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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIAPAS

FACULTAD DE MEDICINA HUMANA


“DR. MANUEL VELASCO SUÁREZ”
CAMPUS II

SOCIOMÉDICA

“ENSAYO DE ANTROPOLOGÍA MÉDICA”

CATÉDRATICO:
DR. DIEGO DE LEON GARCÍA

EQUIPO Nº 5:
ARÉVALO DE LA CRUZ JORGE ANTONIO
ARROYO MORALES JÉSSICA GUADALUPE
BACILIO ESCOBEDO MARIO
CASTRO ZENTENO MARÍA JOSÉ
DE LA CRUZ VELÁZQUEZ YARET AMAYRANI

MODULO: 1 GRUPO: A

TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIAPAS, 30 DE AGOSTO DE 2018


ENSAYO DE ANTROPOLOGÍA MÉDICA: ESPACIOS PROPIOS, CAMPOS DE
NADIE DE EDUARDO MENENDEZ
Desde la perspectiva de la antropología medica existen micro grupos que llevan a
cabo estrategias diferentes para enfrentar problemas de enfermedades las cuales
forman parte de sus estrategias de vida básicas y no presentan una serie de
temáticas referidas al proceso salud/ enfermedad / atención .Dentro de las
negaciones y dudas , la revista Nueva antropología tiene un significado de gran
importancia ya que gracias a ella y a los trabajos publicados se formó lo que ahora
se conoce como: Antropología Medica , aunque en la actualidad algunas personas
no lo reconocen como un campo de estudio por ejemplo con el rechazo sobre la
epidemiologia de la tortura que no se tomaba en cuenta como un estudio de esta
disciplina sin embargo sabemos que tiene notables antecedentes en nuestra
disciplina ya que nos referimos a la tortura como una técnica que degrada y
despersonaliza. Sobre la tortura, el autor nos habla sobre Tierra caliente en el año
de 1979, donde realizo un trabajo de campo con el propósito de documentar
cuales eran los padecimientos dominantes y el tipo de servicios de salud utilizado
por la población. Entre las entrevistas realizadas durante su trabajo, se encontró
con una joven de 16 años quien le comento que sus padres habían muerto, que
habían sido asesinados a machetazos y que a su padre lo torturaron; aun estando
vivo, sacándole los ojos y todo debido por unas vacas. A su consideración, esa
agresión hacia la familia era considerada como una secuela ya que los asesinatos
mutuos entre familias se habían llevado a cabo desde generaciones anteriores. La
joven que describe el autor se estaba preparando para matar a alguien de la otra
familia asesina y vengarse como en una rara tradición familiar de “sangre por
sangre”. Complementando el trabajo de campo realizando entrevistas a otra
comunidad cercana, tuvo la sorpresa de descubrir que había situaciones similares
a la anterior. También descubrió que en las comunidades cuando la persona que
quería hacer venganza llegaba para asesinar al sujeto y este no se encontraba, en
su lugar se tomaba la vida de alguno de sus integrantes de la familia o también
podrían cobrar más de una vida. Entre las características de la venganza estaba el
hecho de que la acción de asesinar a uno a todos los integrantes de la familia
debía hacerse con el propósito de no esconderse y dar conocer quien había hecho
dicho asesinato, además de que en ocasiones se realizaba frente a público, ya
sea frente a una comunidad o frente a la familia.
Un segundo hecho, integrado a Nueva Antropología, es el de la mortalidad por
consumo de alcohol que está relacionada con la VIOLENCIA. También se ha
considerado que el suicidio y el homicidio son las primeras causas de muerte
debido a la violencia. En conclusión, dichas problemáticas a pesar de su
importancia no suelen corresponder al interés de otras disciplinas.
El proceso salud/enfermedad/atención, para su estudio, toma en cuenta aspectos
políticos y micropolíticos. Estos últimos nos hablan acerca de, en convivencia con
la sociedad, se crean vínculos de poder, por ejemplo, en las escuelas, en los
hospitales, en la propia familia y en nuestro ámbito laboral. La política no es
exclusiva de los gobiernos, tribunales, sino también se dan en otros ámbitos. Es
decir, en el proceso s/e/a, el poder lo tiene las instituciones hospitalarias a las que
se asisten, en dado caso de que seas derechohabiente, tienes la ventaja de poder
recibir atención médica, pero ¿qué hay acerca de las personas que no cuentan
con ello? Es ahí donde radica la relación de poder, porque, no todas las personas
tienen el beneficio de contar con algún seguro médico. Por lo tanto, en el proceso
s/e/a se incluyen la política y la micropolítica como parte del desarrollo de éste.
En la organización hospitalaria siempre habrá alguien que se encargue del buen
servicio, el equipo necesario, el desempeño adecuado de cada uno de los
departamentos que lo conforman, etc. A parte, dicho hospital o unidad de atención
médica puede tener cierto control sobre otras unidades que sean más pequeñas y
que estén bajo su cargo, por ejemplo, pequeños consultorios en zonas rurales
pueden estar bajo vigilancia de otros sectores médicos de la ciudad.
Muchos autores, como Touraine, consideran el proceso s/e/a como un punto de
partida para los movimientos sociales, como los que se han dado por la tendencia
a privatización de servicios de salud, por la falta de atención médica a zonas
rurales, o a pequeños grupos marginados (por ejemplo, inmigrantes).
Las sociedades más desarrolladas, quienes cuentan con un buen nivel
socioeconómico, tienden a descartar la atención médica a ancianos, enfermos,
jóvenes o personas con bajos recursos. De esta manera, se podría considerar un
movimiento social en el cual se tenga como objetivo la mejora de la atención
médica, de los equipos necesarios, etc., por parte de los usuarios y el personal
encargado.
En México se han desarrollado movimientos sociales acerca del proceso, en los
cuales el objetivo ha sido atender las necesidades de los habitantes segregados
en zonas rurales y urbanas. Pero a pesar de que estos han sucedido en el país y
sé es consciente de ello, no se han realizado investigaciones más profundas
acerca del pilar por el cual se desarrollan: el proceso s/e/a.
El desarrollo de los grupos de autoayuda surge por la problemática de los
procesos salud, enfermedad y atención, y que, para algunos especialistas, a
principios de los setenta, estos grupos aparecían como un germen, mayormente
como ejes posibles de transformación a la sociedad. El primer grupo de autoayuda
fue el de Alcohólicos Anónimos, naciendo en la década de los treinta, y a partir de
la década de los cincuenta, empiezan a surgir los grupos referidos a neuróticos,
diabéticos, hipertensos, obesos, padres de niños discapacitados, sidosos, etc. Se
construyeron grupos de autoayuda para muchos tipos de padecimientos crónicos
o degenerativos, siendo Alcohólicos Anónimos el modelo para la mayoría. A partir
de los cincuenta, una gran cantidad de médicos y antropólogos supusieron que
estos no se expandirían con facilidad debido a que obedecían una concepción
religiosa protestante, y dominaba la concepción católica, esta última se terminó
convirtiendo al menos en algunas áreas, promotora de los grupos de Alcohólicos
Anónimos.
El desarrollo de los grupos de autoayuda dio lugar, primero en EEUU y luego en
América Latina, a que varios científicos sociales y antropólogos, vieran una gran
posibilidad de desarrollar formas colectivas más amplias de autoayuda y mejor
fundamentadas, aunque esta idea se agotó tempranamente, dejó claras muchas
cuestiones entorno a este tipo de grupos.
Cuando en un grupo solo se atienden aspectos generales y no sobre la
problemática que sucede actualmente no solo el grupo tendera a desorganizarse y
a perder su eficacia terapéutica , un líder guía o el que lleve el mando se
caracterizara como alguien que sufre el padecimiento es esta característica la que
les permite entonces poder actuar como un líder, en los años de los 70´s y 80´s
cambia la manera de pensar de muchos a que la participación social debía ser en
torno a los grupos de autoayuda y de los movimientos sociales. Actualmente un
organismo en especial la agencia internacional para el desarrollo impulsa el pago
del trabajo del promotor de salud hasta en la actualidad ser la norma más
extendida la mayoría de los programas de formación y de mantenimiento de las
actividades del promotor van a depender del financiamiento externo a la
comunidad y si por alguna razón este financiamiento llega a acabarse el programa
suele llegar hasta ahí o se cambia la orientación de dicha actividad. Así gran parte
de los trabajos en la antropología médica solo describen la importancia del saber
local en la medicina tradicional.
Desde hace años se viene planteando la necesidad de legislar respecto de la
figura del médico tradicional es decir los chamanes, curanderos, sobadoras entre
otras. Si se analizan estos aparecen construidos en lo que respecta más aceptable
para la biomedicina al campo de la herbolaria y herbolaria tradicional. Todo lo que
respecta a las actividades de brujos y hechicería, o magia no tienen posibilidad de
ser legitimización. Aun esta la duda, ¿Qué es lo que hace que un saber pueda ser
reconocido legal, técnica, profesional y culturalmente mas que otro? ¿Cuáles son
los criterios que permiten al sector salud hacer este tipo de discriminaciones? Se
debe subrayar que para el Estado y para la biomedicina solo algunos saberes son
mas saberes que otros, aun así, la antropología convalida el saber del curador
tradicional, pero plantea cuestionamientos sobre los saberes populares. Una
evidencia de las propuestas de los saberes tradicionales es el impulsado por
organismos del Estado mexicano en, por ejemplo, las actividades que se
desarrollan en el Centro Coordinador de los Altos de Chiapas. Estas actividades
impulsadas por el INI, Instituto Nacional Indigenista en los años 1988-1994 lo que
permite abrir la discusión respecto a la orientación de dicho desarrollo
organizativo. Sin embargo, surgen preguntas que deben ser analizadas y
respondidas por el Estado.

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