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SOLUCIÓN DE CONFLICTOS ENTRE EL DIRECTORIO DE UNA

JUNTA DE VIGILANCIA Y ALGUNO DE SUS INTEGRANTES*

Gonzalo Muñoz Escudero


Magister en Derecho de Aguas
Profesor de Derecho de Aguas

Se aborda, en el presente trabajo, el procedimiento de resolución de


determinados conflictos entre el directorio de una junta de vigilancia y alguno
de sus integrantes.

I. INTRODUCCIÓN.
La normativa vigente establece diversos procedimientos para la
resolución de conflictos que puedan producirse entre titulares de derechos de
aprovechamiento de aguas.
Dichos procedimientos están establecidos tanto en el Código de Aguas
(por ejemplo, el amparo judicial de aguas) como en otros cuerpos normativos
(por ejemplo, el recurso de protección).
Entre los primeros, se incluye el procedimiento que establece el Código
de Aguas para la resolución de determinados conflictos que puedan producirse
entre el directorio de una junta de vigilancia, por una parte, y alguno de los
integrantes de la misma, por otro lado.

II. DESARROLLO.
1. Ámbito de aplicación.

*
Todos los artículos que se citan en el presente trabajo, sin especificar el cuerpo normativo al que pertenecen,
corresponden al Código de Aguas.

1
Se trata de un procedimiento que, en cuanto a su aplicabilidad, se
encuentra acotado tanto objetiva como subjetivamente.
En efecto:
a) Objetivamente, toda vez que el inciso 1° del artículo 275, que es
la norma que regula el procedimiento en cuestión, enumera taxativamente las
controversias que pueden ser resueltas a través del mismo.
Dichas cuestiones son las siguientes:
1° Sobre distribución de aguas1 de los cauces naturales2 que
administre la junta de vigilancia de que se trate, declarar su escasez y, en este
caso, fijar las medidas de distribución extraordinaria con arreglo a los
derechos establecidos y suspenderlas (artículo 264 N° 2.).
2° Sobre privación del uso de las aguas en los casos que
determinen las leyes o los estatutos3 (artículo 264 N° 3.).
3° Las cuestiones que se susciten sobre construcción o
ubicación, dentro del cauce de uso público4, de obras provisionales5 destinadas
a dirigir las aguas hacia la bocatoma de los canales.

1
“Distribución de aguas” es posible definirla como “la entrega material de las aguas a los titulares de
derechos de aprovechamiento sobre las mismas, en la cantidad, en la oportunidad y con las características
indicadas en sus respectivos títulos; ello, considerando, en todo caso, la disponibilidad real del recurso en el
momento específico en que se esté efectuando esta operación”.
2
La Ley N° 20.017 (“Diario Oficial” de 16 de Junio de 2005), modificó el artículo 266, ubicado en el párrafo
del Código de Aguas en que dicho cuerpo legal regula las juntad de vigilancia; en el sentido de reemplazar la
expresión “cauces naturales” por la de “fuentes naturales”.
Con ello amplió el ámbito de competencia de las juntas de vigilancia, toda vez que la expresión “fuentes
naturales” es omnicomprensiva, ya que abarca tanto los cauces naturales - esto es, aquéllos en que se
encuentran las aguas superficiales - así como también los acuíferos - esto es, aquéllos en que se encuentran las
aguas subterráneas.
3
Uno de esos casos puede ser aquél en que el titular del respectivo derecho de aprovechamiento de aguas no
haya pagado oportunamente la cuota respectiva a la junta de vigilancia.
Ello, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 216 inciso 1° (ubicado en el párrafo del Código de Aguas en
que dicho cuerpo legal regula a las comunidades de aguas, pero que es aplicable a las juntas de vigilancia de
conformidad con lo establecido en el artículo 267).
Otro caso, puede ser si se trata de un derecho de aprovechamiento de aguas de ejercicio eventual; ya que
éstos, en virtud de lo señalado en el artículo 18 inciso 1°, pueden ser ejercidos sólo en las épocas en que el
caudal matriz tenga un sobrante después de abastecidos los derechos de ejercicio permanente.
4
Véase la nota al pie N° 3. precedente.

2
Respecto de las cuestiones señaladas en los N°s. 1° y 2°
precedentes, cabe hacer presente que, para resolverlas, no rige el arbitraje que
establece el artículo 2446; el que, si bien según la doctrina y la jurisprudencia
mayoritarias es obligatorio7, ha sido reemplazado por el procedimiento en
estudio.
b) Subjetivamente, toda vez que, tal como ya se ha señalado, el
procedimiento en estudio es aplicable sólo a controversias que se produzcan -
sobre alguna de las materias señaladas en la letra a) precedente - entre el
directorio de una junta de vigilancia, por una parte, y alguno de los integrantes
de la misma, por otro lado.
2. Procedimiento.
a) Iniciación.
Este procedimiento se inicia con la reclamación que presenta el
interesado ante los Tribunales Ordinarios de Justicia (artículo 275 inciso 1°).
Dado que dicha norma legal no establece la jerarquía del Tribunal
competente parea conocer de estos asuntos ni, menos aún, de entre éstos, al
cual le corresponderá fallar y conocer; deben aplicarse las reglas generales.
5
“Provisional” significa, de acuerdo al Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española
(vigésima segunda edición, 2001, que es la vigente), “Que se hace, se halla o se tiene temporalmente”.
De lo anterior, es posible concluir, entonces, que obras “provisionales” son obras temporales.
Ahora bien, determinar en un caso concreto si una determinada obra es “provisional” o no, es una cuestión
de hecho que deberán dilucidar los Tribunales de Justicia; justamente, a través del procedimiento en estudio.
6
En efecto, el inciso 1° de este artículo señala que “El directorio resolverá como árbitro arbitrador, en
cuanto al procedimiento y al fallo, todas las cuestiones que se susciten entre los comuneros sobre repartición
de aguas o ejercicio de los derechos que tengan como miembros de la comunidad y las que surjan sobre la
misma materia entre los comuneros y la comunidad”.
7
En cuanto a la obligatoriedad de este arbitraje, véase: Guillermo Ríos Mackenna (“Asociaciones de
Canalistas”, páginas 104 y 105. Dirección General de Prisiones – Imp.); Pedro Lira Urquieta y Lorenzo de la
Maza (“Régimen Legal de las Aguas en Chile”, páginas 121 y siguientes. Editorial Nascimento); Luis
Ochagavía Valdés, (“Funcionamiento de las Juntas de Vigilancia”, páginas 120 a 125, en “Comentarios al
Código de Aguas”, obra dirigida por Ana Hederra Donoso y coordinada por Ciro Vergara Duplaquet.
Editorial Jurídica de Chile); y Patricio Aylwin Azócar “El Juicio Arbitral” (páginas 106 y siguientes. Editorial
Jurídica de Chile).
Véase, también: Corte de Apelaciones de La Serena, sentencia pronunciada con fecha 8 de Agosto de 2001,
en recurso de protección rol N° 25.543, interpuesto por la sociedad “Contador Frutos S.A.” en contra de la
Asociación de Canalistas del Embalse Cogotí; y Corte Suprema, sentencia pronunciada con fecha 17 de Julio
de 2001, en recursos de casación en la forma y en el fondo rol N° 3.742-2000.

3
Conforme a ellas, serán competentes los Juzgados de Letras8 y, de
entre éstos, el del domicilio de la demandada; que, en este caso, es la junta de
vigilancia de que se trate9.
b) Contra quién se dirige la reclamación.
La reclamación debe deducirse contra el directorio de la junta de
vigilancia, representada por su presidente10 (artículo 275 inciso 2°).
c) Tramitación.
1° Notificación.
La notificación inicial al presidente del directorio de la
junta de vigilancia reclamada se hará por cédula (artículo275 inciso 3°).
2° Discusión y prueba.
Se citará a un comparendo, al cual concurrirán las partes
con todos sus medios de prueba.
En este punto llama la atención, que, a diferencia de lo que
ocurre en otros procedimientos, por una parte, no se establece un plazo
máximo dentro del cual debe efectuarse el comparendo en cuestión; y, por
otro lado, que no se establece una anticipación mínima con la cual las partes
deban presentar lista de testigos.

8
Ello, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 45 del Código Orgánico de Tribunales.
Así se desprende, por lo demás, del artículo 275 inciso 3°; ya que, tal como se dirá más adelante, en él se
alude a la “resolución que el Juez dicte”.
9
Ello, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 134 del mismo Código.
10
Esta disposición no es más que una aplicación de la regla general contenida en el artículo 240, conforme al
cual el presidente de una junta de vigilancia tiene la representación de la misma y en el orden judicial la
representará en la forma que dispone el artículo 8 del Código de Procedimiento Civil.
Éste último señala que “El gerente o administrador de sociedades civiles o comerciales, o el presidente de
las corporaciones o fundaciones con personalidad jurídica, se entenderán autorizados para litigar a nombre
de ellas con las facultades que expresa el inciso 1.° del artículo anterior, no obstante cualquiera limitación
establecida en los estatutos o actos constitutivos de la sociedad o corporación ”.
Dicho artículo 240, si bien está ubicado en el párrafo del Código de Aguas relativo a las comunidades de
aguas, es aplicable a las juntas de vigilancia en virtud de lo dispuesto en el artículo 267.

4
En todo caso, respecto del primer aspecto - plazo máximo
para efectuar el comparendo - no puede caber duda alguna que el espíritu del
legislador es que éste tenga lugar a la brevedad posible.
Ello, por cuanto es evidente que se está en presencia de un
procedimiento sumarísimo; y, por lo demás, es lógico que así sea, toda vez
que se trata, en general, de conflictos que requieren una rápida decisión, dado
lo apremiante de las circunstancias que, usualmente, los originan (como, por
ejemplo, situaciones de escasez de aguas; construcción de obras en una fuente
natural que podrían implicar que algún titular de derecho de aprovechamiento
en ella se vea privado del agua sobre la que tal derecho recae).
3° Valoración de la prueba.
Dado que nada se dice sobre el particular, debe estarse a las
normas generales, contenidas en los Código Civil y de Procedimiento Civil.
4° Plazo para resolver.
La reclamación deberá resolverse dentro de los ocho días
siguientes a la celebración del comparendo (artículo 275 inciso 2°).
A diferencia de lo que ocurre con la fijación del
comparendo, sí se establece un plazo máximo para dictar sentencia; el que, por
su brevedad, es una demostración más del carácter sumarísimo del
procedimiento en estudio.
5° Requisitos de la sentencia.
Dado que, al igual que respecto de la valoración de la
prueba, nada se dice a este respecto, la sentencia tendrá que cumplir con los
requisitos y menciones contenidos en el artículo 170 del Código de
Procedimiento Civil11.

11
Este artículo enumera las menciones que deben contener las sentencias definitivas de primera o de única
instancia y las de segunda que modifiquen o revoquen en su parte dispositiva las de otros tribunales.

5
6° Impugnación de la sentencia.
La resolución que el Juez dicte será apelable en lo
devolutivo12 y el recurso se verá en la forma señalada en el artículo 24713
(artículo 275 inciso 3°).
7° Habilitación de feriado.
El feriado de vacaciones14 se entenderá siempre habilitado
para los efectos de esta reclamación15 (artículo 275 inciso 2°).

12
Vale decir, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 192 del Código de Procedimiento Civil, la
interposición del recurso de apelación no suspende el cumplimiento de la sentencia de primera instancia;
salvo que, evidentemente, la Corte de Apelaciones a la que le corresponda conocer y fallar dicho recurso
decrete “orden de no innovar”.
13
De acuerdo con el inciso 2°, 2ª parte, de dicho artículo 247, las apelaciones en las reclamaciones de que
trata el artículo 275 se agregarán extraordinariamente, sin necesidad de que las partes comparezcan y sin que
se pueda suspender de manera alguna la vista del recurso ni inhabilitar a los miembros del Tribunal.
Todo lo cual es una manifestación más del carácter sumarísimo del procedimiento en cuestión.
14
A este feriado se refiere el artículo 314 del Código Orgánico de Tribunales.
15
Esta habilitación de feriado es una manifestación más de la necesidad urgente que los conflictos a resolver a
través de este procedimiento, sean fallados a la brevedad posible.

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