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Mitos y ritos contemporáneos; mediaciones e hipermediaciones

García Fuentevilla Silvia Estefanía


02/10/18

A partir de la consideración del mito como un habla, de primer momento es


importante no olvidar la reflexión acerca del contexto y su importancia para la
significación de este, así como comprenderle “como sistema de comunicación, un
mensaje”, que requiere de una serie de elementos para poder consolidarse como
tal. Entre los requeridos, en conjunto con un análisis para su composición, es
menester resaltar la importancia del uso social para la narración de objetos o
sujetos, pues es así como se presta para la apropiación de la sociedad1.
Sin embargo, así como la sociedad es en esencia dinámica, también lo será
el producto de su creación, aunque pueda sonar divino; pues los mitos serán
reconocidos y reproducidos de manera similar durante un lapso determinado. Luego
de ello, se reforman o desaparecen, pero no hay mitos eternos2. Lo real, es que
para su surgimiento y consolidación la historia fungirá como pieza fundamental, así
como la conciencia de quienes perciban el habla y sean capaces de racionalizarlo
a modo de dotarle de significado.3
Cabe resaltar que, a pesar de la existencia del mito como sistema
comunicativo, este no constituye la lengua en sí, sino, como lo menciona Barthes,
lo es de la semiótica; y forma parte de una explicación en la que su contenido no
cobra mayor relevancia.
En el campo de estudio semiológico, la estructura del mito se compone por
el significante, el significado y el signo. Estos, en conjunto, se unen
heterogéneamente y pueden descomponerse para su análisis4, así como se puede
hacer con sus elementos para comprender sus alcances.
En este sentido, y con respecto a la significación, entendida como un punto
máximo de consolidación entre conceptos, constituye el mito, y dotándole a su vez
de personalidad omnipresente, pero que puede terminar cuando un sentido toma su
lugar. Este último es intermitente debido a su interacción con la forma.5

1 Barthes, Roland, Mitologías. México: Siglo XXI, 1999: p 108


2 Ídem
3 Ibidem, p. 109
4 Ibidem, p. 110
5 Ibidem, p. 117
El mito, si bien Barthes sugiere que “no requiere de ningún inconsciente para
explicarlo”6, es así como el sujeto percibe el mensaje gracias al significante y cómo
no lo relaciona como parte de un sistema semiótico en strictu sensu, sino como uno
inductivo. Asimismo, relacionándose con la realidad creada por la sociedad
burguesa y los límites su atífisis y su seudofisis. El mito y su ‘irracional’
internalización.7
Si bien el lenguaje en sí no puede escapar de los mitos, ya sea surgir por él
o salir de él, el hombre, entendido como ser social, y su lenguaje, no estarán en
función de los mitos, sino estos de la historia y la contingencia.

Referencias: Barthes, Roland, Mitologías. México: Siglo XXI, 1999: p. 107-139.

6 Ibidem, p. 116
7 Ibidem, p. 129

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