Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
REVISTA
ELECTRÓNICA
AÑO I
N° 1 - 2007
CENTRO DE ESTUDIOS DE DERECHO MUNICIPAL
EL CENTRALISMO
Lima, La Ciudad de los Reyes, fundada en 1535, constituye el Centro del país,
en lo económico, cultura, político y social. El centralismo que padecemos desde la
Colonia nos ha hecho mucho daño. Es clamoroso comprobar que existan pueblos en el
interior que padezcan de los elementales servicios y recursos, pueblos que pese al
esfuerzo y trabajo de sus hijos, no han logrado alcanzar el desarrollo.
Los gobernantes regionales y locales tienen que tener una real autonomía
económica, administrativa y política deben ser entes de desarrollo dentro de los
parámetros de la estructura y las políticas de Estado. El proceso de descentralización
es un asunto de magnos alcances, y como tal debe proyectarse bien, que no se
imponga, que no se le convierta en una etapa de apresuramiento, sin un rumbo fijo.
Hay que crear los canales para su integración a la realidad en armonía con el
Estado y la Sociedad, demos un paso adelante, pero hay que ir a la traslación real del
poder. La coyuntura actual ha despertado entusiasmo en que el proceso de
Descentralización debe convertirse en un proyecto real de transformación y cambio
con la movilización del país, haciendo de ella una herramienta de desarrollo y trabajo.
Ningún regionalista pretenderá que las regiones están demarcadas por nuestra
organización política, un regionalismo que condene abstractamente el régimen
centralista sin objetar concretamente su división territorial. Un regionalismo que se
contente con la autonomía municipal no es un regionalismo propiamente dicho. Como
escribe Herriot, en el capítulo que en su libro Creer dedica a la reforma administrativa,
“el regionalismo superpone al departamento y a la comuna un órgano nuevo: la
región”(1). En el Perú lo único que se halla bien definido es la naturaleza.
1
Herriot, Creer, tomo II, p. 191.
CENTRO DE ESTUDIOS DE DERECHO MUNICIPAL
José Carlos Mariátegui En el Perú, el Cuzco, capital del Imperio Inkaico, perdió
sus feuros con la conquista española. Lima fue la capital de la Colonia. Fue también la
capital de la independencia, aunque los primeros gritos de libertad partieron de Tacna,
del Cuzco, de Trujillo. Es la capital hoy. El futuro de Lima, en todo caso, es inseparable
de la misión de Lima, vale decir de la voluntad de Lima.
Hay en el reclamo descentralista del Perú, cuando menos mucho más que el
requerimiento técnico jurídico o político de distribución espacial o territorial del poder,
una suerte de sentimiento del Perú profundo que anhela tomar en sus manos la
decisión de su propio destino y algunas veces, afirmar muy nítidamente a través de
ella su personalidad histórica, social y política.
fórmulas descentralistas; una y otra vez ha fracasado, pero el pueblo mantiene viva la
esperanza de que algún día advendrá una fórmula que le permita un régimen de
autogobierno que haga asimismo al pueblo o a los pueblos del interior de la República
dueños de su destino y capaces de equilibrar lo que sienten, que es algo así como un
peso ominoso que representan el centralismo.
Las constituciones que reflejaron de alguna manera una suerte de nuevo pacto
social en este país y que por lo tanto permitieron fórmulas concretas de
descentralización que sí se frustraron en el camino; sin embargo, encontraron las
fórmulas apropiadas para responder, de alguna manera, a la aspiración provinciana.
Seguiremos esperando y con esta porfía histórica persistiremos hasta que algún
día, podamos encontrar la fórmula y hallemos el camino que la historia tiene reservado
al destino de nuestros pueblos en el interior, para que marchen con sus propios pies a
la conquista del bienestar, de la justicia, la paz social y el bien común.
La autonomía y vida propia de las regiones son la base para que el país cuente
con ciudadanos formados para pensar y decidir independientemente con iniciativa
propia, lo que constituye la fuente esencial de riqueza y valor de un pueblo. Se
requiere delimitar con claridad las funciones de los diversos estamentos de gobierno,
los gobiernos locales, las regiones, ver los mecanismos de capacitación para los
funcionarios que trabajen en ellos así como la asignación de fondos y la captación de
recursos propios que pueden tener. La población considera que es necesario cambiar
la pauta que ha caracterizado el desarrollo nacional, procurando canalizar más
inversión hacia el interior peruano.