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5 habilidades necesarias para dirigir un departamento de

Recursos Humanos

“Si todos hicieran algo por los demás no habría nadie necesitado en todo el mundo.
Sólo hay que ayudar a alguien. Ahora no es así, pero creo que la gente va a aprender”
(MARLENE RICKARD, tuscarora, 1993).

Confieso que hay una cultura que me ha llamado siempre mucho la atención, esta
cultura es la de los Indios Americanos; el respeto por sus mayores, su capacidad para
escuchar activamente o su capacidad para observar antes de sacar conclusiones, creo
que son habilidades muy importantes para convivir con tus semejantes o para tomar
decisiones sobre personas.

A día de hoy sigo pensando que es mucho lo que nos pueden enseñar esta cultura y
otras muchas tan diferentes al estilo de vida al que estamos acostumbrados; es por ello
que he querido traer hoy a nuestro blog algunas enseñanzas de los Indios
Lakotas sobre la importancia de saber guardar silencio y hablar en los momentos
adecuados.
Son extractos del libro “Ni lobo ni perro, por senderos olvidados con un anciano Indio”·
de Kent Nerburn, que yo he relacionado con cinco habilidades necesarias para dirigir
un departamento de Recursos Humanos.

Dirigir un departamento de Recursos Humanos es tener siempre presente que lo que


estamos dirigiendo son personas; y las personas no somos máquinas ni números,
somos seres complejos condicionados por nuestras vivencias, por nuestros
sentimientos y por los de nuestros seres más cercanos.

Si aplicáramos algunas de estas enseñanzas de otras culturas y aprendiéramos a manejar


las situaciones de los empleados con Inteligencia Emocional, podríamos desarrollar
estas competencias básicas (combinación de habilidades, conocimientos y valores, que
explican la diferencia de resultados entre dos personas en un mismo puesto) de las que
tanto hablamos en los departamentos de Recursos Humanos, y que luego casi nunca
llevamos a la práctica.

5 habilidades necesarias para dirigir un departamento de


Recursos Humanos
1. Escucha activa: “Nosotros los indios sabemos del silencio. No le tenemos miedo. De
hecho, para nosotros es más poderoso que las palabras. Nuestros ancianos fueron
educados en las maneras del silencio y ellos nos transmitieron ese conocimiento a
nosotros. Observa, escucha y luego actúa, nos decían. Esa es la manera de vivir.”
2. Capacidad de aprendizaje y formación continua: “Observa a los animales para ver
cómo cuidan a sus crías. Observa a los ancianos para ver cómo se comportan. Observa
al hombre blanco para ver qué quiere. Siempre observa primero, con corazón y mente
quietos, y entonces aprenderás. Cuando hayas observado lo suficiente, entonces
podrás actuar”.
3. Resolución de conflictos: “Con ustedes es lo contrario. Ustedes aprenden hablando.
Premian a los niños que hablan más en la escuela. En sus fiestas todos tratan de hablar.
En el trabajo siempre están teniendo reuniones en las que todos interrumpen a todos,
y todos hablan cinco, diez o cien veces. Y le llaman “resolver un problema”. Cuando
están en una habitación y hay silencio, se ponen nerviosos. Tienen que llenar el espacio
con sonidos. Así que hablan impulsivamente, incluso antes de saber lo que van a decir”.
4. Capacidad de Negociación: “A la gente blanca le gusta discutir. Ni siquiera permiten
que el otro termine una frase. Siempre interrumpen. Para los indios esto es muy
irrespetuoso e incluso muy estúpido. Si tú comienzas a hablar, yo no voy a interrumpirte.
Te escucharé. Quizás deje de escucharte si no me gusta lo que estás diciendo. Pero
no voy a interrumpirte. Cuando termines, tomaré mi decisión sobre lo que dijiste, pero
no te diré si no estoy de acuerdo, a menos que sea importante. De lo contrario,
simplemente me quedaré callado y me alejaré. Me has dicho lo que necesito saber. No
hay nada más que decir. Pero eso no es suficiente para la mayoría de la gente blanca”.
5. Gestión del Talento: “La gente debería pensar en sus palabras como si fuesen
semillas. Deberían plantarlas y luego permitirles crecer en silencio. Nuestros ancianos
nos enseñaron que la tierra siempre nos está hablando, pero que debemos guardar
silencio para escucharla. Existen muchas voces además de las nuestras. Muchas
voces”.
“Guarda tu lengua en la juventud”, dijo el viejo jefe Wabashaw, “y en la vejez quizá
madures un pensamiento que sea de utilidad a tu pueblo” (OHIYESA/DR.CHARLES A.
EASTMAN, dakota santee, 1902).

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