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Angel M. Ortega R.; abril 15, 2014 i
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1 Estilística,
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y sermonea
literaria
Alianza ¡
Editorial •. ¡
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Primera edición en "Alianza Universidad": 1974
Segunda edición ampliada y corregida en "Alianza Universidad": 1979
Tercera edición ampliada y corregida en "Alianza Universidad": 1986
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(g Alicia Yllera
©Alianza Editorial, S. A., Madrid, 1974, 1979, 1986
Calle Milán, 38, 28043 ·Madrid; teléf. 200 00 45
ISBN: 84-206-2096-3
Depósito legal: M. 12.497-1986
Impreso en Lavel. Los Llanos, nave 6. Humanes (Madrid)
Printed in Spain
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INDlCE , 1
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¡¡ ~y La Estilística . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
·un término ambig»o, 13. Estilística gramatical y retórica, 14. Es-
tilística de la lengua y estilística descriptiva, 17. Estilística histó-
13
~~ rica e individual, 19. Leo Spitzer, 20. Dámaso Alonso, 24. Ama-
'1 do Alonso, 27. Estilística estructural o funcional, 30. Michael
Riffaterre, 32. ]ean Cohen, 37. Pierre Guiraud, 38. Samuel R.
Levin, 39. Luhomil Dole7.el, 43.
2. La Poética . . . . . . . . . . . . . .. 49
Formalismo ruso, 51. Análisis del cuento tradicional. Vladimir
Propp, 54. Análisis del relato o drama, 57. Etienne Souriau, 57.
Algirdas ]ulien Greimas, 59. Claude Brémond, 63. Otros auto-
res, 67. Estrucruralismo checo. Círculo lingüístico de Praga, 69.
Autores eslavos en el mundo occidental: R. Jakobson, 70. El
<<New Criticism», 75. El postformalismo soviético: La Poética de
M. Bakhtine, 78. El formalismo francés, 80. Roland Barthes, 84.
Gérard Genette, 90. Tzvetan Todorov, 94. Diversidad de la poéti-
ca, 101 . Rasgos comunes, 101.
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ll Alicia Yllera !
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5. Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 165 .1
Apéndice 1.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
J~J Estilística y crítica literaria, 169. Crítica sociológica, 170. Crítica
'--" psicoanalítica, 172.
Apéndice 2... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... .... 177
Contribuciones recientes, 177. Influencias básicas, 178. Tendencias,
196. Conclusión, 230.
Bibliografía . . . . . . . .. 233
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PROLOGO A LA TERCERA EDICION
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l Hace ya más de diez años que este texto fue escrito. En la segunda
1 edición se revisó la obra anterior pero sin alterar esencialmente su
organización. Al plantearse la tercéra edición se imponía o bien la·
i total refundición de la obra o la adición de un amplio apéndice que
1:
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diese cuenta de corrientes inexistentes hace unos años o todavía con
1'
~ . escaso desarrollo. Por razones de diversa índole he optado por la
tij segunda solución. Este apéndice no pretende ser exhaustivo; sería
imposible serlo en tan reducido espacio. Busca esencialmente completar
y actualizar la visión que de estas corrientes de la crítica literaria se daba
hace unos años. Pretende ante todo presentar una visión asequible de
estas parcelas de las ciencias humanas y suscitar el interés por ellas en
nuevas generaciones de estudiosos.
Diciembre de 1984.
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l!i.· PROLOGO
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10 Alicia Yllera
VJ/JJJJJJJfift8JJ,i~s~i:«"S_II§;ci.entifismo~/a1,aplitittí~unomP.p_fkltJJ'!tieil~
rai/jf¡Jf¡¡¡¡ratii:iti"tf!Gfliilma'1fá1$;"'éonk'[tj{!J/l!l~Jii1!t?i!l;fi!lt!J!.}p~ti)!/,fJ¡/tJ!.!J?Iit1.Jitrffiis7iili*enlfr
"'ff.ttli'S'ftf'JIJJts;;rytlüS"'..ikllaiiSevlilltictrzciencia<ett.'bogít.~dé;~l'itli.'q!!!JJí4~!/krmiiech71lf(flf
io'!JJJI!.f,/j!!i9..fJ!rljm,'t'iñídif~Ji'ét!/f.otro'S. Este acercamiento, bajo diferentes denomina-
ciOnes, constituye uno de los aspeaos más vivos y polémicos de los estudios lite-
ranos.
Difícilmente podemos extrañarnos: el auge de la estilística o semiótica poé-
tica es el sign~ de los tiempos, es el resultado de la búsqueda de un rigor y de
una objetividad en una época, la actual, marcada por el neopositivismo. Se ha
beneficiado de la imprecisión de los estudios anteriores o, por el contrario, de
· la excesiva atención al dato positivo. Pero, sobre todo, se corresponde estrecha-
mente con las corrientes aauales: el arte se ha aproximado a las ciencias, se ha
hecho ''expen·mental' '. No en balde las tres aproximaciones y apor-
taciones del siglo XX en el dominio de los estudios literarios, hasta
la fecha, se llaman estilística o semiótica poética, crítica psicoanalista
y crítzca sociológica: en todas ellas ha stdo necesana la colaboración de
una ciencta afena a la literatura para proporcionar un método y unos
postulados 'sobre los que construir sus teorías.
w'llt.iliüff;i,lJurgió·,tímidamente,. queriend0;3t'(J1ftpletat!>',!!kt:l~epp;;det;lJJ.iu'a'"
i(lt%f!ji5Sin:pl-antearse;"nirpermitiffé · el ''acces(p:¡¡fcdtfii!b#p.;tfe~:<ta~ obr¡¡.:;¡f¡iidflft:
. edida que fue creciendo y consolidándose se hacía, también, más auda.J/y
~~:omem¿.ba a sublevarse contra ios presupuestos de sus creadores: empe7,!lba a if-
·~~~dir los dominios de los estudios literarios. A la par, diversos brotes, distlf/¿¡
ifí¡s corrientes la diversificaban de tal ,manera que el aparente monolitismo clf!t
~fsta entonces había ostentado saltó por los aires: aparecieron tendencias y t i
'ff¡,tivas irreconciliables desde las que sus autores acrecentaban y exageraban i~
fliferencias. A medida que transcurría el tiempo aumentaba el foso entre ~
?Jttintas corrientes, que se ignoraban entre sí y se recha7.ttban mutua. y cate;,"t
~amente. Por ello hemos querido reali7.ttr 1171ll%.sifi.!esis;·dedendenci4s'fli1iíitti!J!Js
'fl.~esf::-meno-s.•enttmtrittlas.,'fie.<Jorqut!'!lUSo'autores.,:cr.een•
¿Por qué hemos elegido la estilística, la poética y la semiótica literaria?
En principio porque consideramos que es uno de los acercamientos más vivos a
la obra literaria. Y sobre todo, porque hoy por hoy es la única~ vía "científica"
e "inmanente" para el estudio de una obra dada: efeaivamente, la obra lite-
raria se hace en el lenguaje, por y a través del lenguaje. Toda obra es un
"mundo" ficticio construido dentro del lenguaje, un mundo que no permite su
valoración según el principio de adecuación a la realidad, un mundo en el que
el lenguaje hace las veces tanto de materia -del mismo modo que el mármol
es la materia de la estatua- como de referencia: toda expresión del texto re-
mite a una ''ficción" creada en el lenguaje mismo y no a una realidad externa.
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¡, Prólogo I I
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Y partiendo de esta materialidad 1nisma de la obra es como vamos a anali7¿tr
[¡ las diversas corrientes que han tenido consciencia de la importancia del lenguaje
en la obra literaria .
.No se busque en este trabaio la originalidad: nuestro propósito h4 ri.t4.
reali7¿tr una revisión y síntesis de tendenciaJ;_ N o hemos llevado a cabo una
nueva formulación de estas disciplinas, sino cribado y sintetizado sus logros:
este estudio se propone unas metas esencialmente divulgadoras, por lo que se ha
buscado una exposición clara y asequible. Ha sido necesario hacer una selec-
ción entre la abundancia de estudios estilísticos, fundada especialmente en las
corrientes que han tenido o están teniendo una mayor repercusión en nuestro
país. Como toda síntesis, es imperfecta en el dominio abarcado. Hay que te-
ner en cuenta no sólo las comentes relegadas y aquellas a las que. se les concede
menos importancia de la que deberían tener, sino también las enormes dificulta-
des que supone conseguir todo el material deseado y deseable. Pero la obra cum-
plirá el propósito que la anima si puede servir de guía y punto de partida para
estudios más amplios o completos que el que aquí presentamos y, sobre todo, si
logra despertar algún interés en los todavía no iniciados.
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Capítulo r
LA ESTILISTICA:
ESTUDIO DEL LENGUAJE AFECTIVO Y/0 LITERARIO
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Un término ambiguo
El estudio de los autores, forma particular del arte del lenguaje, fue
asumido, desde la antigüedad hasta el siglo XIX, por gramáticos o filóso-
:! fos, teóricos o pensadores sobre el lenguaje. La creciente especialización
supuso la diversificación de la crítica literaria y los estudios del lenguaje
hasta que los progresos de la lingüística, la aparición de su vertiente sin-
crónica, proporcionaron un nuevo instrumento de análisis de la obra y /o
del lenguaje literario. La primitiva unidad aristotélica se había quebrado,
salvo en intentos aislados.
Los primeros balbuceos de la estilística se produjeron fuera del domi-
. ,, nio de las letras 1• En la segunda mitad del siglo XIX, el alemán Ber-
ger escribía su Estilística latina, concebida como estudio de locuciones
1
El término ~estilística" existía "!'teriormente. Novalis lo emplea unido a ~retórica" (S¡ylistil{
oder Rhetori/d. Acerea de la historia dd término: AndrC: Sempoux. ~Notes sur l'histoire du mot
s¡yle", en Revue beige dt pbilologie et d'bistoire, 1961, pp. 736-746.
~~k/ ~o /&klo'Y (lv6v~:i, ·
14 J,/Jtev/t>.9-- ~ ~Uv\ y ~1~&-W Alicia Yllera
1/ --- ~~-e.
! Citado por F. Deloffre, Stylisrique el poérique franraise. París, S.E.D.E.S., 1970. pp. I0-11.
3 Charles Bally, Traité de stylislique franraise, 3·" ed., nueva tirada, París, Klincksieck, 19)1.
volumen l. p. 16, § 19.
4
Diversos autores han rechazado la concepción de la estilística como aplicación particular de
los métodos lingllísticos a la literatura, basándose en la carencia de eSpecificidad de la estilística lite-
raria (A. Juilland) o en la diversidad de dominios (K. Togeby): Si d lenguaje literario constiruye el
objeto propio de la estilístic:a, existe coincidencia total entre su objeto y d de la lingUística, por lo que
nunca podtá tomar de ésta sus métodos de trabajo, ya que se vería totalmente asimilada por la ciencia
del lenguaje. (A. Juilland, -srylistique et linguiscique", en Langage, XXX. 1953· pp. p6-p3}
El objeto de la crítica literaria y d de la estilística son de naturaleza diferente, por lo que no
podrían analizarse ambas ron los mismos métodos. (K. Togeby, "Littéraruro et linguistique", en .-,1
Orbis li11erarium, XXII, 1-4, 1967. pp. 45-48). Vid, P. Guiraud ..y P. Kuentz, La stylisrique. París,
Klincksieck. 19 7 l. - .
' Sin pretender ser exhaustivos, señalaremos las tendencias y autores más relevantes.
6
Muchas de estas divergencias se explican por las diversas influencias recibidas: la estilística si-
guió los avatares de la filología {L. Spitzer, etc.). de la lingllística estructural {escuela de Praga, etc.)
y, modernamente, de la semiótica. Hoy estas tres tendencias ~en con predominio de la última .
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La estilística
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ponerse en relación con _d resurgir de la retórica, si bien es cierto que la tradición nunca desapareció
totalmente, la obra deóP.:-H/•Femándc:z, Eiti_lfstit:iz.,.'Estilo, figuras··estilístit:4S:Jdr,of!_os•.Madrid,'i.971c ~
8
En los EE. UU. son numerosos los escritos retóricos, tanto los destinados a un fm pedagógico
como los escritos teóricos; ejern.: €1eantli•Btook'S -y·Robert Penn Warri:n\•··M·óJer.n,Rhiilirii:,,-3• ed.,
Nueva York, Harcoun Brace Jovanovich, 1 9H· etc Una extensa bibliografía sobro el terna puede
hallarse en el número de Communications dedicado a las Recherches rhétoriques. n. 0 16. 1970. pp. 23 ¡-
~H- En Inglaterra;\:G:.;cl'l•. kech', ~Linguistics antl the figure of Rhetoric", en EsiiJyJ.,.OIZ,:Styk .anil!
Languoj!,éi::ed. by Roger 'Fowleí:.' Londres, Roucledge & Kegan Paul, 1966 (reimpresión, 1967,
1970), pp. q¡-Ij6, etc. Dd lado francés se ha señalado la posible influencia de los términos
-llletáf~.'~'y:;:~lll!:t!>nimia". empleados ~r,JakobsO!l :p~a ·definir· d-estilo poéticó· o; novd~- (Essais
de linguistique finérak. Trad. de N. Ruwet, París. Ed. Minuit. 1963). Roland Barthes, ~Rhétorique
de l'image", en C0111111unicarions, 4• 1964, pp. 40-p, y ~L'analyse rhétorique", en Littirature el
Société. Bruxdles, 1967, pp. 31-4¡; Gérard Genme, ~La Rhétorique et l'espace du langage", en
Tel Quel, n.0 11, 1964, pp. 44-45- El mismo autor publicó las Figures du discours, de Fontanier,
síntesis y culminación de la retórica clásica francesa. (París, Flammarion, 1968). Todorov añadió un
apéndice a su estudio de las Liaisons dangereuses, señalando la ~aCtualidad" de la retórica (Littérature
et Jigniftcation. París. Larousse, 1967, pp- 91-UO~ Anteriormc:ilte Jean Paulhan había escrito ~Les
Figures ou la Rhétorique décryptée", -La Rhéton'que renait de ses cendres", etc. Oeu11res: Completes.
La Marque des LettreJ. París. Cercle du Livre Précieux; 1966, etc.
Es evidente que ninguno de estos autores comparten la opinión de José Luis Martín: -A pesar de
ello, muchos intentos retrógrados y casi anarquistaS (¿ ?), diríamos, se han hecho -aun· en nues-
; 1 tros días- iP9)''Jteyivir-,a·,_quienü:s¡;:L.tm~o:ta'-·la··Retórica;- y ya.reenciíñ3'<lir'"~nero•cuc:rpo'r
~ ··e-vgw~·-.!aii~~: Crítica estilística. Madrid, Gredos, 197 3· p. 28. (Las interro-
gaciones son 'iíúaS'.) .
• Jacques Dúbois. F. Edeline, J. M. Klinkenberg, P. Minguet, F. Pire. H. Trinon. Rhétorique
générale. Patís, Larousse. 1970. "Rhétoriques particulieres", en Communicatiom, 16, 1970.
pp. 70-124.
10
Rhéttirique génirale, p. 1 9·
J(i Alicia Yllera
=~;:e=:::=:¡x~~-,. :~en,v,~~-
~~láln:(fflii!ñi~~té'ti€3: 11 • Hasta aquí no nos apartamos de los axio-
mas más divulgados en estilística, pero el propósito de los autores es muy
;;~~:=:~:~~i1i;~::~~~~:~::!~'~~~li~=~~:~c:~:;,~;;:!:~,,
~g:-eíñen"'f~cfw·aspect::quelconqüe'·du langagé~ '(metábole: todo tipo de cambio
que atañe a cualquier aspecto del lenguaje) 12 , propoilie.hdo Uria· igrupa-~
'qQíi'geiicrá'l."'cle· ditos>procedimientos''atendiendo a::·su carácter lingüís~o:.
Distinguiendo las unidades del significante (forma de la expresión) y las uni-
dades del significado (forma del contenido) 1\ agrupan las metáboles en
cuatro clases según se constituyan a nivel de la palabra o inferior
a ella o a nivel de la frase o segmentos superiores a ella 14 :
expresión contenido
(forma} (sentido)
\·
Frases (y >) Metataxas Metalogismos
11
Ibidem, p. 4l·
12
Ibidem, p. 24.
13
Según la doble distinción bjclmsleviana -<¡ue posteriormente analizatemos- d~ sustancia (fe-
nómenos extra-lingüísticos) y forma (fenómenos lingüísticos propiamente dichos), a su ve> ambos es-
cindidos en plano de la expresión y plano dd contenido.
14
Rhétorique génirale, p. 33·
15
Véase la reseña, excesivamente dura, de P. Kuentt, "Rhétorique génétale ou rhétorique tbéo-
rique?", en Littérature, 4• 1971, pp. 108-11 l·
16
Los cuatro tipos señalados en este esquema recubren una multitud de tipos diferentes de
~ ~ ~ ---~--~----....-~~---.,.......,..- ....
La estilística
1\
, 1 Estilística de la lengua y estilística descriptiva 17
1:
meráboles clasificadas sl'gún la manlT;l J(,· producirSe el desvío (por adición. supresión. sustitución o
permutación} o el nivel lingüístico "1 ~ue atañe. Tomando el ejemplo de los metaplasmos a nivel infra~
lingüístico por supresión, apar«T la desaparición de un fema, por ejemplo la supresión de la sono-
ridad al imitar el habla germánica: "'fous n 'afez pas te feine"; a nivel elemental (fonemas) comprende
la aféresis, la apocope y la síncope; a nivel complejo (sintagma). la delerión de una palabra. etc El
número de casillas vadas les obliga a buscar ejemplos de la lengua hablada, de la propaganda, ere.,
dejando de lado su propósito inicial; estudiar la peculiaridad de la lengua poética, pero aunpliendo
perfectamente su objetivo de construir una retórica general. _
17 Em_pleamos el término "estilística desmptiva ",aplicado por Pi erre Guiraud a la escuela franco-
suiza, reservándolo a los autores ocupados en el estudio de la obra literaria (Cressot, etc.). En el
caso de Bally, Marouzeau, etc., preferimos el término "estilística de la lengua" o lingüística.
{Pierre 'Gufraila; l:;á-:5tylistique., París, P.U.F., 1970, 6." ed., p. 37; Essai de stylistique. París,
: KlinC:ksiéck~úno: p.. z8.)
/ 16 Traité de stylistique franraise, I, p. 16, § 19. ("... estudia, pues,los·hei:hos<le'<'ii¡iresj6ñ del&f!en-.>
,. iMtJaj~organiZiiJ:I':iS:''dcile· c:r¡;ilii:ur<li! ·-Vista 'de'·s.;~·conteniiloMediVo;·er-<r<&; 1a ;;xpr~oif{l~Iüi~'édi<is / .
<>({e~senSibilida:wm<&ante'~eoguajHf'ia''arocSñr"de'lwhe<:hos de·lmguaje'sóffi'BW'SeriSibilidád~,')
.., __ %En este aspecto Bally es, sin ~mbargo, m~os tajante que Saussure, menos tajante de lo que
han ~upuesto autores posteriores. Se limita a señalar: "... toutefois, malgré quelques travaux.remar-
quables, la méthode a
suivre pour érudier les parlers individuels n"est pas assez établie pour c¡u'on
puisse sérieusement conseiller de s'y livrer", Traité de stylistique franraise, p. 19, § z l. ("... sin em~
bargo, pese a algunos trabajos notables, el método a seguir al estudiar las hablas individuales no está ¡/
lo suficientemente defmido como para recomendar seriamente emprender estos estudios".)
x8 Alicia Yllera
les Bruneau suscitó y dirigió durante unos treinta años una serie de tesis
de Sorbona sobre "La lengua Y. d estilo" de un autor literario, propug-
nando la existencia de una estilística aplicada, "science de ramassage",
encaminada a reunir datos de la lenglia literaria sobre los que basar la
ciencia propugnada por Bally 22 •
Cressot invierte totalmente la fórmula de Bally: "L'oeuvre lirtéraire
est par excellence le doffia.ine de la srylistique précisément paree que
le choix y est plus 'volontaire' et plus 'conscient"' 23 • Critica, como poco
después hará Dámaso Alonso, los argumentos esgrimidos por Bally para
alejar la estilística de la obra literaria: la obra literaria·.es-.comunicaci<)p,;¡
HH'leiñdii:o~-éstético responde·' al· desc;o dehautot de logral>"la·,adhesiÓJ11'dd''
l~!;tón:y~r~i' existen diferencias ·de gra!fÜ""" no se opone 'taxativarnQJ.te a;J~;
comllíiicaá6n oral. La· literatura . p1;oporci?na: ·:Fla''<~'tills'ti~dos matéri.~~·
necesarios para sus encuestas; paralelamente !a estilístki1próporcio~ .da-,:
tos .exactos·.·y convincentes .sobre unaobr~~pero .su ·finalidad supera eJ 5=!'.tl!;
20
Bally no ignora que emplea d término "estilística" en un sentido insólito: la pereza de crear
un· término nuevo y d descontento con todas las definiciones presentadas hasta este momento justifi·
can su intento. Traité, p. IX, § I 9·
21 Ibidem, p. '9· § 21. ("... (d escritor} hace de la lengua un empleo consciente y voluntario
(por mucho que se hable de inspiración. en la creación artística de aspecto más espontáneo hay siem·
pre un acto volumario); en segundo lugar, y especialmeme. emplea la lengua con una imención
estética".)
22 a.a.:1es Bruneau permanece fid a la existencia de una doble estilística -e;tilística "pura" o de
la lengua y estilística "aplicada" encanxinada a recolectar datos en vístas a la ciencia propugnada por
Bally. Pero d autor cree en la posibilidad de una ciencia estilística dedicada al esruclio de los auto-
res. "La stylistique", en R011lllnce Philology, V, '9l'· pp. 8-10. Parcialmente reproducido por
P. Guiraud y.P.°KuentZ,LJ,;¡¡._S~listiqut,·Leaures. París, Klincksieck, 1970, pp. 24-26.
- 23 Marcd Cressot, Le S~k 'et ses techniques. 6! ed., París. P. U.F., I 969, p. 3 ( I • ed. I 94 7).
("La obra literaria es, por cxcdencia, d dominio de la estilística precisamente porque la elección es
más Mvoluntaria" y "consciente".)
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,~~~d_~ihtt:P.~~e;1franp:ise1 ' 24 •
Bruneau y Cressot acudían a la obra literaria como mera fuente de ~~--
datos. Con diferencias en cuanto a la mayor o menor atención concedida
a la obra literaria e.n sí, esta tendencia permanece hoy viva como puede
apreciarse en
las obras de Roben Sayce 25 , Stephen U1lmann 26 , Frédéric
27
Deloffre , etc. ~J,() /,f, ~ ~k
p~
¡:
1:
24
" •.• determinar las leyes generales que rigen la elección de la expresión y, dentro del marco
más reducido de nuestro idioma, la relación entre la expresión francesa y el pensamiento francés."
Cressot, op. cit., p. 4-
2> Roben Sayce,S~Jie in French Prose. Oxford, P.O. U., 1953·
26
· Stepli\'It.JJll,•11Í!!mo '!SIJk in French Novel. Cambridge, 1957; Language and Styk. Oxford,
Blackwéll, .'fc)'64~(n'ad esp. Madrid, AguiJar, 1968). Intenta en esta Obra, siguiendo fielmente. el
camino trazado por Bally, considerar la expresividad del francés, analizando una amplia gama de
procedimientos lingiiísticos basados en la elección entre varias posibilidades sinonímicas.
27
Frédéric Deloffre, Stylistique el poétique frant;aise. París, S.E.D.E.S., 1970.
28
Eric Buy5sens ha intentado reintctpretar la doble corriente estilistica señalada por Pierre
Guiraud (estilistica descriptiva, corriente franco-suiza; estilistica genética o individual, corriente ale-
mana, a la que añade la "estilistica" de G. Bachdard). Para el autor, lo que Guiraud denomina esti-
lística descriptiva o estilística de la expresión, describe el empleo de una época; es, por lo tanto, una
estilistica sincrónica, descriptiva o esrrucrural; la que llama estilística genética o estilistica del indi-
viduo es la estilística histórica, parte integrante de la lingiiística histórica. Pero el deseo de establecer
un estrecho paralelismo con las dos vertientes principales de la lingiiística no está exento de simplifi-
cación. (Eric Buysscns, "Signification et srylistique", en Linguistiqui historique. Homonymie. Stylistique.
Semantique. Changements phonétiques. Presses Univ. de Bruxelles y Parfs, P.U.F., 196j, pp. 91·
1 20. § 1 20.) .
- - - - - - - .··----------~--~-~--------"
. ~Ii"'ffiünd~'efifah"'P'i'fs'eiMdtettdtt~:li~~$Jl<'htst'oti~idad3P. No en balde 1
Vossler había intentado construir una historia de la lengua que era, al 1'
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una historia de la cultura y una historia de la expresión
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Spitz.er ifden~el>'iíiáS'gQif,d<*~N~~'''"Ii!:9~~&.lfl~!J.if~mBién>
\¡:>;~'ó"rui:l*:íll~~. adaptando el método filológico de Schleiermacher
-de origen platónico-, La
fase, inductiva,
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ffi: inversa, siguiendo el orden del investigador, todo desvío lingüísti
f$sponde, refleja una excitación psíqui~a particular. Mediante la lec 1:
~ptarnos ~Stas peculia~idades lingüí~ticas que, posteriormente: se_reduc r
p.p. denorrunador cornun y se relaoonan con el elemento ps1qwco sub ···"
~nte, con la arquitectura de la obra, (fo-ª>::~p~eso:~~éª-WJ.:Mii.J:Wiiif
~t~!ft~iº;;!~~~~f't:ti~l~~~~\<;),.\~~~. .
29
Filosofía del lenguaje. Trad. y notas de Amado Alonso y Raimundo Lida. Buenos Aires,
Losada, 4·" ed., 1963; Cultura y lengua de Francia. Prólogo de Raimundo Lida. Buenos Aires, Lo-
sada, 19ll-
30 Véase Benvenuto Terracini, Analisi sliliuice. Teoría, storia, problemi. Milán, Fdtrindli, z.•
edición, 1 966.
31
Leo Spitzer, "La interpretación lingüística de las obras literarias", en Karl Vossler, Leo Spit- 1
zer y Hehnut Hatzfdd, Introducción a la estitfslica r011UZ11ce. Traducción y notas de Amado Alonso y
Raimundo Lida. Buenos Aires, Col. de Esrudios Estilísticos, 1931, pp. 91-148 y 92.
" Ibidem, p. 9 4 .
¡,
1
La estilística 21
l
.!
-tS~!::~~~;~~"~:!:::~:i::::~~:1r!~:·-~~~:::~~~~?
pensamiento está muy lejos del nuestro, pero no por ello dejamos
de admirar la belleza y el acieno de algunas de sus interpretaciones,
como la de Rabelais, realizada ya en 1910, fecha en la que escribía
sus tesis doctoral (Die Wortbildung als Stilisches Mittel). Las forma-
ciones de palabras, sus juegos dentro del lenguaje, atestiguan la
construcción de un mundo irreal en el que indefectiblemente
mora Rabelais. Bajo la capa externa de una cultura ''oficial''
: 1
1
1.
22 Alicia Yllera
l
resultados había dado en filología. ·Díez también había verificado
el salto que le había permitido captar el conjunto del que proceden
las lenguas románicas, salto vedado para Raynouard, quien identificó
el provenzal con el proto-románico. "El filólogq ha de creer en
la existencia de una luz en lo airo, en post nubila PhoebtiS (tras las nubes se 1
esconde el sol)" 40 . ¿Cómo captarlo? ¿~éñ~~- . __·· ,._
~_bwQbra,~métottefunico par'!- todas las obras. ¿C; :; ¡
.dio superar el problema de una elección arbitraria? Spitzer no ve otra solució ·
f:e colocarse~'b"Pnd·~ñri:sttf~ec::r_~a¡~J
1
1
1
~~· 41
• Desgraciadamente la tarea no es fácil y ¡cuántas veces el 1
mismo auror no erró su blanco!
Mucho se ha escrito atacando eh:iiJi¿Ei]Q_~tilft(ctt:oA~B!»-;
,- .
H I6idem, PP· 41·42-
40 Ibidem, p. 4 3·
41 Ibídem, p. 52.
~e1 \P<ItQifJ,~~
9~, lo 9ft>.S
1 ~ La estilistica ·
....,cp
ii ~ rara ve:z.
anhelo de estudio '
!1 y no a la obra, etc.
i.\ Tales son las principales que se señalado. Pero, sin em-
ir bargo, ~S'Pt:ii~ fue cel)primCJ:~ -prescindiendo de Vossler- eiJ.,:intentaréllf;A·.
:1 ~ 1fameni:e vincular la lingüística .a la. historia literaria, postulado. básico.>
;. ('·' ~~;·da,.estilística>•modema:. Pm:cotra parte, em sus. estudio~, hay algo más
•! que en muchos fríos y abstractos análisis de la estilística estructural. :Nt»'
!.1 ~<zq ~te--oposición- entre estos clos ti{los de estilística~(~~tica ide~t;a y
i ~ estilística estructural); ambas, . cor~ su_~ ·en~?,,2,ll'acterístico, .descm-
i j ~ ;.br~o§~1t a~.f~~~~~;;<,~ }~l'~br~·: · if. . i;ej!a\ en ~ primer caso;
! -~~~},<?~li~f\Wi)!~J..~e construida en el lenguaje, en el segun- c.,
do. Aunque e1· método de Spitzer esté sujeto a objeciones, permanecen ~
muchos de sus estudios concretos. En este caso el humanista compensa las a.~·
:.¡ limitaciones del filólogo-estilista, como en Dámaso Alonso el poeta pre- IJ,
:¡
domina sobre el estilólogo 4 2 •
·1
·1 La estilística idealista ha repercutido especialmente en 1talia (donde ~
1 la tradición de Croce había preparado el terreno -G. Devoto, Alfredo
Schiafftni, etc.) 43 , y en España e Hispanoamérica, con la aportación deci-
1
•' 1
siva de Dámaso Alonso y Amado Al?nso 44 •
'
l 1
42
Los partidarios de la estilística estructural (simplificando enormemente la realidad) no son los
únicos en haber atacado a sus "adversarios". Sorprende. en ocasiones, comprobar la falta de conoci-
miento y comprensión entre unos y otros. En una obra reciente, d autor arrerriete contra la llamada
estiüstica estruauralista, "cientffica hasta la médula, lin¡,iiísticamente lingüística, y basada del todo
en la estructura de la lengua de la obra literaria ...". 0- L. Martín, Críti_ca estilística. Madrid, Gredos,
'973· PP· I n-8.) Los incluye en d apartado dedic:ido á' los pseildocríticos (p. '75) y hace de
dios adeptos dd materialismo ciemffico, incapaz de reconocer la realidad de la psique h=a. El
autor prescinde de aportaciones que podrían haber sido de gran urilidad para la parte que dedica
a la -investigación estilística"", que, tras la historia de la estilística, ocupa la mayor parte de su obra.
'1 43 Para F. Deloffre, Spitzer no ha tenido más discípulos que el español (sic) Devoto y sus discí-
pulos ( Stylistit¡ue el poétique franraim, pág. z 3). Bello ejemplo de la ignorancia francesa de cuanto su-
i) cede en paises "meridionales" vecinos. Prescindiremos de la escuda italiana, para la que remitimos al
'' estudio de B. T erracini, Analisi stilistica. Teoria, storia, problemi. z. 3 ed. Milano, Fdtrindli, r g66.
44
Habría que añadir otros autores alemanes, especialmente, por d interés que presenta para las
letras españolas, J:,:J:'~ilt Háizfdd •. principal bibliógrafo de la estilística romance (Bibliografía crítica
de la nueva estilística aplicada a las literaturas románicas. Trad. del ingL Emilio Lorenzp Criado.
Madrid. Gredos. 1955) y autor de estudios esrilísticos sobre literatura española (principalmente. \é
:"ffllií/ifo'ii{qf1i[r{vlim~!ie iirt~{J¡j]fenguaje. Trad. cast. i. • ed .• Madrid, C.S.LC.. 1966).
- · ---------------------- -------~---:---------¡
Alicia Yllera . 1
Dámaso Alonso 45
9
. .. . . .. . ; el misterio de la unicidad del poe-
ma se nos escapa, porque-éste no es cognoscible cientÍficamente a pesar de
los _f~~os avances ~e ~a estilísti:a; :· ·~~'Ir, o talvez__ 9.~,~e,,~e~, -~
50
iiT•~ilidad-'id~una•.
-~~.-<--'-'"~·'
a.encna:tdeJa,ilitcratrira}'ill:E_s~~~~t;;;;-éS<:m-;rt:,.,
.-·-·<·.~·-!·-~ ...""""_·"'-'::.-'·- . . . :~,..li&~~~--,.;o.~~-...
''P.ero no
desconoce la precariedad de su instrumento :,-,c;_,~~vaif~e~Ha"'cii\Ua~Q.1lt-'
triñ-ifi~~d-_e:c~tto~<úena::~;,;¡;liter
r:.~~~~~&.~'='-,~--< ·-· .. .._ri"'=".·'-'""'~_·ólo.Am~.;-_asá~d,...«metQ">~o~
-· --~o!";~-J'::>I;.':.~-.J"'~~~~-p_,.,-...:,~~--f'-~-~~- ···-.'l,/.Y~-4;:L- .1?_:..t·- -·-Y>!.~
1
.•
la ciencia se _dibuja en d horizonte sin que aún se haya hecho realidad.
45 Existen diversos esrudios "sobre la estilística de Dámaso Alonso. Véase: Julio García Morejón,
Umites de la estilística. El ideario critico de Dámaso Alomo. Sao Paulo, Facultad de Filosofía y Le-
tras de Assis, x96x; Valerio Baez San José, La estilística de Dámaso Alomo. Sevilla, Facultad de
Filosofía y Letras; x971.
46
Dámaso Alonso, Poesía española. Ensayo de métodos y límites estilísticos. 1. a ed. Madrid, Gredos,
'97'· p. 492. .
47 . Ibidem, pp. I I y I 21. ("No hay análisis estilístico si no hay inruición previa".)
48
Jbidem, p. 38.
49
Ibidem, p. 1 3·
50 Ibidem, p. 402. Al analizar a Garcilaso palpa los lúnites de la estilística y exclama: "¡Tire·
mos nuestra inútil estilística! ¡Tiremos toda la pedantería filológica! ¡No nos sirven para nada! Es-
tamos exaaamente en la orilla del misterio. El misterio se llama amor y se llama poesía" (ibidem,
página x04).
51
Ibidem, p. 4;,1.
( ) 1'1 .1'1/"IJt'J
r-- ~=~~---.-.-~·· .. ~ ',
~~
·po~u~o'b(superior al Eonocimiento del lector -conocimiento insustituible,
destinado al goce estético de la obra mediante su intuición- o al del crí-
tico -conocimiento encaminado a la valoración de la obra-, ambos co~
nacimientos acientíficos, artísticos), el único capaz de acercarse a un cono-
! cimi~to cien tífico ~ 4 •
. ¡¡· Si el objeto último de la estilística -que es el captar la unicidad de .
la obra, su significado últimó-- no es realizable científicamente, su;¡,pr,.i:m~
tarea es indagar,,las .e relaciones entre el sig¡Pp¡¡;ado~ey el:-significant~- 55 •
El sistema filológico de Spitzer deja paso a la lingüística satissureana~ 6 .
Pfofundiza>Y reformúla·la concepción sausstireana· ·del signo como~ ,unión-
de·•UiF~~eonceptdk"y'un3:dllníágertfacústica"' o un' ''significante" y un:• .. signí-·
ficado~··. Para,~:9álhasó--(+·si'gnificante-cincluye··ek_sonido- (aspectó"•ffsícoJ"'Y
su·imagen acÚStica (aspecto psíquico);'i'debido a que, para el hablante nor-
mal, el sonido no existe-:.;o'-dir"'Iamos- es -'transparente; el hablante normal
pasa a la imagen acústica sin detenerse en el sonido, salvo en casos espe-
ciales (ejem.': al oír hablar a un extranjero, etc.) ..El signifi~:ado es la carga: V"
conteñida ~en la iniagen acústica,;"qüc.\puede c~rresponder a uno, a varios o
á>n:ingún concepto 57 • El interés de esta distinción es claramente percep-
tible al considerar la necesidad en la que se han visto la lingüística y se-
miótica moderna de revisar la teoría del signo saussureano y sustituir la
nooon d~fi:.oht'ept~r,Ja,de~!.Uiridad'Ocultufal" 58 . La noción "signifi-
cante" no está necesariamente vina¡lada a la unidad "palabra". :i.rffutg;p
1 signillcado.'"cOmo.- el- signifi€ante son .un· complejo dentro del que •pueden ·
distinguirse·--significadosc ·(o -·significantes) ' parciales ·59 • ~-significantes:·
parciales,; puedéÍl." modificar . . sensiblemente.C'd~ contenido conceptual·: de ·<Jae
palabra,- ya que, colii~ Bally, lláwa~;piensa que los·:valores afectivos so~
ínseparabl~ de los vilores conceptuales 60 • Su conct;Eción es rica en aplí, @ 1
52
Ibidem, p. 196.
53 Ibid.m, p. 206 .
54
. Ibid.m, PP· 393·416.
55
Ibidem, p. 403.
56
Lo cual no supone, en absoluto, que Spitzer se viese exento de la influencia saussureana. ·
57
Ibid.m, pp. 21-23.
58 Véase.. JJniberto Eco.,:l.a es~ruaura ausente. Introducción a la 5tTJZiótica. Trad. de Francisco Serra
i\ Cantarell. Baccelona, Liunen, 1972- Emile Benvéniste ve como principal oi!st,iculo -paca-·la, consti;.
'!
tución de una ~mi6ti~de la lerigua la concepción saussureana del signo lingüístig>: "En conclusión,
il: fa,ut: dépasser la notión sallssurienne <!1!-;~gne comme pi;incipe unique don! dépg\~ent la fois·a
'¡ la strucwre et le fonctionneoient de la languen. "Sémiologie de la langue", en Semiotii:a, I, 1969.
1, pp. 1-12, 2, 121-135, p. 135. ·
» Dámaso Alonso, op. cit., pp. 2 3-29.
1 60
Dámaso Alonso, op. cit., pp. 24-27.
~) _ caciones a la poesía: si Saussure señaló como caractensttca esencial del
signo lingüÍstico el presentar una relación arbitraria entre su significante
y su significado, en el poema el signo se presenta siempre motivado 6 1,
defmiendo uno de los axiomas más difundidos entre la estilística estructu-
ral. Presciir4~m~;J~ygp.tiguawdistíii<:ióñientt~;fondo':;ytf-pFJ:llil:ii1v[Qrma'áÍe~~
- , · · - -_ entre ~ significante y e! significado, a ~~os ~eme~tos, y if,
al pnmero, y· corresponde, en la creacmn literana, al s1f
saussureano. Este aparece bajo dos perspectivas: como forma extenor, '!l
del significante :al<~'Srgnlli'cfado;""J"tbmu'·ji¡1'tntt-tintérliirri'O''rda:ci6,~
. · · .-- - . - · · . En general la estilística-· sólo se ha ocug~c
(),() :de1a
¡ ., . . -
primer á; ·pero entra: dentro· del campo de ·su esmdio ·ocuparsejre -t
famoáS..- El autor ensaya ambas direcciones de análisis en su esmdio sobre
Fray Luis de León, y del resultado-de esta doble perspectiva se de5pr6lqe
-la visipn ·global de la obra. ·'
~ . ])ámaso acryia la revalorización de los efectos afectivos realizada
L_y
La estilística 27
)t.lpf~
Amado Alonso
' '
67 Ibitkm, p. 584-
68 Ibídem, p. 4 I 6.
69
Amado Alonso, Materia y [OT7lllt en poesía, 3·" ed., reimpresión. Madrid, Gred05, 1969. Espe·
cialmente 105 capírul05 teóricos, "Cana a Alfonso Reyes sobre la estilística", pp. 78-86 y "La
interpretación estilistica de los textos literarios", pp. 8 7-1 o 7. Prólogo al volumen colectivo IntriJ-
ducción a la Estilística romance, Buen05 Aires, 1942. Véase también Poesía y estilo de Pablo Ner11da.
Buenos Aires, Losada, 1940.
70
Materia y [OT11Ul en poesía, p. 79·
71
Ibidem, p. 79·
72 Ibídem, p. So.
73
Ibidem, pp. 8o-8 1.
· Alicia Yllera
74
Amado Alonso, op. cit., p. 8.
75
Ibidein, p. 82.
76
Ibidem, p. 78.
77
Ibidem, p. 86.
,. ---·r -,--;;- ...- -
."" ::4 D ;, u 11 ;:;,/p
7e5-f>)f i
La estilistica
puerta~ de él. Amado Alonso sabe que d análisis de las formas idiomá-
ticas por sí solas, aisladas, es -~uficiente; es necesario considerarlas en
rdación con todo d conjunto. Pero aun en este caso es. insuficiente. Para
ello juega con el doble significado de la palabra "estilo". Es válido conce-
bir el estilo como "el uso especial del idioma que el autor hace, su maes-
trÍa o virtuosismo idiomáticos" 78 , pero es insuficiente para una ettilística
integral, empleando el término de Castagnino. Hay una .segunda acep-
ción, la más adecuada a la estilística, la que -perpetuando el eqwvoco
surgido en tomo a esta fórmula 79- piensa como Buffon que le style c'est
l'homme 80 . ·
tdí:~~d;~El~ld~Jt.dí~iñí~llt€i~~fonttd'J»~f~;
'S'~*"'~~~~ll'IDilaofuriíóntsup·enor~d""om:in:aA"'~~
~'"'~~_l:f~J ._._,...\,,_ -~---· ···~--~-~-. _,_..,._,_, __ ,_ .,:..,.,.-;~~-- .- U-d.!fj!UI:II~
La visión del mundo de la obra, las ideas contenidas, los aspectos so-
ciales, etc., se presentan todos como_ uña construcción de base estética.
~t>,i/I'l§S!11fWes}i'finMJbjerifl~lfjfff;tuaw~1YitUF/flf¡etf1Jtltló· -para em-
plear el término acuñado por la fllosofía para designar a los "signos ma-
teriales de comunicación que tienen la virtud de seguir comunicando su
encargo aun después de ausentado el hombre que los ha hecho" 82 . Pero
requiere el enfrentamiento con un espíritu subjetivo (el lector). ~lfr
'w;iit®il~g~m~%ubjetiV-a~~etzau~clclecrol'r
Un placer estético induce al autor a la creación; la obra literaria que-
da por ·él impregnada, y su descubrimiento es el objetivo último de la esti-
lística. "El mejor estudio estilístico c~nsiste en soplar en esos rescoldos
1.
de goce objetivados en la obra literaria para hacer brotar de nuevo la 1
78
Ibidem, p. 89.
" Equívoco que será posteriormente examinado al considerar la noción de "estilo". Véase
P. Guiraud y P. Kuentz, La Stylistique, pp. 4-7-
80
Materia y forma en poesia, p. 89.
81
Ibidem, p. 89.
82
Ibidem, p. 9 5.
81
Ibidem, PP· 96-97-
84
Ibidem, p. 97.
;-
30 Alicia Yllcra
D
IZa las principales tendencias y presagia ciertos aspectos de la estilística
trucmr
étodo.. al.
de m.. od.··er-·na. pero
Spitzer, o. d..e·._es1-aconsciente
.s.erm.·Ótica de
literaria_. E
.. n efe_c.to,_y no
sus limitaciones de d-esdeña el
su parciali-
d. ''Pertened: -•a la·::·escuda idealistaral. ver·,Jo esencial dé,~da: 'estilística·
;-' Clr.. ~-en_·-~·~1;¡?;_._·-<¡scu_B_ ñiriie.nt~-a~·:.._~~~e 'estérlc.·o" ·de ~ c,?~ra~ Pero ~en~ce, adii_;·
-~ \& estilísnca'"estructural ·a:hJUZgar.;tarea·•"de .la·,estilísnca el analizar..· romo esf~
'é'o1iJffilitl2i•la obra: Finalmente, en su distinción entre signo e indicio, en su
consideración de la obra literaria como proceso de comunicación que se
mantiene como tal aun después de desaparecido su autor, etc., hallamos
muchos de los conceptos que animan la semiótica moderna.
Amado Alonso ofrece numerosos ejemplos de las posibilidades de la
estilística, de la renovación que introduce en los estudios literarios: lo que
antes era sólo un estudio de fuentes, con un interés puramente histórico y
culmral, con un afán casi policiaco de descubrir plagios, préstamos, etc.,
se conviene en análisis de la peculiaridad del autor, de la transforma-
ción a la que el poeta ha sometido su fuente, de cómo una misma idea
puede modificarse hasta hacerse expresión de dos personalidades distintas
e incluso opuestas o cumplir funciones totalmente alejadas.
{b(J) '~Q~últimP.SP:aii~.x.~amhi_güedad,"dektáminru;ha;.;.pteducido.una~"
~ ~'gt~~en.-;sU;<empleq. Corrientes que podrían ser consideradas estilísticas
· se recubren bajo los términos de "estructuralismo", "formalismo", etc., y
para el estudio "científico" de la literamra se adoptan otros términos
(poética, etc.). GiertOSf;"aiitórii§.:;;,-'redúcen'"d:w,..-estilístiea~-~~tüdí~
: { ~~~ontebid<MC.O~~onj:untQ·d~J2.wjp;dari:da-desif0trila:l:i.s·, otros pÜs-.
rulan la existencia de una estilística que englobe todos los estudios lite-
~./"~arios, etc.
~'i~ ~- ¡¡_qc;:a,.
~~~
il
85
Gérard Antaine, "Srylistique des formes et srylistique des themes ou le srylisticien face a
J'ancienne et a
la nouvdle critique", en Chemim actuels de la critique. París, Plon, 1968, pp. 1 59·
173. Trad esp. de Gonzalo Suárez Gómez. Con una lmr. de A. Prieto. Barcelona, Planeta, 1%~.
pp. 191. 206. p. 195.
rr
1 1
1 !
La estilística
una~elaP.oracióñtsimpl,is:ta¡:cdercla.·-antigoa··'distiíl0'611"''en1Ie""f5'itd&~fó}'lll'a~
confw.l.dee-t~!;il.ͧ-~~~ouvelle~:ditique; 87 , prescindiendo de las peculia-
ridades de la primera. No basta que la mayoría de las corrientes crÍticas
hayan adoptado términos lingüísticos (ejem.: "estructura", "sistema", etc.),
para adscribirlas al terreno de la estilística, del mismo modo que aplicacio-
nes análogas en psicología, antropología, sociología, etc., no bastan para
destruir la autonomía de las diversas ciencias humanas.
:Ant~law"dífrculm.dii.d~~'ªhkc~~iobjaiv<>'~i':'de;rdeli:mitarla.<;d~o.t:ras
, · ,•disGiplinas;Éalgunos de sus representantes se declaran escépticos. Entre- f2:;.r..
tanto ·'5e-Jrteit~l.P~'l'.eswdi~.-sobredingúíst~~yditaawra-,t~j~gMlirlgüis-,. ~
•tica<-ws~;cu~'1t'et:l;:Wlos:,¡¡;~wdi,_o§'_~ditgariosx~y~x:erogiend~h.er~dct~la
crÍtie<W'rus~nort:ean::teri~Pe"'!!tn"prim~.mit<td-:·deb:sigl~~-
. ti~.k:r~~gC;<ibajo:r.div~o~¡nombr~oi·d.~btaidite:r /j;f,
lf:~~..Es~v.;etSi.thr~rog¡~mo significa la existencia de dis- CJ
cip~na~ p~~ame~te _ _ difere_n.tes, _ sino_ ·.que ~-:-_efle
. ::-~_~ª~'}as¡,;
_ .,_. _ -·~----.·_im~_:____
_ . ~- __..... J:. ,&-~
han;¡,~o;~téñtcm-<Mtm®s.tq~@i@:>J«m~o.:.;.~k;"'Ja,;:~t~~~~esJ.;U-, (!!Y
NI_
~{@
llegados a este punto, señalamos la imposibilidad de escindir los es-
tudios de estilística estructural y de poética literaria. No ignoramos que
han existido hábitos que favorecían el empleo de uno u otro término 88 ,
pero hemos preferido respetar las intenciones de los autores prescindiendo
de aportaciones como la de Jakobson, incluida por P. Guiraud entre los
estudios estilísticos. Por eso nos limitaremos a ciertos autores, aun resal-
tando la continuidad entre este capítulo y el siguiente, y, adelantándonos
en el tiempo y prescindiendo de la importante contribución de lo.s prime-
ros años dd siglo XX y de las teorías que han preparado la aparición de
Michael Riffoten-e 91
Riffaterre 'buscó.mn:;.'m~tQdQ!,de;tá,t~~i(iiiít~?JJnlf!JístíE<;l:.al:,pwblema
del:;;:estilo. Rechazó el método de Spitz~. basado en ia captación de un
rasgo lingüístico que se impone al lector como étimon del autor, convenci-
do del riesgo de mutilación de los res,tantes rasgos \oue conlle,vaba. La es-
. Ytf?Jt> ~~ }uL¡vo~ ~
89
En 1960 apareció Style in Language, editado por Thomas A. Sebeock. (Cambridge, Massa- f¿j~ •
chusetts, The M.I.T. Press, z.• ed., 1964~ recogiendo el resultado de unos coloquios interdisci- !b...,
plinarios sobre el estilo. celebrados en la universidad de Indiana y organizados por la Social Science . "!J
Researcb Council's Committee on Linguistics a,nd Psychology. En .ella presentó R. Jakobson supo-
nencia sobre Linguistia and Poelia (pp. 3 j0-377), texto que fue traducido al francés y publicado en
los Es1aú de ÚnfiuiJtique fiénérale. Trad. de N. Ruwet. París, Ed. Minuir. 1963. pp. 209-48. y que ha
sido una de las obras claves para la estilística, poética y semiótica literaria contemporánea en Europa.
Entre las obras colectivas señalaremos los .&ray1 on Stylt and Language. Editado por R. Fowler. Lon-
dres, Routledge and Kegan Paul, 1966.
90
"The understanding and explication of an original poetic work is, however, always a matter
of insigbt and intuition on the part of the analyst. And since the object of our analysiS is broader
than our description, whicb are always of provisional cbaracter, no analysis can be fully c:xhaustive.
Nor can it replace the aesthetic and emotional impact produced by a work of art itsdf." Edward
Stankiewicz, "Linguistics and the Srudy of Poetic Language", en Style in Language, pp. 69-81.
p. 81.
' 11 Michael Riffaterre. EHaÚ de Jlylútique Jlructurale. Presentación y rradurrión de Daniel DeJas.
París, Flarrunarion, 19 7 1. Recoge diversos arúculos, originariamente escritos en inglés o francés,
anteriormente aparecidos en revistas o inéditos, cubriendo el período de 1960-70. Los anículos
han sido refundidos, revisados y ampliados, lo que hace esta edición preferible a los artículos origi-
n:lnos.
( i
La estilística 33
l
tilistica del momento le ofreéra esmdios basados en una concepción del }
estilo corno desvío respecto a una norma. Pero el autor no ignoraba la
dificultad de captar esta norma, de construir un lenguage cero, ne~tro,
. por lo que pensó que todo rasgo sólo es captable a través de, y por, un con-
·~texto.
®
~~~~~~mm~s~~~~mY .Y
3
r 34
cleo.,/'rz.
Alicia Yllera
> ®.
!: .·.
· :{ !
ws..l"ZlTtlit!ilt'iii'iterit.'flnJdiib~&tltii"'it:a'híz"'ó~;~/~11Ss'f8lfie!rdicffda·;;e<,'
f!if.""'.
¡ -:~¡~,t;~~'t¡.:'_~-c;.o;~¡'ffi.o.~
•.. .. . ... f :r· ._..
,._~~~.......... -~-~-< .
j~~: -Por otra parte, s1 nenen coll)o función llamar la atención del lector, tie-
~~: nen que estar lo suficientemente visibles c?mo para que· éste los perciba.
Mediante el testimonio de los infrri[;i,i/do'fes 9.8 (cuyo conjunto constituye el
archilector), obtiene los casos en !os que los lectores experimentan una
reacción positiva o negativa. PEesemde~~de<iolos·,jwtíoshd~el"'>:~e.:·és.~·
·~agan,.,y:'Sd:¡,derien~~ente"'enHoi<'d:tÍmulos··quedosohart'ptovocadoJ 9 .
Para c<;mtrolar y completar los resultados del archilector lOo, prescinde
, \s,.,s. del corltepto de desvío frente a una norma por su vaguedad y recurre al
f'''t-\ toanálisis del c~ntexto. En ello radica un;¡ de las aportaciones fundamenta-
~1C-~ les del autor. "Le contexte stylistique est un pattern linguistique rompu par
Cff""ifl.
un élément qui est imprévisible, et le contraste résultant de cette interféren-
. 'Yf>il 16
ce est le stimulus stylistique" 10 1• Distingue el microcontexto del macro con-
~ texto. El primero es un contexto "interior al procedimiento estilístico";
·P · et efecto estilístico se constituye por contraste con él. Por el contrario, el
macrocontexto precede al procedimiento estilístico, al que es exterior.
., Ibidem,_ p. 36. ("El melllnismo espeáfico ·del •!tilo individual está en el control de la descodi-
ficación, puesto que es lo que diferencia la escritura expresiva de la escritura corriente.")
•• Ibidem, PP· 33·5-
97 Ibidem, p. 37 _ ("... los elem"J/os que limitan la libertad de percepción en el proceso de descodifi-
cación. ")
•.íl" COnstituyen los.~-·· ;~.,~q!liedeaor -=n·preferencia por d)ect?r culto-;•críti.cóili-'-
- ~o'~"'!'.'l""'ha'Y'!;?~~l!, ___ -·o sobre la·obra•m•·ruestión;- ·· ·- ··
" Ibiilem, pp- 40- j'o.
100
S<ñala dos p<lSlbles limitaciones del archileaor:
a) El empleo del archilector puede llevar a una excesiva dispersión (es decir,que los rasgos marca-
dos detectados por cada informador sean totalmente diferentes de los detectados por los restantes in-
formantes), mas añade que las experiencias concretas realizadas mues~ que la disparidad sólo suele
aparecer en las interpretaciones y no en los rasgos o elementos sobre los que se detiene la atención
del lector.
b) El archilector sólo es plenamente válido para textos coetáneos. Al enfrentarse con textos del
pasado puede caer en dos errores: a) puede errar por adición; ejc:m. : señalando un uso normal en la
época en la que se escribió el texto pero arcaizante para. el archilector. {3) puede errar por omisión;
ejemplo: omitiendo un elemento que era sentido como estilístico por los contemporáneos del autor
pero que ha dejado de serlo con el tiempo (tal sería el caso de un neologismo que la lengua acaba
aceptando).
101
Ibidem, p. 57- ("El contexto estilístico es un "pattem" lin¡;iiístico interrumpido por un ele-
u
mento imprevisible; el contraste que resulta de es interferencia es el estímulo estillstico. ")
-----r- --------·--------
; • ~-. ~.-..-. --.---o.
La estilística 35
l
1
En contraste con la previsibilidad del microcontexto, el rasgo estilístico 1
1
puede ser percibido como .rasgo discordante en relación con un doble 1
punto de comparación: ¡j _ 1
la mitre et le san-benito de .Candide étaient peints de flarilines renversées et de diables qui n'avaient
ni queues ni griffes; mais les diables de Pangloss portaient griffes ·et queues, et les flanunes étaient
d.roites ... Jo2
~~~:::a~~:~~:~:e::J~:;~;:~~~~e~t=g~s;:~:s~:;~z~~a~
~¡;-saba· Spitze~; el ~~álisis pam~tical ~ in~;u'o estil~stico se revela ine?cf.
· que no eXIste lien necessa1re, d unJte orgaruque <eílttl!ll.'f~f~
l~ffets&'B-t;yJis.Jiqu~~~qy,_~,.ih;p.~~..W..d!\lm:rer~lieü\1 107 • R'íffate';:·.~
.objetiv.ida:dircdel,,;apallsi.r,l~-que::s!!';::4:¡¡:fie!!'&al·::nivek<esttícra)"
~~I'lfiE_eptíhl~;;~!,\~Qt;;en los rasgos positivamente marcados que se
imponen-.. a él,-- t~díáZ:artde "'de· ceste:?{.!P,QQ.p ,Josó;:~:W.Álisis¡e~del' :Jormalismi;)'
;f[aps,éS' 1~8 : "Non;:;setllem~nw k po.eme./~i;,~p,-,iCJ:l¡;;¡idans- un code· qliic"'n~·cif'
q9-i,o/;¡lci,¡ inaisda,,cl~4_~e,coqe< est"enfermée"dans¡:~~·texte¡,¡ 109 • Rehuye la
gratuidad de ciertas interpretaciones estilísticas y estructuralistas, busca
la explicación objetiva e inteligible .1 10 . :Sum,!~:t-~~~~~\fuifií-'ioindis'cmtibleS>
~t.l{lffi~_!:_.~-~~;ues,~<~q~-~har.;desta@a.-·do~.~d_-_->'f'a:pel~q_ _ ~_alftéh~--~~l~et~~~~:J!r:o~
~a.oei?-'IIt_eran<N~-ci\f~~ter~<o€9~~~mooO"'estíhst't~ Se
.¡
\1 ha atacado su empleo del archilector, pro~di~ento análogo al que se
\ aplicó en lingüística, sin que sus resultados fueran totalmente convincentes.
J.fl (7--¡f)En último término creemos que en sus análisis concretos no es todo Jo
wt objetivo, "científico", que él desearía, pero para nosotros esto no es de-
106
Riffaterre no ignora la difirultad d~ captar la "norma'". el lenguaje cero cuando se concibe
el rasgo estilístico como desvío. pero además añadé que el criterio no es peninenre, puesto que
en un contexto desvianre es la forma no desviaflre la .que constituye el rasgo estilístico. Su noción
del rasgo estilístico definido por su relación con su contexto aporra una solución a este problema.
107
Ibidem, PP· 188-9. C[No existe un] vínculo necesario, de unidad orgánica, entre un hecho
de lengua y los efeaos estilísticos que puede producir.'")
108
Véase, posteriormente. el Formalismo francés.
10
' Ibidem, p. 2 2 L ("No sólo el poema está escrito en un código que le es exclusivo. sino que
la clave de este código está encerrada en el texto.'")
110
Su crítica de la estilística estrucruralista tal como la practica Jakobson o el formalismo
francés se basa en este principio: los autores creen descubrir en el poema numerosos elementos inac-
cesibles al. lector corriente; luego inexistentes, puesto que los elementos que el autor introduce en su
obra los introduce de modo que sean unívocamente perceptibles al lector medio. Por otra parte, recha-
za. d análisis meramente gramatical del poema; la crítica de estos autores no expoca el modo de sc:r
del poema ni ei comano obra-lector: A propósito del análisis del soneto l.eJ ChatJ de Baudelaire por
R. Jakobson y C!aude Lévi Strauss, nos dice: "Le sonnet, tel que nos deux critiques le reconstruisent,
est transformé en un Juperpoeme, inaccessiblco au lecteur normal, et pounam les srrucrures décrites n' ex-
pliquent pas ce qui établit le contact entre la poésie et le lecteur. Aucune analyse grammaticale d'un
poeme ne peut nous donner plus que la grammaire du poeme". Ibidem, p. 32l. ("El soneto, tal
como lo reconstruyen estos dos críticos, se rransforma en un Juperpoerna, inasequible al lector medio, y,
sin embargo, las estructuras descritas no explican lo que establece d contacto entre la poesía y d lec-
tor. Ningún análisis gramatical de un poema puede darnos nada más que la gramática del poema.'")
Véase la refutación de la crítica de Riffaterre en Jakobson, "Postcriptum'" a QueJtiom de Poétique.
París, Le Seuil. 197 3· pp. 48¡- ¡o4.
~~~~~~- OA~~SM y. \os.i.'~
La estilística · 37 1
fecto. S~ía~~;l~~al~t~;fmleeseS!>:~akebson ~ _¡
,r.§P'ml"d~~~mlááa~Eíí l~:iS•1prob_lemas,·capitales,de~-lar,- crícic.;a .@ j
modemw,.,.desgraciadamente'"de~,muy.,-·difícil ~solucióre f~~~~~.. ¡
~.am~J.tq~ttw.~-~l!i.b!~º-~.J~w!J'».®Y.~!
·~~=======:.==~~~::¡;
·,g~~~~iw.-son muchas las causas que lo pueden motivar,
y él mismo apunta la dificultad en el caso de autores del pasado-,
st®f:P'Jt~q!f~$~Q~i~ª'ª_a.~~'f.,~C~Q!t lo que no ocurre siempre en
.
y'
~:n,j;~=:: ~-~~zf;~J,
Jean Cohen ~ to okrv:t,
Jean Cohen no habla de estilística, pero sus trabajos pueden ser pa-
rangonados ·con los estudios de estilística estructural 111 •
Parte de la dicotomía hjelmsleviana -expresión, contenido- y distin-
gue un nivel fónico y un nivel semántico en el .poema. Su propósito es ~
captar los rasgos comunes que acercan a los diversos procedimientos ~
poético-retóricos (rima, metáfora, inversión, etc.), y explicar su común ~
eficacia 112 • Halla este factor común en la~antiuamaticalidad del verso: ~
"el verso no es agramatical, sino antigramatical. Es una desviación respec- ~
to a las reglas del paralelismo entr~ sonido y sentido imperante en toda
prosa: Desviación sistemática y deliberada, ya que se ha acentuado con el
correr de los siglos, a pesar de las trabas prosódicas comunes, y se ha
¡nantenido en el verso libre, en el cual no existen trabas" 113 . El verso es
la amifrase porque disocia los dos factores de estructuración que la ·prosa
asocia (pausa y sentido; en la prosa la pausa se produce tras una unidad
con sentido autónomo); en la lengua hablada la semejanza fonética sugiere
parentesco de sentido, se evitan los homónimos y se acentúan las diferen-
cias de los parónimos. Por el contrario, la rima une la semejanza fónica a
l¡¡ disparidad conceptual; idéntica función presenta la aliteración, particu-
larmente frecuente en lenguas que carecen de rima (ejem.: la poesía ger-
111
Jean Cohen, Estructura del lenguaje poético. Versión española de Martín Blanco Alvarez. Ma-
drid, Gredos, 1970; "La comparaison poétique: essai de systémarique", en Langages, 12, 1968.
pp. 43-p; 'Théorie de la figure", en Communications, 16, 1970, pp. 3-z5.
112
Estructura del lenguaje poético, p. 48.
113
Ibidem, p. 71.
··------ ··-------------------- ------ --------------
!
Alicia Yllera
\ Pierre Guiraud
<::::{l H er¡;_~_.el;<}.:',~
d . - ·o+··· --·ci····L ····~·'"·'"•··~¿-··~jéll"'b ·" -
de", 1a esWISUcaTt"structura.r
_:1' •
1'\, Y' ue:·''!a poeuca, €"-C::JaK:<?. son;
~influenciado por la obra de Bachelard, conocedor de la estilística. descrip-
1 ~
tiva y genética, Guiraud busca la originalidad en la síntesis de corrientes
1
~ diversas e intmta reconciliar, las:.'distintas'ttendenciasi:;.~riliscicas. Siente la
~ necesidad de reintegrar la retórica en el marco epistemológico de la lin-
1
i
Ft~
1 Al! 114
Ibidem, p. 87.
\j liS Ibidem, p. 99·
116
a
Véase la reseña a la Rhétorique générak de P. Kuentz, "La Rhétorique ou la mise 1'écart",
en Communicatiom, 16, 1970, pp. 143-1 57; Gérard Genette, "Langage poétique, poétique du lan-
gage", en Figum. 11. París. Le Seuil, 1969, pp- IZ 3"' )3-
La estilística
l
Re<iliza; ;su;:conciliaciÓn'·deda::·estilisrica:lingülstica'"Y··de, la·• crítica:·lite-
t'aria mediante,cla.,aceptación:•de:•los ·:estudios<; sobrela jmagi_qación:: po·ética:- ·,..' .
r ~~~~~!1
gouffre ("abismo") en Baudelaire.
1 Reconoce la contradicción que plantea la aplicación de métodos lin- ;:----
;i gülsticos a la literatura. Uno de los principales problemas reside en torno
al concepto de "estructura". En lingüística, este concepto se aplica a la '
lengua y no al habla (ambas en sentido saussureano); en tal caso, ¿puede
hablarse de estilística estructural si ésta concierne al estudio del habla; al
¡
l
estudio de .los autores? Resuelve la contradicción identificando el código
con el conjunto de la obra de un autor, con la obra en su totalidad, lo
!
¡ cual permite estudiar su estructura. Desde este punto de vista reconoce la
' posibilidad de dos · de análisis estructural de un relato:
~A . ~
j • d • • •• ' • • : • • • • . \ • ~~fu,fl!:2iit~fdd~text0
~Jl1q.:.- A éste pertenecen sus esmdlos sobre B}~d~G~~";V.J:¿~- ..
Samuel R. Levin
C~>l&y
'SJ!io~~~i'Illuii'ti1r .como objetivo ~~lj~-a partir de la lingüís-
tica _es~~~ J de la escue~a _chomskyana- ·~~~~~~
~~~las caractensocas de la obra,~
~!iJll®~~'@,~~Imgmi~rdfii'ltrkf Estas;.estrucmr.aszespec"¡fl-cas'
11
' Pierw.Gurnud;./¡¿}iJf_~'aj,~tjJi'¡_/fque. ,'pp. 26-27. A las obras anteriormente citadas, añádas~:
Langage et versification J'apns l'oeu,;,.. de Paul V aléry. Étude sur la forme poétique dam m rapports
avec la /angue. París, Klincksieck, 1952. ("El conflicto entre una estilística funcional y una
c.srilísrica genérica es, como se observará, puramente histórico,. corresponde a dos fases de nuesrra
cultura y a dos concepciones opuestas de las funciones de la obra literaria. Pero toda ,,bra
esr:l vuelta a la vez hacia el autor y hacia el consumidor").
11 " Véase la crítica de Riffarerre a su concepro de campos semánticos en ErsaiJ de styliJtique structu-
ralt, 119
p. 219. -·""'"·~--- ·'"··-...... .. ....... ~--~•-··"'
Samud.,F,o Levm;t/!f.#tz¡,uiSiic.Sr:ruaures in Poeíiy.)Third Printing. La Haya, Mouton, 1969.
• Alicia Yllera
~~:ifitagmari.JL~~I'ül.~~cmmonalwierrna:dempor""'lltl-a
'i~d-.e~fiventio~qu~definen~;u~.&wr~d!\t~do- (ejem.: metro,
rima, etc.). Según que la equivalencia tome como punto de referencia el
eje sintagmático o el eje convencional, se distinguen dos tipos de
emparejamiento. Dedica particular atención a los primeros, puesto que
V los segundos consisten esencialmente e:n procedimientos de reiteración
fonética, tradicionalmente considerados, aunque bajo un ángulo diferente.
~ .-:líF,I:IIlt('}iid~'p'attidw·:de.f-'Su.;;•eoríafld:e;~td&Z:ffiíparejañfienl:oS".&'<lii:l.::tpñit~
flliDi~llirg®pe de ~_-'
~
· oble plano... ,·.señalado
-_o.., eleme.n.por
tal·:· Saussure:
.la.. existen·c-ia
el ..plano
en. t·o·d·sintagmático
.o tipo de lengu. aje. de
-plano
dena hablada, que relaciona elementos in praesentia- y el plano par
gmático ~~tí.m~em.o&;iuss~)~q~ciPcWllll>~<rdaeion~en:u:é1ª~~,
- . ,~f!!l(a 122_ ·=·--~ , ·-·~ · =~~ f~'¡ ~ ~tltClt,?J~
120
Ibidem, p. 6o.
121
Ejem. : al oír hablar una lengua extranjera que se conoce imperfectamente, al intentar captar y
remedar la pronunciación nativa, al detenerse en acento o rasgos dialectales, etc.
122
Ibidem, pp. 3 9-40.
\
La estilística
entiende en un
il-7~¿~,
lación, en el lenguaje corriente, entre dos formas que aparecen en posicio- (.,
nes ,co~esp9ndie~t~s, mientras qu·e· la~~Íá'"-'Bii'S~~irelacio~las;;;,;,ya;¿'sea t;._
semannca' o fonettcamente. Estac·:tendenoaccrestnnge· considerablen1ente, "'~-
l:ts,,posioili~a.ai!s~~~:<sdecoolf~dentto dd':vocabulario·. del poema·yle ·.con)_
fiere;,su:rcaracter ·únJforme> 12 6. ~
lJ
(, -De ahí la importancia de los emparejamientos, estructlJ.I'aS:;-:quer:desi'
nan la presencia de elementos equivalentes -desde el punto de vist~~
! semántico o fonético- en posiciones equivalentes respecto al eje· sintagmá:l
tico o al eje convencional del metrb. Existen preferencias entre las divek~
sas variantes señaladas: en relación con un ej~ sintagmático se emple~
preferentemente emparejamientos semánticos, mientras que los emparej~
miemos constituidos en torno al eje convencional del poema suelen se'!f
·. i fonéticos, salvo ejemplos de palabras en la rima rsentáñt!tam~~!t-~
valentes.
1
·- ··..-...-. ·...·.---.·.-. .. ~···'··~·...:_-~,.·--:o.:--- ..~...,_........_ . - - .• "~ ~- ~ ":J~::.::.::.:::~:::.::.::
Alicia Yllel-a
127
Ibidem, p. 34; N = "nombre", V = "verbo", C = "conjunción", P = "preposición".
128
Ibidem, p. 44·
¡¡----Nt~o,_-,,.t~rr~~r - ~- -\.i ~-;a;~
Ir
tj ., .
La estilísnca
~~
fv<;.
.. t:.twle.-..J~ ~~ll"'-\.-o s.vk .l,.
Clt,a«:;J L 'IAiAé>h 0\-) ~ol~ &t¡v-¡v...,
Si •p
·f :;;~:~:~=i:t;;~-;;:;~:SE~ ~-
sobre el eje convencional del poema, mientras que él únicamente señala ~
!
la existencia de coincidencias fonéticas y semánticas en la rima. En
último término esto nos llevaría, a una tipología de las preferencias
poéticas según los autores, tiempo, tendencias, etc. Es cieno que en
algunos momentos se abusó ingenuamente de estos procedimientos. Y,
en efecto, pese a la imponancia que Levin concede al principio de
:1 los emparejamientos, añade que "it would be a mistake to conclude t ~
that the more couplings one finds or puts in a poem, the berrer is \
that poem" 131 •
J
12---?j,)~~hoe .- ~11"lfúlJV\
44
CAV"'t:d•c> a-hlt-s+>~ 1$~~~n,
Alicia Yllera ~
1
1-
1964, pp. z 57· z66; parcialmente reproducido por J. Sunpf, ln!Toduction a la stylistique du jran-
rais. París, Larousse, '97'· pp. IJ3·I6z. .
m Ibidtm, PP· ' 53.
Jbidem, pp. 156. ("descripción de los medios eslilíslicos y sus sistemas").
134
r------_---
!1
La estilística 45
i: m Ibidem, p. 1 58.
136
1: Ibidem. p. 1 6o.
!
Alicia Yllera
A B e- D E f-i
\
esqlí~:~¡:~~~e!sd~~~~a;~ent·~~·o~·r~-=~~;;~~~~~:::;:~~t.;::~~~
~1
1
<jom~lo
do =_cipo do li<mrio. E ~ .
solo fenomeno estihsnco, que analiza en smforma;¡-~aon;,·deduaea-
ind~o_ru.-do 1
~~e~te>a~m~~~~-~-ci~-1~--~---e~-~~ ~B
~~~í#i~ii'ilj:f:W~Wi~))~Jffl;.*indislmtibl~v~l!~i~'"d~:;.~mapifestát b ~
~~:=~==~:7~:;::::~::~::!::::~::
¡t_<;p~~'
Su carácter "matemático" puede descorazonar a cuantos vean en
-c~¡i
ello. una "deshumanización, algebraización de la literatura". Pero la litera-
tura permanece intacta, ni un ápice del "gozo estético" le ha sido arrebatado,
y nada impide que -tras muchos siglos de practicarla, incluso de consi-
derarla en numerosas épocas como técnica- intentemos captar el modo
de ser y funcionar de esta técnica, superando la descripción impresionista
de la obra como "algo inefable". Tal vez este tipo de descripciones sean
las únicas realmente estructuralistas. La belleza del Partenón puede ser
captada por el hombre que se pare a gozarla, prescindiendo de cómo la
obra fue hecha, pero este hombre no osará burlarse del arquitecto que 1 ¡
mida, y remida, y resuma en ecuaciones esta maravilla. Cieno, ~t,~l'!g_e l e.l · ;
. ' 1-l~~n;•generai'::ni:t.ptetentle- enseñar: a:!c>re:m"".Ber~not:hay':que·:es<;:m.. 01111, ¡
.a~>?~?-Sn~qesq1ftat''~q~:c.~Qm:clar:::1:d.d()!'iñtífó-rovde~tofiecefila~>técnicll'" 1"' ~~;
{Üff."r.ro;i~~·
~l.#,~)r· k··
¿""'- y 'l¡..J'XI
. , , Con esto sólo hemos presentado algunas corrientes estilísticas, pero 0
b.¡ J
.¡
.-
CapítUlo 2
LAPOETIC~:
ESTUDIO DE LA LITERATURA Y /0 DE LA FUNCION
POETICA DEL LENGUAJE
1:
1
Colectivos anteriore; llevaban d nombte de Sborniki I, 1916, II, 1917. tzveran"Todorov,
"La Poétique en U.R.S.S.", en Poétique, 9· '972• pp. roz·r 1 ¡, p. 1 oz. .
2 Es evidente que entretanto d término "poética" no había de;aparecido. Por otra patte, tras los
e;rudios impre;ioni.stas o de historia literaria, e; sorprendente comprobar que las nuevas tentativas del
formalismo coincidían, en lineas muy generales, con d e;píriru que animaba a la poética aristotélica
y a la poética clásica y medieval. No se trataba tanto de calar en el "no sé qué" de la obra literaria
como de definir, analizar los géneros en sus patte; constituyentes. En d siglo IV ante; de J.C. d
Estagírita se planteó d problema de definir las attes miméticas, o mejor las TE_yvr¡, las tEcnicas, ya que
una misma palabra designaba a las bellas arres y a las anes prácticas, como la construcción de edifi-
cios o navíos. {IntroducciÓn a la Poétique d'AriJtote por J. Hardy. Texto establecido y traducido por
]. Hardy. 5. • edición. París, Les Belles Lcnres. 1969. p. 10).
4
49
r- jO Alicia Yllera
~¡~~~7:;r.;;;;;::r:=::::::=:~:::;u::~
pronto se'-tendió·,·a~hacer-'·de• dla_ un equivalente de la teorittfde--lli'literatu7"
r,a.i,'; ·lo.tqUe la- aproximaba :a·la escuela-- dei.N(!w_,(;n#cism amerii:ariot Con
~
W
l todo es posible distinguir una unidad de propósito y finalidad, pese a
interpretaciones divergentes de su tarea específica, algo imposible en d
caso de la estilística. Las:. divergmcias•Lresp'OndeTh>!'!o·Jogros:sucesivds, al-
guna vez diversificados--por presupuestos ideológicos, como -en el caso
de la poética occidental y la poética rusa posrformalista, y n<Y a puntos-de
p<gtida diferentes. Nuestro»:tanálisis seguirá, dentro de lo posible y salvo
casos de indiscutible vinculación directa, un ;(¡fS.~n qoncólógicí'), coinci-
diendo su última etapa con la semiótica poética. --
~_óides' distingue ·diversos·~· de artes de imitación ---pOesía, música. danza, etc.- según el
tip9·:d<;,.,oúmesis' '- ·imiran·poc medios diferenteS; 2. ~t@':~~é¡f~~.,S; 3-.~!mi= de manera.~
diferenre.' 'Posteriormente señala dosc·Úf>I>S decgéneros poéticos: L ;lj¡~:géñ_c:ros elevadó;i¡ en los que
incluye la tragedia y la epopeya<¡> 2-)éiSgénerós viles, ~gar~: la'ip~ía;.yárilliieáy;:la conicdia..,.En d
primer caso -!<n:popeyólCse difq~;'~trigé;<Jiit·pói''-Sñ''ffie&o·uniforme:y .j>Pr sa1un rdaro:
~r.c:k=udio de un género;;:¡pare~ desarrolladO', d estudio del género juzgado más sublimo: la
%'8~~'E:IIJ"dla""distingue seis partes constitutivas: ·la-fábula; -los·=~etes.: la ~ocución, 'd pensa~·:
'm.!~t~';-'el c:spectáculo y d-:Caúto;•de las que la fábula constituye d aspecto más importan«. Tras
délimitar las partes constituyentes, pasa a ana!iz;rr la disposición de los acontecimientos, analizando
la extensión de la obra, la necesidad de la unidad de acción y d versar sobre hechos verosímiles o
necesarios: ~:·¡=srnta;=o."a~tc;cimientos.--ata,_eci-4,%.'si,qq.,gl;l!t>R!'JÜ~g11;_ acae&l\ encaminados~
suscitar d'a:mor y la· piedad.' ---- ---
·o
;h>¡~fálj¡¡Ja>:: puede.:sat simple rompleja•y,;:,encia,.l ~· pai1o;•,CQDSI;Ít;utivall.:--1:q>.9:ipecia;· d reCOD\>''
amJehro·y ehicomecjmiemo._p¡u¿ticoi"Encdla-se establecen ll!!."'Á\L~,gener¡¡J.-.(análoga al argumento o
t~~~~=~;.Jatititg~divide en'm-_oi&go;,;~isodio/~pffi;Ci.yciiiiO ·a;;i~roro:-f
~ ios caracteres (p.t;onajes ). qu~"-&ben -.-~ ·¡;;;~~: ·'cinfomi~. ver~i'miles yconstantes.
Defiende una elocución clara sin ser vulgar. distinguiendo en dla procedimientos bajos y sublimes.
Hay dos características esenciales en la poética aristotélica: por una parte emite "reglasn ..,;iernpre
tenues-; defiende, ataca y juzga, pero es menos tajante que sus sucesores medievales o clásicos. Por
otra parte intenta" analizar d •m!ll!g¡_dc.;~:dela.,obra,- -o:-mejor ·dd<génao, delimita sus partes, su com-
posición, etc Durante· sigiOS'•Ias'•potticas•atendieron-especialmente·al·primer·.aspeax» cP~osi:>Jrt>s
-!Q>;<S!;D<:ial-g;,el sc:gund9. Bajo este punto de vista si puede verse una relación lejana -no genética, por
supuesto- entre la primera poética occidental y las poéticas modernas. Finalmente diremos que, en
este estudio global dd modo de ser, de la constitución de la obra literaria o de los géneros literarios,
podríamos, salvando las diferencias, hallar un rasgo común a la estilística descriptiva posterior a
Bally y a ciertos ejemplos de poética moderna, esencialmente a las "teorias literariasn. Esto la diferen-
cia de la estilística idealista de Leo Spitzer.
3
La primera obra que intentaba sistematizar la aportación formalista, eserita por !Fl'rnnaí:h<Vj-
;Wllevaba d doble tirulo d /iflráfi,ra.'Piíllii:4(Teorija literatury. Poetik,a}. Moscú-r.e,;¡;,-
'"gi-lido, 19 2 5- 'Ari~offilaii:e': ·. esmcialmenwhistórica.:ctmWesd\)VSI<i~
e,@ e. t..t{L ~ ~5-w5\.~f .e
La poética
Formalismo ruso.
Círculo lingüístico de Moscú.
b.P.O.I.A.Z. de San Petersburgo
V. Erlich, R.ussian !'ormaliS111. History. Doarine. 3·" ~d. La. ~aya, 1969, pp. zo-p.
4
~ fi
' O.P.O.I.AZ.: Soacdad para d Esrud1o dd Lengua¡e Pornco. :J ¡
• R. Jakobson, -Futurismo", publicado en ruso en 1919, trad. fr. en Questions de Poétique. Pa- i
rís, Seuil, '973· pp. Zj·30- ·
7 Krysryna Pomorska parte de la idea de que ciertos métodos de análisis de obras literarias han
1
1
[ ¡
l
r Alicia Yllera
::
~:i!lliWgw~comotd.;rfunmismo;;:¡paJ;t.~~d~!JA:ª>~W.n!'i~~®...Qi.lik.Jwobra.
¡qif§~~~o_mr;j}iMi!i~MifJJ:k/Jg;,:ida!f<o:bn~-tl.s~~p·~~~de.;.dcmtr~!;,
'
2
Pomorska, op. cit., pp. I 20-1.
Jd!I,Uli~U'U en
13 1l-Jakobson, La nueva poesía rusa, pub!. en ruso en Praga, 1921 (escrito en 1919). "Frag-
ments de la Nouvelle Poésie Runen, en Poitique, 7, 197'• pp. 287-298; recogido en Questitms d.
Poétique, pp. 11-24, p. 15. ("l.a poesía es el lenguaje en su función estilística. Así, el objeto de
la ciencia de la literatura no es la literatura sino la littraruridad, lo que hace de una obra
1'
dada una obra literaria").
14 1l Jakobson, ..¿Qué es la poesía?", artículo aparecido en checo en '933· recogido en Ques-
1
tions de Poétique, pp. 113-126, p. 123.
!S 1l Jakobson, Postscriprum a Questions de Poétique, 1973, pp. 485-504, pp. 486-7.
16 B. EiXenbawn, "La Teoría del método formal", en Teoría de la literatura de los formalistas rusos,
~hr~~iñpoSi66rh 8"ecwconsideta~(}"'~~ll~dd~ndicionaq9"p.o~
\necesidades técnicas. La peculiaridad del arte se manifiesta en el prind~
pio de divergencia, ligada al estatismo de la percepción y a la función del
ii.ne, divergencia captable a un triple nivel:)J] a nivel de la representa!"
ción de la realidad, como representación creador~:;~bj a nivd lingüístico, en J
~esvío frente al uso cotidiano;~El:Sífn el plano d~ evolución literaria, r[
dJcacLr 'en'" la::mifdifi~aciÓn•"'"()'desviaci~de~la~>DoJ:ma-artística"en~vigor 18 .
. Entre 1924 y 1930 la escuda formalista atraviesa su momento más di-
fícil. "Un monumento al error cientÍfico", publicado en la Ga7..!tta Literaria
por uno de sus más ardientes defensores, Sklovski, supone el cese, durante
muchos años, de sus trabajos en la U.RS.S. y su prolongación en el extran-
jero. Pero el encuentro de algunos representantes del formalismo ruso con el
pensamiento checo supuso la aparición del Círculo lingüístico de Praga.
18
V. Erlich, op. cit., p. 2 52. Acerca de la importancia dd formalismo ruso, véase Antonio
Garáa Berrio, Siy;niftcado actual del forma/amo ruso. Barcelona, Planeta, '973·
l? La obra principal de Propp. Morfologija skarzk.y, se publicó en Moscú en 1928. La primera ver-
sión a una lengua occidental apareció en 19 58, con la traducción inglesa. Morpholog;¡ of the Foll¡rale.
Ed. e introducido por· Svatava Pirkova-Jakobson, traducido por Laurencc Scott. Indiana Uni-
versiry Research Center in Anthropology, Folklore and Linguistics, Pub!. 10. Bloomington, 1958.
Reimpresiones en Internacional Journal of American Linguistics, vol. 24, n.0 4, parte 3· y Biblio-
graphical and Special Series of the American Folklore Sociery, vol. 9· Nueva traducción: Morpholog;¡
of the FolkJale. 2! ed., revisada, editado con un prefacio de Louis A. Wagner, nueva introducción
de Alan Dundes, Universiry of Texas Press, Austin-London, 1968.
La edición italiana traduce el artículo de Uvi...Srrauss publicado inicialmente, bajo d rírulo "La
srrucrure et la forme, réflexiollJ sur un ouvrage de Vladimir Propp", en Cahim de 11nstitut de science
économique appliquie, serie M, r. 0 7• marzo de 1960, pp. 1-36; reproducido en Imernational Journal
of Slavic Poeti&s and Linguisti&s, vol. 1!1, La Haya, 1960, pp. 122-149. y la réplica de Propr. Mor-
fología del/a fiaba bajo la supervisión de Gian Luigi Bravo. Turín, Einaudi. 1966.
La edición francesa reproduce d anírulo de Mélétinski sobre la posteridad de Propp y d esrudio
de las rransformacioncs de los ruer.r;:;s maravillosos. Morphologie du cante, seguido de Les Transforma-
tions des comes merveilleux, y de Mélétinski, L 'etude structurale et typologique du conte. Traducción
de Marguerite Derrida, Tzveran Todorov y Claude Lévi-Strauss, 2! cd. París, Le Seuil, 1970 (trad.
de la 2• ed. rusa, 1 969.)
La edición española reproduce fielmente la edición francesa. Morfologfa del cuento. SeguicLi de
Las transformaciones de los cuentoJ maravillosos y de E. Mélétinski, El estudio estructural y tipológico del
cuento. Trad. María Lourdes Oniz. Caracas, Fundamentos, 1971.
r--------
~~ La poética
~Le;~ M~ ~e-8~<)
§le_ C..ute~ y 9 VS {?W~ _ l
¡~
1 Eroppo--int~te<>un•.es~di~intanoo.:de-dos: cuentost.fan'tásticos,. d~~~~-.
:d .- wg~;:l.i!-;;:9-iYersidad.;;d.e:;;personaJeSl).:y:,•argwn:entos;>. unosíl!~!~~{oP
&:>
·
· -~; ;.q_uede-:·permitieron:,;aislard:as',Partes·•constitutivas.de:.todo:aiento
iJ!i~~:;,::~::::·
personajes, atributos de los pers~~~}es~·;"m:eraii de.~ cumplir la función, .j
1
:·
j
20 Morfología del cuento, p. 31.
21 Ibidem, p. 33.
¡
¡6
22 Ibidem, P· 92.
23
Ibidem, pp. 92-3.
'' Ibidem, pp. llj-116.
r-c.,oo;~ 57
i! rica para que la obra de Propp sirva de punto de partida de todos los
estudios sobre la técnica del relato.
SwiMv1f/ifogiwdifitirt7.tiiii&:JtVrnía"'a'"coinci:dir~;;en:Jos''años-$qll-asiguim-ofi
.;t=~~~~:~:~;~~~~,:~=:~~~~:=~~=~:~=:~~
~............... relato~drama
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~,s ·fr1,1Js~
~ '/ ~1 -/-o-_s y 84 4J- •
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Etienne Souriau
· dependenaa
m
lA-1-&le.
· fr ente a Propp y L'ev1-· strauss, _sounau
· Gve,•1-t.¡~!
·
se propone: >. _
1. mi$.itíggii,;í<i~m~~te, ~L:málisis,.•la!;;;,,gr,.a¿:Ide~:fifA~eiilJíli>'f!lfjj_1if!ilf'r4'ii
1
sobre las que reposa la dinámica teatraL .· ' · · · '· · .·
i.¡
2. ~~diat:ftttlorfológi_~ap:u:nt¡¡;;_-~qs,pJ;incipales, q:u~bi,nacion:es~
3· ~B'u§~~Ía~-:;;causasé·deAas;;prQpié:dades--"'-e.snéticas;. tan diversas y va-
riadas, ,dee:-est:i'S'fa;smbtn.rcifdñes;;o-¿Jitül{tjqn~
4· @l$~a.t:r~!!II!P"I'P'ta§;~i-~~g{!~ri~i~~denan- mport.tqü~c;invcrsio-..,
If.~s:etdn<!dificam~y'ilia~®-''av.~~,Ja-,,a~siilm;téatral 26 •
Parte de una afirmación de Gozzi, recogida por Goethe y M. G.
Polti: sólo existen 36 situaciones dramáticas. Pero la cifra le parece es-
,r
trecha: todo dramaturgo se encontraría encerrado en un callejón sin
salida y condenado a recrear a partir de temas manidos. Por eso propo-
' ne un número mucho más esperanzador: ¡ 2 1 o. 1 41 situaciones dramáti-
cas ! Eh:abismo/entte estas:. dos :af~~ciqp~~' respónde a. ;~deilit manieres
t:J:¡~s.#fér:entes·- clé;poscr le'm&iiie pr6bl&í:~"'2 7 •
.·..- · Propp partió de la división del cuento y de sus motivos -hasta él
considerados mónadas indivisibles e incluso después de él en la formu-
lación de A Jones 28- en elementos variantes e invariantes. ltños~'des
P~fs ; Soüiiáut'mo'dificó la :fon:ilula:ción ·Je Gozzi -Goethe-Pdtri?' mediante
éf análisis de la situación. dramática, '<iesOJhrjendo~en:J.dla'Ji~tjhe'eombi"
~:::;;,.~::~~· ~~:blJ~,d~:;~~~~m}!fa~ff~-~~t~i
25 Etienne Souriau, Les deux cents miles situatiom dramatiques. París, Flammarion, 1950.
26 Ibidem, p. 6.
27
Ibidem, pp. 11-1 z. (" ... a dos maneras muy diferentes de plantear el mismo problema.")
28 A. Jones, Einfocbe F017l1en. Halle. 1929, z.• ed., 1956; trad. fr. Les formes simpks. París,
·dans~=!~~~it=~f~¿;;;~::;:~:~~;~~f;~~, 3~~=;:;
íuerzas·;;son:c-~tili!~rwilfltlmat~t:'asfilqu&iSe~'reduceti;¡<;<W•Sets;-<que'-'Súiiboliza,.
mediant;eis~mboi&$;::(;(.f:óió~icos.:
1. - o la fu~J,~JbgJ;_.,
2. el ;LCJRI~~W1i~!'lehw.alor, del bien de-
seado por d león.
3. ·El""''astx.E)~:y¡ecq>wr: ,Al!:ma::,~ d;t".obt:e]),t;Ql"'i:del;
·bien-;;deseado,:por-;_~,dde(ln. ·.,
4- ~9Rfl~sm~e:i'
5. ¡_'!P ~k~b!t_r,g,-cde!J'Ja;>:~ituaQ.i§H· El atn-
Ien.
6.
30
Ibidem, p. 1 3.
31
Ibidem, p. 1 4-
32 Ibidem, p. ¡ ¡. (" ... la figura estruaural trazada, en un momento dado de la acción, por un
sistema de fuen¿s").
33 Lévi-Strauss había iniciado la. aplicación del método estruaural a la antropología con anterioridad
a la aparición de la traducción inglesa de la obra de Propp y tal vez independientemente de ésta. En
19) j apareció su anículo '"The Srrucrural Study of Myth'", en Journa! of American Folklore, vol. 68.
n. 0 270, X-XII, pp. 428-444- Reproducido en Myth. A 5ymposium, Bloomington, 19¡8, pp. ¡o-66.
Fue traducido al francés y refundido y publicado en su Anthropologie struaurale. París, Plon, 1958.
Prescindimos de la aponación del autor y de las modificaciones introducidas en los esquemas de
Propp, puesto que nuestro propósito esencial es limitarnos a su aplicación a la literacura. Un resumen
59
Halla~··tanto·e~Sfi!nnnilf"'Ptopp(:qmo,err:eble-..S~uriau>.:cdos á'ctantes:• ~
- -" - .• ._, • , • • - .
~r~'?..:~- ·"·_:~ ~:-:!!.~ ~:-.,:
pr~entes "'en la>'O'l"ga.tnz;a!3lon·.s.w~¡!ggPJ.~JA~~,d,i~~sof•·
' .. . .
elj.J11J~&.:"Y éf,~;e'I?J'1ltf;J
. ,.,.... _., .. , '"'' .....4!''.
~
~ ~
de sus teodas puede hallarse en E. Mélétinski, ..El estudio esttuctutal y tipológico del cuento", en
Propp, Morfología del cuento, pp. 179-22L
34
A J. Greimas, "Le come populaire russe. Analyse fonctionnelle", en Internatioruzl Journal of
Slavic Poelics and Linguistics, 9· 196 j, pp. 1 j 2-17 j; reproducido en Sémantique structurale. París,
Larousse, 1966, pp. IJ2·22L "Eléments pour une tbéorie de l'interprétarion du récit mythique", en
C011l111unications, 9· 1966, pp. 28-¡9, y en Du Sens. Essais sémiotiques. París, Le Seuil, 1970, pp.tSj-
230...La description de la signification et la mythologie comparée", en L'H011l111e, III, 3· 1963,
pp. 51.66, y en Du Sens, pp. 117-134. (Existe traducción castellana de la Semántica estructural. Ma-
drid, Gredas, 1971; el n.0 8 de Communications ha sido traducido y publicado en Buenos Aires, Ed.
Tiempo Contemporáneo, 1970 (2.• ed. 1972). Du Sens ha sido traducido como En tomo al sentido.
Madrid, Fra~ua, 1973. Citaré se~ún la edición francesa de la Sémantique structurale v de Du Sens).
" El término "actante" procede de la lingUísrica estructural. Lucien Tes ni ere ddinió el act3Ilte
;como:.~les C:tres ou les choses quir.. participeot au·.procei'. (Los seres y cosas que ... toman parte en el
proceso), Eléments de syntax! struaurale. Prefacio de Jean Fourquet, 2.• ed. París, Klincksieck, 1959,
p. 1 o 2. Tanto el sujet(),,como el objeto son octantes. Para su tercera categoría, Greimas recurre, de
nuevo, a un término de Tesniere, les árconstants (circunstantes}, que indican las"circunsw.!cias -Bajo
las que se desarrolla· el -proceso. •
36
Simantiqur structurale, pp. 174·1 7 j ·
37
Ibidem. p. 17 5.
i 1
-------- -----------------------~-----
6o Alicia Yllera
Mientras que no es fácil captar la relación que une a estos dos actantes
en el discurso ordinario, el teatro y el cuento nos muestran palpablemente
que les vincula una relación de deseo, lo que produce una serie de relatos que
se organizan en torno a la búsqueda (quete). La relación que existe entre esta
pnmera categoría de actantes responde a la modalidad del querer.
La segunda categoría de actantes corresponde en el discurso ordinario al
remttente (destinateur) y al destinatario _{desfinataire) 40 • En el teatro co-
rresponde al árbitro, atribuidor del bien, •y al obtentor virtual de ese Bien. ,
Propp distingue un doble remitente: el primero de ellos aparece confundi-
do con el ·objeto bajo el personaje de la princesa y su padre. El segundo
aparece como el mandatario~ Puesto que tanto el uno como el otro envían
al héroe a una misión, Greimas propone tomarlos como un único actante,
considerándolos dos act~res en los casos en que ambos aparecen. El des-
tinatario aparece, en el cuento tradicional ruso, fundido con el héroe 41 •
Por lo tanto, la segunda categoría de actantes se presenta en los tres ni-
veles considerados, según el esquenta sigUiente:
38
Greimas, que emplea la traducción inglesa de Propp. utiliza la expresión sougbt-for person,
correspondiente a la princesa.
39
Sémantique struaurale, p. I 77-
40
Los términos dtstinateur, destinataire proceden de la teoría de la comunicación de Jakobson, que
será posteriormente analizada. Para su traducción hemos aceptado los términos propuestos en la tra-
ducción española de la MoifoloKÍa del cuento de Propp_
41
Sémantique struaurale, p. I 78.
Lá poética
Propp donante
auxiliar vs. agresor (malvado)
'
Souriau auxilio vs. oponente
Remitente - - 1Objeto 1
-t Destinatario
1-
Ayudante -t 1Sujeto 1 +- Opone!:\ te
Sujeto Filosofía
Opjeto Mundo
Renútente Dios
Destinatario ................ . Humanidad
Oponente ................... . Materia
Ayudante ................... . Espíritu 44
2. Ideología marxista:
Sujeto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Hombre
Objeto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sociedad sin clases
Remitente ...................... Historia
Destinatario . . . . . . . . . . . . . . . . . Humanidad
Oponente ....................... Clase burguesa
Ayudante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Clase obrera 45
La poética
( 1
1'
l
' mandato
-----'=-·establecimiento dd contrato.
aceptación
prohibición
ruptura del contrato.
transgresión
O, simbólicamente expresado:
a
vs. o A vs. A
no a no a
Claude Brémond
47
Ibídem, pp. 195-196.
48
Ibidem, pp. 213·221.
49
"Elémc:nts d'une grammaire narrative", en L'Homme, IX, 1969, 3· y Du Sens, pp. 1 57-•83.
Véase, Mélétinski, loe. cit., pp. 220-2 30.
0
i
' Claude Brémond. "Le message narratif', en Communicatiom, 4, 1964, pp. 4-32. Trad. esp.
de Silvia Ddpy. Buenos Aires, Ed. Tiempo Contemporáneo, 1 972· pp. 7'- 1 04; "La logique des
possibles narratifs", en Communications, 8. 1966, pp. 6o-76. Trad. esp. de Beatriz Dorriots. Buenos
Aires. Ed. Tiempo Contemporáneo, 1.• ed., 1970, 2• ed .. 197 2, pp. 87-110.
1
Alicia Yllera
51
Claude Brémond, "El mensaje narrativo", pp- 79-80.
" Ibidem, PP- 8o-8 2.
53
Propp. Morfología del cuento, p- 7 3-
La poética
cuá6n del héroe-- Socorro del héroe) el cuento 64 introduce las fun-
ciones D, E, F {bajo la forma DI' prueba, E 1, éxito frente a la prueba, y
F 9 , el donante se pone al servicio del héroe) 54 _ Para Brémond existen dos
tipos de enlace entre las funciones: 1 . Ciertas funciones se suceden logica
y necesariamente. No puede llegarse antes de haber partido, luego la lle-
gada sigue necesariamente a la partida, o, como decía Propp, "el robo no
puede producirse antes de echar a~ajo la puerta" 55 . 2. Otras funciones
se suceden con gran frecuencia debido a comodidades reales o a hábitos
culturales 56 . De ahí el error de Propp. El autor ruso confundió estos
dos tipos de sucesiones, porque, aun en el caso de sucesiones no necesa-
rias, el orden detectado se presentaba como muy probable para todos los
cuentos. Pero con ello caía en el mismo defecto que reprochaba a sus
predecesores: si éstos tomaban como unidad la intriga considerada como
un todo, él toma como unidad no la función, puesto que no es libre, sino
la sec~encia, la serie. BréJ?ond _se propone rearticular el sist~~a de Propp ~
en umdades menores qué la sene pero mayores que la func10n: cada una ~
de estas unidades o secuencia elemental es· una serie de funciones que se im- 1CJ
plican necesariamente. Dentro de cada secuencia la posición de las fun-
ciones es rigurosamente fija, pero de una a otra es relativamente indepen-
diente, aunque las secuencias hagan muy probables ciertas aproximacio-
nes y muy improbables otras 57 •
Mediante esta rearticulación del sistema de Propp traza el plan de to-
das las posibilidades lógicas del relato. La función sigue siendo el átomo ~
narrativo, y el relato se constituye mediante el reagrupamiento de estos
átomos 58 . Una primera agrupación de tres funciones que se suceden ló-
gica y necesariamente engendra la sec~encia elemental, rriada correspon-
diente a las tres fases obligatorias de todo proceso: apertura-realización
terminación. Pero, a diferencia de Propp, el paso de la virtualidad al acto
es potestativo, ninguna de estas funciones requiere la que le sigue en la
secuencia. Toda función abre una doble alternativa positiva o negativa;
ante la virtualidad del acto puede producirse su actualización o no actua-
lización; tras su actualizació1,1, la consecución del logro o su no consecu-
ción, etc. De donde resulta una red de posibilidades que responden al
siguiente modelo:
54
Oaude Brémond, ~El mensaje narrativo"', pp. 82-83.
55
Propp, Morfología del cuento, p. 34·
56
Claude Brémond, ~El mensaje narrativo", p. 86.
" Ibidem, p. 87.
58
Oaude Brémond, "La lógica de los posibles narrativos", p. 8 7.
S
66 Alicia Yllera
1
¡
Fin logrado
(Ejem.: éxito de la conducta). l:
Actualización (ejem.: con- !
ducta para alcanzar el fm ). Fin no logrado (ejem.: fracaso de ¡
Virtualidad la conducta).
(ejem.: fma
alcanzar) Ausencia de actualización
(ejem.: inercia, impedimento
de actuar) 59 •
9
' Ibidem, p. 88.
60
Ibidem, p. 88. Modificarnos ligeramente los términos empleados en la traducción española
según la versión francesa.
61
El signo = significa que el mismo acontecimiento desempeña simultáneamente dos funciones
distintas.
. ·.- "'--""'~--·-----·- . _; _____ ·.:. -·-- -'- _, .. _._ - ·- __,.__ ..._~-----. -· ------~-~--~~ ·..• .
La poética
~ 1
:~ !
Otros autores
r, 2 En «El mensaje narrativo. únicamente distingue dos ripos de combinación de las secuencias
elementales en las secuencias complejas: por continuidad y por enclave (pp. 91 ·9 2 ). Acerca de esta
tercera combinación, "La lógica de los posibles narrativos··. p. 89.
6·1 "La lógica de los posibles" narra1ivos. p. 90.
6·1 lb1dem. p. 109.
6
' Serán considerados dentro del formalismo francés.
-----.
-----
.T
------------------~--
---------~------- ..
¡.
68 Alicia Yllera
!1
~tudi0'·de· ~rlii>ffi&~Ectr sobre lan·Heming;<>indirectamente relacionado
con la obra de Propp 66 • En· todas las>'np:V¡ilás del'-autol'·'tmoohitra<mnas
~-
paréjas• fijas,' que constitüyen·los .invariantes del autor:
a)
b)
Bond- M Gefe)
Bond - malo •
1
personajes
e) El malo - la mujer
d) La mujer - el malo (
e) El mundo libre - la Unión Soviética
j} Gran Bretaña - países no anglosajones
gJ Deber - sacrificio
h) Codicia - ideal valores
i) Amor - muerte
j) Peligro - programación
etcétera. {
71 Tzvetan Todorov, "L'analyse du récit a Urbino", en Communications, 11, I968, PP· 16j·
167. (1«. Seminario Internacional sobre Análisis dd Relato.)
72
"Entretetien avec J. Mukai'ovsky", en Cban15e, 3· pp. 6¡-71.
73 "Resulta de la teoría de que el lenguaje poético tiende a poner de relieve el valor autónomo
----~---~---- -------...,......------~----,--,--~- ---- ----~--;;r'·- .·
Alicia Yllera
dd signo que todos los planos del sistema lingülstico, que en el lenguaje de comunicación sólo tie- ;
nen una función pragmática, toman, en el lenguaje poético, valores autónomos más o menos importan- f:
tes. Los medios de expresión comprendidos en estos planos, así como las relaciones mutuas que existen !
entre ellos y que tienden a hacerse automáticas en el lenguaje de comunicación, tienden, por el con·
trario, en el lenguaje poético a acrualizarse". Tesié de I yz y, publicadas en francés en los Travaux du
Cercle lin!Jiistique de Prague, I, 1929, y reproducidas en Cbange, 3· pp. 19·51, p. 36. Traducidas
al español por María Inés Charnorro, Círculo lin¡;Uistico de Praga, Madrid. Alberto Corazón Editor,
Comunicación, Serie B, 1970. (H=os traducido directamente del texto francés.)
74 "Le structusalisme puise beaucoup dans le fonnalisme mais ne doit pas conserver celles de
ses theses qui n'onr été qu'une maladie infantile de eme nouvelle tendance de la science littéraire".
R. Jakobson, "Formalisme russe, structusalisme tcheque", discusión del 10 de dici=bre de 1934 (, ,_'
entre Mukai'ovsky, A. Bem, R. Wellek, R. Jakobson; aparecida en Slovo a slovesmosl en '935· tra-
ducido del checo por O. Kulik y publicado en ChanJ!.e, 3· I 969, p. 59- (Discusión surgida en tomo
a la obra, La Majestad de la Naturaleza de Polak de Mukaiovsky .) ("La influencia del formalismo
sobre el esuucturalismo ha sido decisiva pe~o éste no debe ·conservar las resis formalisras que no
son sino una enftrmedad infantil de =. nueva tendencia de la ciencia literaria.")
" Jan M~ovsky, "L'Art comme fait s€mi'?logique", en Aaes du 8.' Congris Internalional de
Pbilosopbie a Prague, z-¡ septembre IYJ4· Prague, '936, PP· I065-IOJ2. Reproducido en Poétique,
3· 1970, pp. 387-392. Para apreciar la modernidad de la concepción de Muk~ovsky basta recordar
que, 2 5 años después, Roman Jakobson y. en general los estilólogos europeos y americanos, seguían ¡
considerando la poética o estilistica vinculada a la lingülstica, y no a la semiología. •,J
76
Karl Bühler, "Die Axiomatik der Sprachwissenschaft'', en Kant-Studien, 38, 19·90, Berlín,
'933· Teoría del lenguaje. Trad. del al. por Julián Marías. Madrid, Rev. de Occidente, 1967, 3·"
cd. pp. 69-72, distingue rres funciones en el lenguaje, expresion, apelación y representación.
77
Jan Mukarovsky, ··La dénomination poétique et la fonction esthétique de la langue", en Ac-
les du 4.' CongreJ International des linguistes. Copenhague, Ejnar Munksgaard, 1938, pp. 98-104;
reproducido en Poétique, 3, 1970, pp. 392-398. Acepta la triple distinción de Bühler para la lengua
Jakobson había sido uno de los más activos componentes del forma-
. lismo ruso y del estructuralismo cheq>- A él hemos acudido en diversas
ocasiOnes para exponer teorías características _de los círculos de Moscú
1919 (La publicada en 19 2 1) ~lrj·
~~j;~Ja¡¡ifiiJ~tfiruill'Üm<lebiestírtd1i6:fl;i~':la~k'ntra¡fUI,'ftmrd~ Con
anterioridad
frente a los Principios de fonología de Trubetzkoy, en su esrudio del Verso
checo ( 1 9 3 3) rechazó una prosodia cinética o acústica, sustituyéndolas por
una prosodia fonológica. Vió la importancia de los rasgos fonológicos en
k mé~ca de una lengua determinada, sin que esto supusiese un determinis-
mo absoluto. 'i\wo~ta>(escuela, movimiento, etc.) eijg~o~';,!:~g!!!~1:PJ:P$~•
~lot:rt:Ws..-"~~~:".bs:r''PosíbilldadtS'l''qu~-t{}et>;ofi\eW.j\:,la¡;;ten~ No
ignoraba que la noción de poesía es inestable, sometida a los avatares del
tiempo, pero hallaba'· entre lás tendencias más encontradas una constante,
'~l~4~~~hl~~~'~edonm~~~ú~~~~PQ~· ,
if4fi'4QmWanta-~<~n:4a~eblf.fidFa.rte>¡s.
·~1~-ilióii\ies't,i!>,@tf.ic&mw.,~ºw:®i,~Qn¡:e:q,~tap~\QJJP~S!Qlpk,,~b:;titu:t
¡¡!:~ 79
• ·Posteriormente, su reflexión sobre las teorías literarias del
poeta G. M. Hopkins le hacía reformular el principio de toda técni-
ca poética como manifestación del principio del paralelismo: ·~les"
·ni:v~~1:t1fl:u:igue;;o~essetl;ée;•>eD:'•l1o~si~;¡:g~~!J~c~s;hniq~!!:'ilJ'J!is!'iq~~dlll'
A,...,._ .. , .. ,. , , "so r,_.~ ,
'CP~~,..,:tt(~-$I~teres·
· L. . J · ei·-··..._,-
. ~'p.u.~.ta--,ge,.o;.~ej~?"J!_Ome··cUil<l";Comp eJacl\ aoon
;d,~~~i9JJ.Qlfo.gj~!i';y,~graimLtidlléSii.•de,das.-•,qut:' •ek.,p<iieta'~~.~mi>_d,e
lserXn"«esatfiññenfcf'conscieñte-8 1•
hablada, científica, etc., pero añade que, en el lenguaje literario, sin desaparecer estas tres funciones,
el interés se centra sobre una cuarta función, de orden diferente, la función estética. Puesto que su
aponación esencial ha sido en el campo de la semiología del ane, volveremos sobre él en el capírulo
siguiente. Por otra pane, hemos visto anteriormente, con ocasión de los formalistas rusos, formu-
lada la importancia de la función estética o poética en la li~erarura.
En unas conferencias pronunciadas en la Universidad de Masaryk en Bmo durante la primavera
~! de 19 3 ¡ sobre el fo~smo ruso, Jakobson distingue la función poética, la función referenci:il y la
función expresiva. La obra poética se defme como un mensaje verbal en d que la función estética es la
dominante. El texto checo inédito de estas conferencias fue traducido en extracto al inglés bajo el tí-
rulo de 'The Dominant'' y publicado en L. Marc:jka y K. Pomorska (ed. ~ Readings in Russian Poetics.
Cambridge y Londres, 1971, pp. 8z-7. Ha sido traducido al fr. y pubL en Questions de Poétique,
PP· 1 4PP-
78 Questions de poétique, pp. 1 2 3·4· Riffaterre propuso sustiruir la denominación de función poética
por la de función estilística -y posterionnente por función formal- para evitar su posible reducción al
dominio de la poesía versificada. "La Fonction stylistique", en Essais de stylislique slructurak, pá-
gina~ 145·1 ¡8, especialmente, pp. 147·8.
79 Ibidem, p. 1 24 (""se manifiesta en que la palabra se perabe como tal y no como mero sustituto
del objeto").
80
Ibidtm, p. z 34 ("a todos los niveles de la lengua. la esencia, en poesía, de la técnica artÍs-
tica reside en retornos reiterados").
81
Ibidem, P· Z9Z-
1l
1
f! ~~~~; ~::~~t=~~~~~?{~~ÍJ:~~:~¡~B~~~:!:~a:~:r:;~:f
específico de oh. ~it de' 'arte, lo que la distingue de cuanto no lo es.
Aunque Jakobson· evite el término, hallamos una nueva formulacion de la
~ Yii,triiltlfídtiilcomo objeto esencial de los estudios poéticos.
. '®oamb~'v~~¡¡~~~~lYAA"""''~il''tll~y,..,.,,"'"'''!}" d f·'
~es~~;;:t~~~~~~~~;:;:·;j;:i;;•or:~~!e~;::~e~:ea:e e::!:t~ J!
CONTEXTO
REMITENTE ·---~~~f . . DESTINATARIO
.. · - - - - - - - - CONTACTO
~~~~~ti\ CODIGO
Cada uno de estos seis factores origina una función lingüística distin-
ta, aunque rara va se dé una sola de ellas en la comunicación. Por el
82
En 1960 apareció en inglés en Style in Language, "Linguistics and Poetics", pp. 3 j0·377-
Había sido objeto de una intervención fmal en la Conferencia lnterdisciplinaria sobre d Estilo cde-
~rada en 1958 en la Universidad de Indiana. Fue traducido al francés por Nicolas R.:.wet e incluido
en sus &ais de linguistique ginérale. París, Ed. de Minuit, 196 3· pp. 209· 248. Citaremo\ según la
+
edición francesa.
83 Essais de linguistique générale, p. 2 1 o.
84 Ibidem, p. 210.
85 Ibidem, p. 2 14. Cf. Esquema completo dd proceso comunicativo entre dos máquinas presenta-
lea· poética 73
contrario, ~R!'i~U:Ü!Ji.9.~.Jl~una::'isobré~:1l.á&:€M~imaxcli'ito~ersó'Sr.tlp'bs
g~8lt~lenguaje científico, lenguaje literario, lenguaje de la P.rcr
pag~da, etc.). ~·~·orientación 'haciaJélhéófit6ttói:constimye:"lafunqió?t,li1J
~ft_7f!fiil?§we?l$l!lf~~1,ffif!iim'iJ~La~funciónfeffffjJ(~i}f#flffi!Alftli/~e,,c~J;ratsp1;1l;e;:•
·~trente·y;i<én .la-kngua,"halla. su expresión más pill-a en !la"'ffi:tetje(:ciÓJl.-
tat::n:~~~=ci~~~!~~:::).7a:::•~~~,::!~;;
~tr•u&1:tffitüal:,;¡:el;;conta:ct€1Al~~.f;:b:emisor,'""y~d>cl'!;C~~&(responden a ella
frases que carecen de intención comunicativa, cuya única función es llamar
la atención, verificar si un circuito funciona: ejem.: fr. "Allo !" en el te-
. léfono; "Un, dos, tres", etc., para probar un altavoz. Es la primera fun-
ción adquirida por los niños y la única poseída por los animales parlan-
tes). En la:,funczotflfJ.Jff{.jlla,.atención,se.,~pnc~tr.~¡gpbre:~~-9>·
:1jW!!l~{ejem. : todo inteñl:ó ae verificar la comprensión o significado de
una palabra, frase, etc., responde a esta función-ejem.: ¿"Qué dice usted?",
na
"Perdón, no le he entendido bien", "¿Qué quiere decir esta palabra?"). Fi-
~-=~---
lmente, 1aJ,CJ~,<ttfH!J,, ·· .·.~!JR•:~·-"lm~li!~~J
· -a··ar_··_-""""'""··~-_-''_""~·-·_-_·-~_·-_·~·_·_·!ió
No existe, sm em argo, coincidencia exacta
...~"ffiJ~W-~-' ·
.entre
función poética y
empleo artiStrco del lenguaje: la función poeuca no agota las funciones
del lenguaje artístico y existe fuera de él (lenguaje de la propaganda, etc.):
~~lingúístiqlie'de'4a-&"fonction·poétique-·doit.:ro'iíóf"epasser.les,Ji,mites
~
l
aé~éSie;
seerlimiteJ'f'a ,la: fonctíon
·ét; )d"autre •p:m;d~analyse. linguiscique \de4a•cpoésie ne·peutr
p0étiqiie': 8 7•
Tras captar el modo de ser de la función poética, se plantea el proble-
ma de encontrar lo esencial .de la obta poética,, de v~r gué elemento le es
esencial. Lo halla en una fórmula hoy célebre: ·3111f1t~'Tifif..q]j¡;"Jf!JJ!J.$;
do por Umbeno Eco. La Estructura ausente. introducción a la semiótica. Trad. esp. d(" Francisco
Serra Cantarell. Barcelona, Lumen, 1 97 2, p. j 2:
·'
' - - - - - - - - - - 1 código 1 - - - - - - - - - - '
"=" .~·:_-:..~~""'j;...:. ••
'•-tc:J.tidfm; pp. 214-220. En suma, existen seis funciones en ellenguaje'qu)' se correspondro con
los seis factores constitutivos de la comunicación. Estas seis funciones son :
referencial'·
¿~ca
fática
~c:ta!lngWsrica (p. 2 20 ).
87
Ibithm, p. 21 9· ("El estudio lingüístico de la función poética ha de desbordar los límites de la
poesía y, por otra pane, el análisis lingüístico de la poesía no puede limitarse a la función poética.")
~- ~
~ eA
O ~~·
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1 1
~ :~~~ q=~~~~f•~=~:-~~~~;es~r~~.~::~a~o~~¿~1:;
0
88
Ibidem, p. 2 20. ("La función poética proyecta el principio de equivalencia del eje de la stlección
sobre ,¡ eje de la combinación."}
89
Ibidem, p. 2 22. ("... la pane de la lingüística que estudia la función poética en sus relaciones ·l•
con las restantes funciones del lenguaje.")
90
Ibidem, pp. 61-67 y 244.
9 ' Se ha destacado la imponancia de sus posiciones teóricas. El interés de sus análisis concretos
no es inferior. Versan a menudo sobre poemas breves y, en este aspecto, sus abundantes análisis sobre
obras en diversas lenguas eslavas, románicas y germánicas, han desanollado un nuevo tipo de aná·
lisis estilístico.
\,A)¡"(,_, t~-.
La poética 75
El "New Criticism" 94
92 René V\Zellek y Austin Warren, Teoría literaria. Trad. esp, de José M! Gimeno. 4.•·ed. Ma-
drid, Gredas, 1969. La obra se presenta como síntesis y reformulación de la teoría de la literatura,
de la historia literaria, de la crítica histórica, etc.
93 Existen indiscutibles puntos de confluencia entre el formalismo ruso, el estructuralismo checo
y el New Criticism. Todos ellos concedieron prioridad al estudio d• la obra y no del autor y conside-
raron esencialmente (o exdusivament~) los valores estéticos. Los pwuos de contacto aumentan caso
de tomarse como comparación, no el New Criticism en su conjunto, sino cienos grupos, especialmente
el de Cleantb Brooks y Roben Peon Warren, que destacan la unidad orgánica de la obra artística y
la ambigiiedad del lenguaje poético. Existen, sin embargo, diferencias importantes. A la concepción
americana de posibles modelos para toda la poesía se opone el relativismo ruso; la búsqueda de una
norma poética en la primera contrasta con la concepción del estilo más difundida entre los formalistas
y estructuralistas como desvío frente a la norma. La 'reflexión rusa y checa sobre la literatura fue acom·
pañada de importantes esrudios lingüísticos, lo. que influenció su método de análisis; por el contrario
el New Criticism, aun insistiendo en que el texto es esencialmente obra del lenguaje, únicamente se fa·
voreció de investigaciones semánticas. (V. Erlich, Russian Formalism. History. Doctrine, pp. 2J2· 5).
94 Puede parecer extraño incluir al New Criticism en un esrudio de la estilística y poética. Sin em·
¡, bargo, pese a tod;s las diferencias señalables, creemos que existen entre todas las corrientes señaladas
puntos de contaao ímportantes en cuanto a la concepción de la literatura y a la tarea de la crítica.
¡ H. Hat:z.fdd, al incluir a los formalistas rusos y a los new critics en su revisión de las tendencias esti-
lísticas. señaló: "y pueden llamarse estilistas, puesto gue se preocupan más de la artesanía literaria
que de la inspiración artÍstica". "Métodos de invéstigación estilística", en Revista de Idras &télicas,
XIV, n. 0 53· 1956, pp. 43-65, p.' 56.
95 J. C. Ramsón. The Nrw Criticism. Norfolk. 1941; The World's Body. New York. 1938;
1 ~
! y R. P. Warr.en, Undmtanding Poetry.. Nueva York, 1938. Undmtanding Fiaion. Nueva York, 1943·
100
R P. Blackmur, Lan¡,ua¡,eaJ Geslure. Nueva York, '9JZ.
101
l. A Richards, Principies of Lilerary Crilicism. Londres, 1924. Praclical Crilici<m. Londres,
1929 (Nueva York, 19¡6). Ogden, C. K. y l. A Richard, The Meanin¡, of Meanin¡,. 7-' ed Nueva
York, I94l·
102
William Empson, Seven Types of Ambi¡,uily. Londres, 1930.
103
Cleamh Brooks, The We/1 Wrou¡,h1 Urn. Nueva York, '947· _ .J_
®$~
_,
eo.t11ite>~
.. D
t?;.~·~lc~~1: ~ h~IJ~
-h r.J-1\' o_..."hi+-.,... ~l
.1.. · _ ... _ ,JI¡)_
La poética
--------, 77 ¡
104
Ronald S. Crane, Criun a11d Criticism: Anáent and Modero. Chicago. 1952; The Language
of CriticiJm and the Structure of Poetry. Toronto, I 9 ¡ 3.
105
Bibliog¡af¡a: G. l. Glicksbag, American Literary Cniicism, t_900-1_9JO. Nueva York, 1951;
R. W. Siallman, ed. Critiques and Essays in Criticism: 1_920-48. Nueva York, 1949; W. K. Wirnsatt.
Jr. y C. Brooks. Literary Critiásm. A Short History. Nueva Y6rk. 1957; Londres, 1970; Keith Co- 1
f~ hen. "Le New Criticism aux Etats-Unis". en Poitique, IO, 1972. pp. 217-243; René Wdlek, "Las / !'
/'
1 principales tendencias de la crítica en el siglo xx", en Conceptos de critica literaria. Trad. esp. de Edgar
1
Rodríguez Leal. Caracas, Ed. de la Biblioteca de la UniveiSidad Centtal de Venezuela. I 968, pá·
1
¡_
r .-
Alicia Yllera
El postformalismo soviético.
La poética de M. Bakhtine
ginas 255·269. Franz Gümhcr, ..Le N.W Critícism", en Langue Franraise, 7• 1970, pp. 96-101. Paul
Spom, "Critique cr scirnce aux Etats Unis", en Poétíque, 6, 1971, pp. 223-237.
A las obras de los new crítícs es necesario añadir las obras críticas de T. S. Eliot: On poetry and
poels. Londres, Fabcr and Faber, 1959· (frad. esp., Buenos Aires, Sur, 1959); Seiected Essays, IJI7-
IJJ2· Londres, Fabcr and Faber, 195 5; The use of poetry and the use of crítícism. Londres, Faber
and Faber, 1933. (frad. esp. Barcelona, Seix Barra!, 1968.) Criticar al crítico. Madrid, Alianza
Editorial, r 969.
106
Mikhail Bakhcine, La Poétíque de Dostoíevskf. Trad. del ruso por Isabelle Kolitcheff.
Présentacion de Julia Kristcva. París, Le Seuil, 1970. (Trad de la 2.• ed. rusa, 1963; 1.• ed, 1929.)
L 'Oeuvre de Franrois Rabelais el la culture populaire au M¡ryen Age. Trad. del ruso por Andrée Robe!.
París, Gallirnard, 1970; ""L'Enoncé dans le roman", en Langage, 12, 1968, pp. r 26-r 32· ~
107
Medvedcv escribía: 'Toda cienci2 joven, y la teoría marxista lo es, debe estimar más al buen 1.~
enemigo que al mal compañero... La ciencia literaria marxista y el método fomial se encuentran y
confrontan en tomo al problema más aanal -el problema de la especificidad del texto literario."
Citado por J. Kristcva, "Une poétique ruinée". Presentacion de Bakhcine en La Poétíque de Dos-
loíevsk.i, pp. 5-21, p. 8.
108
Ibídem, p. 1 o.
La poética 79
109
Véase, David Hayman, "Au-ddá de Bakhtine. Pour un; mécanique des modes", en Poéti-
que, 1 3· 1973. PP· 76·94.
110
" •.. sous le nom de poétique hérité de ses prédécesseurs historicistes er formalistes, Bakhtine
scrute un continent que les ourils de la poétique ne peuvent arreindre". J. Kristeva, "Une poétique
ruinée", présentation de Bakhtine en La Poétique de Dostoievs/cj, pp. ¡ · 21, p. 2 1. CBajo d término de
poética, heredado de sus predecesores historicistas o formalistas. Bakhtine escudriña un universo que
los instrumentos de 1; poética no pueden alcan2ar. ")
8o Alicia Yllera
111 ~... son mérite majeur serait d'erre post-formaliste, c'esr-3.-dire d'avoir voulu dépasser ce refus
d'interpréter, cene seche anatomie a laquelle pour les formalistes devait se réduire la science de la
littérarure". (" ... su mayor mérito sería el ser postformalista, es decir, el haber querido superar esa au-
sencia de interpretación. esa seca anatomía que para los formalistas constituían la ciencia de la litera-
rora") Oaude Frioux, "Bakhtine devant ou derrii:re nous", en Liuérature, 1, 1971, pp. 108-11 ¡;
véase también David Hayman, "Au-dela de Bak\lline. Pour une mécanique des modes", en Poétique,
13, 1973. PP· 76-94·
112 Emplearemos el término extendido por M. Riffaterre, no sin connotaciones despectivas, para
un grupo heterogéneo de autores con tendencias teóricas afines. Anteriormente el término había sido
empleado por Barthes: "Enfm. le structuralisme (ou pour simplifier a !'extreme et d'une fafOn sans
doute abusive: le formalisme)", en "Qu'est-ce que la critique", en el TimeJ Literary 5upplement, 1963,
y en bwú critíques.. París, Le Seuil, 1964. pp. zp-z¡6. ("Finalmente, el estrucruralismo -o simplifi·
cando al máximo y de una manera sin duda abusiva: el formalismo.") Gérard Génctte lo recoiió.e
intentó desprenderlo de las connotaciones peyorativas que podría encerrar y liberarlo de las confusio-
nes que el término forma podía arrastrar. "Pues un formalismo, tal y como lo consideramos aqtÚ,
no se opone a una crítica del sentido (sólo hay critica del sentido), sino a una crítica que confundiese
sentido y substancia, y que descuidase el papel de la forma en el trabajo dd sentido. Obsetva,mos
por lo demás que st opondría en la misma cuantía (como lo han hecho efectivamente cienos forma·
listas rusos) a una crítica que devolviese la expresión a su sola substancia fónica, gramatical o de otro
tipo." "Razones de la crítica pura". en Los Caminos actuales de la crítica, pp 1 j j ·1 7 z, p. 169.
Acerca del formalismo francés, véase: :t>.1ichael Riffaterre, "Le Formalisme frany¡is", en Essais de
stylistique structurale, pp. z61-z8 j. Serge Doubrovsky, Pourquoi la Nouvelle Critique. Critique et ob-
jectivité. París, Mercure de France, 1968. Les Cbimins actuels de la critique, éd. G. Poulet. París,
Plon, 1967. (I'rad. esp. en Ensayos Planeta, Barcelona, 1969). Roben E. Jones. Panorama de la
Nouvelle Critique en France. París, S. E. D. E. S., 1968. Doubrovsky intenta contemporizar en lapo-
lémica de la "nouvelle critique'! y la crítica universitaria, polémica a la que aludiremos al considerar
a Roland Bartbes.
11
' Citado por. M. Riffaterre. loe. cit., p. z68.
La poética
l
Jean Thibaudeau, etc.; filósofos, como Foucault, Derrida, Julia Kristeva,
etcétera 119 .
Influenciado por el estructuralismo y el formalismo, por el psicoanálisis -
y los estudios de la imaginación poética de Bachelard y en parte por el
marxismo, el formalismo francés plantea la posibilidad de una crítica ple-
namente inmanente, consciente hasta sus últimas consecuencias del modo .
de ser específico de la obra literaria. Pane de una concepción de la obra
114
París. Le Seuil. 196¡. Trad. del fr. al esp. por A. M. Nethol. Buenos Aires. Ed. Signos.
1970. Véáse, anteriormeme, pp. 51-54. ·
11
~ París, Le Seuil, 1966; 2.• ed. 1970. Véase, anteriormente, p. 54, nora 19.
ll6 París, Ed. de Minuit, 1963. Véase. anteriormente, pp. 70-75.
11
7 París, Le Seuil, 1970. Véase, anteriormente. páginas 78-80.
118
Julia Krisreva, "La sémiologie aujourd'hui en U.R.S.S.", en Tel Que!, n. 0 3 í· y "Le mor, le
dialogue et le roman", en Semiotik_i, pp. 143-173·
119
Miehael Riffaterre, "Le Formalisme franc;ais", en E.nais de stylistique strocturale, pp. 261-
28j. p. 261.
r
1
r
como sistema autónomo de estructuras" COIJstruido en el lenguaje, ~yos 1
referencia externa a él mismo, sustentada esencialmente por Roland Barthes, ha suscitado diversas
críticas, entre las que citaremos las de Doubrovsky y Riffaterre: "Ecrire, done, n'est pas se couper
du monde pour senfermer dans le langage: c'est, au contraire, tenter d'enfermer le monde le
langage". S. Doubrovsky, Pourquoi la nouvelle. critiq!te?, p. 1 oo ("Así, pues, escribir no es separarse
del mundo para encerrarse en el lenguaje: es, por el contrario, intentar encerrar el mundo en el len-
guaje.") "... leur concept d'autonomie référentielle leur masque les modalités de la perception du
message littéraire: ainsi, bien que la poésie soit centrée sur les mots plutot que sur les Choses, le lecteur,
conditionné par Wle utilisation constante du langage référentiel. rationalise crmzme .f ii y avait une
riférence. n M. Riffaterre, EsJais de stylislique structurale, p. 268. ("' ... el concepto de autonomía
referencial ( = autonomía frente a una referencia exterior al lenguaje; en la lengua hablada el lengua-
je remite siempre a algo exterior: objeto, concepto, etc. l. les oculta las modalidades de la percepción
del mensaje literario; pues, aunque la poesía se cenrre m:ís sobre las palabras que sobre las cosas, el
lector, condicionado por una utilización constante del lenguaje referencial, racional~ como si hubiese
una referencia. '"} .
a
.Ajlteriormente Sarrre babía señalado qúc •J'objet linéraire, quoiqu'il se réalise travers le languaje,
n'est jamais donné dans le langage". SituaUons, JI, p. 93; citado por Gerard Genette, Figures, 1,
París, Le Seuil, 1966, p. 191. r::. ~ol>jerl>.~$&t~iéA;;,_,'rat!és<dekkn-g¡¡aje;c-nunc.
~r;¡;ndidO'?m·~téiígirare,;)
-,,, Análogas concepciones aparecen, con ligeras variantes o sin ellas, en la mayoría de las escue-
las o tendencias estrucruralistas contemporáneas. Citaremos un único ejemplo: "La tarea de una mo-
derna crítica de arte consiste esencialmente en seleccionar modelos de reescrirura adecuados, en fun-
ción de los modelos implicados en el objeto estético. con el fm de permitir su mediata reformulación
en lenguaje verbal ... Emilio Garroni, "La heterogeneidad del objeto estético y los problemas de la
crítica literaria", en Lingüística formol y crítica lileraria. Trad. esp. de M. a Esther Benítez, Comu·
nicación 3. Alberto Corazón, Ed. Madrid, 1970, p. 24.
La poética 83
l
j
i
patrimonio exclusivo de una ciencia -que con frecuencia los había tomado
a su vez de otra-, sino porque sería de desear un empleo más riguroso. y
una serie de defmiciones unívocas en los_ casos en los que se modifica su
sentido originario. La crítica estructuralista ha heredado uno de los as-
pectos más negativos de la lingüística moderna: su tendencia excesiva
al neologismo, su afición a multiplicar la terminología y su desprecio
por todo intento de unificación 123 •
•Res~tc:litet,adOSi.ie¡fuenos,:teóricos·nos• hallamos ·muy.-lejos. aún'cde··un,
't~J;AW:.i':í'doctrinal··, sólido··"Y'"definitivo: ~La·:.reflexi6n~·:teórica' ·no' siempre ·se-
sw,,.""''
acompañaolrd~una .•prá€tica::que'·ponga: a·,,prueba ·eL-valor· de Bus.,,hipótesis:
:¡ Esto dificulta la valoración de .sus estudios 124 . Por otra parte, cada
'i día, a pesar 4e sus esfuerzos de conjunto, son más patentes las diferencias
entre los diversos acercamientos a la literatura con puntos de partida lin-
güísticos o semiológicos.
Nos ofrecen el innegable interés de haber eliminado la clásica rela-
ción autor-obra en favor de la lector-obra (o escritura-lectura, en términos
de Sollers), señalando ~auict'f~~l.'Za:r"-'dt'l'r;la»o:eaci~'Obnl'}»lite
~lll<mund~:oconstmide.';f.poíii~,-e~'lé't@laje·>«~dmttm>dehhmgttáfe·1 25 •
123
La actitud de J. Kristeva nos parece significativa a este respeao: "On sait que tout renou-
:1 a a
velement de la pensée scientifique s' est fait travers et grace un renouvellement de la termino-
' a
logie: il n'y a d'invention proprement parler que lorsqu'un terme nouveau apparait ... " Semeiotik},
i\ a
p. 33- "Renon<;am ainsi la terminologie hurnaniste et subjectiviste, la sémiotique s' adresse au voca-
:i bulaire des sciences exactes. Mais, comme nous 1'avons indiqué plus haut, ces termes ont une autre
r!
aception dans le nouveau champ idéologic¡ue que la recherche sémiotique peul se construire... " (Ibidem;
p. H·) A partir de los ejemplos que cita -y que hemos suprimido para abreviar- tiene razón: todo
descubrimiento <e acompaña de la denominación de lo descubierto. Pero corremos el peligro de una
renovación únicamente terminológica. Y, en último término, no basta utilizar una terminología cien-
tífica o pseudocientífica para hacer de ·la critica literaria una ciencia. ("Es cosa conocida que toda
renovación del pensamiento científico se ha hecho mediante y gracias a una renovación de la termino-
i logía; a decir verdad, sólo existe invención cuando aparece Wl término nuevo". ··... La semiótica
1! renuncia a la terminología humanista y subjetivista, optando por el vocabulario de las ciencias exac-
¡! 1!
tas. Pero~ como indicamos anteriormente, estos- términos toman una acepción distinta en el nuevo 1 •
campo ideológico en que la investigación semiótica puede construirse... ")
n• Riffaterre es mucho más tajante al rechazar sus logros en el dominio de los análisis concretos:
"La oilles formalistes fran~s achoppent, me sernble-t-il, c'est que leur sélection d'un modele structu·
ral aplicable au texte revient souvent a
sélectionner une myrhologie différente de celle du texte."
&sais de stylistique slruclurak. p. 269. ("En mi opinión, en lo que los formalistas franceses fracasan es
en que su selección de un modelo estrucrural aplicable al texto se reduce a menudo a la elección de una
mitología diferente de la del texto.")·
125
Aunque habremos de volver sobre el concepto de escritura, es interesante señalar la opinión
de Le Clézio, recogida por Roland Barthes: "La poésie, les romans, les nouvelles sont des singulie-
res antiquités qui ne trompent plus personne, ou presque. Des poemes, des récits, pour quoi faire? U
ne reste plus que l'écrirure". Prefacio a La Fievre; citado por Roland Barthes, en Critique el virili.
Paris, Le Seuil, 196 5. p. 46. nota ¡_ ("La poesía, las novelas, las novelas breves son extravagantes
!·*'
1. anticuallas que a nadie, o casi a nadie, engañan. Poemas, r<#tos, ¿para qué? Sólo permanece la escri-
rura. ") No nos hallamos muy lejos del viejo ideal de Valéry. hoy muchas veces repetido, de llegar a
esnibir un día una historia literaria sin nombres de autores, sin géneros, etc.
-----------~-~---------:------- .....
Alicia Yllera
Roland Barthes
126
" ... en analyse strucrurale il n'existe pas de méthode canonique, comparable acelle de la so-
ciologie ou de la philologie, telle qu'en l'appliquant automatiquement aun tc:xte on en fasse surgir la
structure"; "Par ou commencer?", en P.oitique, 1, 1970, pp. 3·9, p. 3 ("... no existe para el análisis es-
r--.---~------ ----------
!1 La poética
~~~"Utt~m>~>es'fel??:muñ~~~J~tli.!rrratllf:lt\~r~t9i~tt'bl:r
-ti ~:~~~;;;~~=~~:::::
1 ,mismo),~-~~~~t@__~~~ig;
)
i
1
1
1
1
-~ 129
Un breve bosquejo de estas cuatro corrientes criticas, es decir, de las tendencias englobadas
\J bajo el término "nouvelle critique", puede hallarse en el apéndice.
• • 130 Banhes simplifica 1-iasta d punto de olvidar los grandes precedentes de la "nouvelle critique". 1
\~ Véase Gérard Genene, "Ra.isons de la critique pure", en Chtmins actuels de la critique, pp. 1 2 5-141. 1
~ 131 Essais critiques, p. 2 54· ¡
~ ll2 "El mundo existe y d escritOr habla: estO es la literatura." Ibidem, p. 2 5 5. .
S u> Ibidem ("un discurso sobre el discurso"). Nótese el sentido peculiar del término discouTS, em-
pleado en su sentido lingüístico. En efecto, en la lingüística guillaumiana. el lenguaje consta
de /angue y discours, distinción que sólo a grandes rasgos se corresponde con la dicotomía saussureana
de langue y paro/e (Lengua 1 habla).
134
Ibidem, p. 2 5 !· ("En sf mismo, un lenguaje no es verdadero ni falso, sino válido o inválido,
válido en d sentido de que constituye un sistema coherente de signos.")
135
Roland Banhes, "L'Activité structuraliste", aparecido en 1963 en Les Let1res Nouveiles, reim-
preso en Essais critiques, pp. 2 1 3-2 20. i
!
.. ---------~---------.-----------:l
La poética
vale lo que vale toda polémica y, puesto que ésta está enterrada hace
tiempo, la dejaremos de lado.
Halla un rasgo común en las diversas tendencias de la "nouvelle críti-
que", rasgo no captable a nivel de los métodos empleados, sino en "la so-
litude de l'acte critique, affirmé désormais, loin des alibis de la science ou
des institutions, comme un acte de pleine é~ture" 143 • Nuestra época,
afirma siguiendo a Le Clézio, asiste a un movimiento cultural en el que
las·/difo:encias tradicionales. -poetas, novelistas, etc.- desaparecen, -para
permanecer sólo el concepto de escritura 144• Elcrítico se convierte en es-
critor, porque comparte con éste su enfrentamiento con el problema del
lenguaje 145 . La crítica asume el problema de la relación de la obra con
el lenguaje y del simbolismo de la obra -simbolismo entendido en un sen-
tido diferente del que recibe en semiología, pero cercano del que le dio la
Edad Media. En efecto, un concepto capital para Barthes -el que le per-
mite integrar armónicamente los diversos acercamientos a la obra reunidos
_bajo la den()lllÍnación de "nouvelle critique"- es el de la filfj!J3..fi/Jf
~"1flif:ii1fi~J/J}ft~ concepto desafortunadamente expresado en lo que
~;;plurielle 146 . Es un hecho incontestable el que, a lo largo de
los siglos, o bien en un momento detertninado, una obra recibe diversas
interpretaciones ("sentidos" para Barthes) diferentes. Si, de acuerdo con
1
un sistema de pensamiento, éstos sentidos son coherentes, son válidos:
·~ "J'oeuvre détient en meme temps plusieurs sens, par Structure, non par
~j infrrmité de ceux qui la lisent. C' est en cela qu' elle est symbolique: le
1 symbole, ce n'est pas l'image, c'est la pluralité meme des sens" . 148
~ 147 La
~ D defecto de los que la leen. En este aspecto es simbólica: d símbolo no es la imagen, sino la misma plu- i
Í)
• ':j t
1 IJ ralidad de significados.") ·
~ 48 Barthes olvida q~e en _la Edad Media estos ~~o senti~os estaban en cierro_ modo prede-
1
1
l
l~ ,f:. ·t~ad~s por su conterudo nusmo: uno de dios alud.a mdefecoblemente a las rdaaones hombre-
~
pi "
Igles.a·DIOs, etc.
· 149 Ibidem, p. 51. La única novedad, en este caso, es su intento de justificar los diversos méto-
(
.-,.J\ dos empleados por la "nouvdle critique y sobre todo por el mismo Barthes. Bajo una formulación
1 más acertada hallamos esta misma idea en el perspectivismo de Wdlek y Warren. (".. - una obra es
, }__r eterna, no por imponer un sentido único a hombres diferentes, sino por sugerir sentidos diversos a un
~\ mismo hombre.")
!.
La poética
Cteucn
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~ J:~¡;:~~~n
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Ci/1~ J0 v'-'f'A'PV' ':], - l'ó 0
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compot:ta ya, de suyo, una carga de ambigüedad que se acrecienta consi-
derablemente en el lenguaje literario, ya que ~-ptimer~ituamm...
r_~4uee-Y~fá~m:b:i'gííNhtb.~~segurtda>ceareee<;aww.;na;.>;p'6Sítf:rlída:d 150. ·Esta
pluralidad de sentidos en la obra justifica la existencia de diversos dis-
rursos críticos sobre ella y esencialmente de dos:
a)
no~eF~:en1tcrritl~~rrt~1a~<~rnnci0ne~d;ekeontcrffii~~
, las formas. Del mismo modo que la gramática generativa intenta
describir la gramaticalidad de las frases 152 y no su sentido, la ciencia lite-
raria intentará d>:scubrir la aceptabilidad de las obras y no su sentido 153 .
La obra, una -vez
escrita, se asemeja al mito : el autor no puede ya expli-
cárnosla, carece de poder sobre ella. Y en el fondo: "L'auteur, l'oeuvré
ne sont que "le départ d'une analyse dont l'horizon est un langage: il ne
peut y avoir une science de Dante, de Shakespeare ou de Racine, mais
seulement une science du discours" 154• Barthes sabe que el primer obstáculo
para construir una ciencia de la literatura r~ide en el hecho de que lo peculiar
de la obra es su individualidad, mientras que sólo se puede hacer ciencia
atendiendo a los caracteres generales. Decidido a construir esta ciencia, pres-
cinde de lo iridividual, de la obra aislada. A esta ciencia se aproximan los aná--
lisis del relato, que prescinden de lo peculiar de las obras para construir una
Por parte, coincide con ciertas corrientes poéticas.
1
1
1
150
Alonso.
152
Tbidem, p. 14-
"' Ibidem, p. 56. Señalaremos las coincidencias, salvando las distancias, del doble acercamiento
a la obra, señalado por Banhes, con los dos acercamientos estilísticos y críticos sc:ñalados por Dámaso
Gérard Genette
156
Ibidem, p. 76 ("el crítico en nada puede sustiruir al lector").
157 Ibidem, PP· 78·79·
158 "Aussi, paradoxalement, ce représc:ntant notoire de la critique la plus "nouvelle" est-il le seul
a honorer dans son oeuvre le sens ancien du mot critique, qui désigne un acre militant d'appréciation
et de contestation. La critique littéraire est bien une sérniologie de la littérature; mais sa sérniologie,
a son tour, n'est pas seulement une étude des significations mais aussi, au sens le plus vif du terme,
une critique des signes". G. Génette, "L'Envers des signes", Figurer, l, pp. 18 5·204. ("Paradójica-
mente, este representante de la crítica más ...nueva" es d único en conservar en su obra el sentido
antiguo del término "crítica" como acto militante de apreciación y discusión. La .crítica literaria no
deja de ser una semiología de la literarura; pero, paralelamente, su semiología no es únicamente un
esru?,io de las significaciones, sino también, en el sentido más fuerte del término, una crítica de los sig·
nos. )
] ..
~~'-.
La poética
1
!
en él las influencias recibidas: formalistas rusos, Lévi-Strauss, Jakobson,
Merleau-Ponty, Barthes, etc. Hay dos aspectos en él que resaltaremos
esencialmente: 1. Sus esfuerzos por vincular, como en parte Poulet desde
otro punto de vista, el· nuevo estructuralismo a la reflexión francesa ante-
rior, representada por Mallarmé, Valéry y, en el dominio de la crítica,
Thibaudet 159 , o, lo que es lo mismo, repensar, replantear las conquistas
del pasado, salvar de· él todo lo utilizable que un excesivo afán de moder-
nismo puede anegar; de ahí su interés por la retórica; 2. Su análisis de-
tenido de los problemas delimitativos del estructuralismo. Frente a las
grandes síntesis de Barthes, Genette supone un afianzamiento de los mejo-
res logros del estructuralismo.
La expresión que Lévi-Strauss empleaba para caracterizar el pensa-
miento mítico, "une sorte de bricolage intellecruel" 160, se convierte con
Genette en característica de la crítica en general. Pero, para nosotros,
esto mismo defme la actividad crítica del autor. Muchas de sus opiniones
se desprenden de sus análisis de las opiniones de otros autores o reunien-
do opiniones diversas: el modo de ser de la crítica, el objeto de la crítica
estructuralist:i surge de una reflexión (a veces diálogo o disputa contra el
autor) en torno a Lévi-Strauss, Merleau-Ponty, Ricoeur, etc. El modo de
ser de la literatura le viene inspirado por Valéry, autor que en muchos
momentos le sugiere un entronque con el pasado; defme la crítica partien-
do de Thibaudet, el lenguaje poético a partir de Jean Cohen, etc.
No es extraño, -pues, que sea una constante en su obra el deseo de re-
integrar a los estudios literarios el esp.rdio de la retórica, a lo que contri-
buirá publicando Les Figures du discours de Fontanier.
Con Genette hallamos un "nouveau antique" imbuido por la presen-
cia de autores-críticos: Valéry, por la crítica anterior, por la tradición.
No hay aceptación pasiva; hay un dinamismo que lleva a salvar del olvi-
do, arecoger, reformar y reintegrar en su momento el pasado.
Hemos recogido la caracterización de Lévi-Strauss, aplicada al pen-
samiento mítico, que en manos de Genette se convierte en definición de
·la crítica literaria y que para nosotros caracteriza particularmente su acti-
vidad crítica personal. Pero esto requiere una explicación, que Genette
nos brinda siguiendo a Lévi-Strauss 161 • Lo característico del bn'colage
" 9 Genette no comparte la afrrmaóón de Barthes de que la "nouvelle critiquen ha hecho tabla
rasa con la crítica tradicional.
160
"Una especie de chapucería intelecruar. El punto de contacto entre ambas actividades es.
para Lévi-Srrauss y Genette, el emplear materiales que no han sido pensados para esta actividad,
como se verá posteriormente.
161
Gérard Genette, "Srrucruralisme et critique littéraire", en Figures 1, pp. 14 j·I 70.
Alicia Yllera
162
Ibidem, p. 14 ¡.
163
.. B:!coltur: hombre que hace pequeñas chapuzas, que arregla pequeñas cosas, "chapucero",
factotum .
164 Ihidem, P· '47·
165
Ibidf:111, p. 146.
166
Ibidem, p. 148.
167
Ibidem, p. 1 ¡ r ("... el análisis estructural debe permitir captar la relación que existe entre un
sisrerna de formas y un ·sistema de sentido, sustituyendo la búsqueda de las analogías literales por las
homologías ·globales"). En efecto, en la lengua literaria existen correspondencias entre el plano de la
expresión y el plano del contenido, empleando los términos de H jelmslev adoptados por el autor.
Ahora bien, estas correspondmcias no consisten en correspondencias literales, en correspondencias de
un término de un plano con un término del otro plano, sino en homologfas globales entre ambos planos.
La poética 93
trucruralista.
172
Pc:se a su origen extranjer;, c:s hoy considerado como reprc:sentame dd formalismo francés, ya
que es uno de los que más ha influenciado su desarrollo inicial gracias a su labor de divulgación. Con
él entramos plenamente dentro del dominio de la semiótica literaria y sólo la necc:sidad de una agrupa·
ción coherente nos obliga a separarlo del capírulo siguiente. Habría que añadir la influencia de Propp
sobre él, enlazando con los estudios de Greimas, Brémond, etc.
173
Tzvetan Todorov, "La Poétique'", en Qu'est-ce que le structuralisme? París, Le Seuil, 1968,
pp. 97-166. ("El objeto de la actividad estructural no es la obra misma; lo que ésta analiza son las
propiedades de este discurso particular, dd discurso literario. En este caso, se considera la obra como
la manifestación de una c:strucrura abstracta mucho más general, de la que ella no c:s sino una de sus rea-
lizacionc:s posibles. En este sentido puede decirse que esta ciencia se preocupa no ya de la literatura real,
sino de la literatura posible o, en otras palabras, de la propiedad abstracta que confiere su carácter
específico al hecho literario, de la literaturidad. '')
-~---1
La poética 95
! 96 Alicia Yllera
~
La poética 97
Alicia Yllera
La poética
99 . !
Y dama de Gas~a
A enérgico
B desgraciado
a dirigir palabras vejatorias (acción encaminada a modificar la SI-
situación).
¡
Los agentes son X e Y; A y B son los atributos; a, el predicado. E) 1
X Peronnella
Y marido
b -cometer adulterio
e castigar
a falsear la situación.
190 Ibidem, p. 1 2 2.
¡i ¡·:¡····
100 Alicia Yllera
r
marcha parte de una hipótesis muy discutible, la creencia en una gramáti-
ca universal -vieja pretensión resucitada-, y re=re a gramáticos y lin·
güistas de. todas las épocas, prescindiendo de sus enormes diferencias;
según las necesidades del análisis recurre a las teorías más diversas, pro-
cedentes ora de autores antiguos y medievales, ora de representantes de
la gramática histórica y comparada, ora de las más modernas tendencias f
de la lingüística contemporánea.
No sería justo, por el contrario, atacarle en aquello que el autor de-
liberadamente descarta. Su estudio no valora toda la obra, puesto que
únicamente intenta partir de un ejemplo concreto para plantear un método
de construc~ión de una gramática general del relato. Y, en último térmi· 1
1
no, no podemos sino ratificar la conclusión del autor: "si bien ESTA !
gramática particular del relato puede ser discutida, creemos que no sucede
lo mismo en cuanto a la idea general que se desprende del conjunto y
que implica la existencia de LA gramática de la narración" 191 .
Posteriormente, el autor emprendió el estudio del discurso fantástico,
atendiendo principalmente al as19ecto verbal y semántico, pero sin
descuidar el aspecto sintáctico. En el aspecto verbal descubrió dos
rasgos característicos del discurso fantástico en: l. El empleo del discurso
figurado tomado al pie de la letra, según una compleja combinación
de diversos procedimientos retóricos; 2. El empleo del discurso figurado ¡
como rasgo característico de la enunciación 192 • r' .
En el aspecto semántico o temático organizó sus temas característicos r
en dos grandes grupos denominados "temas del yo" y "temas del tú".
Todorov, partiendo de los estudios del relaro eslavos y franceses, se
ocupa principalmente de construir una poética de la prosa, concebida como
ciencia de los di~=sos literarios. Interesa esencialmente al autor la des·
cripción estructural de las características de un grupo de obras, de un
discurso literario.
Div_ersidad de la poética
101
l
No existe univocidad en la definición del término "poética". Su di-
versidad radica esencialmente en el empleo que se hizo de él en dos mo-
mentos históricos diferentes:
I . La poética fue concebida por Aristóteles como teoría de los gé-
neros literarios, teoría ~e los tipos de mímesis. Sobre un sentido análogo
se construyó la poética histórica de Veselovski, de algunos autores ameri-
canos, alemanes, etc. En esta perspectiva habría que situar la obra de
Emil Staiger, en la que la poética se entiende como reflexión sobre la
esencia de los tres grandes géneros tradicionales, reflexión sobre lo lírico,
lo épico y lo dramático. Halla la determinación del estilo lírico en el re-
cuerdo, de lo épico en la representación y de lo dramático en la tensión,
sin que estos tres elementos se correspondan estrechamente con los tres
géneros, antes al contrario, "una obra es más perfecta cuando los tres gé-
neros tienen- todos la mayor participación posible y están completamente
equilibrados" 193 . Partiendo <{e presupuestos muy distintos, Bakhtine ana-
liza la obra en· relación con los tipos de sistemas significantes.
2. Los formalistas rusos dieron a este término tma dimensión dis-
tinta. Como en el caso anterior, equivale a ''ciencia de la literatura'', pero
basada en un peculiar concepto de la obra y de la tarea del crítico. La
poética estudia esencialmente la literaturidad, lo que hace de un mensaje
literario una obra estética. En un sentido análogo la emplean los forma-
listas franceses, como estudio inmaneQJ:e de la literatura, aunque reciente-
mente, por influencia de la semiótica literaria y de los análisis del cuento
o relato, se tiende a hacer de la poética el estudio de los tipos de discur-
sos ·literarios; las obras en sí sólo interesan en la medida en que son mani-
festaciones concretas de esta entidad abstracta que reúne obras con ca-
racterísticas afmes.
Rasgos comunes
!93 Emil Staiger. Conceptos fundamentales de poética. Traducción y estudio preliminar de Jaime
Ferreiro Alempane. Madrid, Rialp, I 966, p. z ¡6.
102 Alicia Yllera
194
Excepto en d caso de an.ilisis del cuento o dd relato, estudios que pertenecen a la poética,
semiótica o semiótica literaria y que únicamente para lograr una ordenación coherente, respetando las
afmidades entre los autores, hemos incluido en este apartado.
Capítulo 3
LA SEMIOTICA POETit!A:
ESTUDIO DE LA OBRA DE ARTE COMO SISTEMA
DE COMUNICACION Y /0 SISTEMA SIGNIFICANTE
''
·- ~
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~
(
Semiótica y semiología
103
104 Alicia Yllera
1
Véase, Charles Morris, Signos, len/',uaje y conducta. Trad. esp. de José Rovira Armengos.
Buenos Aires, Losa~a. 1962, pp. 273-27 5·
2
Ferdinad de Saussure, Curso de lingüística general. Publicado por Charles Bally y Alberr
Seehehaye, con la colaboración de Alben Riedlinger. Traducción, prólogo y notas de Amado Alon·
so. 5. a ed. Buenos Aires, Losada, 1 96 5, p. 6o.
1
Semiótica
ing up what 1 call semzotzc, that is, the doctrine of the essential nature
and fundamental varieties of possible semiosis" 3 .
Con anterioridad a r 914 se habían dado dos intentos aislados de crear
una ciencia de los signos, aunque sin coincidir en el campo de estudio·
que se le asignaba.
Antes de la segunda guerra mundial, partiendo de Saussure, miem-
bros de la Escuela de Praga, P. Bogatyrev, Jan Mukaioysky, etc., habían
iniciado el estudio de fa semiología. En la década de los cuarenta la se-
miótica y la semiología recibirían nuevas consideraciones, pero aún se
mantenían dos corrientes tajantemente delimitadas: la corriente europea,
de raigambre saussureana (denominada semiología), y la corriente ame-
ricana, heredera de la semiótica de Peirce (semiótica)~. Unic.imente
Bühler representaba la transición entre ambas, partiendo de principios
¡ 1 behavioristas, como años después partiría Charles Morris.
1
Eric Buyssens
Diversos ~ingüistas postsaussureanos se ocuparon de la semiología,
esencialmente Eric Buyssens, quien en r 94 3 publicaba Les Langages et
le discours S, primer intento sistemático de construir la semiología que re-
clamaba Saussure. Buyssens concebía la semiología como estudio de
todos los sistemas de comunicación, concepto que posteriormente
recogería Luis J. Prieto, y sentaba las bases sobre las que se desarrollaría el
análisis de los sistemas de comunicación no lingüísticos.
Buyssens propugnaba un acercamiento semiológico para los estudios
lingüísticos basándose en la limita~ión ·del conocimiento humano: puesto
que el conocimiento y la subsiguiente comparación de todas las lenguas
del mundo excede la capacidad de cualquier lingüista, plantea, en su
lugar, una comparación entre los procedimientos de comurucaciOn d~ las
lenguas naturales y de otros sistemas semiológicos 6 .
3 Charles Sanders Peirce, Collected Papen. Cambridge, Harvard Universiry Press, 193 I, j,
488. Umbeno Eco, La estructura ausente, p. 29. ("Soy, que yo sepa, un pionero o, más bien, un
solitario, en esta taiea de desbrozar y descubrir lo que he llamado semiqtica, es decir, la teoría de la
. naturaleza esencial y las va~iedades principales de las posibles semiosis. ").
4
Ante la imposibilidad de hacer un escudio completo de esta doble corriente semiótica, hemos
prescindido de los escudios ainericanos anteriores a Charles Morris, remitiendo a la historia de la
semiótica trazada por Cha~les Morris, Sif.71oS, lrnf(uaje y conducta, pp. 2 73-300. El autor trata esen·
cialmeme de la escuela americana, ignorando a Saussure, Hjelmslev, etc.
5
Eric Buyssens, Les Langages et le discourJ. Bruxelles, Office de la Publicité, 194 3· Refundido
en La co7711Tiunication et /'articulation linguistique. Paris, P. U. F., I 967.
6
Buyssens, La communication el l'arliculation linguistique, p- 7.
.,'
106 Alicia Yllera
7
Jbidem, p. 1 1.
8
Jbidem, pp. 16-7.
1
Semiótica
1
miten al mensaje. · i
¡.
3· Económico.-Existen semias articuladas y semias no articuladas. 1
Para lograr mayores posibilidades de comunicación con un reducido nú-
mero de elementos, algunas -semias utilizan sernas articulados, es decir,
-sernas descomponibles en elementos inferiores, que reciben el nombre de
signo si una parte formal se corresponde con una parcela significativa;
ejem. : en el Código de Circulación, el círculo significa conminación, el
-color rojo prohibición y el color azul obligación; cada uno de estos ele-
ment9S constituye un signo, puesto que a un rasgo formal, a un rasgo
del significante (el círculo, el color rojo o azul), corresponde un elemento
significativo (la conminación, la prohibición o la obligación). Existen
otros tipos de articulación diferentes del señalado; existen articulaciones
no globales como la de los fonemas, en la que el serna es divisible en
elementos puramente formales (no existe un significado indefectiblemente
vinculado a un fonema dado), a su vez compuestos por rasgos fonoló-
gicos (fricativo, sordo, etc.).
4· Social.-Las semias se distinguen desde este punto de vista según
su mayor o menor extensión. En general las semias responden a un gru-
po social (lenguaje matemático, etc.); en algunas se da un sentido único
(ejem.: el código de circulación mediante el cual las autoridades comuni-
can con el automovilista, peatón, etc., pero no viceversa); la única semia
universal es el lenguaje, pero éste presenta limitaciones indiscutibles, que
han dado origen a las semias técnicas o científicas.
5. Legislativo.-Ciertas semias están sometidas a la autoridad (có-
digo de circulación, etc.); -otras no (lenguaje natural, salvo nomencla-
tura científica).
Su análisis del serna y del acto sémico, su estudio tipológico interno
de las clases de semia, posteriormente completado y profundizado por
Luis J. Prieto, constituyen una de las aportaciones fundamentales de
los últimos tiempos a la semiología lingüística. Este planteamiento le
permite destacar el aspecto social del lenguaje y completar ciertas for-
mulaciones saussureanas, esencialmente la distinción entre langue y paro/e,
que completa mediante la adición de un tercer término, discout:s, que le
permite distinguir dos fenómenos confundidos bajo el término de paro/e:
a) el mecanismo de exteriorización. de la comunicación, para el que re-
serva el término paro/e (habla), correspondiente en semiología al hecho
108 Alicia Yllera
Luis Hjelmslev
En 1 94 3 publicaba Luis H jelmslev los Prolegómenos a una teoría del
lenguaje (Omk_ring sprogteoriens grundlaeggelse) 12 • En ellos traza los prin-
cipios generales de su lingüística y señala que estos principios son apli-
cables a sistemas diferentes de la lengua "natural", a los que llama semióti-
cas. Una semiótica es, pues, cualquier sistema de comunicación distinto de
la lengua natural o "cualquier estructura que sea análoga a la lengua" 13 •
La defme como "una jerarquía, cualquiera de cuyos componentes admite su
.análisis ulterior en clases definidas por relación mutua, de modo que cual-
9
Ibidem, pp. 40-42.
10
Georges Mounin, "Les systemes de communication non linguistique et leur place dans la vie
du xx< siede", en Bulletin de la Societé de Linguistique de París, LIV, 1, 1959, pp. q6-2oo. Re- ~~
producido en lntroduaion a la sémiologie. París, Ed. de l\1inuit, 1970, pp. q-4o. (Trad. esp. de
Carlos Manzano. Barcelona, Ed. Anagrama, 1972. Citaretnos según la edición francesa.)
11
Georges Mounin, ''Communication linguistique humaine et cornmunication non linguistique
animale", reproducido en lntroduction a la simiologie, pp. 41-¡6. (Anícu.lo aparecido en 1959.)
12
Citáretnos según la versión española de José Luis Díaz de Liaño. Madrid, Gredas, 197 r.
13
Prolegómenos a una teoría de/lenguaje, p. 1 ¡o.
.. ________________ .....:,__
·
-
·
~
-
-
-
Semiótica
14 Jbidem, p. ¡o.
15 Hay que destacar que Hjdmslev emplea el ténnino semiótica en un sentido muy distinto al
i
1
que le dio Peirce o al que se sude empleat hoy. Hoy se entiende por semiótica, como antes
Peirce, la ciencia de los signos, mientras que pata Hjemslev semiótica es cada uno de los sistemas
1
.¡ esrudiados por la ciencia de los signos, la semiolotfa. Salvo en el análisis de Hjdmslev, empleatemos
el término en su sentido más frecuente. Posteriormente analizaremos otros intentos de distinguir
; 1 entre semiótica y semiología.
16
Prolegómenos a una teoría del len!JUlje, p. I 53·
17
Paia Saussure la semüogía, en cuanto ciencia global de todos los signos, incluía a la lin-
güística. Batthes invirtió esta relación considerando a la semiología pane de la lingüistica, precisa-
mente porque a dla puede verterse cualquier OtrO sistema de signos. Véanse, posteriormente, pp. I 2 7-1 3 2.
'
8
Georges Mounin, lntroduaion a
la sémiologie, p. 96. C'La consecuencia de esto es que -en su
espíritu siempre y en su pluma con gran frecuencia- semiología y lingüística son sinóninias; que una
lengua es una semiótica y que toda semiótica es una lengua o un lenguaje.")
19
Prolegómenos a una teoría del lenguaje, p. I 54·
110 Alicia Yller'!
Luis J. Prieto
Prieto parte de los estudios de Buyssens y se interesa esencialmente
por el problema del proceso de la comunicación, de la transmisión de nn
mensaje o a_cto sémico y de sus mecanismos de funcionamiento y econo-
mía 22 .
La señal es nn instrumento destinado a transmitir mensajes entre nn
emisor y nn receptor. Para que exista esta transmisión del mensaje es
necesario y suficiente que: 1. 0 el receptor perciba el propósito del emi-
sor de transmitirle un mensaje; 2. 0 el receptor identifique cuál es este
mensaje 23 • Estas son, pues, las dos funciones que ha de realizar la señal.
Toda señal admite cienos mensájes y excluye otros, luego el mensaje
transmitido habrá de ser nno de los · que admite la señal. Esta propor-
ciona nna indicación insuficiente acerca del mensaje, pero es completa-
da por las circunstancias. El receptor entiende que el mensaje uansmitido
es el más favorecido por las circnnstancias entre todos los mensajes admi-
tidos por la señal 24 . La indicación proporciona nn indicio que disipa total
20 Paniendo de la defmición saussuriana. "la lengua es una forma y no una sustancia'", Hjd-
mslev distingue un doble plano en la lengua: la fonna y la sustancia. la primera designa lo espeó-
ficamente lingiiístico; la segunda, lo exterior al dominio de la lingüística. Ambas constan de un doble
plano: de un plano de la expresión y de un plano del conrenido. De este_ modo, en su adaptación
posterior a la estilística. forma no se opone a contenido, sino a swtancia. (Prolegómenos a una teoría
de/lenguaje, pp. n-89.).
21
Ibidtm, p. 1 6o.
22 Luis J. Priero. Pnncipes de noolof!ie. Fondemenls de la 1héone fonctionnelle du signifté. La Haya,
Mouton, 1964, y especialmente, Messages el signaux. París, P.U.F., 1966, y "La Sémiologie'". Lan-
gage, Encyclopédie de la Pléiade, París, Gallimard. 1966.
23
Mmages el signaux, pp. 9-1 o.
24
Ibidem, pp. 12-14.
rS=-
~
~_,t_.
.
o parcialmen~e la incertidumbre de la -señal 2 '. Ahora bien, d indicio no
I 1I
1
indica una cosa, sino una clase de posiliil~dades, y esta clase. sólo se defme
~ negativamente por comparación con otra clase llamada su complemento.
i.L Para determinar la clase es necesario partir de otra clase más amplia,
f~/ '~yos miembros son ~os únicos ~onsidera~os" 26, es decir, de ~o ~~e lo_s
i'~l log¡cos llaman un untverso de dzscurso. Pneto parte de un pnnap10 bi-
[, nario: todo sistema de clasificación ha de componerse de clases. que se
~ excluyan entre sí; es decir, en una biblioteca, utilizando-su ejemplo, no
( pueden clasificarse los libros en libros de lingüística, de geografía y de
literatura, porque no podría colocarse, en esta clasificación, un libro de
botánica, puesto que no pertenece a ninguna de estas tres clases; tampoco
podrían clasificarse en libros de lingüística, libros de no-lingüística y
libros encuadernados; la clasificación válida será libros de lingüística/
libros de no-lingüística (o libros de botánica/ libros de no-botánica,
etcétera), puesto que todo nuevo libro podrá inmediatamente adscri·
birse a uno u otro grupo. Traspuesto al plano del acto sémico, nos
hallamos con una clase de posibilidades y una clase de no-posibilidades o
complemento de la primera, las cuales constituyen, entre ambas, el universo
del discurso. En otras palabras, la clase de posibilidades unida a su com·
plemento constituyen el universo del discurso; la primera, de signo positi-
vo, incluye el indicio y todos los hechos susceptibles de proporcionar la
misma indicación; la segunda, de signo negativo, incluye a su comple-
mento 27 •
A las dos condiciones anteriormente señaladas para la transmisión
de un mensaje (que d receptor perciba que se le envía un mensaje y que
identifique cuál es este mensaje) corresponden las dos indicaciones que,
en general, contiene toda señal:
1. Indicación notificativa, que indica al receptor que el ermsor se
': •·
propone remitirle un mensaje.
2. Indicación significativa: la señal indica que la información. trans·
minda es uña de las informaciones que la señal admite 28 .
Distingue un plano de lo indicado y un plano de lo indicante, repar·
tiqón que halla su complemento en la noción de campo noético y campo
semántico. "El conjunto de todos los mensajes admitidos por una señal
determinada o por otra señal que penenece al mismo código constituye
.--~
Acto simico 35 :
emisor
Plano del
indicado
1
mensa¡e significado
receptor
29
Ibidem, p. 3 ¡.
30
Ibidem, p. 36.
31 "'La sémiologie", p. 1 1 r.
32
Mes.rages el signaux, p. 3 7·
33
Ibidem, p. 36.
34
Ibidem, p. 3 7.
35
Ibidem, p.
50.
36
Ibidem, 36. Obsérvese que el campo semántico atañe al significante y no al significado,
p.
como se esperaría según d empleo más frecuente de este término en lingüística.
r----~---
r:;_ s:miótica 11 3
1
':: _ z. El complemento del significado: corona B -A (incluye todos los
r 1 mensajes del campo noético excluidos por la señal).
~ :
''
r. i
,,r'
r!
¡·
t·'
,, !
~: )
;_!
-----
;¡
B
B'
37
Ibidem, pp. 36-8 .
.s
·-··---------------
38
Jbidem, p. ;g.
39 Ibidem, p. 4 2.
4o Jbidem, PP· 4 ;-4+
41
Ibidem, p. 4 ¡.
Semiótica
@
3. Intersección: ambas uenen elementos comunes y elementos
diferentes (fig. 3) .
'1
-'
Pues bien, entre los significados de dos sernas son posibles relaciones
de inclusión, de intersección o de exclusión, mas no relaciones de identidad,
ya que, en este caso, constituirían un único serna -U. Por el contrario, los
significantes de dos sernas sólo pueden presentar entre sí relaciones de
exclusión ~ 5 .
Tras el esmdio del funcionamiento del acto sémico, Prieto atiende a
los mecanismos de economía de los diversos códigos, lo que le lleva
a trazar una tipología de los diversos sistemas de signos-
42
Ibidem, p. 6 L CLos rasgos de un mensaje 9ue componen d significado de un serna empleado
para transmitirlo son los rasgos pertinentes de este mensaje. Los restantes rasgos son los rasgos 'no-
pertinentes'_")
., Jbidem, pp- 68-69.
44 Ibidem, P- 73·
45
Ibidem, P- 76-
.•
l4 19
13 !8
12 17
1I J6
10 a 15
Primer piso
46 Ibidem, p. 8o.
47
Ibidem, p. 8o ('" ... las clases cuyas correspondencias permiten que esta indicaci9n se produzca
resultan de la multiplicación lógica de dos o más clases más amplias.")
48
Ibidem, p. 81 ("... de las que estos significados o significantes son producros lógicos.")
49 Ibidem, P· 96.
rS=;6ci~ "7 ·
r_ ' y el mismo sistema para los restantes pisos, anteponiendo el "prefijo"
~ 2, 3, etc., según el piso. En este caso, todo significante, por ejemplo
f' 1 2 5 1, puede dividirse en dos factores 1 2 - / y 1 -5 1, que se cqrres-
k ponden cada uno con un significado: 2 indica 2. 0 piso; 5 indica primer
[ lugar a la derecha; constituyendo el significante y el significado el
r· serna 25. En tal caso se habla de primera artiCulación, mecanismo
que, en el caso -concreto del ejemplo anterior; permite reducir de
90 a 19 el número de correspondencias entre las clases de señales y
las clases de mensajes. Prieto emplea el término ''signo'' para designar
la unión de un factor del significante (ejem.: /2 - 1 en 25) y un
factor del significado (eje m.: "2. o piso"). La unión del_ factor del
significante 1 2 - 1 con el factor del significado '' 2. 0 piso'' constituye
el signo 2 - 50 • El serna 25 está articulado y su significado o significante
es el producto lógico de los factores de cada uno de ellos.
Se habla de segunda articulación en el caso de que:
a) Los significantes de los sernas sean analizables en factores, pero
estos factores no se correspondan con los factores del significado.
b) O bien, cuando presenta la primera articulación, pero los signi-
ficantes de los signos (factores de los que resultan los significantes de
los sernas) pueden analizarse, a su vez, en factores aún más amplios y
éstos carecen de correspondencia en el plano del significado 51 •
A los signos, en el caso de la primera articulación, corresponden
ahora las figuras 52 . Una figura es un factor del significante de un serna o
de un signo que no se corresponde c;:on un factor de su significado respec-
tivo 53 • Ejemplos de figuras son los fonemas y grafemas de las lenguas.
Las. lenguas naturales presentan ambas articulaciones (la primera y la se-
gunda articulación) pero, frente a esto, contienen significantes que no
permiten su descomposición en figuras 5 _¡. En el caso de una señal como
¡: ¿El viene?, el serna ¿El viene? se descompone en tres signos él, viene,
y ¿? Los significantes / eV y / viene/ se descomponen en figuras / e - /,
1 - 1, etc., pero el signo de entonación es indescomponible. Así pues, ya
50
Ibidem, p- IOj.
51 Ibidem, p- I 07 _
52 Prieto recoge y refonnula una distinción de Hjelmslev. El lingiiista danés veía en la lengua
un sistema de signos compuestOs de no-signos llamados figurar. La lengua está organizada de
modo que. combinando de diversas maneras Wl pequeño número de figuras (ejem. : fonemas, etc.)
pueda construirse Wl número ilimitado de signos. Este es el gran principio de economía de nna len-
gua. lo que la hace utilizable y. por tanto, Wla característica básica y esencial de la esttucrura de
toda lengua. (Prolegómenos a una uoría del lenguaje, pp. 6¡-p-)
53
Ibidem, P- 1 oS.
54
Ibidem, p. 109.
r
118 Alicia Yllera
56
El nÚmero inicial de ocho sernas en un código capaz de transmitir ocho mensajes diferentes
es, evidentemoue, una elección convencional.
120 Alicia Yllera
- 1
"(posesor del C.D.) de P pers.", pueden hacerse peninentes los dos rasgos 1
o ninguno, pero-no uno independiente del otro 57 .
El ejemplo de los cuatro códigos hipotéticos permite a Luis Prieto
captar las posibilidades de cada tipo de código: el código A excluye
toda elección, pero funciona con un menor número de sernas. El código
B, que permite. adaptar el mensaje a todas las circunstancias, supone
un mayor número de sernas. Entre estos dos códigos, las lenguas naturales
han hallado su equilibrio en una· combinación de elementos del tipo de los
de los códigos C y D.
Este doble análisis de los mecanismos de economía le permite plan-
tearse el problema de la clasificación de los códigos. No intenta realizar
una clasificación exhaustiva; sólo cita los ejemplos de códigos que le
salen al paso, más preocupado por el mecanismo que explica y diversifica
cada código considerado que por agotar la enumeración de los códigos
o sistemas semióticos _posibles. Y, pese a ello, esta clasificación según la
estructura propia de" los códigos ofrece indiscutibles ventajas en com-
paración con_ las clasificaciones que siguen las delimitaciones tradiciona-
les, en general partiendo de principios externos al funcionamiento del có-
digo (ejem.: la de Umberto Eco y, en pane, la de Georges Mounin).
Su clasificación responde, en líneas generales, a los dos aspectos que
gobiernan la organización de su estudio:
l. Clasificación de los códigos según su mecanismo de funcionamiento:
Clasificación marginal, de menor importancia, pues, en general, todos
los códigos tienen en común su fun'cionamiemo y se diferencian por el
sistema de economía empleado. Pero permite separar cienos códigos
"marginales":
A. Según que el código no presente indicación significativa o la pre-
. sente, tendremos; en el primer caso, los códigos en los que el significado
coincide con el campo noético, los códigos de serna único, corno el de los
bastones blancos de los ciegos; en el segundo caso tendremos los restan-
tes códigos.
B. Según que no exista indicaci6n notificativa o exista, se distinguen
los códigos con significante cero, en los que la ausencia de una señal
efectiva funciona como señal: así, en el código de las luces intermitentes
de los automóviles o en las insignias, galones, que indican el grado
en los militares (la ausencia de insignia supone grado inferior), etc.; en
el segundo caso están los restantes códigos.
57 Messages et sig¡uzux, p. 1 4 5.
Semiótica 121
58
Mmages el si17'aux, pp. 1 53· 1 6 j.
122
r '
literatia. El rigor de sus esmdios obliga a consideratla como una de las
concepciones semiológicas más elaboradas. Su punto de partida lingüís-
tico les ha llevado a profundizat los rasgos que separan la lingüística de
la semiología y las lenguas naturales de los restantes sistemas de comuni-
cación. Mounin reduce a seis estos rasgos distintivos 60 :
I. La lengua natural supone una intención de comunicación, por lo
que, dentro de la antigua concepción del signo, habría que distinguir
lo que Trubetzkoy llamó indicios y síntomas.
2. El signo lingüístico es atbitratio, lo que lo distingue de sistemas
de signos no atbitratios o símbolos.
3. Las lenguas son un medio de comunicación sistemático, mientras
que existen medios de comunicación asistemáticos.
4- Las lenguas presentan un carácter lineal; la semiología se ocupa,
además, de sistemas no lineales.
5. La lingüística estudia signos de carácter discreto (o diferencial
en Saussure); la semiología considerará signos no discretos (o no dife-
renciales).
6. Las lenguas naturales presentan una doble articulación, de la que
catecen otros medios de comunicación.
Pese á su preferencia por la semiología de Buyssens y Prieto, Geor-
ges Mounin asigna a esta disciplina un campo de estudio mucho más
amplio que el que le asignaron los autores citados.
Buyssens y Prieto únicamente 'consideran los códigos en los que
existe intención de comunicación, es· decir, los códigos compuestos por
signos y señales, prescindiendo de los indicios y de los síntomas. En
esto se adaptan fielmente al propósito de Saussure, pata quien la semiolo-
gía era la ciencia de los siuws. En efecto, pata Prieto, las señales se
diferencian de los indicios que no son señales en que las primeras se pro-
ducen con la intención de servir de indicios -lo cual falta en los segun-
dos- y en que esta fmalidad puede ser reconocida por el receptor sin di-
ficultad 61 . En esto vemos la diferencia esencial que separa a la semiolo-
59
Existe una segunda corriente semiológica. de la que nos oruparemos posteriormente, que
atiende esencialmente a la meta significación.
60
Introduaion a la sémiologie, pp. 67-76.
61 Luis J. Prieto, "La sémiologie", pp. 95-6. No son señales los indicios propiamente dichos;
por ejemplo, el color oscuro dd cielo es indicio de que se aproxima una tormenta; o los síntomas,
como por ejemplo los síntomas de enfermedades, etc., puesto que no se producen con la intención de co-
1
municar algo. Tanto los indicios que no son señales (puesto que para el autor toda señal conlleva un
indicio, aunque este doble empleo del término "indicio" pueda índucir a error), como los síntomas 1
.1
r--:~::o~~•=m~' de ~;olog=rn=, wn~pción': ¡,
Peirce, lo~ indicios y los síntomas ·e~traban dentro del campo de estudio
de la semiótica.
En ¡,
quedan excluidos de su estudio. También Buyssens excluye del objeto de estudio de la semiología
a los indicios. ·
62
La obra principal de Charles Morris en este dominio es 5igni, Languag• and Behauior, publi-
cada c:n 1946 (Nueva York, Prenrice-Hall), de la que ya había apasecido una edición abrc.-viada en
1940. Citaremos según la versión castellana de José Rovira Armengel. Buenos Aires, Losada, 1962.
Pero, anteriormente, en 1938, habia apasecido en la International Enryclopedia of .Unified
5dence, Vol. 1, n. 0 2, su FoundationJ of the Theory of 5igns. Pasa unifi= los dos dominios sobre
: los que versaban sus estudios, se propuso estudias las relaciones de la semiótica con la axiología en
5ignificatúm and Significance. A Study of the Relation of SignJ and Valued. The M.I.T. Press, Mas-
sachusens lnsritute of Technology, Cambridge, .Mass., 1964. Las dos primeras obras, el primer
capítulo de la tercera y diversos astículos anteriores han sido recogidos en Writingi on the General
.Theory of Signs. La Haya-París, Mouton, 1971. Excepto para Signi, Language, and Behauior,
pasa la gue utilizamos la edición castellana, y 5ignifzcatio and Siy,uifzcance, para la gue preferirnos la
edición completa, citaremos según la edición general. Véase también The Pragmatic Movement in
American Philoiophy, Nueva York, George Braziller, lnc., 1970.
63
Writingi, p. q. CE! hombre es el animal gue se caraaeriza esencialmente por usar signos.")
64
Signoi, lenguaje y conducta, p. 1 4-
124 Alicia Yllera
65
Ibidem, p. 14.
66
The Foundations ... , pp.
19·21; Sif!!ZOS, lenf!!Zajt y conducta, p. 2 5; En Sif!!Ziftcation and sig-
nifiance sustituye denotatum por contexJo y añade que esta caracterización no define a todos los sig-
nos (p. 2).
67
En The Foundations... emplea los términos designatum y denotalum; d d.,ignatum es aquello
a lo que se refiere el signo, y el denotatum, el objeto de referencia. caso de existir en la realidad,
(pp. 19·21).
68
The Foundations .... p. 20; Signos, lenguaje y conducta, p. z6.
-¡
r=;:a
.
La '""""'" Ynkkti<a, qu< roWdtta la relación fonnal d<
signos entre sí 69 •
Existen dos tipos de signos: si un signo sustituye a otro signo y sig- .>.; /
;~
nifica lo mismo que éste, hablaremos de símbolo; en el caso contrario, de ~% ~
señal; el símbolo puede ser tcónico (si es semejante a lo que significa) o "'
no icónico (en el caso contrario) 70 •
Ve la necesidad de trazar los límites entre el lenguaje humano y otro
tipo de sign"os-, aunque su delimitación hoy haya sido superada. No igno-
·ra que la debatida cuestión de atribuir o no un "lenguaje" a los animales
se resuelve en un problema terminológico: todo depende de que hagamos
a "lenguaje" sinónimo de "comunicación" o le demos un significado más
estrecho 7 1• Así lo hace el autor y distingue cinco características en el
lenguaje humano: 1. Un lenguaje se compone de una pluralidad de sig-
nos. 2. Tiene un significado común para un cierto número de intérpretes,
es decir, los signos son interpersonales 72 .' 3· Los signos del lenguaje
son· consignos, es decir, pueden ser producidos por los miembros de una
familia de intérpretes n con el mismo significado para los productores y
los demás intérpretes. 4· Los signos son plurisituacionales, es decir, pre-
sentan una relativa constancia de significado en cualquier situación. 5. De-
ben constituir un sistema de signos interrelacionados y capaces de com-
binarse de ciertos modos y no de otros-74. -En el lenguaje subhumano
(lenguaje animal) los requisitos 3 y 5 no se cumplen abiertamente: es
dudoso que los signos sean consignos, que tengan un mismo significado
cuando ellos los producen y cuando son producidos por otro organismo,
y, sobre todo, no se combinan se~ las restricciones de comunicación
que constituyen un sistema de lenguaje 75 •
Critica la distinción de Ogden y Richards (en The Meaning of Mean-
ing) entre términos "referenciales" y términos "emotivos". Clasifica los
signos por su significado, sus denotados, su modo de combinarse con ouos
69
Tbe Foundatiom... , pp. 21-22.
70
Signos, lenguaje y conducta, p: 26. Volveremos sobre esta distinción al considerar d signo
estético.
71
Signos, lengnaje y conducta, p. 6 5.
72
Signos, lenguaje y conducta, pp. 46-7. Esto supone d replanteamiento dd carácter social dd
lenguaje: el lenguaje es social en cuanto que surge dentro de la conducta soci;d; ahora bien, los
signos dd lenguaje pueden aparecer fuera de la conducta social; es el caso dd poema escrito y des-
truido antes de haber sido leído por nadie: no existe conducta social, pero existe lenguaje.
73
Familia de intérpretes es d conjunto de intérpretes para quienes un signo tiene una misma
"significación". Signos, lenguaje y conducta, p. 29.
74
Ihidem, pp. 44·5-
75 Ihidem, pp. 6 5-6.
1
·1
Semiótica 127
EMPLEOS
84
Esquema adaptado de Signos, lenguaje y conducta, p. 14 3·
Bl Véase una respuesta a muchas de estas críticas en ..Signs about Signs abom Signs'",
Philosopby and Phenomenological Research, IX, n. 0 1, 1948; reproducido en Writings ... , pp. 434-
4 j j. También la reseña excesivamente dura, ya que prescinde de su importancia como pionero
128 Alicia Yllera
ses poco sólidas sobre las que otros habían de construir la ciencia_ de los
signos.
- Desde 1939 Morris se planteó el esmdio semiótico de las artes 86 .
V e en la crítica estética dos vertientes asimilables por las dos ciencias
sobre las que han versado sus esmdios: la obra de arte es un signo com-
puesto por una estructtrra de signos, luego objeto de la semiótica estética,
y su significado (desi!!Jlatum) son propiedades de valores, luego analizable
por la axiología estética. El acercamiento semiótico constituye el análisis
estético; el ~cercamiento axiológico, el juicio estético.
í¡&"C¡z'esi: éti_o[)'? '1!it '··''"' <'· J
. más, e~<·~{~~¡
están encerradas parte -sr no. todas- las propiedad~
valor, y a ellas se dirige la percepción estética. Por ello "the artist ofte~
attention to the sign vehide in such a way as to prevent the interpr~
from merely reacting to it as an object and notas a sing" 87 . La pe,,.:;,~
estética es diferente de los restantes tipos de percep.aión"~J\~..;toa~
·Ce]ptef.•trecrrente:.emJa·;,,critie.l'r-nl()(ietilá' a ·pan:ir>dd.Jormalismo ··I:USG.
Al plantearse en Signos, lenguaje y conducta la adscripción de las ar-
tes a uno u otro modo de significar espe~ífico o a un tipo de discurso,
señala: "Las artes, como la música y la pintura, pueden, por lo tanto, sig-
nificar en rualquiera de los modos. Y como pueden emplearse con varios
propósitos, pueden también ilustrar en varios grados todos los tipos de
discrrrso que hemos distinguido... Para diferenciar la música y la pintura
de otros lenguajes, no podemos basamos en lo significado o en cómo se sig·
nifica, sino en el papel prepondei:ante que adoptan las imágenes en el
significar" 89 . Hallamos en él una concepción de las artes que, diferente-
mente formulada y salvando todas las distancias, aparecerá en Jakobson 90 ;
Semiología de la significación
Salvo para un reducido número de lingüistas, no habría que buscar
en Buyssens, Prieto o Morris el int¡:rés que la semiología ha suscitado
en los últimos años en Europa y partiq¡larmente en Francia. Ha sido la
obra de Roland Barthes la que, a la vez, ha divulgado su conocimiento y
ha introdu<;:ido algunas de las confusiones que constituyen el escollo
más importante de la semiología moderna.
Barthes se interesó por la semiología en su obra Mythologies 92 y pos-
teriormente se propuso sistematizar su teoría en los Eléments de sémiolo- ·
gie 93_
'
mameme alejados- y los cuatro empleos o usos de los signos de Morris: en líneas muy generales
f
diremos que a la funáón referenáal de Jakebson corresponde la funáón informativa de Morris; a la
funáón conativa del primero, la función inátativa; a la funáón metalingüística de Jakobson, la funáón
sistemática de Morris; pa:o este último autor reúne las funáones emotiva y poética del primero en
la funáón valorativa y prescinde de la funáón fática. La superioridad de Jakobson radica en haber
dado a sus funáones uo punto de partida sólido -la consideraáón de los factores de la comunicaáón-,
del que carece Morris.
'' 1 Signm, lenguaje y conducta. p. 216.
92
Roland Bartbes, MythologieJ. París, Le Seuil, '9l7·
93
Roland Bartbes, "Eiéments de sérniologie ", en Ctm1111unications, 4, 1964, PP: 9' -1 34· Re-
9
Alicia Yllera
producido en Le deg¡-é -zéro de l'écriture, suivi des Eléments de sémiologie. París, Le Seuil, 1 964. El nÚ·
mero 4 de Communications ha sido traducido por Silvia Ddphy. Buenos Aires, Tiempo Comemporá·
neo, 1970 (2.• ed. 1972), pp. Ij·70.
94
No le falta ra>Ón a Georges Mounin al señalar su afición desmedida al término científico em·
(
1
1
pleado sin el rigor necesario. Véase su crírica de uno de los anírulos más desarrollados de su obra
Mythologie, "'Le monde oii l'on catche". en httroduction ala sémio/ogie, p. 192.
95 Véase, anteriormente. p. 109.
•• Elementos de semiología (trad. esp.), p. I 2.
97
Charles Morris, Sip¡os, lenguajey conduaa, p. 2 29.
l
¡
¡
Semiótica
98
Ibidem, p. 1 34·
99
Ibidem, p. 1 34·
10
°
Cesare Segre, Crítica bajo coniTol. Trad. de Milagros Arizn. -:ndi y María Hernández-Esteban.
Barcelona, Planeta, 1S7o, pp. ji, 67-8.
101
Umberro Eco, La estructura ausente, p. 3 2.
102 Véase. anteriormente, p. 27.
' ' , "• •" • . . : - . . . . . -~----· • • o o O,-.~ O~~·-·.~·.·~ -,·~A-·~~-~ •
Alicia Yllera
¿Semiología o semiótica?
Volviendo la mirada sobre todo.Jo anterior, comprobamos la existencia
de una doble corriente, la semiología, radicada en Saussure, y la semiótica,
postulada por Peirce. Entre ambos situaremos la aportación de Hjelmslev,
para quien semiótica designaba todo "lenguaje" no natural, todo objeto
de estudio de la semiología. La ambigüedad terminológica se intentó
resolver con la decisión adoptada en I 969 por un comité internacional
reunido en París, de dqnde surgió la Intemational Association for Semiotic
Studies 113 , pronunciándose por la adopción del término semiótica para
la ciencia de los signos.
Barthes invirtió la definición saussureana, haciendo de la semiolo-
gía una parte de la lingüística y desviando su estudio hacia la ciencia
111
Cesare Segre, Crítica bajo control, p. 73·
112 Ibidem, p. 73·
113 Bajo su patrocinio se publica la revista Semiótica, dirigida por A Sebeok, con la asistencia
Semiótica
i
r_- 114
Gilles-Gaston Granger, Essai d'une Philosophie du style. Paris. Armand Colin, 1968,
i- páginas 141·144-
¡;
115 Cf. Georges Mounin, Introduction a a la sémiologie, p. 1 z, n. 0 4-
des habitudes, qui ne sont pas encares invétérées. le pennettaient, on pourrait réserver le
~
116 ..Si
nom de sémiotiques aux seules sciences de 1'expression en utilisant le terme, resté disponible, de sé-
¡· miologie, pour les disciplines du contenlL" Algirdas Julien Grcimas, Du Sens, p. 33- ("Si no se opu-
siesen a ello hábitos aún no arraigados, podrfa reservarse el nombre de semióticas para las ciencias
¡.
1- de la expresión exclusivamente y utilizar el término, que queda disponible, de semiología para las
1 disciplinas dd contenido".)-
~
117 F Rossi-Landi, Illinguag,gio come lavare e come mercato. l\filán, 1968, p. 53- Citado por Ce-
sare Segre, CrÍiica bajo control, p. 6¡, n. 0 3-
[-·
H
Alicia Yllera i
9
Semiótica del arte. Semiótica literaria ll
118
Umbeno Eco, La estructura auseme, pp. 16-27.
II 9 Para mantener las relaciones y semejantt'S teóricas entre los autores, nos hemos visto obliga·
dos a incluir en los capítulos precedentes estudios que corresponden a la semiótica literaria. Por lo
tanto, en este capítulo únicamente· señalaremos sus principios fundamentales y remitiremos a los capÍ·
rulos precedentes.
120
Jan Mukarovsky, ''L'An comme fait sémiologique", pub!. en francés en Actes du S' Congris
lnt""""'tional de Philosophie, Prague z-¡ sept. 1934- Praga, 1936, pp. I06j·I072. Reproducido en
Poétique, 3· 1970, pp. 386-398; y "La dénomination poétique et la fonction esthétique de la langue",
en Acles du 4' Congris lnternational des Linguims, Copenhague, Ejnar Munskgaard. 1938, pp. 98·
104. Reproducido en Poétique, 3· 1970, pp. 392·398. "La Phonologie et la Poétique", en Trav.
...----------------------··--·-·--
Semiótica
rev 121 y Roman Ingarden, etc. Nos interesan_ esencialmente los estudios
dd primero por su influencia, a través de Hjelmslev, de Roman Jakobson
y, con menor frecuencia, directamente sobre la semiología de la litera-
tura contemporánea.
En "L'Art comme fait sémiologique", Mukaiovsky propone elabo-
rar en su extensión la semiología (o sematología, empleando el término
usado por Bühler), ciencia del signo. Todas las ciencias morales trabajan
sobre materiales que tienen, de un modo más o menos pronunciado, el
carácter de signo, por lo que los resultados obtenidos por las investiga-
ciones de semántica lingüística deben ser aplicados a los materiales de
esas ciencias.
,. La obra de arte tiene un carácter de signo. N o puede identificarse
~
! ni con el estado de conciencia individual de su autor o con cualquiera
¡¡, de sus lecturas ni con la obra-cosa. La obra-cosa sensible no es sino el sím-
[( bolo exterior de su objeto inmaterial. Toda obra de arte es un signo autó-
. · · nomo, compuesto de:
1. Una obra-cosa, que constituye el símbolo sensible.
2. Un objeto estético, yacente en la conciencia colectiva, que fun-
ciona como "significación".
'3· Una relación con la cosa significada, relación establecida, no con
¡:' una< existencia distinta, sino con el contexto total de los fenómenos so-
!( ciales de un medio dado 122 •
A estas características generales, válidas para todas las artes, para
las artes plásticas y las artes li~erarias, añade unas características
peculiares de las artes literarias. El arte, en general, es un objeto semio-
lógico en talrto en cuanto la obra de arte es un signo. Es signo puesto
que, traduciendo su formulación a los términos saussureanos, consta de un
significante (al que .denomina símbolo sensible), constituido por la obra-
cosa (ejem.: la materialidaa del cuadro, etc.); de un significado, que es
el "objeto estético", y de una relación con la cosa significada, correspon-
diente a la relación referencial, a la relación con el objeto externo al
signo.
En 'las artes con "asunto" (es decir, en las artes con "contenido",
en las artes con "tema") existe una segunda ftmción semiológica, en este
1
t
l
¡
Alicia Yllera. ¡;
11
-!
~~
caso comunicativa. La obra-cosa conserva también en este caso su valor
de símbolo; la significación reside en el objeto estético pero, al tener
un tema, la relación con la cosa significada apunta, como en todo signo
comunicativo, a una existencia distinta (persona, cosa, acontecimiento,
etcétera). Ahora bien, existen diferencias entre la obra estética comuni-
cativa y la comunicación ordinaria: en el primer caso, la relación entre la
cosa significada y la obra de arte carece de valor existencial, de donde
se deduce la inoperancia del principio de autenticidad documental
(carece de sentido interrogarse, a propósito de una obra de arte, acerca
de su autenticidad documental) 123 .
Pese a su importancia histórica, las teorías de Mukarovsky hoy re-
sultan insuficientes, debido esencialmente a su concepción fielmente
saussureana del signo, con todos los problemas que de esta concepción
se derivan, incluso para la construcción de una semiología de la lengua
natural 124 •
Por otra parte, es interesante comprobar que para J\1ukai'ovsky la ~ ·-
Semiótica 1 39
f
i Alicia .Yllera
1
130
La fondón metalingüística procede de la distinción lógica entre lenguaje-objeto y metalenguaje,
anteriormente considerada por diversos lingüistas (Hjehnslev, etc).
'" Roman Jakobs"on, Essais de linguistique génirale, pp. 209-248. Véase anteriormente pági·
nas 70-75.
132
Umberto Eco. La e51ructura ausente, p. 160.
Semiótica
¡,.
1
¡ Sustancia del contenido
Forma del contenido
S.D. * Forma de la expresió~.
Sustancia de la exprtsión
• S. D. =
} J
Plano del contenido }
signo= connotador J<-+Plano de la expresión
.
S.emiórica denotativa; S. C. = Semiótica connOtativa.
S.C. •
'.
l
Alicia Yllera
136
Tzvetan Todorov. ''Perspectives sémiologiques". en Crmmzunications, 7• 1966. pp. 1 39·
'45· ("Aunque las primeras tentativas procedan de antes de la guerra. el nivel de las generalidades
no siempre ha sido superado.;.)
'" Véase, anteriormente, A J. Greimas. Claude Brcmond y T. Todorov, etc
138
A J. Greimas. Miehd Arrivé, Jean-Claude Coquet, Jean-Paul Dumom. Jacques Geninasca.
Nicole Gueunier, Jean-Louis Houdebine. Julia Kristeva, Fran~ois Rastier, Tetm A Van Dijk. Claude
Züberberg. &sois de Jimiotique poétique. París, Larousse, 1 9 7 2.
Semiótica 1 43
Semanálisis
140
J. Kristeva, "Sémanalyse et production du sens". en &1ai1 de Jémiotique, pp. 207-234, p. 21 ~-
~ 1
¡-
Semiótica 145
144
Este contenido que asigna a la semiótica procede. prol:!ablemente, del concepto que de esta
ciencia tiene la escuela francesa, según el ejemplo de Barthes. A ello se añade en la autora el ejemplo
de la semiótica soviética.
14
Semeiotil{e, p. 30 ss.
'
146
Semeiotil{e, p. 21. ("Opérant un 'échange d'applications' entre la sociologie, leS" matbémati-
ques, la psychanalyse, la linguistique et la logique, la sémiotique deviem k levier qui guide les scien-
ces vers l'élaboration d'une gnoséologie matérialiste." '"Mediante un 'intercambio de aplicaciones'
entre la sociologia, las matemáticas. el psicoanálisis, la lingilistica y la lógica, la semiótica se
convierte en la palanca que empuja las ciencias hacia la elaboración de una gnoseología materialista.")
~··
r1. -
Capítp.lo 4
11 PROBLEMAS Y SINTESIS
¡1 .
Noción de estilo
147
Alicia Yllera
·~e¡~~t~!f:~~;~::·-;s;~::;!~t;:!:!~ci~::···::~~ia~::.
·''C~i!fi9ill'i~>s:.wmás'""Íritimas•: del.escritor-;·;.muchas 4~··4s~.<;naleso·,sólo .. püe~tnk
-,captatse!:''>a~v;elc:dd· subconsciente:
En esta época Barthes está profunda-
mente influenciado por Bachelard y Freud, influencias que nunca abando-
nará totalmente. Desde esta perspectiva, todo estudio de estilo será un
análisis psicológico o, mejor, psicoanalítico6 . De la obra pasamos al
autor, de una crítica inmanente, como es la crítica estilística, pasamos a
una crítica externa a la obra misma, reproche que años después él haría
a la crítica universitaria.
Esta concepción del estilo como peculiaridades de un autor aparece
en otros representantes del estructuralismo francés, como en Greimas :
·~:gQ"~ff9MA,~~:9.iaht>r~Jet:"'avánt>~tó'tlt•Un:es;stru.6tUJ;.~ ·
·.~q!le);J~qui manifeste sur le plan synibolique, a l'aide des articulati ,,, '~
particulieres· de son sig.Wf~~gLo}Jm •·lar•:maniere,'!';el;~eeau,~I)l.Ql;l,g~,.Jo#j-.,
'if'd:<~;Q;I~J~,-dmn_,~ho~e" 7 • _
mQd~~~;a;:~=~·,c;~?!!!!~!\~:::~~;!t!:':~~'iSW.;pmonalísímm,.
Otros autores destacan las peculiaridades de una obra o autor: para
Dámaso Alonso el estilo es la unicidad de la obra literaria o de un autor''.
'l·'t'if~~!!P,l'J!?}a:tp:enm~lo'qtíe>ihdivídnaliza:rnn,.habla"panirolarl' 1''.
' Roland Barthes. Le Def!.ri -x,iro de t'écriture, p. 1 5. ("El estilo es propiamente W1 fenómeno de
orden germinativo. es la transmmación de un humor. .. El estilo ... sólo tiene una dimensión venical. se
'umerge en el recuerdo cerrado de la persona, constituye su opacidad a panir de cierta experiencia de
la materia; el estilo no es nunca más que metáfora, es decir, ecuación entre la intención literaria y la
estructura carnal del autor. En consecuencia, el estilo es siempre un secreto.")
6 Y, en efecto, las primeras obras de Roland Barthes están profundamente influencia¡las por este
mét<:>do. Véase Michelet por lui-méme. París, Le Seuü, 1954; Sur R.Pcine. París, Le Seuil ·~96;; di,
versos anículos reaparecidos en EssaiJ critiques. París, Le Seuü, 1964, ere.
7
A J.
Grcimas, "Linguistique statistique et linguistique structurale", en Le FranftZiJ modtme,
1962, pp. 241-22 ¡, p. 24 5- CPara nosotros, el estilo es, en primer lugar y ante wdo, una estructura
lingüística que manifiesta simbólicamente, gracias a las aniculaciones particulares de su significante
global, la manera de estar en el mundo fundamental de un hombre.") Greimas se aleja del psicologismo
barthiano, acercándose a las concepciones de la estilística estructural al hallar tma manifestación del
estilo en la estructura lingüística. No nos hallamos muy lejos de la estilística que se ha dado en deno-
minar "idealista".
M José Luis Martín, Crítica estilística, p. 24.
&tts;:tt.d::')~~fP~ (':;1"!J
/'~lo - V'hl~ -~ ~ ftn-$~\tJ..I,~
t»Jl /M-1..5-v-\..;)
\fev- f· t65
1 ~o n· h did " il , 1 r
1versos autores an enten o por est o a IOrma tot
al Alid·al·
e a o ra\
aYllbcr\
litei~a (Kayser) o la obra misma (R. A. Sayce) 11 . Amado Alonso, acep-
tando la seudodefmición de Buffon, ve en la estilística el estudio de un
doble aspecto de la obra, comó producto creado y como actividad crea- j
·~ dora 12 • •
(~ ~- . __ , '~aSW><ief"w_·_"~clion~eri~r~_-..des~~~art"-·;;en<>d;.~o-·::;:-s~~e-:i~s._'~E-:6~ ·
JI".~ :, .~f 1 • "'®tlroSlSaUtOr~harr·viSto···en" él
·d··-pensanuent010IDISIDO" (Remy de
~" Gourmonr 14 , J\.1me. de Stael, etc.), propugnando -una;·estilíst1ca?'&:''los '!'
. ¡tenias. _ .· ..
;.\» :-....:'
S1' \ -
. .. .. .. ..
La {t~~Clh:~ecer,-"a«':SlJ\:V;CZ/•dtY:una:cotóncepción\'unÍvoca
.
de ella atendiendo al
B;g)P,ñ~fd!mtoy:g_ªa~itW- (el estilo son las
~'fc>rní'isfo:-d,e-:($oo~·,,,()'•l;¡s~ca¡:acterístiica:s· ele un literaria·: con
ellg:•nos~acerCáñ'ios•a---la···concepción"medieval de--los·tres··estilos).
·_ -- - 'gun'os'i>aW:ores<e>el.,~tilo~atáñ'ifi:.~ente~'il'ii'·phlneii''de··la-•
~,¡;~~!:'otr<:>!'·«al'''Plan~~glc>haiiFdc:-;;l:f~~i-.•W'Ci.:~.tl!i(. decir, al plano
expresión y del contenido). Es raro que, salvo metafóricamente, se
defma.el "estilo" como características de un pe:ns<tmieiltto.
~
Estilo
1.
Estilo
2.
3· Estilo
Hoy es difícil un concepto de estilo que separe tajantemente
la expresión y el contenido, ya que todo rasgo individual, toda peculia-
ridad de época, etc., transciende a esta · división. Por otra parte, sin
J.
1
olvidar que toda obra es un mundo construido en el lenguaje, no puede
!
reducirse el estilo a un "sistema lingüístico" ' 1 . Mayores problemas ha
11
P. Guiraud et P. Kuentz, La Stylistique, p. 10.
'·" 12
Amado Alonso, Materia y fOT711a en poesía, p. 89.
!3 P. Guiraud y P. Kuc:D.tz, op. cit., consideran que tradicionalmente el estilo se entendía como
"qualité de la pc:nsée", olvidando que la "organización de los pensamientos" es fenómeno de expresión,
y no de contenido.
14 P. Guiraud et y P. Kuentz, op. cit., p. 1 1.
l5 Por ejemplo, en la defmición de R. Wellek y A Warren, "El estilo es el sistema lingiiístico
individual de una obra o de un grupo de obras". Citado por P. Guiraud y P. Kuentz, op. cit., p. 1 5.
----------------,.,..
Problemas y síntesis
" 16 G. G. Grangcr, fusai d'un pbilosopbie du style, p. 8. ("En efecto, nos proponemos intentar una
especie de filosofía del estilo, defuiido como modalidad de integración de lo individual en un proceso
concreto que_ es trabajo y que se presenta necesariamente en todas las formas de la práctica.")
17
R~':'J~ Gt!ll:a¡id;_ EsÍai de stylistique, p. 61, habla del c:Stil:<i-'como:+lección (cboix). Sin embargo;da·.'
d«:ción no ·¡¡~E;aLli:nguaje·(ni a la obra) literario, ya que una elección preside todo hecho lingüístico.
1H Este carácter psicológico de la estilística de Guiraud. de escasa relación con el de Spitzer, proce-
de de la influencia sobre él ejercida por los estudios de G. Bachdard, que d autor considera "esti!Js-
ricos".
i
1.
·.·
Alicia Yllera
(
~~§W!i~4c¡;gti_WíJ_l]Q~l'i!.k~iiitroducir~;r,estJ;iccionesi:fdes€onocidas:":al.rsegun:do:
un ejemplo de.ello es d;;;rilfuo;<\d·nren;o;-etc. 21 •
Ambos caracteres son válidos para el lenguaje de la poesía -sería
discutible el segundo para la prosa, la novela-, pero no agotan la defi-
nición del estilo como desvío. El lenguaje poético puede explotar rasgos
inexistentes en la lengua cotidiana sin ser por ello antigramatical o no-
gramatical. Es el caso· de paradigmas léxicos divergentes -el paradigma
poético incluye neologismos o arcaísmos, etc.- del tipo del señalado por
Leech en la poesía de Dylan Thomas 22 •
Sin embargo, pese a,, su indiscutible interés operatorio, la noción de
r
desvío no agota el dominio de los "efectos estilísticos"; éstos no se
reducen sistemáticamente a una transgresión de la "norma" cotidiana,
como han reconocido los autores que han entendido estilo como esmdio
de la totalidad de la obra, de las características y estructuras peculiares de ¡·
una obra dada.
El problema de concebir el estilo como desvío se agudiza al intentar ?
captar el término de comparación respecto al cual la lenglia artística es
un desvío, al hablar de la "norma" frente a la-que se manifiesta su di- l
I•J Mukai'ovsky, Levin, Chatman, Delbouille, J. Cohen, Minerand, Saporta, Thorne, Leeeh, etc.
Cf. Bibliografía de Tzveran Todorov, ''Les érudes du sryle", en Poétique, 2, 1970, pp. 224-232.
20 G. N. Leeeh, "Linguistics and the Figures of Rhetoric", en Essays or. 5tyle and Languat,e,
páginas 13 5-q6, p. q6 ("... el uso creativo del lenguaje; y éste, en el contexto de una descripción
lt
lingüística general, puede asimilarse al uso de formas no ortodoxas o desviantes de lenguaje").
· 21 Sol Saporta, 'The application of Linguistics ro the Srudy of Poeric Language", en 5tyle in 1-
Lant,uat,e, pp. 82-93, pp. 91-92.
22 G. N. Leeeh, loe cit., p. 142.
- PrQb!emas y síntesis
23 René Wellek y Austin Warren, Teoría literaria. 4! ed. Prólogo de Dámaso Alonso. Versión
española de José M.' Gimen o. Madrid, Gredos, 1969 (reimpresión). p. z 1 r.
2
~ Jean Cohen. &truaura del lenguaje poético. Versión española de Martín Blanco Alvarcz. Madrid,
Gredos, 1970.
21 Cf.Tzve<an Todorov. "Les études de style". en Poétique, 2. 1970, pp. 224-232. p. 225.
~Ce~ kl~'
11 \1\ t>llJv"\. A IJ
Alicia Yllera
~l:~',=:~:d::;;~~~~=i=:~F.3:E::~::~~~
··.orm_-'en e;<pü.ed.e:'s_.cr":utiliZa_d_ a.:··c_-·omo' concepto·~operatorio ·. siempre•:quer
G t_E_pst.·-
..· _'_en_
. t.
l!o·:~e:.~j:r.Ia. noci'án::t:te:~~·n:orti1a'?.·en'téni1in:<:>;·a:bsolutd.
~W-All#ii'l~oñ~ji~*a'eltéo-estile;w<:lí5iñó'?!d~iºrr;r~ide:· en'-Jeom-pararlo.;
29
J- Kristeva, Semeiotik_e, Recherches pour une sémanalyse, p. 2 54· ("El sujeto conocedor que aborda
el lenguaje poético. lo piensa, en su discurso científico en relación con la lógica que opera entre los
polos 0-1 (verdadero-falso), en la que los términos de la negación se excluyen. Y es este 'en relación'
lo que produce la categorización de la poesía como discurso desviame, como anomalía.")
3° Tzvetan Todorov, "Les Études de sryle", en. Poétique, 2, 1970. pp- 224-232, pp. 224-5·
·" Ibidem, p. 22 5-
}2 Podrían incluirse en esta tendencia, Fowler, Havraoc:k, Uspenski, Todorov, etc. Los autores
anglosajones defmen d registro como: "A set of contextua! features bringing about a characteristic use
of fonnal features may be talled a re¡fster... The surn of the resultant formal characteristics may be
called a style. The interplay of the two norions is implied in such phrases as 'the language oL. 'wh<re
language meaos 'style' and the blank es filled by a reference ro the regis ter in quesrion." Roger Fowler,
~Linguisric Theory and the Study of Literature", en Essayi on Style and I.anguage, pp. 13-8, pp. 14-1 j.
("Denominaremos registro a un grupo de rasgos con textuales que traen un empleo característico. de ras-
gos formales ... La suma de las características formales resultantes será denominada un estilo. Frases dd
cipo de "d lenguaje oL" -en las que lenguaje significa "estilo" y los puntos suspensivos aluden al regis-
tro en cuestión- implican la interacción de estas dos nociones.") Cf. Barbara Strang, Modern Englísh
Structure. Londres, 196z, pp. 19-20.
· 33 Uno de los conceptos de mayor importancia en las poéticas y retóricas aoriguas y medievales fue
d concepto de los tres estilos, a menudo denominados genera: en su Retórica a Herenio, Cicerón señala
la existencia de rres ""tilos (genera}, según la "cualidad" de la elocución: un estilo sencillo, mediocre
y elevado. Estos rres estilos se diferenciaban por el léxico utilizado y la .. queza y adorno de la cons-
trucción. (Ad C. Herennium de ratione dicendi, ed. H. Caplan. Londres, 19 l4• IV, 8.) Posteriormente
se maoruvo la división, aunque "vinculaodo los tres estilos al asunto tratado y a los personajes puestos en
escena. (Véase, E. Faral, Les Am Poétiques du XII' et du XIII' siéde. París, Champion, 1924, pa-
ginas 86 SS.)
q6 Alicia Yllera
~
3-l Nuestra época. que ha resucitado la vieja retóriea. no podía pasar por alto el interés de la teoría
de los ues estilos. que apuntaba a una defmición global de los tipos de discursos (géneros). aplicable a
las obras completas. Tras pasar revista a las diversas concepciones de ''estilo", Todorov concluía: -Je
trouve la meilleure utilisation de ce concept, td qu'il me semble devoir erre conservó. dans la ttiparti·
tion antique en sryle has, moyen et élevé." "Les écudes de sryle", en Poétique, 2, 1970, pp. 224-2 p,
p. 2 26. ("Pienso que la mejor utilización de este conepeto, tal como me parece que debe conservarse,
es la tripartición antigua en estilo bajo, medio y elevado.") ¿Paradoja de la estilística moderna?
35 "To say that poetry is different fron science is like saying that the srars are different from astro-
nomy. Scientific is usually meant to apply not to the phenomenon but to a way of talking about any
sí, presentaría un interés muy secundario si. no fuese por el interés que ha -
despertado y las polémicas a las que ha conaucido. Digamos, situ<ÍJ!~
en una · · con toda la imprecisióñ'"que puede tener-~
estudio estilístico
i
1.
,_¡t
i
¡..
Diversidad de acercamientos
phenomenon." Sol Saporta, 'The application of Linguistics to the Study of Poetic Language", en
Style in Language, pp- 82-93, p. 8j. ("Decir que la poesfa es distinta de la ciencia es lo mismo que
decir que las esrrdlas son difetentes de la asrronomia. En genetal, se aplica científico no al fenómeno, O:... _~ ,;
-¡:¡~~~
:.\~q]f.ra~literana ;""Ja·~obraó·pennaneG:e,~bi~¡:¡¡¡;on;"!S;cacssami~J;~~eJ:en-
" J
.. ;t~;:s:_;lal acercamiento psicoanalítico, sociológico, etc.
~~~ ' . ~~~~~jl;[<!(¡l~.._.,.,.Jl<\un¡o
~f --- -- en este caso, las interpretaciones no
.['o son , smo Es el caso de una misma obra
<" analizada bajo un método estilístico, sociológico, psicoanalítico, etc.
Puede darse incluso al analizar una misma obra bajo las perspectivas de
la estilística idealista y de la semiótica poética, etc.
~.~;u¡.~~.- ~-"_ffi~_>SJ.a_w.¡;h'd€_-~Piuéa%2f'V:; _ '.~y1fr<fái&st dos críticos separados en el
-~•.,;....- ; ~~~ .~"7í.~~:~!:~llt.~~-'":~·~-~"$~~'"'- -...~:;c.~~--..:,;:r,;;~-.?h~:~- ,:;;b'- -.... ,_
-tiempo y en el espacio pueden llegar a conclusiones diferentes acerca de
~ una obra; todo lector, todo crítico, proyecta algo de su época y de su yo,
'W al juzgar la obra. La poética y semiótica literaria han intentado abolir(Y
\
~
r.\l
este relativismo, pero la falta de perspectiva histórica nos impide decidir
si han logrado realmente un método universal, general y objetivo, o si se
trata de un método más, sometido, como todos, a unas corrientes culturales
determinadas.
~ --lt~~~<l:tcZ:J~1~f,ti~9Sf·Puesto que cada uno proyecta algo de
l. sí mismo, dos mtérpretaciones coetáneas realizadas con un mismo méto-
1- ~do pueden ser diferentes. Caso de no ser contradictorias, ¿pueden admi-
l1 ~'"J~~ tirse ambas, o la aceptación de una supone el rechazo de la otra?
~~~~\· Con ello entramos en el problema de la pluralidad de ~ignificados de la
[l~_c obra y de la necesidad (o no necesidad) de descubrir en el poema la
¡1 ~ intención del autor. Se ha rechazado la creencia en "tantas interpretacio-
!j;L~~ l nes como intérpretes" basándose en que una intuición primera puede co-
¡i\r ~· :~ ~oborarse. ~o~ el subsigui~~te _análisis 36 •• Es indudable que, al admitir
¡1 ~ -J!~ c1erto subJetivismo en la crltlca mterpretat1va, no pensamos en que pueda
¡1 ..f · decirse "cualquier cosa", sino que: .
' a) S~~it<l~~:ima?.pliif:~CM~h<Ié· intdpretaciü.tí'e/: está abierta
a diversos enfoques, que arrojarán una verdad parcial, y de su conjunción
lograremos una visión global.
{3) -~t~B9R::dfl~~utqr'c:al~icifiil5if::i}i 6br~t aunque importante, hil
1
Alicia Yllera
l
.
m~ts·-,,:¡arnlt:lítCJOS: ·élJ!Feeffil~~cuesti6nwe-ri'Ul~diferenuiaso
~l.JJf<;Z'~~J'Ifp[U,~9Ftj:qé:~)f'§f ·y-~el~·len~~J.'PUé-tit~~pero;"'entre'a:m,_
bos, ·no;.siempr~,.-ptieden"!,establecer-s.~"diferenc:ias· tajantes, sino única-
mente divergencias cualitativas y cuantitativas:
íldi..M.<liR'lli4Cl!>"iP~i:ll.'2'{j~~:~''·~~U';ll!-.o.¡;:llo.~=-~--l>.-~
2. ~&,~JlGlllan.>aS=~~W:J.Il:(_.,..~-~--dlllUQ:>7<7JJ,'!!'~'#"":l"'"''
f!R'8~i!l.~~-~~"~~-~-&:-11.· sino sobre la "utilización" especial de éste. Ba
/
literatura como "lenguaje ·intransitivo", es decir, aislado
a referencia ajena a él mismo. Sin embargo, aun suponiendo -lo e ;
\
discutible : una obra responde a una ideología, sociedad, etc.. de Uf!
mento dado- que careciese de referente, d lector, habituado a un .
sitivo del lenguaje, descodifica d mensaje como si existiese es·
erencia (Riffaterre ). Sin embargo, la obra literaria, d lenguaje p
o, no puede juzgarse, a diferencia de los restantes usos del lenguaje,
'ªti~~«l~~~'e'áli~~ow~®tt~®~c-~9r-!Jr
'" Existen aplicaciones, disrinras de la literarura, dd lenguaje con un fm estético, como la orato-
ria, etc., -<le hecho una consideración estética puede darse en cualquier tipo de lenguaje-, pero en
estos casos existe una fmalidad diferente de la señalada. En la obra literaria, por el contrario, existe
esencial y primordialmente un fm comunicativo gratuito y un fm estético, lo que no impide que pueda
verse en ella d reflejo de Ur.a ideología, i'poca, etc.
.\•J Hemos disringuido deliberadameme el que el plameamienro esrélico predomine para el autor.
para el lector o para ambos. Esto explica que leamos como literatura la obra de autores que nunca se pro-
pusieron hacer literarura, como seria d caso de Pascal. Una vez que las circunstancias que justificaban
su obra polémica han desaparecido, ésta sólo conserva un interés "de época", p.,:,.-~.fhistoriador de las
ideas, etc., pero, a la par, su obra permanece por su interés literario. Una misma obra puede ser juzga-
da como obra estética -es decir, empleando los términos de Zumthor, como monumento- o como docu-
mento histórico, tratado político, etc. --es dec;:ir. como documento (en d sentido en el que lo emplea el
l
autor citado): el ejemplo más palpable serían los "philosophes" franceses dd XVIII. cuyo lugar más
destacado está hoy en la historia literaria.
40
Entendernos por "lenguaje poético- no sólo d lenguaje dd~sía, sino el de toda obra lite-
raria.
,- ------------------------~----------~
Problemas y síntesis
r~~-=!r~~o;:;:;;;~utQ~~~ucij~~1"'una
t.~~=:~:~:==~~~~:~~~!~
P,n la utilización no poética del lenguaje, el entorno no es ambiguol;,
~~,lo suficientemente dete~minado como para ~segurar una ~esc~diJ
§#a~n adecqada del . ~ensaJe. Por otra parte, d_ contexto Si~CIO~
')Rfluye sobre la elecaon de la forma del lenguaJe 42 • En la htera~:
$;o existe entorno exterior a la obra misma. La situación es creada por ~
'f~.nguaje- mismo43 . Mundo creado dentro de la palabra, con leyes di\
tWhtas a las del mundo "real", plantea siempre un conflicto al leCt:o~
¡Jtien ha de descodificarlo a través de su lenguaje referencial. De ~
ii¡ radical ambi_güedad del mensaje poético, lo que justifica la diversida!·
~ interpretaci9nes de una obra : escollo de toda crítica de interpretació~
,.,. ·:"W~~..fk~Warren;..~iintenfufon~esolv:CF>..Ji:tnedian"t:e~:.s:w:7!g,gp~!;fl.tO-"?~·
~-~d,?44.
l
43
A L. Binils, loe. cit., p. 1 2 2.
44
R. Wellek y A Wasren, Teoría literaria.
45
A L. Binns,/oc. cit., pp. 1 30-1 33: "Whüst this very nasrow base of referencei for sorne words
in literarure increases the need for individual efforts pn the reader's past it also increases the possibiliry
of individual difference of response." ('"A la pas que este escaso margen de referencia pasa ciertl~Jó pa1i·
bras en literarura aumenta la necesidad de esfuerzo personal por paste del lector, acrecienta también la
posibilidad de diferencias personales en su respuesta.")
46
Concepto ampliamente desasrollado por los formalistas rusos. Véase, esencialmente, Roman
Jakobson, "Qu'est·ce que la poésie?", pub!. en cbeco en Volni Smery, Praga, 30, '933·34· pp. 229-
239· Traducido al francés por Masguerite Derrida y publicado en Poélique, 7• 1971, pp. 299·309.
11
r
1
r62 Alicia Yllera
r
(
:E~=~;:;:;:;;:::
"-'i<:..-:.......-_ --·-
~{~=)~;~~~;f.&;~:It~~~}f::~:~;~~~=. ~;~):"'?
·'<~--·· T~~s ~st~ análisis de las semejanzas y diferencias existentes entre el
.-lenguaje literario y el volver al modo de ser
de la literatura. ~IDidrrriF~rroo~
.
!
~=~~::~~:.~~--
49
50
51
M. Riffar<rre, Essais de stylistiqut structurale, p.
Dámaso Alonso, Poesía española, pp. l99 ss. ·
G. Genette, Figures II. p. I4j·
1 28.
.. p. ,,s.
5
2
J\. J.
Greimas, Sémiotique poétique, p. 2 3·
--------------------------
Problemas y síntesis
l
así, a la comunicación esencialmente prag-
mt:erc~sada:, a la oratoria, etc.)~en el lenguaje coti-
diano el mensaje se adapta a una sola situación; el mensaje literario está
fuera de la s i t u a c i ó n ) , R , - ( s u fin principal
es un fm estético). Esta gratuidad y este carácter estético puede prove-
nir del autor, pero el lector puede atribuirlo a una obra concebida con
otro fm.
~-t.___
1:
'.
(-
)
--- ----- - -----------------~-
Capítulo 5
CONCLUSION
1 '
l
Alicia Yllcra
1
r~eibió••uno•nue:vo auge con los lingüistas estructuralistas: los autores 1
1
qbe' colaboraron en Style in Language estaban convencidos, y entre
ellos figuraba Jakobson, de la vinculación de la estilística a la 1
I
·~_J_ngüística. Posteriormente el método lingüístico pareció i~suficiente,
'~obre todo teniendo en cuenta que la lingüística prescinde del
,~¡ / .~~álisis de unidades superiores a la frase y que son estas mismas _uni-
~- 1, dades las que interesan a la estilística, y se vinculó la "estilística" a la
j,
' semiología, ciencia aún de escaso desarrollo y marcada por cienos
errores de base, como la inversión de Banhes de la fórmula
saussureana considerando a la semiología, ciencia de los signos, como
r
un capítulo, ,de,.)a .Üngüística. Pero la inversión barthiana es swnamente
sigllificativa de las tendencias de nuestro momento y de los males que
aquejan a nuestra época: diversas ciencias (antropología, estudios folcló-
~ ~ ricos, etc.) han tomado sus métodos de la .üngüística, buscando un mayor
0
Sv;JlJ rigor en sus análisis. Ahora bien, estas ciencias pueden ser incluidas dentro
\-:¡, ', 1 V de la semiología: sus objetos de estudio aparecen relacionados con esta
~,v..víll\\ ciencia amplísima que estudia todos los procesos1 culturales como pro-
r ó'f? ~~lcéesos de comunicación. Pero la semiología, a su vez, carece de método,
~\.V~ o mejor, de un método ap.Ücable a la amp.ütud de este campo de estudio,
'?i!".fv'llfO puesto que ella se había desarrollado inicialmente como estudio más res-
~ tringido : entonces se echa mano de la .üngüística, la única ciencia semio-
(.;l) lógica que posee un método desarrollado, y para zanjar la cuestión se ve
·V en la .üngüística, no un importante capítulo de la semiología, sino una
ciencia global.
-t~r ;;lif~~~ _líneas generales podríamos distinguir ,;d'~~~p~de'"~l!UW<?;¡;J¡t;i'c$
~ ~t;;íE~~~:qu~:atiend~,<~c~lasgPf~~_l~~ry~<tª1~reS~\fa:~1(1~f~~f{
A~-f'>\. K!f..:,,..:·>"·Q,!( y, etc.).
tl'\1~1,§) . ~
e;,~'w \ 2. Hstttdins~~q~ect<!ti!l.ll4ep,.:~~JJ~~i
-~®Sif.teyando.,Ja,,obra:-ocom<;Y:;'fuente-·de-·"dares para el estudio del
lenguaje expresivo (Ch. Bruneau). .
~$1 ~qJ:i.Sía!$.lli~if~,Qlfra'teñ~sH
-en cuanto ;~;~ejo;~ge,:qn,autor (SpitZer );
-en su J.W~~peculiaridad (Dámaso Alonso);
-en sus:~~rcinas(Amado Alonso, etc.);
-como Il1árii:feStá1ftorr'Jd"ec>''un#típ~~"';discurso direrarior como
fuente de datos para construir una gramática de la narración, del lenguaje
poético, etc. (poética y semiótica .Üteraria, parte de la estilística estruc-
tural).
l ' . ' /\ 1 1(
~~-;-;- ~- ii;Lr:¿-=-t¿s.iF7tJhc0;- ~-rv~
1 . 5~1DfcC4
-0
/,f:. , 1
Conclusión 167 ·"' J
En cuanto ~deft.-.~·!~·o<?P¡:'a'~pue<kn,di'silligu.ítse i:
~ttitud_es: i
1. ~~~~~,aunque este hallazgo ini- q: i
cial se corrobore,. justifique y complete mediante el análisis científico: ~ ¡
i
·estO&"cara~..,a ·..la {·ti~~<iqe:ilistat ,·pero, ·paradójicamente~'"'<tparecel;~~ j
~J
'¡
(B~!!~l·<~ . _.... · ·. . . . _ _
· · 2. [~.~~n>r~cindei deda·~~<iórt)St~mo'méto_do·:1~tp.tífic!i;-yc spbj~l:'<T
(la mayoría de la estilística de la lengua y de la estilística estructural).
1·
¡
Es curioso comprobar el empeño con el que los diversos autores han .
destacago las peculiaridades existentes entre los divcrst:>s}acertamientos
Í
1
~sticos,• Creemos que estos acercamientos no son contra:di((torioS>-entre•
.·sJ;-res más, que en muchos casos sería fructífero compaginados e inter-
~~00~~
~
~
~
*
( 41· estilístiat;"~la poética· y la· semiótica literaria· son ciencias .que aúrr ~ t .
sedta:llan.~,en,,sw,fase d~cQ.Q.Stirució~ Se han propuesto diversos modelo¡ ~-
.j de análisis, pero sus métodos no son aún definitivos, debido, en parte, a ~ ~ ~
1
1
j
la diversidad. de planteamientos lingüísticos adoptados (estructuralismo, ~ <:::>
gramática generativa, lingüística dinámica, etc.). Pese a todo, han siste
matizado ciertos conceptos básicos, como son el de la obra poética, el de ~
IIY
¡ las diferencias entre el lenguaje ordinario y el lenguaje poético, el n:odo .li'
·1. .
·@ de ser del · · etc.
' . ~
....;.;t-
Clertos ~
1 lingüísticos pueden ser válidos, @y'cq~e. d~AAf{lf'·}J.pa,..:.difefeiicia· ~
'i .fua_dgrtiéllt;tl que opone a ambos~·proeedimientos. d.e~'~;utsisl: ~
Tampoco puede .. a
unidades superiores a la frase", ya que &J
9 con una_ "~güíst~~ .· ~
~~~~g ~t~iplrl~~~~-un lenguaje or~i!.!an~k:911-'"'5~~ha~an ::t !
.¡¡¡;.e;~~¡¡¡;~~~~ l t 1
y la obra poética es siempre una manifestación del habla (en sentido sau- ~ ¡
ssureano), un mensaje (empleando el término la teoría de la !
"~1
'!1!
~li
'de~lrn)l:u:a11e:hUIDl!Jlo (y esto lo opone a
·Jl~~¡,m;;;'tnarg-en''de ·.ambigiied:a~i~:;I~ID·!!W§
tl-"!r:Oi;~•rntre:;~;:;:.:m:=~~~~~~i.~'
t .· :~~~f~~=~~~~;~~~~~w;:~~~~:~~:¿f~~::tas:;~=~~n~e e:p:~;;J:~::~;
ésta, puesto que la obra no se compone de cierras ideas dichas de una
manera determinada, sino de una manifestación conceptual indisolublemen-
te ligada a una forma. Tooá"inutaeión formal o semántica suponeda-diso~
=~~~~:~~~~t~tlii~ '
i.
·¡
1
·( Apéndice 1
l!
l
1
Sería imposible hacer un análisis detilllado de las diversas corrientes
de la crítica literaria del siglo XX. SÁn embargo, el problema de definir
las peculiaridades -e interés- de ~)estilística y poética nos obliga
a aludir brevemente a ellas. Sin olvi~r -ni relegar- los estudios de
tipo tradicional (genéticos, históricos, biográficos, de erudición e
incluso, sin valor peyorativo, ''impresionistas'', término que nos
permitirá englobar estüdios de interpretaciOn sin método definido),
analizaremos exclusivamente los nuevos métodos que han marcado la
crítica del siglo XX.
El descontento eón la crítica. tradicional, la búsqueda de métodos
más apropiados al análisis: de la obra, cierto prurito cientifista de nuestra
época, han llevado a adoptar "modelos de análisis" procedentes de otras
--1'· ciencias, de la lingüística (y recientemente de la semiología), del psico-
1
!• análisis (freud~o), y de 1a sociología (en general, de tendencia marxista).
Estas tres corrientes -a las que podríamos añadir una cuarta de inspira-
ción filosófica y de menor trascendencia, el existencialismo- constituyen
··j lo esencial de la ·nueva crítica, manifestada en diversas tendencias.
i La crítica "moderna" se basa en una corriente de pensamiento que ve
1
'1
1
1
1
Crítica sociológica
1 Roben Escarpit, Charles Bouazis. Jacques Dubois. Roben Estivals, Gilben Mury, Pierre
'~~i'fOYeia:'~~t~J~k!'~Y.~é,~.actc:r~l44-por~~~mcist~cia_-_-~e/,·un,~:héro6'
problemdtzco. La:;;npy,eh¿,es ;,]a,,bistona~.de.c-una-;busqueda .;.;-, demomaca -~ (de;.
g¡;~:d~!4. ), bt!sq1,1eda ~e_ yalores:;al,lténticos:emun,..IIiundo degradado a sU V~
..
)3~*i'i~;'5.~~~l <fif"e~,~fe y.,qe •modo distinto. La novela es un género épico
caraci:ériiado, contrariamente a la epopeya o al cuento, por la ruptura
insuperable entre el héroe y el mundo. Estas dos degradaciones engen-
1
dran, a la vez, una !iJiiiJl§iqiÚ~Ofjj!ftufiv{llbase de .esta ruptura insuperabl'e,
'1 y una1;f.ó,tljtf~Xi/ttd,'}ujiciil/ié>,; para permitir. ·la existencia de una forma épica.
,¡
! ~s;p;rrt:ir~~~>:es~~- análisis hace.,una tipología-.de.la,-novela occidentaLdd
'S}glq'i~X:X;\:di~dida.cen·. tr~s~grupos; al que añadeUn·cuarto~ transformación
del género, constituido por Tolstoi.
Partiendo de Lukács y recordando sus coincidencias con Girard 3 ,
Lucien Goldmann 4 elaboró el ;~struct~ri/,/.i/Q¡ó, .¿ftzéi(c~/ uno de los intentos
más importantes de crítica sociológica. l.a·::relaci6ne.entre ciertos·. conteni-·
\ clO$(;:d~~ una<iiov'ela:'Y' su.'épQPl._había, :si,do- siempre;;olJseyvada. ·El au_tpr: s~
prppone -_est;¡blecer- una re4cj6ñ- entre la forma .ng,~~J.e..í:ca;;y)a . estrll<;tllr<r deh
tÍiedlo en d que ·se desarrolla, es decir, d~:li ;;9-~e4 .. c¿~o .géner.o Jiter¡ujo
Y~'~P~;)a soQ:~9;\':,~vidualista .111oderna: Se planteó la persistencia de la
novela en pueblos y épocas diferentes, viendo en -·ella:;-~~la tr;msposition
· S!,i!;;)e, _ plan littéraire de·- la vie . quoti,di.~~foidanss:lar.soci~i-~ip,Qi:ridP:@§te·
)ié'e;'Pida: ..production pour·le~che' 5 • En el mundo moderno, lá'-"pfó'duc"~
dóñ:i!'St oas:í en ·él71iijJM:~'tJetamkio, no en ei'~!:f/ffll_tfüso ~e l«?S"~objetos. El
valor de uso tom¡ ~ -~aráctcr: implícito, "exactement comme celle des
¡
¡j
ti
valeurs authentiques dans le monde romanesque" 6 . Los únicos indivi-
duos que siguen orientados hacia los' valores de uso se convierten en seres
problemáticos. "Ainsi les deux structures, celle d'un important genre
romanesque et celle de 1' échange, s'avcrent-elles rigoureusement homolo-
gues, au point qu'on pourrait parler d'une seule et meme structure qui se
manifesterait sur deux plans différents. De plus ... , l'évolution de la forme
3
René Girard, Mensonge T011Ulntique el viriti romanesque. París, Grasset. 1961.
4
Lucien Goldmann, Le Dieu caché. París, Gallimard. 19¡6; Recherches_dialectiques. París, Flamma·
rion, 1959; Pour une sociologie du roman. París. Gallimard, 1964; Marxisme et scimm humaines. París,
Gallimard, 1970; "Le strucruralisme génétique en sociologie de la linérature", en Littérature el Société,
1967, pp. 195·222; "La sociología de la literatura: situación acrual y problemas de método", en
Sociología de la creación literaria, pp. 9·4 3; '"Le théatre de Genet. Essai d"étude sociologique", en So-
-1•. ciologie de la liuiratrrrr, 1970. pp. 9· 34; '"Le Dieu caché. La 'nouvelle critique' et le marxisme",
er. Sociologie de la littirature, 1970, pp. 2 p-240; Structures mentales et créatiuité culture/le. París.
Anthropos, 1970; "Les déserts de la foi (Buñud-Pasolini-Godard)", en Sociologie de la litérature,
1970. PP· 13!·14)· etc.
' Lucien Goldmann. Pour zme sociologie du roman, p. 24. (" ... la transposición sobre el plano lite·
rario de la vida cotidiana en la sociedad individualista nacida de la producción para el mercado.")
6 Ibidem, p. 25 ('" ... exactamente como el de los valores auténticos en el mundo novelesco").
172 Alicia Yllera
,.:!
!'
romanesque qui correspond au monde de la 'íqfí;¡¡a,Jion'" ne saura1t etre i
)'
comprise que dans la mesure ou on la mettra en relation avec une his-
toire homologue des structures de cette dernicre" 7 •
Salvo el realismo soviético, representado por Gergi Malenkov, las
escuelas sociológicas han sido más florecientes en ·el mundo occidental.
Sólo en los EE. UU. su importancia ha sido escasa, apareciendo su
núcleo más importante en los años treinta, con Bernard Smith (Forces in
American Criticism, 1939), Granville Hicks, etc., y marcando la obra de ¡
¡·
escritores de otras tendencias como Kenneth Burke. En Inglaterra su
principal representante fue Christopher Cauwell (Illusion and Reality,
19 3 7 ). Mayor importancia ha tenido en Francia, Bélgica, Italia y Ale-
mania, con los italianos Antonio Gramsa y Galvano della Volpe (Críti-
ca del gusto. Trad. esp. Barcelona, 1 968) y, pese a su eclecticismo,
Umberto Ecox, Jos alemanes Theodor Adorno~. Walter Benjamin, etc.,
el belga Lucien Goldmann, y los franceses Auguste Cornu, Louis Althus-
ser, Pierre J\1acherey 10, etc.
Crítica psicoanalítica
7
Ibidem, p. z6. CDe este modo, las dos estructuras, la de un importante género novelesco y la
del cambio, se revelan rigurosamente homólogas, hasta tal punto que podría hablarse de una sola y
misma estrucrura que se manifestaría en dos planos diferentes. Además... la evolución de la forma
novelesca que corresponde al mundo de la reificación no podría comprenderse sino poniéndola en rela- -1
ción con una historia hQ111óloga de las esrrucruras de esta última.")
8
Umberto Eco, Opera aperta. Forma e indetermina-rjone nelle poetiche contemporanei. Milán, Bom-
piani, I 96 3. Trad. esp. Obra abierta. Barcelona, Seix Barral.
9
Theodor Adorno, Prismen. Kultur/rcritik and Gessellschaft. Frankfurt Suhxkamp, I 9 5 5. Trad
esp. Prismas. La crítica de la cultura y la sociedad. Barcelona. Ariel, 1962.
°1 Cf. R. Wellek, Conceptos de crítica /aeraria. Trad. esp. Caracas, 1968, p. 258.
r--------------~-----------------------------------=~===-
¡:
,!
¡1
\"(
Apéndice 1. Estilística y crítica literaria q 3
'l
...
1
!
'1 relación entre "Poesía y sueños". En Europa, fue esencialmente en Fran-
IJ cia y
países francófonos donde esta corriente ha sido más cultivada.
René Laforge estudió, desde este punto de vista, a Baudelaire 11 , Marie
Bonaparte a Edgar Allan Poe 12 . Posteriormente habría que recordar los
estudios de Ch. Baudouin 13 , Gilbert Durand 14 , etc. Los estudios de
G. Bacherlard y Charles Mauron suponen un nuevo run~bo en la crítica li-
--:12
teraria. m:a_9t4frd ' esnidia dc.simbolis¡;np: de-Ja imaget;t;;, ey,¿la1literaturaf
~ -~g~lli'\"~ap,if,estada,,a, niveL de.- la, cconci:encia:.> y no-- del>súbconsciente,~;)~
.!
'"'"'- q!!-$'w!!?~~~:~:l.ra.;;:¡g,~""p,skoan~sis. _<1·¡;a.·§;--;J;l-.J-et:-zas>;_;:u_.~~gl!l@!\l"Y;i!i5it.Clp:erarte,;eu''-~
~ l!Ql@.li,i;:'ISQP:t;!i-~.\;dos;:,¡qes ~di:ferente:r:
"" desarrollo en la novedad; como_,--~·•ij-~gi_lj~pl(O;
~ linágenes contenidas en el fondo del ser. Las diversas
~ ;¡ateriales, s_e reducen a un sent~ento humano primitivo, a ~, te1np1er<~
~ wento omnco fundamental, articulado en torno a la percepaon
tfuatro elementos: aire, agua, fuego y tierra. Estas imágenes se •u<uuu~:~~-
'-1
.1 ~ &n, a través de complejos de cultura, actitudes irreflexivas que !".vlu''-"'~!±'
~ ~ actividad reflexiva. El poeta cree tomar del espectáculo del
~ i}nágenes que no son sino proyecciones de un alma oscura: "On
$
complexe de culture en se cultiver objectivement. Le
Ahoisit ' - - :· -- - · -- · - , . ·- -- ·-, - ,. _ _ -
~'Stójré" • La obra ,de, Bachelard no se presentaba. como "crítica lite-·
15
;:!:,;!::;.~":::~::!~;s:~:=r~:~;~;~-¡¡; :!~~
~~J~:><<;latQS•':obt®:idos:;:para-~una~inrctpret:ácion:·¡de~•lá~'.obra.
La psicocrí-
tic;a, así concebida, ·bu:scadas:=asociaciotles:·deddeas"'ÍnV.oluntarias baf~·la~i<l'
J4f:l$.~~puscaqas''dei·ün<texto~. La existencia de redes fijas 'J~; ···
,... ociá~io~~s "Je imágenes o de situaciones en diversas obras de uh
ihismo autor permite captar su "mito pe'rsonal" cy::Jos rasgos:c:_d~c+S.fr
i~I(IJ!~~trrWqlie;i{y.t¡1I:InE'á.,l¡t:(comptensi6rt':de:·su:'obra~
Finalmente, podría añadirse la f/f!f~wltJJJt!8lflfJJ:1!El existencialismo
se ha refleiado sobre diver.sos crític~~~pel~~~·'te~riá-·-propiamcri'te exis-
le)icialistir~%1dQ'fde;'escasa 'repefcusión en el· mundo~ddas letras. Podría
citarse a Sartre 24 y Dubrovsky 25 , :pero' su creagordnismo, en ~su,·últi,
1
!
Apéndice 2
CONTRIBUCIONES RECIENTES
1
obras literarias. En realidad, la metodología estructural se extendió muy
pronto fuera del marco del análisis de las lenguas naturales, en el que
había surgido, e influyó en los métodos de las restantes ciencias
humanas. No es extraño que la aparición de otras corrientes lingüísticas
se acompañase, relativamente pronto, del intento de aplicarla a los
estudios liternrios. Pero las aplicaciones de la GGT 2 --siempre rnit:adas
con desconfianza por los más ortodoxos generativistas- no han dado
resultados tan brillantes como las estructuralistas. En el caso de la
pragmática no parece posible todavía enjuiciar sus resultados. Por otra
parte, la aplicación a las obras literarias de los métodos lingüísticos o
1 Lo cual no supone que exista una sucesión tajante entre estas tres tendencias.
2 GGT: gramática generativa y transfonnacional.
!77
semióticos muy pronto mostró las Ümitaciones de unos modelos que
r
1
I. INFLUENCIAS BÁSICAS
1. LAGGT
"
~
l
~ 0 tff;s_.:(juan,ve venirti'Pedrio o'}UánTile,.queRedro,viene) ;·lo que paredí'll!¡fétmi.
3 Evidentemente, este triunfo fue gradual y se realizó con mayor o menor lentitud según los países,
~~ sin conllevar, en bastantes casos, una total desaparición del estructuralismo.
4 Las primeras aplicaciones de la GGT al estudio de las obras literarias se basaban en la primera
~~ formulación de la GGT presentada en Syntactic Stmctures (1957). Más tarde se partió de las
~ formulaciones posteriores.
1i~
~
Apéndice 2. Contribuciones recientes 179
~~iante:s>:estilísticaseyl$~pot.\.l~1~'e:;t;itO'lrl~)los:.oiliferente.s.:
íªl;!:~r~
,, .·· A partir de ~~6'4/ aproximadamente, se publicaron una serie de
1
trabajos sobre el. lenguaje poético o la obra literaria que podríamos
en dos tendencias:
.\
W~tiliZaeión ..de;JQ~·pr~dimientos.cexplkitos;.de>análi.siS':de:la·•r
re.oriá?.gene:al-para?d$~cu.e1lta.;c9,e4ftmciorumriento~-de!.l0s.,·,tciXtos•Hterári6S'·
f!il~!/J.!~!llfJlllfivlz).
Estilística generativa
11
Los primeros estudios literarios basados en el modelo de la GGT
pretendían explicar las diferencias de estilo de diversos autores mediante
una estricta .aplicación de las teorías chomskyanas: eran intentos de
estilística generativas. En 1964, Richard Ohmann6 intentaba definir el
estilo de diversos autores según el tipo de transformaciones más
utilizadas .. Poco después J. P. Thome 7, viendo las dificultades que
conlleva explicar ciertas oraciones agramaticales documentadas en
'l poesía, proponía considerar cada poema como un dialecto diferente con
sus reglas específicas 8.
1
¡
1
5 No se pretende enumerar y analizar los diversos esrudios realizados en este dominio, como
1
tampoco en los apartados siguientes, sino únicamente señalar las principales tendencias y sus resultados
i más importantes.
6 "Generative Grammars and the Concept of Literary Sryle", en Word, XX, 1964, pp. 423-439;
) reproducido en Contemporary EmryJ on Style, ed. Glcn A. Love y Michael Payne, Glenview, III, pp.
133-148; "Literature as Sentences", en Col/ege Englüh, 'Zl, pp. 261-267; reproducido.en &>ay> on the
LangllfJge of Literature, ed. Chatman & Levin. Boston, Houghron Mifflin Co., 1967.
7 "Stylistics and Generative Grammars", en Journal of Unguütia, !, 1%5, pp. 49-59; "Poetry,
Srylistics and Imaginary Grammars", en ]bid, V, 1969, pp. 147-150; "Generative Grammar and Sry_llstic
Analysis", en New Horizom in Linguütia, ed. John Lyons. Baltimore, 1970. 'E! primero de estos
articulos se reimprimió en Strukturelle Textana!J>e. Ana!Ju du récit. Ducour>e ana!J>ú. ·ed. Walter A.
Koch, Hildesheim: Nueva York, Georg Olms V erlag, 1972, pp. 332-342, etc. Los arti~los de Ohmann
y Thome han contado con diversas reimpresiones, lo que muestra el interés suscitado por estos
intentos.
8 En esta brevísima reseña habría que añadir, a los autores antes citados, al menos los trabajos de
'~~-~yi!l;.;Ling!"'>ti<Structur<r in POétry.fl962; Cf. supra, pp. 39-43) se inspiraba esencialmente
en los principios de Jakobson, aunquecUtilizaba..marginalmente:c:J;principio.':de la-.tráiiSforrnacióri-.p:ilií'
'de~~:yl:u:J5;.J~F~-.del-nivel-suby~·desaparecidos en el nivel superficial por elipse o por
la aplicación. de una regla de deleción del su jeto, o entrecruzados por la aplicación de una
tranSformación pasiva. En obras posteriores, existe una mavor utilización de los principios de la GGT.
Se plantea esencialmente los diversos tipos de desvíos ocasionados por las oraciones poéticas
cPr~tA/f~s 9e hJ ~ 661:
r8o. C&utJeft'Pr& ¿ J'~~ {[?) Alicia Yllera
A pesar del interés suscitado por estas aplicaciones entre los críticos
· que buscaban en la lingüística un apoyo objetivo para sus estudios, no
tardaron en surgitflJ.~l~tis~'$k~impe>t:tánte::...ebjecilf>n;;tJtesentltdat~
·t~t!'!~tentos!fes~siilllí!ltidá; que, después de haber observado los rasgds"
formales de un texto (por ej. el tipo de transformaciones preferidas pÓ#
un autor), el crítico intenta, en general, extraer de estas observaciom~\:;
[úna interpretación de la· obra, con lo que vincula unos rasgos formale~
1
~ton unos valores semánticos y psicológicos, sin haber antes definido lo:st ¡
;procedimientos -que permiten establecer inequívocamente estas relacid~"
i_íes. En el fondo, es la misma objeción hecha a los numerosos -estudid'sr
i'~tállisticosc?dehestilü'fde:..:tiíh"'autor~,tealizados··;endos;;;año~ant~tiorl'ts.
Se>:plante&·'el:·problema;de~explícrudas·-.oraciones-. • agramaticales:•en·W
l~.~gq'ii'naturaJ:;;y
aceptables· en• poesía 9. Ampliar la gramática hasta dar
cuenta de ellas suponía o bien que la gramática generase numerosas
oraciones inaceptables o bien complicarla hasta el punto de_hacerla
inviable. Se~,¡x~ñSlf,-a:naelirF.áfla!~fáffi"áti'éá"deda:le!:lgtr~c natural, t~runa
·gt.rortátiiéa:dt<;la~lé'n~~détical}) cap:w'de';'dar;;fUenta'dl'?~la:competerrei~'
't::::e~;:;:~rz!~~~~9~~P;~~;-a;~:~~;:d~a~!!:t~t{ff"~!~r
i'bmpetencia literaria anáfoga a la competencia de la lengua natural, y:~
I~ue las reglas literarias no están enraizadas en la intuición del hablan~~
·fdeal y una gramática que intentase dar cuenta de ellas perdería ~f
!rá~'Pf~~s~v,;~~~B!i~riv<'!'·de·.J3?grarímtita~'gfu'férativa·'deJa¡-lengu'W·
-¡.,l!!átural 10 .
Poética generativa
agramaticales, el tipo de reglas gramaticales que infringen y las reglas que podrían generar esras
oraciones, etc. (Cf. ''Deviation- Statistical and Determinare - in Poetic Languague" en LinJ!ua, 12-3,
1963, pp. 276-290; "Poetry and Grammaticalness", en Proceedinf!.S of the Ninth Intemational ConffeSs of·
.Linguistics, ed. H. G. Hunt. La Haya, Mouton, 1964, pp. 308-314; "lntemal and Extemal Deviation in
Poetry", en W'ord, 21, 1965, pp. 225-237; "The analysis of Compression in Poetry", en Foundations of
Language, 7, 1971, pp. 38-55; "Sorne Uses of the Grammar in Poetic Analysis", en Prob/emes d'analyse
textuelle, ed. P. R. León, etc., Montreal, París, Bruselas, Didier, 1971, pp. 19-31).
• Una de las oraciones más comentadas fue He danced his did ("Bailó su hecho"), de E. E.
Cummings.
10 a. Víctor Manuel de Aguiar e Silva, Competencia lingüística y competencia literaria. Sobre la
texto literario (lingüística del !exto). Por otra parte, algunos autores
recurrieron a ciertos procedimientos de la GGT o bien réformularon los
resultados del análisis estructural a partir de los principios generati-
vistas.
Tras la divulgación en Occidente de los análisis de Propp diversos -~ ~
autores habían intentado elaborar una gramática del relatoll.l{f{raí!il
~fSI~~z:critica-en.todos estos ... . .. .,
-\
ni completas e · · .·~
Esta deberá dar cuenta de todos estos, así como
decidir acerca de su grado de gramaticalidad. ~~:S%IJ:~,i\defw_e;.eL;relato nO'P
~-·e1Y1i.:ie:<li,oJ&n<el;.quec,se~~pre~a (puede ser no lingüístico, cinematográ-
fico, etc., o bien, si se expresa por medio del lenguaje, puede traducirse
de una lengua a otra), :!'J.üel.~tihl:o~que'ttata (unp1ismo tema puede ser
desarrollado en un rel~to, Q ~P..u a o, etc. )~~'¡~.{~~'UJ'[~J!kJ1
f#f/ff!,iCi'é~;-J/tJ-gf;l¡Utd&.~-- (cada unt'af~lÍ~s representadas
'r~~fi;'~;;J;~a··¿~~~Í~b~l~~),i'i2,tg~a:das."de;una:>'detetmina~'A'fianera.
~laffiai#f&R!!.t~ti,1f~~~{~~«~~!'!~rfraé{e~ta'Sc~tmidadesJde·;:cotitehido!i'oásí~, u~
i{<;ontecimiento es una parte de un relato que puede expresarse median\~
t:0a oración, teniendo en cuenta que una oración es, en este caso, ~f
resultado de la transformación de una única cadena elemental: E/ viejh
e,stá aquí es un acontecimiento pero E/ vzijo que está aquí esufl,pg¡;q_,son dÓ~
~ontecimientos13. Distingue aós tipos de acontecimient6S:
Acontecimientos estativos: describen un estado: f!:.Asl~ "2.
H~u~. · · · descn·ben una accton:
·· '
~~ ~
"l>t<t.o ..¡ '4;;¡¡
A contectmtentos actzvos: 14g , 1>~
1. RM-+A+CLC+A+CLC+A
2. A -+ {~ ::: j ~ ;}
A act
3· A {A est ln-
est
ln 1 #
-+ A est 1
-}
4. CLC -+ { ~¿ ~A;~t In + - }
6. A est ln -+ O est
10.
A est In-1
R4~n:.
RCc -+ TCc
_:O est-1
r
7¿ \~
~6;
~ ~:MObf..;-4s(, ~ ~
~/~h-. t~~~
Ji~~~)~·~
Juanerafeliz} ·¡t~J¡b[ Q_ te:1J t-¿
11. Aest-+ { Juanerarico
1
L ~ ~ h \
etc. '),¡_lW"b ~ f f
14.
15.
Estas reglas dan cuenta de una historia mínima del tipo de:
Juan era mi!J pobre, .entonces fe tocó fa lotería y, como consecuencia, se volvió
~~ ~
No todos los relatos son tan sencillos como el anterior, por lo que \liS)
hay que completar la gramática para poder dar cuenta de los relatos
complejos. Para ello, añade la noción de episodio, de relato simple nuclear,
de relato si!'IP/e y de relato compltjo.
,t¡w(i'kff'rl!Jifi};;·es;:c~oun;;:"·eon¡·unt&,."de'.'a(;ontecimícií.l:os·.iJ_ctfan¡·uñt~s<~qcue~
"I;~Z'"" ••
~eñeeeri~a.<Ja~misma.secuencia,temporah Juan era pobre y era desgraciado
· dos acontecimientos.
Un
a Juan era feliz, entonces encontró a Maria, entonces, como consecuencia, Juan
fue desgraciado produce: Juan encontró a Maria, entonces, como consecuencia,
Juan fue . · antes de que Ju;n encontrase a Maria era feliz,· etc.
consta de más de un relato simple: los relatos
simples que lo componen reciben el nombre de relatos componentes. Las
maneras de combinarse los relatos componentes para constituir un
relato complejo son según uno de los tres tipos de combinación de los
relatos señalados por Bremond y Todorov:
v P.ercri.•adem1is·:"lln··
' '
mismó,,relatot'compleJ· o.•pil:lede"',nresentar,-div<M'Sc>s-
·r ;z~
· ,t;ipos,dc¡: combinación de sus relatos componentes. Para dar cuenta dg}
relato complejo hay que añadir diferentes reglas transformacional~
pero, así como las reglas transformacionales introducidas para d4
cuenta de las oraciones simples eran reglas singulares, que operabJJ
sobre una única cadena 15, las reglas utilizadas para explicar los relat~
complejos son transformaciones generalizadas, que operan sobre dÓ'j
Éadenas. Algunos relatos complejos sólo"'}Jtreden ser explicad0s:'!'J¡rdt
ifuedio de variaS' transformacion~gen~a~
La gramática del relato de Prince recoge diversos prinCipiOs del
análisis estructural del relato, esencialmente: a) la noción de que un
15 Hay que tener en cuenta que Prince utiliza la primera formulación de la GGT. Se basa, según
declara, en Syntactic Structlffe.'. "On the Notion Rule o( Grammar", de O.omsky, y An lntroduction to
tran.rformational Grammars (1964), de Bach.
- · · ----~ l)L~wt~ ~ ~re~ ~~)-
. '1 V~tt.. Ctekt~ G>~~lf). ~'b)
Apéndice 2. Contribuciones recientes :Ss
J
\>tfl Ante el carácter limitado de las aplicaciones de la GGT al estudio de
los textos literarios se planteó revisar el modelo lingüístico utilizado. Se
0, pensó que una teoría "lingüística que concediese más atención a la
· semántica podría aportar mayores resultados (de ahí el interés de ciertos •
críticos por la semántica generativa). Se comprendió que toda obra
literaria.. comprende un cierto número de factores extratextuales y se
recurrió, de este modo, a los principios de la pragmática. Se apuntó que
la teoría literaria no puede ~onformarse con una lingüística que
considera a la oración como la unidad lingüística máxima: necesita una
~ lingüística transoracional que explique el texto como unidad. Así, en la
'([) ( actualidad, la mayoría de los críticos inscriben sus investigaciones sobre
la literatura no dentro del marco de la GGT ortodoxa sino de la
lingüística del texto, corriente que pretende ampliar a la GGT para
incluir una explicación del texto. La lingüística del texto, aplicada al
estudio de las obras literarias, coincide, además, con una importante
corriente de la semiótica europea que también intenta -desde Semiotiké
de J. Kristeva- sustituir el estudio del signo como centro de interés
primordial 'por el estudio del texto. La poética y semiótica actuales
muestran la influencia conjunta de la mayoría de las tendencias
lingüísticas contemporáneas: el estructuralismo, el generativismo, la
pragmática, la teoría del texto. A ello hay que añadir la importancia
2. LA PRAGMÁTICA
l.l_ /(1 [¡
Apéndice 2. Contribuciones recientes
18 Por ejem. Un solo pronunciado en un café, etc. ¿Tiene moscatel?, en un bar, no es una
interrogación que intenta obtener una información sino una petición concreta.
19 Cf. supra, pp. 123-129.
20 Problemas de lingüiJtica general, 1, cap. XXI (reproduce un anículo aparecido en el Joumal de
P!Jchologie).
~-~ -·~ --~--
- -·-· - · • '· · ' - • # .; ••• - ""- - - · . " ,,,_,..,_,.,, - · - · - - · - - - - - - ----
. >-··- ·---·----·-----. ·-----'--------- .... ---·-----~- ·- ·-
~~ -~~~;~~;:~f:~;~~¡{ij!Ji:~g~~~~~~v=n~~;;et;;:~ci;;,~~~;jf
~
~ rc_otff!J!titttvos :o descnptlvos. Un enunciado constatat1vo se hm1ta a
~ describir un acontecimiento (N opara de llover). Un enunciado realizativo,
por el contrario, al mismo tiempo ,que describe una acción del locutor,
. su enunciación supone la realización de la acción enunciada.: toda
~ •~ oración que comienza con Te digo, Te prometo, etc., es realizativa, puesto
~ \r que su enunciación supone la realización del acto de decir o prometer (Te
1 prometo que volveré pronto). Los e~unciados realizativos --en los que la
palabra supone una acción- no· son casos marginales de la lengua.
Toda actividad lingüística es acto y Austin propone una clasificación de
los actos de habla. Cada vez que uno pronuricia una frase (Mañana iremos
al cine) realiza tres actos: ·
1
'· Hay que tener en cuenta que, desde antiguo, se había observado que los pronombres personales,
21
los demostrativos, los tiempos verbales, etc., tenían un sentido referido a la situación de habla.
22 HOIV to do things •'ith word.r. Oxford, 1962. Trad. esp. Cómo hacer cosaJ con palahraJ. PalahraJ y 1
acciones. J.a reimpr. en España. Barcelona, Paidós, 1982. 1
1
Apéndice 2. Contribuciones recientes
" El filósofo estadounidense John R. Searle completa estas distinciones. Considera que los acto< de
habla pertenecen a la lengua, en sentido saussureano, y no al habla, y distingue: a) realizar actos de
emisión (emitir palabras: morfemas, oraciones); b) realizar actos proposicionales (referir y predicar); e)
realizar actos ilocucionarios (preguntar, mandar, prometer, etc.); d) realizar actos perlocucionarios por
los que el acto lingüístico produce un efecto en su interlocutor (persuadir, convencer, asustar, lograr
que alguien haga algo, etc.). (Acto< de habla. EnitiJO de filo<ofía de/lenguaje. Trad. esp. Madrid, Cátedra,
1980).
24 "Speech, Action and Style", en Literary Style, a Symposium, ed. S. Chatman. Nueva York,
Oxford Univ. Press, 1971, pp. 241-254; "Speech Acrs and the Defmition of Literature", en Philo<opf?y
and Rhetoric, 4, 1971, pp. 1-19; "Speech, Literature and the Space between", en New Literary Hútory, 4,
1972, pp. 47 -ó3; "Literature as aa", en Approachu to Poetiu, ed. S. Chatman. Nueva York & Londres,
Columbia l!niv. Press, 1973, pp. 81-107. Samuel R. Levin intenta completar la opinión de Ohmann,
indicando que todo poema depende de la oración implícita Me imagino a mí múmo en y le invito a idear Ulf~
muado en el que ... Así el tipo de acto ilocucionario que es un poema es el mismo del vidente o del vates y
el efecto perlocucionario del poema está precisamente en suspender las-leyes de la veredicción ordinaria
y suscitar la fe poética ("Conceming what kind of Speech Acta Poem is", en Pragmatiu of Language and
Literature, ed. T. A. van Dijk. Amsterdam, North-Holland Publishing Co., 1976, pp. 141-160).
~~;z,-6'~; ~ 1 (J)t{Cti/W-b ~ .v;wef'
1
• r:
W;
.
el lenguaje rudinario. ·~---=~
'~Qi)~~~~~~t())J;;:i~~~~~~i<;>:~~~~bla<>d~haJ,)~~ginacio ·
~~~e<tt:ot~\&-l!ft0tl.~'l'ID~§Jtúaaton•4magmana.
Podemos decir que los actos
de habla en literatura son "seudo-actos de habla", por lo que no tiene
sentido aplicarles un criterio de veracidad.
La aplicación de la pragmática al estudio de los textos literarios ha
desarrollado esencialmente algunas cuestiones como: ·
a) El análisis de las relaciones que existen entre un texto y su
contexto.
~ . b) El intento de edxplicdar por qué un discudrso, en ddeterminadas
\:5:/ Circunstancias, es consi era o literario. La consi eración e un texto
"i
. ; l
dado como literario o no literario puede variar con el tiempo (por ejem.
V'
.
Z
las obras de Santa Teresa de Avila). fioé.que,¡x:nnite:creoonocer.• el t~tl!\
o :
_;i~i~§.~J",_eonceptfrcs¡dejj.~~lfiií.~ft..i[~.~-.lite.··t;:.'C)t;i.·~
. es decir un
árticular de transmitir textos pol~~~t>-~~e~:. ·emiti~os y recibid<il
;~ntro del marco ~e ~na regla d<t fj,~'t!.!J.tZ@JJ.ltt La l~tera~ra es u~
" ~1Iscurso de~~ragn:aucaliZado, abstracto en cuan~o ~-su Situacto~, pues(~
mo~.o.·.
~
~ Bue no esta mclmdo en la estructura de enunciacion --enunciado qu~
o kracteriza al habla ordinaria. Por ser abstracto en cuanto aJa situaciórJ
..,.\P ~ también polifuncio'4al, es decir, susceptible de recibir interpretacione1
~ ~~:::7;~~~
3. LA I.INGüfSTICA DEL TEX1D {,.""f1' ,Q.t j-~; /-<.Jt4Jl';¡,~
Hacia la mitad de los años 60, se realizan las primeras contribuciones
a la futura lingüística del texto. A diferencia de la GGT chomskyana,
que se proponía romper con toda la lingüística anterior, caracteriza a la
·@ lingüística del texto su carácter integrador. No se presenta como una
. . \ tendencia opuesta a la GGT sino como un intento de ampliarla a
unidades superiores a la oración y progresivamente integra elementos
procedentes de la pragmática o de la semiótica. La~~~~-'Fiea dektextÓ4·
\
\
Siegfried J. Schmidt denuncia la vaguedad del término "ficcionalidad" y considera que la
25
ficcionalidad de la literatura es un dogma de nuestra cultura aunque han existido intentos de
quebrantarlo (literatura comprometida, etc.)("Towards a Pragmatics lnterpretation of Fictionality", en
Pragmatics of Language and Literature, pp. 161-177). Cf. también Pierre Bange, "Sémiotique littéraire: sur
la fictionnalité", en Regards sur la sémiologie contemporaine. Univ. de Saint-Etienne, 1978, pp. 135-150.
Apéndice 2. Contribuciones recientes
~~=~==~~!L~~p.ues~,q~-~h~~~~
No es este el lugar para hacer una presentación general de los
diversos modelos lingüísticos textuales existentes26. Unicamente se
enumerarán los principios esenciales sobre los que se bru;a la lingüística
del texto, atendiendo esencialmente a aquellas hipótesis que puedan ser
de mayor interés para el análisis de los textos literarios.
l
~-9~pilillliLrpotié1as condiciones :ae•,senttcj<>;,,cc•herenLcta ·I
~ptpJ~tt:z. Su extenston no está fijada. Una simple indicación
. jculdailo! puede constituir un texto como también lo constituye 1
Quijote. Un texto puede formar parte de un texto superior: "La historia
del cautivo" es un texto que forma parte de un texto superior (El
Quijote).
En textos de gran extensión y complejidad se introducen unidades
menores comoiJ_j"f~-- - ... Utt~~:lre;par:te~ide;;anltt~te
¡~~r)2~~;;~;:f!~l: :~--;Q';coh~r~n$~p;opia. Coincide, en líneas
generales, con lo que las poéticas clásicas llamaban "episodios". Mayor
empleo tiene en lingüística del texto la.nQció'ntraijl~~'constittrij1}a.
~t*.~fl,j,l,l!l.tQz;d.ti-.:.~oracion~~ques:d.esm_ojJllllk.4UÍ¿ttópi<!(?..;:;pareía1!7tle,J
~¡f.:'
~ -'fodo·texto consta de una·;~~tructiitwpJ:Ojidiifliiikiid~ a la que T. A.
van Dijk llama.,~fi;t~~!Jmc~%afy J. S. Petofi;Jif1!t/!'"'t>ft'!lfi, La estructura
profunda textual es distinta de la estructura profunda de las oraciones
que componen el texto. ·La:hipótesis déda<existehcia>'de !Zoéstfuctuta
,·profuA~..textl;la,l de, J!.rtietJJ§flltÍf!.tico se baslil ,en·. UQa, serie.-de ·comprobaci:O"
nes evidentes, tradicionalmente explotadas por el comentario de textos:
t•áJ. ted,o:·text:o··.tieneúíria;;coherencia;
. i21Jjf tt~o,~5 ,!~to, .p~etircsu~ ·:P~eP~Jr~b:it~~>f:,títúlnlGque"
oo~_!~a>~el .tópico~desarrollado·en él; etc.;
?;$}., puedt¡~~~~ntenido...<de2l@~to >sin~ necesi~fr.:dé
.~er·"al pie· de la letra" las~oraciones:,que lo componen;
:'{il} 'E~~ . escribirse textos distintos con la rni~ma ·~estructur-a
':~ti~ profúridlJ.27.
Lingiiistica del texto y critica literaria. Madrid, Comunicación, 1978. Una introducción general p;,ede
1
¡
también enc;ontrarse en T. Albadalejo y A. García Berrio, "La lingiiística del texto", en Introdllcción a la !
lingiiística, eds. F. Abad y A. Garda Berrio. Madrid, Alhambra, 1983, pp. 217-260.
j
27 T .. A. van Dijk, Per una poetica generativa, p. 266.
·1l
Alicia Yllera
·.;. .o~JJ/J es ..
una •texto que;en elcaso de un·texto
narrativo; puede. coincidir •conck>;.q).le -los-,Jormalistas y .estruetu:talistas
llaman la fábula. En un texto. breve, por ejemplo, en un artículo
periodístico, el título puede;, en •ocasiones, ser considerado• como una
lexicalización: aproximada .de la macroestructura del texto 28. No hay, por
ello, que ~lvidar el carácter abstracto de la estructura profunda de un
· texto.
La macroestructura del texto, el concepto abstracto generador del
texto, consiste en el desarrollo transformativo, jerarquizado y coherente
del tópico inicial que contiene lo esencial de la información contenida en
el texto. Se postula, como segunda hipótesis, que, por el principio de
-~~~~~la estructura del concepto abstracto es análoga a la
-estructUra prÓ1Unda de una oración que es la manifestación lingüística
?e una predicación lógica 29. De este modo, la regla general o regla de
. · las reglas reviste la forma de una~fi_$.~'%4!~~rf!ctJtl_ofi~Óg!~? del tipo:
_., ' ·-··. -~.:{! -·- .-·. '··· . - ...
?PJ.~"'~~~~:~ilW'$W 0 depredicadon;"'•a''·desígna'losTá~~-rp:5mos~
m1ables (llamados [íff~!{f!f;en la terminología de~~~eimás yf;?i!JE.f.:'f:-n la
de Fillmore). · " ·
En el caso de los "sonetos amorosos del Siglo de Oro", analizados
por Garcia Berrio, "ql' está representado por el lexema verbal español ~ .
amar y los argumentos obligatorios son sf!ieto (S), el poeta, y oijeto (0),
la amada. En este caso la fórmula general básica: [IP] {S, O} es El poeta
ama a la dama. Para el "soneto moral" propone, provisionalmente, la
fórmula: [IP] {S, O, E}, siendo "qJ" persuadir, exhortar; S: el sujeto de la
enunciación, el poeta; 0: el objeto del enunciado; E: el término de la
enunciación, la persona persuadida o exhortada. A partir de una u otra ¡'.
fórmula, según el tipo de soneto analizado, se rechlsifican los sonetos en
3 f Presenta una clasificación en cinco rangos o niveles: nivel 2: "el poeta cantaf se queja/ o sufre";
nivel3: "él poeta canta/ se queja a) de la dama, b) del amor", lo que produce una diversificación de los
predicados: "la dama ama al poeta", no lo ama"; nivel 4: "el poeta expresa su canto/ queja
directamente o a través de símiles (modalidad expresiva)"; nivel 5: existencia en cada soneto de un
conjunto de rasgos específicos, clasificación de los sonetos (op. cit., pp. 309-430).
32 Per ll1ltl poetica generativa, p. 216.
;.,
Alicia Yllera
liternrias }
{ n<rliternrias
1
persuasiva,
etc.
TeSWeST
WSeC
~-~L_:LoS:·::;:emi=:e~l---+l ~ 1 LoSemlnf
1
1
1
n
LoSynlnf
e
del
TGrC DiSynlnf
Me
II. TENDENCIAS
34 Es decir, teniendo en cuenta que las abreviaturas están hechas a partir de los términos ingleses
(salvo la primera, que procede del alemán, como se apuntó): .
e = componente. R = representación.
Se = semántica; semántico. Sy':' = sintaxis; sintáctico.
W = mundo (world). Inf = inferencias.
Gr = gramática; gramatical. Di = desambigüizador, desam-
T = Texto; traducción en TC. bigüizado ( disambiguating). l
.1
Lo= lógico. M = proyección (mapping).
1 = interpretación. Li = lineal.
35 En el texto de la primera y segunda edición de la presente obra.
36 Por ejemplo, Conrad Bureau considera prácticamente equivalentes los términos de "estilistica",
upoética":. "semiología de la literatura" o "semiótica literaria" y prefiere el término estilística, pese a su
carácter "pasado de moda", pues ve· en los restantes términos una concesión a la moda del momento
(Lingllistique fonctionelle et stylistique objective. París, P.U.F., 1976, p. 34). La estilística es para él el análisis
objetivo del estilo utilizando como base a la lingüística. Parte de los análisis de Gilles-G. Granger (Cf.,
supra, P. 151).
. '\··..,;.,.
mientras que
rá!<>i$cq)f~Oiͪ~~l(mí.?él:l5upeificiál'He'4aS'.'Obrasditeratíasfo' elaberaría
1. EsTILÍSTICA
2. POÉTICA
37 Así, William O. Hendricks proponía como objeto de estudio de la estilistica las relaciones entre
elementos lingüísticos estables superiores a la oración: de esta forma se distinguía de la lingüística cuyo
estudio se restringe a la oración ("stylistics concerns all those relations among linguistic entities which
are stable, or may be stable, in terms of wider spans than those which fall within the ·limits of the
sentence". (Grammors of Stjle and Styles of Grammar. Amsterdam, Nueva York., Oxford, North-Holland
Publishing Co., 1976,. p. 31 ["el objeto de la estilística son las relaciones entre entidades lingüísticas
estables, o que pueden serlo, en extensiones superiores a las de la oración"].) Reconocia, sin embargo,
los intentos de la lingüística del texto por ampliar el estudio lingüístico más allá de los límites de la
oración. Hay que observar que, para el Grupo J.1, el estudio de los conjuntos discursivos superiores a la
oración sería el objeto de la retórica. Puesto que no existe una definición wúvoca de "retórica", llaman
relóri&a a "la discipline Iinguistique étudiant certains types d'énoncés dont la linguistique générale ne
s'est guere préoccupé jusqu'a present, les sens indirects et les ensembles discursifs de dimensions plus
bauts que la phrase" (RhétoritpM de la poésie. Bruselas, Editions Complexe, 1m, p. 18 ["la disciplin:i
lingñística que estudia ciertos tipos de enunciados, de los que, hasta ahora, la lingüística general apenas
se ba preocupado, los sentidos indirectos y los conjuntos discursivos de dimensiones superiores a la
oración"].)
38 Van Dijk., Per una poetica generativa, p. 158; Riffaterre, Semiotics of Poetry. Bloomington Ind.,
Londres, Indiana Univ. Press, 1978 (frad. fr. Sémiotiq~M de la poésie. Paris, Le Seuil, 1983, p. 98. Gto
por la ttad. fr.); Greimas, En /OT71{) al sentido, p. 154 (el estudio de las estrucruras de la manifestación
corresponde a las estilísticas superficiales); Ibíd., p. 217 (o bien a la retórica y a la estilística).
39 Para G. Genette es una parte de la poética que elabora la teoria de los estilos (Introducción ii
farchitexte. Paris, Le Seiu!, 1979, p. 89).
---------------------
La
rusos al asignar como tarea a
-la poética no el estudio de las obras literarias sino 'ehf-análi-l'ls!~rtle~Ja,
ifl.ll~~if~~~~g_QY_®ba~ue'i\~t~~seawlltemria~·
~-l,.nn.. bus~:-:ad~divetS0S'$1'\'rill:dpíos-
· · ~~~._....... . ~r· .. ·-· . . la- es'"""'-;+;ci-,<
capaces• de·--explicar ---~
47
lntrodJKti011 ti f architexte, p. 89. Estas diversas disciplinas constituirán d estudio de la
architextualiáaJ de la obra literaria.
48
Palimpsestes, pp. 7-12. Inicia en esta obra el desarroll9 del proyecto que exponía al final de
lntroduüion a f architexte, aunque entonces sólo distinguía, dentro de la transtextualidad: a) la
intertextualidad (cita, etc.); b) la metatextualidad (comentario de un texto); e) la paratextualidad (pastiche,
r
2o6
1
1
~ -
transformación
lúdico
parodia
satírico
disfrazamiento bur-
serio
transposición
lesco
imitación, etc.) y d) la architextualidad, que vincula cada texto a los diversos tipos de discursos con los
1 que se relaciona: comprende la teoría de los géneros, de los modos (en el sentido de modos de
enunciación), de las figutas, de los estilos, de las foimas, de los temaS, etc. Obsérvese que en su nueva
formulación denomina hipertextualidad a lo que antes llamaba paratextualidad e incluye una nueva
noción para la que utiliza el témúno, antes empleado en un sentido distinto, de para/extualidad.
•• !bid., p. 37. Para designar el fin, la función, opta por el término rigimm que le parece menos
tajante. He modificado algunos de sus ejemplos.
.
lo hizo para designar la disciplina que debía estudiar la función poética
del lenguaje. Pero es bien conocido que la función poélica, si es
. ~
~
'""~
l
,.importante en el lenguaje literario, no es exclusiva de éste, por lo que, si
por "poética" se entiende el estudio de la función poética del lenguaje,
\ no puede limitarse a la obra literaria. Para Jakoóson era, además, una
rama de la lingüística.
En los años posteriores, se vio que la lingüística no podía explicar
satisfac_toriamente la obra literaria, por lo que se recurrió a una
e 1 disciplina más amplia (aunque todavía con escaso desarrollo), la
~ ~ ;mi.:ti:~e sentido moderno, de estudio de la ;:tiJ,q.<;i_§~":tB~H~ del
~ J~je;;~se añaden los diversos sentidos'l~:qu.e:oel¡,tétmin()ef"~~.ti,cta" te-
~ q¡ nía, por lo que "poética" puede designar:
J ~1 .
V\
1). El ~onjunto ·d~ reglas que definen los diversos tipo~ de obras.
literanas e mtentan onentar al creador y al lector. Es el sentido que el
~ término tuvo en los siglos XVI-XVIII (por ejem.: La Poética de Luzán).
<:\... En la actualidad sólo se emplea pará designar las poéticas normativas
del pasado.·
1
1
2) El ideario literario de un autor (ejem.: "La poética de Garcila-
so").
l 3) El estudio del·lenguaje poético o de la poesía en cuanto género;
literario opuesto a las obras en prosa;;
4) El estudio de la función poética del lenguaje Oakobson).
5) El análisis de las estro~ lingüísticas de la obra literaria
11
i[ (sentido que le dieron los formalistas rusos y los estructuralistas de
:lt~ Praga).
:¡ 6) El estudio inmanente de la literatuta; En este caso "poética" se
¡¡ identifica con "teoría de la literatura~: y con "ciencia literaria?. Puede ~
asignársele, en este caso, como objetivo:
¡;
,, a) Analizar las· obras individuales· consideradas como un sistema
1,1! autónomo y coherente•
!!
1
b) .1\nalizar los diversos tipos(o géneros)·~ obras~; considerando a.
la literntura como un sistema del que las diversas obras son ~
manifestaciones concretas. .
;. 7) El estudio de cualquier obrn artística y no sólo de la literatu~.
Ninguna de estas defmiciones pueden descartarse ya que son
utilizadas en diversos dominios de las ciencias humanas. Para intentar
definir el contenido que con mayor frecuencia suele darse a "poética"
.-:.aunque a veces los autores sean poco explícitos al respecto-
plantearé algunas cuestiones previas:
- .,il
r
1
l) ¿Cuál es el objeto que se asigna a la poética? ¿Debe limitarse o
no al estudio de la obra literaria? ¿Es el estudio de las obras poéticas
(poesía opuesta a prosa), de las obras literarias o de la literatura en
general?
2) ¿Cuáles son sus procedimientos de análisis? ¿Es una mera
aplicación de la lingüística al estudio de la literatura? ¿Puede reducirse a ·
un capítulo de"la semiótica?
Objeto de la poética
4 " Tzvetan Todorov, "French Poetics today", en French Literary Theory Today. A Reader, ed.
Tzvetan Todorov, Cambridge Univ. Press, Editions de la Maison des Sciences de l'homme, 1982, pp.
1-7. (El volwnen contiene tc:xros de G .. Genette, R. Barthes, M. Riffaterre, L. Jenny, J. Cohen, N.
Ruwet, O. Bremond, Ph. Hamon, P. Zwnthor, Ph. Lejeune, además de dd propio Todorov. La
mayoria de estos textos ruibían sido anteriormente publicados.)
4 1 Artículo ''Poétique" en Oswald Ducrot y Tzvetan Todorov, Diclimmaire encyclopédiqye de; ;cience;
du langage. París, Le Seuil, 1972, p. 106 ("toda teoría interna de la literatrn-a"). (Trad. esp. Buenos Aires,
Siglo XXI, 1974).
• i
. ~1
AliciaYllera
autores, puesto que la critica literaria es un concepto genérico, que puede abarcar diversos tipos de
... ___________ ._______,__. ___ --" ·-- -·~--<-~--~~-~-- ~---·_.-__,._._...,__.._ ........ ~-'.
rr
¡ Apéndice 2. Contribuciones recientes 2II
¡
cuadrado semiótico, que instaura seis relaciones a partir de las operaciones
de denegación y aserción:
fvidaf fmuertef
fno-muertef fno-vidaf
EN= F (A)
ss La actuación sustituye las funciones de Propp del tipo de "tarea dificil", "prueba", etc.
1 i
Apéiídice 2. Contribuciones recientes 2I3
S• Du SenJ. ll. Essais sémiotiq11u (Paris, Le Seuil., 1983), p. 38. Reflexiva supo.;e que d resultado de
la transformación (la transmisión dd objeto de valor) se hace en beneficio dd sujeto dd hacer, c:s decir,
llamando s,. s2 y s3 a los sujetos entre los que se realiza la transferencia, s3 = s,; transitiva significa
que d resultado de la atribución dd objeto de valor reperrute sobre un sujeto distinto dd sujeto &1
hacer.
i.
2.14 Alicia Yllera
,
¡;
--------·--------~--.,--------.,---:---:---:---~~--...,....,..,...,-
r
Apéndice 2. Contribuciones recientes
estructural, de la breve novela Sarasine, de Balzac, presentado por Roland Banhes (S[Z. París, Le Seuil,
1970) y el estudio de los elementos constitutivos de la novela, tomando como ejemplo A la Recherrhe tÚI
temps perdn de Proust, realizado por Gérard Genette en Figures II1 (Patis, Le Senil, 1973) y corregido en
el Noti11t!1111 diicours dt. récit (Patis, Le Senil, 1983). Batthes divide el significante del texto en fragmentos,
a los que llama lexías porque constituyen unidades de li:ctura. Las diversas lo<ias ---<lisiadas de modo
intuitivo-- se explican por referencia a cinco códigos que para él son: los códigos hermenéutico
(descubrimiento de un enigma planteado por el texto), simbólico, semántico, proairético (comporta-
mienro), cultural (citas de una ciencia o sabiduría).
51 Se han presentado una serie de objeciones a los estudios de narratología de la obra literaria:
a) Se ha dicho que estos trabajos dejan escapar la esencia del fenómeno literario, puesto que éste
se produce por la interacción entre el texto realizado y el lector. (Objeción planteada, entre otros, por ·
Riffaterre, "Production du récit 1: la Paix dn Ménage", en La prodt¡&tion dn lexte. París, Le Senil, 1979,
pp. 153-162.)
b) Se ha puesto en tela de juicio la equivalencia entre los diversos niveles narrativos, es decir que
el paso de un nivel a otro no suponga la introducción de nueva información. (a., referido a la
narratología greimasíana, Paul Ricoeur, La grammaire narrative de Greimas. Documents de Recherche no
15, 1980. Groupe de Recherches sémio-Iingnistiques. Ecole des HauteS Etudes en Sciences Sociales.
Patis, c.N.R.S.)
e) · Estos análisis parecen más viables en el caso de obras de relativa sencillez, relatos folklóricos,
novelas policiacas, etc., obras que responden a un código petfix:tamente conocido por el lector, pero no
en el caso de textos de mayor romplejidad o que intentan crear su propio código. (En términos muy
distintos y referida únicamente a la posibilidad de construir modelos generativos capaces de explicar las
obras artísticas, la objeción fue planteada por Yuri M. Lotman, Es/niCtura del texto artístico. Trad. esp.
Madrid, Istmo, 1978, p. 353.)
Sin embargo, estas objeciones no suponen una invalidación de la narratología, que reronoce su
carácter parcial e incompleto, y no intenta explicar el carácter estétiro de la obra literaria.
Se tiende en la actualidad a incluir los estudios inmanentes de la
literatura dentro del dominio de lá semiótica y no de la lingüística.
Desgraciadamente no existe todavía un corpus teórico general, a pesar
. de los numerosos trabajos realizados en este dominio.
Presentaré diversas corrientes que han tenido particular relevancia
en el estudio de la obra literaria. Empezaré :inalizando dos corrientes
semióticas independientes, aunque con numerosas fuentes comunes, que
intentan elaborar las bases teóricas de una semiótica general. Aunque la
literatura no es su único objeto de estudio ocupa en ambas un papel
importante (semiótica greimasiana y semiótica soviética o de la Escuela
de Tartu). Se :inalizará posteriormente el intento individual de construir
una semiótica de la poesía de M. Riffaterre.
Semiótica greimasiana
Recordaremos únicamt:nte: Jean.Oaude Coquet, Sémiotique lilléroire. Paris; Mame, 1973; Joseph
Courtés, lntrodiiCtion á la sémiolique narrotive et discursive. Paris, Hacherte, 1976; Groupe d'Entrevemes,
L'analyse sémiolique des textes. Lyon, Presses de I'Univ. de Lyon, 1979; Anne Hénault, Les enjeiiX de lo
sémiotique. Paris, P.U.F., 1979; N. Everaen-Desmedt, Sémiolique d1i récit. Méthodes el applicotions.
Louvain-la-N"?ve, Cahay édit., 1981.
-~----. ------ ---~
53 V., supra, pp. 59-63. Atenderé esencialmente a las ampliaciones y revisiones metodológicas
que Greimas aporta a su teoría en Maupassont y Du Sem Il, pero incluiré también una breve revisión de
los principios generales sobre los que se basan sus análisis. No insistiré en 01estiones antes
detenidamente analizadas, como su teoría de los actantes.
54 En torno al sentido, p. 153.
ss Sémiofi'J11'- Dirtionnaire raúonné de la théorie dJI langage. París, Hacbette, 1979. (Existe trad. esp.
Madrid, Gredas, 1982 Gtaré por la edición francesa y en algún caso propongt> una traducción
diferente de algún término.) "Niveau", pp. 252-253.
·!
210 Alicia Yllera
RECORRIIX> GENERATIVO
nivel SINTAXIS
S&\1ANT1CA FUNDAMENTAL
estructuras projllfllio FUNDAMENTAL
semio-
~ti vas nivel de SINTAXIS
S11peificie NARRATIVA SEMANTICA NARRATIVA
DE SUPERHOE
***
62 La noción de üotopía es, sin duda, uno de los conceptos de la semiótica greimasiana más
divulgados. El término procede de la fisica y de la química, donde se llaman elementos isótopos a los
dementas con e) mismo número atómico pero diferente núme~ de masa. En semióti~ su definición
no es unívoca. Pueden distinguirse dos grandes concepciones: par.i. Greimas es un elemento del plano
del contenido. Para otros autores, como F. Rastier y traS él M. Arrivé o el Grupo ¡.L, existen isotopías
en el plano del contenído y en el plano de la expresión (F. Rastier, "Sysrématique des isotopies", en
&saü de sénúotique poétiq~~e, ed. A. J. Greimas, 1971, pp. 80-105; M. Arrivé, "Pour une théorie des
texres poly-isotopes", en Langages, 31, 1973, pp. 53-63; Grupo ¡.L, Rhétorique de la poésie, pp. 30-73). El
Grupo J.l. propone denominaciones distin= para las isotopías del plano del contenido y las del plano de
la expresión. Greimas acepta esta ampliac1ón del concepto (Dictionnaire, "lsotopie", p. 199).
63 En torno al sentido, p. 154.
64 [bid., p. 217.
65 Dictionnaire, ~eParcours génératif', p. 159.
216 Alicia Yllera
r ~ r_:~J_:~.=@.~~~~~~~~~n0]7~;~::~~!~:n:~=:~~~r::::i
\1Y' ~om\'Jl:li'Cáaión.
! El Círculo semiÓtico de Tartu se constituyó en 1964 en torno a Yuri
M. Lotmao. Lotman, que enseñaba en la Universidad de Tartu desde
1963, poseía una formación de filólogo y era historiador de la literatura
rusa.
El origen del movimiento semiótico soviético estuvo vinculado a la
renovación de los estudios lingüísticos en la U.R.S.S. a finales de los
66 Maupauant, p. 9.
67 !bid., p. 264:
68 Unicamente una parte de los trabajos del Círculo de Tarru cuentan con traducciones a lenguas ·
occidentales. Sin ánimos de ser exhaustivos, señalaremos: Yu. M. Lotrnan, Esfrllctura del texto artístico.
Trad. esp. Madrid, Istmo, 1978; The Anafysis oj Poetic Texts. Ardis, Ann Arbor, 1976; Boris Uspenski,
A Poetic oj Composition. The Strmture of the Artistic Text and Typoloo oj a Compositional Form. Trad.
ingL Berkeley, Los Angeles, Londres, Univ. of California Press, 1973; Ricerche semiotiche: nuove tendenze
del/e scienze 1101ane nelfU.RS.S., eds. Yu. M. Lotman y B. A. Uspenski, Turín, 1973; Eco/e de Tartu.
TravOJIX sttr les systémes de signes, eds. Lotman y Uspenski. Bruselas, Complexe, 1976. La semiotica nei
Paesi slavi. Programmi, problemi, analisi, ed. C Prevignano. Milán, Feltrínelli, 1979. Como estudio de
conjunto sobre la semiótica de Tarru y especialmente sobre la obra de Lotman remitimos a Ann
Shukman, op. cit. Tendré en cuenta, especialmente, los trabajos de Lotman y posteriormente aludiré a
los estudios de Uspenski.
--.--·
E
~1t'etWu~,.. El arte y la literatura se consideran como aspect~
culares de e~te vasto conjunto que es la cultura. Lotman piensa q1··
. da qJ.ltura puede ser racionalmente definida y formalizada -y por ~ ·.
E:~l:.=~~é1~i0~~:p!:~=~;;~~~=e7~:=~1
-~5i,q;t.
- ;émmtiae~p'@~~ttmfti~datlf~~tie~p~~~~, \
1t~~t~m~:ia:my&.'Ft'ese~o~<íitun"f:Puesto que la informa- J
j
•• Shukman, op. cit., pp. 11-12.
?O !bid., pp. 22-23.
218 Alicia Yllera
!1 ~\J) _ o____c_ _i·e·.d.. a-_d_ _ es_ .sin a_rt_ _ e. ~r ~~ és~ttn~lengilil~e- cr-eadq;.~por el'h~rri_ _b're con:o
p~_ _s111J.~~ento 'de'";mteraccton con su medio; Es "el procedúni~!:o.: mas
¡ •\ · ~ómico:.ymás· compacto de al:tnacenamiento y de transmisión¡ de la•
f ,¡ @':ó,~c-ión?;,73. La obra de arte particular es un texto, aunque también
[ /' puede tratarse como texto un grupo de textos que poseen una cierta
¡_1--:.~ ~nidad (por ejem::_la comedia españo!a del Xv_I~). Lo que caracteriza a la
:..pr. literatura como Sistema portador de informacmn es el hecho de que no
f~:.rontene< redundancia •umenta nili que di,minuyo '" "'ll" "mántio.
t~ro
7t F.sta noción es uno de los aspectos más originales de la semiótica de Tartu.
72 Vid, supra, pp. 108-110.
Lotman, Ertructura del texto artístico, p. 36. . ~
,.: cr
73
).:___ ~
-~ ~UV.')vA\ViJPD y /fMIM.?c-~ ~-~ ~
..,.----- . ·~- ·-----·-
1
1
/1
220 Alicia Yllera
74 "Sur le probleme de la typologie de la culture", uad. fr. publicada en lnformation sur les sciences
.,.,:
Apéndice 2. COntribuciones recientes 221
76 A Poetic oJ Composition.
77 Esta noción fue utilizada por la crítica anglosajona desde la obra de Lubbock en 1921 (Friedman,
Booth, etc.); también en Francia: Pouillon, Todorov, etc. Independientemente de estos análisis, el
"punto de vista" fue estudiado en la U.R.S.S. por Bakhtine, V. N. Voloshinov, V. V. Vinogradov, G.
A. Gukovsky, etc., de los que pane Uspenski.
222 Alicia YUera
.}-.
78 Sémiotique de la poésie.
79 El autor util~ el ténnino propuesto por J. Kristeva (Semiotike, p. 255). Se ha apuntado
anteriormente el intento de G. Genette de deslindar diversos fenómenos, reservando intertextualidad
pára los casos de "cita", "plagio" o "alusión" y proponiendo transtextualidad como ténnino general.
.·{~A~:w.::::~~~~~lrl
nteau~;~~ji~r~=.ó~ ~!
tada retroactivamente (una vez terminada la lectura del poema)i. l
--5 _ rtir ~~!~ ..t ~x.~~-mis·m·o_~ue se ha percibid.o co.m.~ des~~~~o_... Nikpoe.m.'_a'.'·W~. - ~
1 ., · ;OOli'rauo ( unzczdad del poema) mtk~~ctenstt~.e®Q~- ~-
1
i rt~, li~:r::~:;:;~~;;nr:~:=:;::~~r~~~::r:~;
~ la ~tmests 81 . iJ1,p;¡pt~~~f!mf~;(~~~~q!i!l;"~,t(ll!~%'W>~;iñf~w~¡
~
J"-t ~~;_·_n~~~·:;~~~t::::a_'-~. h.=.· ·~.id·'.·;'"~_n·.·f i!·e·l·e·;p·.s._~!:r;~: l:~~::~:c:~ ::~.
·: ente a la verosimilitud o los desvíos léxicos, gramaticales, etc:, cql
~ ,..especto al uso cotidiano del lenguaje. Todos estos desvíos de índo1~
~ ~·ve~sa constitu~en las "fk~Jfff!i.~P.~/iff(liflJ del. te~t~, que os~re~en sfl.
~- ~~nttdo pero onentan al lector ha~ta la captacton de un st?~cadi
¡
illife~~!::'~m>:eh:queT~ehtexto'7ftmoo1;ra~ftom~"lllF-~todOO?semanttcQ¡rw,f
~ ~ "'~:~~~t~e';¡m~if!P~~~íówaeiifi.~~~~~Y~~o\>!qfJ€t!tqrt ~
' ~) ~prímera·le.ctu4 . . .Cá,"para la que el lector utiliza únicamente~~-
.._¡;:,. mpetencia lingüística; se enfrenta con el texto como lo haría có_6 J.-·~
Í -. alquier otro texto de la lengua: descubre su sentido y sus agramaticail- · ~ ;
~' des. En una segundac.,lectura;.ff1,'C'tk~-ffil~Wifi.Glr en la q~i:: "'.Jl
~ ~"liza su c?_mpetencia literaria, tfu;-s~;;-~l.?b;cl~~d~~Jt~Ímesjs,(~ /1)...J ~
~- ~.concepcron del poema como representacton de la realidad); capta~-~
, t ~~cancia del texto .. Esta s_e~nda l~ctura es un proce~o semiótif ~
¡.:
¡2 otra parte, el autor no lo define wúvocamente. Podemos entender "mímesis" como el proyecto /"':\
;~
\
(siempre utópico) de representación de la realidad. Obsérvese <¡Ue para Aristóteles y para las poéticas de e
las épocas clásicas -;;:¡ue se inspiraban o creían inspirarse en la Poética de Aristóteles- la mímesü era la "X,
f
1, ~
t;v~
condición misma de la literatura (la poesía lírica no figura en Aristóteles), mientras <¡ue para Riffaterre
· hay <¡ue salvar el obstáculo de la mimesis para llegar al verdadero sentido (la "significancia") de la obra.
82 En "Paradigme et signifiance" (La Production du Texte, pp. 75-88) declara <¡Ue explota el
3~
i~
~i.
'
concepto saussureano de paradi¡!,ma en una dirección distinta a la del autor ginebrino. Saussure vio <JUr·
el verdadero centro de un poema está fuera del texto pero piensa en un paradigma fonético o gráfico '.{1:
~JI
1:"1
' mientras <¡ue, para Riffaterre, es semántico. (Cf. J. Starobinsk~ Les anagrammes de Ferdinand de Sau.r.f11Te (L:} ::/
Republications Paulet, Extrait du Mercure de France, 1968). Ahora bien, cuando se pierde la tradició
{ cultural y, por lo tanto, el paragrama resulta indescifrable para el lector, el texto no pierde su eficaci ·
j aunque el lector posea un intertexto menos rico.
,! r~~'l rY~'::~~~
'_: -··- .:.'. ~-""· ·'-" -~--- ----··---····--'----- __ .:.,.,:..:·.:--·-:._. >-".<'" ... _,__._ ,_- --~- -'---~ ~---""' --·~ _·_.
t:'·
~
Poema
1
signos miméticos
6'Ji"' ~~-"""'j
,.'
li
R J:
R = representamen ' f¡¡
O= objeto
1 = intetpretante
semiosis (poética)
~~¡
.6F4~<
R = representamen (poema)
.a = hipograma
I = intetpretante (signo poético).
83 Obsérvese que Riffaterre emplea semiosis únicamente para la semiosis poética, para la
pei.:.~:~~:.:.::a~~~~;~r~~~~!·:=~~~<!,>~~Ic:la~ótim·
~+~h~ '1, ~~~u~l
....--~~--c--------:----:---------------~---~-
:.X:}.b~p~~¿;a ~
'de los siglos XIX y XX 87 insiste sobre r~af:l;ti_~~
Pero la intertextualidad f!.~~ék~%1-~.ID.eti~i_~f~i~:~~ilg~
=-~===O:J;~!=::!~~v
~~e!F-hwiíl~t~P.~~JªtCY.·
87 La especialidad de Riffaterre no es, sin duda, totalmente ajena al papel que ocupa en su teoría la
[:.
· Alicia Yllera
lt~~i~m~i~d~>i1::fM~tt~%áli~ififff;"&:g;laWtJtt.odffm;iP.n:Y,deJ.
~~~~~4':t<)Jlt9ffi}~ª",¿~~?.'.t:~glª~""~D~~!9:~x11l~~nSlffN.
b~"'"·OOX:t<;>sw.ª&í,::,qRt~ill.!'l:~~iWP.Yeden·,-integrarse ' en· conjuntos · -mayores· ·
mediante.Ja:~sffidotf~.
· '!' ~~E~~"\~1::~~·~'.:...-~~~;·~,{'-j.'
, ·. ·
~~=;~.~:=~:.:::!::==!
~~mi~:sie!Eft-¡;.~ª){é~~"l~~hipp~.
Pero, al mismo tiempo, er stgño poético ha de ser úna variante de la
matriz del texto. Caso de no serlo el signo poético funciona sólo como
lexema o sintagma estilísticamente marcado, pero no como signo i!
poético. Así el hipograma del conocido verso del poema "Hymne a la
Beauté" de las Fleurs du mal, de Bahdelaire:
Puede
recibir una que se
privilegie la originalidad. La asociaciórl de fleur ("flor") y abtme
("abismo"), en la literatura francesa contemporánea (siglos XIX y XX),
se convierte en signo poético al remitir al cliché, de gran éxito en la
estética romántica, de "la flor al borde del abismo" (contraste extremo y
"paradójico entre la pequeñez de la flor y la inmensidad aterradora del
abismo, del que se derivan dos tipos de metáforas: la belleza destinada a
la muerte o un peligro).
'
1
La !erre est b/eue comme une orange
Jamais une erreur les mots ne menten! pas.
( L'Amour la Poésie)
1 ¡
[La tierra es azul como una naranja .
':
1'1 Nunca un error las palabras no mienten.]
!
H• son una expansión de rien ("nada"), puesto que hay que interpretar La
i: tierra es azul como una nararija ( = no es azul) como nada.
93 Para el autbr existe siempre bipolarización en los hipogramas de los sustantivos con valor
poético permanente (!bid., p. 63). La bipolarización es causa del carácter ejemplar de estos sustantivos y
de su carácter poético.
. 228 Alicia Yllera
-i~!!a:~~~=;:~==:~~~~~
:ras~ms~~~~Efi~(:~ttV;'etsioa:;,p· üe'd~~·w~merfológie_~u.
-"'~-~'""-~:-:-~'-'~ . - -·~ - -:-- ·'- --. -- '"'-- ---- · ~-<"V'f-"1"~"';..·-·-·-.- T
lf9:4.~.S91t:1l>-'1:<Xliig~ndo;;?Uha><,para:nomasia:-,-o,.,upa;:.·apáfQ:J:$4P'eto~1>1l~Q~
~b~~P/';,afe.~\-.a';,-,J1n,~:.nive~.~s·t:ipe.ti~r.-·,.·pori·ejemplq;'Htr~;f<'}~.§P'r
~~g!!~V:p;•J;l;O.<hipograma:,posttrv:o-,o"'vice:yers¡¡.,-Elsegundo Spleen de
Baugelaire se caracteriza por la consideración negativa de souvenir
("recuerdo"), el primero por una inversión negativa de maison ("casa"),
positiva cuando es sinónimo de "hogar".
Existe•?: un :último•:•caso . ,·.de:.cconv~rsión·· que no responde a un
hipograma externo sino que,_se:Jlimi~·;a;fllPQif).~,,uA<'texto,;p.,rqqupdJ')
·::B~!.~P\!P.1?ión:, por ejemplo, en el retrato de Gérard de Nerval por
Théophile Gautier:
'Cet esprit était une hirondelle apode. JI était tout ailes et n' avait pas de
l pieds, tout au plus une imperceptible griffe pour se suspendre un moment
¡
Apéndice 2. Contribuciones reéientes
1
~fo~1~;11"IDOjt.n0s'fcasos,.la.c<>iW:€StáFíntRarada..en·el-•~ma;!;Sfmaín..mn..
¿~~.l~-b·~ ¡:¡-.-. ...... . . . . -· ... ""o- . - .. - e--- . - - 'o~ ·~
Af~
l:~.igg~~qJJ.e&l;b!Qis.tú;J.g:;~..i;de~to.;dd"'tex-to96. r¡
- Bajo el título de semiótica textual Riffaterre analiza los diversos
>< ~~~g~~ dé;-,pe;<;e,pbófi,:qué·•caracterizw a·,'la~>¡5oesía; y que tienen todos
Jf 'como función captar el poema como un todo, en el que la distorsión a la
f que se somete a la mímesis produce la semiosis, e impulsar al lector a
' ?:: ~encontrar la significancia. Considera:
'-~f' : .a) P.@iiMlli.-.~Jl~~\s9mO:f:'peyt:enecJ.entei- ac:un:a· Gl.t~gotia $'
e~~<iíficif~fu>·'foecírl:~g~tr~p!
b) /;~~~o~que•:puedecctener'un ·fincsatírico
o· ser gratuit!1>-;·:puede
deberse a la presencia dentro de un texto de códigos incompatibles
95 Una palabra-maleta es una palabra formada por la reducción de dos palabras a una, que conserva
la parte inicial de la primera y la parte final de la segunda: binary digit-+bit; Circe Ceto-+Circeto.
96 Sémiotique de la poésie, pp. 107-146. '
230 Alicia YÜera
¡
semántica y formalmente. El lector irlterpreta estas incompatibilidades
como rasgos de I:wmor. · M
e) t-~J.Le interesa particular.mente un tipo de sip:~
•1
~ 1
!\
sentido, la perturbación (inglés, scramblingj francés, brouillage), que !i
consiste en la deformación del hipograma que remite a otro textci \
:1
literario. El primer verso de un poema surrealista:
'¡:
III. CONCLUSION ·¡¡
-11
Anteriormente presentamos las tres disciplinas ~stilística, poéti~ i
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