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1. Haciendo uso de los instrumentos como el barómetro y el termo higrómetro. Calculamos la humedad y temperatura ambiente en
tres terrenos ,obteniendo :
De acuerdo a estos datos podemos destinguir que tienen una humedad baja con respecto a una humedad confortable de 50 a 60 %
las temperatura tomadas al media dia al canzaron
2.
3.
Referancias
El diseño se plantea realizar una integración de la arquitectura con el medio natural, realizando un complejo arquitectónico y un
diseño de arquitectura de paisaje, que no solo responda a una solución del problema sino que presente una propuesta de
mejoramiento del lugar; que de alojamiento a varios espacios para la realización de diversas actividades tales como
campamentos, natación, gym, deportes al aire libre.
El afluente turístico que cada año es mayor en el municipio, principalmente en el periodo vacacional de Semana Santa.
Fomentando el eco turismo de la región, brindando un lugar de relajación natural para los visitantes y los pobladores del lugar.
Cabe mencionar que este lugar es un atractivo turístico importante del municipio.
El incremento de personas que realizan deporte, las cuales tienden a realizar actividades deportivas como el atletismo y ciclismo,
así como deportes de conjunto. El mejoramiento de estas instalaciones vendría a complementar las actividades deportivas de la
población.
A medida que el clima frío se desplaza hacia el interior, los niveles de humedad disminuyen de forma natural.
Esto ocurre porque el aire frío no puede retener tanta humedad como el aire tibio. El nivel ideal de humedad
interior durante el invierno debe estar alrededor del 45 por ciento. Pero el aire seco del invierno puede causar una
reducción sustancial de la humedad a niveles del 15 por ciento o menos. Este desequilibrio de la humedad puede
acarrear una serie de problemas que pueden afectar su salud, su hogar y sobre todo su comodidad.
La temperatura más confortable para el ser humano en estado de reposo es de entre 18º y 20ºC. Si está trabajando la cifra desciende al intervalo
comprendido entre 15º y 18ºC, según el tipo de movimiento y la intensidad con la que se realiza.
Para hacernos una idea, podemos comparar al hombre con una estufa cuyo combustible son los alimentos. Concretamente un hombre de 70kg
equivale a una estufa que genera 105 Kilocalorías cada hora, cantidad que basta para hervir 25 litros de agua. Esta es la razón por la que cuando
estamos muchos en una sala sube la temperatura. Cada persona que entra es como poner una estufa más.
La mejor manera de calentar una sala, es instalar focos de calor moderado en las zonas mas frías. Cuidado con la temperatura del foco de calor,
si es superior a los 70ºC se produce sequedad en la boca y en las mucosas. Además subir mucho la temperatura no es eficiente
energéticamente. Por este motivo las calefacciones de vapor y las estufas de hierro no son especialmente adecuadas en el interior de las
viviendas.
Los principios bioclimáticos deben aparecer como un hábito en la construcción y no como una rareza o una
excepción. Por eso se debe hablar de buenas prácticas y de buena arquitectura y no de arquitectura singular. Estas
buenas prácticas deben tener como objetivo la calidad del ambiente interior y la reducción de los efectos negativos
sobre el entorno:
Calidad del ambiente interior: condiciones adecuadas de temperatura, humedad, movimiento y calidad del
aire, etc.
Los efectos de los edificios sobre el entorno serán función de las sustancias que desprendan, del impacto que
produzca el asentamiento y de los consumos que afecten al desarrollo sostenible del lugar.
o Sustancias desprendidas: sólidas (residuos sólidos urbanos), líquidas (aguas sucias) y gaseosas (gases
de combustión vinculados fundamentalmente al acondicionamiento).
o Impacto del asentamiento: Exceso de población, vías de acceso, aparcamientos, destrucción de
tejido vegetal, etc.
o Desarrollo sostenible del lugar: consumo de agua o de otras materias primas por encima de su
capacidad de renovación.
Estos aspectos anteriores se puede agrupar, por la importancia de sus efectos, en tres grandes grupos:
Una parte de la energía que consume el edificio se pierde por la ineficacia de los sistemas de generación, consumo o
distribución de la misma.
Alumbrado.
La mejora de lámparas y luminarias puede ahorrar mucha energía, si se emplean lámparas de bajo consumo
o luminarias de alta eficacia. Un correcto proyecto de alumbrado dará lugar a la mejora definitiva.
La mejora de los electrodomésticos puede ahorrar mucha energía. En la actualidad el electrodoméstico más
consumidor es el frigorífico; los de alto aislamiento pueden reducir las pérdidas en los momentos en los que se
encuentre cerrado. Los lavavajillas, las lavadoras y las secadoras tienen su mayor gasto en el empleo
indiscriminado, independientemente de la carga, y en el empleo de energía eléctrica. Los actuales aparatos
de gas (agua caliente calentada con gas) optimizan el uso de la energía. Entre las cocinas eléctricas, las
vitrocerámicas de inducción emplean energía únicamente cuando se cierra un circuito entre la cocina y la
olla o sartén; de este modo el uso de la energía está igualmente optimizada.
Una parte de la energía que consume el edificio se pierde por la ineficacia de los sistemas de generación, consumo o
distribución de la misma.
Alumbrado.
La mejora de lámparas y luminarias puede ahorrar mucha energía, si se emplean lámparas de bajo consumo
o luminarias de alta eficacia. Un correcto proyecto de alumbrado dará lugar a la mejora definitiva.
La mejora de los electrodomésticos puede ahorrar mucha energía. En la actualidad el electrodoméstico más
consumidor es el frigorífico; los de alto aislamiento pueden reducir las pérdidas en los momentos en los que se
encuentre cerrado. Los lavavajillas, las lavadoras y las secadoras tienen su mayor gasto en el empleo
indiscriminado, independientemente de la carga, y en el empleo de energía eléctrica. Los actuales aparatos
de gas (agua caliente calentada con gas) optimizan el uso de la energía. Entre las cocinas eléctricas, las
vitrocerámicas de inducción emplean energía únicamente cuando se cierra un circuito entre la cocina y la
olla o sartén; de este modo el uso de la energía está igualmente optimizada.
o Frigoríficos del alto aislamiento.
o Lavavajillas, lavadoras y secadoras con detección de carga.
o Lavavajillas de bajo consumo energético (con agua caliente a gas).
o Lavadoras de bajo consumo energético (con agua caliente a gas).
o Cocinas vitrocerámicas de inducción.
Este modelo propone el uso de materiales locales para atemperar las viviendas y hacerlas sismoresistentes.
En el Perú hay poblaciones andinas que viven en zonas de gran altitud, entre 3,800 y 5,000 msnm. Allí, los cambios de temperatura entre el día y
la noche suelen ser radicales. La diferencia puede llegar a ser de hasta 30 grados en solo doce horas (-20°C / +10°C). También son comunes los
vientos gélidos provenientes de los glaciares, y fenómenos como granizadas, heladas y extrema radiación solar. Los pobladores asentados en zonas
altoandinas, como Puno, deben soportar —además de un clima inclemente y una geografía agreste, con pocos recursos naturales y escasa
vegetación— la escasez de agua y la imposibilidad de realizar labores agrícolas en los meses secos.
El cambio climático es un factor de riesgo que se añade a las otras vulnerabilidades porque influye en las estaciones provocando temperaturas
más extremas, sequías y más. De otro lado, la lejanía de centros poblados y servicios básicos, la falta de infraestructura vial y de comunicaciones,
añaden riesgos relacionados con la salud. Por eso nos pareció que era urgente actuar en el rubro de la vivienda en zonas de heladas y encontrar
soluciones aplicables y replicables por los propios pobladores, con materias primas que tengan a manoSofía Rodríguez Larraín
El confort térmico se define como un grado de bienestar que permite a las personas desarrollar actividades cotidianas, como dormir, estudiar,
reunirse, etc. sin la interferencia que causan el frío o el calor excesivos. Es una condición óptima de temperatura y humedad para la vida saludable.
El confort térmico evita contraer enfermedades dentro de la vivienda, y en caso de enfermedad, propicia un espacio saludable para la recuperación
de la salud. Esto puede lograrse con artefactos que generan calor (pero ocasionan un costo permanente) o mediante un diseño bioclimático pasivo
En este caso estamos trabajando con poblaciones en estado de pobreza y extrema pobreza, por eso nos propusimos plantear una solución sin
artefactos. Es decir, nuestro proyecto se basa en aislar la vivienda del frío exterior y evitar la pérdida de calor interior, mediante un buen diseño
de la misma y usando materiales de la zona que ayuden también a capturar calor por acumulación de la radiación solarSofía Rodríguez Larraín
Una de las primeras tareas del equipo de especialistas fue estudiar cómo construyen sus viviendas las personas de la zona e identificar por qué
llegaron a esas soluciones, en gran parte heredadas y, en menor parte, modificadas. Encontraron que las “cabañas”, como los pobladores llaman a
sus casas, son de piedra, con poco barro en las juntas, y que originalmente los techos eran de ichu, un tipo de pasto que crece en la altiplanicie
andina.
En los últimos años los techos han ido siendo reemplazados por calaminas y eso es lo que hace a las viviendas tan poco adaptadas al lugar y
poco confortables. Con ese tipo de techo se genera más frío (o más calor) que afuera. Registramos que incluso se llega a temperaturas bajo cero
dentro de la vivienda. Agrava la situación, la lluvia y el granizo, tan frecuentes en esas alturasSofía Rodríguez Larraín
En el curso de la investigación se estudiaron viviendas de toda la zona de Puno, el lago Titicaca y las montañas del altiplano por encima de los
3800 y hasta los 5000 msnm. El equipo también visitó los sitios arqueológicos y coloniales para estudiar las soluciones constructivas y su relación
con el territorio. “Hemos entrevistado y conocido a muchas personas que nos han aportado lo que no encontrábamos en libro alguno. Y es que el
hábitat altoandino no ha sido investigado por arquitectos e ingenieros. Existen muchos estudios sociales sobre comunidades alpaqueras o sobre la
alpaca en sí desde las ciencias agropecuarias, pero no desde la arquitectura”, sostiene la arquitecta Rodríguez Larraín.
Uno de los hallazgos en campo más valiosos fue la recuperación del uso de la totora para las viviendas. Verificaron que la totora (Schoenoplectus
californicus), un junco que crece desde el nivel del mar hasta los 4000 metros de altitud, tiene altísimas propiedades aislantes, “muchísimo más
que el adobe, que es de uso común en las viviendas actuales”, señala la arquitecta. “Encontramos también que la totora se utilizaba en Puno,
antiguamente, para forrar las paredes y los cielos rasos de las casas en la ciudad”, apunta Rodríguez Larraín.
Los pobladores de los Andes utilizan colchones de totora, llamados q'esanas, justamente porque los aísla del frio y de la humedad del suelo. Y
eso es lo que propusimos recuperar para las viviendas. No hemos inventado nada. La novedad es el cambio de uso que le hemos dado. Con la
ventaja adicional de que se trata de un elemento común en la zona, fácil de transportar por su poco peso, y por ende accesible a la economía
En agosto de 2016, miembros del equipo de investigación pasaron la noche en la vivienda piloto construida en Orduña, Puno, realizando mediciones
en la tarde, noche y madrugada. “Los resultados fueron muy alentadores: la temperatura interior no bajó de 7 grados durante la noche, aún cuando
la temperatura exterior era de menos 10 grados centígrados. Comparamos esas mediciones con las realizadas esa misma noche en viviendas del
caserío, donde registramos menos 3 grados al interior de la misma”, explica la arquitecta. Añade que seguirán haciendo más mediciones de
temperatura, radiación solar, vientos y humedad en el exterior de la vivienda modelo, usando una estación meteorológica. Las mediciones internas
se harán con un dataloggers, que es un artefacto electrónico cuyo sensor registra datos en un lapso de tiempo y/o locación.
Este proyecto, además de proponer mejores soluciones para el confort térmico de las viviendas, busca establecer una metodología para la
transferencia de tecnologías a los pobladores y autoridades del gobierno local, regional y nacional. Rodríguez Larraín afirma que incluso el
Programa Nacional de Vivienda Rural del Ministerio de Vivienda (PNVR), ha cometido errores en las viviendas que intervinieron en esas zonas.
Térmicamente no funcionan. Hace más frío en los cuartos nuevos que en la casa antigua. Y es porque se ha colocado un techo con aislamiento de
tecnopor que no permite ganancias de calor por radiación solar. Además, el uso de materiales no locales implica un gran costo en transporte
para los usuarios. El uso de concreto en los cimientos de esas habitaciones y del tecnopor hace que la solución del PNVR no sea replicable por
los pobladores. Otro error es que esas viviendas se han hecho con un timpano de adobe muy pesado, suelto, sin amarre a la estructura, que en
Líder del Proyecto En la propuesta que lidera la arquitecta se ha considerado la seguridad antisísmica. Bajo el mismo principio de usar materiales
accesibles y fáciles de poner en obra en cualquiera de estas zonas del país, durante dos años el equipo desarrolló una tecnología que asocia
materiales, insumos y técnicas locales de construcción con las últimas investigaciones de sismoresistencia en ingeniería de la PUCP.
Los refuerzos ensayados a través del amarre de las estructuras de adobe con mallas de soguilla de nylon (driza), han demostrado su capacidad
de sostener los muros y techos en los ensayos del laboratorio de simulación sísmica. La soguilla cumplió con las condiciones requeridas por la
Esta solución de reforzamiento de sismorresistencia se basó en la tecnología investigada en las tesis de la cátedra Fisuras 4: “Reparación de grietas
y reforzamiento de muros de adobe con materiales compatibles”, de la facultad de Ingeniería Civil de la PUCP, en particular la tesis de maestría
de los ingenieros Carlos Sosa y Jonathan Soto, en 2013, asesorados por los ingenieros Julio Vargas Neumann y Marcial Blondet.
Procedimos a reforzar una vivienda (local comunal) de la zona de Orduña y a construir un prototipo de vivienda nueva. Las obras se realizaron
en base a la modalidad de obra-taller con implementación de talleres participativos teóricos y prácticos en los que fueron capacitados 24
comuneros (mujeres y hombres). Cada uno recibió un certificado de Promotor Técnico para la Construcción de Viviendas Seguras y Saludables,
otorgado por el Centro de Investigación de la Arquitectura y la Ciudad (CIAC), del Departamento de Arquitectura de la PUCP
La estrategia es generar educación para la prevención capacitando a pobladores como constructores y autoconstructores en técnicas mejoradas,
reparación y construcción nueva. El impacto ambiental de la propuesta dependerá de cuánto se masifique la réplica de la tecnología propuesta,
asegura la arquitecta. “La totora actualmente es subutilizada, de hecho se queman totorales cada año generando un daño ambiental considerable.
Solo en lo que va de este año se ha quemado 2000 hectáreas de totorales según fuentes de la Reserva Natural del Titicaca”, enfatiza.
Este proyecto va a generar diversos impactos. El uso de totora para la construcción de casas térmicas en las comunidades del Lago tendrá indudables
efectos económicos y sociales. Los comuneros capacitados pueden replicar la tecnología en obras de construcción privadas o públicas y ya han
empezado a formalizarse. En cuanto a los impactos tecnológicos, se ha producido un modelo de tecnología para la construcción de edificaciones
Así es como en el Perú hacemos ciencia e innovación tecnológica para el desarrollo del país.