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einz Von Foerster: " Visión y conocimiento:
disfunciones de segundo orden"
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Ciencias de la Comunicación
El autor revé ¡deas de Gregory Bateson con respecto a sus
FSOC
formulaciones de un punto fundamental, esos conceptos Psicología y Comunicación - Lutzky
UBA
"de
segundo orden" que con frecuencia aparecen en sus
trabajos.
Von Foerster se centra en dos conceptos que son, por un
lado, el "ver" que equivale a alcanzar la comprensión de
algo
utilizando todas las explicaciones, metáforas, parábolas,
etc. con que contamos, y, por el otro, la "ética" que no
puede
expresarse con palabras. Estos dos conceptos se conectan.
Esto es lo que lleva al autor a titular el texto de esta forma:
"disfuniones de segundo orden".
El autor explica el "punto ciego" filosóficamente. Es realidad
este término hace referencia a un fenómeno de la vista y del
ojo
que hace que dejemos de ver determinados objetos. Esto
tiene que ver con la forma y el lugar donde se refleja la luz
que
entra al ojo y nos permite formar los objetos en la retina.
Si uno mira a su alrededor en todas direcciones con un ojo,
luego con los dos, luego con el izquierdo, luego con el
derecho,
va siempre un campo visual sin solución de continuidad, sin
interrupciones. No se ven "puntos ciegos" que recorran el
campo visual. Wo advertimos que estamos parcialmente
ciegos. No vemos que no vemos. Esta explicación introduce
la
disfunción de segundo orden en el dominio cognitivo.
En la lógica ortodoxa, una doble negación produce una
afirmación; en cambio, es evidente que una disfunción
perceptual
como la ceguera de la ceguera no nos otorgará la visión.
Por lo tanto no se produce el mismo efecto en ambas
lógicas.
Este campo de la lógica, ligado a los conceptos de segundo
orden, versa sobre aquellos conceptos que pueden ser
aplicados a si mismos. Una teoría tiene que dar cuenta de
sí misma, de lo contrario surgen problemas con los tópicos
que
tienen que aplicarse recursivamente, a sí mismos. Nos
encontramos así, con dificultades lógicas graves. Para
comprender
dicha dificultad hay que examinar dos cuestiones: el
lenguaje que empleamos y el concepto sobre qué es la
realidad.
Los peligros del lenguaje
El lenguaje es esencialmente connotativo. Cuando yo digo
"silla", evoco en todos los demás el concepto que tienen de
silla y no una silla en particular. Por otro lado, está la
limitación propia de las lenguas indoeuropeas con respecto
a la posibilidad de sustantivar (nominalizar), es decir, la
posibilidad de convertir un verbo en un nombre o sustantivo.
Muchas de nuestras dificultades para comprender se deben
a que constantemente tratamos con objetos que, en
realidad, son procesos. La sustantivación es muy útil porque
permite localizar las funciones. Esta se cuela muy a
menudo en nuestros argumentos. Resulta muy difícil captar
el concepto mismo de proceso cuando éste desaparece y
se pierde entre las cosas. El autor realiza una crítica al
concepto de nominalización. Una de las consecuencias de
esta es que el conocimiento se transforma en un mercancía:
la información puede comprarse como cualquier otra
materia prima.
Los peligros de la "realidad"
El autor problematiza la noción de realidad, que proviene de
una interpretación errónea y consolidada a través del
tiempo,
sobre un diálogo entre Sócrates y Glauco.
En "La Alegoría de la Gavera" Sócrates explica a Glauco
que los hombres viven en una caverna subterránea,
encadenados
y viendo tan sólo las sombras, que representan figuras de
hombres, animales y otras formas.
Según von Foerster, muchos se quedan con la visión de
Platón de la realidad como sombra, pero esto no acaba ahí.
Luego
explica que pasaría si se saca a un hombre de la caverna,
acostumbra su vista a la luz del Sol y así ve los objetos de
la
región superior. Luego de contemplar el Sol, reflexionará
sobre éste y concluirá que lo gobierna todo en el mundo
visible y
que es la causa de lo que veía en la caverna.
Von Foerster concluye que tendríamos así diferentes
realidades de diferentes realidades, por lo que se pierde el
sentido de
describir "la realidad".
Luego llegamos al punto al que Sócrates, o Platón querían
arribar: sí el hombre que ha estado en la superficie, al
retornar a
la caverna, diera a los demás su opinión sobre las sombras,
éstos lo mataría.
Lo que Sócrates quiso decir es que el que ve las cosas de
un modo distinto al que las ven los demás, iría a parar a un
hospital psiquiátrico.
La metáfora de la caverna nos muestra que hay niveles
sobre niveles de "realidad".
La invención de la realidad
El lenguaje y la realidad están íntimamente conectados. Si
bien suele sostenerse que el lenguaje es la representación
del
mundo, el autor plantea que el mundo es una imagen del
lenguaje. El lenguaje viene primero, el mundo es una
consecuencia de él.
Von Foerster cita un metálogo de Gregory Bateson, en el
que se ocupa del concepto de explicación y la distinción
entre
invención y descrubrimiento.
El metálogo comienza con una hija preguntando a su padre
"¿Qué es un instinto?" éste contesta que un instinto es un
principio explicativo, y dice que explica todo lo que uno
quiera explicar. Al ir explicando cosas a su hija, entre éstas
lo que es
una hipótesis, el padre permanece dentro del dominio
lingüístico y dentro de la descripción no hace referencia a
nada más
allá del lenguaje. El padre termina concluyendo con que las
hipótesis "se componen como los cuentos" y la niña
pregunta sí
Newton no descubrió la gravedad, a lo que su padre
contesta que no, que la inventó.
Von Foerster concluye que si uno inventa algo, es el
lenguaje el que crea el mundo. Si en cambio uno piensa
que ha
descubierto algo, el lenguaje no es más q una imagen, una
representación del mundo.
Una versión moderna de la caverna de Platón
Aquí von Foerster cuenta de un relato que le dejaron como
posible continuación de la metáfora de la caverna. Los
hombres estaban encadenados, pero de manera muy
confortable a un sillón contemplando en una pantalla las
sombras, y los hombres anhelaban convertirse en éstas.
Uno de ellos se levantó y se sacó las cadenas, los demás
desaprobaron su actitud, ya que no entendían como seguía
tratando de mirar afuera y de ver lo que alguna vez se llamó
la realidad verdadera.
Tres ejemplos
El primer ejemplo se refiere a las explicaciones. Cuenta la
visita que realiza Castañeda a la selva mexicana,
acompañado
por un brujo. Éste le muestra cosas a Castañeda, que
nunca ve nada. La solución que da el brujo es la siguiente:
"tu no
puedes ver lo que no puedes explicar. Trata de olvidarte de
tus explicaciones y comenzarás a ver".
El segundo ejemplo está tomado de la clínica. Durante la
Primera Guerra Mundial los soldados sufrían graves
lesiones
cerebrales. El proyectil perforaba el cráneo y salía por el
otro lado, dejando un agujero en el cerebro. Luego de unos
meses
de ser dados de alta, algunos soldados padecían de
disfunción motriz: no podían caminar bien, usar las manos
como
correspondía, etc. Cuando los médicos estudiaron las
disfunciones no encontraron nada anormal, todo parecía
estar en
orden.
Un médico mostró a un paciente un atado de cigarrillos y le
ofreció uno. El paciente no entendía, solo comprendió
cuando el
médico sacó uno de los cigarrillos y se lo acercó. Ahí el
soldado respondió afirmativamente a la pregunta. De esta
forma, el
médico advirtió que el paciente tenía un problema de visión.
Esta persona tenía un punto ciego casi tan extenso como el
total de la retina. Prácticamente no veía, y al mismo tiempo
no veía que no veía.
La solución fue cubrir los ojos del soldado con una venda,
de modo que no recibiera ningún indicador visual. Si uno
está
vendado, gracias a su sistema propioceptivo, conoce
exactamente la posición de su cuerpo. El paciente no veía
sus propios
miembros al moverse, por lo que había perdido el control
sobre éstos y no podía desplazarlos. Cuando lo vendaron,
su
sistema propioceptivo recobró la fuerza y puedo volver a
caminar y trasladarse a todas partes. Al sacarle la venda,
pudo
caminar ya que se había disociado de la necesidad de
controlar sus movimientos con la vista.
El tercer ejemplo: Peter, uno de sus alumnos que padecía
ceguera congénita, iba frecuentemente a su oficina a
informarle cómo iba su trabajo. Cada vez que lo hacía
señalaba directamente al pizarrón ubicado detrás de su
escritorio. Esto era porque detrás de esa pared estaba la
oficina de Peter. Como él era ciego, podía ver a través de la
pared, mientras que los que tenemos visión no podemos
hacerlo. Este es un ejemplo de percepción a través de un
circuito sensorio motor.
No lo veo si no lo creo
Partiendo de un experimento realizado por el profesor
Oakland, Heinz von Foerster demuestra cómo un gato
expuesto a un determinado estímulo sonoro sólo empieza a
oírlo cuando sabe lo que ese tono significa. Antes de saber
lo que significa, si bien se emite el tono, el gato no lo
escucha. Así concluye que uno debe comprender lo que ve,
o de lo contrario no lo ve. Uno debe creer para ver.
Análogamente, la manera de describir aquello que sucede
puede inhibir o facilitar su percepción.
Por ejemplo: si se realiza una operación cualquiera y se la
repite una y otra vez, se obtiene un concepto de segundo
orden: se habrá realizado la operación sobre la operación.
En el sistema sensorio motor, cuando uno mueve la mano,
a través de la retina uno puede observar sus cambios y
estos son de inmediato realimentados dentro del sistema
por vía de los receptores, volviendo asi al sistema motor.
Pero hay un segundo circuito o "cierre" (el que afecta a las
sinapsis mediante las hormonas que segrega la hipófisis).
Una de las consecuencias que trae este "cierre" es que
deslice la noción de propiedades de un objeto al
observador, (por ej. si se muestra una fotografía y a alguien
le parece obscena, esto nos dice mucho sobre la persona y
poco sobre la fotografía).
/.Seres humanos o devenires humanos?
A raíz del aspecto denotativo del lenguaje, muchas veces
buscamos las propiedades de la realidad "afuera" y no
dentro de nosotros. Esto genera cierta complacencia. Por
ejemplo, al referirnos a nosotros mismos hablamos de seres
humanos. Como somos seres humanos que somos y no
que devenimos, nada puede sucedemos. Foerster propone
abandonar esta autocomplacencia y convertirnos en
devenires humanos. La única forma de vernos a nosotros
mismos, seria entonces vernos a través de los ojos de los
demás.
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