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FINANCIERO RESUMEN EXAMEN


TEMA 1. CONCEPTO Y CONTENIDO DEL DERECHO FINANCIERO

Rama del Derecho Público que se ocupa de ordenar los ingresos y los gastos públicos, normalmente previstos en
el presupuesto general del Estado.

La actividad financiera del Estado genera un conjunto de relaciones jurídicas entre los distintos órganos
públicos. Esta actividad financiera del Estado genera relaciones jurídicas entre el estado y los particulares, y se
da en dos situaciones: la primera en que el Estado asume un papel activo, por ejemplo al cobrar tributos, y un
papel pasivo cuando se convierte en deudor en caso de un préstamo.

A) CONCEPTO Y CONTENIDO DEL DERECHO TRIBUTARIO


(también conocido como derecho fiscal) es una rama del Derecho Público que estudia las normas jurídicas a
través de las cuales el Estado ejerce su poder tributario con el propósito de obtener de los particulares ingresos
que sirvan para sufragar el gasto público en aras de la consecución del bien común. Es el conjunto de normas
que regulan el establecimiento y aplicación de los tributos, estudia un grupo de ingresos públicos, los tributos, y
no se adentra en el campo de las normas reguladoras de los gastos públicos.

TEMA 2. LOS INGRESOS PUBLICOS

Es toda cantidad de dinero percibida por el Estado y demás entes públicos, cuyo objetivo esencial es financiar
los gastos públicos.

CARACTERES DEL INGRESO PÚBLICO

a) es siempre una suma de dinero o que se puede cuantificar en una suma de dinero, se hace efectivo en
especie, tal ocurre en el siguiente ejem. Que la deuda tributaria se Extingue con la entrega de bienes del
patrimonio histórico o mediante la adjudicación de bienes en el procedimiento ejecutivo
b) es percibido por un ente publico
c) tiene como objetivo esencial financiar el gasto público. Esta finalidad ha ido asociada a la tradicional
concepción de la actividad financiera como una actividad instrumental, dirigida a poner al servicio de la
administración unos ingresos con los que esta pudiera realizar directamente la satisfacción de los fines
públicos

2. CRITERIOS DE CLASIFICACION DE LOS INGRESOS PUBLICOS

Se clasifican tomando en cuenta diversos criterios, unos con reflejo legal y otros admitidos de forma
convencional. Detallaremos las más relevantes:
a) ingresos de derecho publico y privado art. 5.2, 10.1, 19.1 LGP
b) ingresos Tributarios, Monopolísticos, Crediticios Y Patrimoniales
c) ingresos ordinarios y extraordinarios
d) ingresos presupuestarios y extrapesupuestarios

1. INGRESOS PATRIMONIALES

Son los que proceden de la explotación y enajenación de los bienes que constituyen el patrimonio de los entes
públicos. Los ingresos patrimoniales se rigen por normas del derecho privado, pero no hay que olvidar la
naturaleza pública del titular de los bienes, fines a que van destinados hace que la afirmación que acabamos de
hacer sea matizada en el sentido de que en la materia, tienen aplicación las normas propias del ordenamiento
administrativo. Ejemplo para delimitar las competencias de los distintos órganos de la administración y
disposición de los bienes, para establecer los procedimientos de actuación, etc. Todo esto no es ajeno al derecho
financiero que regula los procedimientos para la afectación de los ingresos obtenidos o la financiación de los
gastos públicos. El calificativo de público hace referencia al titular del ingreso no al régimen jurídico aplicable al
ingreso.
Los bienes patrimoniales no pueden calificarse como bienes de dominio o uso público que son destinados al uso
público (caminos, ríos, riberas, playas, puentes etc. Art. 339 CC

Normas que regulan el patrimonio de cada una de las administraciones territoriales

Ley 33/2003 de 3 nov. Del patrimonio de las adm. Publicas art. 10,55.1, 30.3
Art. 173.2 TRLHL, ART, 105,108.1, 133,109 LPA
2. INGRESOS DE MONOPOLIO

En ocasiones el estado decide que un determinado servicio sea prestado de forma exclusiva, por un sujeto o que
la adquisición, producción y venta de determinados productos solo pueda ser realizada por un sujeto.
Clases de Monopolio:
Monopolio de derecho: es el ordenamiento jurídico que lo tutela y es el que ejerce el Estado
Monopolio de hecho: no esta determinado por el ordenamiento, sino que es resultante de determinadas
circunstancias, ejemplo: comercialización de producto que solo se obtiene en determinada zona y solo una
poderosa entidad mercantil decide abordar tal tarea.
Las razones del monopolio son básicamente dos mejorar la prestación de determinados servicios públicos
y obtener ingresos de ahí que se distingan entre monopolios fiscales y no fiscales con los no fiscales el fin es
mejorar la prestación de un servicio pbco.
Los monopolio del tabaco (con un ámbito material muy reducido) ley 13/1998 de ordenación del mercado de
tabaco declaro prácticamente extinguido o nulo el monopolio.

En la actualidad:
a- el mercado del tabaco es libre, la libertad económica abarca fabricación, importación y comercialización
al por mayor de labores del tabaco, se mantiene el monopolio en la venta al por menor del que es
titular el estado que lo ejerce a través de la red de expendedurías de tabaco y timbre.
b- Se crea el comisionado para el mercado de tabacos, que ejercerá la función de regulación y vigilancia
para salvaguardar la aplicación de los criterios de neutralidad y las condiciones de libre competencia
efectiva en el mercado a nivel nacional.

MONOPOLIO DE LOTERIAS:
La gestiona directamente el estado a través de la entidad publica empresarial loterías y apuestas del estado sus
funciones abarcan la gestión de loterías y juegos de ámbito nacional (siempre que afecten a un territorio
superior al de una CA), la gestión de apuestas mutuas deportiva- benéficas, la autorización del sorteo, loterías o
juegos cuyo ámbito exceda de una CA., la autorización de apuestas deportivas sea cual sea su ámbito territorial.

3. INGRESOS CREDITICIOS
La Deuda Pública alude a los ingresos que obtienen los entes públicos a cambio de una retribución y con la
obligación en los supuestos más habituales, de devolver las cantidades recibidas una vez transcurrido cierto art.
92 ley general presupuestaria de 2003.

Según palao la deuda pública, ofrece una perspectiva bifronte de una de un lado, es un ingreso para los entes
públicos y de otra parte, comporta un gasto o, en las modalidades de uno inmediatamente, el pago de intereses
y otro el mediato la devolución de capital.

Clases de Deuda Publica:


a) por razón del sujeto emisor

Deuda del estado art. 49 y sgtes LGP y de los organismos autónomos art. 111 112 LGP
b) la deuda puede ser interior o exterior: se tiene en cuenta el lugar donde se emite
exterior: cuando se emite en el extranjero art. 99.1LGP
interior si se emite en España

TEMA 3. INGRESOS TRIBUTARIOS


concepto jurídico de tributo
Los tributos son ingresos públicos que consisten en prestaciones pecuniarias exigidas por una administración
publica como consecuencia de la realización del supuesto de hecho al que la ley vincula el deber de contribuir,
con el fin primordial de obtener los ingresos necesarios para el sostenimiento de los gastos públicos. es
instrumento de la política económica general y atiende a la realización de los principios y fines contenidos en la
constitución
CARACTERES
Según la jurisprudencia del tribunal constitucional el tributo
b- el tributo grava una determinada manifestación de capacidad económica art. 31.1 CE
c- constituye hoy el más típico exponente de los ingresos de derecho público.
d- Consiste en una prestación pecuniaria exigida por una administración pública.
e- No constituye nunca la sanción de un ilícito, salvo que la sanción consista en la extensión a
cargo de un tercero de una obligación tributaria art.42.1ª LGP
f- No tiene alcance confiscatorio art. 31.1 no es una expropiación forzosa, ni una requisa o
confiscación
g- Obliga a todos: españoles y extranjeros
h- Se aplica como si fuera un derecho de crédito y una correlativa obligación
i- Tiene como finalidad la financiación del gasto público aunque puede satisfacer otras como
creación de empleo

CLASES DE TRIBUTOS: Tasas, Contribuciones Especiales, Impuestos

TEMA 4. CATEGORIAS TRIBUTARIAS

IMPUESTO: son los tributos exigidos sin contraprestación cuyo hecho imponible esta constituido por
negocios, actos o hechos que ponen de manifiesto la capacidad económica del contribuyente.

Nos encontramos ante una obligación de pago nacida con independencia de toda actividad administrativa. Se
paga porque se pone de relieve una determinada capacidad económica, sin que la obligación impositiva se
conecte causalmente con actividad administrativa alguna
Ejemplo se pagara el impuesto sobre la renta cuando se perciban ingresos, sin que la percepción de la renta
necesite de actividad alguna para hacer nacer la obligación de contribuir. De ahí que la LGT lo defina sin
contraprestación.
EJEMPLO Dentro de esta clasificación tendríamos:

• Estatales. El impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), el impuesto sobre el valor
añadido (IVA) y el impuesto sobre sociedades (IS).
• Locales. El impuesto sobre actividades económicas (IAE), el impuesto sobre vehículos de tracción
mecánica, el impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana (IIVTNU),
etcétera.
• Autonómicos. Estarían formados esencialmente por tributos cedidos por el Estado, en especial el
impuesto sobre el patrimonio (IP), el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos
documentados (ITP y AJD) y el impuesto sobre sucesiones y donaciones (ISD).

CARACTERES
Es una prestación en dinero o en especie, que satisface necesidades colectivas
Es un tributo sin contraprestación alguna
No interviene en el nacimiento la administración pública
Lo percibe un ente público
Se pone de manifiesto la capacidad económica del contribuyente
Tiene carácter coactivo, es decir, si no se cumple, el estado puede utilizar el poder legal para hacerlo cumplir.

Finalmente, se debe tener en cuenta que gozan de la naturaleza de los tributos las denominadas exacciones
parafiscales, siendo éstas aquellos tributos que en su recaudación o empleo no siguen el régimen normal o
típico de los tributos. Las exacciones parafiscales se rigen por la LGT en defecto de normativa específica.

EJEMPLO: El recurso cameral permanente creado por la Ley 3/1993, de 22 de marzo, el cual tiene por objeto la
financiación de las Cámaras Oficiales de Comercio, Industria y Navegación.

CLASES DE IMPUESTOS
IMPUESTOS DIRECTOS E INDORECTOS

IMPUESTO DIRECTOS: cuando la norma tributaria imponga la obligación del impuesto a cargo de una
determinada persona, sin conceder a esta un derecho legal a resarcirse a cargo de otra persona, que no forma
parte del circulo de obligados en la relación jurídica tributaria, de la suma pagada por la primera al ente publica
acreedor, es decir el tributo es satisfecho por la persona a la que el legislador quiere someter a gravamen
ejemplo IRPF, el perceptor de la renta pago y no puede repercutirlo sobre un tercero
INDIRECTOS: la norma tributaria concede al sujeto pasivo de un impuesto facultades para obtener de otra
persona, que no forma parte del círculo del obligado en la relación jurídica tributaria, el reembolso del impuesto
satisfecho por aquella. Ejemplo impuesto que grava el consumo de alcohol y tabaco

IMPUESTOS PERSONALES Y REALES:


IMPUESTOS PERSONALES: son aquellos en los que el elemento objetivo del presupuesto de hecho solo puede
concebirse por referencia a una persona determinada.
IMPUESTOS REALES: son aquellos cuyo presupuesto de hecho o hecho imponible puede ser concebido con
independencia de la persona que lo haya realizado ejemplo el IVA grava la adquisición de un determinado
inmueble, cuyo importe será el mismo sea quien sea su adquirente.

IMPUESTOS OBJETIVOS Y SUBJETIVOS:

IMPUESTOS OBJETIVOS: las circunstancias personales del obligado al pago no son tomadas en consideración en
el momento de cuantificar el importe de su deuda ejemplo impuesto sobre vehículos de tracción mecánica que
grava al titular, la cuantía será la misma sin importar quien sea el titular
IMPUESTO SUBJETIVO: son aquellos en los que las circunstancias personales del obligado al pago son tenidas
en cuenta en el momento de cuantificar el importe de la deuda tributaria.

IMPUESTOS PERIÓDICOS E INSTANTÁNEOS


IMPUESTOS PERIODICOS. Son aquellos impuestos cuyo presupuesto de hecho goza de continuidad en el
tiempo, de forma que el legislador se ve obligado a fraccionarlo, de tal suerte que a cada fracción resultante
asocia una deuda tributaria distinta, ejemplo IRPF
IMPUESTOS INSTANTANEOS: Son aquellos impuestos cuyo presupuesto de hecho se agota, por su propia
naturaleza, en un determinado periodo de tiempo. No quiere decir que su duración haya de ser fugaz, sino que
basta con que no se prolongue indefinidamente., ejemplo pago del IVA por la adquisición de un inmueble

EL TRIBUTO DE LA TASA ART. 2.2 LGT define como tributos cuyo hecho imponible consiste en la “La utilización
privativa o el aprovechamiento especial del dominio público, la prestación de servicios públicos, la realización de
actividades en régimen de Derecho público que se refieran, afecten o beneficien de modo particular al
contribuyente, cuando los servicios o actividades no sean de solicitud o recepción voluntaria para los
contribuyentes, o no se presten o realicen por el sector privado.
CORTES DOMINGUEZ; LA TASA esta estructurada de tal modo que el hecho imponible no surge sin la
colaboración de la administración, de manera que la realización del hecho por el administrado, sin la
colaboración de la administración, convierte la conducta del administrado en una conducta antijurídica y atípica

Ejemplos: ocupación de terrenos de uso publico, entrada de vehículos a través de las aceras y reservas de vía
publica para aparcamiento exclusivo, instalación de quioscos en la vía pública, barracas, casetas, anuncios
El art. 13 LTPP ámbito estatal recoge las sgtes tasas: tramitación de licencias, visados, matriculas o
autorizaciones administrativas; expedición de certificados o documentos a instancia de parte; sellados de libros;
valoraciones y tasaciones; inscripciones y anotaciones en registros oficiales y el art.20 tasas locales
El pago puede ser legal o reglamentario

EL TRIBUTO LAS CONTRIBUCIONES ESPECIALES


Su hecho imponible consiste en la obtención de un beneficio o de un aumento del valor de los bienes del
obligado tributario como consecuencia de la realización de obras publicas o del establecimiento o ampliación de
servicios públicos
Ejemplo la instalación de una red de alumbrado público. En tal caso, además de atender al interés general o
común de la población, se esta proporcionando un beneficio directo más intenso a los propietarios de inmuebles
sobre los que se proyecta el alumbrado, razón por la cual son llamados a contribuir de forma que financien
parcialmente los gastos producidos por la instalación

ELEMENTOS ESENCIALES DEL REGIMEN JURIDICO DE LAS CONTRIBUCIONES

a) es un tributo cuyo establecimiento es potestativo por partes de los entes locales


b) es un recurso tributario común a todos los entes locales
c) el hecho imponible esta constituido por la obtención por el sujeto pasivo de un beneficio o de un
aumento de valor de sus bienes, como consecuencia de la realización de obras publicas
d) El pago de contribuciones especiales esta básicamente encaminada a la satisfacción de un interés
general
STC 233/1999 UN TRIBUTO “afectado” cuyo fin exclusivo es sufragar el coste de la obra o del servicio público

SUJETO PASIVO: todos los que resulten beneficiados que pueden ser personas físicas o jurídicas y los entes del
art.35.4 LGT

TEMA 5: LOS PRINCIPIOS MATERIALES Y FORMALES DEL ORDENAMIENTO FINANCIERO


PRINCIPIOS MATERIALES: Generalidad, Igualdad, Progresividad y no confiscación, capacidad económica

Art. 31 C.E.: “1. Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad
económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en
ningún caso, tendrá alcance confiscatorio. 2. El gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos
públicos, y su programación y ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economía. 3. Sólo podrán
establecerse prestaciones personales o patrimoniales de carácter público con arreglo a la ley.”

En cuanto al significado de justicia respecto del tributo, el art. 31 demanda que el sistema tributario en su
conjunto sea un sistema que responda a la idea de justicia, la globalidad del sistema tributario es que ha de ser
un sistema justo, lo que no significa que puedan existir tributos, que aisladamente, puedan ser considerados
como injustos, ya que no tiene porqué afectar a la totalidad del sistema tributario. Se pretende que la justicia en
el sistema tributario se concrete observando los siguientes principios:

1-. Principio de capacidad económica.

En el apartado 1 del art. 31 C.E. sobresale el principio de capacidad económica, de amplia tradición en el
ordenamiento constitucional y al que podemos considerar como regla básica en el reparto y distribución de la
carga tributaria. Así se pone de manifiesto en la propia redacción del precepto, que configura a la tributación
según la capacidad económica como un objetivo al cual sirven de manera instrumental los restantes principios o
criterios de justicia del sistema tributario, hasta el punto de que estos otros criterio constituyen otras tantas
derivaciones del principio fundamental de la contribución según la capacidad económica.

Además especial relación tiene con el principio de igualdad, que no debe suponer una igualdad formal, en la que
todos tributan por igual, sino en un instrumento de la igualdad material.

Este principio cumple en nuestro ordenamiento constitucional tributario tres funciones esenciales: de
fundamento de la imposición o de la tributación, de límite para el legislador en el desarrollo de su poder
tributario y de programa u orientación para el mismo legislador en cuanto al uso de ese poder. El principio de
capacidad economica impide que el legislador establezca tributos, sea cual fuere la posición que los mismos
ocupen en el sistema, cuya materia u objeto imponible no constituya una manifestación de riqueza real
potencial, esto es, no lo autoriza a gravar riquezas meramente virtuales o ficticias y en consecuencias,
inexpresivas de capacidad económica, SSTC 37/1987, 194/2000, 193/2004. La doctrina también contribuyo a
definir los hechos indicativos de capacidad económica así encontramos indicativos de capacidad COMO la
titularidad de un patrimonio, percepción de una renta, consumo de bienes y trafico o circulación de riqueza, los
indicativos no son rígidos

2-. Principio de igualdad.

Este principio constituye un valor, no solo del sistema tributario, sino del conjunto del ordenamiento. La CE lo
proclama en su art.1, junto a la libertad, la justicia y el pluralismo político, desarrollándose posteriormente en
varias direcciones: no solamente la igualdad formal ante la ley (Art. 14 CE), sino también la igualdad sustancial
y el deber de los poderes públicos de promover las condiciones para hacerla efectiva, junto con la libertad. (art.
9 CE).

De esta manera el principio de igualdad se emparenta con el resto de criterios sobre el reparto de la carga
tributaria, así lo ha entendido el propio TC subrayando la vigencia de este principio entendido como un valor a
promover con medidas fiscales que tiendan a corregir las desigualdades realmente existente en la sociedad. El
tribunal no veda cualquier desigualdad, sino solo la desigualdad que no sea razonable y carezca de fundamento,
STC 26/04/1990 el principio de igualdad exige a iguales supuestos de hecho se apliquen iguales consecuencias
jurídicas

3-. Principio de generalidad.

Se trata de un principio conectado con el de igualdad, en el sentido de prohibición de las discriminaciones o


privilegios en materia fiscal. Aparecía expresamente mencionado en la L.G.T. (art. 3) junto al de capacidad
económica y equitativa distribución de la carga tributaria. En la C.E. lo podemos identificar en el término
“Todos”, con el que comienza el art. 31, en este caso esté término cumple dos funciones: primero dejar claro
que el deber de contribuir no se reduce a lo nacionales; y segundo, establecer el criterio de generalidad de la
imposición o de ausencia de privilegios en la distribución de la carga fiscal, que, en principio, afecta a todos los
que tengan capacidad económica.(españoles, extranjeros, personas juridicas españolas y extranjeras) Esto es
una consecuencia del principio de territorialidad en la eficacia de las normas

La vigencia del principio de generalidad no significa que no puedan existir exenciones o bonificaciones fiscales.
Estas normas de favor pueden fundamentarse en la propia capacidad económica o en otras razones amparadas
en el ordenamiento. Lo que no es admisible de acuerdo con la regla de la generalidad es el establecimiento de
exenciones (u otro tipo de medidas) intuitu personae. así lo manifiesta SSTC 193/2004 y 10/2005 de 20 de
enero, el deber de contribuir implica de un lado la exigencia directa al legislador, obligando a buscar la riqueza
allá donde se encuentre, y de otra parte la prohibición en la concesión de privilegios tributarios injustificados
constitucionalmente, al constituir una quiebra al deber genérico de contribuir al sostenimiento de los gastos del
estado

4-. Principio de progresividad.

Se entiende por progresividad aquella característica de un sistema tributario según la cual a medida que
aumentan la riqueza de cada sujeto, aumenta la contribución en proporción superior al incremento de riqueza.
Los que tienen más contribuyen en proporción superior a los que tienen menos.

Tiene una profunda conexión con el principio de igualdad, entendida como criterio material, al igual que con el
mandato de capacidad económica en la acepción de programa para el legislador y los poderes públicos. Esta
relación de progresividad e igualdad es resaltada por el T.C.: <<La igualdad es perfectamente compatible con la
progresividad del impuesto>> (STC de 20 de febrero de 1989).

5-. El Principio de No confiscación.


El art. 31.1 CE concluye afirmando que el sistema tributario no tendrá en ningún caso alcance confiscatorio. El
TC. Define el alcance consficatorio: si mediante la aplicación de las diversas figuras tributarias
vigentes, se llegara a privar al sujeto pasivo de sus rentas y propiedades Es una garantía frente a
posibles abusos en la progresividad del sistema.. Y supone que en aquellos supuestos en que una Ley configure
de tal manera un tributo que llegase a producir tal efecto confiscatorio o de anulación del derecho de propiedad,
el precepto sería tachado de inconstitucional..

El derecho de no confiscatoriedad tiene como objetivo salvaguardar lo derechos de los particulares frente a la
hacienda pública y así lo plasma la CE art. 40.1 “los poderes Públicos promoverán las condiciones favorables
para el progreso social y económico y para una distribución de la renta regional y personal más equitativa, en el
marco de la una política de estabilidad económica.

6- El principio de reserva de ley en materia tributaria siempre es el principio formal

El principio de reserva de ley, principio en virtud del cual se reserva a una norma con dicho rango la regulación
de determinadas materias, se encuentra regulado en el artículo 8 de la LGT.

Este principio tiene un reflejo constitucional importante, puesto que los artículos 31.3 y 133 de la Constitución
ya lo recogen.

En la Ley 58/2003 se han incorporado como materias afectadas por el principio de reserva de ley respecto a la
regulación anterior las siguientes:

• El establecimiento de presunciones que no admitan prueba en contrario.


• El establecimiento de la obligación de realizar pagos a cuenta y el importe máximo de éstos, sin
perjuicio de que una norma posterior de desarrollo fije cuantías inferiores y el modo de cálculo.
• El establecimiento y modificación de los recargos y de la obligación de abonar intereses de demora.
• El establecimiento y modificación de las infracciones y sanciones tributarias.
• Las obligaciones entre particulares resultantes de los tributos (repercutir y soportar la repercusión de un
tributo).
• La determinación de los actos susceptibles de reclamación en vía económico-administrativa.

Aplicación de las normas tributarias

Para determinar si una norma es aplicable al caso concreto, debemos conocer su eficacia en el tiempo y en el
espacio. A ello se dedican los artículos 10 y 11 de la LGT, de los cuales se desprenden las siguientes
conclusiones:

a) La entrada en vigor de las normas tributarias puede revestir dos modalidades:

• Entrada en vigor expresa. Se produce cuando fija la propia norma la fecha de entrada en vigor.
• Entrada en vigor tácita. Se produce cuando la propia norma no fija ninguna fecha respecto de su
entrada en vigor. En este caso, el artículo 10 de la LGT determina que la misma se producirá a los 20
días naturales de su completa publicación en el boletín oficial que corresponda. Por regla general, las
normas tributarias no tendrán efecto retroactivo y se aplicarán a los tributos sin periodo impositivo
devengados a partir de su entrada en vigor y a los demás tributos cuyo periodo impositivo se inicie
desde ese momento.

b) Las normas que regulen el régimen de infracciones y sanciones tributarias y el de los recargos tendrán
efectos retroactivos respecto de los actos que no sean firmes cuando su aplicación resulte más favorable para el
interesado. Se recoge de esta manera en la LGT lo que venía a establecer la Ley 1/1998, de 26 de febrero.

EJEMPLO El régimen sancionador previsto en la Ley 58/2003 es aplicable a las infracciones tributarias que se
hubieran cometido con anterioridad a la entrada en vigor de la misma, siempre que resulte más favorable para
el sujeto infractor.

TEMA 6: ESTRUCTURA DEL TRIBUTO

1. La relación jurídico-tributaria. Las obligaciones tributarias

Desde un punto de vista legal, el artículo 17 de la LGT define en su apartado primero a la relación jurídico-
tributaria como "el conjunto de obligaciones y deberes, derechos y potestades originados por la aplicación de los
tributos". Por tanto, de la relación jurídico-tributaria nace un conjunto de obligaciones, derechos y deberes que
son los que analizaremos a continuación.

Las obligaciones tributarias materiales

Dentro de las obligaciones tributarias materiales se encuentran las siguientes:

La obligación tributaria principal. La obligación tributaria principal tiene por objeto el pago de la cuota
tributaria.

2. El hecho imponible. El concepto legal del hecho imponible nos lo proporciona el artículo 20 de la LGT,
estableciendo que "el hecho imponible es el presupuesto fijado por la ley para configurar cada tributo y cuya
realización origina el nacimiento de la obligación tributaria principal".

Estructura del hecho imponible

Según Sainz de Bujanda distingue 4 aspectos:

a.- Aspecto material: indica el hecho, acto o negocio q se quiere gravar y q suele consistir en un índice de
capacidad económica, sea como renta, patrimonio o gasto. Según su formulación. Puede dar lugar a hechos
imponibles genéricos o específicos, abarcando los primeros supuestos no citados expresamente por la norma,
pero subsumibles en su delimitación global, y los segundos, por el contrario, solo los expresamente
especificados o detallados en ella. Ejemplo de hecho imponible genérico es la obtención de renta, pues la renta
se puede conseguir de diversas formas. Ejemplo de hecho imponible específico es el ser titular de un bien
inmueble.

b.- Aspecto espacial: lugar de realización del hecho imponible. La q tiene importancia dado el principio de
territorialidad y su vertiente de residencia efectiva para determinar en el ámbito internacional el ente público
impositor. art. 11 LGT la ley señalara el lugar donde se entiende realizado el hecho imponible, de ello dependerá
que se someta o no a la ley española, Por la misma razón en España este aspecto es importante debido a la
existencia de diferentes comunidades autónomas con competencias en materias y tributos. art. 9 LOFCA

C.- Aspecto cuantitativo: indica la medida, el grado o la intensidad con q se realiza el hecho imponible siempre q
se trate de tributos variables cuyo presupuesto de hecho es susceptible de realizarse en distinta medida, por
ejemplo, el nivel de renta obtenido, el valor de un bien transmitido, etc.,... En cambio los tributos fijos
presentan hechos imponibles sin posibilidad de graduación. No tiene éste aspecto cuantitativo, cuando por
ejemplo se solicita una certificación.

D.- Aspecto temporal: expresa el momento en q se realiza el hecho imponible distinguiéndose entre tributos
instantáneos y periódicos. En los instantáneos es posible identificar el instante en concreto en la q el hecho
imponible se realiza, por ejemplo el momento en la q se emite una letra de cambio. En los tributos periódicos el
hecho se produce de forma interrumpida en el tiempo, por ejemplo el ser titular de un inmueble. En este último
caso la ley fracciona o divide esa continuidad en periodos impositivos, entendiendo q en cada periodo impositivo
se realiza íntegramente el hecho imponible y surge la obligación tributaria con la autonomía e independencia
respecto a los demás periodos. Como la obligación tributaria nace al realizarse el hecho imponible es necesario q
la ley determine en q momento se entiende realizado éste. Es la q se conoce con el nombre de devengo del
tributo (momento en el q al realizarse el presupuesto de hecho se considera q ha nacido la obligación tributaria.
Su efecto fundamental es q aplica la ley entonces vigente. Si este proceso es fácil en los tributos instantáneos,
en los periódicos la ley tiene q señalar expresamente cuando tiene lugar el devengo. En las leyes de cada tributo
señalan el momento del devengo. Ya se trate de impuestos instantáneos o periódicos. En los impuestos
periódicos se establece un periodo impositivo anual q coincide con el año natural. En impuestos generales como
el IRPF, el devengo se produce el último día del periodo impositivo. En los tributos locales como el impuesto
sobre bienes inmuebles, aunque el periodo también es anual, el devengo se produce el primer día del periodo
impositivo. Por ello una norma q a lo largo del año modificará alguno de estos impuestos locales, no podría
aplicarse al del año en curso, pues ya se devengó el 1 de Enero a no ser q expresamente dispusiera su carácter
retroactivo. En los impuestos estatales o autonómicos como el IRPF, la nueva norma afectaría a todo el año,
pues hasta el 31 de Diciembre no se entiende producido el hecho imponible y devengado el tributo.

3. El devengo. El artículo 21 de la LGT define el devengo como "el momento en que se entiende realizado el
hecho imponible y en el que se produce el nacimiento de la obligación tributaria principal".

4. Las exenciones. Es necesario diferenciar el concepto de exención del de no sujeción. Ambos conceptos
van a provocar un mismo resultado: que no se pague el tributo. Sin embargo, en esencia son conceptos
jurídicamente distintos. La exención supone:
• La existencia de una norma impositiva en la que se define un hecho imponible, que normalmente da
origen, al realizarse, al nacimiento de una obligación tributaria.
• Por otra parte, supone la existencia de una norma de exención que ordena que, en ciertos casos, la
obligación tributaria no se produzca, a pesar de la realización del hecho imponible previsto en la norma
de imposición.

En cambio, la no sujeción implica que los supuestos por ella contemplados no están contenidos en la norma
delimitadora del hecho imponible, es decir, la no sujeción delimita negativamente el hecho imponible.

La obligación tributaria de realizar pagos a cuenta. Se recoge en el artículo 23 de la LGT, el cual la define como
la obligación tributaria de satisfacer un importe a la Administración Tributaria por el obligado a realizar pagos
fraccionados, por el retenedor o por el obligado a realizar ingresos a cuenta.

La LGT permite a las leyes propias de cada tributo que establezcan cantidades a deducir diferentes a las fijadas
por los pagos a cuenta realizados.

Las obligaciones entre particulares resultantes del tributo. Se recogen en el artículo 24 de la LGT. El
referido artículo las define como las que tienen por objeto una prestación de naturaleza tributaria exigible entre
obligados tributarios, calificando como obligaciones de este tipo las que se generan como consecuencia de actos
de repercusión, de retención o de ingreso a cuenta previstos legalmente.

EJEMPLO En este tipo de obligación se incluye la prestación satisfecha como consecuencia de la


repercusión del IVA. Así, una negativa a soportar la repercusión del impuesto, dada su naturaleza de
obligación tributaria, podría ser objeto de reclamación económico-administrativa conforme al
artículo 227.4 a) de la LGT.

Las obligaciones tributarias accesorias. Las obligaciones tributarias accesorias se definen en el artículo 25
de la LGT de una manera residual, es decir, lo son todas aquellas obligaciones de carácter pecuniario distintas
de las demás que se deban satisfacer a la Administración Tributaria y cuya exigencia se impone en relación con
otra obligación tributaria.

Entre las obligaciones tributarias accesorias se incluyen la obligación de satisfacer el interés de demora, los
recargos por declaración extemporánea y los recargos del periodo ejecutivo, no incluyéndose como tal las
sanciones tributarias.

Las obligaciones tributarias formales

Se encuentran definidas en el artículo 29 de la LGT como todas aquellas obligaciones que, sin tener carácter
pecuniario, son impuestas por la normativa tributaria o aduanera a los obligados tributarios, deudores o no del
tributo, y cuyo cumplimiento está relacionado con el desarrollo de actuaciones o procedimientos tributarios o
aduaneros, no tratándose de una lista cerrada, ya que la propia LGT prevé que las leyes propias de cada tributo
puedan establecer otras.

5. Los obligados tributarios

La Ley 58/2003 dedica el Capítulo II del Título II a los obligados tributarios. Tienen el carácter de obligados
tributarios los que se enumeran en el apartado segundo del artículo 35, lista que debe considerarse abierta. En
particular, se incluyen: los contribuyentes, los sustitutos del contribuyente, los obligados a realizar pagos
fraccionados, los retenedores, los obligados a practicar ingresos a cuenta, los obligados a repercutir y los
obligados a soportar la repercusión, la retención o el ingreso a cuenta.

5.1 Los sucesores

La LGT dedica los artículos 39 y 40 al estudio de los sucesores de la obligación tributaria, distinguiendo entre
sucesores de las personas físicas y sucesores de las personas jurídicas.

Sucesores de las personas físicas. De acuerdo con el artículo 39.1 de la LGT, serán sucesores de las
personas físicas sus herederos, sin perjuicio de lo que establece la legislación civil en cuanto a la adquisición de
la herencia. No obstante, se debe tener en cuenta:

• Las obligaciones tributarias se transmitirán a los legatarios en las mismas condiciones que las
establecidas para los herederos cuando la herencia se distribuya a través de legados y en los supuestos
en que se instituyan legados de parte alícuota.
• En ningún caso se transmitirán las sanciones.
• Tampoco se transmitirá la obligación del responsable salvo que se hubiera notificado el acuerdo de
derivación de responsabilidad antes del fallecimiento. Con esta medida se pretende evitar que los
herederos, desconociendo la verdadera situación patrimonial del causante, se vean sorprendidos al
aceptar la herencia por el hecho de aparecer nuevas deudas.
• En caso de que la deuda no estuviera liquidada al tiempo del fallecimiento del causante, la deuda
tributaria también se transmitirá.
• Mientras la herencia se encuentre yacente, el cumplimiento de las obligaciones tributarias del causante
corresponderá al representante de la herencia yacente.

EJEMPLO Iniciadas actuaciones de inspección de la situación tributaria del señor X, éste fallece en el transcurso
de las mismas, resultando herederos su cónyuge y sus cuatro hijos. Las actuaciones inspectoras continuarán
hasta su finalización con cualquiera de los herederos, debiéndose comunicar las liquidaciones que resulten a
cada uno de ellos, es decir, al cónyuge y sus cuatro hijos.

Sucesores de las personas jurídicas y entidades sin personalidad. La sucesión de la obligación tributaria
en relación a personas jurídicas y entidades carentes de personalidad se regula en el artículo 40 de la LGT,
estableciéndose en el mismo lo siguiente:

• La LGT distingue entre sociedades que limitan la responsabilidad de sus socios de aquellas en las que los
socios no tienen limitada su responsabilidad. Así, cuando se trate de entidades disueltas y liquidadas en
las que la ley limita la responsabilidad patrimonial de sus socios, éstos quedarán obligados hasta el
límite de la cuota de liquidación que les corresponda; en el segundo de los supuestos, esto es, cuando la
ley no limita la responsabilidad patrimonial de los socios, las obligaciones tributarias se transmitirán
íntegramente a sus socios, respondiendo éstos solidariamente de su cumplimiento.
• Al igual que sucede con las personas físicas, el hecho de que la deuda tributaria no estuviera liquidada
en el momento de producirse la extinción de la personalidad jurídica de la sociedad o entidad no
impedirá la transmisión de las obligaciones tributarias devengadas a los sucesores, pudiéndose entender
las actuaciones con cualquiera de ellos.
• Si se produce la disolución de la entidad, pero no su liquidación, las obligaciones tributarias pendientes
se transmiten a las personas o entidades que sucedan o sean beneficiarias de la correspondiente
operación.

EJEMPLO En el proceso de fusión mediante la absorción de la entidad Y por parte de la entidad X, las
obligaciones tributarias pendientes de la entidad Y serán asumidas por la entidad X, la cual se constituye en
beneficiaria de los bienes y derechos de la extinguida sociedad Y.

• En caso de disolución de fundaciones o entidades carentes de personalidad, las obligaciones tributarias


pendientes de las mismas se transmitirán a los destinatarios de los bienes y derechos de las fundaciones
o a los partícipes o cotitulares de dichas entidades.
• Las sanciones que pudieran proceder por las infracciones cometidas por las sociedades y entidades a las
que nos estamos refiriendo serán exigibles a los sucesores de las mismas, hasta el límite del valor de la
cuota de liquidación que les corresponda.

5.2 Los responsables

El artículo 41 de la LGT establece las características generales de la figura de la responsabilidad en el ámbito


tributario, estableciendo al respecto lo siguiente:

• La responsabilidad puede ser solidaria o subsidiaria, siendo siempre subsidiaria salvo que algún precepto
legal establezca expresamente lo contrario.
• La derivación no alcanza a las sanciones, salvo que por ley se establezca en algún supuesto lo contrario.
• La derivación de la acción administrativa para exigir el pago de la deuda tributaria a los responsables se
efectuará mediante acto administrativo en el que, previa audiencia del interesado, se declare la
responsabilidad y se determine su alcance y extensión.
• Para la declaración de responsable subsidiario se hace necesario que previamente se declare fallido al
deudor principal y a los demás responsables solidarios.

Los artículos 41.3 y 42.2 de la LGT se vieron modificados por la Ley 36/2006 de Medidas de Prevención del
Fraude Fiscal para extender la responsabilidad a las sanciones, intereses y recargos en los supuestos regulados
en el apartado 2 de este último artículo (responsabilidad solidaria).

La responsabilidad solidaria. Se encuentra regulada en el artículo 42 de la LGT, e implica que la


Administración Tributaria puede dirigirse para el cobro de la deuda tributaria indistintamente al deudor principal
o al responsable solidario, extendiéndose la misma a los siguientes supuestos:
• A las personas o entidades que sean causantes o colaboren activamente en la realización de una
infracción tributaria. Su responsabilidad también se extenderá a la sanción.
• A los partícipes o cotitulares de las entidades carentes de personalidad, en proporción a sus respectivas
participaciones respecto
a las obligaciones tributarias materiales de dichas entidades. Esta responsabilidad, puesto que la LGT no
lo dice, no se extiende
a las sanciones.
• Las que sucedan por cualquier concepto en la titularidad o ejercicio de explotaciones o actividades
económicas, por las obligaciones tributarias
contraídas del anterior titular y derivadas de su ejercicio.

La responsabilidad también se extenderá a las obligaciones derivadas de la falta de ingreso de las retenciones e
ingresos a cuenta practicados o que se hubieran debido practicar. Esta responsabilidad puede ser limitada
mediante la expedición del certificado a que se refiere el artículo 175.2 de la LGT. Se incluyen también entre los
supuestos de responsabilidad solidaria los casos de sucesión de actividad, pero no sólo cuando la sucesión lo es
en la titularidad, sino también cuando se produce la sucesión en su ejercicio. De esta manera se pretende evitar
que, mediante la interposición de diferentes personas, se siga ejerciendo la misma actividad por quien es
deudor de la Hacienda Pública.

La responsabilidad subsidiaria. Los supuestos de responsabilidad subsidiaria son los señalados en el artículo 43
de la LGT, que suponen que la Administración Tributaria podrá dirigirse para el cobro de la deuda tributaria a los
responsables subsidiarios cuando no haya podido cobrar de los deudores principales y previo acto administrativo
de derivación de responsabilidad al responsable subsidiario.

La capacidad de obrar en el orden tributario

Se encuentra regulada en los artículos 44 a 47 de la LGT, pudiéndose definir, desde un punto de vista doctrinal,
como la capacidad para realizar actos que produzcan consecuencias jurídicas, sustanciales o formales, en el
desenvolvimiento de la relación jurídico-tributaria.

El domicilio fiscal

La LGT define el domicilio fiscal como el lugar de localización del obligado tributario en sus relaciones con la
Administración Tributaria, distinguiendo:

• Para las personas físicas, el domicilio fiscal será el de su residencia habitual. No obstante, si ejerce
principalmente una actividad económica, la Administración podrá considerar como domicilio fiscal aquel
en el que se realice la gestión administrativa y dirección de la actividad, teniendo en cuenta que, de no
poderse determinar este lugar, prevalecerá aquel donde radique el mayor valor del inmovilizado en que
se realice la actividad.
• Para las personas jurídicas, así como para los entes carentes de personalidad a que se refiere el artículo
35.4 de la LGT, el domicilio fiscal coincidirá con su domicilio social, siempre que en él esté efectivamente
centralizada su gestión administrativa y la dirección de sus negocios. En otro caso, se atenderá al lugar
en el que se lleve a cabo dicha gestión o dirección.

Por último, se debe tener en cuenta que:

• Existe la obligación de comunicar los cambios que se produzcan en el domicilio fiscal, no surtiendo
efectos dichos cambios si no se comunican a las administraciones afectadas (artículo 48.3 de la LGT).

Las personas físicas que deban estar en el Censo de Empresarios, Profesionales y Retenedores, así como las
personas jurídicas y demás entidades, deberán cumplir la obligación de comunicar el cambio de domicilio fiscal
en el plazo de un mes a partir del momento en que se produzca dicho cambio, debiendo efectuarse dicha
comunicación a través de los modelos 036 y 037.

En el caso de personas físicas que no deban figurar en el Censo de Empresarios, Profesionales y Retenedores, la
comunicación del cambio de domicilio deberá efectuarse en el plazo de tres meses desde que se produzca
mediante la presentación del modelo 030. No obstante, si con anterioridad al vencimiento del plazo de tres
meses finalizase el plazo para la presentación de la autoliquidación o comunicación de datos correspondiente, la
comunicación del cambio de domicilio fiscal deberá efectuarse en el correspondiente modelo de autoliquidación o
comunicación de datos, salvo que se hubiese comunicado con anterioridad.
6. La cuantificación de la obligación tributaria

Para fijar la cuantía de la obligación tributaria, la LGT establece en su artículo 49 que se determinarán, a partir
de las bases tributarias, los tipos de gravamen y demás elementos en ella previstos y siempre según disponga
la normativa propia de cada tributo.

6.1 La base imponible

La LGT define a la base imponible en su artículo 50.1 como "la magnitud dineraria o de otra naturaleza que
resulta de la medición o valoración del hecho imponible", estableciendo en su apartado segundo los siguientes
métodos de determinación de la base imponible: estimación directa, estimación objetiva y estimación indirecta.

• El método que con carácter general deberá utilizarse para determinar la base imponible será el de
estimación directa.
• El método de estimación indirecta será siempre subsidiario de los otros dos, aplicándose exclusivamente
cuando se den las circunstancias del artículo 53 de la LGT.

6.2 La base liquidable

La LGT define la base liquidable en su artículo 54. Según lo dispuesto en el mismo, "la base liquidable es la
magnitud resultante de practicar, en su caso, en la base imponible las reducciones establecidas en la ley".

Las reducciones obedecen al interés del legislador de conceder un trato de favor a determinados contribuyentes,
por ejemplo, las reducciones por aportaciones a patrimonios protegidos de las personas con discapacidad
contemplado en el artículo 54 de la Ley del IRPF.

6.3 El tipo de gravamen

La LGT define el tipo de gravamen en el artículo 55 como "la cifra, coeficiente o porcentaje que se aplica a la
base liquidable para obtener como resultado la cuota íntegra". Los tipos de gravamen deben ser específicos o
porcentuales, debiéndose aplicar según disponga la ley propia de cada tributo a cada unidad o tramo de base
liquidable.

Así, tenemos:

• Los tipos de gravamen específicos, que pueden ser de cuantía fija o de carácter gradual (es decir, se
determina una cuantía de dinero cuyo importe varía según los grados de una escala referida a una
determinada magnitud).
• Los tipos de gravamen porcentuales son los denominados alícuotas de gravamen, es decir, aquellos en
los que el tipo es un porcentaje aplicable sobre la base imponible o liquidable.

Estas alícuotas pueden ser proporcionales, progresivas o regresivas. Serán alícuotas regresivas aquellas que
disminuyen al aumentar la base, al ser contrarias al principio de capacidad económica. La LGT no lo contempla.

6.4 La cuota tributaria

De acuerdo con el artículo 56 de la LGT, la cuota tributaria podrá determinarse:

• En función del tipo de gravamen aplicable (tributos de cuota variable; ejemplo, IRPF).
• Según la cantidad fija señalada al objeto en los pertinentes textos legales (tributos de cuotas fijas;
ejemplo, IAE).

En ciertos supuestos es preciso practicar sobre la "cuota íntegra" determinadas deducciones o correcciones que
minoran el importe de la prestación a cargo del sujeto pasivo. La cantidad así obtenida recibe el nombre de
"cuota líquida".

7. La deuda tributaria

El artículo 58 de la LGT establece que la deuda tributaria estará constituida por la cuota o cantidad a ingresar
que resulte de la obligación tributaria principal o de las obligaciones de realizar pagos a cuenta, así como por las
siguientes magnitudes:

• El interés de demora.
• Los recargos por declaración extemporánea.
• Los recargos del periodo ejecutivo.
• Los recargos exigibles legalmente sobre las bases o las cuotas a favor del Tesoro o de otros entes
públicos.

La Ley 58/2003 excluye expresamente del concepto deuda tributaria a las sanciones.

7.1 El interés de demora

Se encuentra definido por el artículo 26 de la LGT como “una prestación accesoria que se exigirá a los obligados
tributarios y a los sujetos infractores como consecuencia de la realización de un pago fuera de plazo o de la
presentación de una autoliquidación o declaración de la que resulte una cantidad a ingresar una vez finalizado el
plazo establecido al efecto en la normativa tributaria, del cobro de una devolución improcedente o en el resto de
casos previstos en la normativa tributaria”.

El interés de demora se exigirá sobre el importe no ingresado en plazo o sobre la cuantía de la devolución
cobrada improcedentemente, resultando exigible durante el tiempo al que se extienda el retraso del obligado en
los supuestos recogidos en el artículo 26.2 de la LGT.

EJEMPLO En los supuestos de pérdidas de deducciones de ejercicios anteriores por cantidades invertidas en la
adquisición o construcción de la vivienda habitual por incumplimiento del plazo continuado de tres años de
ocupación de la vivienda procederá regularizar las deducciones que se hubieran practicado en los diferentes
ejercicios, devolviendo el importe de las deducciones practicadas indebidamente, junto con los intereses de
demora que deberán determinarse por separado respecto de las cantidades deducidas en cada declaración.

Además, se debe tener en cuenta lo siguiente en relación al interés de demora:

• No se exigirán intereses de demora desde el momento en que la Administración Tributaria incumpla, por
causa imputable a la misma, alguno de los plazos fijados en la LGT para resolver hasta que se dicte
dicha resolución o se interponga recurso contra la resolución presunta. Entre otros supuestos, no se
exigirán intereses de demora a partir del momento en que se incumplan los plazos máximos para
notificar la resolución de las solicitudes de compensación y en el acto se haya acordado la suspensión
del acto recurrido.

• En los casos en que resulte necesaria la práctica de una nueva liquidación como consecuencia de haber
sido anulada otra liquidación por una resolución administrativa o judicial, se conservarán íntegramente
los actos y trámites no afectados por la causa de anulación, con mantenimiento íntegro de su contenido,
y exigencia del interés de demora sobre el importe de la nueva liquidación. En estos casos, la fecha de
inicio del cómputo del interés de demora será la misma que, de acuerdo con lo establecido en el artículo
26.2, hubiera correspondido a la liquidación anulada y el interés se devengará hasta el momento en que
se haya dictado la nueva liquidación, sin que el final del cómputo pueda ser posterior al plazo máximo
para ejecutar la resolución.
• El interés de demora será el interés legal del dinero vigente a lo largo del periodo en el que aquél resulte
exigible, incrementado en un 25%, salvo que la Ley de Presupuestos Generales del Estado establezca
otro diferente.

No obstante, en los supuestos de aplazamiento, fraccionamiento o suspensión de deudas garantizadas en su


totalidad mediante aval solidario de entidad de crédito o sociedad de garantía recíproca o mediante certificado
de seguro de caución, el interés de demora exigible será el interés legal.

7.2 Los recargos por declaración extemporánea

Los recargos por declaración extemporánea se definen por el artículo 27.1 de la LGT como las prestaciones
accesorias que deben satisfacer los obligados tributarios como consecuencia de la presentación de
autoliquidaciones o declaraciones fuera de plazo sin requerimiento previo de la Administración Tributaria.

Los recargos exigibles son los siguientes:

• 5% cuando se presente la autoliquidación dentro de los tres meses siguientes a la finalización del plazo
voluntario para la presentación e ingreso.
• 10% cuando se presente la autoliquidación dentro de los seis meses siguientes a la finalización del plazo
voluntario para la presentación e ingreso.
• 15% cuando se presente la autoliquidación dentro de los 12 meses siguientes a la finalización del plazo
voluntario para la presentación e ingreso.

En ninguno de estos tres casos serán exigibles ni intereses de demora ni sanciones.


• 20%, cuando se presente la autoliquidación después de los 12 meses siguientes a la finalización del
plazo voluntario para la presentación e ingreso.

En este último caso serán exigibles intereses de demora por el periodo comprendido desde los 12 meses
siguientes a la finalización del plazo voluntario para la presentación e ingreso y el momento en que se presente
la declaración y se practique el ingreso correspondiente. Tampoco será exigible sanción alguna.

El importe de los recargos se reducirá en un 25% siempre que se realice el ingreso total del importe del recargo
en el plazo del periodo voluntario abierto con la notificación de la liquidación de dicho recargo, y siempre que se
realice el ingreso total del importe de la deuda resultante de la liquidación extemporánea o de la liquidación
practicada por la Administración derivada de la declaración extemporánea, o siempre que se realice el ingreso
en el plazo o plazos fijados en el acuerdo de aplazamiento o fraccionamiento de la deuda.

EJEMPLO Autoliquidación por el segundo trimestre del ejercicio 20X1 por IVA con resultado a ingresar de 1.000
euros presentada de fuera de plazo (después del 20 de julio de 20X1) sin requerimiento previo:

• Si se presenta antes del 20 de octubre de 20X1, se exigirá el 5% de recargo (50 euros).


• Si se presenta entre el 21 de octubre de 20X1 y el 20 de enero de 20X2, se exigirá un recargo del 10%
(100 euros).
• Si se presenta entre el 21 de enero de 20X2 y el 20 de julio de 20X2, se exigirá un recargo del 15%
(150 euros).
• Si se presenta después del 20 de julio de 20X2, se exigirá un recargo del 20% (200 euros), más los
intereses de demora por el periodo comprendido entre el 21 de julio de 20X2 y la fecha de presentación.

7.3 Los recargos del periodo ejecutivo

Los recargos del periodo ejecutivo se regulan en el artículo 28 de la LGT, siendo aquellos que se devengan con
el inicio de dicho periodo, de acuerdo con lo establecido en el artículo 16 de la Ley.

El artículo 161 de la Ley establece como momento del inicio del periodo ejecutivo el siguiente:

• En el caso de deudas liquidadas por la Administración Tributaria, al día siguiente al del vencimiento del
plazo establecido para su ingreso en el artículo 62.
• En el caso de deudas a ingresar mediante autoliquidación presentada sin realizar el ingreso, al día
siguiente de la finalización del plazo que establezca la normativa de cada tributo para dicho ingreso o, si
éste ya hubiere concluido, el día siguiente a la presentación de la autoliquidación.

Los recargos del periodo ejecutivo son tres, siendo incompatibles entre ellos:

• El recargo ejecutivo. Es del 5% y se aplicará cuando se satisfaga la totalidad de la deuda no ingresada


en periodo voluntario antes de la notificación de la providencia de apremio.
• El recargo de apremio reducido. Es del 10% y se aplicará cuando se satisfaga la totalidad de la deuda no
ingresada en periodo voluntario y el propio recargo antes de la finalización del plazo previsto en el
artículo 62.5 de la Ley para las deudas apremiadas.
• El recargo de apremio ordinario. Es del 20% y será aplicable cuando no concurran las circunstancias
necesarias para la aplicación de cualquiera de los dos recargos anteriores.

Los recargos por declaración extemporánea son compatibles con los recargos e intereses del periodo ejecutivo
cuando los obligados no efectúen el ingreso al tiempo de presentar la autoliquidación extemporánea y siempre
que no hayan presentado solicitud de aplazamiento, fraccionamiento o compensación al tiempo de presentar
dicha autoliquidación, ya que la deuda entra en período ejecutivo al día siguiente de la presentación de la
autoliquidación.

El hecho imponible es de naturaleza jurídico, creado y definido por la norma ha de estar descrito y tipificado

TEMA 7: PROCEDIMIENTOS TRIBUTARIOS

Las funciones tributarias, como el resto de las funciones administrativas, se desarrollan a través de
procedimientos. Y es el modo de actuar de la administración y la forma propia de la función administrativa.

FASES DE LOS PROCEDIMIENTOS


1.1. El inicio del procedimiento

Los procedimientos tributarios pueden iniciarse:

• A instancia del obligado tributario, cuando éste presente autoliquidación, declaración, comunicación,
solicitud o cualquier otro medio previsto en la normativa tributaria.
• De oficio, por acuerdo de los órganos competentes de la Administración tributaria.

Podemos señalar como ejemplos de procedimientos tributarios que en todo caso se inician de oficio los
siguientes:

• Procedimiento de verificación de datos.


• Procedimiento de comprobación de valores.
• Procedimiento de comprobación limitada.
• Procedimiento de inspección [en los términos de los artículos 147 y 149 de la Ley General Tributaria (en
adelante, LGT)].
• Procedimiento de apremio.
• Procedimiento frente a responsables.
• Procedimiento frente a sucesores.
• Procedimiento sancionador.
• Declaración de lesividad de actos anulables.
• Procedimiento especial de revocación.

Serían ejemplos de procedimientos que pueden iniciarse tanto de oficio como a instancia del obligado:

• Procedimiento de gestión tributaria iniciado mediante declaración.


• Procedimiento de revisión de actos nulos de pleno derecho.
• Rectificación de errores materiales, aritméticos o de hecho.
• Procedimiento para la devolución de ingresos indebidos.

Y es un procedimiento que se inicia exclusivamente a instancia de los interesados el de las devoluciones


derivadas de la normativa de cada tributo.

Iniciación de oficio

Según el artículo 87.3 del RGGI (Reglamento General de Gestión e Inspección), la comunicación de inicio
contendrá:

a. Procedimiento que se inicia.


b. Objeto del procedimiento, con indicación expresa de las obligaciones tributarias o elementos de las
mismas y, en su caso, periodos impositivos o de liquidación o ámbito temporal.
c. Requerimiento que, en su caso, se formula al obligado tributario y plazo que se concede para su
contestación o cumplimiento.
d. Efecto interruptivo del plazo legal de prescripción (artículos 68 y 69 de la LGT).
e. En su caso, la propuesta de resolución o de liquidación cuando la Administración cuente con la
información necesaria para ello.
f. En su caso, la indicación de la finalización de otro procedimiento de aplicación de los tributos, cuando
dicha finalización se derive de la comunicación de inicio del procedimiento que se notifica.

Efectos del inicio de oficio de las actuaciones o procedimientos tributarios

De conformidad con el artículo 87.5 del RGGI, las declaraciones o autoliquidaciones tributarias que presente el
obligado tributario una vez iniciadas las actuaciones o procedimientos, en relación con las obligaciones
tributarias y periodos objeto de la actuación o procedimiento, en ningún caso iniciarán un procedimiento de
devolución ni producirán los efectos previstos en los artículos 27 y 179.3 de la LGT, sin perjuicio de que en la
liquidación que, en su caso, se practique se pueda tener en cuenta la información contenida en dichas
declaraciones o autoliquidaciones.

Asimismo, los ingresos efectuados por el obligado tributario con posterioridad al inicio de las actuaciones o
procedimientos, en relación con las obligaciones tributarias y periodos objeto del procedimiento, tendrán
carácter de ingresos a cuenta sobre el importe de la liquidación que, en su caso, se practique, sin que esta
circunstancia impida la apreciación de las infracciones tributarias que puedan corresponder.
En este caso no se devengarán intereses de demora sobre la cantidad ingresada desde el día siguiente a aquel
en que se realizó el ingreso.

A lo anterior podemos añadir que, con la notificación del inicio de la actuación o procedimiento, quedará
interrumpido el plazo de prescripción de los derechos de la Administración (en los términos de los artículos 68 y
189 de la LGT) y comenzará el cómputo de los plazos máximos de resolución del procedimiento de que se trate
(artículo 104 de la misma ley).

La denuncia pública

Se encuentra regulada en el artículo 114 de la LGT. Sus principales características son las siguientes:

• No constituye ningún modo de inicio de los procedimientos tributarios. Los mismos se entenderán en
todo caso iniciados de oficio en aquellos casos en que existan indicios suficientes de veracidad en los
hechos imputados y éstos fueran desconocidos para la Administración, pudiendo archivarse las
denuncias que se estimen infundadas o que sean genéricas, en las que no se concreten o identifiquen
suficientemente los hechos o las personas denunciadas.
• La denuncia no formará parte del expediente administrativo; por tanto, puesto que no forma parte del
expediente, no existirá obligación por parte de la Administración tributaria de poner en conocimiento del
obligado denunciado ni la existencia de una denuncia previa ni la identidad del denunciante.
• No se considera al denunciante interesado en las actuaciones administrativas que puedan iniciarse como
consecuencia de la denuncia.
• En relación con el denunciante, el artículo 103 de la antigua LGT de 1963 exigía que las denuncias
fueran realizadas por las personas físicas o jurídicas que tuvieran capacidad de obrar en el orden
tributario, extremo éste que evidentemente sólo podía ser constatado si las denuncias no eran
anónimas. En cambio, el nuevo artículo 114 omite toda referencia a la capacidad de obrar del
denunciante, lo que nos llevaría a concluir que a partir de la entrada en vigor de la nueva norma sí
serían admisibles las denuncias anónimas.

1.2 Desarrollo del procedimiento

Derechos y garantías de los obligados tributarios

Dichos derechos se encuentran regulados en los artículos 34 y 99 de la LGT, desarrollados en el RGGI en los
artículos 92 a 96.

Tales derechos y garantías son los siguientes:

1. Derecho a rehusar la presentación de determinados documentos. Son dos los supuestos de


hecho que habilitan al obligado tributario para ejercer su derecho a rehusar la presentación de ciertos
documentos cuya aportación le ha sido requerida por la Administración:

• Cuando se trate de documentos que no resulten exigibles por la normativa tributaria aplicable a
la actuación o procedimiento tributario de que se trate.
2. Derecho a que se le expida certificación de las autoliquidaciones, declaraciones y comunicaciones que
hayan presentado o de extremos concretos contenidos en las mismas (artículo 99.3 de la LGT).
3. Derecho a obtener copia de los documentos que figuren en el expediente (artículo 99.4 de la
LGT y 95 del RGGI). Límites de este
derecho: que se trate de documentos que contengan datos que afecten a intereses de terceros, que los
documentos puedan afectar
a la intimidad de otras personas o cuando así lo disponga la normativa vigente.

La aplicación de los tributos comprende, de manera principal, tres procedimientos: gestión, inspección y
recaudación

LA PRUEBA: se puede aportar por cualquier medio admisible en derecho. El instructor del procedimiento
acordara la apertura de un periodo de prueba cuando la administración no tenga por ciertos los hechos alegados
por los interesados

Quien haga valer su derecho deberá probar los hechos constitutivos del mismo art. 105.1 LGT

Terminación del procedimiento

De conformidad con el artículo 100 de la LGT, pondrá fin a los procedimientos tributarios: la resolución, el
desistimiento, la renuncia al derecho en que se fundamente la solicitud, la imposibilidad material de continuarlos
por causas sobrevenidas, la caducidad, el cumplimiento de la obligación que hubiera sido objeto de
requerimiento o cualquier

4. La práctica de notificaciones

4.1 Lugar de práctica de las notificaciones (artículo 110 de la LGT)

Si se trata de procedimientos iniciados a solicitud de los interesa dos, la notificación debe practicarse en el
lugar señalado a tal efecto por el obligado tributario o, en su caso, por su representante o, a falta de tal
indicación expresa, en el domicilio fiscal de uno u otro.

Si se trata de procedimientos iniciados de oficio, la Administración tributaria puede optar entre practicar la
notificación en cualquiera de los siguientes lugares, para cuya elección la ley no impone ningún orden de
preferencia: el domicilio fiscal del obligado tributario o, si existe, de su representante, en el centro de trabajo,
en el lugar donde se desarrolle la actividad económica o en cualquier otro lugar adecuado a tal fin.

Como novedad, el artículo 114.2 del RGGI prevé que el interesado pueda designar como lugar a efectos de las
notificaciones un apartado postal.

4.2. Personas legitimadas para recibir las notificaciones (artículo 111 de la LGT)

En principio, la notificación de los actos administrativos debe practicarse al obligado tributario interesado o a su
representante. No obstante lo anterior, en el supuesto específico de que la notificación se practique en el lugar
señalado expresamente a tales efectos por el obligado tributario o por su representante o en el domicilio fiscal
de uno u otro, de no hallarse éstos presentes en el momento de la entrega, también quedan legitimados para
recibir las notificaciones:

• Cualquier persona que se encuentre en dicho lugar o domicilio siempre que haga constar su identidad.
• Así como los empleados de la comunidad de vecinos o propietarios donde radique el lugar señalado a
efectos de notificaciones o el domicilio fiscal del obligado interesado o de su representante.

4.3. Notificaciones rehusadas (artículo 111.2 de la LGT)

Para entender rehusada una notificación es preciso siempre que el rechazo sea realizado por el propio
interesado o por su representante. Ello implicará que la notificación se tenga por efectuada a todos los efectos
legales, continuándose la tramitación del procedimiento.

Si el rechazo fuera realizado por persona distinta, estaríamos ante un mero intento de notificación.

4.4. Notificación por comparecencia (artículos 112 de la LGT y 115 del RGGI)

La Administración tributaria queda habilitada para recurrir a la notificación por comparecencia cuando no haya
sido posible efectuar la notificación al obligado tributario o a su representante, por causas no imputables a la
Administración e intentada al menos dos veces en el domicilio fiscal, o en el designado por el interesado (si se
trata de un procedimiento iniciado a solicitud del interesado), debiendo constar en el expediente las
circunstancias de dichos intentos de notificación.

No obstante la regla general anterior, la nueva ley precisa que será suficiente un solo intento cuando el
destinatario conste como desconocido en su domicilio fiscal o en el lugar expresamente designado a efectos
de notificaciones (posibilidad ésta ahora no contemplada).

El procedimiento de gestión

El artículo 117 de la LGT señala que son funciones de gestión tributaria las siguientes:

• La recepción y tramitación de declaraciones, autoliquidaciones y demás documentos con trascendencia


tributaria.
• La comprobación y realización de las devoluciones previstas en la normativa de cada tributo.
• El reconocimiento y comprobación de la procedencia de beneficios fiscales.
• El control de los acuerdos de simplificación de la obligación de facturar.
• La realización de actuaciones de control del cumplimiento de la obligación de presentar declaraciones y
de otras obligaciones formales.
• Las actuaciones de verificación de datos.
• Las actuaciones de comprobación de valores.
• Las actuaciones de comprobación limitada.
• La práctica de liquidaciones tributarias derivadas de sus actuaciones de verificación y comprobación.
• La emisión de certificados tributarios.
• La expedición y, en su caso, revocación del número de identificación fiscal.
• La elaboración y mantenimiento de los censos tributarios.
• La información y asistencia tributaria.
• Las demás actuaciones de aplicación de los tributos no integradas en las funciones de inspección y
recaudación.

Por su parte, el RGGI regula también como procedimientos y actuaciones de gestión tributaria, los siguientes:

• Procedimiento para la ejecución de devoluciones tributarias (artículos 131 y 132 del RGGI).
• Procedimiento para el reconocimiento de beneficios fiscales de carácter rogado (artículos 136 y 137 del
RGGI).
• La cuenta corriente tributaria (artículos 138 a 143 del RGGI).
• Actuaciones de comprobación censal (artículos 144 a 147 RGGI), que pueden desembocar en la
revocación del NIF.
• Actuaciones de comprobación del domicilio fiscal (artículos 148 a 152 RGGI).

1.1 La declaración tributaria

Según el artículo 119 de la LGT se considerará declaración tributaria todo documento presentado ante la
Administración Tributaria donde se reconozca o manifieste la realización de cualquier hecho relevante para la
aplicación de los tributos.

1.2 Las autoliquidaciones

Las autoliquidaciones son una clase especial de declaraciones en las que los obligados tributarios, además de
comunicar a la Administración los datos necesarios para liquidar el tributo y otros de carácter informativo,
realizan por sí mismos las operaciones de calificación y cuantificación necesarias para determinar el importe de
la deuda tributaria a ingresar o, en su caso, la cantidad que resulta a devolver o a compensar (artículo 120.1 de
la LGT).

Rectificación de las autoliquidaciones (artículos 120.3 de la LGT y 126 a 129 del RGGI)

El obligado tributario puede solicitar la rectificación de sus autoliquidaciones, sólo en el supuesto de que el error
cometido vaya en contra de los intereses del propio obligado tributario (esto es, que el obligado tributario
entienda que debería haber ingresado una cantidad inferior, o solicitado una devolución o una compensación
superior a la anteriormente autoliquidada), ya que si es al contrario (esto es, el error cometido al tiempo de
presentar la autoliquidación perjudica a la Administración, ya sea por haber realizado un menor ingreso, ya sea
por haber solicitado una mayor devolución o compensación de la que corresponde) se deberá presentar una
autoliquidación complementaria según el artículo 122 de la LGT, que veremos más adelante.

El plazo máximo para notificar la resolución de este procedimiento será de seis meses. En caso de silencio, la
resolución presunta será desestimatoria.

Solicitada por un obligado la rectificación de una autoliquidación por él presentada, para el cálculo de los
intereses de demora que pudieran corresponderle se tendrá en cuenta lo siguiente:

• Cuando la rectificación de una autoliquidación origine una devolución derivada de la normativa del
tributo y hubieran transcurrido seis meses sin que se hubiera ordenado el pago por causa imputable a la
Administración Tributaria, ésta abonará el interés de demora sobre el importe de la devolución que
proceda, sin necesidad de que el obligado lo solicite. A estos efectos, el plazo de seis meses comenzará
a contarse a partir de la finalización del plazo para la presentación de la autoliquidación o, si éste
hubiese concluido, a partir de la presentación de la solicitud de rectificación. En todo caso, la base sobre
la que se aplicará el tipo de interés tendrá como límite el importe de la devolución solicitada en la
autoliquidación.
• Cuando la rectificación de una autoliquidación origine la devolución de un ingreso indebido, la
Administración Tributaria abonará el interés de demora en los términos señalados en el artículo 32 de la
LGT.

1.3 La comunicación de datos


Se trata de una clase especial de declaración presentada por el obligado tributario ante la Administración, para
que sea ésta quien determine la cantidad que, en su caso, resulte a devolver. Actualmente, no está
contemplada en la normativa de ningún tributo.

1.4 Declaraciones complementarias y sustitutivas

Las declaraciones complementarias son las que tienen por finalidad completar o modificar otra presentada con
anterioridad, mientras que las sustitutivas tienen por objeto reemplazar a otras que se hubieran presentado
anteriormente.

Como señalamos antes, en los casos en que la autoliquidación presentada en plazo haya provocado un ingreso a
favor de la Administración inferior al que correspondería haber efectuado, o bien determine un derecho a
devolución o a compensación a favor del obligado tributario superior al realmente procedente, el interesado
deberá presentar una declaración complementaria y no una solicitud de rectificación de su autoliquidación.

2. Otros procedimientos de gestión

2.1 Procedimiento para la práctica de las devoluciones derivadas de la normativa de cada tributo

El procedimiento de devolución se regula en los artículos 31 y 124 de la LGT y 122 a 125 del RGGI.

Se trata de devoluciones de cantidades que corresponden a ingresos excesivos, pero debidos (no indebidos)
como consecuencia del propio esquema de liquidación de nuestros tributos. Por ejemplo, cuando las cuotas de
IVA soportadas exceden a las devengadas. Al final del ejercicio se puede solicitar la devolución de las mismas,
pero no porque exista un ingreso indebido, sino porque de la aplicación de la técnica de liquidación del impuesto
resulta ese saldo a favor del obligado tributario.

Este procedimiento puede iniciarse de tres formas:

• Mediante autoliquidación de la que resulte cantidad a devolver. El plazo para proceder a la devolución se
computará desde el día siguiente a aquel en que finalice el plazo voluntario de presentación de
autoliquidaciones, salvo que la devolución se solicite a través de autoliquidación extemporánea, en cuyo
caso se computará desde la presentación de esta última.
• Mediante solicitud, cuando así esté previsto en la normativa reguladora de cada tributo (por ejemplo, el
artículo 119 de la Ley del IVA que regula el procedimiento de devolución a los no establecidos en
territorio de aplicación del impuesto).
• Mediante comunicación de datos.

El procedimiento de devolución terminará:

• Por el acuerdo en el que se reconozca la devolución solicitada.


• Por caducidad en los términos del artículo 104.3 de la LGT.
• Por el inicio de un procedimiento de verificación de datos, de comprobación limitada o de inspección.

Recordemos que, como vimos antes, en caso de incumplimiento del plazo máximo de duración, sin que la
Administración haya ordenado, por causas imputables a la misma, el pago de la devolución, se devengarán
intereses de demora sobre la devolución que finalmente pudiera proceder, sin necesidad de que así lo solicite el
obligado tributario. Cuando se abonen intereses de demora de acuerdo a la base sobre la que se aplicará el tipo
de interés, tendrá como límite el importe de la devolución solicitada en la autoliquidación, comunicación de
datos o solicitud.

Cuando proceda reconocer el derecho a la devolución solicitada, el órgano competente dictará acuerdo que se
entenderá notificado por la recepción de la transferencia bancaria o, en su caso, del cheque.

Cuando la devolución reconocida sea objeto de retención cautelar total o parcial deberá notificarse la
adopción de la medida cautelar junto con el acuerdo de devolución.

Por último, resta por advertir que el reconocimiento de la devolución solicitada no impedirá la posterior
comprobación de la obligación tributaria mediante los procedimientos de comprobación o investigación.

2.2 Procedimiento de gestión tributaria iniciado mediante declaración

Se encuentra regulado en los artículos 128 a 130 de la LGT y 133 a 135 del RGGI.
El caso más habitual hoy día viene dado por el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, en el cual el
contribuyente puede, como norma general, optar por presentar declaración en lugar de autoliquidación. Existen
también supuestos en el ámbito aduanero.

De acuerdo con el artículo 128 de la LGT, "cuando la normativa del tributo así lo establezca, la gestión del
mismo se inicia mediante la presentación de una declaración por el obligado tributario en la que manifiesta la
realización del hecho imponible y comunica los datos necesarios para que la Administración cuantifique la
obligación tributaria mediante la práctica de una liquidación provisional".

Este procedimiento implica que la Administración, una vez recibida la declaración del interesado, deberá realizar
las operaciones de calificación y cuantificación necesarias para determinar el importe a ingresar, mediante la
práctica de la correspondiente liquidación provisional, debiendo notificársela al obligado tributario en el plazo
máximo de seis meses.

En ausencia de tal notificación, el procedimiento se entenderá caducado. El plazo citado de seis meses se
comenzará a computar de la siguiente manera:

• Si la declaración se presenta en plazo, desde el día siguiente a la fecha en que finalice el plazo
voluntario de presentación de declaraciones.
• Si se trata de una declaración extemporánea, desde el día siguiente a la fecha en que la misma se
presente.
• Por último, en las liquidaciones que se dicten en este procedimiento, no se exigirán intereses de demora
hasta la finalización del plazo voluntario de ingreso abierto por la notificación de la liquidación
resultante. Y todo ello sin perjuicio de la posible aplicación del régimen sancionador (la infracción es la
regulada en el artículo de la 192 de la LGT).

2.3 Procedimiento de verificación de datos

Se encuentra regulado en los artículos 131 a 133 de la LGT y 155 y 156 del RGGI.

Los supuestos tasados en que permite su inicio por parte de los órganos de gestión tributaria son los siguientes:

• Cuando la declaración o autoliquidación del obligado tributario adolezca de defectos formales o incurra
en errores aritméticos.
• Por liquidación provisional, debidamente motivada.
• Por la subsanación, aclaración o justificación de la discrepancia o del dato objeto del requerimiento por
parte del obligado tributario. En tal caso, se hará constar en diligencia esta circunstancia y no será
necesario dictar resolución expresa.

Procedimiento de comprobación de valores

La normativa reguladora se encuentra en los artículos 57 y 134 y 135 de la LGT y 157 a 162 del RGGI.

Es el procedimiento en virtud del cual la Administración comprueba el valor declarado por el obligado tributario
de las rentas, productos, bienes y demás elementos determinantes de la obligación tributaria. Los medios de
comprobación previstos son los siguientes:

a) Capitalización o imputación de rendimientos al porcentaje que la ley de cada tributo señale.

b) Estimación por referencia a los valores que figuren en los registros oficiales de carácter fiscal. Dicha
estimación por referencia podrá consistir en la aplicación de los coeficientes multiplicadores que se determinen y
publiquen por la Administración Tributaria competente, en los términos que se establezcan reglamentariamente,
a los valores que figuren en el registro oficial de carácter fiscal que se tome como referencia a efectos de la
valoración de cada tipo de bienes. Tratándose de bienes inmuebles, el registro oficial de carácter fiscal que se
tomará como referencia a efectos de determinar los coeficientes multiplicadores para la valoración de dichos
bienes será el Catastro Inmobiliario.

c) Precios medios en el mercado.

d) Cotizaciones en mercados nacionales y extranjeros.

e) Dictamen de peritos de la Administración.

f) Valor asignado a los bienes en las pólizas de contratos de seguros.


g) Valor asignado para la tasación de las fincas hipotecadas en cumplimiento de lo previsto en la legislación
hipotecaria.

h) Precio o valor declarado correspondiente a otras transmisiones del mismo bien, teniendo en cuenta las
circunstancias de éstas, realizadas dentro del plazo que reglamentariamente se establezca. En el artículo 158.4
del RGGI se ha especificado que es el plazo de un año.

i) Cualquier otro medio que se determine en la ley propia de cada tributo.

Existen varias excepciones a la posibilidad de iniciar el procedimiento de comprobación de valores:

• Cuando el obligado tributario hubiera declarado utilizando los valores publicados por la propia
Administración actuante.

EJEMPLO Si el obligado ha utilizado para efectuar la declaración las tablas de precios medios de venta de
vehículos de turismo que se publican anualmente para determinar los valores de venta de vehículos que tributan
ITP y AJD.

• Cuando se haya hecho uso del derecho previsto en el artículo 91 de la LGT (puesto que la información
sobre el valor del inmueble tiene carácter vinculante para la Administración durante un plazo de tres
meses).
• En las transmisiones de bienes o derechos que se efectúen en el seno de procedimientos concúrsales.

El procedimiento debe finalizarse en el plazo máximo de seis meses desde la notificación del inicio.

No podrá interponerse recurso o reclamación independiente contra la valoración efectuada por la


Administración, sin perjuicio de la posibilidad de instar el procedimiento de tasación pericial contradictoria o de
plantear las cuestiones que se estimen procedentes frente a la valoración realizada cuando se recurra la
liquidación dictada utilizando el valor comprobado por la Administración.

La tasación pericial contradictoria

Se trata del procedimiento previsto bien para confirmar bien para corregir el resultado de una previa
comprobación de valores efectuada por la Administración. Este procedimiento se caracteriza por lo siguiente:

• No podrá instarse la misma hasta el momento en que se puede interponer el primer recurso frente a la
liquidación en la que se emplea el valor sobre el que no está de acuerdo el interesado.
• El obligado tributario podrá reservarse el derecho a instar la tasación pericial contradictoria cuando
estime que la notificación de la liquidación no está suficientemente motivada y denuncie dicha omisión
en un recurso de reposición o en una reclamación económico-administrativa.
• En el procedimiento de tasación pericial contradictoria, el interesado deberá aportar la valoración
realizada por su propio perito. En caso de que la valoración de la Administración no haya sido realizada
por sus propios peritos, deberá procederse a practicar la misma por parte de las citadas personas.
Si la diferencia entre el valor determinado por el perito de la Administración y la tasación practicada por
el perito designado por el obligado tributario, considerada en valores absolutos, es igual o inferior a
120.000 euros y al 10% de dicha tasación, esta última servirá de base para la liquidación. Si la
diferencia es superior, deberá designarse un perito tercero.
• La valoración del perito tercero prevalecerá siempre, sirviendo de base a la liquidación que proceda,
pero dentro de dos límites: el valor declarado y el valor comprobado inicialmente por la Administración
tributaria.

LIQUIDACIÓN: es el acto resolutorio mediante el cual el órgano competente de la administración realiza las
operaciones de cuantificación necesaria y determina el importe de la deuda tributaria o de la cantidad que,
en su caso, resulte a devolver o a compensar de acuerdo con la normativa tributaria art. 101.1

La liquidación tiene dos fines principales:


1. fijar exactamente la cuantía de la prestación que corresponde exigir (o, en su caso, devolver o
admitir en compensación) al obligado tributario
2. exigirla (o, proceder a la devolución o compensación)
La liquidación es la manifestación unilateral- provisional o definitiva de la administración, mediante la cual la
administración ejerce su pretensión de cobro, indicando, en su caso al obligado tributario los medios, el plazo y
el órgano ante el que efectuar el ingreso

ELEMENTOS DE LA LIQUIDACIÓN

-Identificar el concepto tributario que se liquida presupuesto de hecho concreto


-Sujeto obligado
-Determinar el periodo impositivo si es de carácter periódico, etc.
-Autoridad u órgano que la dicta
-notificación al obligado (requisito esencial para su eficacia), art. 102.2 ordena que junto a los elementos
esenciales del acto de liquidación la notificación debe indicar lugar, plazo y forma del ingreso y los recursos y
órganos competentes para resolverlos

La liquidación es un acto administrativo que reúne además todos los requisitos que caracterizan a estos, como la
presunción de legalidad y su secuela de ejecutividad inmediata, en virtud de la auto tutela administrativa por
ello, es acto declarativo del importe de la prestación, pero también es acto ejecutivo, de manera que sí de la
liquidación resulta una cantidad a ingresar por el obligado, el propio acto constituye la pretensión de cobro no
limitándose a la mera declaración del deber de ingreso del sujeto, sino exigiéndoselo, sin necesidad de actos
ulteriores que se lo requieran y se reconoce el derecho a devolución, es ya orden de ejecución contra los fondos
públicos, no precisando tampoco de otros actos que lo complementen más que los de pura gestión
presupuestaria para su abono.

CLASES DE LIQUIDACIÓN

1. PROVISIONAL: susceptible de ser modificada en sucesivos procedimientos de gestión o inspección


tributaria, es un primer pronunciamiento de la administración a sabiendas de que no se conocen todos
los datos y circunstancias determinantes de la cuantía, reservándose la adm. La potestad de
comprobarlos e investigarlos.
2. DEFINITIVA: demanda una previa y completa comprobación e investigación tributaria, ya que solo
puede ser cambiada por impugnación o procedimientos especiales de revisión
Por ello tendrán la condición de definitivas:
a) las practicadas en el procedimiento inspector previa comprobación e investigación de la totalidad de los
elementos de la obligación tributaria
b) las demás que la normativa tributaria otorgue tal carácter
PROCEDIMIENTO DE INSPECCIÓN

1.1 Disposiciones generales

Las actuaciones y el procedimiento de inspección han sido objeto de nuevo desarrollo reglamentario con la
entrada en vigor, el 1 de enero de 2008, del reglamento general de las actuaciones y los procedimientos de
gestión e inspección tributaria y de desarrollo de las normas comunes de los procedimientos de aplicación de los
tributos (Real Decreto 1065/2007 1065/2007 ), en el que se contienen tanto las normas comunes
de los procedimientos tributarios como, en concreto, las normas específicas del procedimiento inspector.

Funciones de la inspección de los tributos (artículo 141 de la LGT). Son órganos de inspección tributaria los de
carácter administrativo que ejercen las funciones previstas en el artículo 141 de la LGT. Según este artículo, la
inspección tributaria consiste en el ejercicio de determinadas funciones administrativas, entre las que cabe
destacar:

a) Actuaciones de comprobación e investigación. Según el artículo 145 de la LGT, el objeto del


procedimiento de inspección es precisamente comprobar e investigar el adecuado cumplimiento de las
obligaciones tributarias, y en el mismo se procederá, en su caso, a la regularización de la situación del obligado
mediante la práctica de una o varias liquidaciones. Cabe distinguir:

• Comprobación: tiene por objeto comprobar la veracidad y corrección de los actos, elementos y
valoraciones consignados por los obligados tributarios en sus declaraciones.
• Investigación: tiene por objeto descubrir la existencia, en su caso, de hechos con relevancia tributaria
no declarados o declarados incorrectamente por los obligados tributarios. Son hechos no conocidos por
la Administración Tributaria.

b) La práctica de las liquidaciones tributarias resultantes de sus actuaciones de comprobación e


investigación.
c) Actuaciones de obtención de información (artículos 93 y 94 de la LGT).

Para la obtención de información con trascendencia tributaria, la Administración tiene dos posibilidades:

• La obtención por suministro. Una norma reglamentaria (en el Estado, estas obligaciones se
desarrollan mediante orden del ministro de Economía y Hacienda) regula una obligación de carácter
general por la que se deben comunicar a la Administración Tributaria determinados datos sobre las
relaciones mantenidas con terceros, sin necesidad de que el obligado tributario sea requerido
expresamente para ello. Esta obligación afecta a los obligados tributarios que realicen actividades
económicas, así como aquellos que satisfagan rentas o rendimientos sujetos a retención o ingreso a
cuenta, intermedien o intervengan en operaciones económicas, profesionales o financieras.

La obtención por captación o requerimiento individualizado. La Administración tributaria solicita


expresamente de los obligados tributarios determinadas informaciones con trascendencia tributaria en
relación al cumplimiento de sus propias obligaciones o derivadas de sus relaciones económicas,
profesionales o financieras con terceras personas. éstas son las actuaciones de obtención de información
que realiza propiamente la inspección mediante un requerimiento individualizado y específico.

El inicio del procedimiento de inspección (artículos 147 a 149 de la LGT)

El inicio de actuaciones puede realizarse de las siguientes formas:

• Mediante comunicación notificada al interesado para que se persone en el lugar, día y hora que se le
señale y tenga a disposición de los órganos de inspección o aporte la documentación y demás elementos
que se estimen necesarios. Entre la notificación y la personación deberá mediar un plazo mínimo de 10
días.
• Sin previa comunicación, mediante personación de la inspección en la empresa, oficinas, dependencias,
instalaciones, centro de trabajo o almacenes del obligado tributario o donde exista alguna prueba de la
obligación tributaria, aunque sea parcial.

Las actuaciones del procedimiento inspector se extenderán a una o varias obligaciones y periodos impositivos o
de liquidación y podrán tener alcance general o parcial. Tendrán carácter parcial cuando no afecten a la
totalidad de los elementos de la obligación tributaria en el periodo objeto de la comprobación y en todos
aquellos supuestos que se señalan reglamentariamente (entre otros, comprobación en la obtención de
beneficios o incentivos fiscales, régimen tributario aplicable, solicitudes de devolución). En otro caso tendrán
carácter general en relación con la obligación tributaria y periodo comprobado.

Si un obligado tributario está siendo objeto de una actuación de carácter parcial, podrá solicitar que la actuación
tenga carácter general, si bien:

1. Hará referencia al tributo y periodo por el que fue citado con carácter parcial y no a otros.
2. La solicitud debe efectuarse en un plazo de 15 días desde que se produjo la notificación del inicio de las
actuaciones inspectoras de carácter parcial.
3. La Administración Tributaria deberá iniciar la comprobación de carácter general en el plazo de seis
meses desde la solicitud, bien ampliando el carácter de la ya iniciada, bien dando lugar al inicio de una
distinta…….

2. Terminación y documentación de las actuaciones inspectoras

2.1 Terminación de las actuaciones

La forma más habitual de finalización de las actuaciones inspectoras es mediante la liquidación del órgano
competente tras la formalización del acta.

Trámite de audiencia previo. Cuando el órgano de inspección considere que se han obtenido los datos y las
pruebas necesarios para fundamentar la propuesta de regularización o para considerar correcta la situación
tributaria del obligado, se notificará el inicio del trámite de audiencia previo a la formalización de las actas de
conformidad o disconformidad.

Una vez realizado el trámite de audiencia o, en su caso, el de alegaciones, no se podrá incorporar al expediente
más documentación acreditativa de los hechos, salvo que se demuestre la imposibilidad de haberla aportado
antes de la finalización de dicho trámite, siempre que se aporten antes de dictar la resolución.

Formalización de las actas. Según el artículo 143.2 de la LGT, las actas son los documentos públicos que
extiende la inspección de los tributos con el fin de recoger el resultado de las actuaciones inspectoras de
comprobación e investigación, proponiendo la regularización que estime procedente de la situación tributaria del
obligado o declarando correcta la misma.

El procedimiento de inspección no se termina propiamente con el acta de inspección que contiene una propuesta
de liquidación, sino con la notificación del acto de liquidación. Por ello, las actas no pueden ser objeto de recurso
o reclamación económico-administrativo, sin perjuicio del que proceda contra las liquidaciones tributarias
resultantes de las mismas.

EL PROCEDIMIENTO DE RECAUDACIÓN

Es la función publica que tiene por objeto procurar el ingreso en el tesoro público de los tributos previamente
liquidados

Se desarrolla por órganos administrativos a través de los correspondientes procedimientos, siendo hoy
competente para los tributos estatales la agencia estatal de la administración tributaria a través de su
departamento de recaudación y de los servicios y las unidades del mismo en delegaciones regionales y
provinciales, administraciones locales y de zona y administraciones de aduanas. Sin perjuicio de que se autorice
a entidades financieras para desempeñar el servicio de caja en administraciones y delegaciones y a actuar como
colaboradoras en la recaudación.

Objetivo: la recaudación, en si es el cobro de las deudas tributarias, como los tributos y cualquier otro ingreso
de derecho publico.

El art. 160.2 dispone que la recaudación podrá realizarse en periodo voluntario y en periodo ejecutivo, iniciando
este ultimo cuando cuantificada la prestación, no ha tenido lugar el ingreso en periodo voluntario, se abre un
procedimiento administrativo de apremio, permitiendo a la administración ejecutar coactivamente la deuda
mediante el embargo de bienes del deudor para que con el producto de su venta satisfacer la prestación.

El auto tutela administrativa le permite abrir, desarrollar y culminar un procedimiento ejecutivo contra el deudor
sin tener que acudir a los tribunales de justicia

PROCEDIMIENTO DE SANCIÓN

1.1 ¿Qué es una infracción tributaria?

Según el artículo 183 de la Ley 58/2003, Ley General Tributaria (LGT), desarrollada por el Real Decreto
2063/2004 2063/2004 , que aprueba el Reglamento General del Régimen Sancionador Tributario
(RGS), son infracciones tributarias las acciones u omisiones dolosas o culposas con cualquier grado de
negligencia que estén tipificadas y sancionadas como tales en esta u otra ley.

1.2 ¿Quiénes son los sujetos infractores?

Serán sujetos infractores, siguiendo el artículo 181 de la LGT, las personas físicas o jurídicas y las entidades sin
personalidad jurídica que realicen las acciones u omisiones tipificadas como infracciones en las leyes, siempre
que resulten responsables de las mismas. Entre otros, serán sujetos infractores:

• Los contribuyentes y los sustitutos de los contribuyentes.


• Los retenedores y los obligados a practicar ingresos a cuenta.
• Los obligados al cumplimiento de obligaciones tributarias formales.
• La sociedad dominante en el régimen de consolidación fiscal.
• Las entidades que estén obligadas a imputar o atribuir rentas a sus socios o miembros.
• El representante legal de los sujetos obligados que carezcan de capacidad de obrar.

La concurrencia de varios sujetos infractores en la realización de una infracción tributaria determinará que
queden solidariamente obligados frente a la Administración al pago de la sanción.

No obstante, el artículo 179 de la LGT establece que las acciones u omisiones tipificadas en las leyes no darán
lugar a responsabilidad tributaria:

a) Cuando se realicen por quienes carezcan de capacidad de obrar en el orden tributario.


b) Cuando concurra fuerza mayor.
c) Cuando deriven de una decisión colectiva, para quienes hubieran salvado su voto o no hubieran asistido
a la reunión en que se adoptó la misma.
d) Cuando se haya puesto la diligencia necesaria en el cumplimiento de las obligaciones tributarias.
Junto a los sujetos infractores, son responsables y sucesores de las 5 sanciones tributarias:

1. Responderán solidariamente del pago de las sanciones tributarias las personas o entidades que sean
causantes o colaboren activamente en la realización de una infracción tributaria y las que sucedan por
cualquier concepto en la titularidad o ejercicio de explotaciones o actividades económicas en los
términos establecidos en el párrafo c) del apartado 1 del artículo 42 de la LGT, y las personas y
entidades declaradas responsables en virtud del apartado 2 del artículo 42 de la LGT (quienes incumplan
órdenes de embargo...).
2. Responderán subsidiariamente del pago de las sanciones tributarias los administradores de hecho o de
derecho de las personas jurídicas que, habiendo éstas cometido infracciones tributarias, no hubiesen
realizado los actos necesarios que sean de su incumbencia para el cumplimiento de las obligaciones y
deberes tributarios, hubiesen consentido el incumplimiento por quienes de ellos dependan o hubiesen
adoptado acuerdos que posibilitasen las infracciones, así como las personas o entidades declaradas
responsables en virtud de lo establecido en los párrafos g) y h) del apartado 1 del artículo 43
(responsables por levantamiento del velo).
3. Las sanciones tributarias no se transmitirán a los herederos y legatarios de las personas físicas
infractoras. Las sanciones tributarias por infracciones cometidas por las sociedades y entidades disueltas
se transmitirán a los sucesores de las mis- mas (los socios) en los términos previstos en el artículo 40
de la LGT.

1.3 ¿Cuáles son los principales principios que inspiran la potestad sancionadora?

En particular destacamos los principios de:

1. Irretroactividad. De conformidad con lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 10 de la LGT, las


normas que regulen el régimen de infracciones y sanciones tributarias y el de recargos tendrán efectos
retroactivos respecto de los actos que no sean firmes cuando su aplicación resulte más favorable.
2. No concurrencia. Está regulado en el artículo 180 de la LGT y se plasma en varios supuestos:
• Cuando la Administración Tributaria estimase que la infracción pudiera ser constitutiva de delito
contra la Hacienda Pública, se procederá a remitir el expediente al ministerio fiscal, quedando
las actuaciones suspendidas. En este supuesto, de existir sentencia condenatoria de la autoridad
judicial, no podrá imponerse sanción administrativa.
• Se declara expresamente la incompatibilidad entre una acción u omisión como infracción
independiente y a la vez como criterio de graduación, o bien como circunstancia que determine
la calificación de la infracción como grave o muy grave.
• Las sanciones derivadas de la comisión de infracciones tributarias resultan compatibles con la
exigencia del interés de demora y de los recargos del periodo ejecutivo.

2. La calificación de las infracciones. Clasificación y graduación de las sanciones

2.1 La calificación de las infracciones

Cada infracción tipificada en la ley se califica de forma unitaria como leve, grave o muy grave, en función de dos
criterios, la ocultación y los medios fraudulentos.

a) Ocultación de datos

Se entenderá que existe ocultación de datos a la Administración Tributaria cuando no se presenten


declaraciones o se presenten declaraciones en las que se incluyan hechos u operaciones inexistentes o con
importes falsos, o en las que se omitan total o parcialmente operaciones, ingresos, rentas, productos o cualquier
otro dato que incida en la determinación de la deuda tributaria y la incidencia de la deuda derivada de la
ocultación en relación con la base de la sanción sea superior al 10%.

b) Empleo de medios fraudulentos

Se entiende producido en tres supuestos:

a) Existencia de anomalías sustanciales en la contabilidad y en los libros o registros establecidos por la


normativa tributaria. En el caso de la llevanza incorrecta de libros o registros requerirá que su incidencia
represente un porcentaje superior al 50% de la base de la sanción.

b) El empleo de facturas, justificantes u otros documentos falsos o falseados, siempre que su incidencia
represente un porcentaje superior al 10% de la base de la sanción.

c) La utilización de personas o entidades interpuestas.


2.2 La clasificación de las sanciones

De conformidad con los artículos 185 y 186 de la LGT, las podemos clasificar en:

a) Las sanciones pecuniarias de cuantía fija. Son las que se aplican a infracciones que no causan un
perjuicio económico a la Hacienda Pública

EJEMPLO: La infracción calificada como leve por incumplir las obligaciones tributarias relativas a la utilización
del NIF se sanciona con multa pecuniaria fija de 150 euros.

b) Las sanciones pecuniarias de cuantía proporcional. Son las que se aplican a infracciones que causan
perjuicio económico a la Hacienda Pública y consisten en un porcentaje aplicado a la base de la sanción.

A estos efectos, y con carácter general, la base de la sanción será la cantidad no ingresada, de la que se ha
solicitado indebidamente devolución o la devuelta indebidamente.
c) Las sanciones no pecuniarias. Se regulan como sanciones accesorias en caso de que la infracción
tributaria se califique como grave o muy grave y pueden consistir en:

• Pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a aplicar beneficios e
incentivos fiscales de carácter rogado durante un plazo de hasta cinco años.
• Prohibición para contratar con la Administración Pública que hubiera impuesto la sanción durante un
plazo de hasta cinco años.
• Cuando la infracción se cometa por personas o autoridades que ejerzan profesiones oficiales como
consecuencia de la vulneración de los deberes de colaboración, podrá imponerse como sanción accesoria
la suspensión del ejercicio de profesiones oficiales, empleo o cargo público por un plazo de hasta 12
meses.

En este caso podrá imponer como sanción accesoria (artículo 186.1):

• La pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a aplicar


beneficios e incentivos fiscales de carácter rogado durante un plazo de un año.
• La prohibición para contratar con el Estado durante el plazo de un año.

2.3 La graduación de las sanciones pecuniarias

Según el artículo 187 de la LGT, las sanciones tributarias se graduarán exclusivamente conforme a los
siguientes criterios, que se aplican simultáneamente.

a) Comisión repetida de infracciones tributarias

Cuando el sujeto infractor hubiera sido sancionado por una infracción de la misma naturaleza, en virtud de
resolución firme en vía administrativa, dentro de los cuatro años anteriores a la comisión de la infracción.

• Si hubiera sido sancionado por una infracción leve, el incremento será de cinco puntos porcentuales.
• Si hubiera sido sancionado por una infracción grave, el incremento será de 15 puntos porcentuales.
• Si hubiera sido sancionado por una infracción muy grave, el incremento será de 25 puntos porcentuales.

3.1 Tipos de infracciones con su correspondiente sanción en la LGT

1. Infracción tributaria por dejar de ingresar la deuda tributaria que debiera resultar de una
autoliquidación (artículo 191). Esta infracción no tiene lugar cuando el obligado regularice su situación
tributaria sin requerimiento previo (artículo 27 de la LGT) o presente la autoliquidación en plazo voluntario pero
sin ingreso, pues en este último caso se inicia el periodo ejecutivo.

La base de la sanción será la cuantía no ingresada por comisión de la infracción.

a) Leve:

• Cuando la base de la sanción no supere 3.000 euros, exista o no ocultación.


• Cuando la base de la sanción supere los 3.000 euros y no exista ocultación.

Sanción: multa pecuniaria proporcional del 50%.


b) Grave:

1. Cuando la base de la sanción sea superior a 3.000 euros y exista ocultación.


2. Cualquiera que sea la cuantía de la base de la sanción, cuando:
• Se hayan utilizado facturas, justificantes o documentos falsos o falseados, sin que sea
constitutivo de medio fraudulento.
• La incidencia de la llevanza incorrecta de los libros o registros sea superior al 10% e inferior o
igual al 50% de la base de la sanción.
• Se dejen de ingresar cantidades retenidas o ingresos a cuenta repercutidos, cuando dichas
cantidades no superen el 50% de la base de la sanción.

No obstante lo anterior, siempre será leve cuando el ingreso se haya producido en una autoliquidación posterior
sin cumplir los requisitos del artículo 27 de la LGT (identificación del periodo al que se refieren conteniendo
únicamente los datos relativos a dicho periodo).

Sanción: multa pecuniaria proporcional del 50% al 100%, que se graduará atendiendo a los criterios de
comisión repetida de infracciones tributarias y de perjuicio económico para la Hacienda Pública.

c) Muy grave:

• Cuando se hubieran utilizado medios fraudulentos.


• Dejar de ingresar cantidades retenidas o ingresos a cuenta repercutidos, cuando dichas cantidades
superen el 50% de la base de la sanción.

Sanción: multa pecuniaria proporcional del 100% al 150%, que se graduará atendiendo a los criterios de
comisión repetida de infracciones tributarias y de perjuicio económico para la Hacienda Pública.

El obligado tributario acepta la propuesta de la inspección, tanto la liquidación como la sanción, y solicita en
plazo
el aplazamiento de pago de la totalidad.

En este caso, para determinar la sanción correspondiente se procederá a :

• Determinar el tipo de infracción: dejar de ingresar parte de la deuda tributaria (artículo 191 de la LGT).
• Calificación de la infracción: base de la sanción 23.000 x 30% = 6.900 (por los 2.000 de gastos no
deducibles
no hay responsabilidad).

Ocultación. En la medida que las facturas falsas y no justificadas, y la no contabilización de ingresos conllevan
ocultación, será:

(2.000 + 20.000 + 1.000) x


6.900
30% = = 100%
6.900 6.900

Medios fraudulentos.

a) Por facturas falsas.


200 x
6.900 8,70% <
30% = =
10%
6.900 6.900

Aun existiendo facturas falsas, como la incidencia de éstas es inferior al 10%, no existen medios fraudulentos.

b) Por anomalías contables.


(20.000 + 2.000) x
6.600
30% = = 96% > 50%
6.900 6.900
Existen medios fraudulentos por las anomalías contables al exceder del 50% la incidencia de las anomalías
contables en la base de la sanción.

c) Personas interpuestas. No existen.

La infracción es muy grave, por existir medios fraudulentos.

3°. Cálculo de la sanción.

Sanción mínima 100%

Comisión repetida 0%

Perjuicio económico + 10%

Sanción incrementada 110%

Reducción por conformidad (30% x 110%) (– 33%)

Sanción reducida 77%

Reducción por pago (25% x 77%) (19,25%)

Total sanción 57,75%

57,75 % x 6.900 =
Total sanción
3.984,75

2. Infracción tributaria por incumplir la obligación de presentar de forma completa y correcta


declaraciones o documentos necesarios para practicar liquidaciones (artículo 192). Se aplica a los
casos en que, en vez de autoliquidación, el obligado debe presentar declaración y es la Administración la que
liquida (como, por ejemplo, en el impuesto sobre sucesiones en aquellas comunidades autónomas en que así
esté permitido). La calificación como leve, grave y muy grave y las sanciones son las mismas que en el artículo
191 referido a la autoliquidación.

3. Infracción tributaria por obtener indebidamente devoluciones (artículo 193). Se aplica a los casos en
que, en vez de dejar de ingresar, se obtienen indebidamente devoluciones. La calificación como leve, grave y
muy grave y las sanciones son las mismas que en el artículo 191 referido a la autoliquidación. La base de la
sanción será la cantidad devuelta indebidamente como consecuencia de la infracción.

4. Infracción tributaria por solicitar indebidamente devoluciones, beneficios o incentivos fiscales


(artículo 194). La infracción se produce por la mera solicitud indebida, aunque la devolución, beneficio o
incentivo no se hayan obtenido.

• Infracción grave por solicitud indebida de devoluciones. Se produce siempre que se omitan datos
relevantes o se incluyan datos falsos. La base de la sanción, es la cantidad indebidamente solicitada, la
sanción una multa pecuniaria proporcional del 15%.
• Infracción grave por solicitud indebida de beneficios o incentivos fiscales. Se produce siempre
que se omitan datos relevantes o se incluyan datos falsos y no procedan las sanciones por las
infracciones de otros artículos (191, 192, 194.1 ó 195). La sanción es una multa pecuniaria fija de 300
euros.

5. Infracción tributaria por determinar o acreditar improcedentemente partidas positivas o negativas


o créditos tributarios aparentes (artículo 195)

1. Infracción grave por determinar partidas a compensar o deducir en la base imponible. La base de a
sanción son las cantidades indebidamente acreditadas y la sanción es una multa pecuniaria proporcional
del 15%.
2. Infracción grave por determinar partidas a compensar o deducir en la cuota o créditos tributarios
aparentes. La base de la sanción son las cantidades indebidamente acreditadas y la sanción es una
multa pecuniaria proporcional del 50%.

En ambos casos, las sanciones serán deducibles en la parte proporcional correspondiente de las que pudieran
proceder por las infracciones cometidas ulteriormente por el mismo sujeto infractor como consecuencia de la
compensación o deducción, sin que el importe a deducir pueda exceder de la sanción correspondiente a dichas
infracciones.
6. Infracción tributaria por no presentar en plazo autoliquidaciones o declaraciones sin que se
produzca perjuicio económico, por incumplir la obligación de comunicar el domicilio fiscal o por
incumplir las condiciones de determinadas autorizaciones (artículo 198)

1. Infracción leve por no presentar en plazo autoliquidaciones o declaraciones sin que se produzca perjuicio
económico. Se caracteriza por las dos notas de no presentación en plazo y que no produzca perjuicio
económico.

a. Declaraciones censales. Sanción pecuniaria fija de 400 euros.


b. Comunicación que designe al representante de personas o entidades. Sanción pecuniaria fija de
00 euros.
c. Declaraciones exigidas en cumplimiento del deber de suministrar de información (artículos 93 y
94 de la LGT). Sanción pecuniaria fija de 20 euros por cada dato o conjunto de datos referidos a
una misma persona o entidad que se haya omitido, con un mínimo de 300 y un máximo de
20.000 euros.
d. Otras. Sanción pecuniaria fija de 200 euros. No obstante, hay que tener en cuenta dos
especialidades:

• Si se presentan fuera de plazo sin requerimiento previo, concurre una atenuante por
arrepentimiento espontáneo, y la sanción será la mitad de las expuestas.
• Si se hubieran realizado varios requerimientos, las sanciones serán compatibles con las
establecidas en el artículo 203 de la LGT (resistencia a la actuación de la
Administración).

2. Infracción leve por incumplir la obligación de comunicar el domicilio fiscal o el cambio del mismo.
Sanción pecuniaria fija de 100 euros.

7. Infracción tributaria por presentar incorrectamente autoliquidaciones o declaraciones sin que se


produzca perjuicio económico o contestaciones a requerimientos individualizados de información
(artículo 199)

1. Infracción grave por presentar autoliquidaciones o declaraciones incompletas, inexactas o con datos
falsos. La sanción será multa pecuniaria fija de 150 euros.
2. Infracción grave por presentar declaraciones censales incompletas, inexactas o con datos falsos. La
sanción será multa pecuniaria fija de 250 euros.
3. Infracción grave por presentar de forma incompleta, inexacta o con datos falsos las declaraciones de
suministro de información o declaraciones exigidas de acuerdo con los artículos 93 y 94 de la
LGT. La sanción será:

• Cuando la infracción no tenga por objeto datos expresados en magnitudes monetarias, multa
pecuniaria fija de 200 euros por cada dato, o conjunto de datos que se refieran a una misma
persona o entidad, omitido, inexacto o falso.
• Cuando la infracción tenga por objeto datos expresados en magnitudes monetarias, multa
pecuniaria proporcional del 0,5%, 1%, 1,5% o 2% del importe de las operaciones no declaradas
o declaradas incorrectamente, si éstas representan un porcentaje superior al 10%, 25%, 50% o
75%
de las operaciones que debieron declararse, respectivamente.
Cuando el porcentaje sea inferior al 10%, se impondrá multa pecuniaria fija de 500 euros. Estas
sanciones se incrementarán en un 100% en el caso de comisión repetida.

8. Infracción tributaria por incumplir obligaciones contables y regístrales (artículo 200). Esta
infracción será grave y se sanciona con multa pecuniaria fija de 150 euros. No obstante, existen sanciones
específicas entre las que destaca una sanción de 600 euros por cada ejercicio en que se produzca la llevanza de
contabilidades diversas que dificulten el conocimiento de la verdadera situación del obligado.

9. Infracción tributaria por incumplir las obligaciones de facturación o documentación (artículo 201)

1. Infracción grave por incumplimiento de los requisitos establecidos en la normativa vigente en materia de
facturación (salvo lo dispuesto en los demás casos). La sanción es una multa pecuniaria proporcional del
1% del importe de las operaciones incluidas en las facturas con defectos.
2. Infracción grave por falta de expedición o de conservación de facturas, justificantes o documentos
sustitutivos. La sanción en este caso es del 2%. Si no es posible conocer el importe de las operaciones a
que se refiere la infracción, la sanción será de 300 euros por cada operación en que no se haya emitido
o conservado.
3. Infracción muy grave por expedición de facturas o documentos sustitutivos con datos falsos o falseados.
La sanción es multa pecuniaria proporcional del 75%.
4. Infracción tributaria por solicitar indebidamente devoluciones, beneficios o incentivos fiscales (artículo
194). La infracción se produce por la mera solicitud indebida, aunque la devolución, beneficio o incentivo
no se hayan obtenido.

En todos los casos anteriores, la cuantía de la sanción se incrementa un 100% si existe incumplimiento
sustancial de las obligaciones.
10. Infracción tributaria por incumplir las obligaciones relativas a la utilización del número de
identificación fiscal o de otros números o códigos (artículo 202)

1. Infracción grave por incumplimiento de los deberes que incumben a las entidades de crédito en relación
con la utilización del NIF. La sanción es multa pecuniaria proporcional del 5% con un mínimo de 1.000
euros.
2. Infracción leve por incumplimiento de los deberes en relación con el NIF u otros números o códigos de
otros obligados. La sanción es multa pecuniaria fija de 150 euros.
3. Infracción muy grave por comunicar datos falsos o falseados en las solicitudes del NIF. La sanción es
multa pecuniaria fija de 30.000 euros.

11. Infracción tributaria por resistencia, obstrucción, excusa o negativa a las actuaciones de la
Administración tributaria (artículo 203). Se entiende producida la resistencia cuando el sujeto infractor,
debidamente notificado al efecto, haya realizado actuaciones tendentes a dilatar, entorpecer o impedir las
actuaciones de la Administración Tributaria.

Esta infracción es grave y destacan los casos siguientes:

1. En general: sanción de 150 euros. Por ejemplo, coacciones a los funcionarios de la Administración
Tributaria.
2. No atender requerimientos en general, por personas o entidades que no realicen actividades
económicas: sanción de 150 euros. La segunda vez será de 200 euros y la tercera de 600 euros.
3. Determinados incumplimientos de personas o entidades que realicen actividades económicas:

• No aportar o permitir el examen de documentos y similares, no comparecer y negar o impedir la


entrada en fincas o locales: sanción de 300 euros. La segunda vez será de 1.500 euros y la
tercera vez el 2% (según los casos el porcentaje puede ser menor) de la cifra de negocios del
año anterior con un mínimo de 10.000 y un máximo de 400.000 euros.
• No atender requerimientos de la información que debe constar en las declaraciones generales de
suministro de información: sanción de 300 euros si no se facilita en el plazo del primer
requerimiento, si bien tras el segundo requerimiento será de 1.000 euros y tras el tercero del
3% (según los casos el porcentaje puede ser menor) de la cifra de negocios del año anterior con
un mínimo de 15.000 y un máximo de 600.000 euros. Ahora bien, si con anterioridad a la
terminación del procedimiento sancionador se diese total cumplimiento al requerimiento
administrativo, la sanción será de 6.000 euros.

4. Quebrantamiento de las medidas cautelares de los artículos 196, 162 y 210 de la LGT: sanción del 2%
de la cifra de negocios del año anterior con un mínimo de 3.000 euros.

12. Infracción tributaria por incumplir el deber de sigilo exigido a los retenedores y a los obligados a
realizar ingresos a cuenta (artículo 204). Esta infracción tiene carácter de grave y se sanciona con 300
euros por cada dato o conjunto de datos referidos a una misma persona o entidad. La sanción se incrementa en
el 100% si existe comisión repetida de la infracción.

13. Infracción tributaria por incumplir la obligación de comunicar correctamente datos al pagador de
rentas sometidas a retención o ingreso a cuenta (artículo 205)

1. Infracción leve por incumplir la obligación cuando el perceptor está obligado a presentar autoliquidación:
sanción pecuniaria proporcional del 35%.
2. Infracción grave por incumplir la obligación cuando el perceptor no esté obligado a presentar
autoliquidaciones: sanción pecuniaria proporcional del 150%.

3.2 El procedimiento para la imposición de las sanciones

El procedimiento sancionador regulado en los artículos 207 a 212 de la LGT y en el RGS se caracteriza por:

1. Se trata de un procedimiento cuya tramitación, salvo renuncia del obligado tributario, se realizará de
forma separada al resto de procedimientos regulados en la ley (no procede procedimiento separado en
caso de actas con acuerdo).
2. El procedimiento se iniciará siempre de oficio en el plazo máximo de tres meses desde que se hubiese
notificado o se entendiese notificada la correspondiente liquidación o resolución del procedimiento del
que se derive.
3. El afectado por el procedimiento sancionador tiene derecho a ser notificado de los hechos que se le
imputen, las infracciones que pudieran constituir y de las sanciones que pudieran imponerse, la
identidad del instructor y de la autoridad competente para imponer la sanción, a formular alegaciones y
a utilizar los medios de defensa admitidos por el ordenamiento.
4. Se establece la posibilidad de una tramitación abreviada del procedimiento sancionador, la cual podrá
llevarse a cabo cuando, al tiempo de iniciarse el expediente sancionador, se encontrasen en poder del
órgano competente todos los elementos que permitan formular la propuesta de imposición de sanción,
la cual se incorporará al acuerdo de iniciación. Dicha propuesta se notificará al interesado, a quien se le
pondrá de manifiesto el expediente para que, en el plazo de 15 días, formule las alegaciones o aporte
las pruebas que estime convenientes.
5. El procedimiento finalizará por caducidad o mediante resolución:

• Cuando el interesado preste su conformidad a la propuesta de resolución, se entenderá dictada


y notificada la misma por el órgano competente para imponer la sanción, de acuerdo con dicha
propuesta, por el transcurso del plazo de un mes a contar desde la fecha en que dicha
conformidad se manifestó, sin necesidad de nueva notificación expresa al efecto.
• Cuando se dicte resolución expresa, ésta contendrá la fijación de los hechos, la valoración de las
pruebas practicadas, la determinación de la infracción cometida, la identificación de la persona o
entidad infractora y la cuantificación de la sanción que se impone, con indicación de los criterios
de graduación de la misma y de la reducción que proceda de acuerdo con lo previsto en el
artículo 188.
En su caso, contendrá la declaración de inexistencia de infracción o responsabilidad.
• El plazo para la conclusión del procedimiento sancionador será de seis meses desde la
notificación del acuerdo de inicio, entendiéndose concluido en la fecha en que se notifique el
acto administrativo de resolución del mismo. Transcurrido dicho plazo sin haberse notificado la
resolución del expediente, se producirá la caducidad del procedimiento sancionador
procediéndose al archivo de las actuaciones.
6. La resolución que ponga fin al procedimiento sancionador podrá ser objeto de reclamación o recurso
independiente. La interposición de reclamación o recurso contra las sanciones provocará que quede
automáticamente suspendida su ejecución sin necesidad de prestar garantía hasta que sean firmes en
vía administrativa, no devengándose intereses de demora por el tiempo que transcurra hasta la
finalización del plazo de pago en periodo voluntario abierto por la notificación de la resolución que ponga
fin a la vía administrativa.

Son órganos competentes para la imposición de sanciones, según el artículo 211.5 de la LGT:

a. El Consejo de Ministros, si consisten en la suspensión del ejercicio de profesiones oficiales, empleo o


cargo público.
b. El ministro de Hacienda, el órgano equivalente de las comunidades autónomas, el órgano competente de
las entidades locales u órganos en quienes deleguen, cuando consistan en la pérdida del derecho a
aplicar beneficios o incentivos fiscales cuya concesión le corresponda o que sean de directa aplicación
por los obligados tributarios, o de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas o en la
prohibición para contratar con la Administración pública correspondiente.
c. El órgano competente para el reconocimiento del beneficio o incentivo fiscal, cuando consistan en la
pérdida del derecho a aplicar el mismo, salvo lo dispuesto en el párrafo anterior.
d. El órgano competente para liquidar o el órgano superior inmediato de la unidad administrativa que ha
propuesto el inicio del procedimiento sancionador.

3.3. La extinción de la responsabilidad

Según el artículo 189 de la LGT:

1. La responsabilidad derivada de las infracciones tributarias se extinguirá por el fallecimiento del sujeto
infractor y por el transcurso del plazo de prescripción para imponer las correspondientes sanciones.
2. El plazo de prescripción para imponer sanciones tributarias será de cuatro años y comenzará a contarse
desde el momento en que se cometieron las correspondientes infracciones.
3. El plazo de prescripción para imponer sanciones tributarias se interrumpirá:

a. Por cualquier acción de la Administración Tributaria, realizada con conocimiento formal del
interesado, conducente a la imposición de la sanción tributaria. Las acciones administrativas
conducentes a la regularización de la situación tributaria del obligado interrumpirán el plazo de
prescripción para imponer las sanciones tributarias que puedan derivarse.
b. Por la interposición de reclamaciones o recursos de cualquier clase, por la remisión del tanto de
culpa a la jurisdicción penal, así como por las actuaciones realizadas con conocimiento formal
del obligado en el curso de dichos procedimientos.
El artículo 190 de la LGT regula la extinción de las sanciones tributarias:

• Las sanciones tributarias se extinguen por el pago o cumplimiento, por prescripción del
derecho para exigir su pago, por compensación, por condonación y por el fallecimiento
de todos los obligados a satisfacerlas.

4. El procedimiento de revisión en vía administrativa

a) La revisión de actos en vía administrativa

La revisión de los actos administrativos puede llevarse a efecto en dos vías distintas:

1. En la vía administrativa, cuando son los propios órganos de la Administración los que verifican la
revisión.
2. En la vía jurisdiccional, cuando la revisión se consigue acudiendo a los tribunales de justicia a través del
recurso contencioso-administrativo.

En materia fiscal, la Ley General Tributaria dedica el Título V, artículos 213 a 249, desarrollado por el Real
Decreto 520/2005, por el que se aprueba el Reglamento General de Revisión en vía administrativa, a la revisión
de actos en vía administrativa (RGR), distinguiendo:

1. Los procedimientos especiales de revisión.


2. El recurso de reposición.
3. Las reclamaciones económico-administrativas.

b) Los procedimientos especiales de revisión

a) Declaración de nulidad de pleno derecho. Corresponde al ministro de Economía y Hacienda, de oficio o a


instancia de parte, en el ámbito de la Administración del Estado, previo informe favorable del Consejo de
Estado, la declaración de nulidad de pleno derecho de los actos dictados en materia tributaria, así como de las
resoluciones de los órganos económico-administrativos que hayan puesto fin a la vía administrativa o que no
hayan sido recurridos en plazo, en los siguientes supuestos:

• Que lesionen los derechos y libertades susceptibles de amparo constitucional.


• Que hayan sido dictados por órgano manifiestamente incompetente por razón de la materia o del
territorio.
• Que tengan un contenido imposible.
• Que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como consecuencia de ésta.
• Que hayan sido dictados prescindiendo total y absolutamente del procedimiento legalmente establecido
para ello o de las normas que contienen las reglas esenciales para la formación de la voluntad en los
órganos colegiados.
• Los actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento jurídico por los que se adquieren facultades o
derechos cuando se carezca de los requisitos esenciales para su adquisición.
• Cualquier otro que se establezca expresamente en una disposición de rango legal.

La iniciación puede realizarse tanto de oficio, por acuerdo del órgano que dictó el acto o de su superior
jerárquico, como a instancia del interesado.

El procedimiento contempla los siguientes trámites:

• La audiencia al interesado o interesados.


• Serán oídos aquellos a quienes reconoció derechos el acto o cuyos interesados resultaron afectados por
el mismo.
• Dictamen previo favorable del Consejo de Estado u órgano equivalente de la respectiva comunidad
autónoma, si lo hubiera.

En el ámbito de competencias del Estado, la resolución de este procedimiento corresponderá al ministro de


Hacienda.

La LGT establece un plazo máximo de un año para resolver.

Contra la resolución desestimatoria sólo cabe recurso contencioso-administrativo, sin que quepa interponer
contra ella reclamación económico-administrativa.
b) Declaración de lesividad de actos anulables. Fuera de los casos previstos para los supuestos de nulidad
de pleno derecho y de la rectificación de errores aritméticos, materiales o de hecho, la Administración Tributaria
no podrá anular en perjuicio de los interesados sus propios actos y resoluciones. No obstante lo anterior, la
Administración Tributaria podrá declarar lesivos para el interés público sus actos y resoluciones favorables a los
interesados que incurran en cualquier infracción del ordenamiento jurídico, a fin de proceder a su posterior
impugnación en vía contencioso-administrativa.

c) La revocación. La Administración Tributaria podrá revocar sus actos en beneficio de los interesados cuando
se estime que infringen manifiestamente la Ley, cuando circunstancias sobrevenidas que afecten a una situación
jurídica particular pongan de manifiesto la improcedencia del acto dictado o cuando en la tramitación del
procedimiento se haya producido indefensión a los interesados.

La revocación sólo será posible mientras no haya transcurrido el plazo de prescripción.

El procedimiento de revocación se iniciará siempre de oficio, y el órganos competente para declararla (que se
determina en el RGR) debe ser distinto del órgano que dictó el acto.

En el expediente se dará audiencia a los interesados y deberá incluirse un informe del órgano con funciones de
asesoramiento jurídico sobre la procedencia de la revocación del acto.

El plazo máximo para notificar resolución expresa será de seis meses desde la notificación del acuerdo de
iniciación del procedimiento.

Las resoluciones que se dicten en este procedimiento pondrán fin a la vía administrativa, por lo que sólo cabe
recurso contencioso-administrativo.

d) Rectificación de errores. La Administración podrá rectificar errores materiales, de hecho o aritméticos en


los siguientes términos:

1. El órgano u organismo que hubiera dictado el acto o la resolución de la reclamación rectificará en


cualquier momento, de oficio o a instancia del interesado, los errores materiales, de hecho o
aritméticos, siempre que no hubiera transcurrido el plazo de prescripción.
En particular, se rectificarán por este procedimiento los actos y las resoluciones de las reclamaciones
económico-administrativas en los que se hubiera incurrido en error de hecho que resulte de los propios
documentos incorporados al expediente.
La resolución corregirá el error en la cuantía o en cualquier otro elemento del acto o resolución que se
rectifica.

El ejercicio de esta facultad no implica la existencia de una revisión administrativa del acto impugnado, se trata
en este caso de una mera reacomodación del acto administrativo a su auténtico contenido, ya que se ha
incurrido en un error fáctico involuntario.

El plazo máximo para notificar resolución expresa será de seis meses desde que se presente la solicitud por el
interesado o desde que se le notifique el acuerdo de iniciación de oficio del procedimiento.

Por último, significar que las resoluciones que se dicten en este procedimiento serán susceptibles de recurso de
reposición y de reclamación económico-administrativa.

e) La devolución de ingresos indebidos. El ingreso indebido puede venir motivado por los siguientes
motivos:

a. Cuando se haya producido una duplicidad en el pago de deudas tributarias o sanciones.


b. Cuando la cantidad pagada haya sido superior al importe a ingresar resultante de un acto administrativo
o de una autoliquidación.
c. Cuando se hayan ingresado cantidades correspondientes a deudas o sanciones tributarias después de
haber transcurrido los plazos de prescripción.
d. Cuando así lo establezca la normativa tributaria.

Son titulares del derecho a la devolución de los ingresos que indebidamente hubieran realizado en el Tesoro
Público con ocasión del cumplimiento de sus obligaciones tributarias o del pago de sanciones los obligados
tributarios, los sujetos infractores o los sucesores de unos y otros.

En cuanto al procedimiento para el reconocimiento del derecho a la devolución de un ingreso indebido, podrá
iniciarse de oficio o a instancia de interesado.

El plazo máximo para notificar resolución expresa será de seis meses desde que se presente la solicitud por el
interesado o desde que se le notifique el acuerdo de iniciación de oficio del procedimiento.
Las resoluciones que se dicten en este procedimiento serán susceptibles de recurso de reposición y de
reclamación económico-administrativa.

Cuando el acto de aplicación de los tributos o de imposición de sanciones en virtud del cual se realizó el ingreso
indebido hubiera adquirido firmeza, únicamente se podrá solicitar la devolución del mismo instando o
promoviendo la revisión del acto mediante alguno de los procedimientos especiales de revisión y mediante el
recurso extraordinario.

No obstante lo anterior, cuando un obligado tributario considere que la presentación de una autoliquidación ha
dado lugar a un ingreso indebido, podrá instar la rectificación de la autoliquidación.

Por último, señalar que en la devolución de ingresos indebidos se liquidarán intereses de demora sin necesidad
de que el obligado tributario lo solicite. A estos efectos, el interés de demora se devengará desde la fecha en
que se hubiese realizado el ingreso indebido hasta la fecha en que se ordene el pago de la devolución, sin tener
en cuenta en el cómputo de este periodo las dilaciones imputables al interesado.

4.2 El recurso de reposición

El recurso de reposición se caracteriza por lo siguiente:

1. Es previo a la reclamación económico-administrativa.


2. Se trata de un recurso potestativo.
3. El plazo de interposición será de un mes a contar desde el día siguiente a la notificación expresa o
presunta del acto que se recurre.

4. Estarán legitimados para interponer el recurso de reposición las mismas personas que se establecen
como legitimadas para interponer la reclamación económico-administrativa.
5. La interposición del recurso de reposición no implica la suspensión automática de la ejecución del acto
impugnado, salvo que se garantice, ante el órgano que dictó el acto, el importe del mismo, los intereses
por el periodo que medie en la suspensión y los recargos que fueran exigibles al tiempo de solicitarse la
suspensión. Las garantías aceptadas por la LGT son las siguientes:

• Depósito de dinero o valores públicos.


• Aval o fianza de carácter solidario de entidad de crédito o sociedad de garantía recíproca o
certificado de seguro de caución.
• Fianza personal y solidaria de otros contribuyentes de reconocida solvencia para deudas
inferiores a 1.500 euros.

La necesidad de aportar garantía tiene las siguientes excepciones:

• Las sanciones quedarán suspendidas de manera automática.


• Podrá suspenderse la ejecución del acto recurrido sin necesidad de aportar garantía cuando se aprecie
que al dictarlo se ha podido incurrir en error aritmético, material o de hecho.

6. El recurso se realizará por escrito, contendrá alegaciones y será competente para conocer y resolver el
recurso de reposición el órgano que dictó el acto recurrido.
7. El plazo máximo para notificar la resolución será de un mes contado desde el día siguiente al de
presentación del recurso, transcurrido el cual sin resolución expresa se generarán los siguientes efectos:

• El interesado podrá considerar desestimado el recurso.


• Siempre que se haya acordado la suspensión dejará de devengarse el interés de demora.

4.3 Las reclamaciones económico-administrativas

La reclamación económico-administrativa es una clase de recurso administrativo cuyo objeto es examinar la


legalidad de los actos administrativos de contenido económico regulados por el Derecho financiero y funciona
como un presupuesto necesario del recurso ante la jurisdicción contencioso-administrativa.

a) Actos reclamables

a. La aplicación de los tributos y la imposición de sanciones tributarias que realicen la Administración


General del Estado y las entidades de Derecho Público vinculadas o dependientes de la misma y las
administraciones tributarias de las comunidades autónomas y de las ciudades con Estatuto de
Autonomía.
b. Los actos recaudatorios de la Agencia Estatal de Administración Tributaria relativos a ingresos de
Derecho Público del Estado y de las entidades de Derecho Público vinculadas o dependientes de la
Administración General del Estado o relativos a ingresos de Derecho Público, tributarios o no tributarios,
de otra Administración Pública.
c. El reconocimiento o la liquidación por autoridades u organismos de los Ministerios de Hacienda y de
Economía de obligaciones del Tesoro Público y las cuestiones relacionadas con las operaciones de pago
por dichos órganos con cargo al Tesoro.
d. El reconocimiento y pago de toda clase de pensiones y derechos pasivos que sea competencia del
Ministerio de Hacienda.
e. Cualquier otra que se establezca por precepto legal expreso.

Son también susceptibles de reclamación económico-administrativa las siguientes actuaciones u omisiones de


los particulares en materia tributaria:

a. Las relativas a las obligaciones de repercutir y soportar la repercusión prevista legalmente.


b. Las relativas a las obligaciones de practicar y soportar retenciones o ingresos a cuenta.
c. Las relativas a la obligación de expedir, entregar y rectificar facturas que incumbe a los empresarios y
profesionales
d. Las derivadas de las relaciones entre el sustituto y el contribuyente.

b) Órganos ante los que se interponen las reclamaciones

El conocimiento de las materias objeto de reclamación económico-administrativa corresponderá a:

• El Tribunal Económico-Administrativo Central (con sede en Madrid).


• Los tribunales económico-administrativos regionales (con sede en cada una de las capitales de las
comunidades autónomas) y locales (con sede en Ceuta y Melilla).

También tendrá la consideración de órgano económico-administrativo la Sala Especial para la Unificación de


Doctrina, la cual tiene por objeto resolver el recurso extraordinario para la unificación de doctrina.

Por otra parte, debe tenerse en cuenta que la Ley Orgánica 8/1980, de financiación de las comunidades
autónomas, establece:

• El conocimiento de las reclamaciones interpuestas contra los actos dictados por las comunidades
autónomas y por las ciudades con Estatuto de Autonomía (en adelante CC AA) en relación con sus
tributos propios corresponderá a sus propios órganos económico-administrativos.
• Cuando así se establezca en la correspondiente ley del Estado, y en relación con los tributos estatales, la
competencia para el ejercicio de la función revisora en vía administrativa de los actos dictados por las
CC AA podrá corresponder a las mismas, sin perjuicio de la colaboración que pueda establecerse con la
Administración Tributaria del Estado.
• Se atribuye a los órganos económico-administrativos de la Comunidad Autónoma de Canarias la
competencia para conocer de las reclamaciones económico-administrativas que se susciten en materia
de aplicación de los tributos y potestad sancionadora respecto del impuesto general indirecto canario y
del arbitrio sobre importación y entrada de mercancías en las islas Canarias.
• La función unificadora de criterio en los tributos estatales corresponde a la Administración Tributaria del
Estado.

Por su parte, la Ley 22/2009, de 18 de diciembre, por la que se regula el sistema de financiación de las
comunidades autónomas de régimen común y ciudades con Estatuto de Autonomía establece que:

• Las CC AA podrán asumir la competencia para la revisión de los actos por ellas dictados en relación con:

a. Impuesto sobre el patrimonio.


b. Impuesto sobre sucesiones y donaciones.
c. Impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados.
d. Tributos sobre el juego.
e. Impuesto especial sobre determinados medios de transporte.
f. Impuesto sobre las ventas minoristas de determinados hidrocarburos.

• Esta competencia se extiende a los siguientes procedimientos, recursos y reclamaciones:

a. Procedimientos especiales de revisión.


b. Recurso de reposición.
c. Reclamaciones económico-administrativas en única o primera instancia o en procedimiento
abreviado.
No obstante, en los supuestos de reclamaciones en primera instancia, las CC AA podrán optar por asumir la
competencia para la resolución de las reclamaciones económico-administrativas en única instancia.

Por todo lo anterior, corresponde a cada comunidad autónoma y cada ciudad con Estatuto de Autonomía
determinar su estructura administrativa para el ejercicio de la función revisora en el ámbito de las
reclamaciones económico-administrativas, todo ello sin perjuicio de la labor unificadora del Estado que será
ejercida por el Tribunal Económico-Administrativo Central y por la Sala Especial para la Unificación de Doctrina.

Las competencias de cada uno de estos órganos son las siguientes:

Tribunal Económico-Administrativo Central

1. En única instancia, de las reclamaciones económico-administrativas que se interpongan contra los actos
administrativos dictados por los órganos centrales del Ministerio de Economía y Hacienda u otros
departamentos ministeriales de la AEAT, así como contra los actos dictados por los órganos superiores
de la Administración de las comunidades autónomas.

En única instancia, de las reclamaciones que se interpongan contra los actos administrativos dictados por los
órganos periféricos de la Administración General del Estado, de la AEAT, o en su caso, por los órganos de las
comunidades autónomas no comprendidos en el párrafo anterior, así como contra las actuaciones de los
particulares susceptibles de reclamación, cuando, aun pudiendo presentarse en primera instancia ante el
tribunal económico-administrativo regional o local correspondiente, o en su caso, ante el órgano económico-
administrativo de las comunidades autónomas, la reclamación se interponga directamente ante el Tribunal
Económico-Administrativo Central.

3. En segunda instancia, de los recursos de alzada ordinarios que se interpongan contra las resoluciones
dictadas en primera instancia por los tribunales económico-administrativos regionales y locales y, en su
caso, como consecuencia de la labor unificadora de criterio que corresponde al Estado, contra las
resoluciones dictadas por los órganos económico-administrativos de las CC AA.
4. De los recursos extraordinarios de revisión y de alzada para la unificación de criterio. No obstante lo
anterior, cuando las CC AA hayan optado por asumir la competencia para la resolución de las
reclamaciones económico-administrativas en única instancia, conocerán del recurso extraordinario de
revisión contra actos firmes de su administración tributaria y contra resoluciones firmes de sus propios
órganos económico-administrativos.
5. De la rectificación de errores en los que incurran sus propias resoluciones.

Tribunales económico-administrativos regionales y locales

1. En única instancia, de las reclamaciones que se interpongan contra los actos administrativos dictados
por los órganos periféricos de la Administración General del Estado, de la AEAT y por los órganos de la
Administración de las comunidades autónomas no comprendidos en el párrafo del apartado anterior,
cuando la cuantía de la reclamación sea igual o inferior a 150.000 euros.
2. En primera instancia, de las reclamaciones que se interpongan contra los actos administrativos dictados
por los órganos mencionados en el párrafo de este apartado, cuando la cuantía de la reclamación sea
superior a 150.000 euros, o 1.800.000 si se trata de reclamaciones contra bases o valoraciones.
3. De la rectificación de errores en los que incurran sus propias resoluciones.

Los tribunales económico-administrativos funcionarán:

• En pleno, el cual estará formado por el presidente, los vocales y el secretario.


• En salas formadas por el presidente, un vocal al menos y el secretario.
• De forma unipersonal a través del presidente, cualquiera de los vocales o del secretario.

Órganos económico-administrativos de las comunidades autónomas y de las ciudades con Estatuto


de Autonomía

• Conocerán, en su caso, y salvo que hayan acordado resolver en única instancia:

a. En única instancia, de las reclamaciones que se interpongan contra los actos administrativos
dictados por los órganos de la Administración de las CC AA, que no sean competencia del TEAC,
cuando la cuantía de la reclamación sea igual o inferior a 150.000 euros.
b. En primera instancia, de las reclamaciones que se interpongan contra los actos administrativos
dictados por los órganos mencionados en el párrafo anterior de este apartado, cuando la cuantía
de la reclamación sea superior a 150.000 euros, o 1.800.000 si se trata de reclamaciones contra
bases o valoraciones.
c. De la rectificación de errores en los que incurran sus propias resoluciones, de acuerdo con lo
dispuesto en el artículo 220 de esta ley.
Por lo que se refiere a los recursos contra actos administrativos dictados por las corporaciones locales, hay que
tener en cuenta que con carácter general dichos actos no son recurribles en vía económico-administrativa, sino
que son objeto, en general, de recurso de reposición previo a la vía contencioso-administrativa, sin perjuicio de
los supuestos en los que la Ley prevé la interposición de reclamaciones económico-administrativas ante los
tribunales económico-administrativos municipales, contra actos dictados en vía de gestión de los tributos
locales.

c) Legitimados para interponer las reclamaciones

1. Los obligados tributarios y los sujetos infractores.


2. Cualquier otra persona cuyos intereses legítimos resulten afectados por el acto o la actuación tributaria.

d) Suspensión de la ejecución del acto reclamado

Tanto en Derecho Tributario como en Derecho Administrativo rige como regla general que los actos
administrativos, y por tanto, los actos en materia tributaria, son inmediatamente ejecutivos, por lo que la
interposición de recursos contra ellos no suspende la ejecución de los mismos, salvo que se aporten las
garantías necesarias. Dicho principio rige igualmente en el ámbito de las reclamaciones económico-
administrativas.

No obstante lo anterior y de acuerdo con el artículo 233 de la LGT:

a. La ejecución del acto impugnado quedará suspendida automáticamente a instancia del interesado si se
garantiza el importe de dicho acto, los intereses de demora que genere la suspensión y los recargos que
pudieran proceder.
b. Si la impugnación afectase a una sanción tributaria, la ejecución de la misma quedará suspendida
automáticamente sin necesidad de aportar garantías.

Ahora bien, la ejecución del acto o resolución impugnado mediante un recurso extraordinario de revisión no
podrá suspenderse en ningún caso.

Cuando deba ingresarse total o parcialmente el importe derivado del acto impugnado como consecuencia de la
resolución de la reclamación, se liquidará interés de demora por todo el periodo de suspensión.

En el RGR se regulan, en los artículos 39 a 47, los requisitos, órganos competentes y procedimiento para la
tramitación y resolución de las solicitudes de suspensión.

1. Supuestos de suspensión

a) Suspensión automática.

Las garantías necesarias para obtener la suspensión automática serán exclusivamente las siguientes:

• Depósito de dinero o valores públicos.


• Aval o fianza de carácter solidario de entidad de crédito o sociedad de garantía recíproca o certificado de
seguro de caución.
• Fianza personal y solidaria de otros contribuyentes de reconocida solvencia para deudas de hasta 1.500
euros.

b) Suspensión con prestación de otras garantías.

Cuando el interesado no pueda aportar las garantías necesarias para obtener la suspensión a que se refiere el
apartado anterior, se acordará la suspensión previa prestación de otras garantías que se estimen suficientes.

c) Suspensión por el tribunal económico-administrativo.

El tribunal podrá suspender la ejecución del acto con dispensa total o parcial de garantías cuando dicha
ejecución pudiera causar perjuicios de difícil o imposible reparación.

Cuando se trate de actos que no tengan por objeto una deuda tributaria o cantidad líquida, el tribunal podrá
suspender su ejecución cuando así lo solicite el interesado y justifique que su ejecución pudiera causar
perjuicios de imposible o difícil reparación.
También se podrá suspender la ejecución del acto recurrido sin necesidad de aportar garantía cuando se aprecie
que al dictarlo se ha podido incurrir en error aritmético, material o de hecho.

2. Extensión de la suspensión

La suspensión de la ejecución del acto se mantendrá durante la tramitación del procedimiento económico-
administrativo en todas sus instancias.

La suspensión producida en el recurso de reposición se podrá mantener en la vía económico-administrativa


cuando los efectos de las garantías alcancen a la misma.

Se mantendrá la suspensión producida en vía administrativa cuando el interesado comunique a la


Administración Tributaria en el plazo de interposición del recurso contencioso-administrativo que ha interpuesto
dicho recurso y ha solicitado la suspensión en el mismo.

Dicha suspensión continuará, siempre que la garantía que se hubiese aportado en vía administrativa conserve
su vigencia y eficacia, hasta que el órgano judicial adopte la decisión que corresponda en relación con la
suspensión solicitada.

Tratándose de sanciones, la suspensión se mantendrá, en los términos previstos en el párrafo anterior y sin
necesidad de prestar garantía, hasta que se adopte la decisión judicial.

Por último destacar que la Administración reembolsará, previa acreditación de su importe, el coste y sus
intereses de demora, de los avales y otras garantías aportadas para suspender el acto o para aplazar o
fraccionar el pago de la deuda, si el acto o deuda es declarado total o parcialmente improcedente por sentencia
o resolución administrativa firme.

4.4 Procedimiento

El procedimiento se caracteriza por lo siguiente:

• Se tramitará en única o primera instancia, o a través del procedimiento abreviado ante órganos
unipersonales.
• Se trata de un procedimiento gratuito, si bien cabe la posibilidad de condena en costas cuando se
aprecie temeridad o mala fe en el reclamante, y en el que no es necesaria la intervención de abogado ni
de procurador.

a) Procedimiento en primera o única instancia

El procedimiento en única o primera instancia será de aplicación a los tribunales económico-administrativos


regionales o locales, a los órganos económico-administrativo de las comunidades autónomas, y al Tribunal
Económico-Administrativo Central cuando conozca en única instancia.

1. Iniciación

a) Plazo de interposición de la reclamación

La reclamación económico-administrativa en única o primera instancia se interpondrá en el plazo de un mes a


contar desde el día siguiente al de la notificación del acto impugnado, desde el día siguiente a aquel en que se
produzcan los efectos del silencio administrativo o desde el día siguiente a aquel en que quede constancia de la
realización u omisión de la retención o ingreso a cuenta, de la repercusión motivo de la reclamación o de la
sustitución derivada de las relaciones entre el sustituto y el contribuyente.

Tratándose de reclamaciones relativas a la obligación de expedir y entregar factura que incumbe a empresarios
y profesionales, el plazo al que se refiere el párrafo anterior empezará a contarse transcurrido un mes desde
que se haya requerido formalmente el cumplimiento de dicha obligación.

En el supuesto de deudas de vencimiento periódico y notificación colectiva, el plazo para la interposición se


computará a partir del día siguiente al de finalización del periodo voluntario de pago.

b) Contenido de la reclamación

El procedimiento deberá iniciarse mediante escrito, que podrá limitarse a solicitar que se tenga por interpuesta,
identificando al reclamante, el acto o actuación contra el que se reclama, el domicilio para notificaciones y el
tribunal ante el que se interpone. Asimismo, el reclamante podrá acompañar las alegaciones en que base su
derecho.

En los casos de reclamaciones relativas a retenciones, ingresos a cuenta, repercusiones, obligación de expedir y
entregar factura y a las relaciones entre el sustituto y el contribuyente, el escrito deberá identificar también a la
persona recurrida y su domicilio y adjuntar todos los antecedentes que obren a disposición del reclamante o en
registros públicos.

c) Órgano al que se dirige la reclamación

El escrito de interposición se dirigirá al órgano administrativo que haya dictado el acto reclamable, que lo
remitirá al tribunal competente en el plazo de un mes junto con el expediente correspondiente, al que se podrá
incorporar un informe si se considera conveniente.

El órgano administrativo que dictó el acto podrá anular total o parcialmente el acto impugnado antes de la
remisión del expediente al tribunal dentro del plazo señalado en el párrafo anterior, siempre que no se hubiera
presentado previamente recurso de reposición. En este caso, se remitirá al tribunal el nuevo acto dictado junto
con el escrito de interposición.

Si el órgano administrativo no hubiese remitido al tribunal el escrito de interposición de la reclamación, bastará


que el reclamante presente ante el tribunal la copia sellada de dicho escrito para que la reclamación se pueda
tramitar y resolver.

En los casos de reclamaciones relativas a retenciones, ingresos a cuenta, repercusiones, a la obligación de


expedir y entregar factura y relaciones entre el sustituto y el contribuyente, el escrito de interposición se dirigirá
al tribunal competente para resolver la reclamación.

2. Tramitación

a) Puesta de manifiesto para alegaciones

El tribunal, una vez recibido y, en su caso, completado el expediente, lo pondrá de manifiesto a los interesados
que hubieran comparecido en la reclamación y no hubiesen formulado alegaciones en el escrito de interposición
o las hubiesen formulado, pero con la solicitud expresa de este trámite, por plazo común de un mes, en el que
deberán presentar el escrito de alegaciones con aportación de las pruebas oportunas.

En los casos de reclamaciones relativas a retenciones, ingresos a cuenta, repercusiones, obligación de expedir y
entregar factura o a las relaciones entre el sustituto y el contribuyente, el tribunal notificará la interposición de
la reclamación a la persona recurrida para que comparezca, mediante escrito de mera personación, adjuntando
todos los antecedentes que obren a su disposición o en registros públicos.

b) Informes

El tribunal podrá solicitar informe al órgano que dictó el acto impugnado, al objeto de aclarar las cuestiones que
lo precisen. El tribunal deberá dar traslado del informe al reclamante para que pueda presentar alegaciones al
mismo.

c) Prueba

Las pruebas testifícales, periciales y las consistentes en declaración de parte se realizarán mediante acta
notarial o ante el secretario del tribunal o el funcionario en quien el mismo delegue, que extenderá el acta
correspondiente. No cabrá denegar la práctica de pruebas relativas a hechos relevantes, pero la resolución que
concluya la reclamación no entrará a examinar las que no sean pertinentes para el conocimiento de las
cuestiones debatidas, en cuyo caso bastará con que dicha resolución incluya una mera enumeración de las
mismas, y decidirá sobre las no practicadas.

Cuando de las alegaciones formuladas en el escrito de interposición de la reclamación o de los documentos


adjuntados por el interesa do resulten acreditados todos los datos necesarios para resolver o éstos puedan
tenerse por ciertos, o cuando de aquéllos resulte evidente un motivo de inadmisibilidad, se podrá prescindir de
los trámites señalados en los anteriores apartados.

d) Extensión de la revisión
Las reclamaciones y recursos económico-administrativos someten a conocimiento del órgano competente para
su resolución todas las cuestiones de hecho y de derecho que ofrezca el expediente, hayan sido o no planteadas
por los interesados, sin que en ningún caso pueda empeorar la situación inicial del reclamante.

Si el órgano competente estima pertinente examinar y resolver cuestiones no planteadas por los interesados, las
expondrá a los mismos para que puedan formular alegaciones.

3. Terminación

a) Formas de terminación

El procedimiento finalizará por renuncia al derecho en que la reclamación se fundamente, por desistimiento de
la petición o instancia, por caducidad de ésta, por satisfacción extraprocesal y mediante resolución.

Cuando se produzca la renuncia o desistimiento del reclamante, la caducidad de la instancia o la satisfacción


extraprocesal, el tribunal acordará motivadamente el archivo de las actuaciones. Este acuerdo podrá ser
adoptado a través de órganos unipersonales.

b) Resolución

Las resoluciones dictadas deberán contener los antecedentes de hecho y los fundamentos de derecho en que se
basen y decidirán todas las cuestiones que se susciten en el expediente, hayan sido o no planteadas por los
interesados.

La resolución podrá ser estimatoria, desestimatoria o declarar la inadmisibilidad. La resolución estimatoria podrá
anular total o parcialmente el acto impugnado por razones de derecho sustantivo o por defectos formales.

Cuando la resolución aprecie defectos formales que hayan disminuido las posibilidades de defensa del
reclamante, se producirá la anulación del acto en la parte afectada y se ordenará la retroacción de las
actuaciones al momento en que se produjo el defecto formal.

Se declarará la inadmisibilidad en los siguientes supuestos:

a. Cuando se impugnen actos o resoluciones no susceptibles de reclamación o recurso en vía económico-


administrativa.
b. Cuando la reclamación se haya presentado fuera de plazo.
c. Cuando falte la identificación del acto o actuación contra el que se reclama.
d. Cuando la petición contenida en el escrito de interposición no guarde relación con el acto o actuación
recurrido.
e. Cuando concurran defectos de legitimación o de representación.
f. Cuando exista un acto firme y consentido que sea el fundamento exclusivo del acto objeto de la
reclamación, cuando se recurra contra actos que reproduzcan otros anteriores definitivos y firmes o
contra actos que sean confirmatorios de otros consentidos, así como cuando exista cosa juzgada.

Para declarar la inadmisibilidad, el tribunal podrá actuar de forma unipersonal.

c) Plazo de resolución

La duración del procedimiento en cualquiera de sus instancias será de un año contado desde la interposición de
la reclamación. Transcurrido este plazo, el interesado podrá considerar desestimada la reclamación al objeto de
interponer el recurso procedente, cuyo plazo se contará a partir del día siguiente de la finalización del plazo de
un año a que se refiere este apartado.

Transcurrido un año desde la iniciación de la instancia correspondiente sin haberse notificado resolución expresa
y siempre que se haya acordado la suspensión del acto reclamado, dejará de devengarse el interés de demora.

d) Recurso de anulación

Con carácter previo, en su caso, al recurso de alzada ordinario, podrá interponerse ante el tribunal recurso de
anulación en el plazo de 15 días exclusivamente en los siguientes casos:

a. Cuando se haya declarado incorrectamente la inadmisibilidad de la reclamación.


b. Cuando se hayan declarado inexistentes las alegaciones o pruebas oportunamente presentadas.
c. Cuando se alegue la existencia de incongruencia completa y manifiesta de la resolución.
También podrá interponerse recurso de anulación contra el acuerdo de archivo de actuaciones al que se refiere
el artículo anterior.

El escrito de interposición incluirá las alegaciones y adjuntará las pruebas pertinentes. El tribunal resolverá sin
más trámite en el plazo de un mes; se entenderá desestimado el recurso en caso contrario.

e) Doctrina de los tribunales económico-administrativos

La doctrina que de modo reiterado establezca el Tribunal Económico-Administrativo Central vinculará a los
tribunales económico-administrativos regionales y locales y a los órganos económico administrativos de las CC
AA y al resto de la Administración Tributaria.

El Tribunal Económico-Administrativo Central recogerá de forma expresa en sus resoluciones y acuerdos que se
trata de doctrina reiterada. En cada Tribunal Económico-Administrativo, la doctrina sentada por su pleno
vinculará a las salas y la de ambos a los órganos unipersonales. Las resoluciones y los actos de la
Administración Tributaria que se fundamenten en la doctrina establecida conforme a este precepto lo harán
constar expresamente.

b) Procedimiento abreviado ante órganos unipersonales

a) Ámbito de aplicación

Las reclamaciones económico-administrativas se tramitarán por este procedimiento:

a. Cuando sean de cuantía inferior a 6.000 euros o a 72.000 si se trata de bases o valoraciones.
b. Cuando se alegue exclusivamente la inconstitucionalidad o ilegalidad de normas.
c. Cuando se alegue exclusivamente falta o defecto de notificación.
d. Cuando se alegue exclusivamente insuficiencia de motivación o incongruencia del acto impugnado.
e. Cuando se aleguen exclusivamente cuestiones relacionadas con la comprobación de valores.
f. Cuando concurran otras circunstancias previstas reglamentariamente.

b) Competencia para la resolución

Las reclamaciones económico-administrativas tramitadas por este procedimiento se resolverán en única


instancia por los tribunales económico-administrativos mediante órganos unipersonales. Son órganos
unipersonales los que sean designados por acuerdo del presidente del Tribunal Económico-Administrativo
Central entre los funcionarios destinados en los tribunales, a propuesta de sus respectivos presidentes.

c) Iniciación

La reclamación deberá iniciarse mediante escrito que necesariamente deberá incluir el siguiente contenido:

a. Identificación del reclamante y del acto o actuación contra el que se reclama, el domicilio para
notificaciones y el tribunal ante el que se interpone.
b. En los casos de reclamaciones relativas a retenciones, ingresos a cuenta, repercusiones, obligación de
expedir y entregar factura o relaciones entre el sustituto y el contribuyente, el escrito deberá identificar
también a la persona recurrida y su domicilio.
c. Alegaciones que se formulan.

Al escrito de interposición se adjuntará copia del acto que se impugna, así como las pruebas que se estimen
pertinentes.

La reclamación se dirigirá al órgano administrativo que haya dictado el acto reclamable, que lo remitirá al
tribunal competente en el plazo de un mes junto con el expediente correspondiente, al que se podrá incorporar
un informe si se considera conveniente.

No obstante, cuando el escrito de interposición incluyese alegaciones, el órgano administrativo que dictó el acto
podrá anular total o parcialmente el acto impugnado antes de la remisión del expediente al tribunal dentro del
plazo señalado en el párrafo anterior, siempre que no se hubiera presentado previamente recurso de reposición.
En este caso, se remitirá al tribunal el nuevo acto dictado junto con el escrito de interposición.
Si el órgano administrativo no hubiese remitido al tribunal el escrito de interposición de la reclamación, bastará
que el reclamante presente ante el tribunal la copia sellada de dicho escrito para que la reclamación se pueda
tramitar y resolver.

d) Tramitación y resolución

Cuando el órgano económico-administrativo lo estime necesario, de oficio o a instancia del interesado,


convocará la celebración de una vista oral comunicando al interesado el día y la hora en que debe personarse al
objeto de fundamentar sus alegaciones.

El plazo máximo para notificar la resolución será de seis meses contados desde la interposición de la
reclamación. Transcurrido dicho plazo sin que se haya notificado la resolución expresa, el interesado podrá
considerar desestimada la reclamación al objeto de interponer el recurso procedente, cuyo plazo se contará a
partir del día siguiente de la finalización del plazo de seis meses a que se refiere este apartado.

Transcurridos seis meses desde la interposición de la reclamación sin haberse notificado resolución expresa y
siempre que se haya acordado la suspensión del acto reclamado, dejará de devengarse el interés de demora.

Contra las resoluciones que se dicten en el procedimiento previsto en esta sección no podrá interponerse
recurso de alzada ordinario, pero podrán proceder, en su caso, los demás recursos previstos.

4.5 Recursos

a) Recurso de alzada ordinario. El objeto de este recurso son las resoluciones dictadas por los tribunales
económico-administrativos regionales y locales en primera instancia, siendo competente para conocer del
recurso el Tribunal Económico-Administrativo Central.

El plazo de interposición será de un mes a contar desde el día siguiente a la fecha en que se notifique la
resolución recurrida.

Este recurso podrá interponerse por los interesados, por los directores generales del Ministerio de Hacienda y los
directores de departamento de la AEAT en las materias de su competencia. También se prevé que las
comunidades autónomas puedan interponer este recurso a través de sus órganos equivalentes o asimilados en
materia de tributos cedidos o recargos sobre tributos del Estado en materia de su competencia.

En este sentido, la Ley 22/2009, de 18 de diciembre, por la que se regula el sistema de financiación de las
comunidades autónomas de régimen común y ciudades con Estatuto de Autonomía establece que las CC AA que
no asuman la competencia para la revisión de los actos por ellas dictados en relación con los tributos e
impuestos cedidos, o que la asuman en reclamaciones económico-administrativas en única o primera instancia o
en procedimiento abreviado, gozarán, en su caso, de legitimación para recurrir en alzada ordinaria las
resoluciones de los tribunales económico-administrativos regionales o locales o de sus órganos económico-
administrativos, según corresponda, que tengan por objeto actos dictados por ellas.

b) Recurso extraordinario de alzada para unificación de criterio. El objeto de este recurso son las
resoluciones dictadas por los tribunales económico-administrativos regionales y locales no susceptibles de
recurso de alzada ordinario y por los siguientes motivos:

• Cuando se estime que las mismas resulten gravemente dañosas y erróneas.


• Cuando no se adecuen a la doctrina del Tribunal Económico-Administrativo Central.
• Cuando apliquen criterios distintos a los empleados por otros tribunales económico-administrativos
regionales y locales.

El plazo de interposición será de tres meses a contar desde el día siguiente a la fecha en que se notifique la
resolución recurrida.

Este recurso podrá interponerse por los directores generales del Ministerio de Hacienda y los directores de
departamento de la AEAT en las materias de su competencia. También se prevé que las comunidades
autónomas puedan interponer este recurso a través de sus órganos equivalentes o asimilados y en materia de
tributos cedidos o recargos sobre tributos del Estado.

La resolución deberá dictarse por el Tribunal Económico-Administrativo Central en el plazo de seis meses y
respetará la situación jurídica particular derivada de la resolución recurrida, unificando el criterio aplicable.

c) Recurso extraordinario para la unificación de doctrina. El objeto de este recurso son las resoluciones
dictadas en materia tributaria por el Tribunal Económico-Administrativo Central, siendo interpuesto por el
director general de Tributos cuando esté en desacuerdo con el contenido de las mismas.
Dicho recurso extraordinario también podrá ser interpuesto por los directores generales de Tributos de las CC
AA, u órganos equivalentes, cuando el recurso tenga su origen en una resolución de un órgano dependiente de
la respectiva comunidad autónoma o ciudad con Estatuto de Autonomía.

La competencia para resolver este recurso será de la Sala Especial para la Unificación de Doctrina, la cual la
compondrán: el presidente del Tribunal Económico-Administrativo Central, que la presidirá; tres vocales del
Tribunal Económico-Administrativo Central; el director general de Tributos; el director general de la AEAT; el
director del departamento del que dependa funcionalmente el órgano que hubiera dictado el acto a que se
refiere la resolución del recurso y el presidente del Consejo para la Defensa del Contribuyente.

Cuando el recurso tenga su origen en una resolución de un órgano dependiente de una comunidad autónoma o
ciudad con Estatuto de Autonomía, las referencias al director de la Agencia Estatal de Administración Tributaria
y al director general o director del departamento de la Agencia Estatal de Administración Tributaria se
entenderán realizadas a los órganos equivalentes o asimilados de dicha comunidad autónoma o ciudad con
Estatuto de Autonomía.

La resolución que se dicte:

• Se adoptará en el plazo de seis meses por mayoría simple, teniendo el presidente voto de calidad en
caso de empate.
• Respetará la situación jurídica particular derivada de la resolución recurrida.
• Establecerá la doctrina aplicable, la cual será vinculante para los tribunales económico-administrativos
y para el resto de la Administración tributaria.

d) Recurso extraordinario de revisión. El objeto de este recurso lo constituyen los actos firmes de la
Administración tributaria y las resoluciones firmes de los órganos económico-administrativos cuando concurra en
ellos alguna de las siguientes circunstancias:

• Que aparezcan documentos de valor esencial para la decisión del asunto que fueran posteriores al acto o
resolución recurridos o de imposible aportación al tiempo de dictarse los mismos y que evidencien el
error cometido.
• Que al dictar el acto o la resolución hayan influido esencialmente documentos o testimonios declarados
falsos por sentencia judicial firme anterior o posterior a aquella resolución.
• Que el acto o la resolución se hubiese dictado como consecuencia de prevaricación, cohecho, violencia,
maquinación fraudulenta u otra conducta punible y se haya declarado así en virtud de sentencia judicial
firme.

Este recurso podrá interponerse por los mismos interesados que en el recurso de alzada ordinario. En este
recurso no cabe la suspensión del acto impugnado.

El plazo de interposición será de tres meses desde que se conozcan los documentos o desde que quedó firme la
sentencia judicial.

Será competente para resolver el recurso el Tribunal Económico-Administrativo Central.


TEMA: ESTRUCTURA DEL SISTEMA TRIBUTARIO ESPAÑOL

Esta compuesto por: El sistema tributario Estatatal, sistema tributario autonómico, y sistema
tributario Local

a) sistema tributario Estatal: la ley general tributaria clasifica los tributos en Tasas, contribuciones especiales e
impuestos. Por lo tanto los tributos estatales estarán constituidos por las tasas estatales estatales,
contribuciones estatales, e impuestos estatales. De estas 3 figuras la más importante es el impuesto que se
divide desde el punto de vista presupuestaria en impuestos directos e indirectos.

IMPUESTOS DIRECTOS:

a) impuestos sobre la renta de las personas físicas.

b) impuestos sobre sociedades

c) impuestos sobre la renta de no residentes

d) impuestos sobre sucesiones y donaciones

IMPUESTOS INDIRECTOS

Descansa sobre 3 grupos de impuestos:

1. los que gravan el trafico patrimonial no empresarial. 2. los que gravan el consumo. 3. los que gravan el
trafico económico exterior

DESARROLLO

1. Trafico patrimonial Privado o no empresarial se grava mediante el impuesto sobre transmisiones


y actos jurídicos documentados.
2. los que gravan el consumo: se lleva a cabo mediante los siguientes impuestos:

a) impuesto sobre el valor añadido (IVA): es un tributo que grava todas las operaciones
empresariales y profesionales y las importaciones. Es por tanto, un impuesto que ha elegido,
como modalidad de gravamen el consumo. La tributación multifasica sujetando en cada
momento el valor que del precio final de los productos, se incorpora en cada fase de
elaboración.
b) Los Impuestos Especiales: son en realidad, tributos sobre consumos específicos. A los clásicos
que gravan (en una sola vez) la fabricación del alcohol, el tabaco y el petróleo, se han ido
añadiendo otros, bien por razones a las normas comunitarias

3. los que gravan el trafico económico exterior: se ha llevado a cabo en nuestro país a través de
los tributos englobándose en la renta de aduanas. En la actualidad el tributo más importante es
el impuesto a la importación de mercancías, que se exige con arreglo a las normas del código
aduanero comunitario.

Estos impuestos son titularidad del Estado, y su normativa tanto legal como reglamentaria, esta aprobada
sustancialmente por el Estado. Ahora bien la CA tienen cedida la gestión, la recaudación (total o Parcial, según
los casos) y la posibilidad de regulación (parcial y solo en algunos impuestos) de los impuestos sobre la renta,
sobre sucesiones y donaciones, sobre transmisiones patrimoniales y actos documentados, sobre el valor añadido
y especiales,

1.1 ¿Qué es el impuesto sobre la renta de las personas físicas?

Es un tributo que grava la renta de las personas físicas de acuerdo con su naturaleza y sus circunstancias
personales y familiares con independencia del lugar donde se hubiese producido y cualquiera que sea la
residencia del pagador.

Actualmente, el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) está regulado por la Ley del Impuesto
sobre la Renta de las Personas Físicas 35/2006, de 28 de noviembre (LIRPF), así como por el Reglamento del
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, aprobado por Real Decreto 439/2007, de 30 de marzo (RIRPF).

1.2 ¿Dónde se aplica el impuesto sobre la renta de las personas físicas?

El impuesto se aplicará en todo el territorio español, teniendo en cuenta que:

• País Vasco y Navarra aplicarán sus propias normas forales.


• El rendimiento del impuesto está parcialmente cedido a las restantes comunidades autónomas que
podrán regular, con sus propias normas, algunos aspectos del mismo.

HECHO IMPONIBLE: es la renta obtenida por el sujeto pasivo

1.3 ¿Qué rentas deben declararse?

• Los rendimientos del trabajo.


• Los rendimientos del capital.
• Los rendimientos de las actividades económicas.
• Las ganancias y pérdidas patrimoniales.
• Las imputaciones de renta establecidas en la ley.

1.4 ¿Qué rentas no deben declararse?

No serán objeto de declaración las rentas no sujetas, por no realizarse el hecho imponible, y las rentas exentas
que gozan del beneficio fiscal de la exención.

Rentas no sujetas

Destacamos, entre las contenidas en los artículos 6, 33 y 42 de la LIRPF:

• La renta que se encuentre sujeta al impuesto sobre sucesiones y donaciones.


• Las ganancias y las pérdidas que se pongan de manifiesto en la división de la cosa común o en la
disolución de la sociedad legal de gananciales.
• Las pérdidas debidas al consumo.
• Las pérdidas debidas al juego.
• Las variaciones patrimoniales que se pongan de manifiesto con ocasión de transmisiones lucrativas por
causa de muerte del contribuyente.
• Las entregas de productos a precios rebajados que se realicen en cantinas o comedores de empresa o
economatos de carácter social (incluidos los vales de comida hasta la cuantía de 9 euros diarios).
• Las primas satisfechas a entidades aseguradoras por seguros de accidente laboral o responsabilidad civil
del trabajador o para la cobertura de enfermedad (en este último caso, el límite será de 500 euros
anuales por persona, ya sea el trabajador, su cónyuge o sus descendientes).

Exenciones: Rentas exentas

Destacamos, entre las contenidas en los artículos 7 y 33 de la LIRPF:

• Las indemnizaciones como consecuencia de responsabilidad civil por daños personales, en la cuantía
legal o judicialmente reconocida.
• Las prestaciones públicas extraordinarias por actos de terrorismo.
• Las indemnizaciones por despido o cese del trabajador, en la cuantía establecida con carácter obligatorio
en el Estatuto de los Trabajadores (ET).

• Las prestaciones reconocidas al contribuyente por la Seguridad Social o por las entidades que la
sustituyan como consecuencia de incapacidad permanente absoluta o gran invalidez.
• Las becas públicas y las becas concedidas por entidades sin fines lucrativos (régimen especial, Ley
49/2002) percibidas para cursar estudios reglados, tanto en España como en el extranjero, en todos los
niveles y grados del sistema educativo.
• Las anualidades por alimentos percibidas de los padres en virtud de decisión judicial.
• Los premios literarios, artísticos o científicos relevantes, así como los Premios Príncipe de Asturias, en
sus distintas modalidades, otorgados por la Fundación Príncipe de Asturias.
• Los premios de las loterías y apuestas organizadas por la entidad pública empresarial de Loterías y
Apuestas del Estado y por las comunidades autónomas, así como de los sorteos organizados por la Cruz
Roja Española y de las modalidades de juego autorizadas a la Organización Nacional de Ciegos.
• Las ganancias patrimoniales que se pongan de manifiesto con ocasión de la transmisión por mayores de
65 años de su vivienda habitual o por personas en situación de dependencia severa o gran dependencia.
• Los dividendos y participaciones en beneficios, con el límite de 1.500 euros anuales, excepto los que
tengan su origen en instituciones de inversión colectiva o en los casos señalados en la ley.

1.5 ¿Quiénes están obligados a presentar la declaración por el impuesto sobre la renta de las
personas físicas?

Con carácter general, estarán obligados a presentar y suscribir declaración por este impuesto los
contribuyentes del mismo.

Contribuyentes en el impuesto sobre la renta de las personas físicas

1. Las personas físicas que tengan su residencia habitual en territorio español.

1. Cuando se dé cualquiera de las siguientes circunstancias:

o Que permanezca más de 183 días, durante un año natural, en territorio español. Para
determinar este periodo se computarán las ausencias esporádicas, salvo que el contribuyente
acredite su residencia fiscal en otro país. En el supuesto de países o territorios considerados
como paraíso fiscal, la Administración Tributaria podrá exigir que se pruebe la permanencia en
éste durante 183 días.
o Que radique en España el núcleo principal o base de sus actividades empresariales o
profesionales o de sus intereses económicos, independientemente del lugar donde
habitualmente resida.
o Que radique en España el núcleo principal o base de sus actividades empresariales o
profesionales o de sus intereses económicos, independientemente del lugar donde
habitualmente resida.

1. Se presumirá, salvo prueba en sentido contrario, que el sujeto pasivo tiene su residencia habitual en
territorio español cuando residan habitualmente en España el cónyuge no separado legalmente y los
hijos menores de edad que dependan de él.

2. Las personas físicas de nacionalidad española que tuviesen su residencia en el extranjero por ser miembros
de misiones diplomáticas o de oficinas consulares españolas, representantes del Estado español en organismos
internacionales o funcionarios españoles destinados en el extranjero.
3. No perderán la condición de contribuyentes las personas físicas de nacionalidad española que acrediten su
nueva residencia en un paraíso fiscal en el periodo en el que se efectúe el cambio y los cuatro periodos
siguientes (excepción para residentes en el Principado de Andorra que acrediten su condición de asalariados.
Disposición Adicional 21º).

1.6 ¿Quiénes no están obligados a presentar declaración por el impuesto sobre la renta de las
personas físicas?

1. Contribuyentes en los que concurran todas y cada una de las siguientes circunstancias recogidas en el
artículo 96 de la LIRPF.

Que las rentas procedan exclusivamente de las siguientes fuentes:

1. Rendimientos del trabajo, con los siguientes límites: 22.000 euros brutos anuales cuando las rentas
procedan de un único pagador y 11.200 euros brutos anuales cuando se perciban rendimientos de
trabajo en los siguientes supuestos:

o Cuando procedan de varios pagadores, salvo que la suma de las cantidades percibidas del
segundo y restantes pagadores por orden de cuantía no supere 1.500 euros anuales.
o Cuando se perciban pensiones compensatorias del cónyuge o anualidades por alimentos de
personas distintas de los padres, o bien de estos cuando se perciban sin mediar decisión judicial.
o Cuando el pagador de los rendimientos del trabajo no esté obligado a retener.
o Cuando se perciban rendimientos íntegros del trabajo sujetos a tipo fijo de retención.

2. Rendimientos del capital mobiliario (dividendos de acciones, intereses de cuentas, de depósitos, de


valores de renta fija...) y ganancias patrimoniales (ganancias derivadas de reembolsos de
participaciones en fondos de inversión, premios por la participación en concursos o juegos, etcétera)
sometidos a retención o ingreso a cuenta, con el límite conjunto de 1.600 euros brutos anuales.
3. Rentas inmobiliarias imputadas, rendimientos del capital mobiliario no sujetos a retención derivados de
letras del Tesoro y subvenciones para la adquisición de viviendas de protección oficial o precio tasado,
con el límite conjunto de 1.000 euros brutos anuales. Que no hayan realizado aportaciones a
patrimonios protegidos de personas con discapacidad, planes de pensiones, planes de previsión
asegurados, planes de previsión social empresarial, seguros de dependencia o a mutualidades de
previsión social con derecho a reducción, inversiones en vivienda o en cuenta ahorro empresa con
derecho a deducciones de la cuota del impuesto, y no hayan obtenido rentas procedentes del extranjero
con derecho a deducción por doble imposición internacional.

2. Contribuyentes que obtengan exclusivamente rendimientos del trabajo, de capital o de actividades


profesionales, así como ganancias patrimoniales, con el límite conjunto de 1.000 euros brutos anuales y
pérdidas patrimoniales de cuantía inferior a 500 euros.

Por último, hay que señalar que ninguna de las cuantías o límites anteriores se incrementará o ampliará en caso
de tributación conjunta de unidades familiares.

1.7 ¿Cómo y cuándo debe presentarse la declaración?

Modelos de declaración. Serán los aprobados por el Ministerio de Hacienda.

Plazo y lugar de presentación de la declaración. El plazo de presentación abarca desde el 2 de mayo hasta
el 30 de junio, cualquiera que sea el resultado de la cuota diferencial. Este plazo lo determina en cada ejercicio
la orden que fija el modelo de presentación de la declaración del mismo.

El lugar de presentación será la delegación o administración de la Agencia Tributaria en cuya demarcación


territorial tenga el contribuyente su domicilio Fiscal o bien, en las oficinas de bancos o cajas de ahorros situados
en la provincia correspondiente a su domicilio fiscal.

Autoliquidación. Los contribuyentes, al tiempo de presentar su declaración, deberán determinar la deuda


tributaria correspondiente e ingresarla.

El ingreso podrá fraccionarse en dos plazos, sin recargos ni intereses:

• Al tiempo de presentar la declaración se ingresará el 60% de la deuda.


• El 40% restante se ingresará en el plazo reglamentario (del 1 al 5 de noviembre generalmente).
El contribuyente casado y no separado legalmente que esté obligado a presentar declaración y cuya
autoliquidación resulte a ingresar podrá, al tiempo de presentar su declaración, solicitar la suspensión del
ingreso de la deuda, sin intereses de demora, en una cuantía igual o inferior a la devolución a la que tenga
derecho su cónyuge. La Administración compensará el importe a ingresar con el crédito reconocido por la
devolución.

Borrador de declaración. Los contribuyentes podrán solicitar que la Administración tributaria les remita, a
efectos meramente informativos, un borrador de declaración.

1.8 ¿Qué rentas se declaran en cada periodo?

Periodo impositivo y devengo

a) Regla general (artículo 12 de la LIRPF).

• Periodo impositivo. El año natural (de 1 de enero a 31 de diciembre).


• Devengo. El último día del año natural (31 de diciembre).

b) Regla especial (artículo 13 de la LIRPF).

• El periodo impositivo será inferior al año natural cuando el contribuyente fallezca en un día distinto al 31
de diciembre, produciéndose el devengo el día del fallecimiento.

Imputación temporal de ingresos y gastos

a) Regla general (artículo 14 de la LIRPF).

• Los rendimientos del trabajo y del capital se imputarán al periodo impositivo en que sean exigibles por
su perceptor, con independencia de los cobros.
• Los rendimientos de actividades económicas se imputarán conforme a lo dispuesto en la normativa
reguladora del impuesto sobre sociedades (IS) (devengo).
• Las ganancias y pérdidas patrimoniales se imputarán al periodo impositivo en que tenga lugar la
alteración patrimonial (la transmisión, la pérdida, la recepción del premio...).

1.9 ¿En qué consisten las modalidades de tributación individual y conjunta?

Tributación individual

La tributación individual es el régimen general. A estos efectos, se establece que la renta se entenderá obtenida
en función de su fuente u origen, atendiendo a las normas de individualización que podemos concretar en:

• Rendimientos del trabajo. Puede ser por una relación laboral o administrativa, pero a veces no tiene
su origen en la relación laboral(dependencia), sino que la retribución tiene su cause en un trabajo
realizado en épocas pretéritas o por otras personas (pensiones o prestaciones por desempleo) o por que
existe una relación mercantil (retribución de los consejeros de administración de sociedades), política
(retribución de los parlamentarios), religiosa( retribución de los sacerdotes). Rendimientos del
capital. Obtenidos por los titulares jurídicos (según la legislación civil) de los elementos patrimoniales
de los que deriven. Se distinguen:
a) Capital inmobiliario: son las utilidades o contraprestaciones, cualquiera que sea su
denominación y naturaleza, derivados de la titularidad de bienes inmuebles rústicos o urbanos o
de derechos reales que recaigan sobre ellos. La ley distingue: 1. inmuebles cuyo uso o
aprovechamiento se cede total o parcialmente a terceras personas. En estos casos se tomara
como rendimiento integro las cantidades percibidas por todos los conceptos(incluidos los que
derivan de los bienes cedidos conjuntamente con los inmuebles. 2. inmuebles urbanos no
cedidos ni afectos a actividades económicas (con excepción de la vivienda habitual y el suelo no
edificado). El rendimiento en estos casos es presunto y se calcula de modo objetivo: es un
porcentaje del valor catastral en la actualidad el 2 por 100
b) Capital mobiliario: se incluye en esta categoría las utilidades o contraprestaciones que
provengan de bienes o derechos que tengan naturaleza de muebles siempre que no se
encuentren afectados a actividades económicas realizadas por el sujeto pasivo. La ley distingue:
1. los rendimientos obtenidos por la participación en fondos propios de cualquier tipo de entidad.
Se incluyen en esta categoría los dividendos, participaciones en beneficio, rentas derivadas de
las cuotas participativas de las cajas de ahorro y en suma, cualquier sociedad o entidad
asimilada (ej. Las cuentas en participación). 2. los rendimientos obtenidos por la cesión a
terceros de capitales propios(bonos, prestamos, o empréstitos). 3. los rendimientos de
operaciones de capitalización y de contratos de seguros de vida o invalidez. 4. utilidades y
contraprestaciones derivadas de la propiedad intelectual, industrial, asistencia técnica, del
arrendamiento de bienes muebles, negocios, etc.
• Rendimientos de actividades económicas. Obtenidos por quienes las realicen de forma personal,
habitual y directa, presumiéndose, salvo prueba en contrario, que las realizan quienes figuren como
titulares de las mismas.
• Ganancias y pérdidas de patrimonio. Obtenidas por los titulares de los elementos patrimoniales de
que provengan. Las ganancias en el juego se considerarán ganancias patrimoniales de la persona a
quien corresponda el derecho a su obtención o que las haya ganado directamente.
• Imputación de rentas. Se imputan a los titulares de los bienes o derechos de donde procedan.

Opción por la tributación conjunta

1. Sólo podrán optar por este régimen las personas físicas (contribuyentes) integrantes de una unidad familiar.
La ley establece dos únicas modalidades de unidad familiar:

1. La integrada por los cónyuges no separados legalmente y, si los hubiere, los hijos menores, con
excepción de los que, con el consentimiento de los padres, vivan independientes de estos, y los hijos
mayores de edad incapacitados judicialmente sujetos a patria potestad prorrogada.
2. La formada por el padre o la madre en los casos de separación legal o, cuando no existiera vínculo
matrimonial, con los hijos que convivan con cualquiera de ellos y sean menores de edad, con excepción
de los que vivan independientemente de estos con el consentimiento de sus padres, o mayores de edad
incapacitados judicialmente y sujetos a patria potestad prorrogada.

2. La opción por la tributación conjunta deberá ejercitarse por todos los miembros de la unidad familiar.

3. La opción por la tributación deberá realizarse en el momento de presentar la o las declaraciones


correspondientes al periodo y no podrá ser modificada con posterioridad respecto del mismo una vez finalizado
el plazo reglamentario de declaración. Esta opción no vincula para los periodos posteriores, en los que puede
volverse a ejercitar o no.

Normativa aplicable

La tributación conjunta consiste en que las rentas obtenidas por todas y cada una de las personas físicas
integradas en la unidad familiar se gravarán acumuladamente.

Con carácter general, la tributación conjunta se realizará conforme a las mismas reglas que la tributación
individual, aplicándose los mismos límites, porcentajes y cuantías, sin elevar ni multiplicar por el número de
miembros de la unidad familiar. No obstante, se establecen algunas especialidades que se estudiarán en el
apartado que corresponda.

LA DEUDA TRIBUTARIA:

IMPUESTO SOBRE SOCIEDADES

Es un impuesto directo personal y periódico

Hecho Imponible:

IMPUESTOS SOBRE EL VALOR AÑADIDO

1. Introducción

El IVA es un tributo indirecto que recae sobre el consumo y grava las siguientes operaciones que constituyen el
hecho imponible:

• Las entregas de bienes y prestaciones de servicios efectuadas por empresarios o profesionales.


• Las adquisiciones intracomunitarias de bienes.
• Las importaciones de bienes.
• El ámbito espacial de aplicación del impuesto es el territorio español, incluyendo en él las islas
adyacentes, el mar territorial hasta el límite de 12 millas náuticas y el espacio aéreo correspondiente.

Se excluyen del ámbito de aplicación las islas Canarias, Ceuta y Melilla. Así el territorio de aplicación del
impuesto, en adelante el TAI, será la Península e islas Baleares.
2.5 Sujetos pasivos

Son sujetos pasivos las personas físicas o jurídicas que tengan la condición de empresarios o profesionales y
realicen las entregas de bienes o prestaciones de servicios sujetas al impuesto.

No obstante, será el sujeto pasivo el empresario o profesional para el que se realicen las operaciones cuando las
mismas se efectúen por personas o entidades no establecidas en el TAI.

Como novedad, a partir del 1 de enero de 2010 también serán sujetos pasivos las personas jurídicas que no
actúen como empresarios o profesionales pero sean destinatarias de las prestaciones de servicios a que se
refieren los artículos 69 y 70 de la ley.

2.6 El devengo

Regla general

En las entregas de bienes, el devengo se produce con la puesta a disposición de los bienes. En las prestaciones
de servicios, el IVA se devenga cuando se presten, ejecuten o efectúen los servicios.

Como novedad, a partir del 1 de enero de 2010, por transposición al ordenamiento español de lo dispuesto en la
Directiva 2008/117, de 16 de diciembre, que modifica la Directiva 2006/112, se establece un devengo
anticipado a 31 de diciembre de cada año para las prestaciones de servicios que se lleven a cabo de forma
continuada durante un plazo superior a un año y en las que el destinatario sea el sujeto pasivo del impuesto,
siempre que no den lugar a pagos anticipados.

En el caso de las ejecuciones de obra con aportación de materiales, el devengo se producirá en el momento en
que los bienes a que se refiere se pongan a disposición del dueño de la obra, y cuando se trate de ejecuciones
de obra cuyos destinatarios sean las Administraciones públicas, el devengo se produce en el momento de su
recepción.

2.7 La base imponible

2.7.1 Cálculo de la base imponible

Regla general

El artículo 78.1 define la base imponible como el importe total de la contraprestación de las operaciones sujetas
al impuesto procedente del destinatario o de terceras personas.

Se incluyen en el concepto de contraprestación:

• Gastos de comisiones, portes y transporte, seguros, primas por prestaciones anticipadas y cualquier otro
crédito efectivo a favor de quien realice la entrega o preste el servicio, derivado de la prestación
principal o de las accesorias a la misma. No se incluirán en la contraprestación los intereses por el
aplazamiento en el pago del precio en la parte en que dicho aplazamiento corresponda a un periodo
posterior a la entrega de los bienes o la prestación de los servicios.
• Las subvenciones vinculadas directamente al precio de las operaciones sujetas al impuesto, es decir, las
subvenciones establecidas en función del número de unidades entregadas o del volumen de los servicios
prestados cuando se determinen con anterioridad a la realización de la operación.
• Los tributos y gravámenes, excepto el propio IVA y el impuesto especial sobre matriculación de
determinados medios de transporte.
• Las percepciones retenidas con arreglo a derecho por el obligado a efectuar la prestación en los casos de
resolución de las operaciones sujetas al impuesto.

1. El poder tributario de las comunidades autónomas

La Constitución de 1978 establece la nueva organización territorial del Estado en municipios, en provincias y en
las CC AA que se constituyan, reconociéndose a todas estas entidades autonomía para la gestión de sus
respectivos intereses.
El reconocimiento de la autonomía financiera de las CC AA que se hace en el artículo 156 del texto constitucional
queda delimitado por los principios de coordinación con la Hacienda estatal y de solidaridad entre todos los
españoles.

La Constitución Española, configura el sistema de financiación de las CC AA en los artículos 156 a 158, de
acuerdo con lo establecido en su artículo 133.2 que legitima el poder tributario de las mismas, reconociendo la
posibilidad de que éstas establezcan y exijan tributos de acuerdo con lo establecido en la propia norma
fundamental así como el resto de las leyes.

Para garantizar esta autonomía el artículo 157 de la Constitución Española enumera una serie de recursos que
configuran las haciendas autonómicas: “Los recursos de las CC AA estarán constituidos por:

a. Impuestos cedidos total o parcialmente por el Estado; recargos sobre impuestos estatales y otras
participaciones en los ingresos del Estado.
b. Sus propios impuestos, tasas y contribuciones especiales.
c. Transferencias de un fondo de compensación ínter territorial y otras asignaciones con cargo a los
Presupuestos Generales del Estado.
d. Rendimientos procedentes de su patrimonio e ingresos de derecho privado.
e. El producto de las operaciones de crédito”.

2. La financiación de las comunidades autónomas de régimen común

La Constitución dibujó un sistema de financiación de las CC AA mixto, de forma que sus ingresos tienen una
doble fuente de origen: por un lado están sus ingresos propios, y por otro, los ingresos procedentes del Estado.

En este sentido, tanto la Ley Orgánica 8/1980, de 22 de septiembre, de Financiación de las CC AA (LOFCA, en
adelante) como los Estatutos de Autonomía incluyen, entre los recursos de las referidas comunidades, los
tributos cedidos total o parcialmente por el Estado, haciendo aplicación de lo dispuesto en la máxima norma.

Si bien la LOFCA, establece los principios básicos a que ha de ajustarse la cesión de tributos del Estado a las CC
AA para proveer a su financiación, resulta imprescindible concretar el alcance y condiciones en que ha de
llevarse a cabo dicha cesión, con objeto de que este proceso se desarrolle de forma homogénea en las
diferentes CC AA, garantizando así la coherencia del conjunto del sistema tributario español.

Es así como aparece la Ley 30/1983 de 28 de diciembre, reguladora de la Cesión de Tributos del Estado a las CC
AA con la misión de garantizar la autonomía financiera de las CC AA, asegurando al mismo tiempo la coherencia
del ordenamiento tributario. Esta Ley 30/1983 configuró el marco de referencia idéntico para todas las CC AA a
la hora de instrumentar la cesión de tributos.

El acuerdo adoptado por el Consejo de Política Fiscal y Financiera de 23 de septiembre de 1996 supuso la
adopción por parte de las CC AA de un importante nivel de corresponsabilidad fiscal, ampliando las posibilidades
de cesión de tributos a una parte del impuesto sobre la renta de las personas físicas y atribuyendo a las CC AA
de régimen común algunas competencias normativas sobre los tributos cedidos. Estas modificaciones fueron
incorporadas a la LOFCA mediante la Ley Orgánica 3/1996.

Con la Ley 14/1996 de 30 de diciembre, de cesión de tributos del Estado a las CC AA y de medidas fiscales
complementarias se inicia una nueva etapa en la evolución histórica del régimen de cesión de tributos del
Estado a las CC AA, presidida por el principio de corresponsabilidad fiscal efectiva, cuya materialización se
articula, fundamentalmente, mediante la adopción de dos medidas en el contexto de dicho régimen, cuales son:
De un lado, la ampliación del ámbito de la cesión de tributos a una parte del impuesto sobre la renta de las
personas físicas; y, de otro, la atribución a las CC AA de ciertas competencias normativas en relación a los
tributos cedidos, incluyendo la mencionada parte de dicho impuesto.

Posteriormente, el acuerdo adoptado por este mismo órgano el 27 de julio de 2001, abundó en el principio de
corresponsabilidad fiscal, ampliando la posibilidad de cesión a nuevas figuras impositivas (Impuesto sobre el
valor añadido, impuestos especiales de fabricación, impuesto sobre la electricidad, impuesto sobre determinados
medios de transporte e impuesto sobre las ventas minoristas de determinados hidrocarburos) y atribuyendo
nuevas competencias normativas, dando lugar a una nueva modificación de la LOFCA por la Ley Orgánica
7/2001, de 27 de diciembre.

La modificación de la LOFCA supuso que los tributos susceptibles de cesión fueran nuevamente catalogados, sin
perjuicio de los ya efectivamente cedidos, y se dictaran las pautas en la asunción de determinadas competencias
normativas mediante la Ley 21/2001, de 27 de diciembre, por la que se regulan las medidas fiscales y
administrativas del nuevo sistema de financiación de las CC AA de régimen común y Ciudades con Estatuto de
Autonomía.
En esta ley se recoge, en primer lugar, la cesión a las CC AA del impuesto sobre el valor añadido, los impuestos
especiales de fabricación, el impuesto especial sobre determinados medios de transporte y el impuesto sobre las
ventas minoristas de determinados hidrocarburos y se regula el alcance y condiciones generales de la cesión.
Los puntos de conexión de los nuevos tributos susceptibles de cesión se regulan en función de datos estadísticos
de consumo, venta, entregas o devengo.

Por otra parte, en relación con la mayor asunción de competencias normativas por parte de las CC AA, se
concretan las competencias normativas sobre los elementos de los tributos susceptibles de cesión, una vez
determinadas las líneas generales de la atribución de dichas competencias a las CC AA mediante la modificación
efectuada en la LOFCA por la Ley Orgánica 7/2001, de 27 de diciembre.

La Ley 21/2001 contempla la peculiaridad de la posible cesión de tributos a las ciudades de Ceuta y Melilla, ya
que las mismas –al carecer de Asambleas Legislativas no podrán asumir las competencias normativas sobre los
tributos cedidos. Es decir, la ley específica de cesión para dichas ciudades deberá regirse por las directrices de
esta norma en la parte que le fuere aplicable (disposición transitoria primera).

Igualmente, y de acuerdo con lo establecido en la LOFCA y por la primera ley de cesión de 1983, se hace alusión
a las singularidades que presenta la financiación común de la Comunidad Autónoma de Canarias como
consecuencia de un peculiar régimen económico y fiscal en este territorio. De la misma manera, la Ley 21/2001
establece la salvaguarda necesaria de los regímenes especiales de concierto y convenio aplicables en los
territorios históricos del País Vasco y en la Comunidad Foral de Navarra, respectivamente.

3. El nuevo marco normativo de la financiación de las comunidades autónomas de régimen común

Por razones coyunturales y de actualidad normativa debemos hacer mención aparte a la nueva reforma
legislativa operada sobre la Ley Orgánica 8/1980 (LOFCA) por la reciente Ley Orgánica 3/2009, de 18 de
diciembre, cuyas modificaciones se han concretado en la también recién publicada Ley 22/2009, de 18 de
diciembre, por la que se regula el sistema de financiación de las CC AA de régimen común y Ciudades con
Estatuto de Autonomía y se modifican determinadas normas tributarias.

El sistema establecido por la Ley 21/2001, de 27 de diciembre, por la que se regulan las medidas fiscales y
administrativas del nuevo sistema de financiación de las CC AA de régimen común y Ciudades con Estatuto de
Autonomía, se ha mantenido hasta finales del año 2009, siendo sustituido por el nuevo sistema de financiación
que establece la Ley 22/2009.

Como culminación de un largo proceso en el que se ha producido un intenso debate entre el Estado y las CC AA
y Ciudades con Estatuto de Autonomía, el Consejo de Política Fiscal y Financiera de las CC AA, en su reunión de
15 de julio de 2009, ha adoptado, a propuesta del Gobierno de la Nación, el Acuerdo 6/2009, de reforma del
Sistema de Financiación autonómica y de las Ciudades con Estatuto de Autonomía cuya puesta en práctica exige
llevar a cabo una serie de reformas legales. Esta ley acomete las reformas que no requieren el rango de Ley
Orgánica, complementando así la reforma de la LOFCA operada por la Ley Orgánica 3/2009, de 18 de diciembre,
de modificación de la Ley Orgánica 8/1980, de 22 de septiembre, de Financiación de las CC AA.

El Acuerdo 6/2009, de 15 de julio, del Consejo de Política Fiscal y Financiera de las CC AA recoge importantes
avances en la línea de seguir potenciando la corresponsabilidad y autonomía de las CC AA, de aumentar el peso
de los recursos tributarios sobre el total de la financiación de las mismas, de ampliar las competencias
normativas, la capacidad legal para modificar el nivel o la distribución de los recursos tributarios y la
participación y colaboración en las labores de gestión tributaria.

Con la Ley Orgánica 3/2009 se introducen dos nuevos principios fundamentales en el ámbito de la autonomía
financiera de las CC AA. Por un lado cobra especial importancia la garantía de un nivel base equivalente de
financiación de los servicios públicos fundamentales, conforme al cual se persigue que los servicios públicos
básicos que son propios del Estado del Bienestar sean prestados en igualdad de condiciones a todos los
ciudadanos en todas las CC AA, para lo que se crea el Fondo de Garantía de Servicios Públicos Fundamentales.
Tradicionalmente estos servicios fundamentales se ceñían a educación y sanidad, pero con esta nueva etapa que
se abre con la Ley Orgánica 3/2009 se suman a estos lo servicios sociales esenciales. El otro nuevo principio que
va a marcar las líneas de este nuevo sistema de financiación será el de corresponsabilidad de las CC AA y el
Estado.

La Ley Orgánica 3/2009 establece que si bien las CC AA pueden establecer y exigir sus propios tributos de
acuerdo con la Constitución y las Leyes, los tributos que establezcan las CC AA no podrán recaer sobre hechos
imponibles gravados por el Estado. Cuando el Estado, en el ejercicio de su potestad tributaria originaria
establezca tributos sobre hechos imponibles gravados por las CC AA, que supongan a éstas una disminución de
ingresos, instrumentará las medidas de compensación o coordinación adecuadas en favor de las mismas.

Por otro lado, estos tributos que establezcan las CC AA no podrán recaer sobre hechos imponibles gravados por
los tributos locales. Las CC AA podrán establecer y gestionar tributos sobre las materias que la legislación de
Régimen Local reserve a las corporaciones locales. En todo caso, deberán establecerse las medidas de
compensación o coordinación adecuadas a favor de aquellas corporaciones, de modo que los ingresos de tales
corporaciones locales no se vean mermados ni reducidos tampoco en sus posibilidades de crecimiento futuro.

Con esta nueva reforma de la LOFCA llevada a cabo por la Ley Orgánica 3/2009 se eleva del 33% al 50% la
cesión a las CC AA en el impuesto sobre la renta de las personas físicas. También se eleva desde el 35% hasta
el 50% la cesión correspondiente al impuesto sobre el valor añadido. Por lo que se refiere a los impuestos
especiales de fabricación, sobre cerveza, vino y bebidas fermentadas, productos intermedios, alcohol y bebidas
derivadas, labores del tabaco e hidrocarburos, el porcentaje de cesión pasa del 40% al 58%.

De acuerdo con esta nueva regulación, sólo puede ser cedidos a las CC AA los siguientes tributos:

a. Impuesto sobre la renta de las personas físicas, con carácter parcial con el límite máximo del 50%.
b. Impuesto sobre el patrimonio.
c. Impuesto sobre transmisiones patrimoniales onerosas y actos jurídicos documentados.
d. Impuesto sobre sucesiones y donaciones.
e. Impuesto sobre el valor añadido, con carácter parcial con el límite máximo del 50%.
f. Los impuestos especiales de fabricación, con excepción del impuesto sobre la electricidad, con carácter
parcial con el límite máximo del 58% de cada uno de ellos.
g. El impuesto sobre la electricidad.
h. El impuesto especial sobre determinados medios de transporte.
i. Los tributos sobre el juego.
j. El impuesto sobre las ventas minoristas de determinados hidro-carburos.

Junto con la elevación de los porcentajes de cesión, se contempla igualmente el incremento de las competencias
normativas de las CC AA en el impuesto sobre la renta de las personas físicas, hasta ahora limitadas a la
determinación de la tarifa y las deducciones, ampliándolas a la fijación de la cuantía del mínimo personal y
familiar. Se excepciona la aplicación supletoria de la normativa estatal en materia de tarifa autonómica para el
supuesto en que las CC AA no hicieran uso de sus competencias normativas, salvo, transitoriamente, para el
año 2010.

De acuerdo con los establecido en el artículo 17 de la LOFCA, en su nueva redacción dada por la Ley Orgánica
3/2009, de 18 de diciembre, de modificación de la Ley Orgánica 8/1980, de 22 de septiembre, de Financiación
de las CC AA, las CC AA regularán por sus órganos competentes, de acuerdo con sus estatutos, las siguientes
materias:

a. La elaboración, examen, aprobación y control de sus presupuestos.


b. b) El establecimiento y la modificación de sus propios impuestos, tasas y contribuciones especiales, así
como de sus elementos directamente determinantes de la cuantía de la deuda tributaria.
c. El ejercicio de las competencias normativas establecidas por la Ley reguladora de la cesión de tributos.
d. El establecimiento y la modificación de los recargos sobre los tributos del Estado.
e. Las operaciones de crédito concertadas por la comunidad autónoma, sin perjuicio de lo establecido en el
artículo decimocuarto de la presente ley.
f. El régimen jurídico del patrimonio de las CC AA en el marco de la legislación básica del Estado.
g. Los reglamentos generales de sus propios tributos.
h. Las demás funciones o competencias que le atribuyan las leyes.

Como consecuencia de la ampliación de competencias normativas respecto a los tributos cedidos que conlleva la
reforma introducida por la Ley Orgánica 3/2009, el artículo 19 de la LOFCA ha quedado redactado en los
siguientes términos:

“Uno. La aplicación de los tributos y la potestad sancionadora respecto a sus propios tributos corresponderá a la
comunidad autónoma, la cual dispondrá de plenas atribuciones para la ejecución y organización de dichas
tareas, sin perjuicio de la colaboración que pueda establecerse con la Administración Tributaria del Estado,
especialmente cuando así lo exija la naturaleza del tributo.

Dos. En caso de tributos cedidos, cada comunidad autónoma podrá asumir, en los términos que establezca la
ley que regule la cesión de tributos, las siguientes competencias normativas:

a. En el impuesto sobre la renta de las personas físicas, la fijación de la cuantía del mínimo personal y
familiar y la regulación de la tarifa y deducciones de la cuota.
b. En el impuesto sobre el patrimonio, la determinación de mínimo exento y tarifa, deducciones y
bonificaciones.
c. En el impuesto sobre sucesiones y donaciones, reducciones de la base imponible, tarifa, la fijación de la
cuantía y coeficientes del patrimonio preexistente, deducciones, bonificaciones, así como la regulación
de la gestión.
d. En el impuesto sobre transmisiones patrimoniales onerosas y actos jurídicos documentados, en la
modalidad ‘transmisiones patrimoniales onerosas’, la regulación del tipo de gravamen en
arrendamientos, en las concesiones administrativas, en la transmisión de bienes muebles e inmuebles y
en la constitución y cesión de derechos reales que recaigan sobre los mismos, excepto los derechos
reales de garantía; y en la modalidad ‘actos jurídicos documentados’, el tipo de gravamen de los
documentos notariales. Asimismo, podrán regular deducciones de la cuota, bonificaciones, así como la
regulación de la gestión del tributo.
e. En los tributos sobre el juego, la determinación de exenciones, base imponible, tipos de gravamen,
cuotas fijas, bonificaciones y devengo, así como la regulación de la aplicación de los tributos.
f. En el impuesto especial sobre determinados medios de transporte, la regulación de los tipos impositivos.
g. En el impuesto sobre las ventas minoristas de determinados hidrocarburos, la regulación de los tipos de
gravamen, así como la regulación de aplicación de los tributos.

En el ejercicio de las competencias normativas a que se refiere el párrafo anterior, las CC AA observarán el
principio de solidaridad entre todos los españoles, conforme a lo establecido al respecto en la Constitución; no
adoptarán medidas que discriminen por razón del lugar de ubicación de los bienes, de procedencia de las rentas,
de realización del gasto, de la prestación de los servicios o de celebración de los negocios, actos o hechos; y
mantendrán una presión fiscal efectiva global equivalente a la del resto del territorio nacional.

Asimismo, en caso de tributos cedidos, cada comunidad autónoma podrá asumir por delegación del Estado la
aplicación de los tributos, la potestad sancionadora y la revisión, en su caso, de los mismos, sin perjuicio de la
colaboración que pueda establecerse entre ambas administraciones, todo ello de acuerdo con lo especificado en
la ley que fije el alcance y condiciones de la cesión.

Lo previsto en el párrafo anterior no será de aplicación en el impuesto sobre la renta de las personas físicas, en
el impuesto sobre el valor añadido, ni en los impuestos especiales de fabricación. La aplicación de los tributos,
potestad sancionadora y revisión de estos impuestos tendrá lugar según lo establecido en el apartado siguiente.

Las competencias que se atribuyan a las CC AA en relación con los tributos cedidos pasarán a ser ejercidas por
el Estado cuando resulte necesario para dar cumplimiento a la normativa sobre armonización fiscal de la Unión
Europea.

Tres. La aplicación de los tributos, potestad sancionadora y revisión, en su caso, de los demás tributos del
Estado recaudados en cada comunidad autónoma corresponderá a la Administración Tributaria del Estado, sin
perjuicio de la delegación que aquélla pueda recibir de ésta y de la colaboración que pueda establecerse,
especialmente cuando así lo exija la naturaleza del tributo”.

Es mediante la Ley 22/2009, de 18 de diciembre, por la que se regula el sistema de financiación de las CC AA de
régimen común y Ciudades con Estatuto de Autonomía y se modifican determinadas normas tributarias, donde
se concreta el alcance de esta cesión.

En el artículo 28 de dicha Ley 22/2009 se establecen los criterios a seguir para determinar el concepto de
residencia habitual de las personas físicas, siendo novedosa la exigencia de residencia durante un mayor
número de días en la comunidad autónoma conforme a su regulación se pretenda liquidar el tributo durante un
periodo de cinco años inmediatamente anteriores, contados de fecha a fecha a la muerte del causante o de la
donación a los efectos de determinar la residencia del causante o donante en el caso del impuesto sobre
sucesiones y donaciones.

En el caso del impuesto sobre la renta de las personas físicas, se considerará la comunidad autónoma de
residencia aquella en la que haya permanecido durante un mayor número de días durante el periodo impositivo
a liquidar. Para determinar el periodo de permanencia se computarán las ausencias temporales. En el impuesto
sobre transmisiones patrimoniales onerosas y actos jurídicos documentados y en el impuesto especial sobre
determinados medios de transporte se atenderá al mayor número de días del año inmediato anterior, contado
de fecha a fecha, que finalice el día anterior al de devengo.

Salvo prueba en contrario, se considerará que una persona física permanece en el territorio de una comunidad
autónoma cuando en dicho territorio radique su vivienda habitual, remitiéndose la Ley 22/2009 a la definición
que se hace de la misma en la normativa reguladora del impuesto sobre la renta de las personas físicas.

En el caso de que conforme a los criterios anteriores no pudiera determinarse la permanencia en una
determinada comunidad autónoma, se considerarán residentes en el territorio de la comunidad autónoma donde
tengan su principal centro de intereses, considerándose como tal el territorio donde obtengan la mayor parte de
la base imponible del Impuesto sobre la renta de las personas físicas, determinada por los siguientes
componentes de renta:

a. Rendimientos de trabajo, que se entenderán obtenidos donde radique el centro de trabajo respectivo, si
existe.
b. Rendimientos del capital inmobiliario y ganancias patrimoniales derivados de bienes inmuebles, que se
entenderán obtenidos en el lugar en que radiquen éstos.
c. Rendimientos derivados de actividades económicas, ya sean empresariales o profesionales, que se
entenderán obtenidos donde radique el centro de gestión de cada una de ellas.

Si tampoco pudiera determinarse conforme al criterio de centro de intereses, se considerarán residentes en el


lugar de su última residencia declarada a efectos del impuesto sobre la renta de las personas físicas.

Las personas físicas residentes en el territorio de una comunidad autónoma que pasasen a tener su residencia
habitual en el de otra, cumplirán sus obligaciones tributarias de acuerdo con la nueva residencia, cuando ésta
actúe como punto de conexión. La ley prevé que “No producirán efecto los cambios de residencia que tengan
por objeto principal lograr una menor tributación efectiva en los tributos total o parcialmente cedidos”. Así se
establece que se presumirá, salvo que la nueva residencia se prolongue de manera continuada durante, al
menos, tres años, que no ha existido cambio, en relación con el rendimiento cedido de los impuestos sobre la
renta de las personas físicas y sobre el patrimonio, cuando concurran las siguientes circunstancias:

a. Que en el año en el cual se produce el cambio de residencia o en el siguiente, su base imponible del
impuesto sobre la renta de las personas físicas sea superior en, al menos, un 50%, a la del año anterior
al cambio. En caso de tributación conjunta se determinará de acuerdo con las normas de
individualización.
b. Que en el año en el cual se produce la situación a que se refiere la letra anterior, su tributación efectiva
por el Impuesto sobre la renta de las personas físicas sea inferior a la que hubiese correspondido de
acuerdo con la normativa aplicable en la comunidad autónoma en la que residía con anterioridad al
cambio.
c. Que en el año siguiente a aquel en el cual se produce la situación a que se refiere la letra a) anterior, o
en el siguiente, vuelva a tener su residencia habitual en el territorio de la comunidad autónoma en la
que residió con anterioridad al cambio”.

Si opera dicha presunción y resulta que deba considerarse que no ha existido cambio de residencia, las personas
físicas deberán presentar las autoliquidaciones complementarias que correspondan, con inclusión de los
intereses de demora.

Por otro lado, las personas físicas residentes en territorio español, que no permanezcan en dicho territorio más
de ciento ochenta y tres días durante el año natural, se considerarán residentes en el territorio de la comunidad
autónoma en que radique el núcleo principal o la base de sus actividades o de sus intereses económicos.

Finalmente, la ley prevé que las personas físicas residentes en territorio español por aplicación de la presunción
prevista en el último párrafo del apartado 1 del artículo 9.º de la Ley 35/2006 (Ley Impuesto sobre la Renta de
las Personas Físicas), se considerarán residentes en el territorio de la comunidad autónoma en que residan
habitualmente el cónyuge no separado legalmente y los hijos menores de edad que dependan de ellas.

También en materia de revisión económico-administrativa se produce una ampliación de competencias, que se


recoge en el artículo vigésimo de la LOFCA, al posibilitar que las competencias para el ejercicio de la función
revisora en vía administrativa de los actos de gestión dictados por las administraciones tributarias de las CC AA
en relación con los tributos estatales sean asumidas por las CC AA, sin perjuicio de la colaboración que puedan
establecer con la Administración Tributaria del Estado.

Así la Ley 22/2009 establece en su artículo 59 que “Esta competencia se extiende a los siguientes
procedimientos, recursos y reclamaciones:

a. Procedimientos regulados en el Capítulo II del Título V de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General


Tributaria y normas de desarrollo.
b. Recurso de reposición regulado en el Capítulo III del Título V de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre,
General Tributaria y normas de desarrollo.
c. Reclamaciones económico-administrativas: procedimiento regulado en la sub-sección 1.ª, de la sección
2.ª y procedimiento regulado en la sección 3.ª del Capítulo IV del Título V de la Ley 58/2003, de 17 de
diciembre, General Tributaria y normas de desarrollo.

No obstante, lo dispuesto en el párrafo anterior, las CC AA y Ciudades con Estatuto de Autonomía podrán optar
por asumir la competencia para la resolución de las reclamaciones económico-administrativas en única
instancia, a cuyo efecto serán de aplicación los procedimientos citados en el párrafo anterior.

En los supuestos en los que se asuma la competencia en los términos expuestos en el párrafo anterior, el
órgano competente de las CC AA y Ciudades con Estatuto de Autonomía, conocerá el recurso extraordinario de
revisión contra actos firmes de su Administración Tributaria y contra resoluciones firmes de sus propios órganos
económico-administrativos”.
Finalmente, solo mencionar que la Ley 22/2009 ha operado una serie de modificaciones de la Ley 58/2003, de
17 de diciembre, General Tributaria para adaptar dicha norma a las nuevas competencias de las CC AA.

En cuanto a la entrada en vigor de este nuevo régimen debemos referirnos en primer lugar a la Ley Orgánica
3/2009, de 18 de diciembre, de modificación de la Ley Orgánica 8/1980, de 22 de septiembre, de Financiación
de las CC AA, que entró en vigor el pasado día 20 de diciembre de 2009, y surtirá efectos desde el 1 de enero
de 2009, según lo dispuesto en su disposición final única.

Por lo que se refiere a la Ley 22/2009, de acuerdo con disposición final quinta, esta Ley entra en vigor el día 20
de diciembre de 2009, si bien surte efectos desde el 1 de enero de 2009, excepto los siguientes preceptos y
disposiciones que entran en vigor y surten efectos a partir del 1 de enero de 2010: El artículo 46 y la disposición
final segunda, referidos al alcance de las competencias normativas en el Impuesto sobre la Renta de las
Personas Físicas, así como a la modificación de la Ley de este impuesto, Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y de modificación parcial de las leyes de los impuestos sobre
sociedades, sobre la renta de no residentes y sobre el patrimonio, respectivamente.

También surte efectos a partir del 1 de enero de 2010, el artículo 28, en cuanto al periodo de residencia en el
impuesto sobre sucesiones y donaciones; el artículo 59, en cuanto a la delegación de la revisión en vía
económico-administrativa y el Título IV relativo a los órganos de coordinación de la gestión tributaria, así como
las disposiciones finales tercera y cuarta de la Ley 22/2009 de 18 de diciembre, por la que se regula el sistema
de financiación de las CC AA de régimen común y Ciudades con Estatuto de Autonomía y se modifican
determinadas normas tributarias.

4. Regímenes especiales de financiación autonómica

Aunque en este fascículo nos vamos a centrar en las CC AA de régimen común.

a) Navarra

De acuerdo con la Ley Orgánica 13/1982, de 10 de agosto, de Reintegración y Amejoramiento del Régimen
Foral de Navarra, Navarra se incorporó al proceso histórico de formación de la unidad nacional española
manteniendo su condición de Reino, con la que vivió, junto con otros pueblos, la gran empresa de España.

Avanzado el siglo XIX, Navarra perdió la condición de Reino, pero la Ley de 25 de octubre de 1839 confirmó sus
Fueros, sin perjuicio de la unidad constitucional, disponiendo que, con la participación de Navarra, se introdujera
en ellos la modificación indispensable que reclamara el interés de la misma, conciliándolo con el general de la
Nación y de la constitución de la Monarquía.

A tal fin, se iniciaron negociaciones entre el Gobierno de la Nación y la Diputación de Navarra y, en el acuerdo
que definitivamente se alcanzó, tuvo su origen la Ley Paccionada de 16 de agosto de 1841, aprobada por las
Cortes de la Monarquía española.

Al amparo de las citadas leyes, que traían causa de sus derechos originarios e históricos, Navarra conservó su
régimen foral y lo ha venido desarrollando progresivamente, conviniendo con la Administración del Estado la
adecuación de facultades y competencias cuando fue preciso, acordando fórmulas de colaboración que se
consideraron convenientes y atendiendo siempre las necesidades de la sociedad. reto en las novedades
previstas para este año 2010 en el ámbito de los tributos cedidos, ello no impide comentar brevemente algunas
especialidades del sistema de financiación de las CC AA.

A) Regímenes forales

En España existen dos modelos de financiación de las CC AA. Por un lado encontramos el régimen común, que
incluye a todas las CC AA salvo a Navarra y el País Vasco que cuentan con un régimen específico denominado
régimen foral. Se puede decir que en España conviven cinco administraciones fiscales: la del régimen común, la
de Navarra y las tres correspondientes a los territorios históricos que conforman el País Vasco

En justa consideración a tales antecedentes, la Constitución, que afirma principios democráticos, pluralistas y
autonómicos, tiene presente la existencia del Régimen Foral y, consecuentemente, en el párrafo primero de su
disposición adicional primera, ampara y respeta los derechos históricos de Navarra y, en el apartado 2 de su
disposición derogatoria, mantiene la vigencia en dicho territorio de la Ley de 25 de octubre de 1839. De ahí que,
recién entrada en vigor la Constitución se promulgara, previo acuerdo con la Diputación Foral, el Real Decreto
de 26 de enero de 1979, con el que se inició el proceso de reintegración y amejoramiento del Régimen Foral de
Navarra.

Es, pues, rango propio del Régimen Foral navarro, amparado por la Constitución que, previamente a la decisión
de las Cortes Generales, órgano del Estado en el que se encarna la soberanía indivisible del pueblo español, la
representación de la Administración del Estado y la de la Diputación Foral de Navarra, acuerden la reforma y
modernización de dicho Régimen. Dada la naturaleza y alcance del amejoramiento acordado entre ambas
representaciones, resulta constitucionalmente necesario que el Gobierno, en el ejercicio de su iniciativa
legislativa, formalice el pacto con rango y carácter de Proyecto de Ley Orgánica y lo remita a las Cortes
Generales para que éstas procedan, en su caso, a su incorporación al ordenamiento jurídico español como tal
Ley Orgánica.

En virtud de su régimen foral, la actividad financiera y tributaria de Navarra se regulará por el sistema
tradicional del Convenio Económico. En el mismo se determinarán las aportaciones de Navarra a las cargas
generales del Estado, así como los criterios de armonización de su régimen tributario con el régimen general del
Estado, y que comenzó a gestarse en 1841 con la Ley promulgada dicho año de Modificación de los Fueros de
Navarra, momento en el que se establece la obligación de Navarra de realizar una aportación al gobierno central
de carácter obligatorio y de cálculo objetivo, ya que hasta ese momento su aportación era a título de donativo.

De acuerdo con su régimen foral, amparado y respetado por la Constitución en su disposición adicional primera,
la actividad financiera y tributaria de Navarra se ha venido rigiendo por el sistema tradicional de Convenio
Económico.

El Convenio Económico entre el Estado y la Comunidad Foral de Navarra, aprobado por el Decreto-Ley 16/1969,
de 24 de julio, por el que se fija la aportación de Navarra al sostenimiento de las cargas generales del Estado y
se armoniza su peculiar régimen fiscal con el general del Estado, resultó inadecuado a principios de los años 90,
ya que no regulaba adecuadamente las relaciones financieras y tributarias entre ambas Administraciones,
habida cuenta de la profunda transformación operada en la organización territorial del Estado al amparo de la
Constitución de 1978, de las nuevas facultades y competencias reconocidas a Navarra en la Ley Orgánica de
Reintegración y Amejoramiento de su Régimen Foral y de las importantes reformas de que ha sido objeto el
sistema tributario estatal, con las que el vigente Convenio Económico sólo ha podido armonizarse provisional y
parcialmente.

En consecuencia, y con la finalidad de adecuar sus relaciones financieras y tributarias a las referidas
circunstancias, ambas Administraciones han establecido, de común acuerdo, un nuevo Convenio Económico que
fue suscrito por sus respectivas representaciones el 31 de julio de 1990.

Aprobado por el Parlamento de Navarra en sesión celebrada el 20 de septiembre de 1990, de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 45 de la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de
Navarra, fue aprobada la Ley 28/1990, de 26 de diciembre, por la que se aprueba el Convenio Económico entre
el Estado y la Comunidad Foral de Navarra.

El Convenio vigente se aprobó el 26 de noviembre de 1990 y establece una serie de reglas armonizadoras
respecto a la normativa estatal. El Convenio Económico es el acuerdo entre la administración de la Comunidad
Foral de Navarra y la central de España para establecer, por una parte, la aportación que le corresponde al
sostenimiento de las cargas generales del Estado, y por otra para armonizar el régimen fiscal privativo navarro
con el mismo. Su contenido es inalterable por las partes y sólo puede ser modificado por acuerdo. Navarra
tiene, como derecho histórico plasmado en su régimen foral, potestad para establecer, regular y mantener su
propio régimen tributario.

A grandes rasgos este Convenio establece que en virtud de su régimen foral, Navarra tiene potestad para
mantener, establecer y regular su propio régimen tributario. En el ejercicio de su actividad financiera,
corresponden a Navarra las competencias que se le reconocen en la Ley Orgánica de Reintegración y
Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra. En el ejercicio de la potestad tributaria, la Comunidad Foral de
Navarra deberá respetar:

a. Los criterios de armonización del régimen tributario de Navarra con el régimen general del Estado
establecidos en este convenio económico.
b. Las competencias que, conforme a lo dispuesto en el presente convenio económico, correspondan al
Estado.
c. Los tratados o convenios internacionales suscritos por el Estado, en especial los firmados para evitar la
doble imposición, así como las normas de armonización fiscal de la Unión Europea, debiendo asumir las
devoluciones que proceda practicar como consecuencia de la aplicación de tales convenios y normas.
d. El principio de solidaridad a que se refiere el artículo 1 de la Ley Orgánica de Reintegración y
Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra.
e. Las instituciones, facultades y competencias del Estado inherentes a la unidad constitucional, según lo
dispuesto en el artículo 2 de la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de
Navarra.

Por otro lado, la Comunidad Foral de Navarra podrá establecer tributos distintos de los convenidos respetando
los principios mencionados anteriormente y los siguientes criterios de armonización:

a. Se adecuará a la Ley General Tributaria en cuanto a terminología y conceptos, sin perjuicio de las
peculiaridades establecidas en el presente convenio.
b. Establecerá y mantendrá una presión fiscal efectiva global equivalente a la existente en el resto del
Estado.
c. Respetará y garantizará la libertad de circulación y establecimiento de las personas y la libre circulación
de bienes, capitales y servicios en todo el territorio español, sin que se produzcan efectos
discriminatorios.
d. Utilizará la misma clasificación de actividades ganaderas, mineras, industriales, comerciales, de
servicios, profesionales y artísticas que en territorio común, sin perjuicio del mayor desglose que de las
mismas pueda llevar a cabo la Comunidad Foral.

Para la exacción, gestión, liquidación, recaudación, inspección y revisión de los tributos propios de la Comunidad
Foral, la Hacienda Pública de Navarra ostentará las mismas facultades y prerrogativas que tiene reconocidas la
Hacienda Pública del Estado.

De conformidad con lo establecido en este Convenio, el Estado y la Comunidad Foral de Navarra colaborarán en
la aplicación de sus respectivos regímenes tributarios y, a tal fin, se facilitarán mutuamente las informaciones y
ayudas necesarias.

El Estado arbitrará los mecanismos que permitan la colaboración de la Comunidad Foral de Navarra en los
Acuerdos Internacionales que incidan en la aplicación del presente Convenio Económico.

El Estado y la Comunidad Foral arbitrarán los procedimientos de intercambio de información que garanticen el
adecuado cumplimiento de los Tratados y Convenios internacionales del Estado y, en particular, de la normativa
procedente de la Unión Europea en materia de cooperación administrativa y asistencia mutua.

Corresponderá, en todo caso, al Estado la regulación, gestión, liquidación, recaudación, inspección y revisión de
los derechos de importación y los gravámenes a la importación en los Impuestos Especiales y en el Impuesto
sobre el Valor Añadido y quedará siempre a salvo la alta inspección del Estado, en garantía de las facultades
que se le reservan en el presente convenio económico.

b) País Vasco

En el caso del País Vasco, el sistema foral tradicional de Concierto Económico se aplicará en la Comunidad
Autónoma del País Vasco de acuerdo con lo establecido en el correspondiente Estatuto de Autonomía.

El Concierto nace después de ser suprimidos los derechos forales de las Vascongadas en 1878 por real decreto
del Gobierno de Cánovas del Castillo al finalizar la guerra carlista. Franco suprimió el Concierto para los
territorios de Vizcaya y Guipúzcoa mediante Real Decreto de fecha 23 de junio de 1937 por su condición de
Provincias traidoras al Movimiento Nacional, aunque siguió vigente el Concierto con Álava.

La Ley 12/1981, de 13 de mayo, pone en vigor el Concierto Económico con la Comunidad Autónoma del País
Vasco, que ha sido sustituido por el Concierto Económico aprobado por la Ley 12/2002, actualmente vigente.

El Estatuto de Autonomía del País Vasco, aprobado por la Ley Orgánica 3/1979, de 18 de diciembre, del Estatuto
de Autonomía para el País Vasco, establece que el territorio de la Comunidad Autónoma del País Vasco quedará
integrado por los Territorios Históricos que coinciden con las provincias, en sus actuales límites, de Álava,
Guipúzcoa y Vizcaya y cada uno de los Territorios Históricos que integran el País Vasco podrán, en el seno del
mismo, conservar o, en su caso, restablecer y actualizar su organización e instituciones privativas de
autogobierno.

Estos Territorios Históricos funcionan independientemente entre sí y es por ello por lo que al principio de este
apartado hemos mencionado que en España conviven cinco administraciones fiscales: la del régimen común, la
de Navarra y las tres correspondientes a los territorios históricos que conforman el País Vasco.

En cumplimiento del mandato constitucional, el Estatuto de Autonomía para el País Vasco aprobado por Ley
Orgánica 3/1979, de 18 de diciembre, establece el principio esencial en esta materia, conforme al cual las
instituciones competentes de los territorios históricos del País Vasco pueden mantener, establecer y regular su
propio sistema tributario.
La Ley 12/2002, de 23 de mayo, por la que se aprueba el Concierto Económico con la Comunidad Autónoma del
País Vasco establece que el marco jurídico-positivo del Concierto Económico tiene su elemento fundamental en
la disposición adicional primera de la Constitución, en virtud de la cual se amparan y respetan los derechos
históricos de los territorios forales, a la vez que se ordena la actualización general de dicho régimen foral en el
marco de la propia Constitución y del Estatuto de Autonomía.

El ejercicio de esa potestad tributaria foral, como elemento material constitutivo de la especialidad vasca,
requiere, a su vez, el adecuado ordenamiento de las relaciones de índole financiera y tributaria entre el Estado y
el País Vasco, a cuyo fin el antes citado Estatuto de Autonomía dispone que las relaciones tributarias vendrán
reguladas mediante el sistema foral tradicional de concierto económico o convenios.

Consecuencia lógica de este principio, es la existencia de los flujos financieros entre ambas Administraciones
que deben ser recogidos en dicho Concierto.

En el contexto descrito, el primer Concierto Económico con la Comunidad Autónoma del País Vasco fue aprobado
por la Ley 12/1981, de 13 de mayo, atribuyéndose al mismo, al igual que se hiciera en relación con el Concierto
con la provincia de Álava en el que se inspiró, una duración limitada hasta el 31 de diciembre del año 2001.

El nuevo Concierto Económico con la Comunidad Autónoma del País Vasco que se aprobó en virtud de la Ley
12/2002, de 23 de mayo, por la que se aprueba el Concierto Económico con la Comunidad Autónoma del País
Vasco, sigue los mismos principios, bases y directrices que el Concierto de 1981, reforzándose los cauces o
procedimientos tendentes a conseguir una mayor seguridad jurídica en su aplicación.

Se confiere, por lo demás, al Concierto Económico un carácter indefinido, con el objeto de insertarlo en un
marco estable que garantice su continuidad al amparo de la Constitución y del Estatuto de Autonomía,
previéndose su adaptación a las modificaciones que experimente el sistema tributario estatal.

Como ocurre en el caso de Navarra, en este Concierto Económico aparecen reguladas las distintas competencias
de las Instituciones de los Territorios Históricos:

Así dispone que las instituciones competentes de los Territorios Históricos podrán mantener, establecer y
regular, dentro de su territorio, su régimen tributario.

La exacción, gestión, liquidación, inspección, revisión y recaudación de los tributos que integran el sistema
tributario de los Territorios Históricos corresponderá a las respectivas Diputaciones Forales.

Como principios generales del sistema tributario que establezcan los Territorios Históricos, se establecen los
siguientes:

Primero. Respeto de la solidaridad en los términos prevenidos en la Constitución y en el Estatuto de Autonomía.

Segundo. Atención a la estructura general impositiva del Estado. Tercero. Coordinación, armonización fiscal y
colaboración con el Estado, de acuerdo con las normas del presente Concierto Económico.

Cuarto. Coordinación, armonización fiscal y colaboración mutua entre las instituciones de los Territorios
Históricos según las normas que, a tal efecto, dicte el Parlamento Vasco.

Quinto. Sometimiento a los Tratados o Convenios internacionales firmados y ratificados por el Estado español o
a los que éste se adhiera.

En particular deberá atenerse a lo dispuesto en los Convenios internacionales suscritos por España para evitar la
doble imposición y en las normas de armonización fiscal de la Unión Europea, debiendo asumir las devoluciones
que proceda practicar como consecuencia de la aplicación de tales convenios y normas.

Las normas de este Concierto se interpretarán de acuerdo con lo establecido en la Ley General Tributaria para la
interpretación de las normas tributarias.

En aras de la armonización fiscal se establecen las siguientes reglas que los Territorios Históricos deberán acatar
en la elaboración de la normativa tributaria:

a. Se adecuarán a la Ley General Tributaria en cuanto a terminología y conceptos, sin perjuicio de las
peculiaridades establecidas en el presente Concierto Económico.
b. Mantendrán una presión fiscal efectiva global equivalente a la existente en el resto del Estado.
c. Respetarán y garantizarán la libertad de circulación y establecimiento de las personas y la libre
circulación de bienes, capitales y servicios en todo el territorio español, sin que se produzcan efectos
discriminatorios, ni menoscabo de las posibilidades de competencia empresarial ni distorsión en la
asignación de recursos.
d. Utilizarán la misma clasificación de actividades ganaderas, mineras, industriales, comerciales, de
servicios, profesionales y artísticas que en territorio común, sin perjuicio del mayor desglose que de las
mismas pueda llevarse a cabo.

Las instituciones competentes de los Territorios Históricos comunicarán a la Administración del Estado, con la
debida antelación a su entrada en vigor, los proyectos de disposiciones normativas en materia tributaria. De
igual modo, la Administración del Estado practicará idéntica comunicación a dichas instituciones.

El Estado arbitrará los mecanismos que permitan la colaboración de las Instituciones del País Vasco en los
Acuerdos internacionales que incidan en la aplicación del presente Concierto Económico.

El Estado y los Territorios Históricos, en el ejercicio de las funciones que les competen en orden a la gestión,
inspección y recaudación de sus tributos, se facilitarán mutuamente, en tiempo y forma adecuados, cuantos
datos y antecedentes estimen precisos para su mejor exacción.

En particular, ambas Administraciones:

a. Se facilitarán, a través de sus centros de proceso de datos, toda la información que precisen. A tal
efecto, se establecerá la intercomunicación técnica necesaria. Anualmente se elaborará un plan conjunto
y coordinado de informática fiscal.
b. Los servicios de inspección prepararán planes conjuntos de inspección sobre objetivos, sectores y
procedimientos selectivos coordinados, así como sobre contribuyentes que hayan cambiado de domicilio,
entidades en régimen de transparencia fiscal y sociedades sujetas a tributación en proporción al
volumen de operaciones en el Impuesto sobre Sociedades.

El Estado y las Instituciones del País Vasco arbitrarán los procedimientos de intercambio de información que
garanticen el adecuado cumplimiento de los Tratados y Convenios internacionales del Estado y, en particular, de
la normativa procedente de la Unión Europea en materia de cooperación administrativa y asistencia mutua.

Al igual que en el caso del Convenio navarro, en este Concierto se reservan una serie de competencias
exclusivas del Estado: La regulación, gestión, inspección, revisión y recaudación de los derechos de importación
y de los gravámenes a la importación en los Impuestos Especiales y en el Impuesto sobre el Valor Añadido y la
alta inspección de la aplicación del presente Concierto Económico, a cuyo efecto los órganos del Estado
encargados de la misma emitirán anualmente, con la colaboración del Gobierno Vasco y de las Diputaciones
Forales, un informe sobre los resultados de la referida aplicación.

B) Canarias

Dentro del régimen común, conviene apuntar brevemente que en el caso de Canarias, nos encontramos que por
razones históricas y geográficas las islas cuentan con algunas diferencias respecto del resto de las CC AA a las
que se aplica este régimen común, ya que la financiación canaria cuenta con las especificidades previstas por la
normativa de la Unión Europea respecto de las regiones ultraperiféricas. Dicha singularidad del archipiélago
encuentra su respaldo constitucional en la disposición adicional tercera de nuestra norma fundamental.

La Ley 22/2009 en sus disposiciones adicionales establece que la aplicación del sistema de financiación al
Archipiélago Canario teniendo en cuenta su peculiar régimen económico-fiscal. La disposición adicional octava
atribuye a la Comunidad Autónoma de Canarias competencias normativas en el impuesto general indirecto
canario y en el arbitrio sobre importaciones y entregas de mercancías en las Islas Canarias.

La Comunidad Autónoma de Canarias, como consecuencia del peculiar régimen económico y fiscal en este
territorio, es titular de los rendimientos derivados de este régimen, en los términos establecidos en la Ley
20/1991, de 7 de junio, de modificación de los aspectos fiscales del Régimen Económico Fiscal de Canarias, en
la Ley 19/1994, de 6 de julio, de modificación del Régimen Económico y Fiscal de Canarias y demás legislación
actualmente en vigor.

Este régimen especial aprobado mediante la Ley 19/1994, de 6 de julio, viene a completar el régimen anterior,
vigente desde 1972 y que fue ya modificado en su vertiente fiscal en 1991, establece un conjunto de medidas
económicas y fiscales que incentivan y promueven el desarrollo económico y social de las Islas Canarias,
adaptándolo a las nuevas circunstancias económicas y políticas imperantes.

Estas medidas tratan de homogeneizar la estructura económica y fiscal de Canarias respecto al resto del
territorio español, pero manteniendo relevantes especificidades y ventajas. Al disminuir la presión fiscal y
aumentando los incentivos económicos, se pretende que Canarias adquiera un componente de atracción que
compense los efectos negativos y desfavorables de su lejanía e insularidad.
Los incentivos fiscales del Régimen Económico y Fiscal (REF, en adelante) Canario son compatibles con la actual
normativa comunitaria. Lo cual ha sido corroborado por la Comisión Europea el 16 de diciembre de 1997, que
confirma que los incentivos fiscales recogidos el REF son ayudas compatibles con el mercado común conforme
con lo dispuesto por el Tratado de la Unión Europea y al Acuerdo CEE.

Las principales peculiaridades de este régimen se traducen en los siguientes instrumentos fiscales y económicos
recogidos en el Régimen Económico y Fiscal, que a modo esquemático podemos resumir en:

• Reserva para inversiones en Canarias (RIC): beneficio fiscal que pretende fomentar la inversión
empresarial y la creación de infraestructuras públicas en el Archipiélago.
• Registro especial de buques (REB): registro público administrativo cuya finalidad es mejorar la
competitividad de las empresas navieras y de los puertos canarios mediante distintas medidas
consistentes en diferentes exenciones y bonificaciones fiscales a las que pueden acogerse tanto las
empresas como los buques inscritos.
• Régimen específico de abastecimiento (REA): este régimen permite la importación de ciertos productos
necesarios para el consumo en Canarias, a precios similares a los internacionales, mediante un sistema
de contraprestación.
• Deducciones por inversiones: deducciones establecidas en el territorio canario como estímulo fiscal para
incentivar la inversión empresarial directa en Canarias, siendo mayores las deducciones que en el resto
del España.
• Incentivos a la inversión: consistentes fundamentalmente en ventajas fiscales en la imposición indirecta.
• Bonificaciones por producción.
• Impuesto general indirecto canario (IGIC): Impuesto de imposición indirecta que grava el consumo final
y sustituye al IVA comunitario.
• Arbitrio sobre importaciones y entrega de mercancías en las Islas Canarias (AIEM).
• Zona Especial Canaria (ZEC): Es un régimen de baja tributación que se crea en el marco del REF con el
fin de incentivar el desarrollo económico y social del Archipiélago, y diversificar su estructura productiva.

C) Ceuta y Melilla

Más peculiar es el caso de Ceuta y Melilla, que son dos ciudades que participan de la financiación autonómica en
la medida en la que cuentan con su propio estatuto de autonomía de acuerdo con lo dispuesto en la disposición
transitoria quinta del texto constitucional.

Circunstancias geográficas e históricas han dificultado la evolución económica de las ciudades de Ceuta y Melilla,
dando lugar a un tratamiento fiscal diferenciado del que tradicionalmente han recibido los territorios
peninsulares y las Islas Baleares. Las Leyes de 18 de mayo de 1863 y de 14 de julio de 1894 declararon,
respectivamente, puertos francos a las ciudades de Ceuta y Melilla con objeto de facilitar su desarrollo
económico, posibilitando la entrada y salida de mercancías con un menor coste.

Con la Ley 8/1991, de 25 de marzo, por la que se aprueba el Arbitrio sobre la producción y la importación en las
ciudades de Ceuta y Melilla, se crea un arbitrio específico para las ciudades de Ceuta y Melilla, adaptado a las
especiales circunstancias económicas y fiscales de estas ciudades, pero que se integra en la normativa general
recogida en la Ley Reguladora de Haciendas Locales, de 28 de diciembre de 1988, en todos los aspectos
relativos a la gestión, liquidación, inspección, recaudación y revisión de los tributos.

Siguiendo la línea marcada por la Ley 21/2001, de 27 de diciembre, por la que se regulan las medidas fiscales y
administrativas del nuevo sistema de financiación de las CC AA de régimen común y ciudades con Estatuto de
Autonomía que en su disposición transitoria primera recogía la posible cesión de tributos a las ciudades de Ceuta
y Melilla, ya que las mismas –al carecer de asambleas legislativas no podrán asumir las competencias
normativas sobre los tributos cedidos, la nueva Ley 22/2009 de cesión de tributos en sus disposiciones
adicionales primera y segunda regula las especialidades en la aplicación del sistema de financiación en atención
a los territorios.

En concreto, se regulan la aplicación del sistema a las Ciudades con Estatuto de Autonomía de Ceuta y Melilla y
las especialidades de la Comunidad Autónoma de Canarias derivadas de su especial estructura tributaria.

Principales normas autonómicas para 2010 en los impuestos cedidos

Como en años anteriores, se analizan en este trabajo las principales novedades que en las distintas
Comunidades Autónomas se han aprobado en los impuestos cedidos. Los tributos que se estudian son
fundamentalmente el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones y el Impuesto sobre Transmisiones
Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. También existen algunas referencias a la tributación sobre el
Juego.
Aunque con alguna excepción, no hay cambios especialmente relevantes para 2010, año que va a ser el primero
de aplicación del nuevo modelo de financiación autonómica que, por incorporar alguna modificación importante
respecto de la capacidad normativa de estos entes, puede propiciar para el futuro inmediato un mayor ejercicio
legislativo.

1. Andalucía. Decreto-Ley 3/2009, de 22 de diciembre, por el que se modifican diversas leyes para
la transposición en Andalucía de la Directiva 2006/123/CE, de 12 de diciembre de 2006, del
Parlamento Europeo y del Consejo, relativa a los servicios en el mercado interior.
2. Aragón. Ley 13/2009, de 30 de diciembre, de Medidas Tributarias de la Comunidad Autónoma
de Aragón.
3. Principado de Asturias. Ley del Principado de Asturias 4/2009, de 29 de diciembre, de
Medidas Administrativas y Tributarias de Acompañamiento a los Presupuestos Generales para
2010. 4. Islas Baleares. Ley 9/2009, de 21 de diciembre, de presupuestos generales de la
Comunidad Autónoma de las Illes Balears para el año 2010.
5. Canarias. Ley 13/2009, de 28 de diciembre, de Presupuestos Generales de la Comunidad
Autónoma de Canarias para 2010.
6. Cantabria. Ley de Cantabria 6/2009, de 28 de diciembre, de Medidas Fiscales y de Contenido
Financiero.
7. Castilla y León. Ley 10/2009, de 17 de diciembre, de Medidas Financieras.
8. Cataluña. Ley 26/2009, de 23 de diciembre, de medidas fiscales, financieras y
administrativas. 9. Extremadura. Ley 8/2009, de 28 de diciembre, de Presupuestos Generales de
la Comunidad Autónoma de Extremadura para 2010.
10. Galicia. Ley 4/2009, de 20 de octubre, de medidas tributarias relativas al impuesto sobre
transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados para el fomento del acceso a la
vivienda y a la sucesión empresarial, y Ley 9/2009, de 23 de diciembre, de presupuestos
generales de la Comunidad Autónoma de Galicia para el año 2010. 11. La Rioja. Ley 6/2009, de
15 de diciembre, de Medidas Fiscales y Administrativas para el año 2010.
12. Madrid. Ley 10/2009, de 23 de diciembre, de Medidas Fiscales y Administrativas.
13. Región de Murcia. Ley 13/2009, de 23 de diciembre, de medidas en materia de tributos
cedidos, tributos propios y medidas administrativas para el año 2010.
14. Comunidad Valenciana. Ley 12/2009, de 23 de diciembre, de Medidas Fiscales, de Gestión
Administrativa y Financiera, y de Organización de la Generalitat.

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