Universidad Diego Portales

Escuela de Arquitectura
Nuevos jardines urbanos

Jardines Literarios

Texto: CALATRAVA, Juan. (2011) Jardín y paisaje. Miradas Cruzadas. Madrid. Abada Editores.
Capítulo Jardines de Émile Zola.
Integrantes: Ana María Balmaceda, María de la Luz Vilches, Fabiana Zanlungo.

En el texto Calatrava utiliza la literatura como medio para la descripción de diferentes situaciones y
actos que revelan distintas realidades generadas a través de un contexto histórico-social, situándose
así en diversos espacios del paisaje y siendo este el gran escenario a comprender dentro del texto.
El autor comienza con las descripciones del crecimiento urbano dentro de las ciudad de París y como
el avance urbano, no solo a nivel material, va transformando el territorio enfrentando la ciudad con el
pasado,entendiendo este como lo existente. Esto desencadena la definición de parque como lugar
de mutuo reconocimiento de los miembros de la nueva élite mostrando el nuevo ascenso social y la
manera de comprender la ciudad a través de la industrialización. generando ciudades- espectáculo.
“[...] abriendo sus jardines directamente al propio parque y privatizando así todo el espacio del borde
mismo, verdadero símbolo no solo de la ambiciosa política de equipamiento en parques y jardines
urbanos de los grands travaux haussmannianos sino también del grado de jerarquización social que,
desde el principio, marcó la distribución y tratamiento de estos nuevos espacios verdes.” (Juan
Calatrava. (2011). Jardines de Émile Zola. En Jardín y paisaje. miradas cruzadas(94). Madrid: Abada
Editores.)
Los diversos avances económicos y tecnológicos trajeron consigo la modernización y nuevos
materiales. Con esto no solo se cambian los procedimientos constructivos y técnicos, sino que se
modifican decisivamente las demandas arquitectónicas, extendiendo los problemas urbanos y de sus
habitantes; gracias a la aplicación de estos nuevos materiales en base a la masiva producción se
lograron crear colosales construcciones que demuestran el poder político y económico que se vivía
en su momento, siendo un símbolo de progreso y de poder ilimitado. Este se caracterizó en crear un
contraste radical entre el cierre y la apertura, naturaleza/ciudad, público/privado, creando así los
llamados invernaderos o jardines de invierno, que generaban un ideal utópico de oposición de
atmósferas, las cuales daban lugar a espacios soñados, siendo estos impensadas y la sensación que
este podría generar. Tal como en París el invernadero trae consigo un espacio cálido y lleno de
vegetación salvaje en plena ciudad invernal donde la idea de estar en ambos mundos era el anhelo
de poseer la ciudad y su orden con la naturaleza, desarrollando una llamada de espontaneidad en
donde esta se viese extravagante y extraña, pero que al mismo tiempo fuese perfecto y controlado.
Esto lo podemos comparar con la nueva vida en París que genera un “moderno” espacio de
transición entre la casa y la calle, que lleva del frío del exterior al calor de la casa. “[...] es el vestíbulo,
ese espacio semipúblico, de transición entre la calle y el secreto privado de los pisos, del que arranca
la escalera principal, y en el que reina el portero, el que se presenta, como rito de paso al nuevo
París, dominado por un “lujo violento” y un “calor de invernadero” provocado por la circunstancia,
comentada con orgullo por uno de los inquilinos, de haber instalado calefacción incluso en la
escalera.”. Generando paisajes imaginarios que regenera una realidad y un contexto en donde el
espacio da a entender diferentes situaciones.

En contraste podemos ver otro cuento que nos narra el autor en donde describe un jardín francés,
que se destaca por el ferrocarril que lo cruza, marcando un claro y rotundo paisaje propio de la finca,
en donde es el resultado de un desencadenamiento de una tragedia; un incendio purificador y un
esplendor pasado. Este último se entiende así porque pasó de ser un jardín totalmente manipulado
por la mano del hombre, muy bien cuidado hasta que sucede este hecho que desencadena otro tipo
de jardín y es la resultante de todo lo contrario de lo que se había planteado anteriormente,
exactamente la contraposición. “El paradou un jardín absolutamente inquietante, en el cual la
naturaleza, un tiempo domeñada por la mano del hombre, no se ha limitado a recuperar plenamente
sus derechos sino que lo ha hecho de una modo excesivo”. Podemos ver como la construcción
humana es arruinada, revelando la fragilidad y el carácter efímero del orden que se quiso imponer en
ese entonces. “ La casa misma en la que reside el extraño núcleo doméstico de Pascal es igualmente
un resto porque un incendio la ha dejado reducida a solo la mitad utilizable. [...] Pero, al igual que en
La Fauete de lÀbbé Mouret, de nuevo en este jardín va a renacer la vida.” Comienzan a salir las
verdaderas floraciones vegetales del lugar, la vida propia, explorando la fecundidad de la vegetación.
Lo compara también con un pequeño paraíso de Adán y Eva, es la excitación del descubrimiento, los
sentidos y la despreocupación de las necesidades básicas de un jardín. Mucho de estos relatos se
cuentan con una historia de amor prohibido, que busca el renacer ardiente, y se ve representado su
relación a través de los jardines que son los propios escenarios de estas narraciones; como el
ejemplo de Pascale y Clotilde, que buscan salir de la finca en donde se encuentran y su relación no
es posible, por lo que buscan el exterior, sin márgenes ni moral, salir de los límites establecidos por
otros, buscando la espontaneidad. Estos escenario le va mostrando al lector las diferentes
sensaciones que el personaje está viviendo.

Relacionado a este contexto mitológico, en el texto también es mencionado el jardín mariano, que
tiene dos principales características; primero que tiene que ser un recinto cerrado y lo segundo tener
este concepto de paraíso medieval. Este tiene ambos conceptos mencionados, el espacio contenido
cerrado, que lo podemos entender con el jardín de invierno, como también ese carácter de paraíso
espontáneo, en donde el lugar no ha sido manipulado por completo.
Son estos espacios los que les dan cabida a las diferentes historias mencionadas anteriormente,
siendo el principal escenario para el desarrollo y la contemplación de cada una de las vivencias, lo
cual se puede extrapolar hasta el dia de hoy donde el deseo o imaginario de estos generan distintos
anhelos de situaciones o acciones, enmarcando el espacio de área verde como un refugio de todos
los deseos.