal, esto es, del grupo cóticos productivos habría que buscarlo en la ex-
de epilépticos con manifestaciones electroencefa- periencia repetida de estados confusionales y de
lográficas en la región temporal, no existe acuer- ataques psíquicos, sin interferencia con los proce-
do sobre la influencia de la localización y laterali- sos de memorización. De esta manera, el pacien-
zación del foco en la aparición de la psicosis, te se encuentra con un gran número de vivencias
aunque GIBBS (5, 49, 52) considera la evidencia anormales, que han de ser organizadas de alguna
electroencefalográfica de anomalías en la porción manera en la conciencia, dando así lugar a diver-
anterior del lóbulo temporal como íntimamente sos delirios explanatorios y a confusión de la rea-
asociada con la presencia no sólo de psicosis, si- lidad con las experiencias autísticas oniroides de
no de trastornos del carácter, agresividad, crimi- las crisis.
nalidad, etc. La objeción a la primera de estas teorías psico-
GASTAUT (92) considera la epilepsia asociada lógicas es su ingenua simplicidad, y sobre todo
con psicosis esquizofreniformes como subcortical que no explica la gran preponderancia de epilép-
en origen, aunque irradiándose específicamente a ticos temporales en la población epilepto-esqui-
los lóbulos temporales, de una manera bilateral y zofrénica, ya que no hay razón para suponer que
simétrica. SLATER (47) no encontró una influen- las epilepsias centroencefálicas sean causantes
cia significativa de factores relacionados con la de menor sufrimiento psico-social que las psico-
lateralización en su estudio, mientras que FLOR- motoras.
HENRY (93), consideró que en las psicosis esqui- En cuanto a la segunda teoría, aunque muy in-

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teresante, sobre todo en cuanto aclara algunos miento en general.


fenómenos patológicos observados en el proceso Según DETRE (29), los síntomas cardinales del
de formación del concepto de identidad en los síndrome dementiforme son: dismnesia, deso-
epiépticos psicómotores (15), no explica la apari- rientación y dificultades con el razonamiento abs-
ción de psicosis en enfermos que no experimen- tracto. Los trastornos de la personalidad, la emo-
tan auras o crisis de tipo psíquico, experiencial o cionalidad y el comportamiento están también
alucinatorio, o que consistentemente tienen am- presentes, pero pueden considerarse en general
nesia del episodio epiléptico. como secundarios a la degeneración intelectual.
Finalmente tenemos la teoría neurofisiólógíca, El síndrome dementiforme parece presentarse
suscrita por numerosos autores (47, 92, 99, 100), con más frecuencia en epilépticos sufriendo crisis
según la cual el proceso epiléptico es considerado de gran mal (99), y se ha atribuido un valor etio-
como un trastorno básico cerebral, del cual las lógico al efecto de las crisis epilépticas sobre el
alteraciones electroencefalográficas, las crisis cerebro, bien por convulsiones cerebrales repeti-
epilépticas y las manifestaciones psicóticas serían das durante las crisis (54) o por lesiones cerebra-
meros epifenómenos. les específicamente concentradas en el hipocam-
La aparición de síntomas esquizofreniformes en po (101), una de las zonas del cerebro más sen-
la epilepsia temporal sugiere, según estos auto- sibles a trastornos circulatorios y metabólicos.
res, que en el lóbulo temporal se encuentran al- Las crisis repetidas, y sobre todo el status epilép-
gunos de los circuitos que componen el substra- ticus, son los factores patogenéticos más impor-
tum neurofisiológico de la psicosis esquizofrénica. tantes en el desarrollo del síndrome dementífor-
Este punto de vista ha sido sostenido reciente- me, ya que la anoxia cerebral relativa, causada
mente por TORREY (79), quien considera la es- por la imposibilidad de la circulación cerebral a
quizofrenia como una manifestación de disfunción responder a las necesidades metabólicas aumen-
del sistema témporo-límbico, más sutil en sus co- tadas durante la convulsión, sería la causa de la
nexiones orgánicas que las epilepsias psicomoto- progresiva muerte neuronal (102, 103).
ras. Estudios anatomo-patológicos parecen confir-
mar esta teoría, ya que en la autopsia de demen-
b) Otras psicosis
tes epilépticos se ha encontrado extensa esclero-
Las psicosis agudas delirantes confusionales,
sis del hipocampo. Esta lesión aparece con más
aunque incluidas por algunos autores en el perío-
frecuencia en pacientes con epilepsia temporal y
do interictal (91), son más bien manifestaciones
Grand Mal que en pacientes con discretas lesio-
propias del período peri-ictal o manifestaciones
nes temporales o en otras áreas cerebrales (104).
ictales subclínicas desde el punto de vista de la
La importancia del lóbulo temporal, especialmen-
epilepsia (49, 93).
te en su región hipocámpica en los procesos de la
Las psicosis afectivas comprenden un pequeño
memoria, es bien conocido (105, 106, 107), así
número del total de psicosis epilépticas, y el inte-
como la extrema sensibilidad de estas estructu-
rés que han despertado en la literatura es mucho
ras a la isquemia y a la anoxia (108, 101).
menor que las psicosis esquizofreniformes.
La desorientación témporo-espacial y de las re-
Según FLOR-HENRY (93), el cuadro clínico tie-
laciones interpersonales parece estar íntimamen-
ne con frecuencia un tinte esquizoafectivo, y se
te relacionada con el trastorno de la memoria, al
presenta con frecuencia superior en enfermos
cual sigue, y de cuya intensidad depende el gra-
con foco unilateral en el hemisferio no dominan-
do de desorientación (29).
te, mientras que enfermos con foco bitemporal o
Las alteraciones del razonamiento abstracto se
monotemporal en el hemisferio dominante tien-
caracterizan por una paulatinamente creciente di-
den más a presentar sintomatología esquizofre-
ficultad en distinguir entre lo esencial y lo acce-
niforme pura.
sorio, estrechamiento del campo de la atención y
dificultad en tener mentalmente presentes dife-
3) Demencias epilépticas
rentes factores de un problema al mismo tiempo.
La desintegración total de las facultades inte- Estos trastornos, que al principio pueden pasar
lectuales como estadio final del proceso epilépti- casi desapercibidos, llevan a la conversación cir-
co, considerada como extremadamente frecuente cunstancial, al orden exagerado (como mecanis-
en la antigüedad, no es hoy día vista más que en mo de defensa contra la pérdida de flexibilidad
un número limitado de casos. Las causas de esta intelectual), y finalmente a la pérdida completa
diferencia en la evolución, radica, probablemente, de toda habilidad y al olvido de pautas de con-
en la mejor comprensión y tratamiento del sín- ducta bien conocidas, hasta el punto que el en-
drome epiléptico, con eliminación de fármacos fermo acaba por ser totalmente incapaz de ocu-
neurotóxicos y disminución terapéutica del núme- parse de sí mismo. Al mismo tiempo, hay una
ro de crisis que un epiléptico ha de sufrir a lo lar- pérdida progresiva de la modulación de la res-
go de su vida. puesta afectiva y cambios en la personalidad que
El síndrome dementiforme está caracterizado son de hecho una exageración y caricaturización
por un deterioro global de las funciones menta- de rasgos premórbidos (109).
les, no sólo en sus aspectos intelectuales y cogni- Existe un cierto paralelismo entre la personali-
tivos, sino también en sus aspectos emocionales, dad mórbida atribuida a los epilépticos y los esta-
caracteriales y en la organización del comporta- dios iniciales de la demencia, hasta el punto que

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ALONSO (54) prefiere llamar al trastorno caracte- presión cede rápidamente con psicoterapia o es-
riológico epiléptico «desestructuración epiléptica pontáneamente en pocos meses, siendo o no se-
de la personalidad», implicando con ello que los guida de un corto período de angustia, relaciona-
trastornos caracteriológicos son un índice de de- do con el temor de que una nueva crisis se pro-
terioro orgánico cerebral, aparte de la patología duzca.
caracterial intrínseca. Los trastornos de la memo- Por otra parte, los ataques epilépticos, como
ria son también frecuentes entre los epilépticos, cualquier otra manifestación morbosa, pueden
especialmente si hay lesión en el lóbulo temporal utilizarse para obtener beneficios secundarios, en
(71), y podríamos considerar que las demencias términos de atenciones especiales, exención de
epilépticas no son sino un grado más avanzado esfuerzos, etc., y así algunos epilépticos parecen
de un continuum clínico de patogenia cerebral or- tener sus crisis en momentos propicios para con-
gánica, iniciado con la desestructuración epilépti- seguir algunos de sus fines o librarse de situacio-
ca de la personalidad más ligera y terminando nes desagradables (112).
con la abolición más absoluta de las capacidades En ocasiones los ataques epilépticos acaecidos
intelectuales y morales. en situaciones de estrés son genuinos, y han de
ser explicados como secundarios al efecto inespe-
4) Patología psicoreactiva cífico de la ansiedad o como mecanismo psicoso-
mático de expresión de una tensión insoportable
Mención ha sido hecha al principio acerca de (113). En otros casos, el enfermo aprende a re-
los posibles efectos traumáticos de la epilepsia en producir crisis epileptiformes, precipitadas por
sí sobre la vida psíquica de los enfermos, esto es, motivaciones inconscientes, y que pueden ser pro-
el efecto patogenético del hecho de sufrir una en- piamente consideradas como ataques histéricos
fermedad crónica y socialmente inaceptable. (114).
Algunas autoridades niegan la existencia de es- Algunos epilépticos descubren mecanismos es-
te efecto, afirmando que, cualquiera que sea la pecíficos para inducir crisis, haciendo uso de ellos
manifestación psicopatológica presente, ha de para producir una crisis en el momento propicio
buscarse su causa en la lesión cerebral, y que la para satisfacer necesidades inconscientes (115).
animosidad que el epiléptico pueda encontrar en Otra manera de aumentar la incidencia de las
su medio es una reacción del medio a su perso- crisis, con frecuencia utilizada por epilépticos en
nalidad patológica y no a la inversa (9). En efec- busca de ganancia secundaria, es el «olvido» de
to, algunos estadísticos de la adaptación psicoso- tomar su medicación. En ocasiones esto puede
cial de gran número de epilépticos muestran que representar la existencia de impulsos autodes-
los factores incapacitantes más importantes son tructivos, así como un deseo inconsciente de cas-
la frecuencia y la severidad de las crisis, indepen- tigar a la madre (esposa) superprotectora, en-
dientemente de otras consideraciones como so- gendradora de hostilidades inconscientes porque
porte familiar, previo nivel de adaptación, o edu- con su misma solicitud impide el desarrollo de la
cación (7). Sin embargo, los estudios de JUUL- personalidad y de los mecanismos individuales de
JENSEN (7), a veces citados en contra de la exis- autoprotección. En estos últimos casos el proble-
tencia de psicopatología reactiva en la epilepsia, ma psicológico frecuentemente depasa el área in-
pueden ser interpretados sugiriendo que, a ma- dividual del enfermo, abarca a toda la familia y
yor severidad de las crisis, mayor es el aislamien- halla su expresión, en múltiples y diversas tran-
to social y la desestima de sí mismo, y por tanto sacciones patológicas intrafamiliares (116).
mayores son las posibilidades e intensidad de la
aparición de psicopatología reaccional.
Con frecuencia, el proceso epiléptico comienza El efecto de la medicación
a temprana edad, influyendo así el desarrollo de
la personalidad en un momento en el que dificul- En cualquier estudio de los fenómenos psiquiá-
tades en las relaciones interpersonales tienen tricos de la epilepsia debe ser tenido en cuenta el
más potencia patogenética. Muchos niños epilép- posible efecto tóxico de la medicación antiepilép-
ticos regresan a un nivel de desarrollo más inma- tica, evitando así considerar como propio de la
duro después del comienzo de las crisis, algunos epilepsia lo que en realidad son efectos secunda-
de ellos desarrollando un concepto negativo de sí rios medicamentosos.
mismos, base de futuros síntomas psíquicos y de En primer lugar, muchos de los fármacos ac-
comportamiento (11). Los fenómenos psíquicos tualmente utilizados en el tratamiento de la epi-
acompañando algunos tipos de crisis, sobre todo lepsia pueden inducir una psicosis tóxica cuando
las que tienen origen en el lóbulo temporal, ejer- su concentración sérica sobrepasa ciertos límites,
cen una influencia negativa sobre la formación de y en este caso los síntomas mentales vienen
la imagen corporal, y en consecuencia sobre la acompañados de evidentes alteraciones neuroló-
formación de la identidad personal (117). gicas, indicativas de toxicidad, tales como nistag-
Un tipo de patología reaccional relativamente mus, disartria y ataxia (117).
frecuente entre epilépticos jóvenes, socialmente Por otra parte, los principales anticonvulsio-
bien integrados, con raras crisis, y en bajas dosis nantes, difenilhidantoína, fenobarbital y primido-
de medicación es la depresión aguda después de na, parecen tener un efecto inhibidor sobre el
una de sus infrecuentes crisis. Este tipo de de- ácido fólico, lo cual puede ser suficiente para ori-

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ginar una deficiencia de folatos a nivel cerebral, 13. WILLIAMS, P.: Mans' Temporal lobe. Brain, 91: 639-
con los síntomas psíquicos correspondientes (118, 654, (1968).
119). Algunos autores consideran que los efectos 14. HERRERO. A. P.: Las Epilepsias (Aspectos Psiquiátri-
metabólicos de los anticonvulsivos son responsa- cos), En: Manual de Psiquiatría. J.L. González de
bles de los trastornos mentales encontrados en la Rivera, A. Vela y J. Arana, Eds. Karpos Madrid,
1980. pp. 642-662.
epilepsia, incluyendo las psicosis esquizofrenifor-
mes y la deterioración demencial (119, 120). Sin 15. HOROWITZ, M.J.: Psychosocial Function in Epilepsy.
embargo, sin negar la potencial acción psicótica Charles C. Thomas, Springfield, Illinois. 1970.
de la medicación antiepiléptica, otros autores no 16. MAC LEAN, P.D.: Some Psychiatric implications of
han podido confirmar estas opiniones, y de hecho physiological studies on temporal portion of the
limbic system. EEG Clin. Neurophysiol. 4: 407-418,
parece ser que los epilépticos cuyas crisis están
(1952).
bien controladas merced al tratamiento medica-
mentoso, presentan menos alteraciones mentales 17. ROBERTS, D.R.: Schizophrenia and the brain. J.
Neuropsychiat. 5: 71-79, (1963).
que aquellos con pobre control de las crisis (121,
122). 18. MAC LEAN, P.D.: A triune concept of Brain and Be-
havior. University of Toronto Press, Toronto, 1973.
En definitiva, podemos decir que aunque la
medicación antiepiléptica, por su interferencia 19. GLOOR, P.: Temporal lobe epilepsy: Its possible
con el metabolismo del ácido fólico y de la vita- contribution to the understanding of the functional
significance of the amygdala and of its cinteractions
mina B12 y por su acción directa sobre el nivel de
with neocortical - temporal mechanisms. En: Neuro-
la conciencia, puede tener efectos secundarios biology of the Amygdala. (B.E. Eletherien, Ed.) Ple-
afectando la vida psíquica, esto no es suficiente num, New York, 1973.
para explicar toda la sintomatología psiquiátrica 20. POND, D.A.: The influence of psychophysiological
encontrada en los epilépticos, sin que por ello de- factors in epilepsy. J. Psychosom. Res. 9: 15-20,
ba desdeñarse este factor y medir los niveles sé- (1965).
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