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Kenneth Pugh: "Ser un

buen o mal lector no tiene


nada que ver con la
inteligencia"
https://www.infobae.com/educacion/2018/09/02/kenneth-pugh-ser-un-buen-o-mal-lector-no-
tiene-nada-que-ver-con-la-inteligencia/

El neurocientífico de la Universidad de Yale habló con Infobae sobre


cómo funciona el cerebro lector y de qué manera se puede mejorar en el
aula. "Los problemas para leer, en general, se arrastran hacia otras
materias", remarcó

En pleno auge, las neurociencias buscan ingresar a las aulas. Se


plantean como herramientas transformadoras de los aprendizajes.
Pretenden dar respuestas a preguntas: ¿cómo mejorar el rendimiento
de los alumnos? ¿Cómo crear ambientes que potencien sus
desempeños? ¿Cómo personalizar los recorridos escolares de acuerdo
a los tiempos de cada estudiante?

En la previa de la conferencia "El cerebro y la lectura", que se


desarrollará el 8 de septiembre en la ciudad de Buenos Aires, su principal
orador, Kenneth Pugh, dialogó con Infobae. Pugh es el presidente y
director de investigación del Haskins Laboratories, de la Universidad de
Yale, que se encarga de estudiar los mecanismos cerebrales que entran
en juego en el lenguaje oral y escrito. De desentrañar los vericuetos del
cerebro lector.

-¿Qué mecanismos neuronales se activan cuando alguien lee?


-Cuando los chicos aprender a leer, desarrollan circuitos en el hemisferio
izquierdo del cerebro que fueron creados, en primer lugar, para el
lenguaje oral: para hablar y escuchar. Esos mecanismos se transforman
para soportar la lectura y la escritura. Ser un buen lector involucra
conexiones creativas desde arriba hasta abajo del hemisferio izquierdo,
que se llaman vía dorsal y ventral. Leer es esencialmente el proceso de
hacer viable el sistema de lenguaje del hemisferio izquierdo.

-¿Todos los cerebros lectores son diferentes?

-Hay diferencias individuales. Incluso entre dos alumnos con igual


capacidad de lectura hay diferencias. Tener cada vez más información
nos permite entender por qué dos niños a los que les va igual en un
examen pudieron haber llegado a ese resultado por razones diferentes.
Acercarnos a ver qué partes de su cerebro son fuertes y cuáles son
frágiles nos ayuda a diseñar mejores ambientes de aprendizajes.

¿Los buenos lectores, en general, tienen mejores desempeños en


otras materias más allá de lengua?

-Los problemas con la lectura tienen, por supuesto, un impacto negativo


o un efecto cascada sobre el rendimiento en otras materias en la
escuela. Gran parte de lo que aprendemos en las disciplinas STEM
(ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) depende de las
habilidades de lectura fluida y de decodificación. Si la lectura es débil,
otras materias tenderán a seguir esa vía.

-¿A qué se asocian los problemas de lectura?

-Está asociados a distintos factores. Un gran número de estudios


longitudinales alrededor del mundo demostraron que están asociados
con los bajos ingresos, con mayores tasas de depresión, ansiedad e
incluso encarcelamiento. Así que la lectura está críticamente relacionada
con un montón de otras habilidades, pero, a su vez, la habilidad lectora
está separada de otras capacidades cognitivas. En principio, aunque los
problemas de lectura mengüen el rendimiento en otros asignaturas,
existe un cierto grado de separación entre las habilidades que subyacen
a las habilidades matemáticas y las habilidades que subyacen a la buena
lectura. Hay algunas diferencias en los sistemas cerebrales que controlan
esto. A veces sucede que un chico puede ser fuerte en un área y débil en
otras.

-¿Cómo funciona el cerebro de un lector hábil?

-En cualquier idioma, un lector hábil puede reconocer una palabra


impresa, puede ir de la vista al significado en alrededor de 250 mili
segundos o un cuarto de segundo. Si un lector logra hacer las
conexiones cerebrales necesarias para decodificar de manera fluida y
automática en el hemisferio izquierdo, mientras procesa una oración no
necesita poner esfuerzo en decodificar palabras, sino que puede
focalizarse en el contenido, la gramática y el significado.

-¿Y qué pasa con los que tienen dificultades?

-En relación a sus pares, los niños con problemas de lectura decodifican
palabras en forma lenta, laboriosa y son propensos a cometer errores.
Sucede en todos los idiomas que fueron estudiados. Es esta falta de
fluidez y automaticidad las que les hace muy difícil procesar la oración y
comprender.

-¿Por qué a los chicos disléxicos les cuesta para procesar la


información?
-Hay una gran cantidad de malentendidos entre cuáles son las
dificultades principales y cuáles son las razones para ese problema de
lectura. La evidencia sugiere que la clave para entender las dificultades
de lectura tiene sus raíces en el sistema de la lengua, en el
procesamiento fonológico, en la conexión de la lengua y otros aspectos,
como la visión y la atención y no tanto en la velocidad sensorial de
procesamiento o bajo nivel de las funciones visuales o auditivas, que a
veces aparece en los niños con problemas de lectura, pero no son la
principal causa. El enfoque para la recuperación generalmente se orienta
hacia la lengua.

-¿Eso explica que los chicos disléxicos, a veces, tienen una


inteligencia normal en otros aspectos pero gran dificultad en la
lectura?

-Es una cuestión muy profunda e importante. Hay que tener cuenta que
las dificultades de lectura y dislexia no son lo mismo. Son en gran
medida independientes. Así que ser un buen o mal lector no tiene nada
que ver con la inteligencia.

-¿Cómo los problemas con la lectura no tienen impacto sobre otras


funciones?

Hay una serie de vías cerebrales que están asociadas a la conexión


entre la visión y el lenguaje, que suelen ser fuentes de dificultad. Cuanto
más miramos en profundidad el cerebro, no es de extrañar que si hay un
tipo de inestabilidad en un sistema cerebral afectará algunas funciones y
otras no.
Lo importante, desde un punto de vista educativo, es que una lectura
pobre no equivale a una baja inteligencia y, de hecho, estos niños suelen
ser muy brillantes, a menudo inusualmente brillantes.

-¿Cómo puede la neurociencia ayudar a estos chicos?

-Esto es es algo muy emocionante. La promesa de la neurociencia en el


aula cobra especial relevancia. Cada vez entendemos más qué
mecanismos del cerebro están asociados con el procesamiento del
lenguaje y la atención. Todos esos elementos son claves para entender
las diferencias entre los cerebros de los niños que leen y construir el
cerebro lector.

-¿De qué modos la neurociencia puede entrar al aula?

-A medida que conseguimos una comprensión más profunda de los


mecanismos del cerebro que soportan distintos elementos que son
claves para el aprendizaje, como la atención, la función ejecutiva,
motivación, podemos diseñar un ambiente de aprendizaje que dé lugar a
ellos, que sea más acorde a los sistemas biológicos. Hacía allí va
claramente la neurociencia en el aula.

-¿El fin último es personalizar los aprendizajes?

-Es el segundo punto. Exploramos la actividad cognitiva del alumno, no


para decirnos si ciertos aprendizajes están yendo bien, sino para
guiarnos y saber qué va a ser más útil para ese chico. Por ejemplo, un
chico que está en un ambiente en el que está por demás estimulado,
puede ser que se le bloqueen los mecanismos de aprendizajes, pero a
alumno en el mismo ambiente es posible que lo motive a aprender y
trabajar. Estar preparado para entender el cerebro de cada uno ayuda a
generar ambientes y dar contenidos más personalizados, que tenga en
cuenta las diferencias entre los aprendices.

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