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Efectivamente, por la acción del bombin de frenos sobre los extremos superiores,
las dos zapatas están sometidas durante el frenado a dos fuerzas iguales y de
signos contrarios (no representadas en la figura), que las aplican contra el tambor,
merced a las cuales nacen las fuerzas tangenciales de frotamiento (F1) y (F2), para
el sentido de giro del tambor que se ha tomado. Estas fuerzas pueden
descomponerse en las (F' 1) y (F'2), que siguen la dirección de los ejes de giro (A)
y (B), y las (F" 1) y (F"2) perpendiculares a las anteriores, que en el caso de la
zapata izquierda hace aumentar la fuerza de aplicación al tambor, mientras que en
la derecha la disminuye en la misma proporción. Este efecto hace que la zapata
izquierda (llamada primaria) frene más que la derecha (llamada secundaria).
Si se invierte el giro del tambor, como ocurre cuando el vehiculo rueda marcha atrás,
este efecto aparece cambiado en las zapatas, como es lógico suponer.
Otras veces se disponen los forros de las zapatas de distinta longitud, presentando
la secundaria una mayor superficie de rozamiento que la primaria, compensándose
asi su menor acción de frenado (giro a derechas de tambor). En esta disposición,
además, las guarnituras de ambas zapatas están decaladas, de manera que los
desgastes de ambas queden mejor repartidos.
Cualquiera que sea el tipo de freno utilizado, las zapatas están formadas por una
pieza de acero en forma de media luna, recubierta con un forro de un tejido de
amianto prensado o moldeado en armazón de hilos de latón, que se sujeta a la
zapata por medio de remaches embutidos hasta tres cuartos del espesor del forro,
para que no rocen contra el tambor y lo rayen. Otras veces, los forros van pegados
con productos especiales a base de resina sintética, resistentes a las temperaturas
elevadas que habrán de soportar.
Las guarniciones flexibles (3) de los émbolos están configuradas de modo que la
presión hidráulica las adapte perfectamente a las paredes del cilindro, produciendo
una excelente hermeticidad que impide la tuga de líquido al exterior. Para evitar la
entrada de polvo o suciedad a los bombines, se disponen los guardapolvos (5) en
ambos extremos.