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CREACIÓN Y EVOLUCIÓN DE ROLEX

Asignatura: metodología del trabajo universitario


Docente: VIDAL CORDOVA TERESA MARIA
Alumnos:
 CHUNG LÓPEZ DAN
 VIRHUEZ VARGAS ALEGRÍA
 LOPEZ CASTRO JEAM PIERE
 CASAFRANCA SANCHEZ MILAGROS

Lima, 10 junio del 2018


ÍNDICE
INTRODUCCION:

Que es el tiempo, su necesidad en el hombre y cómo influye para crear el


instrumento de medición horario (el reloj)

Las clases y modelos de relojes que han existido (de sol, de agua, de arena, de
cuerda, de péndulo, etc.) Hasta los modelos más actuales (de cuarzo,
automáticos, atómicos)

Como fin de conocer la importancia que ha influenciado al hombre a regirse por


horas, cada 60 minutos y de 60 segundos.

Antiguamente la coordinación se hacía por algún hecho del momento como: el


cantar del gallo, el atardecer, el toque de la campana de la iglesia, etc.

El reloj es el instrumento primordial porque es mejor aliado para poder tener


todo controlado cada segundo para que una organización funcione bien y no
poder detalles en lo que hacemos es necesario ver el tiempo desde que te
levantas hasta que te acuestes.
PRESENTACIÓN:

En el presente trabajo de monografía abordaremos temas como: ¿Qué es el


reloj?, ¿Por qué es importante el reloj? ¿Cuáles son las clases de reloj en la
historia?, ¿las mejores marcas de relojes?, ¿Cuál es su utilidad en su vida
diaria?, entre otras.

Teniendo la finalidad de dar a conocer modelos de relojes estilos marcas tipos


de movimiento durabilidad lujo etc.

En la actualidad el reloj es utilizado como accesorio decorativo y no


necesariamente con la finalidad de controlar la hora.

Los relojes no se limitan solo a marcar una sola hora, sino que hay modelos
que marcan dos o más horas alrededor del mundo.

Los relojes están divididos en varios modelos y sub modelos: deportivos, de


lujo, decorativos, multifuncionales, cronométricos, cosmográficos, etc. Estos
pueden ser por ejemplo: para bucear, para aviadores, para corredores, para
conductores de carreras, para conductores especializados en la Formula 1;
teniendo estos varios extras como el conocidísimo Bisel, el cual puede ser
giratorio (Unidireccional o bidireccional) o cerámico (Fijo). La finalidad de estos
es sacar un cálculo de las actividades que realizamos. Un claro ejemplo son los
acuáticos de buceo, los cuales son biseles giratorios unidireccional anti
horarios, para poder calcular la cantidad de tiempo (en minutos) que estas
sumergido en el agua; otro son los de aviadores: biseles giratorios bidireccional
(ambos lados horario y anti horario) para poder calcular en muchos casos:
temperatura, presión, altura, presión, etc.
CAPÍTULO 1

LA NECESIDAD DE CREAR UN INSTRUMENTO DE MEDICIÓN

El tiempo es importante para el ser humano, porque el transcurso de éste nos permite
entender ciertas cosas como el transcurso del día y la noche, el cambio de estaciones,
crecimiento de los animales y plantas, y el ciclo de la vida. Sin embargo, pueden ser
muy difíciles de predecir sin tener alguna manera de medir el transcurso del tiempo.
Por eso, el ser humano ha ido desarrollando maneras de controlar el flujo del tiempo.

¿En dónde surgieron los primeros Calendarios?

Se empezó a medir el tiempo en diferentes lugares del mundo, y cada cultura creó su
propia forma de medirlo, esto se debe a que las culturas surgieron en diferentes
épocas y lugares, sin comunicación entre ellas. No existe una ubicación exacta de
donde comienza a medirse, pero el hombre se vio en la necesidad de medir el tiempo,
mucho antes de que supiera escribir.

Por medio de las matemáticas, la física y la astronomía, los antiguos mayas


desarrollaron exactos y sofisticados mecanismos de medición del tiempo, en los
cuales fundamentaron su cosmovisión, su relación con la “madre tierra”, el cultivo del
maíz y la creación del universo, el mundo y la humanidad.

Cultura Maya

El calendario gregoriano, divide a un año solar en días, semanas y meses. Sin


embargo, a pesar de que se utilice en todo el mundo, varias culturas siguen utilizando
sus calendarios nativos; el ejemplo más grande es China, que mide las fechas
utilizando ambos calendarios.
Calendario Actual

El hombre midió el tiempo desde que tenía el uso de la razón y observó los días y las
noches. Luego midió la duración de las épocas o estaciones, y cada cuanto se
repetían; esto lo hizo para satisfacer sus necesidades, que iban cambiando según la
época. Más tarde, el hombre empezó a establecer formas de medir el tiempo, para
poder crear calendarios basados en días, meses y años, o su equivalencia en
diferentes culturas.

Te hablamos de los calendarios, y de cómo fueron creados por la necesidad de marcar


las siembras, las cosechas y determinados eventos relacionados, claro, con la
agricultura. Pero poco a poco, el ser humano necesitó de artefactos más precisos para
medir el tiempo que transcurría en su vida, y creó la clepsidra, o el reloj de agua.

La clepsidra fue inventada por los antiguos egipcios, y era usada por las noches,
cuando el reloj de sol no funcionaba. Este “aparato” medía el tiempo a través del flujo
regulado de cualquier líquido: consistía en una vasija de cerámica llena de agua hasta
cierto nivel, en la base de la cual había un orificio con un tamaño que aseguraría la
salida del líquido a una velocidad determinada. En el interior había varias marcas que
indicaban el paso del tiempo.

Su antigüedad data de al menos 3.500 años, y en Karnak, en el Templo de Amón, se


encontró un reloj de agua del siglo XIV a.C. Durante muchos siglos fue el instrumento
más eficiente para medir el tiempo. De hecho, los antiguos romanos usaban clepsidras
para regular los discursos de los oradores.

La invención del reloj de sol también fue de factura egipcia, así como la división del día
en 23 horas y el año de 353 días. Recordemos que algunos calendarios, además de
marcar hitos agrícolas, también servían para marcar eventos religiosos –como
ejemplo, fíjate que la palabra correspondiente a “hora”, para los egipcios, equivalía del
mismo modo a “deber sacerdotal”–, por eso eran los sacerdotes quienes anotaban la
aparición de las constelaciones o estrellas, llamadas por ellos decan, en el horizonte;
cada hora nocturna tenía su correspondiente decan, y así dividieron la noche en 12
decan de intervalos iguales.

Más o menos 1.500 años a.C., en tiempos del faraón Tutmosis III, diseñaron un
instrumento que bautizaron “sechat”, que era un reloj solar que medía el tiempo
mediante la longitud de las sombras. Este pequeño reloj, que los expertos piensan
que pudo incluso ser portátil por sus dimensiones, constaba de dos piezas de piedra,
prismáticas, de tres decímetros de largo, colocadas perpendicularmente: una tenía las
horas marcadas y la otra servía de aguja.
El sechat es particularmente interesante, pues en la antigüedad los instrumentos
usados para medir el tiempo no solían ser portátiles. Por ejemplo, en Mesopotamia,
los zigurats (aquellos templos con forma de torre o pirámide escalonada) ayudaban a
contar las horas contando los peldaños que iban quedando oscurecidos por la sombra
de sus propios bordes.

Los relojes de sol son llamados también cuadrantes solares, y los encontramos en
numerosos sitios, aunque no hay duda de su origen babilónico, y egipcio.

La invención del reloj de arena surgió a mediados del siglo XIII, y consta de dos
recipientes de cristal unidos por un estrecho puente por el que pasa la arena situada
en uno de ellos. Era muy inexacto, y actualmente su función es más ornamental.

La invención del reloj fue clave en muchas culturas, desde la antigüedad hasta la Edad
Media, abarcando especialmente a los árabes y a su astronomía. Estos relojes
árabes –generalmente de sol–, sobre todo a partir del siglo X, son planos y construidos
en mármol o en placas de cobre; no había elementos esféricos y todos, sin excepción,
indicaban la dirección de la Kaaba en La Meca.

RELOJ DE SOL ÁRABE

Recuerda que los árabes, en aquella época, acometieron una increíble labor de
recopilación del conocimiento antiguo, y gracias a traducciones del árabe se pudo
hacer una enorme “transferencia tecnológica” que permitió grandes avances en el
terreno de los relojes solares, para luego llegar a los relojes de pesas y ruedas.

Este tipo de reloj fue inventado por el monje benedictino Gerberto (futuro papa
Silvestre II) a finales del siglo X, aunque se conocía un poco antes en el imperio
bizantino. Pero otras fuentes indican que el primer reloj mecánico lo construyó Richard
de Wallingford, abad de San Albano, en 1326, pues al parecer el de Gerberto sólo era
un reloj solar. Los relojes mecánicos funcionaban con pesos que hacían girar una
manivela.

A partir de aquí comenzaron a construir grandes relojes que colocaban en las torres de
las iglesias: en Padua, en 1344, Santiago Dondis hizo construir el segundo. El tercero
se hallaba en el Louvre de París, que Carlos V de Francia mandó a llevar de Alemania.
Podríamos decir que el extraordinario mecanismo de Anticitera es el ancestro de estos
relojes.

Era lógico, al menos en el Occidente cristiano, colocar los relojes mecánicos en los
campanarios, de manera de indicar las horas con las campanadas: así marcaban las
llamadas a misa y a diversas oraciones (como el Ángelus). En 1647, Christiaan
Huygensaplicó el péndulo a los relojes de torre, lo cual permitió ganar en exactitud
pues se agregó la aguja del minutero.

Un revolucionario avance fue la invención del reloj de bolsillo, hecho nada menos que
en 1647 por Pedro Bell de Nuremberg. Huygens también aplicó a estos relojes el
muelle de espiral, y dos años más tarde, en 1649, se inventaron los relojes de
repetición.
El reloj de pulsera fue inventado por deseo de la reina de Nápoles, María Carolina de
Austria, en 1812, y no era más que un simple reloj de bolsillo montado en un brazalete
de piedras preciosas y oro. Pero realmente quienes inventaron este reloj, llamado
también reloj de muñeca, fueron el brasileño Alberto Santos Dumont y el francés Louis
Cartieren 1901. La Primera Guerra Mundial fue el impulso para su producción en
masa, pues se dieron cuenta de su extraordinaria funcionalidad; luego del conflicto, fue
común ver a los hombres con estos relojes.

En 1929, el norteamericano Warren Albin Marrisson inventó el reloj de cuarzo,


después en 1957 salieron los relojes de pulsera eléctricos, y ya hoy en día puedes
encontrar infinidad de modelos y tipos de relojes mecánicos y digitales de uso personal
y general. En muchos electrodomésticos hay relojes electrónicos incluidos. Pero
el reloj atómico es el más preciso construido hasta ahora, y fue desarrollado por la
Oficina Nacional de Normalización de EE.UU., el NIST-F1, y tiene un margen de error
de un segundo cada 30 millones de años.
CAPÍTULO 2

LA HISTORIA DEL RELOJ

Desde el principio de la civilización, el hombre ha experimentado la necesidad de


medir el tiempo, para así regular sus hábitos y quehaceres. Las primeras civilizaciones
agrícolas desarrollaron los primeros calendarios, muy útiles para determinar los
períodos de siembra y cosecha. No obstante, pronto se hizo patente la necesidad de
contar con instrumentos más precisos que los calendarios, especialmente en la
navegación, pues era necesario compensar de alguna forma la falta de exactitud de
estos primitivos medios. Esto motivó a sabios de diversos pueblos a idear mecanismos
confiables para regular el tiempo.

El primer reloj propiamente tal fue la Clepsidra o reloj de agua, inventado por los
antiguos egipcios, que consistía en un recipiente lleno de agua que se vaciaba a
intervalos regulares gracias a un orificio practicado en su parte inferior.

Más tarde, en el año 1000 a. de C, los sabios del Medio Oriente crearon el reloj de sol;
en éste, la sombra de un poste vertical caía sobre una esfera marcada regularmente,
moviéndose según transcurría el día. Este reloj fue muy popular en Asia

Otro ingenioso invento fue la vela-reloj, desarrollada por los anglosajones, que
consistía en una vela marcada a intervalos regulares, permitiendo así medir el tiempo
según se derretía la cera.

Alrededor del siglo XIII d. de C. se popularizó el reloj de arena, formado por dos
recipientes de vidrio unidos por su parte más estrecha, a través de la cual caía arena.
El tiempo que tardaba en vaciarse un recipiente era equivalente a una hora.
Los primeros relojes mecánicos conocidos funcionaban con grandes pesos que hacían
girar una sola manivela. Estos relojes eran muy rudimentarios e inexactos. Un gran
avance en el logro de la precisión fue la invención del péndulo como mecanismo
regulador, realizada por Christiaan Huygens (1629- 1695) en el año 1657. La idea
de Huygens permitió, además, agregar al reloj el minutero, con lo cual este
instrumento ganó en exactitud y confiabilidad.

El primer reloj de pulsera fue hecho a petición de la Reina de Nápoles María Carolina
de Austria en 1812. Este singular reloj realizado por capricho de la Reina era un simple
reloj de bolsillo atado o mejor dicho montado sobre un brazalete de oro y piedras
preciosas. Sin embargo el primer reloj de pulsera o mejor dicho de muñeca fue una
creación del brasileño Alberto Santos Dumont y Louis Cartier en 1901. No obstante su
fabricación en masa se produce en la Primera Guerra Mundial que impulsó su uso
cuando los oficiales y soldados del ejército se vieron obligados a utilizarlos, y después
de la guerra era común que los hombres llevaran en sus muñecas el utilitario artefacto.

Una década más tarde del fin de la Gran Guerra, en 1929, el relojero estadounidense
Warren Albin Marrisson inventó el reloj de cuarzo, con una imprecisión de entre 30 y
0,3 segundos por año. En 1957 aparecieron los relojes de pulsera eléctricos. El primer
reloj de pulsera eléctrico del mundo fue el Hamilton Electric. Dichos relojes se
alimentan gracias al empleo de pequeñas pilas y funcionan mediante diminutos
dispositivos que hacen avanzar el segundero a saltos, mientras que las manecillas
correspondientes a las horas y los minutos se mueven, con mayor lentitud, accionadas
por un engranaje convencional.

Hoy día vemos relojes en todos lados, en los microondas, en el DVD, en los teléfonos
celulares, en las computadoras, en el GPS, los televisores. Vemos relojes plásticos,
otros de fino cristal donde vemos su interior y su extraño mecanismo, relojes de
pulseras que son joyas y que valen una fortuna. Medir el tiempo se ha convertido en
una obsesión humana, pero para bien o para mal del hombre el tiempo siempre
controlará la acción humana.

1.1 LA HISTORIA DEL RELOJ Y LA MEDICIÓN DEL TIEMPO


Lo largo de la historia del reloj, el hombre ha desarrollado numerosos
instrumentos para medir el tiempo; el reloj de agua, el de sol, el de arena son sólo
algunos ejemplos de ellos. A continuación veremos cuáles fueron las técnicas
y los tipos de relojes más importantes junto con su evolución.

El hombre advierte el paso del tiempo gracias a acontecimientos perceptibles. Así


por ejemplo, nosotros tenemos conciencia del comienzo de la lectura de este
artículo al iniciar la primera oración, y del momento en que lo concluimos: entre
ambos instantes enfrascados en la lectura no advertimos otros acontecimientos, y
decimos simplemente que ha transcurrido un intervalo de tiempo.
Pero si cuando lleváramos leída la mitad de la página sonara un timbre,
apreciaríamos ya dos distintos intervalos temporales: el transcurrido entre el
comienzo de la lectura y el sonido del timbre, y el correspondiente a partir de ese
evento sonoro, y el final de la lectura citada.

1.1. 1¿CÓMO MEDIMOS EL TIEMPO?

Ya desde la lejana prehistoria se observó y utilizó para la medida del tiempo


fenómenos naturales, como las fases lunares movimientos de flujo y de
reflujo de las mareas y aparente rotación de las constelaciones en el
firmamento estrellado. Aún hoy, los científicos utilizan ciertos hechos
naturales para medir el tiempo con precisión.
Los primeros intentos de medir el tiempo, se basaron en los movimientos de
los astros, la Tierra, la Luna, el Sol, y las Estrellas. Inicialmente, se supuso
que la Tierra se encontraba inmóvil en el espacio, y que el resto de los
cuerpos celestes giraba a su alrededor. Hoy sabemos que esta suposición
no es correcta.
Las unidades astronómicas fundamentales de Tiempo son:
 el día, tiempo que tarda la Tierra en efectuar una rotación alrededor de
su eje,
 el año, tiempo invertido por la Tierra en recorrer su órbita alrededor del
Sol y
 el mes, que es el tiempo requerido por la Luna para describir una órbita
alrededor del sol
La velocidad de la Tierra al recorrer su órbita elíptica alrededor del Sol, varía
según su posición, siendo más rápida cuando está más próxima al Sol, y
más lenta a medida que aumenta la distancia entre ambos. Por esta razón,
la distancia orbital recorrida por la Tierra mientras se completa una rotación,
varía a lo largo del año, lo que ocasiona que la duración del día solar no sea
constante.
El promedio del día solar a lo largo del año, se denomina día solar medio y
el tiempo así medido, tiempo medio.

1.1.2 ¿PORQUÉ EXISTE EL AÑO BISIESTO?

Como ya hemos dicho, el año es el intervalo de tiempo necesario para que


la Tierra describa una órbita alrededor del Sol, y es equivalente a 365,2422
días, o sea 365 días, 5 horas 48 minutos y 48 segundos, (esto es, días
solares medios o días de reloj). A efectos prácticos se toma un año como
365 días exactos, efectuándose una corrección cada cuatro años (año
bisiesto), que consiste en aumentar en un día la duración del mes de
febrero.
De esta forma, la corrección resulta excesiva y para compensar se suprime
un año bisiesto cada 100 años, al cambiar el siglo. Un ajuste final se realiza
manteniendo el carácter bisiesto del año en los múltiplos de 400, y así por
ejemplo el año 1900 no fue bisiesto, pero sí en cambio el 2000.
CAPITULO 3

HISTORIA DE LA HOROLOGIA

Vamos a empezar el presente Proyecto realizando un desarrollo cronológico en la


medida de lo posible, de la evolución de la horología a lo largo de la historia, y
decimos en la medida de lo posible, porque en la antigüedad, cuando las
comunicaciones eran deficientes y también por factores políticos y económicos, se
llevaban desarrollos tecnológicos separados, incluso paralelos en algunos casos,
sin compartir el conocimiento. En los tiempos antiguos no se tenía otra medida de
tiempo que la salida, el cenit y la caída del sol (mañana, mediodía y noche).
Pronto se descubrió una medida de tiempo más exacta, se observó, en objetos en
posición vertical, que sus sombras se alargaban constantemente o se acortaban y
que al mediodía eran más cortas. Se midió la longitud de la sombra del objeto
vertical, se la dividió en un número de partes iguales (por ejemplo, pies) y según la
longitud de la sombra se midió la duración del día. Los griegos tomaron esta
división de los babilonios.

1.1 LA HISTORIA DEL RELOJ Y SU EVOLUCIÓN

1.1.1 EL RELOJ DE SOL

El primer instrumento del que se tiene noticia para medir el paso del
tiempo, hacía uso del movimiento solar. Unos 1000 años a. Jesucristo, los
egipcios inventaron un reloj de sol, consistente en una barra indicadora
montada transversalmente sobre otra, calibrada en horas.
El dispositivo se instalaba horizontalmente, con la barra encarada hacia el
Sol, al Este por la mañana y al Oeste por la tarde. La lectura del tiempo se
realizaba por la posición de la sombra de la barra indicadora sobre la
calibrada.

Antiguamente se construyeron varios tipos de relojes de sol. Un modelo


simple consistía en una estaca clavada sobre un suelo horizontal,
midiéndose el tiempo según la posición y longitud de la sombra
proyectada.

Relojes antiguos de sol, a la derecha se ve un menhir, que es básicamente


una roca posada verticalmente sobre el terreno, se estima que estos
monumentos prehistóricos eran usados para medir el tiempo.

En sistemas posteriores más elaborados, se sustituyó la estaca por una


varilla fina (llamada estilo), cuya sombra incidía sobre un cuadrante
calibrado. Esta pudo haber sido la función que cumplían ciertos
monumentos prehistóricos (menhires). En su versión más moderna, el
“estilo” adopta la forma de placa triangular que, para medidas precisas,
debe formar un ángulo con la horizontal igual a la latitud del punto de
emplazamiento, y estar exactamente alineado sobre la dirección Norte-Sur.
En estas condiciones, a las doce horas (mediodía), el “estilo” no producirá
sombra alguna.

1.1.2 EL RELOJ DE AGUA

En la antigüedad se emplearon varios dispositivos para la medida del


tiempo; entre ellos se encuentra el reloj de agua, donde la medida se
efectúa por la velocidad de vaciado de un recipiente lleno de este líquido, a
través de un pequeño orificio.

El reloj de agua egipcio de modelo más simple, basado en el descenso de


nivel de agua contenida en un cuenco, que fluye a través de un orificio en
la base. El paso del tiempo puede medirse por la altura del nivel de líquido
en el recipiente.

La lectura puede hacerse siguiendo la posición del nivel del agua sobre
una escala dibujada en la vasija, o utilizar un flotador, que bien acciona
directamente un indicador, o gobierna el movimiento de una manecilla
mediante un sistema de ruedas dentadas.

Según estos principios, ya en la Grecia clásica se construyó un gran reloj


de agua que recibió el nombre de Clepsidra.
Reloj de rueda de paletas accionado por agua, construido por artífices
chinos en el año 1092. El modelo de la fotografía es una reconstrucción del
modelo primitivo.

1.1.3 EL RELOJ DE BUJÍA

Otro fenómeno utilizado por el hombre para la medida del tiempo, es la


combustión. En el reloj de bujía, cuya invención se asigna tradicionalmente
a Alfredo el Grande, una vela de longitud conveniente y diámetro constante
se calibraba en unidades de tiempo mediante bandas alternativamente
coloreadas pintadas en su exterior. Un fanal protegía la llama de corrientes
de aire.

Si se conoce el tiempo necesario para que un reloj de bujía se consuma


entre dos de las marcas, el dispositivo puede usarse como reloj. Una
ampliación de la misma idea, consiste en utilizar una lámpara de aceite,
cuyo receptáculo transparente va provisto de una escala calibrada, de tal
suerte que se puede medir el tiempo por la variación de la altura del nivel
de aceite.

1.1.4 EL RELOJ DE ARENA

Los relojes de arena se basan en un principio análogo al de los relojes de


agua, pero son menos engorrosos que los relojes de líquido. Además, los
de agua tienen el inconveniente de la congelación en tiempo frío.

Los relojes de arena están construidos, por regla general, de forma que se
puede medir en ellos un tiempo total de una hora, sobre una escala
dividida en cuartos.

1.1.5 EL RELOJ MECÁNICO

Un avance decisivo en la medida del tiempo fue la invención de los relojes


mecánicos, cuyos primeros modelos fueron accionados por pesas,
suspendidas de un hilo cuyo extremo opuesto se arrolla alrededor de un
eje, al cual hacen girar en su descenso. Este movimiento se trasmite a las
manecillas a través de un tren de ruedas dentadas.
Ahora bien, un reloj construido según este principio simple, sería de
mantenimiento engorroso, pues requeriría rebobinar frecuentemente el hilo
sobre el eje. Se hace, pues, precisa la acción de un sistema regulador del
descenso de las pesas, que en su versión más primitiva estaba formado
por una rueda dentada, de rotación, controlada por un balancín. El
conjunto del dispositivo recibe el nombre de “escape”.

La rueda de escape y el regulador de balancín fueron utilizadas a finales


del siglo XII, y el sistema siguió en uso en los relojes de pesas, hasta que
el matemático italiano Galileo Galilei (1564-1642) dio a conocer su famoso
estudio del movimiento del péndulo.

1.1.6 RELOJES DE PÉNDULO

Fue C. Huygens, científico holandés, el primero en construir un modelo


práctico de reloj de péndulo, en el año 1657.

En el mecanismo de escape, un sistema de dos trinquetes bloquea y libera


alternativamente a la rueda de escape (rueda catalina), de la misma forma
que hemos visto ya en el escape de balancín, con la diferencia de que en
este caso, la rueda catalina va montada verticalmente y el movimiento de
los trinquetes está controlado por la oscilación del péndulo.

En 1670, el científico inglés R. Hooke inventa el escape de áncora (ancla)


para el reloj de péndulo, sistema que se usa aún. En este mecanismo el
péndulo oscila solitario al áncora, pieza terminada por dos uñas que
alternativamente bloquean y liberan la rueda Catalina. El escape de áncora
fue mejorado por otro inglés G. Grahan, quien introdujo el sistema de
“pulsación silenciosa”, en 1715.

Mientras se perfeccionaba la mecánica de los relojes de pesas, los


técnicos se fueron paulatinamente interesando por la posibilidad de utilizar
la acción de un resorte tensado como órgano motor de los relojes. El
principio de funcionamiento se basa en la fuerza ejercida por un resorte,
que se trasmite a través de un cable, cuyo extremo opuesto se encuentra
arrollado alrededor del eje principal del reloj. El primer problema que aquí
se plantea, es consecuencia de que la fuerza que ejerce un resorte
depende de su grado de tensión, aumentando con este. La dificultad fue
soslayada mediante un artificio llamado “huso”.

La acción compensadora del huso se basa en que la fuerza del resorte


(muelle real ) ejercida sobre el eje principal, aumente en la misma
proporción que disminuye la tensión del muelle real, y para ello, el cable de
trasmisión se arrolla en el eje principal sobre un tambor cónico en vez de
cilíndrico, en cuya superficie va tallada una garganta en espiral, de tal
manera que la máxima tensión se ejerce sobre la parte de menor diámetro
del huso, y la mínima, correspondiente a un resorte poco tensado, sobre la
zona de mayor diámetro.
Para regular la marcha de estos relojes, se utiliza el sistema llamado de
resorte espiral, sobre cuyo inventor tampoco se han puesto de acuerdo los
historiadores, pues unos lo atribuyen a Huygens (1674) y otros a Hooke
(1675). Dicho resorte, que sustituye al péndulo en la función de regular el
avance escalonado de la rueda catalina, va montado sobre un eje, y
solidario al volante, por lo que este puede oscilar a derecha e izquierda
solicitado por la espiral, regulando el movimiento de la horquilla, terminada
en dos uñas, que se acoplan alternativamente sobre los dientes de la
rueda catalina. El regulador de resorte espiral trabaja de manera análoga
al escape de ancora anteriormente descrito, y su empleo en relojería está
muy difundido.

1.1.7EL DESARROLLO DEL CRONÓMETRO

La culminación de esta tendencia viene marcada por el desarrollo del


cronómetro, realizado por dos investigadores ingleses: J. Harrison, quien
trabajó sobre este asunto entre los años 1735 y 1773 y T. Earnsaw (1782).

La exactitud del cronómetro dio lugar a una aplicación esencial en las


técnicas de navegación, en la determinación de las coordenadas de un
barco, mediante la medida simultanea de la latitud, por observaciones del
Sol y las estrellas; y la longitud, mediante la lectura del tiempo de
referencia (tiempo del meridiano de Greenwich) en el cronómetro de a
bordo, y la medida del tiempo local mediante observación astronómica,
teniendo en cuenta que cada 15 grados de longitud equivalen a una
diferencia en tiempo de una hora.

1.1.8 EL RELOJ ELECTRÓNICO

La etapa siguiente en el avance de la historia del reloj viene marcada con


la invención del reloj eléctrico. Inicialmente se utilizó la energía eléctrica
para mantener la amplitud de oscilación de los relojes de péndulo mediante
la acción de electro imanes que se activan periódicamente en los instantes
más convenientes a través de interruptores gobernados por el propio
péndulo.

El inventor de este sistema fue el escoces A. Bain, que trabajó en


colaboración con C. Whetstone, y patentó el primer reloj eléctrico en el año
1841; Bain tuvo además gran incidencia en la historia del Fax ya que es
reconocido como el inventor de la primera máquina de fax.

Dos años más tarde, un relojero suizo, M. Hipp, perfeccionó el sistema en


el sentido de que únicamente actúan los electro imanes cuando la amplitud
de oscilación del péndulo es inferior a un mínimo prefijado, lo que mejora el
funcionamiento, al producirse la oscilación con mayor libertad.
En el año 1900, en el reloj de Fery, se utiliza ya el principio de impulsión
mediante inducción electromagnética, y finalmente, ya en el año 1921, W.
H. Shortt construye un reloj eléctrico de gran perfección, en el que el
péndulo oscila prácticamente libre.

A partir del año 1920, la corriente continua de la red es substituida por la


alterna, lo que lleva a la idea de utilizar motores síncronos como medios de
accionamiento de los relojes.

La constancia de marcha alcanzable con estos motores, está íntimamente


ligada a la estabilidad de la frecuencia de la red, 50 ciclos/seg. En casi
todos los países Europeos, y 60 ciclos/seg. En los Estados Unidos. Si se
producen variaciones de frecuencia en la red, el reloj alterará la marcha,
pero este inconveniente no reviste importancia práctica, ya que las
empresas eléctricas suministradoras comprueban y ajustan periódicamente
la frecuencia de la red y garantizan que su valor medio coincida con el
nominal.

1.1.9 EL RELOJ DE CUARZO

Hasta el momento los relojes eléctricos convencionales hacían uso de la


energía eléctrica para accionar motores o electro imanes pero a finales
del año 1920, W. A. Morrison, de la firma americana Bell Telephone,
desarrolla un reloj basado en el fenómeno de la piezoelectricidad.

Cuando un cristal de cuarzo (tallado en forma de lámina de caras paralelas


a ciertos ejes cristalográficos) sufre una compresión, se origina una
corriente eléctrica (piezoeléctrico). Recíprocamente, si aplicamos a las
caras de la lámina una tensión eléctrica alterna, el cristal sufrirá una serie
de compresiones y dilataciones de muy pequeña amplitud, que siguen las
variaciones de la tensión (efecto piezoeléctrico inverso).

En el reloj de cuarzo, un cristal de dimensiones adecuadas oscila con gran


estabilidad a la frecuencia de 100 kilociclos/seg. y la bondad de la
regulación queda demostrada en que la máxima discrepancia de marcha,
es inferior a un segundo durante tres años.

1.2.10 EL RELOJ ATÓMICO

Más recientemente en la historia del reloj, los científicos han utilizado las
frecuencias naturales de oscilación de átomos y moléculas como patrones
de tiempo, en ciertos tipos de relojes de muy alta precisión.
Así por ejemplo, la molécula de amoniaco está constituida por un átomo de
nitrógeno, y tres de hidrógeno, dispuestos en forma de pirámide triangular,
en cuyos vértices básicos están situados los átomos de hidrógeno, y en la
cúspide el de nitrógeno.

Cuando una masa de gas amoniaco se excita mediante ondas de radar,


los átomos de nitrógeno de las moléculas comienzan a oscilar a ambos
lados del plano determinado por los tres átomos de hidrógeno, con una
frecuencia estable de 24.000 megaciclos/seg. Un reloj basado en este
principio, que requirió el concurso de un gran número de sistemas
electrónicos asociados, fue construido en el año 1948 por el científico
norteamericano H. Lyons.

La precisión de este reloj es muy elevada, ya que se estima que la


variación máxima de marcha es menor de un segundo cada 100 años.

En ciertas condiciones, se pueden inducir oscilaciones semejantes a las


descritas, en los electrones de ciertos átomos metálicos: estas oscilaciones
son las que dan lugar a la emisión de líneas espectrales características,
utilizadas en la identificación espectroscópica de metales. Según este
principio, se ha construido un reloj basado en la oscilación de átomos de
cesio, cuya frecuencia propia es de 9.192 megaciclos/seg. y cuya
asombrosa precisión se cifra en una variación máxima de marcha menor
de un segundo en varios miles de años.

Además, de las ventajas de su extremada precisión, los relojes


moleculares y atómicos presentan la ventaja de la constancia de su
marcha, independiente de influencias externas, pues contrariamente al
comportamiento de los mejores relojes mecánicos construidos por los más
afamados relojeros, estos modernos instrumentos son insensibles a las
variaciones de temperatura, gravedad o presión.

Su campo de aplicación se extiende desde el cálculo del instante preciso


del lanzamiento y maniobra de satélites artificiales, a la detección de las
más mínimas irregularidades del movimiento de la Tierra.

1.1.11 EL SMARTWATCH O RELOJ INTELIGENTE

El reloj es un dispositivo que no deja de reinventarse y mejorar;


desde hace poco tiempo tenemos disponibles en el mercado los modernos
“SmartWatch” o relojes inteligentes.

Estos aparatos tienen la forma de un reloj y se usan como relojes pulsera


normal pero dentro poseen una potente computadora que nos proporciona
una infinidad de funciones, por ejemplo:

 Conexión a Internet,
 sincronización con nuestro Smartphone,
 el estado del clima
 y por supuesto, nos proporciona la hora del día.
CAPÍTULO 4

HISTORIA DEL ROLEX

CAPÍTULO 4

1.1 Historia y mitos de Hans Wilsdorf

Comencemos esta introducción aclarando que el mito que Hans Wilsdorf era Suizo es
completamente falsa.

Hans Wilsdorf Wilhelm, nacido el 22 de marzo de 1881 en Kulmbach, Baviera, era


obviamente de nacionalidad Alemana, por haber nacido ahí

Otro mito que circula es que Hans era de nacionalidad Inglesa, esto también es falso,
debido a que ya hemos aclarado era alemán, sin embargo esta confusión se ocasiona
debido a que Hans, en 1905 se traslada a Inglaterra para fundar su propia empresa.

Además tampoco era relojero de profesión, Hans se quedó huérfano a los doce años
de edad y fue enviado a un internado, en el cual tuvo la oportunidad de aprender
inglés, que aunque no le gustaba, en el futuro abriría muchas puertas. Hans dominaba
tan bien el inglés que una vez graduado en la universidad encontró trabajo escribiendo
la correspondencia comercial en Cuno Korten, en La Chaux-de-Fonds, una empresa
suiza exportadora de relojes de bolsillo más importante del país.

Gracias a aquel trabajo no solo consiguió aumentar su experiencia en el negocio de


los relojes, sino que además obtuvo una gran cantidad de valiosos contactos de las
personas más influyentes de esa época; uno de los más relevantes fue Herman
Aegler, propietario de un taller de relojes suizos que tendría un papel clave en el
desarrollo de la historia de Rolex.
1.2 Antecedentes de Rolex: Wilsdorf & Davis

En 1905, Hans, a los 24 años, decidió mudarse a Inglaterra y probar suerte montando
su propio negocio. Asociándose con Alfred Davis, fundó la compañía “Wilsdorf &
Davis”, en Londres, que se dedicaría a importar a Inglaterra los relojes que su viejo
amigo Herman Aegler ensamblaba en su fábrica de Suiza para luego venderlos a
minoristas locales.

Por aquel entonces los relojes de pulsera no se utilizaban demasiado, ya que se


percibían como objetos endebles y delicados, con lo que estaban relegados a un
público más femenino, la gente de clase alta de la época preferían usar relojes de
bolsillo, ya que a su parecer eran mucho más duraderos lo que permitía que se
heredaran de generación en generación y aun así seguir intactos.

Sumemos a esto que en ese momento (principios del siglo XX) los relojes de bolsillo
estaban de moda y los de pulsera eran más vistos como artículos de joyería para las
mujeres y se fabricaban en pequeñas cantidades. Además, los relojes de pulsera de
ese entonces no eran precisos ni estaban bien calibrados.

Convencido del inmenso potencial del reloj de pulsera, Hans Wilsdorf dedicó toda su
energía a su sueño de producir relojes de pulsera precisos y elegantes.

El joven empezó a soñar con un reloj para llevar en la muñeca que sea preciso y tuvo
el presentimiento de que podrían llegar a ser, además de precisos y elegantes, fiables.

Para convencer a la gente de la fiabilidad de sus revolucionarios relojes, decidió


equiparlos con un movimiento pequeño de gran precisión fabricado por un taller
relojero de Berna, Suiza.

1.3 Marketing y cuestione interesantes

Pero ahí nace una de las más importantes cuestiones en el mundo del Marketing y de
la relojería: ¿Cómo haces cambiar de opinión a las personas que un objeto utilizado
únicamente por el público femenino puede ser utilizado por el masculino; es superar
las fronteras y límites de ideas homosexuales y discriminadoras. Hans fue un
revolucionario no solo del Marketing (como podrán apreciar más adelante) sino que
rompió con los esquemas populares e independizó la idea de un reloj de pulsera
masculino: hoy en día el público que más usa relojes es el masculino, no solo en
porcentaje de compradores masculinos, sino también por la cantidad de relojes que se
usan; siendo algunas unidades de colección limitada y por consiguiente de un precio
únicamente pagable por cierto público. Entonces, deducimos que el público masculino
es porcentualmente el que más compra, en comparación con las mujeres, ni el que
más unidades unidades adquiere, sino que también es el que más gasta en ellos; pues
es distinto pagar un millón de soles por un millón de relojes, que un millón de soles
solo por uno.

Sin embargo, ¿en qué momento de la historia fue que el hombre comenzó a usar más
el reloj que la mujer?
Fue precisamente tras la primera Guerra Mundial que el hombre se atrevió a usar esa
pieza de colección, pues durante el siglo XIX los machos preferían llevar este
complemento en el bolsillo.

Razón por la que los sastres de la época incorporaran un bolsillo en el frontal izquierdo
de los chalecos masculinos, ya que resultaba más fácil sujetar tal accesorio con la
mano izquierda mientras lo manipulaban con la derecha.

Inconscientemente así se comenzaron a sentar las bases de una tradición que recién
en el siglo XX tomaría forma, cuando al Príncipe Alberto, esposo de la Reina Victoria,
propone colgar el reloj de una cadena denominada ‘Albert chain’ (llamada leontina en
español) para asegurarlo a la ropa.

Posteriormente en 1904 el piloto brasileño Alberto Santos Dumont encargó a su amigo


Louis Cartier un reloj en el que pudiera consultar la hora mientras piloteaba su avión.
Fue ahí que el género masculino dio un paso hacia adelante en la moda (habien ya
Hans Wils, al atreverse a llevar los relojes en la muñeca y lucir así este tan preciado y
ostentoso artículo.

Además de la influencia del piloto brasileño, la I Guerra Mundial fue decisiva para que
surgiera esta moda. En confrontaciones anteriores, los militares ya habían empezado
a lucir relojes en su muñeca, lo cual les permitía coordinar las acciones bélicas sin que
el enemigo se enterara.

Pero este episodio bélico fue crucial para impulsar esta moda, ya que los tan
preciados “tic tac” fueron imprescindibles en el equipamiento de los pilotos, quienes
gracias a este cambio lograron consultar la hora sin apartar la mano de los mandos de
guerra.
CASIO, TISSOT, ROLEX, TAG HEUER, AUDEMARS PIGURT, PATEK
PHILIPPE, CARTIER, LONGINESS, Omega, GUCCI, BULGARI, DANIEL
WELLINGTON, ETC.

Teniendo la finalidad de dar a conocer

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