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CRITERIOS DE LA VERDAD

Se dice que un conocimiento es verdadero cuando expresa las cosas tal como son
en la realidad. Por tanto, la verdad no puede ser objeto de manipulación, no
depende de los gustos o intereses: las cosas son como son, y nuestro
conocimiento sólo es verdadero si se ajusta a la realidad. Puede decirse, en
consecuencia, que la verdad tiene sus derechos propios.
«Al igual que todas las demás verdades, la verdad científica no tiene que rendir
cuentas más que a sí misma y a la Verdad suprema que es Dios, creador del
hombre y de todas las cosas»
Juan Pablo II

La ciencia tiene un doble compromiso. Por una parte, el compromiso teórico de


buscar la verdad. Y por otra, el compromiso práctico de buscar, en sus
aplicaciones, el servicio al hombre Además, el sentido práctico de las
aplicaciones científicas no es ajeno a la verdad, porque el éxito de esas
aplicaciones se fundamenta en la verdad del conocimiento teórico.

«La verdad ocupa un lugar central en la vida humana, y la ciencia es un camino


privilegiado para buscar y encontrar la verdad. »

Las dificultades de la verdad científica se comprenden si tenemos en cuenta que,


en muchas ramas de la ciencia experimental, se utilizan modelos abstractos y
conceptos matemáticos que no son una simple traducción o fotografía de la
realidad. Además, el método experimental exige que se adopten estipulaciones
que no vienen determinadas por la naturaleza misma de las cosas. A todo ello se
debe añadir que, desde el punto de vista de la lógica, no siempre es fácil
conseguir demostraciones concluyentes.

Sin embargo, en muchos casos se consiguen conocimientos verdaderos. Se trata,


sin duda, de una verdad contextual y parcial, porque depende del lenguaje
utilizado (los conceptos propios de cada teoría) y siempre está abierta a ulteriores
precisiones. Pero esta verdad puede ser, a la vez, auténtica. En las ciencias
encontramos una situación semejante a la que se da en otras áreas. Por ejemplo,
los nuevos conocimientos solucionan unos problemas pero abren otros nuevos, y
no conocemos todo con el mismo grado de certeza.

A veces, se supone que el conocimiento sólo sería verdadero si pudiésemos


demostrar su verdad mediante la pura lógica y de modo absolutamente cierto.
Pero podemos alcanzar muchos conocimientos auténticos mediante pruebas que,
si bien no son demostraciones puramente lógicas, son, sin embargo,
suficientemente convincentes. Que el conocimiento sea limitado, parcial y
perfectible no significa que siempre sea hipotético o conjetural.

LA FÉ AYUDA A LA CIENCIA

T A R E A 4 - ÁLVAREZ ACOSTA ALEXA XIMENA 3AM8


El positivismo del siglo XIX, y sus nuevas formas en el siglo XX, presentan a la
religión como un obstáculo para el progreso científico, como si la ciencia
implicara una actitud incompatible con las verdades de la fe. Para sostener esta
tesis, con frecuencia se magnifica el caso de Galileo, prescindiendo del rigor
histórico y de las circunstancias que permiten comprenderlo; además, se
presenta ese caso como si fuese el exponente de una constante pugna entre la
ciencia y la fe, lo cual no es cierto.
Por el contrario, muchos especialistas reconocen que, de hecho, la fe cristiana
contribuyó al nacimiento y consolidación de la ciencia experimental moderna. De
hecho, el nacimiento de la ciencia moderna se produjo en una Europa que había
sido impregnada, durante siglos, por el cristianismo, y que poseía una cultura en
la cual desempeñaba un papel importante la doctrina de la creación.

T A R E A 4 - ÁLVAREZ ACOSTA ALEXA XIMENA 3AM8

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