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AÑO 21 Otoño 2018 REVISTA DE DIVULGACIÓN

UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA TORREÓN ACADÉMICA Y CULTURAL

76

A un año del terremoto


y la solidaridad
Nuevas pistas para desarrollar
otra historia regional
+reseña, entrevista y creación literaria
Índice
Número 76, mayo-agosto de 2018

Universidad Iberoamericana Torreón 2 Editorial


Guillermo Prieto Salinas, SJ 3 Los rastros de los Reyes Vayssade:
Rector nuevas pistas para desarrollar otra historia regional
Laura Orellana Trinidad
Lorena Giacomán Arratia
6 Martín Reyes Vayssade: una carta sobre La Laguna
Directora General Académica
Martín Reyes Vayssade
José Francisco Méndez Alcaraz, SJ 11 A un año del terremoto y la solidaridad
Director General Educativo Lucila Navarrete Turrent
12 Volveremos
Jaime Muñoz Vargas
Felipe Castillo Jiménez
Coordinador del Centro de Difusión Editorial
17 Otra vez septiembre
Jaime Muñoz Vargas Stefany Edit Cisneros Zúñiga
Revisión y edición 21 No sólo se derrumbaron edificios, también se derrumbaron personas
Karl de Negri
Laura Elena Parra López 26 Emigrar, transitar y retornar en México y sus desafíos
Raúl Alberto Blackaller V.
Blanca Chong López
Daniel Lomas
Andrés Guerrero 29 “México es un país sin verdad”
Comité Editorial Elena Trapanese
33 Con un arma en la nuca
Edición Otoño 2018. Octava época, año 21. Jaime Muñoz Vargas
Revista de divulgación publicada y distri-
36 Peligrosa luz
buida por el Centro de Difusión Editorial
de la Universidad Iberoamericana Torreón. Antonio Toledo Martínez
Acequias aparece tres veces por año. Suge- 39 Dos poemas
rencias y colaboraciones: Centro de Difu- Raúl Blackaller
sión Editorial, Universidad Iberoamericana
Torreón, Calzada Iberoamericana 2255, 40 Cuando el eco
C.P. 27020, Torreón, Coahuila. Edificio F Paola de Llergo
planta baja. Teléfono: (871) 705 10 10 ext.
1135. Correo electrónico: publicaciones@ Renata Ivana Muñoz Chapa (To-
iberotorreon.edu.mx Número de reserva rreón, Coahuila, 2002), cuyas fotos
al Título en Derechos de AutoRP: 04-2006- ilustran este ejemplar de Acequias,
032716162900-102. Número de Certificado es alumna de preparatoria en el
de Licitud de Título: 10825, y Número de Instituto de Enseñanza Abierta de
Licitud de Contenido: 8708, otorgados por la UA de C Unidad Torreón y es-
la Secretaría de Gobernación. Las opiniones tudiante de francés en la Alianza
de los colaboradores no representan la pos-
Francesa de La Laguna. Algunas
Ediciones y coediciones recientes tura institucional de la Universidad y son 1
de sus fotos han sido publicadas en
responsabilidad de los autores.
gestionadas por el Centro la revista Espacio 4 de Saltillo, en
de Difusión Editorial de la anteriores ejemplares de Acequias

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y en la portada del libro Tomar la
Universidad Iberoamericana Torreón Versión en línea: palabra (II) del profesor Gabriel
Informes: http://itzel.lag.uia.mx/publico/publicacio- Castillo Domínguez. Entre otros
nes.php cursos, tomó el diplomado en foto-
jaime.munoz@iberotorreon.edu.mx
grafía de la Ibero Torreón y en Ins-
tagram administra la cuenta Ivana
Muñoz Fotografía.
Ensayo,
Acequias 76 historia

Editorial Los rastros de los Reyes Vayssade:


nuevas pistas para desarrollar
otra historia regional
Laura Orellana Trinidad

L
a solidaridad ha sido siempre uno de los más altos valores de la
humanidad. Por su falta, el mundo padece innumerables achaques,
tantos que toda lucha por la justicia se antoja emprendimiento
titánico, desafiante. Por ello, cuando la solidaridad emerge y se nota en
¿ Qué huellas dejan las familias que se asentaron alguna vez en la
Comarca Lagunera y cuyas vidas abren nuevas perspectivas para
entender nuestra historia? Es una pregunta que resulta oportuna
para el conjunto de documentos que recientemente fue donado al Archi-
la piel de la realidad, como ocurrió hace un año tras los sismos en la Ciu- vo Histórico de la Ibero Torreón por Claudia Reyes Trigos. Los retazos
dad de México, hay un motivo de orgulloso asombro. Miles de personas, de vida de sus abuelos y de su padre, que radicaron en Gómez Palacio
sobre todo jóvenes, aproximaron en aquel duro momento su solidaridad y Torreón entre 1939 y los últimos años de los ochenta, quedaron en
para ayudar en la urgente tarea de rescatar víctimas y reorganizar la vida. fotografías, cartas personales, revistas y recortes periodísticos de sus
Este número de Acequias recuerda con dolor los terremotos, cierta- actividades laborales, diplomas, audios y otros, y sin duda constituyen
mente, pero también con admiración por las miles y miles de personas puntos de partida para reconstruir y reflexionar sobre lo que somos, y
que adelantaron el pecho y levantaron la vista ante el desastre. Gracias quizá también, sobre lo que no nos permitimos ser.
al trabajo de Lucila Navarrete Turrent —egresada de licenciatura por la Claudia es nieta del doctor Jaime Reyes Hernández. El médico llegó
Ibero Torreón y maestra y doctora por la UNAM, de vuelta en su tierra—, a Gómez Palacio alrededor de 1939 con su esposa Rose Vayssade —una
ofrecemos en las páginas venideras tres textos que reconstruyen un pano- norteamericana de origen francés quien conoció al joven profesionista
rama de la tragedia individual y colectiva que sufrió la capital de nuestro en un viaje que hizo de su natal San Francisco, California, a la Ciudad
país en septiembre de 2017. Felipe Castillo con “Volveremos”, Stefany Laura Orellana Trinidad de México— y con su pequeño hijo, Martín.1 El doctor Reyes fue in-
(Torreón, Coahuila). Socióloga, maestra
Edit Cisneros con “Otra vez septiembre” y Karl de Negri con “No sólo se y doctora en Historia por la Ibero Ciu- vitado a radicar en la Comarca Lagunera gracias a sus conocimientos
derrumbaron edificios, también se derrumbaron personas” nos adentran dad de México. Académica de tiempo bacteriológicos, muy útiles para estudiar la brucelosis.2 La región, en sus
en el escenario de dolor y desposesión que de inmediato tuvo una enal- completo en la Ibero Torreón desde palabras, era “el foco infeccioso más grande del mundo”.3 La brucela,
1990. Actualmente es coordinadora del
tecedora respuesta de la sociedad civil. Centro de Investigaciones Históricas y una bacteria que infecta al ganado vacuno, cabrío, perros y cerdos, con-
La doctora Laura Orellana, por su parte, hace un primer examen a un de la Dirección de Investigación Insti- tagia a los humanos directamente o por medio del consumo de productos
tucional. En 2012 fue distinguida con
nuevo fondo del Archivo Histórico de la Ibero Torreón, el del escritor lácteos contaminados. Reyes enumeraba algunos de los riesgos de esta
la medalla al Mérito Académico “David
y promotor cultural lagunero Martín Reyes Vayssade, de quien además Hernández”. Obtuvo el primer lugar en enfermedad: la destrucción de la riqueza ganadera, abortos en las mujeres
presentamos una carta que describe su imborrable recuerdo de La Laguna el certamen nacional de ensayo Susana embarazadas, la incapacitación de los individuos “…por semanas, por me-
2 luego de que emigró para edificar una larga y fructífera carrera profesional.
San Juan, en 1999. Ha publicado Her-
ses y por años, imposibilitándolos para trabajar y atacando sus facultades 3
mila Galindo, una mujer moderna (Co-
“Emigrar, transitar y retornar en México y sus desafíos”, de la también naculta) y Teatro Martínez, patrimonio mentales, provocando en ocasiones verdaderos estados demenciales”.4 Es
doctora Blanca Chong, se adentra en el tema de la migración a propósito de los mexicanos (Fineo). Participó en posible que estos últimos síntomas llevaran al médico a fundar en 1948 el
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el proyecto: “Aprendiendo a convivir y
de un libro publicado por el Sistema Universitario Jesuita, y “México es hacer ciudadanía”, con financiamiento Sanatorio Río Nazas para atender “a los enfermos del sistema nervioso,
un país sin verdad” es una larga entrevista de Elena Trapanese al escritor del COECYT y concluyó la historia de enfermedades y alcoholismo crónico” con “higiene rigurosa” y “métodos
mexicano Federico Campbell. los 75 años de la escuela Carlos Pereyra, modernos”.5 Al parecer fue el primer hospital de tipo psiquiátrico en la
en proceso de edición.
Otra reseña sobre el novelista argentino Guillermo Saccomanno, un laura.orellana@lag.uia.mx región. En éste se utilizaban electroshocks,6 una de las vías para curar a
cuento de Antonio Toledo Martínez y material poético de Raúl Blackaller este tipo de enfermos que se pensaba útil en esa época.
y Paola de Llergo, maestro y alumna de la Ibero Torreón, respectivamente, Se intuye el dinamismo del doctor Reyes porque pronto empezó a
cierran esta edición 76 que esperamos sea de su agrado lector. publicar escritos en la columna “Siglos y Médicos” de El Siglo de Torreón
y artículos de investigación a partir de la cultura, seguramente en el grupo de de sus amigos de infancia y juventud, “Algunas manifestaciones pulmonares y
sus casos clínicos en la revista Torreón Estela Ochoa que organizó en la PVC Miguel González Avelar y Sergio García mentales de la brucelosis”. Torreón Médico,
Médico;7 también porque luchó, sin para desarrollar actividades educativas, Ramírez.22 Con sus estudios de derecho septiembre-octubre de 1947, Vol. 2, Núm. 5,
éxito, junto con el doctor Madrid, para sociales y culturales.14 Había un am- y periodismo destacó como experto en pp. 123-131.
establecer en Torreón un centro nacional biente muy favorable que reunía a los relaciones públicas, en la cartografía, 8
Dr. Jaime Reyes. “Una idea de Alberto
de investigación para la brucelosis, “no jóvenes con estos intereses, pues incluso como gestor cinematográfico, como Madrid”, op. cit.
un laboratorio de análisis clínicos”,8 y organizaron una exposición de pintura y promotor de la lectura y de la pintura, 9
“El Instituto “18 de Marzo”, de G.P, mejora
junto con Rosa, pasó a formar parte de juegos florales. Es posible que, a través como periodista, editor y escritor. En su labor pro-educación”. El Siglo de Torreón,
la planta de profesores del Instituto 18 de de Estela, Martín haya conocido a su todas sus actividades, de las que cons- 9 de octubre de 1944, p. 2.
Marzo, de reciente creación: él impartía hermana Enriqueta, la joven poetisa, tan documentos en su archivo, recibió 10
Rosa V. de Reyes. “Carta a Horacio Ren-
zoología y literatura; ella, inglés.9 Ahí pues ambos comenzaron a desarrollar premios y reconocimientos nacionales. tería”. El Siglo de Torreón, 19 de julio de
conocieron al profesor de dibujo Ho- un suplemento cultural en La Opinión15 Los documentos de la familia Reyes 1945, p. 4.
racio Rentería, que devino en amistad. y también un amorío que aparentemente Vayssade, que estarán pronto a disposi- 11
Fondo Reyes Vayssade. “Periodistas de
Rosa le escribió una carta pública en El fue un escándalo: él tenía 18, ella 26.16 ción de los interesados, abren preguntas nuestra escuela”. Saber, núm. 3, junio de
Siglo… al que posteriormente sería un Enriqueta le dedicaría a Martín uno de sobre la salud pública en la región [los 1952. Escuela secundaria y preparatoria
reconocido pintor: sus poemas más bellos e íntimos: “Para brotes de brucelosis continúan parti- Venustiano Carranza, s/n.
evadir el cierzo de la muerte que llega”.17 cularmente en el campo], la falta de 12
Fondo Reyes Vayssade. Reconocimiento a
Estimado Horacio: Alrededor de 1954, Martín Reyes oportunidades para los artistas en un la señora profesora Rosa Vayssade de Reyes
—¿Por qué no expones tus cosas se fue a la ciudad de México en donde ambiente que otorgaba preponderancia con motivo del cumplimiento de veinticinco
en la Librería Torreón? —te decía yo se desenvolvió en múltiples ámbitos. a lo económico, y sobre la intensa y años de magisterio en la Preparatoria Venus-
siempre. rumbos. Para otros [era] lo estilizado, La apreciación de Rosa resultó Su vida sólo puede calificarse como rica vida estudiantil que había en la tiano Carranza, 30 de nov. de 1977.
—Porque no tengo marcos –decías tú. “bonito”, del Campestre. Tú nos mues- premonitoria. Martín, su hijo, pasó su rica y compleja: en 1956 fue uno de Comarca Lagunera a mediados del siglo 13
Fondo Reyes Vayssade. Carta de José
—Pero Horacio, otros tendrán mar- tras otras cosas, la belleza que está en los infancia y adolescencia en la Comarca los integrantes del comité directivo de XX, que no sólo catapultó a Martín a Miguel González Avelar a Martín Reyes
cos, pero no tienen lo que tú tienes —te lugares más humildes […] Lagunera, y ya en tercero de secundaria la revista Medio Siglo, en su segunda la vida política y cultural de la capital Vayssade, ca. 1953.
contestaba yo. era uno de los fundadores de la revista época,18 junto con Carlos Monsiváis, del país, sino a un grupo importante de 14
Fondo Reyes Vayssade. Revista Saber,
Sí, Horacio, te fuiste de esta Laguna La Voz del Estudiantado11 en la Escuela Sergio García Ramírez y su amigo jóvenes laguneros. ¿Será posible que núm. 3, junio de 1952, op. cit.
Y ya ves que tenía yo razón. Pero lo materialista donde por de pronto sólo el Venustiano Carranza —donde Rosa Miguel González Avelar, entre otros; 50 años después podamos retener a 15
Ibidem.
irónico de todo es que apenas abierta dinero habla, como en todos los lugares impartió clases de inglés durante 25 en 1958 ganó el tercer lugar en un con- nuestros artistas y gestores culturales 16
Entrevista con Claudia Reyes Trigos,
tu exposición te fuiste de la Laguna jóvenes […] años12—. El desarrollo de la publicación, curso estudiantil de cuento universitario, en la región? op. cit.
por la ruta de los pobres, en autobús a su costo, impresión, los editoriales, los entre cuyos jueces se encontraban Juan 17
Enrique Ochoa. Antología personal. Uni-
México. Sí, Horacio, te fuiste porque la Conocí tu obra por primera vez cuando artículos y dibujos que aparecerían en Rulfo y Juan José Arreola,19 y en el Notas versidad Autónoma de Coahuila, México,
Laguna donde hay tanto dinero y tantos llevé a mi hijo al hermoso “Kinder” que ella, eran algunos de los temas recurren- que su único contrincante fue Vicente 1
Entrevista con Claudia Reyes Trigos en la 2002, pp. 148 y 149.
ricos nunca te dio bastante para comer y habías decorado. Pregunté a la maestra: tes en las cartas intercambiadas entre Leñero, quien ganó los dos primeros Universidad Iberoamericana Torreón, 8 de 18
Enciclopedia de la Literatura en Mé-
vestirte decentemente. Pero yo creo que “¿No sabe Ud. quién pintó estos mura- 1952 y 1958 entre Martín y algunos lugares con seudónimos diferentes; en junio de 2018. xico. http://www.elem.mx/institucion/
eso era lo de menos. Hubieras podido les? Con mucha naturalidad me contestó: de sus inquietos amigos que se habían 1960 formaba parte de la célula comu- 2
“Enérgica campaña contra la brucelosis”. datos/1844
4 soportar la miseria si no hubieras estado Mi hermano, Horacio”. Sí, le ha de valer marchado a estudiar la preparatoria a la nista “Román Guerra Monte Mayor”,20 El Siglo de Torreón, 9 de mayo de 1940, p. 2. 19
Fondo Reyes Vayssade. Martín Reyes 5
tan solo. Amigos sí tenías, en cualquier para siempre a mi hijo que haya pasado ciudad de México. Otros temas tenían y pasó a la clandestinidad como líder 3
Dr. Jaime Reyes. “Una idea de Alberto Vayssade. Diploma de Tercer Premio en el
parte hay unos cuantos bohemios, pero los dos primeros años de su vida escolar que ver con el ambiente de la capital. de la Liga Espartaco creado por José Madrid”. El Siglo de Torreón, 13 de mayo Primer Concurso Nacional de Cuento Uni-
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qué sabíamos nosotros de línea, perspec- entre tanta belleza. Por eso te estoy Miguel González Avelar, uno de sus Revueltas. Seguramente en esa época de 1947, pp. 4 y 9. versitario, Frente de Estudiantes Universi-
tiva, matices y color […] agradecida. No es tu culpa que hicieran entrañables, le dice emocionado en una estuvo en la cárcel con la compañía de 4
Ibidem. tarios de México, 11 de octubre de 1958.
un “kínder” para veinte niños donde van de ellas: “Encontré en esta muy noble y Siqueiros.21 Años después, abandonaría 5
“Sanatorio Río Nazas”, anuncio. El Siglo de 20
Partido Comunista Mexicano, caja 39,
Pero te diré que en los años que pasaste más de cien y que ahora tu Caperucita, leal ciudad de México una antesala del la izquierda e incluso se afilió al PRI, ya Torreón, 5 de febrero de 1948, p. 2. clave 35, exp. 04.
aquí captaste con tu paleta toda la Lagu- Cenicienta y Don Quijote estén rodeados cielo, es decir, una librería, pero qué que ello le permitió acceder a trabajos 6
Entrevista con Claudia Reyes Trigos, op. 21
Entrevista con Claudia Reyes Trigos,
na. Sí, Torreón Viejo, La Paloma Azul, de máquinas de coser. 10
librería, tienen de, to, do…”.13 Martín en diversas instituciones culturales gu- cit. op. cit.
Trincheras, La Alianza, esos eran tus comenzó a involucrarse en el campo de bernamentales. Para ello, recibió ayuda 7
Fondo Reyes Vayssade. Dr. Jaime Reyes. 22
Ibidem.
Carta,
historia Metropolitana de Guadalajara a veloci- vivíamos en la calle Mina en una casa más pequeño y pedregoso en medio de
dad de crucero en dos o tres horas, pero alargada con patio de un solo piso en la ese vergel. (también algunos amigos

Martín Reyes Vayssade:


aunque me imaginé posible recibirnos en esquina a una cuadra del cine Palacio, de infancia vivían en casas muy estilo
un buen desayunadero tipo Wings junto donde mi padre tenía su consultorio inglés, en chalets más arbolados, en las
al Samʼs de Mariano Otero y hacernos y ambos dieron clases en el entonces cercanías o dentro de las instalaciones de
una carta sobre La Laguna
Martín Reyes Vayssade

C
Carta del señor Martín Reyes laudia, te respondo que me alegran de verdad las noticias sobre
Vayssade a su hija. Hace una Bo y su recuperación.  No había leído tu mensaje hasta hoy gran
Día del Niño, cosa que aprovecho para enviar sendos besos a Ana
descripción de La Laguna
Lucía y Gabrielita. Respecto al que llamas “sofoco”, sobrevino a cuenta
desde su recuerdo, luego de
de un catarrito y el fuerte calor que estamos padeciendo por acá; el doc-
muchos de vivir fuera de nues- tor Flores Montes recomendó hacerme los análisis de sangre (biometría
tra región. hemática), Rayos-X y orina de siempre (afortunadamente sigo muy bien
en materia de colesterol, glucosa, presión arterial, etc.) pero la infección
aunque débil persistía y el domingo sí me sentí mal, por lo que me llevaron
al hospital y estuve tres días para que se me controlara la cuestión; estaba
yo quizá también un poco acelerado, Mina y yo íbamos a ir de nuevo a
México algunos días, pero ya era mejor en mi caso de nuevo tomarlo con
Martín Reyes Vayssade
(Ciudad de México, 1936-Guadalajara, calma y estoy bien como te lo podrán contar Diana y Mauricio, con Daniela
Jal., 2007). Estudiante de la PCV en y Andresito que regresaban de Puerto Vallarta, y me invitaron a comer,
Torreón, Coahuila. Comunista y esparta-
quista en la década de los sesenta. Miem- lo cual te imaginas me dio mucho gusto. Pero me dice muy ejecutiva:
bro del comité de la revista Medio Siglo. “En 15 minutos pasamos por ti”, pues ya conocen el lugar. Pero ¿dónde
Abogado por la UNAM. Fue director de andan? pregunto yo. “Acá por el Estadio de Futbol Jalisco”, donde hace
los Estudios Churubusco de 1982-1984; todos muégano en abrazos y besos, se flamante Instituto “18 de marzo” (fecha una gran aceitera, siempre siguiendo la
director general de publicaciones de unos momentos se enfrentaron, nada menos, las escuadras de Brasil y
la Secretaría de Educación Pública de México. Naturalmente, mi comentario al estilo de Germán Dehesa fue: me hizo un sueño imposible; a lo sumo de la expropiación petrolera) cuyos vista de las vías del tren rumbo al norte,
1985 a 1986 y subsecretario de Cultura —pensé— será un rápido “lunch”. En muros decoró Horacio Rentería y yo es decir, hacia Parral. Por lo demás,
“Miren. Aquello está todavía un poco lejos y se cruzan lo que llaman
de la SEP 1986-1988. Obtuvo diversos
turísticamente ʻlo destinos de playaʼ. Vengan con calma y los llevo al efecto, ya cerca de las doce habló Laura recuerdo el aula del kindercito lleno de Gómez Palacio es considerada como
reconocimientos: tercer lugar en el
Primer Concurso Nacional de Cuento célebre ʻCazadoresʼ, que es muy agradable y fresco en la tarde. Y así fue para confirmarme que apenas estaban espléndidas pinturas con alegorías de los una ciudad chata y fea, aún comparada
Universitario, en 1958; Premio Heraldo llegando a la capital de Colima y que sí cuentos infantiles, desde los fabulistas a Torreón. En dirección al camino que
como vine a ver a Andresito de dos años, muy platicador y juguetón, y
de México por la campaña publicitaria
de los Censos Económicos de 1980; Me- a Daniela que crece y crece, tuve una buena charla de sobremesa muy a la veían muy pesada la subida desde la[s] griegos hasta Andersen y Oscar Wilde, va a Lerdo y luego hacia Durango, se
6 dalla al Mérito de la Fundación Antonio gusto con tiempo suficiente para que salieron como bólidos hacia Morelia. ricas costas del Pacífico al gran altiplano y la imagen del Quijote y Sancho. Es daba vuelta al cerro de La Pila desde 7
Miera y Feytal y el premio del Club de del Anáhuac. el que pintó el óleo «El pizcador» que donde se libraron algunas tremendas
Periodistas de México debido a su tra- La empresa cumple 15 años ya y ha sido ejemplo de gran perseverancia,
bajo como editorialista en el periódico tesón y servicio que yo he sido el primero en disfrutar. Me admira, sobre Espero que todos hayan llegado con siempre tuvo mi madre en su sala, y aún batallas (literariamente te recomiendo
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El Universal de 1994 a 2002. Algunas todo, el gran espíritu de aventura que tiene Diana y que quizá me heredó, bien a sus destinos y desde aquí les echo conservo. También te diré que el Coun- el poema clásico de José Manuel Othón,
de sus obras son Cartografía histórica muchas porras. try Club, con campo de golf, albercas y “Idilio salvaje”, escrito en Lerdo cuando
de Tamaulipas. Gobierno del Estado de recordando también algunos audaces paseos de la infancia.
Tamaulipas-Instituto Tamaulipeco de Para el domingo Laura y Sergio también se arrancaban de Manzanillo ¿Te das cuenta de lo rollero que soy canchas de tenis de arcilla, de la Región fungía como Juez de Paz y veía el paisaje
Cultura, México, 1990 (en colectivo) y todavía no entro en materia? ¡Torreón se encuentra o se encontraba pasando “inmensamente triste” del desierto; Ler-
con los nietos de 10 y 8 años, con la intención de llegar al D.F. y a clases
y Jecker. El hombre que quiso vender
al otro día, y me invitaban a “desayunar”. Igual les advertí con el corazón en los cuarenta y cincuenta del siglo los puentes, enseguida de la vital vía do era un pueblito nostálgico, también
México. Joaquín Mortiz, México, 2005.
alegre pero cruel escepticismo. Es cierto que en una hora o menos puedes anterior! Imagina tras el reparto agrario, del tren, entre los cerros a la izquierda, mejor arbolado y hasta podía uno de
brincar de Manzanillo a Colima y de ahí una buena autopista te trae al Área llegamos primero a Gómez Palacio, al que llamaban de La Calabaza, y uno verdad, después de saborear sus nieves,
ir a pasear a un pequeño brazo de río estar restaurado y a cuyo lado se creó un por, cuando ya joven los encontrábamos
con agua “auténtica”, porque lo que era centro cultural, todo ello a contraesquina en la ciudad de México, no en el clásico
y ha sido el Nazas, ya se convertía en de la Plaza Juárez, a cuyo frente se en- café de chinos sino en su propio barrio
“cartolandia” como el lecho del río Ti- contraba el Palacio de oficinas federales del callejón de Dolores... y luego en
juana, pues no se creía en que llegaría el y a su espalda el Palacio Municipal. Lo toda la frontera en grandes restaurantes
agua hasta que llegaba como avalancha curioso es que en el centro original, la de exótico decorado. No cabe duda que
cafetosa y torrente de lodo. plaza donde se encontraba el Casino son tenaces, pues luego vino la moda
Para mi tercer año de primaria mis de la Laguna y los hoteles y edificios de la comida japonesa con mucho más
padres optan por enviarme a estudiar a más destacados, y arrancaba la avenida espectáculo, comercialización y costo;
Torreón, al Colegio Cervantes, y tomaba Morelos con sus camellones de palme- y enseguida los cronistas de la TV: en
un camión que pasaba justo en la calle ras, no había catedral, sino un pequeño la Copa del Mundo hicieron gran alarde
Mina, pues el legendario tranvía era más templo metodista. Todo tenía su origen de las extravagancias culinarias de los
lento y expuesto. Este colegio, aunque en la famosa Estación del Ferrocarril coreanos del sur que se comen vivas
era de paga, tenía el prestigio de los pro- tan disputada en la revolufia (las breves algunas creaturas marinas no sólo sin
fesores españoles trasterrados, la mayo- y ágiles novelas de Rafael F. Muñoz o hacer gestos sino risa y risa. El miste-
ría republicanos, aunque también había del general Urquizo pueden servir para rioso oriente tiene que globalizarse más
en la comunidad española comerciantes imaginarnos cómo surgió ese centro aún ahora que continúan las amenazas de
y algodoneros que defendían a sotto histórico después de los dos grandes ajustes de cuentas y para cobrar o pagar
voce a Franco, y aquella escuela fue triunfos del villismo en las “tomas de caro el embargo nuclear. Caray, mírame abrió un pequeño Museo de Antropolo- que “tren de equipaje” que llevaba el basquet y las competencias ciclistas.
también un semillero cultural, cuando Torreón” para después avanzar sobre los y dame un coscorrón por hablar tanto de gía e Historia sustentado en la colección gobierno liberal trashumante se había En ella es en donde consagraron una
recuerdo las Covadongas, donde surgie- orzoquistas o luego enfrentar al Varón batallas y guerras. que nuestro maestro Wenceslao Rodrí- reducido en algún punto del camino, placa a la entrada de una aula a Rosa
ron primero Magdalena Briones y luego de Cuatro Ciénegas, que también se Mi madre dio clases de inglés en casi guez fue reuniendo en colaboración del los habitantes de ese terruño fueron V. de Reyes y como digo, la colonia
Piolar Rioja como la gran bailarina que descolgó desde Coahuila, como Made- todas las escuelas de la ciudad, hasta prestigiado investigador Pablo Martínez sometidos a terribles presiones y tortu- española estaba en el eje de la aveni-
todavía admiramos no hace mucho. A mi ro desde Parral. (Otro gran paréntesis: en el Colegio La Luz de señoritas, y del Río del INAH, para registrar los ras sin que  nadie revelara el escondite, da Colón, hacia el Parque San Isidro,
regreso de San Francisco y Novato, don- el mito es que Villa personalmente clases particulares a muchas familias sitios más antiguos de las culturas del según las altas y bajas de los cinco años donde surgieron los fraccionamientos
de me emparejaron con el “fourth grade” aventaba a los chinos desde la altura de la ciudad, pero fue acumulando ho- desierto, digamos los ititas, y las cuevas que duró la intervención. ¿No te parece residenciales más elegantes, después de
de la primaria, con las deslumbrantes del Casino; la realidad de este asunto es ras-clase en la secundaria y preparatoria y rocas con pinturas rupestres en toda esa una historia para un “western”? Las uno llamado Torreón Jardín y el primer
experiencias visuales y culturales del que tuvo tintes genocidas aún peores, Venustiano Carranza donde yo estudié, región que se concibe que se pobló en carretas regresaron a Palacio Nacional campo de golf propiamente de la parte
primer año de la postguerra, al regresar la matazón de chinos la consumaron que luego se incorporó a la Universidad torno a la Laguna de Mayrán. Quizá por y contenían si duda, en su afán de legi- coahuilense de la comarca lagunera,
a Torreón me entero que los maestros a cabalidad las primeras tropas que de Coahuila, con lo que pudo finalmente eso ahora entiendo que el plantel cambió timismo, una buena cantidad de legajos conurbación interestatal bastante des-
catalanes, Farrús y Alexandre, se des- entraron a la ciudad y cuando Villa y su hacer sus largos viajes a Europa y a los de nombre por el de José de Jesús Bo- de nombramientos, actas, adhesiones, igual. El torreoncito que le da nombre
prenden del Colegio Cervantes y fundan estado mayor se instalaron en la ciudad, Estados Unidos para recuperar esa gran rrego, aquel que escondió las 14 carretas renuncias, informes y no sólo menaje de a la ciudad hay que irlo a buscar allá
el Hispano Mexicano, en contraesquina aquel desenfreno estaba consumado. En pasión por el arte que la obsesionaba y que llevaba Juárez en su camino hacia casa, es decir, una parte quizá importante arriba de un cerro más por el rumbo
de la Alameda. Nosotros vivíamos en la la colección Regiones de Conaculta hay finalmente jubilarse, aunque siguió con las tierras de Chihuahua, en la Cueva del del Archivo General de la Nación. Pues del centro y vieja estación ferroviaria.
calle Jiménez 36-B, una privada de casas una investigación muy documentada al clases particulares hasta principios de los Tabaco, al frente de los rancheros que es en la que se basó Paco Ignacio Taibo Siguiendo esa cadena de “cerros viejos y
8 de departamentos de dos pisos y cuarto respecto; el sentimiento antichino por la ochenta, como recordarás.. Esta escuela, les decían los “tulises” en un miserable II para una novela con la que ganó el pelones” aparece la ancestral siderúrgica 9
de servicio en la azotea, donde vivían disputa xenófona de las tierras y fuentes la gloriosa PVC, se inauguró para el año pueblo que llaman El Gatuño. La historia Premio Planeta.  de Peñoles, que ahora denuncian que
al frente los propietarios, la familia de trabajo aparece desde el manifiesto escolar 50-51, los que entramos a secun- cuenta que el propio Juárez, quien les Bueno pues, lo que me dicen es que ha llenado de plomo los pulmones de
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Rivas. Hace poco me platicaron que ya fundador del Partido Liberal magonista. daria en el 49-50 trabajamos en las aulas encargó cuidar y resguardar aquellos ahora alberga una populosa secundaria; los niños de las colonias populosas. En
desapareció y no sé qué sustituyó a este De niño en alguna calle veíamos con ex- prestadas de la escuela Centenario, que papeles, le sugirió tomar el nombre de pues quizá la Universidad tiene muchos el auge del algodón las despepitadoras,
predio. Pero su ubicación es fácil pues trañeza unas oficinas de Kuo Ming Tang, luego siguió siendo aprovechada como Congregación Hidalgo, y que los fran- otros más modernos planteles, es ésta empacadoras, aceiteras florecieron y
estaba exactamente a media cuadra de del partido de Chian Kai Chek. y ahora secundaria y preparatoria vespertina, ceses que ya lo querían alcanzar con la frente al Bosque, rumbo al norte a un par luego vino la afanosa búsqueda de las
la avenida Matamoros y a la vuelta del entiendo por qué conocí la comida china mientras nosotros pasamos al nuevo cada vez más abierta complicidad del de kilómetros del Estadio Revolución, maquiladoras de ropa de mezclilla, pues
Teatro Isauro Martínez, decorado en un primero en lugares muy sórdidos, medio flamente plantel, que estaba frente al que gobernador de Nuevo León, Santiago sede beisbolera del Unión Laguna, que los “jeans” no dudábamos que era una
exuberante estilo morisco, que hoy debe escondidos, con altos patios llenos de va- se llamaba El Bosque, donde también se Vidaurri, al advertir o recibir noticias era más nuestro deporte, así como el contribución a la cultura humana de los
Introducción,
sismo

A un año del terremoto


y la solidaridad
Lucila Navarrete Turrent

A
las 13:14 horas del 19 de septiembre de 2017, el Servicio Sismológico
Nacional reporta un sismo de magnitud 7.1 con epicentro en la frontera
entre Morelos y Puebla, a escasos kilómetros de la Ciudad de México.
Fuertísimas sacudidas toman desprevenida a la ciudadanía y segundos después se
activa la alerta sísmica. En distintas zonas el polvo comienza a pintar un paisaje ate-
rrador. Las avenidas se saturan de autos, y el escombro y la desolación en una lluvia
de objetos sin sentido construyen la escenografía de una ciudad que comienza a ser
ocupada por un gigantesco voluntariado de jóvenes que recorren las calles en busca
de palas y cubetas, de cascos y botiquines, dispuestos a encontrar sobrevivientes.
Algunos de esos voluntarios fueron estudiantes de mi clase de Crítica y Teoría
Lucila Navarrete Turrent Literaria Latinoamericanas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Durante
bragados rancheros del norte. El desa- se encuentra el Templo de El Carmen, y From: Martín Reyes Vayssade (Torreón, Coahuila) Investigadora, do-
cente y periodista cultural. Ha impartido
los días posteriores al desastre nos preguntamos de qué manera las humanidades, y
rrollo desigual se trazó por los ejes ferro- tres calles más arriba llegaba a la esqui- To: Claudia Reyes Trigos
clases en el Colegio de Estudios Latinoa- en particular la literatura, podían contribuir a la rehabilitación colectiva. Entonces
viarios y carreteros. Saltillo vive más su na de la Jiménez donde, a la vuelta de Subject: Fe de erratas mericanos de la Facultad de Filosofía y decidimos transformar el aula en un espacio de acompañamiento y formación teóri-
cercanía a Monterrey, como Monclova una funeraria y a media cuadra estaba Date: Thu, 02 May 2003, 22:34 Letras de la UNAM, en la Universidad
de la Comunicación, la Universidad co-metodológica para intervenir con rapidez y prudencia en una realidad que deman-
ha visto decaer sus Altos Hornos, tanto la privada. El periódico La Opinión,
Iberoamericana Puebla y el Instituto Su- daba a gritos enmendar las fracturas más íntimas de la tragedia y también adoptar
como ustedes ven allá como gran sím- por cierto, donde yo hice mis pininos Hija: por si te llegó el largo «rollo» perior Intercultural Ayuuk. Es Licenciada una actitud contestataria frente a la indolencia y debilidad de nuestras instituciones
bolo los restos propiamente de carácter estaba pocas cuadras adelante sobre la que te escribí, saltando de un asunto en Comunicación por la Universidad
Iberoamericana Torreón; Maestra y gubernamentales. Durante varias semanas verificamos que la recuperación social
monumental de “arqueología” industrial Matamoros también y ya más adelante a otro, para que imagines en contexto
Doctora en Estudios Latinoamericanos pendía tanto de la capacidad para resolver necesidades inmediatas —como curar
de la Fundidora, que en efecto puso en pero en la otra acera el decano El Siglo histórico y vivencia personal lo que por la UNAM en el campo de literatura.
heridas, interponer denuncias, preparar alimentos, coordinar brigadeos—, como de
marcha todo un gran proyecto educativo de Torreón de la familia Juambels donde era Torreón entonces, estoy seguro que Ha realizado estancias de investigación
en la Universidad Autónoma de Madrid rehabilitar la memoria, la imaginación y los afectos. Por esta razón emprendimos
de gran proyección nacional y jerarquía también escribió mi padre una columna estaba plagado de “erratas”. Rectifico y y la Universidad Nacional de Córdoba en la tarea de estudiar y poner a prueba la relación entre testimonio y literatura, entre
reconocida a nivel internacional como el sobre temas médicos, pero imagina de preciso: el nombre correcto del plantel Argentina sobre temas relacionados con
autores de la tradición literaria cubana,
creación y terapéutica.
TEC y diversificó su desarrollo. El otro lo que te platico cuando recuerdo ahora que fuera la preparatoria Venustiano
entre ellos Jesús Díaz y Virgilio Piñera. Felipe Castillo, Stefany Cisneros y Karl de Negri, todos ellos estudiantes
10 sistema importante de enseñanza supe- que todo esto sucedió hace más de medio Carranza es Juan de la Cruz Borrego. Cuenta con diversas publicaciones en de la Licenciatura en Estudios Latinoamericanos de la UNAM, participan en esta 11
rior privada fue el creado por los jesuitas siglo. Quizá ahora en nuevos viajes se La novela de PIT II que recuenta esta revistas arbitradas e indexadas, como la
revista Cuadernos Americanos, la Revista entrega conmemorativa con textos variablemente relacionados con el testimonio y
de la U. Iberoamericana, el ITESO. En orienten mejor, aunque eso debe estar historia se titula La lejanía del tesoro,
Surco Sur y Cuadernos de Literatura del el género cuentístico. Organizar este espacio desde la Ibero Torreón, a donde me
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Torreón fueron los de la Escuela Carlos muy cambiado. Premio Planeta-Joaquín Mortiz 1993, Caribe e Hispanoamérica. Asimismo
reincorporo como docente después de varios años de haber egresado de sus aulas,
Pereyra que también se encontraba atrás Empecé este rollo hace varias horas y naturalmente es un epopeya chinaca, publica periódicamente para Revista de
Coahuila, Casa del Tiempo y Cuadrivio. constituye la posibilidad de tender un puente, un diálogo fecundo entre jóvenes y
de la Alameda. Los amigos de mis an- y te lo debí programar como un “clip”, escrita con la agilidad que lo caracteriza
Actualmente se desempeña como profe- colegas de varias latitudes geográficas y universitarias.
danzas infantiles y juveniles surgieron a ver si lo recupero en la carpeta de como prolífico autor de novelas policia- sora de asignatura del área de Humani-
A un año del desastre y desde tierras donde es imposible que suceda una tragedia
de ese camino de la calle Degollado, “borrador”. cas y otras biografías. dades de la Universidad Iberoamericana
Torreón. de tales proporciones, resulta prudente hacer una pausa y reflexionar cómo actuaron
paralela a la Colón, cruzando al cual, dos Vale, un abrazo a todos. Todo bien acá. Mina ya regresó. De lucilanavarrete@gmail.com nuestros universitarios a lo largo del país; cómo se organizó un ejército de jóvenes
manzanas adelante sobre la Matamoros, nuevo saludos a todos. Martín.
solidarios que fue capaz de responder a los reclamos de su desgarradora realidad.
Crónica,
sismo esta tarde habían, por fin, sucumbido a se notaba una expresión de congoja en la mitad de blanco, de los dos niveles.
los embates del tiempo y de la tierra. su rostro. En la planta baja todo estaba circundado
—¿Y de qué dices que trabajas? —in-
Volveremos
Conforme avanzaba se iba acordan- por ventanales. Las pequeñas escaleras
do de sus viejos días en el barrio, porque quirió el oficial. que conducían al segundo piso estaban
pensó que tal vez ya no iba a estar más —Soy vigilante. repletas de cajas de cartón con un con-
allí. Tenía qué pensar en algo, pues —¿De qué? tenido misterioso.

Felipe Castillo Jiménez

E
l chofer les pidió que se bajaran. Luego vieron al camión dar
media vuelta y deambular avenida arriba esquivando carros que
ya iban en sentido contrario. Todos caminaban desbordando las
banquetas. El hombre, sin embargo, no sabía bien qué hacer. “Siempre
siento una quietud tremenda al llegar a mi casa. A pesar de que el camino
de ida sea de dos horas y el de regreso de otras dos. No hay una sensación
en el mundo comparable a la de ver los postes viejos, repletos de cables,
coronados por transformadores sucios. De ver nuevamente las banquetas
partidas, a los vecinos asomándose siempre tranquilos, al pavimento
todo chueco. Dar vuelta por la esquina, oír a los perros habituales pegar
corretizas”. Su casa estaba lejos y la tarde amenazaba con llegar pronto.
Imaginó, primero, la escuela de los niños derrumbada. No sabía qué
pensar realmente. No tenía manera de pensar algo. Y si su casa, y si su
casa… mejor no preocuparse. Mejor caminar acompañado de toda la gente,
que iba cabizbaja, como si algo malo hubiera pasado en las casas de cada
uno de ellos. Más adelante encontró un poste tirado, partido a la mitad. aún era largo el camino. El metro no —Trabajo en un edificio, por la —Tú, Juanito, ¿sabes dónde están
Felipe Castillo Jiménez
(Ciudad de México, 1996). Actual- Había dejado algunas varillas peladas al aire. Los cables que sobraban funcionaba y el chofer había terminado Obrera. los refugios que han estado diciendo
mente cursa los semestres finales de la pendían del poste más cercano y la gente aún lo rodeaba, como si fuera con sus últimas esperanzas de llegar —Ah —dijo mientras exhalaba una en la tele?
licenciatura en Estudios Latinoame- temprano a casa. Pensó en sus amigos. bocanada de humo. Le dio otra calada y —No sé, mi jefe. Pero ahorita se lo
ricanos en la Facultad de Filosofía y el cadáver de algún recién atropellado. Se quedó allí parado, anonadado,
Letras de la UNAM. Desde hace al- frente al poste tirado a la mitad de la calle. Lo miró cerca de diez minutos Recordó que uno de ellos, Ernesto, había luego se sonrió, como burlándose. Los investigo.
gunos años se dedica a la producción y luego siguió su camino. Sobre la avenida Zaragoza no volvió a encontrar tenido algo de suerte, un par de buenos miraba despectivamente —y ahora qué —A ver pues —se dirigió a la fa-
de contenidos radiofónicos para la vas a hacer.
postes deshechos. Aunque se la pasó buscándolos obsesivamente. trabajos y después de casarse con una milia—, acomódense en ese rincón.
radio en línea del Centro Cultural de
España en México. Ha colaborado en Recordaba perfectamente cómo fueron aquellos meses del desastre del hija-de-buena-familia, había logrado —No sé. Ahí están las cobijas para que se tapen.
un par de proyectos independientes, mudarse a la Narvarte. —En la tele estaban diciendo que Ahorita les cierro aquí y apago la luz.
85. Conservaba en su mente imágenes de los edificios partidos a la mitad,
como la Revista Osario y La casilla
12 ahumada. También ha participado o caídos sobre sí, o vomitando cascajos a las calles. Aún permanecían en hay refugios. De todos modos yo creo que ya no va 13
como colaborador invitado en el Se- su mente los letreros de los grandes hoteles destruidos, de los cafés redu- —Está bien, pueden quedarse esta H.J. Martínez, decía en la placa del a pasar nada.
minario de Estudios sobre Narrativa noche aquí. Pero no más —advirtió el policía. Hubo silencio unos minutos. El subalterno buscaba información
cidos a escombros. Pero aquello que vio durante la tarde le parecía más
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Latinoamericana Contemporánea de
la UNAM. bien suciedad, como si todo manara del suelo. Tenía miedo de volver a policía—. A ver tú, güey, ponles allí El oficial Martínez siguió fumando. Se a través de su celular. Martínez lo miró
castillof63@gmail.com encontrar edificios rotos, puentes vehiculares deshechos, gente aplastada, unos cobertores… sí, esos viejos que le acercó el otro policía, traía unas cobijas y luego arrimó la silla y la mesa que
atrapada entre lozas de cemento aniquiladas. Se acordó, por supuesto, de echábamos a la Canela. viejas que acomodó en la esquina de la estaban a la mitad del cuarto hacia el
aquella casa que quedaba cerca de donde tomaba el último camión que lo El policía los volteó a ver. Encendió pequeña habitación. Era sólo una caseta ventanal del frente. Se sentó en la silla
conducía finalmente a su hogar. Aquella casa que estaba a un costado de un cigarro y luego se rio. El hombre, con de vigilancia, situada en el cruce de dos y estuvo un rato viendo por la venta-
la iglesia de San Lorenzo era una construcción vieja y muy deteriorada. su mujer y su hija, estaban hambrientos. avenidas, frente al tiradero de basura. La na, mientras terminaba de fumarse el
Al menos dos de sus bardas estaban a punto del colapso y seguramente Aunque la niña dormía plácidamente, estructura era nueva, sólo estaba pintada cigarro. El humo poco a poco inundó
la habitación. El hombre y su esposa ayudáramos a llevar estos víveres para automóviles se volvió a acordar de su no de ellos los acompañó hasta la caseta
acomodaban las cobijas en el piso. Él allá dentro, o a organizar la herramienta amigo Ernesto. Aquél, que siempre fue de vigilancia más próxima. Ya había
había traído un par de cobertores sucios que viene llegando de todos lados. el que había llegado de la Portales, el que anochecido y la luz eléctrica estaba por
y unos cartones manchados de aceite —Se cayó mi casa —le respondió. decía que odiaba vivir en ese basurero. reestablecerse.
quemado. Los pusieron como base en Lo miró a los ojos. Comenzó a llorar. A veces se iban juntos al Peñón Viejo,
el piso y la mujer se acostó con la bebé Tomás lo abrazó. a trepar el monte. Néstor, como ya era Al otro día, temprano, el oficial en turno
en brazos. “¿Y tú?”, preguntó la mujer. llamado en la cuadra, solía decir que lo les pidió que dejaran limpia la caseta. No
El hombre no respondió y se asomó por Continuó caminando con la demás gen- único que esperaba era tener un jardín quiso decirles más. No les dio ni cinco
la entrada de la caseta de vigilancia para te. Cruzó el primer puente vehicular con con pasto donde poder acostarse a ver pesos para el camión, ni las indicaciones
platicar con el oficial que buscaba algo miedo de que éste se desplomara apenas las nubes. Por eso le gustaba irse para de cómo llegar a la delegación de Izta-
en el celular. pasara debajo de él. Recordó que había el monte, se olvidaba un poco de dónde calco y cómo buscar el refugio.
—¿Cuántos meses tiene? —preguntó conseguido su trabajo gracias a su amigo estaba. “Pinche ciudad Neza”, decía, “es Tuvieron que ir de casa en casa
el oficial Martínez a la mujer que ya Ernesto, quien lo había recomendado pura tierra, pura tierra árida”. Renegaba pidiendo dinero. Alguien les dio diez
estaba recostada. con su optometrista que también traba- de que su padre los hubiese traído a pesos. Alguien más tomó cincuenta y
Ella pareció no escuchar. Acomoda- jaba en el hospital. Le habló un sábado rastras hasta acá donde lo único bueno les dijo que lo mejor era ir en taxi. Pero
ba las frazadas alrededor del cuerpecito por la mañana, a su celular. “Pero cómo, que había eran las funciones de cine todos los miraban con desconfianza y
de la pequeña, mientras hacía “a la ro-ro- si yo ni soy doctor”, recuerda haberle de ficheras a las que podían colarse en miedo. Incluso el taxista, al que le pa-
rooo” en voz baja, como balbuceando. respondido. “Ya sé, pero vas a entrar las matinés. En la fachada del negocio garon 60 pesos para que los llevara al
Martínez las observó fijamente. Encen- de vigilante. ¿Cómo ves?”. Se presentó de automóviles estaba grafiteado: aquí albergue en Iztacalco.
dió otro cigarro y regresó a mirar a través dos o tres días más tarde. Le dieron su estuvo Néstor. Por eso se acordó de él. Una vez allí, se despidieron. Él tenía
del ventanal. Afuera no se veía nada. El uniforme, un par de zapatos y una gorra Subió el puente peatonal y atravesó que ir a trabajar. No hay de otra, le dijo
alumbrado público no funcionaba hasta con la que supuestamente se cubriría del la avenida repleta de carros. Volteó a su esposa, tú te quedas aquí con Paola
esta parte de la avenida. La mayoría de sol. Habló con Ernesto un mes después. hacia el poniente y observó a cientos y yo regreso en la noche. Aquí tienes
las casas no estaban pintadas por fuera. cascos, picos, palas, vestidos con ove- una antena gris, enorme. Un sujeto Le agradeció por haberle conseguido el de personas avanzando con cadencia, comida, en ese montoncito de allá hay
Eran todas de un solo nivel. La poca luz roles azules o anaranjados y que en la desayunaba café con pan en su interior. trabajo. Quedaron de verse algún día mirando nada más que al piso. Bajó del ropa limpia. Hasta hay una doctora por
que iluminaba parcialmente la avenida espalda llevaban escrito “búsqueda y —¿Qué pasó allí? para tomarse una cerveza y platicar. otro lado del puente y se adentró en las si la niña se te pone mala. Yo creo que
era de los focos de estas casas, de los rescate” o “bomberos”. Encontró a un —¿Qué no sabes? —dijo masticando Tras media hora de marcha ininte- calles intrincadas para cruzar después tú te puedes quedar en esta colchoneta
televisores que aún estaban encendidos. par que lleva la bandera de Chile y un un pedazo de pan— se cayó la fábrica. rrumpida, comenzó a correr el rumor la avenida Texcoco y llegar por fin al y ya, si no cabemos, me acuesto aquí en
En sordina llegaban las notas de música pastor alemán también con uniforme “Se cayó la fábrica”, se repitió inter- de que la Clínica 25, que estaba a unos Estado de México. el piso junto a ustedes.
de banda proveniente de alguna calle y lentes protectores. Los rescastistas, namente. “Se cayó la fábrica”. Caminó metros de allí, se había derrumbado. Se Caminó derecho hasta su casa en
aledaña. El ambiente apestaba a basura. se dijo. Al salir del metro notó que para cruzar el Eje. Cuando iba llegando decía que tal vez no se había derrumba- la calle Rancho Grande. Dobló en la El hospital también tenía algunas cuar-
casi no había gente en la calle. El Eje a la esquina, antes de atravesar el pri- do, pero que estaba por hacerlo, que era esquina y vio que todo estaba tranquilo, teaduras. La mayoría de los pacientes
“Pronto volveremos, con la ayuda de to- Central estaba repleto de bicicletas mer cerco policial, Tomás lo vio desde cuestión de minutos. “Ay Dios mío”, como en cualquier martes por la tarde. habían dejado las instalaciones, y otros
dos”. Leyó en la foto de un periódico. La que iban y venían. En la entrada de lejos. Se levantó del puesto de caldos exclamó una señora. “Ay Dios mío, mi Eran cerca de las siete. No había luz en más preferían quedarse allí. Afuera, el
frase estaba pintada sobre una barda que la calle Chimalpopoca vio los cordo- de gallina que ese día estaba cerrado y papá está internado allí”. La gente que la la colonia y su mujer estaba a media calle sonido de las ambulancias y el trajinar
14 había quedado en pie delante de un mon- nes de seguridad que controlaban el lo alcanzó una vez que llegó a la acera. rodeaba notó su angustia. Una camioneta abrazando a su pequeña hija. Cuando se de las personas eran interrumpidos de 15
tón de escombros y polvo. Ese día no le acceso. En el fondo se levantaba una —¿Cómo estás, cabrón? —le dijo de redilas que iba repleta de personas acercó con ella, notó que su semblante tanto en tanto. “El silencio estalla afue-
cobraron la entrada al metro. Agradeció pequeña nube de polvo, con densidad con un tono expectante y mirada tor- se detuvo y con ayuda de los demás tri- estaba desencajado y pálido. Señaló ra”, pensó, cuando un paciente le dijo: el
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no tener que gastar cinco pesos más. Se casi transparente. Se apreciaban a lo va—. ¿Todo bien? ¿Cómo está tu fami- pulantes, subió a la señora y retomó su hacia su casa. La barda del vecino había silencio está allá fuera. Entonces salió.
bajó, como siempre, en la estación Doc- lejos los escombros. lia? Pensé que no ibas a venir hoy. ¿Qué camino. Comentarios sueltos se dejaron caído sobre su patio y aplastado la puerta En la calle, Tomás corría de un lado a
tores. Pero había algo enrarecido en el A un costado de la entrada del metro no escuchaste las noticias? Todas las en- oír: “Pobre señora, iba toda espantada, principal. No había forma de entrar, otro diciendo a los automovilistas que
ambiente. Había cierto olor inusual. La había una van de Televisa interrum- fermeras están atendiendo a la gente que como que le faltaba el aire”; “Más que salvo por el techo. Justo enfrente había entraran por la puerta trasera del hospi-
poca gente que usaba el metro lo hacía piendo el paso habitual de las personas. necesita algo de ayuda de la fábrica. A pálida, se puso morada”. un poste de luz derrumbado. tal, que por ahí no dejaban pasar. Todos
consternada en su mayoría. En el camino Allí dentro había algunas cámaras y los que van sacando se los están llevando Cuando el hombre pasó frente a la Los vecinos les dijeron que lo mejor estaban tan ocupados que cuando salió
encontró a varios sujetos con botas, pantallas. La furgoneta llevaba encima al Centro Médico. Nos dijeron que les estación de servicio de una cadena de era hablar con la policía del lugar. Algu- y cruzó la calle, nadie lo notó.
Crónica,
Tomó el trolebús que también ese policiales con la intención de levantar ida vacías, de regreso llenas de cascajo. sismo
día era gratuito. Después de varios mi- escombros. El sol no terminaba de caer Una señora lo vio y le dio agua, lo tomó
nutos se bajó enfrente de la estación de a plomo y todo se veía de un extraño del hombro y le sonrió, intentó consolar-

Otra vez septiembre


bomberos. Sólo una cosa ocupaba ya su tono anaranjado. En el fondo, además lo. Él había dejado de escucharla. Notó
mente: Ernesto. Se acordó de su amigo del sonido de motores, de ambulancias que le corrían lágrimas por el rostro.
desde el día anterior. Era el único capaz y sirenas se escuchaba algo como un Observó cómo los vecinos lo volteaban
de ayudarlo en un momento así. No cuchicheo constante; eran como susurros a ver, conmiserándose.
sabía que ocurriría con su casa, ni con de aquellos que no querían elevar la voz En los alrededores había cartulinas
su trabajo ni con su familia. para escuchar, para escuchar cualquier con mensajes escritos: “Para Yola, con
Caminó apresuradamente. Atravesó cosa, cualquier sonido. cariño de Graciela, por siempre en mi Stefany Edit Cisneros Zúñiga
las calles repletas de gente gritando, Como llevaba puesto el uniforme de corazón. Sobrevivientes en el 68”; “A

M
organizando acopios, cadenas humanas, vigilancia del hospital, lo confundían ti, Lore, por cambiar el rumbo de mi e miré al espejo y pregunté cómo veintidós años podían pesar
repartiendo comida, dulces, lo que fuera. con un policía. Cruzó las líneas de segu- vida. Disculpa si jamás volví a verte, tanto. Eran las 5:00 de la mañana. Me había costado despertar
Andaba. Recordó la única vez que fue a ridad que resguardaban el trajinar de las pero siempre sabré lo grande y genial ese día. Cuando abrí los ojos parpadeé una, dos, tres veces
casa de Ernesto. Lo vio feliz, en el patio personas en los derrumbes. Él continuó que fuiste”. Siguió avanzando. Enfrente para que mi vista —o lo que permitiera mi miopía— pudiera aclararse.
trasero, donde tenía un pequeño jardín. andando sobre la calle que ahora se de lo que fuera el edificio donde vivía Continué con la rutina hasta salir de casa. Mis gatos maullaron, era su
En la imagen que guardaba dentro de su presentaba en su memoria de una forma su amigo estaba el muro intacto que forma de despedirse.
memoria, Néstor estaba de pie, mirándo- más nítida. Iba contando los números. había visto esa mañana en una foto del Los pies me pesaban como dos bolas de cañones. Recordé a Anja,
lo a los ojos; la luz le caía directamente Con temor de recordar con exactitud el periódico. En su mente estaba Néstor, de solía emanar un aroma a gardenias y a marihuana ¿Por qué no contestaba
sobre su rostro, por lo que tenía los ojos número de la casa que eventualmente pie, con las manos en la cintura, los ojos mis mensajes?
entrecerrados, el cabello largo, las ma- encontraría unos metros más adelante. entrecerrados, mirándolo directamente, Como todos los días, la ciudad estaba saturada de todo tipo de ruidos.
nos en la cintura. Néstor sonreía, feliz, “Ojalá que no”, se dijo en voz baja, “oja- sonriendo, feliz y le decía: “Cuántos Era un coro de pitidos, gritos, saludos, charlas efusivas y conversaciones
plácido, en su jardín. lá que me haya equivocado de calle”. años sin vernos”. Frente a él, en el muro, forzadas.
Dobló en la esquina de la calle, Frente a los escombros había cade- se podía leer aquella frase: “Pronto vol- La mayoría de los gritos provenía de mujeres que rebasaban por poco
como hace más de quince años lo había nas humanas que se pasaban cubetas, de veremos, con la ayuda de todos”. el metro y medio de estatura y de hombres ligeramente más altos. Ambos
hecho. Esta vez sin la alegría de aquel ofrecían productos “para el niño, para la niña, para que vaya disfrutando
domingo. En esa colonia el desorden Stefany Edit Cineros Zúñiga en el camino” o “para esa higiene personal”. Una extraña combinación
era mayor, aunque la Marina ya cercaba (Ciudad de México, 24 de enero de
1995)  Desde el 2014 a la fecha forma
entre panes, juguetes, cortauñas, cocteles de fruta, cremas elaboradas a
los alrededores. Centenares de personas parte del proyecto de Narrativa Fan- base de marihuana para el dolor y pequeños ramitos de gardenias. De
andaban por las calles. Había muchos tástica y Poesía del Centro Cultural nuevo el recuerdo de Anja, hacía días que no sabía nada de ella.
campamentos improvisados frente a José Martí en la Ciudad de México,
lo que le ha permitido presentar parte Recordé sus manos, tan largas y peculiarmente varoniles, su sonrisa y
edificios a punto del colapso, donde los de su obra poética y narrativa en la estrechez de su cintura. Volvió a mí el instante en que nos conocimos.
inquilinos observaban cómo sus hogares distintas ferias como la del libro en el La probabilidad era inexistente. Vivíamos tan lejos la una de la otra y
Palacio de Minería (2015-2018), de las
se inclinaban poco a poco para derrum- aún así, sucedió.
Culturas Indígenas (2015, 2016) y el
barse, cómo las grietas paulatinamente Remate de Libros del Auditorio Na- Hice gran parte del recorrido de forma mecánica. Llegué a Chabacano.
16 crecían sobre las bardas y los pilares. cional (2014- 2016, 2018). También
Entonces, mientras esperaba abordar el tren para dirigirme a la estación 17
formó parte de la revista estudiantil
Frente a un edificio de siete pisos, ob- Tacubaya, dos mujeres comenzaron a gritarse. Me quité los audífonos y
Horizontes (2016-2017) de la Licen-
servó cómo un sujeto entró precavido ciatura en Estudios Latinoamericanos pude entender mejor. Una mujer le reclamaba a otra haberle echado atole
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por la puerta principal que estaba casi de la UNAM. Actualmente cursa los
últimos semestres de esta carrera, y
encima de los zapatos y la otra respondió “Si no te gusta, vete en taxi”.
en escombros para sacar, solo con sus como editora es becaria en la revista La mujer que reclamaba tenía como cuarenta años, llevaba una falda roja,
manos, la mayor cantidad de pertenen- México Desconocido. zapatos de gamuza negra —ahora con una gran mancha blanca— y un
cias que pudiera, ante el latente peligro muertepoetica.seth@hotmail.com
saco sencillo. Su peinado constaba de un chongo improvisado que reunía
de derrumbe. En algunas esquinas ha- poco cabello y que además había sido teñido hacía unos meses pues las
bía filas de voluntarios que esperaban raíces negras habían desplazado seis centímetros del rubio cenizo. La
su turno para poder cruzar los cercos mujer casi no tenía cejas ni estaba maquillada. Su contrincante era una
mujer de aproximadamente cincuenta algunos chismes y anécdotas. Alguien estallar y todas las cosas comenzaron eso?, pensé). En serio creía que íbamos
años. Llevaba un vestido cubierto por hablaba de lo que comería en la tarde; a moverse, apenas pudimos volver a a morir. No dejaba de temblar, era un
un mandil de flores verdes. Sus zapatos tortitas de pollo en salsa verde... replegarnos. Las computadoras se ba- martirio que parecía no tener fin.
eran cafés. En las manos llevaba —en Después de unos minutos pudimos lanceaban sin terminar de caer, mujeres Cuando dejó de sacudirse el suelo,
efecto— un atole destapado y una volver al edificio. Entonces, la quietud y hombres se abrazaban y rogaban por bajamos. Todo era un caos. No pude
“guajolota”, como podía se aferraba a fue abruptamente interrumpida por un sus vidas y las de sus gentes. De repen- contener el llanto, tenía las fotos de los
una bolsa de mano negra y a un suéter repentino movimiento de la tierra y por te se escuchó el estruendo de una taza cadáveres en la cabeza, ¡no quería ter-
verde aguacate. el sonido seco y cavernoso de la alerta mal puesta que se convirtió en pedazos minar así! El rostro de Anja me embistió
La señora mayor no había terminado sísmica que volvió a encenderse cuando de cerámica. El encargado de limpieza como un flashazo doloroso. Crecía en
de pronunciar la palabra “taxi” cuando ya estaba temblando. comenzó a gritar y alguien tuvo que mi pecho el temor de no volver a verla,
recibió un jalón de cabello que la hizo El edificio se convirtió en un péndulo consolarlo haciéndole promesas de que ¿y si moría ese día? La gente gritaba,
tambalearse. Soltó lo que traía en la gigante, los vidrios parecían a punto de todo estaría bien (¿cómo pudo decirle suplicaba por su vida. El llanto no tardó
mano y gritó “Ayuda, por favor, suélta- en hacerse presente. Las voces de arre-
me vieja loca”. La ira de la señora Re- pentimiento: “Por favor, Dios, padre
clamos iba en aumento. Levantó el vaso nuestro que estás en el cielo”.
de atole con lo que quedaba dentro de Conocidos se tomaron de las manos
él y se lo echó encima a su sumisa con- y desconocidos se vieron los rostros por
trincante. En ese momento comenzaron primera vez. El miedo era una arruga
los chiflidos y exclamaciones como “¡Ya gigante y un brillo generalizado en los
déjala!”, “¡Háblenle al policía!”. No ojos. Aún cuando ya había dejado de
supe qué hacer, todo ocurrió en cuestión temblar, no paraba de pensar en Anja,
de segundos. Llegó el policía y al mismo sé volar, perderemos el tiempo, aún así, quebró. Me costó un rato recuperarme era su día libre, debía estar en casa.
tiempo el metro. Me fui. vengo a averiguarlo, ¿puedo sentarme?”. y más aún no llorar. Todavía, cuando Traté de llamarla, pero la línea telefó-
Cuando llegué a la estación Tacuba- Así comenzó una historia que había cierro los ojos, puedo leer el relato de nica estaba muerta. Intenté calmarme.
ya tuve que esquivar a los vendedores, durado siete meses. Anja era la primera un profesor del Conalep Hamburgo. El Había dejado la cartera en la oficina
varios montoncitos de mercancías exten- pareja mujer que tenía y Anja era la lugar colapsó por completo y en hora y no pensaba regresar. Mi jefa dijo
didas sobre sábanas en el suelo y tumul- primera persona que amaba. de clase, el profesor tuvo que ayudar a que podía irme, no escuché lo demás,
tos de rostros con las cejas contraídas. Logré atravesar la ciudad y llegar a sacar de entre los escombros los restos caminé hacía el metro. La gente estaba
Anja no viajaba en metro, no entendería. Polanco. Ahí trabajaba. La oficina se en- de sus propios estudiantes, y es que la por todos lados, muchos continuaban
Me concentré en ella. Quería verla, contraba en el último piso de un edificio única forma digna de morir es cuando arrojando suplicas.
necesitaba respirar en su cabello, ver en de 14 plantas. El lugar estaba cubierto se muere completo, pero ellos fueron Necesitaba hablar con Anja, saber
sus ojos y besar en su sonrisa ¿Por qué de cristales en vez de paredes. aplastados. El profesor contó que incluso que estaba bien, pero no conseguía hacer
no respondía mis mensajes? Todo era nuevo para mí. Hacía quedaron destripados e irreconocibles. la llamada. En ese momento vi cómo una
Anja vivía en la colonia Roma. Ahí apenas unas semanas había entrado a la En su desesperación, los padres agarra- señora con varias décadas en la espalda
la había conocido. Parecía modelo y ni revista y para conmemorar el día, mi jefa ban cualquier cuerpo o partes de cuerpo se esforzaba por recoger la mercancía de
18 siquiera me pasó por la cabeza tener me había encargado investigar lugares para poder enterrar a alguien. su pequeño puesto de periódicos; no lo 19
alguna oportunidad con ella. Rod me lo antes y después del terremoto del 85. Pasaron algunas horas antes de que pensé dos veces y me dispuse a ayudarla.
había dicho, las modelos no hacen más Al principio pensé que sería una nota las actividades cesaran por el simulacro De cualquier forma, todo era un caos,
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que verse lindas. Y aunque no fuera entre tantas, pero no fue así. Pasé toda que se repite cada año. La alarma sísmica no lograría avanzar mucho si me iba en
una engreída insoportable, ¿de qué po- la mañana intercalando el recuerdo de sonó. Todos cumplimos con el protocolo: ese momento.
dríamos hablar?, ¿de maquillaje? Anja Anja con la lectura de noticias. Además, nos replegamos en las zonas de seguridad, Los dulces y cigarros estaban por
llegó a mí como una patada en los sin vi muchas fotografías viejas de restos de nos dirigimos a la salida y bajamos los todo el suelo, algunos eran irrecupera-
fundamentos de mis prejuicios. lo que un día fue vida. 14 pisos hasta salir del edificio. No hubo bles, pero salvamos una cantidad signi-
Como película argentina del siglo Después de ver todas esas imágenes mayores incidentes. Se escuchaban ecos ficativa. Después limpiamos revistas y
XX, Anja pronunció “Si crees que no y leer aquellas historias, algo en mí se de saludos, preguntas casuales, risas, periódicos. Entonces vi que la señora
Crónica,
lloraba. Algo en mí me impulsó a abra- vida, por Dios, por las súplicas imbéciles en un departamento caro que era incapaz sismo
zarla. Su nombre era Thelma. que continuaba escuchando en la calle. de mantenerla con vida.
Thelma lo había perdido todo en el Caminé y corrí por periodos ininte- Había un montón de gente reunida

No sólo se derrumbaron edificios,


temblor del 85. Su esposo y sus padres rrumpidos para tratar de llegar con Anja. frente a los escombros. Algunos lleva-
habían quedado sepultados. Nunca pudo Un presentimiento trágico me oprimía ban traje sastre, había mujeres con ropa
recuperar los cuerpos. Era culpa de las entrañas. Por las calles, la gente tra- deportiva, pero todos, como podían,
la pobreza. Seguramente los restos se
encontraban en la fosa común de donde
taba de hacer llamadas, otros abrazaban
y consolaban a desconocidos.
intentaban remover escombros y yo me
uní. Después llegaron las palas, cubetas,
también se derrumbaron personas
nunca volverían a salir... Durante el trayecto me di cuenta, picos y demás herramientas que nos
Justo cuando Thelma terminó de edificios nuevos y edificios históricos permitieron avanzar un poco más rápido. Karl de Negri
contarme su historia, recibí una llama- se habían derrumbado por todos lados, Entonces, encontré una de las mascadas

E
da; por fin había línea. Era Ana, amiga encima de gente con familia, de niños, de de Anja: era la misma que llevaba el día n todas las familias cuentan historias sobre eventos que marcan
de Anja. El edificio donde estaba Anja ancianos, de “nadies” —nuevos inquili- que la conocí. Me aferré a ese pedazo la historia nacional. Mi generación creció escuchando susurros
se había derrumbado. Sentí una bola nos de la fosa común— y de “alguienes” de tela y me eché a llorar encima de Karl de Negri y lamentos de lo que ocurrió en el terremoto del 85, año que
de cobre en la garganta y las lágrimas cuyo epitafio tendría letras de oro. los trozos de la casa que tantas veces Estudiante de la UNAM de la Licen-
parece haber sido sellado con un sólo significado: devastación.
ciatura en Estudios Latinoamericanos.
me escurrieron. La señora Thelma se El epitafio de Anja debía hacerse con compartimos, donde la vi desnudarse, Ha participado en varias revisas elec- La tragedia que siguió a la destrucción de la cotidianidad mexica-
dio cuenta y me abrazó mientras decía letras de oro, de mi sangre, de los gajos donde la vi sonreír, deprimirse, llorar, trónicas, además de diversos blogs de na sólo pudo equipararse a la necesidad de tender lazos de ayuda entre
“Ay, hija, ay, hija”. De pronto dejé de que me quedaban de corazón, ¿por lo amarme. Estaba encima de los restos escritura, entre ellos Hombres en su
tinta. En 2017 publicó el ensayo “Silen- quienes estaban en posibilidad de hacerlo y quienes la necesitaban. Ante
escucharla, sólo un zumbido permaneció menos podría enterrarla completa? del lugar donde nos habíamos amado. ciar y olvidar; La violencia feminicida tal momento sombrío, la sociedad entera hizo lo que pudo. Las y los
en mis oídos ¿Cuál era la probabilidad Su edificio era un montón de escom- Traté de levantarme pero no podía. Otra que es silenciada y nos quieren hacer jóvenes, rebeldes, de sobrada energía y de extraños atuendos, hicieron
de que Anja siguiera viva? Me zafé de bros ¿Cuántas veces le había pedido que vez el zumbido en los oídos, de pronto, olvidar.” Se considera un fiel creyente
en la organización social. de sus cuerpos un tibio cobijo. El mundo lanzó sus manos al rescate.
los brazos arrugados de aquella viejita se mudara conmigo? Ella y su maldita dejé de percibir la realidad que insistía karldenegri@hotmail.com Frente a la salida de las juventudes a las calles en búsqueda de ayu-
y corrí, sentía un asco tremendo por la costumbre de no viajar en metro, de vivir en abrazarme. dar y salvar, Emilio Viale se preguntaba:
“¿Quién convocó a tanto muchacho, de dónde salió tanto volunta-
rio, cómo fue que la sangre sobró en los hospitales, quién organizó las
brigadas que dirigieron el tránsito de vehículos y de peatones por toda
la zona afectada? No hubo ninguna convocatoria, no se hizo ningún
llamado y todos acudieron”.
El tiempo que es el mejor aliado y también el peor enemigo, hizo que
los y las jóvenes que vivieron el terremoto del 85 maduraran; adquirie-
ron casas, obligaciones y responsabilidades. El temor telúrico menguó.
Así es como nosotras y nosotros, sus hijos, crecimos con esa deuda
histórica, con una memoria tan dócil que nos impidió recordar la catás-
trofe que vivieron nuestros conocidos hace ya 32 largos años. El temor
se domesticó. Eso fue lo que creímos.
20 El martes 19 de septiembre del 2017 a las 11:05 am, hubo simulacro 21
nacional, por lo menos fue lo que se intentó. Mucha gente salió a las ca-
lles para conmemorar la tragedia, para presupuestar que no podía pasar
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de nuevo, que no iban a escuchar los gritos, que no iban a reventarse los
cristales. La gente participó.
Pero la tierra reclamó su memoria e hizo que la gente sin memoria
recordara. A las 13:14 pm San Felipe Ayutla, Puebla, rugió con furia
desde adentro. El terremoto hizo que la gente recordara. El pánico na-
ció en medio de tumultos de gente abalanzándose a través de escaleras
y calles, gente invadida de terror. Miedo porque veían cómo caían los
edificios, estructuras que se hincaban las pisadas que se sienten como terre- para no perder el hilo de lo que empezó estaba ahí, yo no me había fijado que
ante la fuerza maestra de la tierra, la moto, el saberse con privilegios frente a contarme hace ya unos minutos. estaba la computadora”.
incontrolable tierra. El miedo jamás se a quienes no los tienen. Saber que en Me acababa de servir una taza de Me señala el lugar en donde se en-
fue, había despertado con más odio que cualquier momento un terremoto puede café y llegó una visita. Esa visita, Lo- cuentra ahora mismo una computadora,
nunca. arrebatarlos. renzo, traía un pollito para comer y y con dificultad se acerca a sentarse,
Las escuelas bramaban porque se El caso de Eugenia es ese, una mu- bajó para comprar unas tortillas por- cojea de las dos piernas, y se le ve un
desplomaban sobre niñas y niños que jer que no perdió su casa, pero sí su que “le dije que yo no soy quien las cuerpo cansado. Se ha ido deteriorando
serían sepultados por edificios mal vida cotidiana; pareciera que cuando compra. Ahora se me dificulta mucho rápidamente después de una caída en
construidos. El polvo se apropió de las una catástrofe natural no te quita nada bajar las escaleras, ya sabes, por lo de una coladera abierta en Mérida, Yuca-
calles tan rápido como las redes telefó- material, obliga a las personas a repen- las piernas”, me dice mientras señala tán. Me entristece verle los ojos tan vi-
nicas abandonaron a todas las personas sar en qué es lo que tienen o qué es lo sus rodillas. vos y las piernas moribunadas.
necesitadas de comunicación. que les queda. Un atisbo de vergüenza “Yo creo que Lorenzo apenas iba “Yo no me podía mover, era tan
El caos se adueñó de las ciudades que nace de ver a quien lo perdió todo llegando a la calle cuando se sintió — fuerte el temblor que no me podía mo-
y de los pueblos. Morelos, Puebla, Oa- y verse a uno mismo, que no perdió yo sentí— el primer tirón. Al querer en- ver, además con un sonido terrible como
xaca y la Ciudad de México ardían de nada. trar a mi cocina tenía un pie dentro de de un tambo de lámina con agua al que
miedo. El silencio se hizo no porque la la cocina y otro en el comedor; cuando le hubieran puesto piedras adentro, el
gente no gritara sino porque se sentía Cuernavaca, Morelos. sentí el primer tirón; mi primera impre- sonido fue terrible, el crujido terrible;
una tremenda soledad, un vacío. Seres 19 de diciembre del 2017. sión fue decir: ¡En la madre! Aunque no y me pareció, yo que he estado en otros
humanos a la deriva, sin guía ni orienta- Eugenia digo groserías me agarró tan de sorpresa temblores, que era larguísimo”.
ción. Los cuerpos lloraban adrenalina. Para entrar al departamento de Euge- que esa fue mi exclamación. Y lo único Llantos y sirenas... nervioso noto
Todo mundo salió en búsqueda de nia hay que subir las escaleras de tres que hice fue voltearme hacia el come- que es un niño que le reclama algo a su
familiares, las noticias inundaron el punidad de un gobierno que tardó horas Ante eso está el esfuerzo de mucha pisos; lo hago porque necesito que me dor para que las cosas de la cocina que mamá y una ambulancia atravesando el
imaginario colectivo, las ciudades se en aparecer, y cuando lo hizo, fue para gente que se encargó de acopiar pro- cuente una vez más cómo vivió el te- empezaron a caerse, porque empezó el centro de la ciudad.
estaban cayendo, el gobierno no apa- proponer limpieza sin búsqueda, para ductos básicos, que se lanzó a las bri- rremoto. Mientras voy subiendo las brincadero, no me cayeran encima. To- “Cuando estaba prácticamente ter-
recía, los edificios en ruinas, fugas de levantar su propia culpa. gadas y que combatió en contra de las escaleras puedo notar algunas ven- das las puertas de lo muebles se abrie- minando, todavía se bamboleaba el
gas y de agua, lágrimas y gritos. Nada Ha sido el esfuerzo del pueblo or- instituciones gubernamentales que sólo tanas nuevas, las escaleras cuentan ron, parecía una película de terror cómo departamento, subió Lorenzo gritando
parecía alentador. ganizado el que ha logrado recuperar a aparecían para la foto, como los mili- con notorias marcas transversales que empezaban a volar platos colgados, pla- que se iba a caer el edificio y yo le dije
Fue la población de a pie la que se la gente con vida y, lamentablemente, tares, quienes en contubernio con me- han sido resanadas con yeso y sudor. tos de un trastero, cuadros, todo”. que tranquilo. Regresé a mi cuarto por
organizó para comenzar las labores de también ha recuperado a la gente sin dios de comunicación jugaron con las Pareciera que alguien se abalanzó en Esta misma historia me la ha conta- mi teléfono y mi bolsa y salimos del
rescate; el miedo fue desplazado por vida, pero ha permitido que no se ol- emociones de la gente, se burlaron de contra de las paredes y las tasajeó. No do ya cuatro veces. No cambian los de- edificio.
el coraje y la valentía de personas dis- viden los nombres de las personas que nosotras y de nosotros, pero eso no im- tuvieron mucho cuidado en no dejar talles, y aún así, no logro imaginar que Al ir bajando yo me di cuenta de
puestas a arriesgar sus vidas para ten- sufrieron el embate de la naturaleza, porta, porque el terremoto resquebrajó cicatrices. me la cuenta sin señalarme los muebles la magnitud del temblor porque se
der una mano, para arrancar las piedras y primordialmente el de la corrupción nuestros miedos y mostró a la luz que En cuanto llego al departamento que abrieron sus puertas ante la brus- cayeron los vidrios de las ventanas;
asesinas, para buscar la vida, para exi- que el gobierno quiso ocultar. Esa co- la dignidad del pueblo sólo puede ser 304, en donde Eugenia vive, puedo es- quedad del movimiento telúrico. En el conforme yo iba bajando los pisos,
gir la vida, porque había sobrevivientes rrupción que entorpeció las labores de impulsada por el mismo pueblo. cuchar el silencio de un pasillo vacío, momento que ella me describe viene me di cuenta por los vidrios rotos que
22 y alguien tenía que ayudarles. 13:20 y rescate de los grupos de Topos quienes Hubo quienes lo perdieron todo: parece que el edificio está desierto. a mi mente el edificio de Concepción tapizaban el piso. Las escaleras tenían 23
la gente ya se organizaba. Las vibracio- buscaban señales de vida en edificios casa, muebles, vidas; hubo quienes no Toco el timbre y me abre una mujer de Béistegui que se desgajó, recuerdo a la aberturas, las paredes igual. Y ya que
nes de 1985 hacían eco en las del 2017, derrumbados. perdieron mucho, pero que sí ganaron lentes, con una sonrisa tierna y amable. gente impidiendo el paso, esa misma llegamos abajo, salimos y estuvimos en
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los vidrios temblaban a la par que nues- Ese gobierno que ha olvidado a miedo y zozobra, además de culpa y Me saluda y me ofrece algo de beber, gente que parecía tan intransigente por la calle, pero ya no nos dejaron estar en
tros cuerpos. Cuerpos que vomitaban el comunidades morelenses, poblanas, tristeza por tener un techo intacto frente me incomoda el hecho de reconocer un su aspecto y su procedencia social, pero la parte baja del edificio ni en frente del
miedo, se deshacían de él. oaxaqueñas y dentro de la Ciudad de a quienes lo perdieron. El grueso de la departamento que conocía bien, y ahora que ahora, al recordarlo, me conmueve. palacio de gobierno, porque tenían fisu-
Fue la gente común la que se encar- México, comunidades no centralizadas, población vivió esta experiencia; per- me parece tan ajeno. Hay huecos en las No imagino escuchar el crujir desgarra- ras y temían que se cayeran.
gó de ayudar, de tender los puentes que sumamente afectadas, ese gobierno que der nada pero sí ganar intranquilidad. paredes en donde antes había cuadros dor de un edificio cayendo. Nos fuimos a la explanada del zó-
devolverían la vida a cientos de perso- ha puesto ojos ciegos para extender la El miedo se hizo dueño del día a día. de pintores reconocidos; hacen falta “La taza que estaba en la mesa del calo, y ahí estuvimos. Yo aún no me
nas atrapadas por la corrupción y la im- ayuda que necesita la población. Los ruidos que suenan como alarma, platos antiguos; trato de apresurarme comedor salpicó la computadora que percataba de cuán grande había sido la
magnitud del terremoto, porque como Subí a mi casa con el temor de que las pero hubo algo que pareció desmoronar- Es tan intrigante la manera en la que a ir para abajo porque el baño no está diantes regresaran a clases, intentaron
que no registré bien, yo no sentí ningún cenizas de mi marido y de mi cuñado se se, algo en el interior nuestro. se estructuran los recuerdos, tiene una sobre otro departamento, yo tengo la arrancarnos de las calles, de la gente
temor. He platicado que si alguien me hubieran caído del librero en donde esta- “Curiosamente sólo en el estudio no habilidad para introducir ciertas notas sensación de que está como volando, que necesitaba manos para liberar es-
hubiese preguntado en ese momento ban. Cuando entré a la casa noté todos los se cayó nada, yo creo que por el peso de pero no pierde el hilo, como si la histo- por eso me daba miedo. Pero muchos combros y las autoridades quisieron
que si se iba a caer el edificio, yo hu- destrozos que había, todo lo que se había los libros que tenemos. De ahí en fuera, ria se repitiera sin cesar. días el miedo yo lo tuve. menguarnos.
biera jurado que sí se iba a caer [pero sí caído, todas las porcelanas de mi trastero, en todo el departamento hubo cuartea- “Quise hablar a la Ciudad de México Ya ni nos comimos el pollito. Lo Los militares, sentados en sus
fueron muchos los edificios que caye- los platos de la cocina, todo: ollas, sarte- duras. Del comedor hacia un cuarto hay para ver cómo estaban mis hijos pero no que tiene que ser, será; de hecho cuan- góndolas mirando a la gente en San
ron, más de 11 mil son los afectados]. nes, repisas, muchas cosas saltaron y aca- una pared que se ve de un lado al otro. había señal, no salían llamadas. Le pedí do estaba pasando el temblor dije: ¡Ay, Gregorio, Xochimilco, mientras nos
Porque fue terrible el movimiento, baron rotas. Todo en el departamento se En mi recámara, hay una cuarteadura y a una secretaria que le pusiera un mensa- Dios, estás enojado, ya bájale! organizábamos para ir removiendo
terrible. Fue muy fuerte, yo sentí que cayó. Unos libros muy pesados que tengo ahora me da miedo que se vaya a caer je a mi hija de que estaba bien. Y ahora, pues yo tengo miedo de escombro, entregando medicinas y
yo no tenía miedo porque llevo mucho salieron volando como si fueran papeli- la pared. Fue hasta casa de Gaby que pude que se me caiga la pared de mi cuarto ayudando en lo que pudiéramos. Son
tiempo ya preparada para la muerte. tos, es difícil cuando uno quiere mover- Yo no he caminado mucho por el tener contacto real con mis hijos. Me en la cabeza, porque el ingeniero em- los mismos militares que aparecen en
Todas las personas que estaban en los, pero así salieron”. temor, porque por donde iba al súper fui con ella a su casa, porque ya no nos pezó a arreglar de afuera hacia adentro. fotografías y en redes sociales como
el edificio salieron, yo fui la penúltima Yo recuerdo el momento en que se ve que hay un edificio [entre la ca- dejaron quedarnos en el edificio. Es fecha [1 de diciembre del 2017] que héroes. Pura farsa mediática. Han que-
en salir porque una vecina estaba arri- mientras intentábamos llegar a las esca- lle Degollado y avenida Morelos] que Yo tenía nervios por los que esta- no me han venido a reparar las paredes. rido lucrar con el dolor de la gente que
ba tendiendo su ropa y fue la última. leras para evacuar, me bañó una nube de se ve abandonado y parece que se va a ban en Ciudad de México, porque yo Ya vino mi hijo que es ingeniero, y dice lo perdió todo. Hoy están entregando
Vi que todo mundo estaba sumamente yeso que se desprendía del edificio de la caer. Y ya una no tiene la agilidad de un sé lo que son los temblores allá, yo es- que no pasa nada, que la estructura está poco más de cien mil pesos para re-
alarmado pero todavía a mí no me caía Universidad. La UNAM no se cayó, el joven para correr. Se te cae algo encima taba preocupada porque sé que la zona bien, que si algo llegara a pasar se cae- construir las casas derrumbadas. No
el veinte que había sido tremebundo, a edificio donde vive Eugenia no se cayó, y ni cómo hacer para correr”. del aeropuerto, en donde estaban, es rían las paredes, pero el techo no. Va- sirven ni para aventar un colado. Nos
mí lo que me llamó mucho la atención una zona donde se sienten tremebundo liente chiste, me aparrucha una pared, quisieron vender la idea de la mexica-
fue el sonido, como si hubiera sido ese los temblores. Tenía preocupación por pero el techo se queda ahí. nidad de nuevo.
tambo con piedras adentro”. ellos, por que no sabía dónde estaban. Jamás vi a ninguno de protección Yo no salí a ayudar por ser mexi-
Fue la última porque sus piernas ya No tenía miedo”. civil, el ingeniero [administrador del cano, hace mucho tiempo que dejé de
no dan para caminar de prisa, ahora está El miedo es lo único que le quedó edificio] dijo que sí vinieron, pero yo serlo. Abandoné la idea de un país que
atada a una andadera que le impide re- a mucha gente, el miedo y la necesi- no vi a nadie, que disque los manda- es corrupto, vulnerable y egoísta. Yo
accionar velozmente. Vive en un edifi- dad de salir a ayudar, yo vi a mares de ron, ve tú a saber. Esos mentados son salí a ayudar porque tenía que hacer-
cio que no está acondicionado para que gente tomando la iniciativa de lanzarse siempre tan raros, dicen que el Palacio lo, porque el momento me lo reclama-
viva gente mayor, o con condiciones a los lugares porque sus contactos les de Gobierno también tuvo afectaciones ba, porque había humanas y humanos
que les permitan evacuar con mayor avisaban que se necesitaba ayuda, San fuertes. Pero como siempre, esconden atrapados bajo escombros de casas mal
facilidad en caso de una contingencia. Gregorio-Xochimilco, Multifamiliar todo, ha habido varios muertos allá construidas, de edificios con papeles
“Ya sentada en la explanada, con Tlalpan, Chimalpopoca, pero como adentro pero nunca dicen nada, y ahora falsos, de escuelas que necesitaban mis
toda la gente que habían sacado de con todo contacto siempre hay lagunas, con el terremoto me imagino que van a manos para levantar los escombros que
gobierno del estado, me di cuenta que y a veces, cuando llegaba una brigada, tener que mover a la gente que trabaja sepultaban la vida.
había sido grande el terremoto porque ya no se requería ayuda. Tuvimos que ahí. Yo no soy mexicano, yo soy huma-
empezó a llegar el ejército con sirenas aprender a organizarnos, nos obligó la Y ni para moverse de aquí, porque no, y mi deber está con mi prójimo.
24 y ya me percaté que el reloj del museo necesidad y el miedo. El miedo nos ya tantos años, nos conoce todo mundo. No hizo falta perder nuestro patri- 25
de Palacio de Cortés se había volteado, hizo movernos, ese mismo miedo que Luego el mundo de cosas que hay. ¿A monio completo para sentir la necesi-
estaba caída la cúpula. tantas veces nos paraliza. Ver la des- dónde nos movemos? dad de ayudar. Tantas personas salieron
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Llegó la pareja de uno de mis hi- trucción te quiebra. Así como Eugenia, cientos, miles a ofrecer comida, regalaron agua, café,
jos, estaba toda llorosa porque no me “Curiosamente hasta ocho días des- de familias fueron afectadas por el te- abrigo. Ofrecieron la mano que crea
encontraba. Después del temblor yo pués empecé a estar nerviosa. ¿Sabes rremoto que evidenció la negligencia comunidad. Porque si una persona está
me regresé a la casa, nadie quería su- de qué tenía miedo? De bañarme, por- de los gobiernos, no su incapacidad, mal, lo vamos a estar todas y todos.
bir porque decían que se iba a caer el que uno de los rincones del baño tiene sino su indolencia. Quisieron levantar ¿Y tú no tuviste miedo?
edificio, y yo dije: ¿Cómo de que no? una fisura y, sentía que se movía la tina. rápido todo. El rector de la UNAM Sí, pero porque no me contestabas
Yo subo. Yo pienso: si hay un temblor me voy hizo un llamado para que las y los estu- el teléfono, mamá.
Reseña,
migración La autora establece diversas ca-
tegorías en relación con las razones
para estar en las vías; una de ellas es el

Emigrar, transitar y retornar


imitador, que define como las personas
que por diversas razones se encuentran
en las zonas cercanas a las vías del tren,
en México y sus desafíos principalmente solicitando ayuda en
los cruceros como si fueran migrantes
centroamericanos en tránsito por la
Blanca Chong López ciudad. Algunas de esas personas son
desempleados o viven una situación de

E
n la introducción a Emigración, tránsito y retorno en México pobreza y optan por utilizar la imagen
(Universidad Iberoamericana-Iteso, 2017) las coordinadoras de de las personas en tránsito para recibir
la obra ofrecen datos que muestran la importancia del fenómeno el apoyo de la ciudadanía.
migratorio tanto a nivel global como en México: cerca de 232 millones de Por su parte, Aída Silva analiza en
personas en el mundo residen fuera de su país (dato de 2013). El motivo: la su texto la normatividad migratoria re-
búsqueda de nuevas y mejores oportunidades de vida. Una de las razones lacionada con los niños y adolescentes
de este incremento es la demanda por trabajadores calificados y no califi- migrantes, especialmente los que viajan
cados en varios países de destino internacional debido al envejecimiento sin compañía. Cuestiona el enfoque tu-
de su población. Además, si la migración laboral crece, también lo hará torial de las políticas de atención a este
la motivada por la reunificación familiar. sector y la definición de los adolescentes
México es país de origen, tránsito, destino y retorno de numerosos como sujetos dependientes.
grupos migrantes. En esta parte del trabajo se describe lo que ha sido El texto inicia con un resumen del
este fenómeno en nuestra nación desde principios del siglo XX y cómo fenómeno de la migración de menores de
durante los años ochenta y noventa se convirtió en lugar de destino para edad no acompañados, tanto mexicanos
Blanca Chong López numerosos centroamericanos que huían de la persecución y la violencia como centroamericanos, en su desplaza-
(Torreón, Coahuila). Socióloga por la miento por el país. Se hace referencia
en sus países.
Universidad Autónoma de Coahuila,
El libro es una iniciativa de la Coordinación Sistémica con Migrantes a la Ley de Migración de México, que
maestra en Ciencias de la Comunicación
por la Ibero Torreón, doctora en Ciencias que forma parte del Sistema Universitario Jesuita; reúne diversos artículos reconoce a niños y adolescentes como
de la Comunicación Social por la Univer- un grupo de población vulnerable que
sidad de La Habana. Ha sido profesora de reconocidos académicos de las universidades jesuitas de México, pro-
de tiempo completo en la Universidad ducto de sus trabajos de investigación. Estos artículos han sido agrupados requiere especial atención a lo largo
Autónoma de Coahuila y profesora de en cuatro grandes temas que muestran la complejidad de la problemática de su proceso migratorio, sobre todo
asignatura en Ibero Torreón. Miembro al encontrarse sin la compañía de sus
del Sistema Nacional de Investigadores, migratoria en el país.
Nivel I, de 2008 a 2018; miembro de la En la primera parte se presenta el trabajo de la Compañía de Jesús en Ante el escenario migratorio in- a partir de un trabajo etnográfico, a la padres o algún tutor adulto. Se considera
Asociación Mexicana de Investigadores
el tema migratorio, fenómeno que tiene carácter prioritario en sus pro- ternacional, la Compañía de Jesús población migrante que se encuentra que esa normatividad, al restringirse la
26 de la Comunicación, AMIC; miembro del
gramas de atención en el mundo. En esta parte, el artículo de Sofía de la ha establecido un compromiso para en situación de calle en los alrededores figura legal del adolescente como “me- 27
Comité Coordinador del Consejo Nacio-
nal para la Enseñanza y la Investigación Peña describe la actividad que se realiza para dar respuesta a los grandes la construcción de una cultura de la de las vías del tren en la zona metro- nor de edad”, deja de lado los posibles
de las Ciencias de la Comunicación, hospitalidad y la inclusión mediante la politana de Guadalajara; muestra que antecedentes de independencia y lleva al
retos que actualmente plantea el fenómeno migratorio; se da a través de
Acequias 76 Otoño 2018

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CONEICC en diversos períodos. Fue re-
un trabajo articulado en red en el que participan universidades y orga- formación de una red mundial para las lo que comúnmente conocemos como adolescente a una situación de custodia
conocida en 2014 con el Premio al Mérito
Docente, otorgado por la Comunidad de nizaciones de apoyo en distintos niveles, desde locales hasta globales e migraciones. “centroamericanos” que se dirigen ha- obligada. Se incluye el testimonio de
Instituciones de Educación Superior de La segunda parte incluye dos artí- cia los Estados Unidos, en realidad son Liliana, joven salvadoreña:
La Laguna, CIESLAG. incluyen el trabajo directo con migrantes, el desarrollo de investigaciones
y la incidencia política. La autora retoma de diversos documentos del culos que tratan sobre los migrantes de una población muy diversa, que incluye “En Mazatlán, Sinaloa, fuimos al
Secretariado para la Justicia Social y la Ecología, y la Coordinación de la tránsito por México y se refieren a dos mexicanos en situación de calle, migran- DIF y pedimos ayuda (habla en plural
Red Jesuita con Migrantes de América Latina y el Caribe, las principales grupos especialmente vulnerables. En tes nacionales y retornados que transitan porque viajaba con su hermano Simón).
definiciones, prioridades y acciones. el primero, Iliana Martínez describe, en sentido contrario. De ahí nos dijeron que nos iban a ayudar,
Entrevista,
dijimos de dónde éramos, de allá de El varias colonias de Guadalajara y co- En la cuarta parte se analizan aspec- violencia
Salvador; nos dijeron que nos iban a munidades rurales de Jalisco y Puebla, tos relacionados con la salud mental de
ayudar y nos hacían preguntas y pre- analiza cómo reciben a los migrantes los migrantes mexicanos radicados en
guntas (…) dijeron que ya nos llevaban retornados, en un proceso en el que la Estados Unidos y la de sus familias que Conversación con Federico Campbell
a la central de autobús. Hasta nos abra- comunidad crea de manera ambivalente quedaron en México. El texto de Gra-
zaban, bien hipócritas. Entonces de ahí
nos llevaron a migración. Yo me resentí
espacios de familiaridad y rechazo para
quienes regresan y la manera en que los
ciela Polanco presenta los resultados de
una evaluación sobre la intervención que
"México es un país sin verdad"
con ellas (…) Sinceramente yo lloré retornados forman nuevos espacios y desarrolló el Servicio Jesuita a Migran-
por lo que hicieron, me sentí bien mal. comunidades como estrategia para su tes para atenuar los efectos psicológicos
Llegamos ahí a migración; nos tuvieron reinserción. y sociales de la migración masculina Elena Trapanese
dos meses”. (p.105) En relación al hecho de que por ser en comunidades del sur de Veracruz,

L
En la tercera parte se incluyen los ciudadanos estadunidenses también a través del Programa Mujer y Familia a traducción al italiano de La memoria de Sciascia, de Federico
trabajos sobre migración de retorno, que en sus pueblos los ven como tales, se Migrante. Se describen los efectos del Campbell, realizada en enero de 2013 y publicada el año pasado
abordan la reinserción laboral y las pro- incluye lo expresado por una maestra programa en mujeres beneficiarias. por Ipermedium libri, contiene una entrevista en la que el autor
blemáticas sociales a las que se enfren- entrevistada en Puebla, quien señaló: Angélica Ojeda presenta los resul- aborda, entre otros temas, el debilitamiento del Estado frente al creciente
tan quienes retornan al país después de “Les digo que no se olviden del inglés, tados de un estudio empírico sobre las poder de las organizaciones criminales, las coincidencias y los contrastes
una estancia de varios años en Estados porque seguramente van a regresar a estrategias que desarrollan los migrantes entre Italia y México, así como la amistad que le unió al novelista sici-
Unidos. Esta población ha sido objeto Estados Unidos”. (p. 172) mexicanos para adaptarse a la sociedad liano Leonardo Sciascia. Con autorización de Antonio Cavicchia Scala-
de mayor interés en los años recientes, Miguel Ángel Corona y Marcela de destino. Con base en una muestra de monti, director de la editorial, y Elena Trapanese, autora de la entrevista
debido al incremento significativo que Alejandra Guerra, por su parte, analizan 60 migrantes indocumentados de Los y traductora del volumen, reproducimos aquí una versión condensada de
ha tenido a partir de la crisis económica la movilidad social y ocupacional de Ángeles, California, mide su grado de dicha conversación inédita en español.
en el vecino país y las políticas antinmi- migrantes de retorno en tres municipios adaptación y muestra que el aprendizaje
grantes allá adoptadas. del estado de Puebla. El trabajo reúne del idioma es clave en el proceso de ¿Cómo conoció usted la obra del autor siciliano? Es decir, ¿cuál es su
El trabajo de Liliana Meza describe información sobre el nivel de vida y aculturación. “primer recuerdo” de la obra de Sciascia?
diversas etapas de retorno en la historia la ocupación de los migrantes antes Los trabajos mencionados fueron Me enteré de la existencia de Leonardo Sciascia cuando un amigo
de la migración mexicana a Estados Uni- de su viaje, durante su estancia en los realizados entre 2013 y 2014; sin em- Elena Trapanese
mío, Tomás Pérez Turrent, crítico de cine, volvió del festival de Cannes
(Roma, 1985). Máster en Pensamiento
dos y presenta conclusiones novedosas Estados Unidos y a su regreso. Los bargo, los análisis que presentan tienen y me dijo que la mejor película había sido una de Francesco Rosi: Ca-
Español e Iberoamericano y Doctora
sobre la cantidad de retornados durante autores señalan que una de las razones especial vigencia por dos acontecimien- Internacional por la Universidad Au- dáveres Ilustres, y que se inspiraba en la novela de un cierto Leonardo
la presidencia de Obama. de la importancia de la migración de tos: primero, porque a partir de 2014 el tónoma de Madrid, con una tesis sobre
Sciascia, siciliano por más señas. Me interesó mucho porque yo había
el exilio romano de María Zambrano.
En la primera parte del capítulo se retorno es que el migrante trae consigo gobierno mexicano estableció el Progra- Ha realizado estancias de investiga- sido muy feliz en Sicilia cuando tenía veinte años. Más o menos me en-
presenta una breve reseña histórica de la un cambio ideológico tan importante que ma Frontera Sur con el objetivo de frenar ción en la Fundación María Zambrano tendía en italiano, lo había traducido (artículos de Moravia, de Pasolini,
migración de retorno y sus característi- repercute en las relaciones económicas, el movimiento de personas migrantes (Vélez-Málaga), en la Università degli
Studi di Napoli Federico II y en la textos políticos de la revista Renascita), y lo había hablado en Calabria
cas a partir del siglo XX; enseguida se sociales y políticas que llega a generar en tránsito por México; y, segundo, por Universidad Nacional Autónoma de porque en el verano de 1962 pasé tres semanas en Crocifisso, un pueblo
muestran datos de la migración de retor- en el lugar de origen. Algunos de los las políticas antinmigrantes del actual México. Es “Cultrice della materia” muy pequeño, tierra adentro, no muy lejos de Bianco en la costa del
no en los flujos entre México y Estados cuestionamientos de los que parten en gobierno de los Estados Unidos. de Sociologia della conoscenza y
Comunicazione dei processi culturali Adriático.
28 Unidos y finalmente se presentan algu- su investigación son: ¿cuáles son las Un valor de esta publicación es que en la Università degli Studi di Napoli No me supo decir Tomás cuál novela de Sciascia estaba detrás de la 29
nos resultados de entrevistas realizadas causas principales del retorno?, ¿cuáles al final de cada uno de los reportes de in- “Federico II”. Entre sus temas de in-
película de Rosi y me fui entonces a la única y muy buena librería italia-
vestigación se encuentran las relaciones
a un grupo de emigrantes retornados en son las características que comparten los vestigación se presentan recomendacio- na que había aquí en México. Compré varias novelas en italiano con el
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entre filosofía, literatura y ciencias
la Ciudad de México. migrantes de retorno?, ¿regresan porque nes que permiten una mejor orientación sociales, con especial atención por el propósito de adivinar cuál de ellas coincidía con la historia de Cadáveres
Joana Foote describe en su artículo las condiciones del país han mejorado del esfuerzo que realiza la Compañía de mundo iberoamericano, por el exilio
Ilustres. Me dio mucho gusto. Después de leer El día de la lechuza y A
español de 1939 y por autores como
los problemas sociales y económicos o porque no tuvieron éxito en su expe- Jesús para mejorar las condiciones de María Zambrano, Rosa Chacel, Ramón cada cual lo suyo me di cuenta de que la anécdota está en El contexto:
que enfrentan los jóvenes que regresan a riencia migratoria o, tal vez, porque han vida de los migrantes, pero que además Gaya, Enrique de Rivas, Elena Croce, Varios jueces son asesinados en serie, pero en el fondo se prepara un
México después de permanecer durante logrado ahorrar cierta cantidad de dinero deberían ser tomadas en cuenta por los Elémire Zolla e Italo Calvino.
golpe de Estado.
su infancia o adolescencia en Estados para permitir su movilidad social y, por responsables de elaborar políticas pú- A partir de entonces escribí notas críticas sobre los otros libros de
Unidos, A partir de su investigación en ende, un mejor nivel de vida? blicas de atención a esta realidad social. Sciascia y al cabo de pocos años tenía unas cien páginas publicadas y en-
tonces me dije: ¿Y por qué no me voy
a Sicilia a conocer a Sciascia y a hacer
un libro sobre él y su obra? Iba a ser mi
primer viaje con un rumbo y un objeti-
vo precisos (antes había ido de paseo).
Esto es lo circunstancial y anecdó-
tico. En el fondo lo importante es que
desde un principio Sciascia me pareció
un autor mexicano que escribía sobre
México sin haber estado nunca en Mé-
xico.

En su libro leemos la historia de su mos la misma estatura. Era de mi tama- especialmente, por Jorge Luis Borges,
encuentro personal con Leonardo ño. Accedió a que nos viéramos al día a quien citaba con gran admiración. Se
Sciascia. ¿Qué le llevó a sentir la ne- siguiente en su casa para la entrevista sabía también de su pasión por todo lo
cesidad de encontrarlo? ¿Su viaje a y luego me invitó a pasar una semana que tuvo que ver con la Guerra Civil
Italia representaba un viaje similar al en Siracusa, con su esposa María, y allá Española, incluso como temática de al-
que hacen los personajes de su novela fuimos. Comíamos casi todos los días gunos de sus cuentos, “Il antimonio”,
Transpeninsular, en busca del escritor en el ristorante Archimide, siempre con por ejemplo, en el que la relaciona con
perdido? ¿Cambió algo su visión sobre muchos amigos: Gaetano Tranchino y el fascismo y habla de los campesinos ha sido notable en muchos de los nove- canos. Por eso digo que, a la larga más penales de los Estados. Se habla ahora
el autor siciliano? Assunta, Gesualdo Bufalino, y muchos sicilianos pobres que tuvieron que ir a listas más jóvenes porque logró enseñar que a la corta, las ideas prenden y si se del “Estado fallido” copiando una fór-
Mi teoría acerca del “escritor per- otros. morir en España. un método expositivo narrativo poli- apagan de pronto retoñan y se incorpo- mula norteamericana y de un “Estado
dido” es a posteriori. Se me ocurrió No es que cambiara mi visión sobre Se le conocía poco en México, por ciaco que lleva implícita una amarga y ran al lenguaje de quienes leen libros paralelo”. En México hay zonas de la
después de haber viajado a Sicilia en el autor siciliano al conocerle, sino que Adelantoediciones
algunas del libro españolas
homónimoaisladas
que seráy
sardónica reflexión sobre el poder. Las y periódicos. Pues bien, esa idea es de República en las que el Estado ya no
1985 y después de haber publicado La me sucedió lo que siempre pasa cuando publicado en 2018 por la Universidad
alguna cubana. Pero realmente el cono- Ibe-
novelas “policiacas” de Sciascia son en Sciascia. Quiere señalar esa paradoja: está: sus funciones corren a cargo del
memoria de Sciascia en 1989 y Trans- uno concreta algo, cuando se materia- roamericana
cimiento Torreón.de todas sus novelas
paulatino el fondo una meditación crítica sobre la la imposibilidad jurídica de que el Es- crimen organizado, como la recauda-
peninsular en 2000. Son deducciones liza una idea o una imagen o una foto- empieza en la década de los 90 con las justicia. tado se juzgue a sí mismo, aunque co- ción de impuestos en forma de extor-
o interpretaciones que uno como autor grafía: el personaje cobró vida y a partir ediciones de Tusquets, unos años des- meta el delito. sión, idéntica al pizzo siciliano. Y es
suele sacar de su propia obra con el de entonces supe que era un ser muy pués de publicado mi libro en 1989, y La obra de usted ha tenido éxito a Otra idea de Sciascia es la que ver- que el crimen organizado o desorgani-
paso del tiempo. educado y muy tierno. con diversos y numerosos artículos y los dos lados del océano, pues tiene sa sobre la desaparición del Estado zado en México ha asimilado costum-
Mi primera impresión del escritor entrevistas en los suplementos litera- el mérito, como ha subrayado Clau- en los tiempos modernos. La historia bres, hábitos, estilos criminales, de la
siciliano fue muy grata. Lo vi por pri- Sciascia era, como usted muestra, un rios mexicanos, españoles, argentinos. de Ambroise, no sólo de “presentar le ha ido dando la razón. Veinte años mafia siciliana. Muy siciliana parece
mera vez en una galería de Palermo, en buen conocedor y admirador de la lite- En este sentido son de destacar los tra- claramente la obra de Sciascia”, sino después de su muerte el Estado nación la extorsión, el secuestro, la venganza.
via Della Libertà, a la que solía ir todas ratura en lengua española.¿La cultura bajos de Manuel Vázquez Montalbán, también de poner en evidencia su lado ya no es el mismo. Se gobierna en De todas esas cosas nos ha estado ha-
las tardes para conversar con sus ami- en lengua española es una buena cono- en Barcelona y Antonio Saborit aquí hispánico. ¿Piensa usted que su libro función de intereses particulares y de blando Sciascia desde sus libros, que
30 gos. Muy atento me preguntó si no me cedora de la obra de Sciascia? ¿Este en México, y las traducciones de María pudo haber cambiado la idea que en grupo. El interés general se ha perdido son una tumba sin sosiego. Muerto, el
31
hacía falta nada: Posso essere utile? Le autor es conocido en América Latina y, Teresa Meneses de textos cortos y en- México se tiene de Italia, y en particu- de vista. En la era de la criminalidad escritor nos sigue hablando desde su
dije que no, yo ya estaba hospedado en sobre todo, en México? ¿Podemos ha- trevistas con Sciascia. lar de Sicilia? —que en mi caso no es sino la metabo- pensamiento literario impreso.
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un hotel. Nunca había pensado yo antes blar de una “recepción” de Sciascia en O sea, tomó unos buenos veinte A la larga las ideas prenden. Creo lización de la idea de Sciascia sobre la
que un escritor de tan filosa pluma, tan México? años pero finalmente creo que en este que yo en México, por ejemplo, empe- sicilianización del mundo— el Estado En La memoria de Sciascia usted
diestro en la polémica, tan incisivo, fue- Sabíamos, claro, del interés de momento la recepción de la obra del si- cé a usar la expresión “crimen de Es- nación tal y como lo habíamos conce- muestra tener fe en la escritura, que
ra este señor de apariencia tan tranquila Sciascia por la literatura española, por ciliano en nuestra latitudes no podía ser tado” en mi trabajo periodístico. Pasa- bido no puede ya competir con otros le permite “golpear” con su pluma la
y un tanto tímida. Contrastaba con la la poesía de García Lorca y de Pedro mejor: prácticamente todos sus libros ron varios años hasta que ese concepto poderes: el poder de la criminalidad realidad mexicana. Después de muchos
imagen que yo tenía de él, alguien más Salinas, por Cervantes y de Calderón están en las librerías y en las bibliote- cuajara y ya lo tienen en su vocabulario trasnacional que impera en todo el pla- años, ¿usted sigue teniendo fe en la es-
imponente. Me di cuenta de que tenía- de la Baca, por Américo Castro, y muy cas de América Latina y su influencia muchos periodistas y ensayistas mexi- neta y que escapa a las jurisdicciones critura?
Reseña,
Yo no comparto el optimismo de literatura
Sciascia, especialmente en mi país
donde los índices de lecturas son muy

Con un arma en la nuca


bajos y el tiraje de los libros muy mo-
desto. Pero siento esto por una idea
también de Sciascia: el que en nuestro
tiempo ya no cuentan mucho las ideas.
No se cree que una idea pueda cambiar
las cosas. Por eso también en México se
da una especie de homologación ideo- Jaime Muñoz Vargas
lógica en todos los partidos políticos:

N
las ideas no tienen mucha importancia uestro oficinista sobrevive a los tumbos en una urbe sombría e
ni siquiera en las campañas electorales. inhumana, demasiado inhumana. Se trata de un tipo mediocre,
Ciertamente sigo teniendo fe en la tan apocado que casi es invisible. La rutina lo cerca y los días
palabra escrita aunque cada vez sea van minándolo hasta límites inconcebibles. No es dueño de su vida, y
menor el número de lectores, incluso todo alrededor se confabula para hacerlo papilla, para machacarlo en
de periódicos. A veces, acaso pueril- el mortero de la desdicha. El oficinista no tiene nombre, así que basta
mente, imagino que tiene algún sentido llamarlo así: el oficinista, quien parece ser el resultado individual de un
oponerse a los procesos de manipula- proceso —¿económico, político, social, moral, todo eso junto?— que ha
ción mediática, al menos de manera in- pulverizado la vida de inmensas colectividades. El oficinista, pues, es uno
mediata en el periodismo crítico. Qué y millones, una sinécdoque de la devastación mundial.
tan amplio es el espectro de conciencia Guillermo Saccomanno (Mataderos, Buenos Aires, 1948) ha for-
social en la población, no lo sé. Cuando mulado en El oficinista (Premio Biblioteca Breve 2010, Seix Barral,
yo era más joven tendía a creer que a la Buenos Aires, 2010, 201 pp.) una distopía ubicada en un futuro que de
larga las ideas caminan. Ahora no estoy Por otra parte, he empezado tres autor actor narrador en el que cuenta su Jaime Muñoz Vargas tan reconocible casi no pertenece al futuro, sino al presente, un huevo
tan seguro. novelas a lo largo de los últimos cin- experiencia de desdoblamiento, lo que (Gómez Palacio, Durango, 1964) Es
de serpiente. Saccomanno nos recuerda en esta novela lo que de alguna
co años, pero no me gusta llamarle ha significado para él haberse dedicado escritor, maestro, periodista y editor.
En México prácticamente toda la manera ya estamos resintiendo: que la civilización es una carnicería, que
Radica en Torreón. Entre otros libros,
vida política es una simulación. Toda- “trilogía” al conjunto. La primera es al teatro. ha publicado El principio del te- el progreso pasó a convertirse en un animal que nos engulle y nos defeca
vía, en pleno siglo XXI, no podemos sobre el escritor: Zurcido invisible. Es No pocos de mis intereses temá- rror, Juegos de amor y malquerencia,
sin conmiseración.
El augurio de la lumbre, Las manos
tener elecciones verdaderamente libres, la historia de un escritor de cierto éxito ticos tienen siempre algo que ver con El oficinista que protagoniza esta historia habita, como sus congéneres,
del tahúr, Polvo somos, Ojos en la
equitativas y creíbles. Somos una gran que, luego de dos libros muy bien valo- Leonardo Sciascia. Mi libro sobre el sombra, Leyenda Morgan y Parábola en colmenas impersonales. Sus horas mecanizadas transcurren esencial-
mentira de país. México, un país sin rizados por la crítica, no puede seguir Estado en la era de la criminalidad de- del moribundo. Ha ganado los premios
nacionales de Narrativa Joven (1989), mente en tres espacios, todos extensiones de la cárcel: la oficina, la calle
verdad. escribiendo. Luego de mucho pensarlo, riva del pensamiento de Sciascia y su de novela Jorge Ibargüengoitia (2001), y el hogar. Ninguno de ellos supone, obvio, bienestar, sino lo contrario:
durante meses y años, reconoce que a metáfora de la sicilianización global. de cuento de SLP (2005), de narrativa los tres son infiernos cuyos vasos comunicantes infectan de infelicidad
Si el escritor es, como decía Gilles él lo que realmente le ha interesado en Mi novela sobre el actor también en Gerardo Cornejo (2005) y de novela
Rafael Ramírez Heredia (2009). Es- a quien los toca. El oficinista pasa sus horas tras un escritorio en el que
32 Deleuze, una máquina de escribir, un esta vida es la sastrería. La segunda es buena parte se inspira en los escritos de cribe la columna Ruta Norte para el desahoga trámites miserables. Son tan insignificantes que ni siquiera 33
productor de fantasías, ¿qué fantasías sobre el escultor: El canario y la mina. Sciascia sobre el teatro de Pirandello. periódico Milenio Laguna. Algunas de
sabemos cuáles son. Lo que sí sabemos es que todo el tiempo, síntoma
Un escultor va a Santa Rosalía (en Baja Y otra novela mía, aún en proceso de sus obras han sido motivo de estudios
está ahora produciendo la máquina de de la era ruin que padecemos, vive colgado de la zozobra que significa
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académicos, tesis y referencias, entre
escribir de Federico Campbell? California) porque le han encargado la elaboración, versa sobre un profesor otras, de la Universidad de Misisipi y de perder su trabajo, de suerte que conservar el empleíto es la medida de
He terminado un texto autobiográ- erección de una escultura en memoria que va a Sonora a dar una conferencia Texas, en EU; de la de Ultrecht, en Ho-
todas las abyecciones. El oficinista es por ello un paranoico que en todo
landa; y de la de Valladolid, en España.
fico literario en el que hablo de mis li- de los mineros muertos en un mineral sobre la mafia siciliana, y lleva por títu- ve signos de peligro, amenazas a la seguridad de conservar su puesto en
Actualmente es maestro y coordinador
bros y se titula La máquina de escribir. agotado. Y la tercera novela es la del lo Con algunas cosas no se juega, frase editorial de la Ibero Torreón. la maquinaria.
También he concluido otro de ensayos actor: La criatura y el personaje, que que viene de un anónimo siciliano del rutanortelaguna@yahoo.com.mx
Sin embargo, pese a lo terrible que resulta vivir sentado frente al escri-
que lleva por título La era de la crimi- lleva un epígrafe de Luigi Pirandello. que hablaba Sciascia: “Con certe cose torio, la libertad de la calle y el sosiego del hogar no son mejores opciones.
nalidad. Empieza con un largo monólogo del nos si scherza.” Apenas se libra del trabajo y de las horas extras asumidas casi con placer,
para evitar lo que sigue, el oficinista nos equivocamos: el hogar es un reflejo el amor es su último tren, una posible Una clave de la novela radica en su
emerge hacia la calle y lo que encuentra congruente de la barbarie padecida en la redención luego de la vida de escoria que cruel epígrafe: “Una experiencia que,
allí es abominable: como en una fan- oficina y en la calle. Puede incluso ser ha tenido. La secretaria, quien también por su exceso de soledad, sólo puede
tasmagoría preapocalíptica, la ciudad un sitio peor de repugnante: el oficinista carece de nombre, como todos los per- llamarse rusa”. En efecto, tales palabras
se ha vuelto ámbito de depredación, padece allí el hostigamiento atroz de su sonajes de esta novela, lamentablemente de Kafka rajan como machetazo todas
de inseguridad y desprecio por la vida mujer, una sapo, y la sensación de que está poco o nada de acuerdo en acceder las vísceras del texto. En sus 55 breves
humana. Es, no sabemos por qué pero lo sus hijos son insalvables: ellos están a la pasión del personaje gris que la me- trancos se siente que el interior de los
intuimos, sobrevolada por helicópteros condenados, no tienen escapatoria, su rodea. Si bien ella lo acepta en un primer individuos que pueblan estas páginas
artillados que luchan contra una “guerri- futuro es ineludiblemente siniestro, tal encuentro, no está dispuesta a ceder más ha sido carcomido por el gusano de la
lla” sin rostro e igualmente letal. Aquí vez peor que el presente ya encarado/ allá de aquella migaja: ella supone tener soledad hasta convertirlo en un tormento
y allá, por todos lados, los helicópteros, encarnado por su padre, el protagonista un camino más seguro con el jefe, de sin pausa. Por ello, “El infierno es el sub-
las patrullas, los autos blindados de la de esta agonía. suerte que vincularse con el oficinista suelo de uno mismo”, piensa el oficinista
autoridad, vigilan, rastrillan todos los En tal atmósfera vidriosa ocurre un es un disparate que no podrá permitirse. en alguna parte de su calvario.
recovecos y persiguen a los rebeldes, y milagro de escala minúscula como todos El microcosmos de El oficinista es Con el mismo recurso sentencioso
los rebeldes a su vez colocan explosivos los milagros que pueden ocurrirle a un asfixiante. El frío, la condición plomiza el oficinista cree haber encontrado en
sin mirar a quién ni a cuántos destrozan, ser de similar tamaño: nuestro oficinista del ambiente, los barrios despojados de el amor una rendija para escapar de
de manera que el clima callejero es el se enamora. Fortuita, impensadamente es toda civilidad y los infinitos perros ca- su destino: “En la vida todos tenemos
de un cataclismo entre trenes subterrá- flechado por una compañera de trabajo, llejeros que se convierten en símbolo del una oportunidad. Si la dejamos pasar
neos, cines, pizzerías y demás vidrieras la secretaria-amante del jefe, y ese hecho salvajismo prohijado por la urbe, son el estamos fritos”, piensa. El oficinista es
sebosas. Nadie está pues seguro en esa entre accidental y prodigioso estremece caldo de cultivo ideal para crear zombies un sujeto que se desdobla como buen mi-
selva, y si pensamos que en el hogar la vida del oficinista. Entre dudas y pa- a la manera apaleada del protagonista y crobio plagado de incertidumbre: por un
habrá un descanso para el protagonista, vores avanza hacia la corazonada de que quienes lo rodean. flanco es el timorato de siempre, el bicho
ínfimo que se conformó con la derrota
de aherrojarse a un escritorio; por otro,
un ser —su alter ego— que lo aguija a
la inconformidad, a no dejarse vencer,
a no ser más el pusilánime viscoso de
siempre: “Piensa que desde que tiene
memoria se encuentra con el cañón de
un arma en la nuca”.
Precisamente, como en las historias
de Kafka, en El oficinista importan
menos las peripecias que la metáfora
global: la vida, nuestra vida de estos
tiempos humillados ante el altar neoli-
34 beral, avanza con un arma en la nuca. 35
Todos somos o casi somos ese oficinista
que trastabilla en busca de una salvación,
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la que sea, y sólo obtiene por respuesta
el balazo de la realidad que le confirmará
su lugar en el mundo: la basura.

El oficinista, Guillermo Saccomanno Premio


Biblioteca Breve 2010, Seix Barral, Buenos
Aires, 2010, 201 pp.
Cuento Jaime tenía una expresión de re-
chazo que se tornaba a instantes entre
melancólica y despreciable. Habría de

Peligrosa luz
distraerse con reminiscentes piezas de su
infancia que lo motivaban a la expresión
cambiante de su rostro.
—Pero no así. No de esta forma. Si
lo hice antes fue por defenderme y a ti
te consta.
Antonio Toledo Martínez La luna estaba ya muy alta cuando
el Tuerto comenzó a sentirse débil. La

— Yo no la maté —exclamó el Tuerto desde el rincón en penumbras y


se levantó para encender la veladora que se hallaba sobre la mesa.
botella se hallaba casi vacía.
Jaime fue de nuevo hasta la puerta.
La escasa luz que entraba por la ventana sin vidrio rasgaba la parte no —¿Hace cuánto ya de eso? ¿Diez,
iluminada del viejo y sucio cuarto. once, quince años? Cualquiera podría
—Te juro que yo no la maté. Además, a ti te consta, Jaime. Te consta decir que tú la mataste. Si aquella vez te
que yo estaba aquí cuando tú llegaste antes de que pasara... dejaron libre fue porque nadie te vio hacer-
Recargado sobre la puerta de entrada, Jaime estaba con los brazos lo… Solo yo. Pero ahora es diferente. Los
cruzados. Distinguió con más claridad la silueta del hombre. Parecía niños te vieron salir corriendo de la casa.
escuchar con el oído nublado, ofreciendo al único ojo del Tuerto una —Tu madre quiso matarme esa
mirada desierta. llegué ya estaba muerta, llena de sangre —Pero ya todos dicen que te vieron noche —el Tuerto señaló el parpado iz-
—Yo sé, Tuerto. Pero ¿qué podemos hacer si todos dicen que fuiste tú y sin ropa. casi matándola —respondió Jaime y cla- quierdo cicatrizado—. Tú te acuerdas…
el que la mató? —dijo Jaime y se movió hacia el otro extremo del cuarto. El Tuerto sintió cómo el ardor del vó la mirada otra vez en el ojo del Tuerto. Yo nomás me defendí… Ella me atacó
Echó una mirada a través de la ventana. trago le quemaba la garganta al hablar. —Yo nomas fui por una veladora con el cuchillo.
Afuera, detrás de la casa, comenzaron a cantar los grillos. El olor a leña —Ya no deben tardar —dijo Jaime. porque no tenía luz y quería aluzarme. Jaime, luego de unos segundos de
quemada les llegaba en retazos, humedecida por la temprana llovizna de ese Horas antes él mismo cubrió el ¡Mira lo que son las cosas! Cuando la silencio, se sacudió la quietud de su do-
día. El Tuerto guardó silencio unos segundos y se concentró en la botella. cuerpo desnudo y ensangrentado de su vi ahí tirada, lo único que pude hacer lor a causa de la memoria interrumpida.
—¿De verdad me andan buscando como dices? esposa. En el breve interrogatorio de la antes de salir corriendo por el susto, fue Habló de pronto, ya con el tono de voz
La cortina oscilante se abría suavemente con la corriente de viento y policía dijo que no había visto nada, que echarme la veladora a la bolsa. Uno no decidido para interrumpir al Tuerto.
Jaime pudo distinguir las luces cayendo a su paso sobre las sombras que apenas llegaba a casa. piensa muy bien las cosas cuando se le — ¿Por qué mataste a mi esposa?
Antonio Toledo Martínez la noche permitía. Acababa de llegar con el aviso para el Tuerto hacía —La hubieras visto, si hasta tú hu- atraviesan los muertos. Ella me quería. El Tuerto estaba consternado. Con-
(Ciudad Acuña, Coahuila, 1991). bieras salido corriendo del susto. Me trataba bien. ¿Me crees? ¿Me crees fundido por la borrachera y las palabras
Realizó estudios de dirección cine- media hora. La muerte de su propia esposa parecía no interesarle. Por el
matográfica en el centro de estudios contrario, había ido a buscar al Tuerto para avisarle que él era el principal Jaime ignoró el comentario y miró que yo no la maté? de Jaime, intentaba aclararse la cons-
cinematográficos en la Ciudad de hacia afuera de nuevo. Con esfuerzo, el Jaime, sin responder, se acercó a la ciencia.
sospechoso de su muerte.
México, trabajó en comerciales y
—Unos niños dicen que saliste corriendo de la casa antes de que la Tuerto se paró y contra la mesa azotó la mesa, encendió un cigarro con la llama Jaime lo vio levantarse e ir hasta
cortometrajes estudiantiles y profe-
36 sionales. También realizó estudios encontraran —dijo sin ganas. botella derramando un poco de tequila. de la veladora y el Tuerto lo sacudió del él. Advirtió la plegaria escurridiza que 37
de dramaturgia, historia del arte y Ambos sintieron el viento helado que brazo con suavidad. atravesaba por todo el rostro del Tuerto,
El Tuerto rebatió las palabras de Jaime con melancolía. Alargó los
crítica cinematográfica en diversos
diplomados en Cinefilia. brazos hasta tocar la mesa con los puños, y suspiró. Miró su botella de sacudió la llama de la veladora. —Responde —insistió—. ¿Me crees y habló de nuevo. Su tono era confiado.
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18toledodelator@gmail.com tequila y se sentó de nuevo sobre la única silla de la casa. —Ayúdame, Jaime —suplicó y dio capaz de algo así? — ¿Sabías que estaba embarazada?
—Me quedan como seis o siete tragos… Tal vez ocho —dijo al cabo otro trago de tequila— tú sabes que yo Jaime logró zafarse con suavidad de —Lo que pasó hoy en la mañana…
de unos segundos. no la maté. No me voy a esconder porque la mano que lo apretaba. Yo nomás iba por algo pa’alumbrar-
Sin cambiar de posición y con la mirada puesta todavía sobre la botella, yo no hice nada, pero debes ayudarme a —De nada sirve que yo te crea o no me. Me acuerdo de que había mucha
el Tuerto bebió un gran trago. Luego se limpió los labios con la manga de convencerlos de que yo no fui. ¿Cómo te crea. Además, no sería la primera vez sangre cuando llegué —el Tuerto señaló
su camisa y le dirigió la mirada a Jaime, quien seguía viendo hacia afuera. crees que yo iba a matar a alguien de que matas a alguien —exclamó luego de su sien con el índice derecho—, aquí
—Y cómo no iba a salir corriendo —continuó— si te digo que cuando esa manera? tragar una bocanada de humo. tengo bien grabado todo.
—Y cómo no lo ibas a tener grabado Poesía
si estuviste ahí —aseguró Jaime.
El Tuerto le había dado la espalda

Dos poemas
dispuesto a sentarse otra vez debido al
mareo que no lograba controlar. Volteó
para verlo y vislumbró a Jaime ya desde
la silla. Guardó silencio y soportó los
impulsos de vomitar.
—Por eso vine a advertirte que te
andaban buscando —continuó—. Cuan- Raúl Blackaller Velázquez
do escuché que los niños te vieron salir
corriendo de la casa, supe que todos iban

P
Paisaje
a creer que habías sido tú. odría destruir esa pared hasta el paisaje de rocas.
El Tuerto bebió el último trago. ¿Por qué no habré formulado las respuestas adecuadas?
En un nuevo intento por levantarse en verdad, las preguntas fueron estúpidas criaturas salvajes de seis patas
perdió el control de sus piernas y cayó [y un aguijón venenoso.
al suelo. La botella se estrelló sobre el Amenazantes.
piso deshaciéndose en fragmentos que Una onda hertziana solidificada en el aire.
reflejaron la llama de la peligrosa luz Y lo que vi,
con la que se alumbraba. La enorme y lo que besé en tus ojos fue una lagaña de miseria.
sombra de una nube surcó la luna y por Cayó en música salada recorriendo la mejilla a mi lengua dormida.
unos segundos ninguno de los dos pudo Y lo que vi,
verse el rostro. fue el corazón aletargado.
—Pero yo no la maté, Jaime—repitió ¿Lo escuchas a través de las paredes?
desde el suelo—, tú sabes que yo no la maté. ¿Escuchas el paisaje de las rocas?
—Yo sé que tú no la mataste —dijo
y arrojó la colilla de cigarro al suelo.
Faro
—Claro que lo sabes. Si tú estabas
Calla, es noche de luna llena
ahí cuando llegué. Estabas ahí desde
Raúl Blackaller Velázquez habrá que brindarle respeto el plenilunio,
antes de que yo llegara. Escondido (Torreón, Coahuila, 1977). Es habrá que caminarlo y pensar:
atrasito de la puerta pa’que no te viera. licenciado en Derecho por la Uni-
versidad Autónoma de Coahuila ¿tengo permiso para morir?
Me hice el ciego... Nomás de un ojo, que y posee maestría en Educación No escucho una respuesta,
así era menos la mentira. Te juro que no por la Ibero Torreón de donde
además es profesor de asignatura. no existe respuesta.
pensaba decir nada, porque a pesar de Ha publicado ensayo, cuento, El infierno ahoga y suprime los sentidos.
todo eres mi hijo… minificciones y poesía en distin-
tas revistas regionales. Escribió Una nube se interpone entre la luna y yo.
38 El Tuerto, vencido por el sueño y el durante siete años la columna Muere en letra la larga letanía.
39
alcohol, se fue perdiendo entre susurros. “México” hoy en la revista Pla-
yers of Life y actualmente en Lo único que logré fue desalmarme con tanta ausencia.
—Yo sé que tú no lo hiciste —ex- su versión en línea. Twitter: @ Te debo una ciudad desconocida.
Acequias 76 Otoño 2018

Acequias 76 Otoño 2018


clamó Jaime y sacó de su chamarra un raulblackaller.
cuchillo ensangrentado que lanzó al
¿Has podido callar esta noche de luna llena?
rincón del cuarto.
Desangrarla hasta que surjan los recuerdos.
Salió de la casa sin cerrar la puerta
Hablo del pasado.
y una ráfaga de viento helado apagó la
O le sigues aullando a ese maldito faro brillante
llama de la veladora que estaba a punto
implantado en el vacío.
de consumirse.
Poesía

Cuando el eco
REVISTA DE DIVULGACIÓN ACADÉMICA Y CULTURAL

Paola de Llergo

P Acequias es una revista interdisciplinaria que


aradoja dual, ya no puedo cargarte. Te postraste sobre mis hombros La extensión de las colaboraciones es de
sin consentimiento. Me pesas, te resisto. Me pesas, te resisto. Mi aparece tres veces al año: en Primavera (abril) dos a cuatro cuartillas a doble espacio en
espalda tiembla y el espasmo no concluye, estoy inmóvil. La ten- Verano-Otoño (agosto) e Invierno (diciem- fuente Arial de entre 12 y 14 puntos. Los co-
sión nace desde las sienes y en chorros llega al suelo. Se esparce infinita. bre). Es editada por el Centro de Difusión laboradores deberán entregar el original en
Me inmoviliza. Me contrae y no cesa. Eres omnipresencia. Semblantes Editorial de la Universidad Iberoamericana versión digital. Los textos deberán llegar com-
rígidos, palabras y sonidos tensos. Torreón y dirigida sobre todo a la comunidad plementados con la siguiente información:
 Soy incapaz de percibir mi espalda, mi cuerpo, el espacio y el tiem- que integra la Ibero Torreón y el Sistema Uni- • Nombre del autor
po. Percibo solamente tu peso constante. Eres un eco, no cesas. Eco, eco versitario Jesuita. • Dirección y teléfono
inmortal, permanente. No callas nunca. Tan presente que tu sonido es ya Se llama Acequias porque es una palabra • Área de trabajo, estudio o relación con
Paola de Llergo
(Torreón, Coahuila, 1999). Es estu-
lo único que externo. Te repito porque vivo. Porque soy parte. Eco, tú con la que se identifica la atmósfera agríco- la Ibero Torreón si la hay
diante de Psicología en la Universidad eres el mundo. Retumbas, vibras pero no callas. Te conozco porque me la de La Laguna, además de que esta palabra • Breve información curricular
Iberoamericana Torreón y participa en
el taller literario. Esta es su primera
habitas, a mí y a todo. Universalidad constante, riges la vida. Te postras contiene entre sus grafías las siglas de nuestra • Autorización para agregar la dirección
publicación. en los cuerpos y te vivimos uniformes. Camino, te encuentro. Cierro los Universidad: Aceq-uia-s. electrónica en la ficha de autor
paola.ralo.99@gmail.com
ojos, te abres. Hablo y me hablas; son tus palabras duplicadas. Eres la raíz Su acceso en la página web de la Ibero To- El Comité Editorial, sin conocer el nombre
del mutismo, del sonido, y no descansas. Eco, ¿cuándo mueres? ¿Cuándo rreón es gratuita para todos los usuarios de y procedencia de los autores, determinará la
cambias? ¿Cuándo sueltas? ¿Cuándo, cuándo, cuándo... internet, y todos los ejemplares permanecen inclusión de los materiales recibidos dentro
disponibles sin restricción de tiempo y lugar. de la revista según criterios de calidad, opor-
Si eres alumno o ex alumno de cualquier tunidad, pertinencia, extensión y cupo. Los
programa académico, personal académico textos que lo requieran recibirán corrección
de tiempo o asignatura, personal administra- de estilo en el entendido de que deberá ser
tivo o de servicio, miembro de asociaciones la más mesurada posible. Debido a la gran
vinculadas con la Universidad o amigo de la cantidad de colaboraciones propuestas para
Ibero Torreón, Acequias te invita a colaborar su publicación, el Comité Editorial no asu-
con ensayos, artículos, entrevistas, crónicas, me la tarea de emitir sus dictámenes a los
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reseñas de libros y películas o textos de crea- autores por ninguna vía.
ción literaria. En consideración a la diversidad Los materiales propuestos deberán ser entre-
de lectores a la que está dirigida la revista y a su gados o enviados al Centro de Difusión Edito-
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bulario especializado, así como excesivo apara- entregados a los editores o enviados a la direc-
to erudito. Los textos deberán estar escritos de ción electrónica: publicaciones@iberotorreon.
manera clara y bien estructurada. Te sugerimos edu.mx y jaime.munoz@iberotorreon.edu.mx.
considerar la fecha de salida del siguiente nú- La fecha de cierre del número 77 de Ace-
mero al decidir que deseas colaborar. quias será el 15 de noviembre de 2018.
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