Jueces 4

La fidelidad pasa por cumplir con la palabra de Dios

En esta mañana seguimos con nuestra serie en el libro de

Jueces, Fidelidad al Señor. Sabemos que Dios es fiel,
eternamente fiel, incondicionalmente fiel, compasivamente fiel,
plenamente justo y fiel. Y estamos mirando a la palabra de Dios
con el enfoque en lo que se espera del pueblo de Dios hacia a
nuestro Dios fiel, que le seamos fiel en todos Sus caminos.
Por eso semana pasada al mirar la vida de Aod y de Samgar, en
el cap. 3 vimos que tenemos que luchar en contra nuestra
tendencia a la infidelidad.
En esta mañana, estamos delante de la mesa del Señor, de la
cual participaremos en seguida de escuchar a Su palabra, en la
mesa vemos la fidelidad de Dios a Su palabra, a Sus designios
eternos, en enviarnos El Juez Supremo, al Salvador bendito,
Cristo Jesús quien viene en obediencia a la palabra del Padre,
para cumplir Su voluntad. Jesús, El Hijo de Dios, fue Fiel al
Padre, cumpliendo plenamente y satisfactoriamente con todas
las exigencias de Su palabra para nuestra salvación.
No habría la menor posibilidad de que Jesús no cumpliera con la
palabra de Dios. “y aunque era Hijo, aprendió obediencia por lo
que padeció;” (Heb 5:8 LBA)
Preguntas:
Sabemos que debemos obedecerle a la palabra de Dios,
¿verdad?
¿Pero cuál es nuestra actitud cuando oímos y entendemos lo que
Dios nos dice en Su palabra?
¿Qué disposición está presente en mi corazón, sumisión o
arrogancia en querer andar en mis propios caminos?
¿Cuál es mi disposición en obedecer la palabra de Dios cuando
sé que el desafío es grande o que el precio es alto?

Texto:
En esta mañana estamos delante de un texto que nos presenta
el próximo juez o jueces. De hecho, la liberación que Dios obrara
en este periodo involucra a 3 personas, dos mujeres y un hombre
(Débora, Barac y Jael). Entre los tres, dos de ellos son contados
entre los jueces, Débora y Barac. Como ya lo veremos, algunos
no consideran a Débora como una jueza en el mismo sentido que
los demás, aunque ella estuvo involucrada en toda la acción de
Dios en levantar el juez que librará a Su pueblo de la opresión
de Sisara, comandante del ejército de Jabín rey de Canaán.

La historia de este juez abarca 2 capítulos.

La situación en Israel no mejoró, sino que seguía decayendo
(5:6-8 escogieron nuevos dioses), y por eso otra vez vemos la
gracia de Dios en aplicarles Su juicio para que se percataran de
Su pecado. Dios les entregó en las manos de Jabín, rey de
Canaán quien reinaba en Hazor, una región al norte de la
palestina, alrededor de 15 kilómetros del mar de galilea, cerca
de lo que ahora es la frontera entre Israel y el Líbano. Y ellos
estuvieron bajo la opresión del comandante del ejército de Jabín,
un hombre llamado Sísara.
Sísara era un guerrero, un comandante cruel que oprimía las
naciones subyugadas. Era un comandante temido pues tenía un
ejército con las mejores armas de la época. Él tenía 900 carros
de hierro, con los cuales perseguía, alcanzaba y destruía a las
naciones subyugadas imponiendo el terror.
Por causa del pecado y de la infidelidad otra vez el pueblo de
Dios pasar por un tiempo de sufrimiento 20 años. Lo que enfatiza
el relato en este libro es que una vida de infidelidad a Dios no
trae otra cosa que no sea opresión, angustia y sufrimiento. Los
que toman parte de las prácticas de los enemigos de Dios, los
que siguen sus falsos dioses, terminan por estar bajo la
esclavitud y la opresión de ellos.
Estando bajo sufrimiento el pueblo clama al Señor. ¿Por qué
clamaron al Señor? ¿Por qué estaban arrepentido? No, el texto
dice porque estaban sufriendo duramente la opresión de un
comandante cruel.
La narrativa que sigue comienza a demostrar la compasión de
Dios, y como Él en esta situación libra a Su pueblo.
Dios usa a una mujer llamado Débora, era una mujer Israelita,
su nombre significa abeja, era casada con un hombre llamado
Lapidot, era creyente y sierva de Dios, es descrita como
profetisa, alguien que hablaba de parte de Dios, y era también
una gobernante como bien describe la versión rv60, una persona
que resolvía conflicto entre diferentes partes. En este caso la
palabra juez se aplica a mediadora de conflictos, lo que haría
más tarde Samuel, antes de la monarquía.
En medio de la opresión los hijos de Israel fueron a ella y pidieron
por salvación de la opresión (5). Pelear las batallas era una tarea
de los hombres en Israel.
Y ella recibe de Dios un mensaje para transmitir a Barac, y ella
manda a llamar a Barac para transmitirle con fidelidad de la
palabra del Señor.
El mensaje es (6 y 7…). ¿Qué harían ustedes si recibieran esta
misión de Dios?
El texto dice (8) que él tras oír la palabra de Dios dijo que, si ella
no fuera con él, él no subiría. Ella entonces dice que, si iría con
él, pero que El Señor no le entregaría en sus manos la victoria
final sobre Sisara, sino que entregaría en las manos de una
mujer. ¿Qué mujer? ¿Débora? No, sino Jael.
Barac entonces convoca el pueblo de Israel para salir a la batalla
y sale con él, Zabulón y Neftalí, al todo 10 mil hombres
En el v. 11 hace una pausa importante para introducir a los
ceneos eran descendientes del suegro de Moisés, que vendrían
de la región del Sinaí. Muchos de ellos se habían juntado a Judá
Jue. 1:16, pero Heber y su familia se había apartado de su
pueblo y vivían lejos de ellos y no estaban bajo opresión de
Sísara porque tenía alianza con él. ¿Por qué hace esta
introducción de Heber aquí? Porque más abajo en el v. 18 en
adelante hablará de como Dios cumple Su palabra entregando a
Sísara en las manos de una mujer, Jael esposa de Heber.
Bien teniendo este trasfondo en mente que es lo que podemos
aprender con este texto y sobre nuestra fidelidad al Señor.
El texto menciona que vino la palabra de Dios, que ella fue
entregada y que ella se cumplió. ¿Cuál debe ser nuestra actitud
frente a la palabra de Dios?
3 lecciones.
1- Un ejemplo de fidelidad a la palabra – 4-9
Débora recibe una palabra de Dios para ser entregada a Barac.
Y el texto nos dice que ella manda a llamar a Barac y le entrega
el mensaje de Dios tal como había recibido. Ella no tardó en
hacerlo, ella no dejó de hacerlo, ella no le cambió el mensaje,
sino que fielmente transmitió la palabra del Señor a Barac.
Débora entiende que Dios en Su compasión para librar Su pueblo
de la opresión que estaban viviendo por causa de Su pecado
decide levantar a un hombre llamado Barac, y que él debería
recibir el mensaje de Dios para subir y conquistar a Sísara, que
Dios le entregaría en sus manos.
Hay cosas que debemos mirar al texto y reconocer en la vida de
Debora y hay cosas que no debemos inventar porque el texto no
dice.
Yo quisiera primero aclarar aquello que no debemos inventar
porque no dice el texto.
Dios aquí no está instituyendo precedentes para el pastorado
femenino. Este texto no debe y no puede ser usado para decir
que la biblia aprueba y da base para que una mujer sea pastora.
Primero, porque el texto no habla sobre el ministerio pastoral,
segundo que Débora en ningún momento está luchando por una
posición que Dios no le hubiera dado, sino que ella servía al
Señor en medio de Su pueblo como gobernadora y profetisa. Ella
ya era una sierva de Dios, y ya estaba sirviendo al Señor. Incluso
menciona que era casada lo que en el contexto judío significa
que ella estaba bajo la autoridad de su esposo.
Tenemos que aprender que el texto no abre precedente y no
enseña nada al respecto de este tema, aunque sea muy usado
para fundamentar.
Debora fue profetisa y gobernante, pero no es lo mismo que ser
pastor. No hubo una sola mujer sacerdotisa en la tribu de Levi.
Debora no era sacerdotisa. Dios hablaba por medio de ella, y no
se niega que Dios pueda y que hable a través de mujeres en los
días de hoy, pero no es lo mismo que ejercer el pastorado o la
autoridad de pastor.
Hay que entender que una cosa es lo que la biblia describe y otra
cosa es lo que la biblia prescribe. Una cosa es lo que la biblia
relata como suceso y ejemplo y otra cosa es lo que la biblia
establece como norma, como mandamiento.
Por ej. la biblia describe como era la vida del pueblo de Dios en
los días de los jueces, pero no significa que tenemos que copiar
su estilo de vida o vivir como ellos, totalmente el contrario,
debemos aprender con la narrativa que la manera como ellos
vivieron nos sirve de lección para conocer la inclinación de
nuestros corazones, o sea, somos parecidos a ellos. Pero cuando
la Biblia nos dice sed santos porque Dios es santo, ya no es una
narrativa solo para que aprendamos, sino que es un
mandamiento para que obedezcamos.
En el caso de Debora, es un relato de como ella como sierva de
Dios fue fiel en la tarea de entregarle un mensaje a Barac. Pero
no hay ningún mandamiento ni aquí, ni en ninguna otra parte de
las escrituras donde las mujeres deban ocupar el liderazgo
espiritual de la iglesia.
No se trata de superioridad ni de inferioridad. Si trata de roles,
de papeles distintos que Dios ha prescrito, ordenado en Su
palabra.
Dios usó a Debora y quiere usar a las mujeres en la iglesia. Con
sus oraciones, aconsejándose mutuamente, auxiliando a sus
maridos para que ellos puedan servir a Dios.
Lo que resalta el texto y lo que queremos aprender con Débora
es sobre su fidelidad en cumplir con la palabra de Dios. Ella
recibió y ella cumplió con lo que Dios le había ordenado.
¿Cuán listos somos nosotros en cumplir con la palabra de Dios?

2- Una fidelidad parcial a la palabra – 8-16

El texto nos enseña que Barac oyó la palabra de Dios, pero que
hesitó en atenderla. La narrativa revela lo que se verá en otros
jueces en adelante, es que necesitan una seguridad extra para
cumplir con la palabra de Dios. Frente al grande desafío, lo que
prevaleció no fue la palabra de Dios, “lo entregaré en sus manos”
v. 7, pero el temor “yo atraeré a Sísara con sus carros y ejércitos
a ti…”
Cuando Barac dice a Débora si no vas conmigo yo no iré, revela
un corazón divido, dudoso, temeroso. Él es considerado un
hombre de fe, es mencionado en la galería de la fe en Heb.
11:32, pero era uno como nosotros que tantas veces aun
sabiendo que es lo que Dios nos pide, nos achicamos cuando
miramos el grande desafío o el costo a pagar.
Yo iré si me das algunas garantías. Yo haré si las cosas estén
bajo mi control.
Cuando nosotros no nos sometemos completamente a la palabra
de Dios por causa de las condiciones no solo tardaremos a
cumplir lo que Él nos dice, sino que perderemos la oportunidad
de ser usados por Dios en cosas mayores y en ver la acción de
Dios.
Aplic.
Jóvenes que no confían en Dios que les dará un esposo o esposa
creyente, y se aventuran a relacionarse con incrédulos, no solo
sufren las consecuencias de su desobediencia, sino que pierden
la oportunidad de ver Dios obrando en sus vidas.
Cuando dejamos de servir a Dios por causa de que esto me
sacará de mi comodidad, o porque tendré que tratar con
problemas duros y complicados. Uno pierde la oportunidad de
ver las cosas lindas que Dios hace en el camino, que nos trae
grande alegría. (Melvyn y Omar)
Cumplir con la palabra de Dios siempre será un grande desafío,
no pocas veces tendremos que afrontarnos con 900 carros de
hierro y con Sísara.
Yo tendré que abandonar mi querer para hacer lo que Dios
quiere, tendré que dejar de agradarme a mi o a otros para
agradarle al Señor, tendré de arriesgarme a hacer cosas que no
tengo total control de la situación, pero es lo que Dios quiero
entonces yo no hesitaré en hacerlo.
Barac fue un hombre de Dios que aprendió a que cuando uno
hesita en cumplir la palabra de Dios, pierde muchas
oportunidades de participar de aquello que Dios está haciendo
para engrandecer a Su nombre.
Cuando quiere usarnos, debemos estar dispuestos. Es posible
que no nos sintamos adecuados para la tarea. Podemos sentir
que, debido a nuestro pasado, Dios no puede usarnos. Es posible
que no nos guste lo que Él nos llama a hacer. De una manera u
otra nos sentimos inhibidos para servir. Cuando nosotros, como
cristianos, no confiamos en Dios en estos contextos, perdemos
la oportunidad de que Dios obre a través de nosotros. Perdemos
sus buenos regalos. Y lo que es peor, podemos encontrarnos
perdiendo todo tipo de tiempo y energía intentando
desesperadamente compensar la diferencia. Queremos tener la
seguridad de que el riesgo valdrá la pena, que tendremos éxito.
Pero Dios a menudo ya ha dado la seguridad en su Palabra y
quiere que nos involucremos para que él pueda trabajar para
cumplir su plan.
No espere tener total seguridad de la situación para cumplir con
la palabra de Dios.
Cuando los cristianos no pueden confiar en Dios, exigiendo
seguridad cuando Dios, de hecho, ya ha hablado, pierden la
oportunidad de ser utilizados por Él en toda su extensión.
Si quieres ser usado por Dios y serle fiel a Su palabra, no hesite,
sino confié plenamente.

3- La fidelidad de Dios en cumplir Su palabra – 16-24

La historia de la victoria sobre Sísara y sus 900 carros de hierro,
apunta una vez más al verdadero libertador que es Dios. Dios se
sirve de sus instrumentos, pero es Él quien siempre conduce la
historia para que Su voluntad prevalezca sobre todas las cosas.
Nada escapa de Sus manos. Cuando somos fieles, Él está ahí
conduciendo todas las cosas, cuando somos infieles Él sigue
estando ahí para conducir todas las cosas para que se cumpla
Su querer.
Vemos que Dios cumple Su palabra y le entrega al ejército de
Sísara en las manos de Barac. Hubo una intervención divina v.
15, Jehová derrotó. No sabemos qué es lo que Dios hizo, pero
las armas y las fuerzas de Sísara no pudieron prevalecer frente
la intervención de Dios. Él Señor fielmente entregó el ejército en
las manos de Barac. Pero Sísara huyó a pie, y se fue a la tienda
de Jael quien lo recibió dándole garantías de una buena
hospitalidad, cama, yogurt, y un sueño profundo…
Otra vez encontramos una situación un tanto desagradable en
las escrituras. A la semejanza de Aod, Jael atrae a Sísara, le
promete algo, y termina dándole otra cosa.
Es importante repetir, primero el registro de estos hechos no
significa su aprobación. Segundo que Dios puede usar y con
frecuencia lo hace, las actividades libres de los seres humanos
en su plan para su propia gloria y para la salvación de su pueblo.
Dios no aprueba el pecado y la maldad de los hombres, ni es el
responsable por ellas, pero puede servirse de ellas para glorificar
Su nombre y para salvar Su pueblo. Aquí Dios es glorificado en
que Su justicia se cumple en la vida de Sísara, un comandante
cruel y opresor. Violentaba a las naciones. Cuántas mujeres
sufrieron bajo sus manos. Ahora Sísara recibe de la maldad que
había cometido. Adoni Bezec cap. 1:7. Y Dios se sirve de la
acción de Jael para la salvación de Israel y para el cumplimiento
de Su palabra.
Pero con Jael aprendemos que ella arriesga su propia vida para
librar un pueblo del que ni siquiera forma parte.
Que cuando uno deja de hacer lo que Dios quiere y ordena,
somos infieles al Señor. Pero nuestra infidelidad no significa que
los planes de Dios quedarán sin cumplimiento.
Dios usará a otros y Dios cumplirá fielmente a Su palabra. V. 23-
24 y 5:31
La fidelidad de Dios no falla jamás. El usa a una discípula fiel, a
un discípulo hesitantemente fiel y a una que no es discípula.

Conclusion:
En esta mañana estamos delante de la mesa, que representa la
fidelidad de Jesús en cumplir plenamente con la palabra de Dios.
El apóstol Pablo registra es fidelidad para que nos sirva de
estimulo y de ejemplo cuando dice en Filipenses 2:5-11
“Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también
en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no
consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que
se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose
semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se
humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y
muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo,
y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, para que al
nombre de Jesús SE DOBLE TODA RODILLA de los que están en
el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua
confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.”
Las estacas fueron clavadas sobre sus manos y sobre sus pies,
para que tuviéramos vida con Él, para que tuviéramos el perdón
de nuestros pecados:
“Y cuando estabais muertos en vuestros delitos y en la
incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con Él,
habiéndonos perdonado todos los delitos, habiendo cancelado el
documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros
y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo
en la cruz.” (Col 2:13-14 LBA)
Que delante de la mesa en esta mañana podamos pedirle al
Señor perdón por nuestra constante infidelidad, gracia para que
podamos ser como Débora, misericordia para que no hesitemos
como Barac, y compasión para que Dios nos siga tratando con
Su fidelidad.
Years later, as Jesus is put on a piece of wood, some unknown
soldier is going to take a nail and hammer and drive it through
His hands and feet. And as He is nailed to this tree, He brings
about a greater deliverance than Jael secured for Israel. He
solves a greater problem.

Jesus no lo que yo quiero sino lo que Tu quieres…

1.
4 personajes, con 3 agentes usados por Dios en la liberación de
Su pueblo.
¿Cómo puedo saber si Jesús es mi salvador? Pregúntese: si
cuando su "salvador" muere, ¿su vida se volverá más
significativa o sin sentido?

Dios demuestra que no abandonará a su pueblo. A pesar de que

esta es la tercera vez que han apostasiado, él los trata con total
consistencia. Él no les permitirá hacer lo que quieran.
A causa de su rica compasión, no los dejará en una opresión
prolongada. Si bien hay una disminución en la calidad del tipo
de personas que puede usar, él no obstante puede llevar la
liberación a su gente. De hecho, usa a aquellos que en el mundo
antiguo se consideraron insuficientes para la tarea.
Dios es soberano sobre la vida, y está trabajando para llevar a
buen término su plan.
La participación en el reino de Dios es digna de alabanza. La no
participación es vergonzosa, tal vez en algunos casos
abominable.

El cristianismo no es un deporte de espectadores; requiere

involucramiento Así como Dios es santo, apasionado y celoso por
la justicia, espera que su pueblo sea el mismo.

Aquí se dan como la razón por la que Jabin y Sísara fueron

capaces de oprimir a Israel durante veinte años.
900 carros de hierro

Por lo tanto, por primera vez, "juzgar" y "salvar" se distinguen

claramente entre sí. Si bien las dos funciones se pueden
combinar en una sola persona, los jueces no son necesariamente
salvadores, y los salvadores no son necesariamente jueces. Sin
embargo, Deborah juega un papel crucial en la salvación de
Israel, en dos sentidos: resolviendo disputas (los israelitas se
acercaron a ella para el juicio) ella lo salva de los problemas
internos, y al encargar a Barak que trate con Jabín y Sísara ella
salva de problemas desde afuera.

ironía de las últimas palabras de Sisera: "Párate en la entrada

de la tienda, y si un hombre ('îš) viene y te pregunta: '¿Hay un
hombre ('îš) aquí?', di: 'No ('āyin).'" The'îš quien viene a la
puerta de la tienda es, por supuesto, Barak, y 'adentro está
Sisera, que está muerta cuando llega Barak. Para citar a Murray,
La acusación de Deborah a Barak en los versículos 6-7 indica que
está destinado para un papel comparable al de Othniel en 3: 7-
11. Él sí gana una victoria notable, pero su insistencia en que
Deborah lo acompañe ya resta valor a su estatura heroica.

Aod Dios usa los métodos, en Sangar Dios usa los recursos en
Jael Dios usa a los que menos se espera.

Deborah era una profetisa ('îššâ neḇî'â), y en ese sentido era

inusual, ya que era la excepción y no la regla en los tiempos
del Antiguo Testamento para que una mujer fuera profeta, al
menos en Israel.

"¡El que vacila pierde!" Pero el propósito de la Canción de Débora

es reconocer y alabar a Yahweh y a los que participaron. La
canción, por lo tanto, presenta tres grupos: los que no
respondieron (5: 15d-17), los que respondieron (5: 14-15a) y
los que se distinguieron en la batalla (5: 18).

Dios es completamente consecuente al lidiar con la apostasía.

Él no permitirá que los israelitas hagan lo que quieran sin ciertas
repercusiones de acuerdo con su pacto con ellos.

debido a su falta de fe, pierden estas bendiciones que Dios daría

libremente. En el caso de Barak, él pierde la oportunidad de ser
verdaderamente usado por Dios.