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: Noveduc (2016)
ISBN 978-987-638-486-6 Ps 53-75
El trabajo procura mostrar que la Psicología Educacional enfrenta serios desafíos teórico-
metodológicos, así como una demanda considerable para aportar a la comprensión e
intervención sobre diversos problemas educativos de la región. Dentro de la variedad de
cuestiones a atender interesa particularmente trabajar sobre el problema de los
reduccionismos más usuales en el abordaje psicoeducativo y sus posibles consecuencias. En
tal dirección, el trabajo recorre tanto los problemas de reducción al individuo como de
reducción del individuo en la explicación psicológica general y en particular en la
explicación psicoeducativa. Se resaltará la importancia de atender a las especificidades que
presentan las situaciones educativas, particularmente las de tipo escolar. La no atención a
esta cuestión, perpetra lo que hemos dado en llamar una falacia de abstracción de la
situación.
Palabras clave
Aprendizaje escolar – reduccionismos – unidades de análisis – enfoques socioculturales
Introducción
Los desarrollos psicoeducativos en América Latina encuentran, sin duda, marcas
específicas no sólo relativas a las demandas que plantean las situaciones educativas
variadas de la región, sino también a las diversas tradiciones teóricas con sus hibridaciones
recurrentes, que dibujan por momentos objetos y problemas no siempre reflejados en la
literatura dominante de la producción, sobre todo, anglosajona.
Sin embargo, y a pesar del intento que desplegaremos para no perder estos signos de
especificidad relativa, deseamos detenernos en una serie de problemas que hacen parte del
campo psicoeducativo y que se ven reflejados desde hace varios años en la literatura
también “dominante”. Entre ellos, un problema central señalado refiere a la creciente
1
Director del Programa de Investigación Discursos, prácticas e instituciones educativas, de la UNQ.
Investigador Responsable PICT 2194E1293/12 “La inclusión de las voces de los estudiantes en los procesos
de aprendizaje. Variaciones de las formas de participación y apropiación de la experiencia escolar en el nivel
medio”. Email de contacto: rjbaquero@gmail.com
complejidad y heterogeneidad relativa del campo. En otros, se resaltan cuestiones teórico-
metodológicas que impactan de forma más o menos directa en el abordaje de una serie de
problemas psicoeducativos con implicancias prácticas. Uno de los que se ha discutido con
mayor recurrencia ha sido, sin duda, el del llamado “fracaso escolar masivo” y la discusión
en torno a la educabilidad de los sujetos, particularmente los provenientes de sectores
populares. Sin embargo, procuraremos mostrar que los cambios de paradigma que pueden
ilustrarse a propósito del abordaje situacional del “fracaso escolar” (Terigi, 2009; Baquero,
2014) encierran implicancias fuertes para una serie de problemas educativos abordados o
denunciados con recurrencia en la región y más allá, como el del abordaje de las
“trayectorias” escolares, el problema de la motivación; el desarrollo de experiencias
educativas inclusivas; etc.
En verdad, tal complejidad creciente del campo psicoeducativo ha sido señalada ya hace
más de dos décadas (cf. Salomon, 1995; Pintrich, 1994). Fue enunciada desde varios
aspectos, por una parte, el más alcanzable para una descripción inicial, tendría que ver con
la variedad de áreas, tópicos y temas que abarcan sus trabajos y que, de hecho, ponen en
tensión, como veremos, la propia identidad del campo psicoeducativo. En segundo término,
se da algo no menos importante, que es la coexistencia y emergencia de paradigmas
diversos en los abordajes psicoeducativos. De tal modo que la combinatoria de variedad de
temas y variedad de perspectivas otorga una pintura indudablemente heterogénea y difícil
de aunar o describir en su posible unidad.
Desde ya tal “unidad” no parece un requisito necesario y en ciertos casos tampoco
deseable. De todas formas, ya hace dos décadas, como recordamos, se insistía en un punto
de quiebre importante que coloca a la dispersión de temas y perspectivas o paradigmas en
tensiones no siempre resolubles, es decir, en conflictos inevitables y con proyecciones a
atender dado el bifronte carácter que siempre han tenido los trabajos psicoeducativos, que
además de atender a la problemática psicológica básica ensaya o predispone cuerpos de
prácticas que afectan o impactan sobre las prácticas educativas.
Cuando repasamos las discusiones y balances de los 90 no deja de llamar la atención la
vigencia de las formulaciones. Es probable que la agudeza de los autores percibiera
efectivamente el inicio y consolidación creciente de ciertas discusiones con respecto a las
perspectivas teórico-metodológicas que tendrían un indudable impacto y duración. Desde
Paul Pintrich (1994) anunciando el surgimiento de nuevas metáforas para pensar lo
educativo, hasta el trabajo de Salomon (1995) haciendo un balance de la producción de
Educational Psychologist -en los últimos cuatro años previos a su escrito- y donde ensaya
con cierta precisión y síntesis algunos puntos que podemos juzgar centrales para la
reflexión psicoeducativa, aunque con ciertos límites inevitables de tiempo y territorio sobre
los que convendrá, a su vez, reflexionar.
Seguiremos como pre-texto, algunas de estas formulaciones de Salomon (op.cit) que nos
permitirán enunciar temas como el de la reducción de las explicaciones psicológicas al
individuo, o un tratamiento muchas veces escindido de los procesos individuales de los
sociales o intersubjetivos así como la reducción del propio individuo o sujeto en tanto se
opera una nueva escisión o reducción perdiéndose su carácter de multiplicidad (Benasayag,
2013) o “compuesto” (Salomon, 1995).
Un punto de partida inquietante y vigente, lo postula Salomon al advertir que dos
cuestiones centrales ordenan, a su juicio, las cuestiones psicoeducativas. Por una parte, nos
dice, que sino todos, seguramente la mayoría de los temas de interés para la psicología
educacional están siendo abordados desde una perspectiva individual “descontextualizada”
(1995:105) y, en segundo término, “tales fenómenos complejos concernientes al
aprendizaje, el desarrollo y otros fenómenos psicológicos educacionalmente relevantes son
desglosados en elementos más simples y más fácilmente controlables” (op.cit.) siendo
estudiados como elementos discretos. Pero, claro está, perdiendo el poder de atrapar la
complejidad molar de los fenómenos.
Entre los desafíos que estas dos características plantean, Salomon encuentra, y juzgamos de
relevancia, los de maximizar la “validez ecológica” de nuestros hallazgos contemplando los
nuevos paradigmas y la de lograr mayor impacto práctico en los desarrollos
psicoeducativos. En otros términos, la escisión de los sujetos de las situaciones y su
tratamiento como individuos descontextualizados, más la fragmentación operada, de hecho,
sobre los procesos estudiados y aislados, limita severamente la comprensión de sus
dinámicas e impide el desarrollo de estrategias de intervención oportunas. Intentaremos
presentar estos temas con mayor detalle.
Sujeto y situación
El análisis de experiencias educativas y psicoeducativas, de diversa escala o tipo, permite
ilustrar las dificultades metodológicas enfrentadas a la hora de comprender su dinámica, su
historia, las formas de agenciamiento particular que se producen por parte de los sujetos
implicados, los procesos de aprendizaje que se producen, o no, etc. Una de las cuestiones
de interés que se encuentran al desplegar alternativas diferentes de abordaje en el desarrollo
de experiencias con intención inclusiva y cierto componente “innovador” o alternativo, es
justamente la constatación clara de la singularidad de las relaciones entre sujeto y situación,
pero, a su vez, la particularidad de combinatorias diversas que se producen entre
instituciones a grandes rasgos “similares”.
En el ámbito del AMBA, (Área Metropolitana Buenos Aires, de Argentina) hemos
participado, en los últimos años, del análisis de diversas experiencias educativas con
objetivos inclusivos, en sentido amplio, particularmente centradas en el nivel medio de
enseñanza. Por ejemplo, un proyecto se centró en experiencias de variación del régimen
académico de las escuelas medias –esto es, el régimen de trabajo a que está sujeto un
alumno en términos de asistencia presencial a clases y su modo de cómputo, cantidad de
materias a cursar en forma simultánea y obligatoria, formas de evaluación y promoción,
etc.- analizando algunas que proporcionaban cambios profundos sobre una población de
escuelas acotada (como el caso de las Escuelas de Reingreso de la Ciudad de Buenos Aires)
y otras donde los cambios fueron relativamente menos profundos, pero abarcaron el
universo de establecimientos de la jurisdicción (tal fue el caso del análisis de la
implementación de la Escuela Secundaria Básica, en la Provincia de Buenos Aires) (cf.
Baquero, et al, 2009; 2012).
Más recientemente, hemos focalizado, en otro proyecto, el análisis de experiencias en el
mismo nivel medio y en escuelas públicas, que generaran alternativas en la participación de
los estudiantes en los procesos de aprendizaje: En algunos casos, el análisis de estas
experiencias fue realizado contemplando algunas que implicaran formas de variación del
régimen académico, como las ya estudiadas, pero también experiencias en escuelas que no
transitaban estos procesos de variación. La enumeración de estos marcos de indagación es
sólo al efecto de poder comprender que, en ciertos casos, el impulso de algunas
experiencias educativas que intentaban mejorar la inclusión de los estudiantes –sea en su
retorno o permanencia en la escolaridad o en la mejora de sus aprendizajes,- partían de la
necesidad de revisar y atender, al menos parcialmente, a las particularidades de las
situaciones educativas, en tanto escolares, procurando variaciones diversas en el formato
escolar.
Desde ya, nuestra aproximación partía de premisas claras con respecto a la necesidad de
adoptar, como venimos señalando, unidades de análisis molares, no centradas
excluyentemente en los estudiantes/individuos, pero tampoco en los docentes/individuos.
La exigencia metodológica, como adelantamos, fue capturar las particulares combinatorias
que se dieron por ejemplo, entre iniciativas de política educativa, formas de agenciamiento
de las escuelas, diversidad en las formas de apropiación de las propuestas y en sus formas
de concreción, así como motivaciones y sentidos diversos encontrados o producidos en los
diferentes sujetos implicados. A los fines de capturar esa dinámica, dentro de los
desarrollos de los denominados enfoques socioculturales, hemos ensayado intentos de
abordaje de las experiencias educativas o psicoeducativas cercanos a los propuestos por
Engeström dentro de su teoría de la actividad (Engeström, 2009).
Como se sabe, el enfoque de Engeström ha sufrido variaciones a lo largo del tiempo, entre
otros puntos, precisamente en lo relativo a las unidades de análisis propuestas. Su categoría
de “actividad” contempla al sujeto con relación a la comunidad de pertenencia definida en
el análisis, los instrumentos de mediación presentes, así como las normas que regulan el
escenario de la actividad elegida y la división de tareas, que define, a su vez, las posiciones
subjetivas relativas en el seno de la actividad. El propio Engeström (1991, 1998) en
ocasiones ha hecho uso de su enfoque para abordar problemas educativos y pueden
referirse autores que han trabajado específicamente en sus derivaciones para el análisis de
las prácticas tanto educativas como psicoeducativas (cf. Daniels, 2010; Saninno, 2008;
Yamazumi, 2007).
En el marco del presente trabajo importa enfatizar que el desarrollo de experiencias
inclusivas, como se anticipó, requiere partir de una mirada que exceda su centración en los
supuestos atributos sustantivos de los sujetos y pueda advertir la variación de posiciones
relativas de los mismos en la medida en que cambian, a su vez, las reglas de juego de la
propia actividad escolar. En uno de los proyectos desarrollados en un grupo de escuelas
medias públicas del conurbano bonaerense, se proponía a los estudiantes la libre elección
colectiva de un tema sobre el que se indagaría con la orientación de uno o más docentes 2.
Lo que podría resultar un detalle menor, constituía en verdad, un punto central en el intento
de desarrollar experiencias que variaran las formas de participación –habitualmente
pasivas- en la dinámica de los procesos de aprendizaje. Esto permitía ver cómo estudiantes,
o aun grupos de estudiantes, percibidos habitualmente como poco o nulamente motivados
hacia el aprendizaje, se implicaban en diferentes momentos y tipos de tareas que el
desarrollo del proyecto implicaba. Podían tomar por momentos posiciones francamente
activas en la organización de las tareas o parte de ellas, en la planificación de sus
concreciones y, algo nada menor, tomar decisiones y producir maneras de comunicar los
resultados de su proceso de aprendizaje y de los resultados encontrados en la toma de
encuestas realizadas por ejemplo, en videos, presentaciones de Power Point,
dramatizaciones, etc.
Recíprocamente, cabe analizar que la posibilidad de concretar una experiencia como la que
someramente se describe, implica un cambio de posición, a su vez, de los propios docentes.
La posibilidad de ejercer una posición de una relativa mayor autonomía fue recíproca del
desarrollo de estrategias pedagógicas como las que producían los profesores participantes
del proyecto, con sus diversas maneras de apropiación. Como hemos analizado en otro sitio
(Baquero y Lucas, 2015), la sola instancia de proponer a los estudiantes la elección de un
tema –con relativa independencia del espacio curricular del profesor a cargo- es decir, de
un tema que podía guardar o no, relación clara con la materia a dictarse y en la que estaba
2
Se trataba del Proyecto NEPSO (Nuestra Escuela Pregunta su Opinión), que implicaba luego una indagación
sobre el tema y la confección, toma y procesamiento de encuestas –tomadas en la institución o en la
comunidad- y que luego eran sistematizadas e intercambiadas con otros grupos de estudiantes de otras
escuelas participantes del proyecto. La Coordinación Internacional del proyecto, originario de Brasil y
extendido a varios países de la región como Chile, México, Colombia y Argentina, estuvo a cargo de la
Fundación Accao Educativa y el Instituto Paulo Montenegro, de Brasil. La Coordinación local es tuvo radicada
en la Universidad Nacional de Quilmes. La investigación se desarrolló en el marco del Proyecto PICT “La
inclusión de las voces de los estudiantes en los procesos de aprendizaje. Variaciones de las formas de
participación y apropiación de la experiencia escolar en el nivel medio”, financiado por la ANPCYT.
formado el profesor, implicaba cambios nada menores en la distribución de posiciones
habituales frente al trabajo escolar.
Además de las mencionadas con respecto a la organización de las actividades, la elección
de un tema podía definir una relación si bien no simétrica ya no centrada en el docente
como fuente principal del saber a desplegar. Es decir, los temas elegidos, generalmente
sensibles al cotidiano de los adolescentes y sus comunidades –como el embarazo
adolescente, adicciones, el tratamiento dado por la comunidad a los residuos, los
fenómenos de violencia, particularmente los de género- situaban la tarea en la necesidad de
búsqueda de información calificada, su análisis, etc. Actividades que si bien contaban con
la permanente dirección u orientación de los profesores, no se correspondía con las formas
habituales de trabajo en clase. Los propios alumnos expresaban que los profesores “también
aprendían” durante el desarrollo del proyecto.
En cierta forma, los estudiantes y los docentes transitaban experiencias en los diferentes
contextos descriptos por Engeström (1991) en el aprendizaje escolar. El autor, como se
recordará, describe el contexto de descubrimiento, como aquél que permitiría la
reconstrucción de la o las lógicas disciplinares en la indagación de los temas abordados.
Esto, puede decirse, se cumplió en la medida en que las actividades de indagación y
búsqueda de fuentes y referencias, pudo salir del registro de la mera información/opinión.
El autor también refiere al contexto de práctica, el vínculo posible entre los aprendizajes
escolares y los problemas y situaciones de las comunidades de referencia. Cuestión que
colaboraría a romper con el “encapsulamiento escolar” denunciado como habitual por su
trabajo (Engeström, 1991). Esto fue logrado en ciertos proyectos que tomaron, como vimos
temas de relevancia e implicación personal y ligada a la vida de la comunidad. Entre los
descriptos, el proyecto desplegado en torno a los residuos y su tratamiento, fue uno de los
que mostró con mayor claridad esta posible relación y el despliegue de competencias
relativas a la necesidad de intervenir, denunciar, dar publicidad, en este caso, tanto sea a la
ausencia parcial del Estado como a la inoperancia o indiferencia del nivel comunal. Por
último, Engeström (op.cit.) menciona el “contexto de crítica”, aquél que permitiría a los
mismos estudiantes cierta toma de conciencia sobre las condiciones de su propio
aprendizaje y las posibilidades de generar experiencias alternativas. Desde ya, las
experiencias analizadas ofrecieron la posibilidad de ver las tensiones que se presentan aun
al dar modestos pasos en las direcciones señaladas (Baquero y Lucas, 2015).