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Uniones

convivenciales

Derecho Privado
VI (Derecho de
Familia)

1
Uniones convivenciales
Definición. Requisitos. Registración.
Prueba
Definición

El Código Civil y Comercial de la Nación por primera vez regula las uniones
convivenciales. Son consideradas tales “la unión basada en relaciones
afectivas de carácter singular, pública, notoria, estable, y permanente do dos
personas que conviven y comparten un proyecto de vida común, sean del
mismo o diferente sexo”1.

Requisitos

El artículo 510 establece que para que se reconozcan los derechos


establecidos en el Código Civil y Comercial a las uniones convivenciales, éstas
deben cumplir con ciertos requisitos, los cuales analizaremos brevemente
siguiendo a la Doctora Herrera (2015):

 que los dos integrantes sean mayores de edad: a


diferencia del matrimonio, que en determinadas
circunstancias se permite que sea celebrado entre menores
de edad, la unión convivencial, al no haber ningún tipo de
formalidad para constituirla, ni control estatal previo, se
impone que involucre solo a personas mayores de edad, es
decir, personas que hayan cumplido 18 años.

 ́
no estén unidos por vinculos de parentesco en línea recta
en todos los grados, ni colateral hasta el segundo grado:
Las uniones convivenciales implican una relación de pareja,
por ello es requisito que no estén unidos por vínculos
familiares cercanos. A través de este requisito se excluye
del régimen a otro tipo de uniones como las llamadas
uniones asistenciales, en las cuales, por ejemplo, conviven
juntos dos hermanos, dos amigos, etcétera.

 no estén unidos por vínculos de parentesco por afinidad


en línea recta: por las mismas razones expuestas en el
inciso anterior, no serán consideradas uniones

1 Art. 509 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

2
convivenciales las compuestas por una persona y padres
afines, abuelos afines, hijos afines, etcétera.

 no tengan impedimento de ligamen ni esté registrada otra


convivencia de manera simultánea: este requisito es de
fácil comprobación ya que tanto del matrimonio
subsistente, como de la unión convivencial registrada se
obtienen los correspondientes certificados.

 mantengan la convivencia durante un período no inferior


a dos años: se entiende que este requisito tiende a
materializar la publicidad, notoriedad, estabilidad y
permanencia que define las uniones convivenciales2.

Registración

La existencia de la unión convivencial, su extinción y los


pactos que los integrantes de la pareja hayan celebrado se
inscriben en el registro que corresponda a la jurisdicción
local, sólo a los fines probatorios.
No procede una nueva inscripción de una unión convivencial
sin la previa cancelación de la preexistente.
La registración de la existencia de la unión convivencial debe
ser solicitada por ambos integrantes3.

Es decir, la registración se prevé solo a los fines de facilitar la prueba de la


unión, aunque las parejas registradas tendrán un plus de reconocimiento
frente a terceros respecto de la protección de la vivienda familiar, ya que
solo para el caso de las uniones registradas, se protege la vivienda familiar y
los muebles indispensables al requerirse el asentimiento del otro
conviviente en caso de disposición, así como también se determina la
inejecutabilidad por deudas contraídas con posterioridad a la registración,
excepto que hayan sido contraídos por ambos convivientes o por uno con el
asentimiento del otro4.

2 Art. 510 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.


3 Art. 511 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
4 Art. 522 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

3
Prueba

“La unión convivencial puede acreditarse por cualquier medio de prueba; la


inscripción en el Registro de uniones convivenciales es prueba suficiente de
su existencia”5.

Este artículo deja claro que la registración no es obligatoria para constituir


la unión convivencial, pudiéndose probar ésta por cualquier medio.
Asimismo, el beneficio de la inscripción es que es prueba fehaciente por sí
misma para probar dicho unión.

Pactos de convivencia. Autonomía de


la voluntad de los convivientes.
Contenido del pacto. Límites. Efectos
frente a terceros
Pactos de convivencia

Nuestro ordenamiento jurídico, frente a la legislación de las uniones


convivenciales, incorpora la posibilidad de realizar pactos convivenciales.
Estos pactos están destinados a regular las relaciones entre los convivientes
que pueden ser de carácter patrimonial o extra patrimonial. En principio
estos pactos prevalecen sobre las normas previstas en el Código. Sin
embargo, ellos están limitados y existen materias donde el ordenamiento
legal prevalece.

Autonomía de la voluntad de los convivientes (art. 513)

La autonomía de la voluntad es la base del contenido de los pactos


convivenciales, por lo tanto lo establecido en el Código respecto a las
uniones convivenciales se aplicará siempre y cuando los convivientes no
establecieran algo distinto en el referido pacto.

Sin embargo, hay ciertas disposiciones de orden público que el pacto de


convivencia no puede dejar sin efecto. Estas disposiciones son las referidas
a:

 La asistencia que se deben los convivientes durante la convivencia6.

5 Art. 512 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.


6 Art. 519 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

4
 La obligación de contribuir a los gastos domésticos de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 4557.

 La responsabilidad solidaria de los convivientes, las deudas que uno


de ellos hubiera contraído para solventar las necesidades ordinarias
del hogar o el sostenimiento y la educación de los hijos8.

 Si la unión convivencial ha sido inscripta, ninguno de los convivientes


puede, sin el asentimiento del otro, disponer de los derechos sobre
la vivienda familiar, ni de los muebles indispensables de ésta, ni
transportarlos fuera de la vivienda. El juez puede autorizar la
disposición del bien si es prescindible y el interés familiar no resulta
comprometido.

Si no media esa autorización, el que no ha dado su


asentimiento puede demandar la nulidad del acto dentro del
plazo de caducidad de seis meses de haberlo conocido, y
siempre que continuase la convivencia.

La vivienda familiar no puede ser ejecutada por deudas


contraídas después de la inscripción de la unión convivencial,
excepto que hayan sido contraídas por ambos convivientes o
por uno de ellos con el asentimiento del otro9.

Respecto a la forma que debe tener el pacto convivencial, éste debe ser
hecho por escrito y no se admite un medio distinto al establecido (Herrera,
2015).

Contenido del pacto

El Código Civil y Comercial, de manera enunciativa, establece algunas de las


cuestiones que pueden ser incorporadas al pacto de convivencia.

Así, el artículo 514 establece:

Los pactos de convivencia pueden regular, entre otras


cuestiones:
a) la contribución a las cargas del hogar durante la vida en
común;
b) la atribución del hogar común, en caso de ruptura;

7 Art. 520 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.


8 Art. 521 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
9 Art. 522 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

5
c) la división de los bienes obtenidos por el esfuerzo común,
en caso de ruptura de la convivencia10.

Como puede observarse, estas cuestiones son las que mayores conflictos
suelen traer frente a la separación de los convivientes.

Asimismo, es importante destacar que en virtud de la autonomía de la


voluntad, estos “pactos pueden ser modificados rescindidos por acuerdo de
ambos convivientes”11.

Límites

Frente a la autonomía de la voluntad que tienen los contrayentes para


celebrar el contenido de los pactos de convivencia, se establecen límites a
los fines de proteger a los convivientes.

Por un lado, tenemos los límites establecidos en el artículo 513, que


estudiamos ut supra y que hace referencia a aquellas cuestiones que el pacto
de convivencia no puede dejar sin efecto12.

Por otro lado, el artículo 515 establece también límites a la autonomía de la


voluntad, estableciendo que: “Los pactos de convivencia no pueden ser
contrarios al orden público, ni al principio de igualdad de los convivientes, ni
afectar los derechos fundamentales de cualquiera de los integrantes de la
unión convivencial”13.

Efectos frente a terceros

El artículo 517 establece que:

Los pactos, su modificación y rescisión son oponibles a los


terceros desde su inscripción en el registro previsto en el
artículo 511 y en los registros que correspondan a los bienes
incluidos en estos pactos.
Los efectos extintivos del cese de la convivencia son
oponibles a terceros desde que se inscribió en esos registros
cualquier instrumento que constate la ruptura14.

Como se observa, para que los pactos sean oponibles a terceros, se requiere
necesariamente la registración de la unión convivencial, y además, para el

10 Art. 514 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.


11 Art. 516 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
12 Art. 513 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
13 Art. 515 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
14 Art. 517 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

6
caso de que el acuerdo incluyese cuestiones relativas a bienes registrables,
también debe dejarse constancia de ello en los respectivos registros.

Efectos durante la convivencia.


Relaciones patrimoniales. Asistencia.
Contribución a los gastos del hogar.
Responsabilidad por deudas frente a
terceros. Protección de la vivienda
familiar
Efectos durante la convivencia

El reconocimiento de las uniones convivenciales como una forma de


organización familiar por el cual puede optar una pareja, trae aparejado
diversas cuestiones relativas al patrimonio de los convivientes que es
necesario dilucidar. En este sentido, el Código establece normas claras al
respecto, las cuales abordaremos a continuación.

Relaciones patrimoniales

Las relaciones económicas entre los integrantes de la unión


se rigen por lo estipulado en el pacto de convivencia.
A falta de pacto, cada integrante de la unión ejerce
libremente las facultades de administración y disposición de
los bienes de su titularidad, con la restricción Regulada en
este Título para la protección de la vivienda familiar y de los
muebles indispensables que se encuentren en ella15.

Como se observa, la norma acerca de las relaciones patrimoniales entre los


convivientes tiene su eje en la autonomía de la voluntad de los mismos, con
lo cual, existiendo pacto de convivencia, la administración y disposición de
los bienes se regirá de acuerdo a lo allí estipulado.

Como régimen supletorio, establece que cada integrante de la unión


administra y dispone de los bienes de su propiedad de manera exclusiva y
sin limitación alguna, excepto respecto a la única restricción a este derecho
15 Art. 518 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

7
para poder disponer sobre la vivienda familiar y su ajuar (Roveda y
Giovannetti, 2014).

Asistencia

“Los convivientes se deben asistencia durante la convivencia”16. Como


estudiamos anteriormente, esta es una norma de orden público, lo cual
implica que ni siquiera a través del pacto de convivencia podría cercenarse
este derecho–deber.

La asistencia comprende tanto la faceta material como espiritual y solo es


debida durante la unión convivencial.

Contribución a los gastos del hogar

“Los convivientes tienen obligación de contribuir a los gastos domésticos de


conformidad con lo dispuesto en el artículo 455”17.

El ordenamiento jurídico obliga a los convivientes a contribuir a los gastos


del hogar, remitiéndonos al deber de contribución entre cónyuges. Por lo
tanto, los convivientes deberán contribuir a su propio sostenimiento, el del
hogar y el de los hijos comunes, en proporción a sus recursos.

Asimismo, y como lo expresa el artículo 455, dicha obligación se extiende


también a las necesidades de los hijos menores de edad, con capacidad
restringida, o con discapacidad de uno de los cónyuges que conviven con
ellos.

Responsabilidad por deudas frente a terceros

Como regla general cada uno de los convivientes responde con sus bienes
por las deudas contraídas. Sin embargo, “los convivientes son
solidariamente responsables por las deudas que uno de ellos hubiera
contraído con terceros”18 para solventar las necesidades ordinarias del
hogar o el sostenimiento y la educación de los hijos.

A los fines de ejemplificar dicho artículo, Roveda y Giovannetti (2014)


expresan:

Las necesidades ordinarias del hogar es un concepto amplio.


Por ellas debe entenderse a las necesidades médicas del
grupo familiar, la adquisición de bienes muebles para el
hogar, vestimenta para todos los integrantes, gastos de
vacaciones familiares, entre otros.

16 Art. 519 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.


17 Art. 520 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
18 Art. 521 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

8
El concepto de sostenimiento y gasto de educación de hijos
comunes, comprende todo lo necesario para sus
necesidades: vestimenta, alimentos, esparcimiento,
actividades deportivas y recreativas. La educación
comprende el pago de aranceles de los colegios donde
concurren, o de sus profesores particulares, compra de
material escolar, etc. (Giovannetti y Roveda, 2014).

Protección de la vivienda familiar

El Código Civil y Comercial se caracteriza por una fuerte protección a la


vivienda familiar, y las uniones convivenciales no son ajenas a este principio
protectorio.

En virtud de ello, el artículo 522 establece que:

Si la unión convivencial ha sido inscripta, ninguno de los


convivientes puede, sin el asentimiento del otro, disponer de
los derechos sobre la vivienda familiar, ni de los muebles
indispensables de ésta, ni transportarlos fuera de la vivienda.
El juez puede autorizar la disposición del bien si es
prescindible y el interés familiar no resulta comprometido.

Si no media esa autorización, el que no ha dado su


asentimiento puede demandar la nulidad del acto dentro del
plazo de caducidad de seis meses de haberlo conocido, y
siempre que continuase la convivencia.

La vivienda familiar no puede ser ejecutada por deudas


contraídas después de la inscripción de la unión convivencial,
excepto que hayan sido contraídas por ambos convivientes o
por uno de ellos con el asentimiento del otro19.

Cabe destacar que esta extensa protección a la vivienda familiar, solo


producirá efectos si la unión convivencial está debidamente inscripta en el
respectivo registro.

19 Art. 522 – Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

9
Cese de la convivencia. Causas.
Efectos. Compensación económica:
fijación judicial, pautas, caducidad.
Atribución del uso de la vivienda.
Distribución de los bienes
Cese de la convivencia. Causas

El artículo 523 del enumera taxativamente las causales por las cuales se
extingue la unión convivencial. Algunas causales son ajenas a la voluntad de
las partes y otras tienen su origen en la voluntad de los convivientes
(Herrera, 2015).

En virtud de ello,

La unión convivencial cesa:


a) por la muerte de uno de los convivientes;
b) por la sentencia firme de ausencia con presunción de
fallecimiento de uno de los convivientes;
c) por matrimonio o nueva unión convivencial de uno de sus
miembros;
d) por el matrimonio de los convivientes;
e) por mutuo acuerdo;
f) por voluntad unilateral de alguno de los convivientes
notificada fehacientemente al otro;
g) por el cese de la convivencia mantenida. La interrupción de
la convivencia no implica su cese si obedece a motivos
laborales u otros similares, siempre que permanezca la
voluntad de vida en común20.

Efectos. Compensación económica: fijación judicial, pautas, caducidad

La ruptura de la unión convivencial trae aparejado efectos, los cuales estarán


regulados por las normas de orden público abordadas ut supra y por
supuesto por el pacto convivencial si lo hubiera.

Asimismo, la figura de la compensación económica establecida como un


posible efecto del divorcio, se repite frente al quiebre de la unión
convivencial.

En este sentido, el artículo 524 establece que:

20 Art. 523 – Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

10
Cesada la convivencia, el conviviente que sufre un
desequilibrio manifiesto que signifique un empeoramiento
de su situación económica con causa adecuada en la
convivencia y su ruptura, tiene derecho a una compensación.
Ésta puede consistir en una prestación única o en una renta
por un tiempo determinado que no puede ser mayor a la
duración de la unión convivencial.

Puede pagarse con dinero, con el usufructo de determinados


bienes o de cualquier otro modo que acuerden las partes o
en su defecto decida el juez21.

Como puede observarse de la comparación entre la compensación


económica derivada del matrimonio y de la derivada de la unión
convivencial, surge que en ésta última, si la compensación se tradujera en
una renta, ésta no puede superar lo que hubiera durado la unión.

Como se expresara al momento de abordar el divorcio, la compensación no


es una figura que necesariamente se va a dar ante la ruptura de la unión
convivencial, sino que deben cumplirse los requisitos expresados en la
norma. Asimismo, conforme el artículo 525:

El juez determinará la procedencia y el monto de la


compensación económica sobre la base de diversas
circunstancias, entre otras:
a) el estado patrimonial de cada uno de los convivientes al
inicio y a la finalización de la unión;
b) la dedicación que cada conviviente brindó a la familia y a
la crianza y educación de los hijos y la que debe prestar con
posterioridad al cese;
c) la edad y el estado de salud de los convivientes y de los
hijos;
d) la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un
empleo del conviviente que solicita la compensación
económica;
e) la colaboración prestada a las actividades mercantiles,
industriales o profesionales del otro conviviente;
f) la atribución de la vivienda familiar22.

21 Art. 524 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.


22 Art. 525 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

11
Caducidad

“La acción para reclamar la compensación económica caduca a los seis


meses de haberse producido cualquiera de las causas de finalización de la
convivencia”23.

Acerca del breve plazo que se concede para ejercer la acción, la Doctora
Herrera explica que “pretende evitar la perpetuación de reclamos o litigios
derivados de una unión de sustento fáctico, que ya se encuentra cesada;
conductas que por lo demás podrían resultar abusivas con relación al
exconviviente a quien se reclama la prestación” (Herrera, 2014, pág. 525).

Atribución del uso de la vivienda

Como venimos expresando, la vivienda es un derecho humano, y como tal


ha merecido gran protección por parte de Código Civil y Comercial.

En este sentido, se protege el derecho a la vivienda tanto ante el cese de la


unión convivencial en vida de ambos cónyuges, como en el supuesto de
muerte.

Respecto a la atribución del uso de la vivienda familiar,

El uso del inmueble que fue sede de la unión convivencial


puede ser atribuido a uno de los convivientes en los
siguientes supuestos:

a) si tiene a su cargo el cuidado de hijos menores de edad,


con capacidad restringida, o con discapacidad;

b) si acredita la extrema necesidad de una vivienda y la


imposibilidad de procurársela en forma inmediata24.

Respecto al plazo, el código establece que “el juez debe fijar el plazo de la
atribución, el que no puede exceder de dos años a contarse desde el
momento en que se produjo el cese de la convivencia”25.

Asimismo,

A petición de parte interesada, el juez puede establecer: una


renta compensatoria por el uso del inmueble a favor del
conviviente a quien no se atribuye la vivienda; que el

23 Art. 525 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.


24 Art. 526 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
25 Art. 526 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

12
inmueble no sea enajenado durante el plazo previsto sin el
acuerdo expreso de ambos; que el inmueble en condominio
de los convivientes no sea partido ni liquidado. La decisión
produce efectos frente a terceros a partir de su inscripción
registral.

Si se trata de un inmueble alquilado, el conviviente no


locatario tiene derecho a continuar en la locación hasta el
vencimiento del contrato, manteniéndose el obligado al pago
y las garantías que primitivamente se constituyeron en el
contrato26.

“El derecho de atribución cesa:

a) por cumplimiento del plazo fijado por el juez;

b) por cambio de las circunstancias que se tuvieron en cuenta para su


fijación;

c) por las mismas causas de indignidad previstas en materia


sucesoria”27.

En el supuesto de muerte de uno de los convivientes, el artículo 527 dispone:

El conviviente supérstite que carece de vivienda propia


habitable o de bienes suficientes que aseguren el acceso a
ésta, puede invocar el derecho real de habitación gratuito por
un plazo máximo de dos años sobre el inmueble de propiedad
del causante que constituyó el último hogar familiar y que a
la apertura de la sucesión no se encontraba en condominio
con otras personas.

Este derecho es inoponible a los acreedores del causante.

Se extingue si el conviviente supérstite constituye una nueva


unión convivencial, contrae matrimonio, o adquiere una
vivienda propia habitable o bienes suficientes para acceder a
ésta28.

26 Art. 526 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.


27 Art. 445 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
28 Art. 527 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

13
Distribución de los bienes

La distribución de los bienes ante el cese de la convivencia, siempre ha traído


aparejado numerosos inconvenientes, sobre todo cuando las uniones
convivenciales no estaban reguladas en nuestro ordenamiento.

En el Código Civil y Comercial se regula esta situación, priorizando siempre,


si hubiere, el pacto convivencial.

A falta de pacto, los bienes adquiridos durante la convivencia


se mantienen en el patrimonio al que ingresaron, sin perjuicio
de la aplicación de los principios generales relativos al
enriquecimiento sin causa, la interposición de personas, y
otros que puedan corresponder29.

A los fines de explicar este artículo, Roveda y Giovannotti (2014) recuerdan


que el Código Civil y Comercial de la Nación regula al enriquecimiento sin
causa en sus artículos 1794 y 1795. A este se lo define como el
enriquecimiento patrimonial sin causa justificada o lícita de una persona a
expensas de otra. Tiene carácter excepcional sujetando su procedencia a la
inexistencia de otra acción.

Asimismo, la interposición de personas se da cuando el vendedor no conocía


que el adquirente no era el que figuraba como tal, supuesto que no
consideramos aplicable entre convivientes, ya que ellos no serán adquirente
y vendedor para su aplicación.

Respecto a las “otras acciones que pudieren corresponder”, los autores


citados expresan que pueden ser procedentes la de simulación o fraude.
Cabe recordar que el plazo de prescripción para interponer estas acciones
se encuentra suspendido entre ellos durante la convivencia (Giovannetti y
Roveda, 2014).

29 Art. 528 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

14
Referencias
Giovannetti, P. y Roveda, G. (2014) Capítulo 3: efectos de las uniones
convivenciales durante la convivencia. Art. 521: Responsabilidad por las
deudas frente a terceros.

Herrera, M. (2015). Código Civil y Comercial de la Nación Comentado Tomo


II. Buenos Aires: Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.

Rivera, J. C. (director) y Medina, G. (coord.)(2014) Código Civil y Comercial


de la Nación – Comentado por especialistas. Buenos Aires, Argentina: La
Ley.

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