‘Aaxjury, Revista de Filosofia, 26,2002, 107-123
Hannah Arendt:
Una poética de la natalidad
‘Resumen: La filosolis de Haale vcr con
forma un pensatientos mden cnt Laisa
J sensiblidad histrice » cl nulls pitico,
independieme y haere Se ase uh nse
nero que verdaderancmis mss” pone todo
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Palabras clave: Fils sk Vals Asc
Totalitanemo, tolancis «ms ct
rmieno yeducacin. Paperaic as lta
‘omeepto
FERNANDO BARCENA*
Absteaet: The philosophy of Hannah Arendt
conforms a thought. by halves etween the
plilsoph: historical sestiviy and the polical
analysis. independent an heterodox. One is a
‘hough that vey sis born, because al Dinh &
rupture with the previous thing and macks the
foundation ofthe new thing, of the demolishing
experience of the totalitarian harbatan. whore
horrible newness is the racked salary our
categories of thought, judgment and moral
reflection. nhs fae of interpretation, this anicle
proposes. to essemially rethink he arendian
Pilosophy to thelist of this tebe newness and
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‘adicl begining 9 Uo experience in the work
frat the realty troagh he sense.
Key words: Philosophy of Hannah Arendt,
Totatatianism. Childhood and ratality. ent
and education. Experence and education
Los procesos hist6ricos se erean e inierrumpen de mado
Constante a través de Is iniciaiva humana; por el initia,
1 hombe es en la medida en que es un ser actuante
Hannah Arendt, La condicidn humana
Incipit non discnur: nose aprende a comencat.
Viodimir Jankéléviteh, La muerte
"No nos quedan mis comicnzos,
George Steiner, Graméticas de la ereacin,
Fecha de recepein: 24 mayo 2002. Fecha de aceptaein: 28 junio 200
* Profesor Titular de Filosofia de la Fducacén, Departamento de Teoria ¢ Historia de la Edvescidn, Fauld de Educacién
Universidad Complutense de Madrid. C/ Recor Royo Villaova, sin, 28040 Madrid, femando @edu ucm.es108 Fernando Rarcena
Introduecién,
Para Hannah Arendt, es tarea indiscutible de Ja educacién formar hombres capaces, mediante la
‘accidn y la palabra, de inaugurar un nuevo comienzo en un mundo que ya estaba antes de su Hegada
y permaneceré tras su partida. Si hay una temética que recorre, como una corriente subterrénea, la
‘obra completa de Arendt es la de la cnatalidad, esto es, la experiencia del inicio, del comienzo, 0
icho en otros términos. el hecho de que legamos al mundo através del nacimiento y que, con cada
acciGn, confirmamos ante los demas el hecho biolGgico de nuestra condicién natal dando vida a lo
nuevo,
El germen de su «filosoffa de Ia natatidad>! se puede rastrear en su tesis doctoral dedicada al
andlisis del concepto de amor en san Agustin: «El hecho decisivo definitorio del hombre como
ser consciente, como ser que recuerda, es el nacimiento o la ‘natalidad’, 0 sea, el hecho de que
hemos entrado al mundo por el nacimiento>?. Esta semilla tiene una resonancia especialmente
significativa en Los origenes de! totalitarismo, al final del cual podemos leer lo siguiente: «Con
cada nuevo nacimiento nace un nuevo comienzo. surge a la existencia potencialmente un nuevo
mundo. La estabilidad de las leyes corresponde al constante movimiento de todos los asuntos
hhumanos, un movimiento que nunca puede tener final mientras que los hombres na7can y mue-
ran» Pero es La condicién humana la obra en la que la experiencia de la natalidad obtiene, den-
tro de lo que cabe, un desarrollo més completo, a través del concepto de accidn. Alli, podemos
leer: «El nuevo comienzo inherente al nacimiento se deja sentir en el mundo s6lo porque el
recién Megado posee la capacidad de empezar algo nuevo, es decir, de actuar. Este sentido de ini-
ciativa, un elemento de accidn, y por lo tanto de natalidad, es inherente a todas las actividades
humanas. Mas atin, ya que la accién es la actividad politica por excelencia, la natalidad, y no la
mortalidad, puede ser la categoria central del pensamiento politico, diferenciado del metaft-
El nacimiento es, en efecto, la novedad radical, el milagro del que somos capaces los humanos..
Esto ya lo vio Franz Rosenzweig, quien lo supo expresar con suma belleaa en La estrella de la
Redencidn, en un fragmento que podia haber escrito la mismisima Arendt: +E! individuo surge en
‘ nacimiento; el género, en la generacién, 0, como ya indica su nombre alemén de Gettung, en la
fecundacidn, en la Begattung. El acto de Ia fecundacién o generacién precede al nacimiento y
sueede, como acto singular, sin una relacién determinada con é1 como nacimiento singular; por
mas que, en su esencia universal, esté en estrecha referencia a él y va a él dirigido. El nacimiento
irrumpe, sin embargo, en su resultado individual, como un pleno milagro, con la avasalladora
1 Algonosestutis ineresados en el uso arendhiano de concept de «natalia son: ENEGREN, A. La pensée polite
‘de Hannah Arendt Pais, PUE. 1984; BEINER, K: «Acting. Naty and Citizenship: Hannah Arends Concept of Fe
‘edom>, en PELCZYNSKL Z. 9 J. GRAY (ed), Conceptions of Liberty iw Political Phiosophy. Londees, The Athlone
Pres, (984, pp. 349-375, BELARDINELLI, S«Natalite Azione in Hannah Arend (primera prte)o, La Novo, 3
(1984), pp. 25-39 y«datalta Azione in Hannah Arend (segunda parte)», La Nortvla 4 (1985), pp. 43-57; BOWEN-
MOORE, P: Haunah Arendt’ Philosophy of Nalin, Londres, Macmillan, 1989; MASSCHELEIN, J; oLSducation
‘comme action. A propos e la pluralité et de fo mussance». OriamtmentiPedagosic. 37 (1990).
2 ARENDT, H.: Zl concep de amor en San Agustin, Madrid Eaciones Encwento. 200). 78
3. REND H.: The Origin of Tonalitaransem, Nuova York, Harcour. Brace & Co,-1951 Traducién espaol: Ls on
genes del txaluaram, Mand, Taurus, 198, p. 565. Siempee que sect esta br, se ha poresta times salvo
‘qe 5 ndiqe lo conaro
4 ARENDT, H: Lo condi humana, Barcelona, aides, 199%, .28.Hannah Arend: Una poetic de a valde 109
fuerza de lo imprevisto e imprevisible. Fecundacién la habfa siempre, y, empero, cada nacimiento
es algo absolutamente nuevor
Este articulo quiere repensar esta temética de la natalidad, tal y como fue considerada por Arendt,
por su importancia para plantear una teoria filoséfica de la educacién como acontecimiento*. Mi pro
psito seré recuperar esta nocién desde uns filosoffa de la educacion que considera la formacidn bajo
Ja figura de la infancia y de la natalidad como tiempo inaugural donde eabe recuperar la experiencia
Pensar la educacién en estos términos es pensar tres dimensiones esenciales de la experiencia edu-
cativa, Un acontecimiento, que por su propia naturaleza es una irrupcion de lo imprevisto y extraor-
dinario es, por un lado, fo que da a pensar. no aquello acerca o sobre lo cual pensamos, sino lo que
nos da la oportunidad. y hasta nos exige, pensar lo acontecido con un pensamiento nuevo, con nue
‘vas categorias y con un nuevo lenguaje. En segundo lugar, todo acontecimiento es lo que nos per
mite hacer una experiencia. Un aconiecimiento no es aquello sobre lo cual experimentamos, sino
justo eso otro que hace experiencia en nosotros, porque es algo que nos pasa y no nos deja igual que
fantes’. Por ditimo, un acontecimiento es lo que rompe la continuidad de! tiempo de ta historia y del
tiempo personal de lo vivido.
De acuerdo con esta caracterizacién, abordar el andlisis de la educacién como acontecimienio
nos obliga a repensar lo que, desde el punto de vista del mundo de la vida, configura la experien-
cia humana del aprender. Como aquello que nos da @ pensar, la educaciGn es la experiencia del
aprendizaje de lo nuevo, de 10 inédito, de Jo extraiio’. Como aquello a través de lo cual hacemos
‘experiencia en nosotros, la educacisn es la experiencia del aprendizaje del padecer, de la pasién
y del dolor’, ¥, finalmente, por ser lo que rompe fa comtinuidad del tiempo, Ia educacidn es la
experiencia del aprendizaje de la decepcién y de un cierto desencanto™, Este articulo se inscribe
5 ROSENZWEIG, F: La estrella de la Redenci, Salamanca, Sigueme. 1997. p. 89. Para un estodio de as relaciones
centre Arendt y Raseneweig. ver BENSUSSAN. G.: «Hannah Arendt, Franz Rosenzweig et le judaisme, Aeosmic et
fxtthistorickén, Les Temps Modernes. a 601 (199%),
{6 Ente los pocosintemtes que se han llevado a cabo, en la filosoia de Ia educacn espaol, de pensa la ormacion bao
Ja figura de la infancia y la experiencia de ks natalidad, hay que destacar las exploraciones de Jorge Larrosa. Vex
TARROSA. Ja enigma de la infancia, 0 fo que va deo rmposible alo verdadero». en LARROSA. J y'N. PEREZ DE.
LARA (comps): Imagenes del otr, Barcelona, Vinis Editorial, 1997p. 65-66, y LARROSA. 3. «Dara palabra. Notas
para una dalogica dele transmisiGne, en LARROSA, J.C. SKILIAR (eds): Habitantes de Babe. Politicas v poeicas
{lef diferencia. Barcelona Altes, 2001, pp. 411-431, Laidea dela educacion como acontecimiento yal etiosavan-
‘avd en otfos trabajos anteriores, de los evaes partimos paral elaboracion de ete ensayo, Ver: BARCENA. F: €1 ft
io dela etudadanta, Barcelona, Paidés, 1997; BARCENA F. y J.C. MELICH: La educaciéin como acomecimienty
ico. Natalia, narracién y hospitalidad. Barcelona. Pais, 2000,
7 Hay que mutizar aqui algo importante. Al hablar de la sexperiencian come algo que se hace. y que no simplemente se
tiene nos retertnos a sentido =tradiciona de Ia experiencia, el que todavia Montagne defiendeen sus Ensayas,y 90
A sentido mendemo de fa experiencia es decir; aquelo en lo que uno no se adcnta sino después de tener sus ceresns
‘Nuestra defensa de la eapenencia, portato, remit la fmla de Esquilo sobre ef aprender de padecer. formula que
Jndica que nos hacemos sabios a través del dato, tra «suis las expeieneas.y que sGlo en la decepewn Negames a
‘coneectaleeuadament las e0sas y aprendemos los linites de lo hurnano, su conden int, ts bareras que nos sepa
ran de lo divin Ver. GADAMER. H.-G. Verdad ymieao, Salamanca, Sigueme. 1931, pp. 432-438, y AGAMBEN, G.:
Enfance er histoire, Pa, Payot, 1989.
8 VerBARCENA, F: «A Aprendizagem do novo, Reflexoes sobre a ragedia do comengo», Leturas SME (Rede Munici-
pal de Edacagio de Campinas/Fumec} julio. 3, 2001).
9. Ver BARCENA, F: La esjinge muda. El uprendizae det dolor después de Auschwitz, Barcelona, Ambrop0s, 2001
IO Ver BARCENA. FE desencanto del humanismo moderon. (2001), aniclo en prensa. Vere interesante ensayo de
DESPOIK, Ph: Erhigues du désenchansemont Essis sur la modermtéallenande au debut du siete Pasi. L’ Harmat
tan, 1995