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418-C-2008

SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las once


horas del día tres de Octubre dos mil doce.
El anterior recurso de casación ha sido interpuesto por la Licenciada Ana Margarita
Chacón, en calidad de Defensora Particular de Carlos Enrique Mancía Martínez, Elvis Alexander
Marroquín Amaya y Henry Ulises López Rivera, contra la Sentencia Definitiva Mixta,
pronunciada por el Juzgado Especializado de Sentencia de Santa Ana, a las diecinueve horas con
quince minutos del día tres de Junio del dos mil ocho, en el proceso instruido contra los
imputados ELVIS ALEXANDER MARROQUÍN AMAYA, CARLOS DAVID MARTÍNEZ
BELTRÁN, CARLOS ENRIQUE MANCÍA MARTÍNEZ Y HENRY ULISES LÓPEZ
RIVERA, pronunciamiento donde se absuelve a los procesados ELVIS ALEXANDER
MARROQUÍN AMAYA, CARLOS ENRIQUE MANCÍA MARTÍNEZ Y HENRY ULISES
LÓPEZ RIVERA por el delito de ROBO AGRAVADO, tipificado y sancionado en los Arts.
212 en relación con el 213 N° 2 y 3 del Pn, cometido en perjuicio patrimonial de "ROBERT"; y
se condena a los procesados ELVIS ALEXANDER MARROQUÍN AMAYA, CARLOS
DAVID MARTÍNEZ BELTRÁN, CARLOS ENRIQUE MANCÍA MARTÍNEZ Y HENRY
ULISES LÓPEZ RIVERA por el delito de PRIVACIÓN DE LIBERTAD, tipificado y
sancionado en el Art. 148 en relación con el 33 del Código Penal, en perjuicio de "MADONA";
ELVIS ALEXANDER MARROQUÍN AMAYA, CARLOS DAVID MARTÍNEZ
BELTRÁN, CARLOS ENRIQUE MANCÍA MARTÍNEZ y HENRY ULISES LÓPEZ
RIVERA, por el delito de SECUESTRO, regulado y sancionado en el Art. 149 en relación con
el 33 del Código Penal, en perjuicio de "RUTH" y "MARCOS"; CARLOS DAVID
MARTÍNEZ BELTRÁN por el delito de ROBO AGRAVADO, regulado en los Arts. 212 y
213 N° 3 en relación con el 33 del Código Penal, en perjuicio de "ROBERT", CARLOS
DAVID MARTÍNEZ BELTRÁN y CARLOS ENRIQUE MANCÍA MARTÍNEZ por el
delito de TENENCIA, PORTACIÓN O CONDUCCIÓN ILEGAL O IRRESPONSABLE
DE ARMAS DE FUEGO, regulado en el Art. 346 B literal a) en relación con el 33 del Código
Penal, en perjuicio de LA PAZ PÚBLICA.
Habiéndose evacuado dentro del término de ley la prevención formulada a la Licenciada
Ana Margarita Chacón, quien actúa en calidad de Defensora Particular, procédase, a dictar lo que
conforme a derecho corresponde:
En la presente resolución todos los preceptos del Código Procesal Penal que aparecen
relacionados, pertenecen a normativa derogada.
En el recurso casacional aparecen invocados por la impetrante dos motivos; refiriéndose
el primero de ellos a la Inobservancia de los Arts. 1, 11, 12 Cn; 1, 3 Pn, 1, 15, 162, 19 y
siguientes, 212, 213, 224 N°6, 270 inc. 2°, 359 y 362 N°s 1, 3 y 4 Pr.Pn.
En la fundamentación del mismo se evidencian ciertos razonamientos, orientados a
cuestionar las contradicciones entre elementos probatorios ofertados en juicio, haciéndose
mención especial a las deposiciones de las víctimas y de los agentes captores, sobre las cuales se
efectúa en el escrito "un sucinto análisis de la deposición del testigo identificado bajo Régimen
de Protección como: "MARCOS" quien manifestó que: cuando ve que corren los sujetos por la
parte delantera del vehículo como a los cinco minutos llegan los policías... que cuando lo
interceptan los policías lo ponen manos arriba; que sólo les manifestó lo que había sucedido; lo
cual es contradictorio con lo afirmado por los agentes captores quienes en sus deposiciones
dicen: ... Que le dieron un seguimiento continuo sin perderlos de vista: que ellos iban como a
quince metros de distancia cuando perseguían a los sujetos, siempre los llevaban a la vista; que
al llegar los sujetos se bajan del vehículo queriéndose dar a la fuga; que corren como a una
distancia de diez metros pero los interceptan (declaración de […]), quién habrá afirmado la
verdad ¿la víctima? ¿Los agentes captores?. MARCOS: manifestó: que la bolsa blanca en la
cual contenía el dinero fue tomada por un sujeto que se introdujo en la cabina; y si los agentes
captores manifiestan que inmediatamente los capturaron y les encuentran dinero ¿será posible
que se los pudieran repartir entre ello? Si únicamente según disposiciones de los agentes se
bajan del vehículo corren y como a diez metros les dan alcance y los detienen, agrega el sub
inspector […] que el que llevaba la bolsa al parecer del dinero se subió a la cama del vehículo".
El contenido del medio impugnativo que ha sido transcrito en el párrafo previo, evidencia
una inconformidad con la fundamentación probatoria intelectiva de la sentencia, no así la
concurrencia por parte del A Quo de una vulneración a las reglas de la sana crítica al momento de
emitir su examen probatorio, circunstancia que deja por fuera la configuración de la
inobservancia alegada, dado que la naturaleza del vicio casacional exige para establecer su
procedencia, que el recurrente señale el error o inobservancia al precepto legal en que incurrió el
Juzgador al examinar la prueba, no una desavenencia por la defensa acerca de la estimación que
le mereció la misma al Tribunal de Mérito, dado que esta Sede no es una segunda instancia y la
valoración corresponde al A Quo, siendo procedente por tal motivo, declarar inadmisible los
argumentos.
Por otro lado, en el presente motivo la parte recurrente expone que las actas policiales,
de inspección, los álbumes fotográficos y consecuentemente sus respectivos croquis de
ubicación, no fueron llevados a cabo conforme a lo prescrito por el Art. 270 Pr.Pn, por tanto
no debían ser valorados como prueba anticipada.
Los fundamentos que motivan esta parte del vicio invocado, no detallan en ningún
momento los requisitos legales que se inobservaron al recolectar la prueba, tampoco señalan que
dichos aspectos hubiesen sido invocados previamente ante el A Quo, circunstancia muy
importante para salvar su derecho a recurrir ante esta Sede, y, finalmente no están indicados los
pasajes o extremos del documento que sirven para evidenciar el error sufrido por el Tribunal (los
párrafos que impugna de la sentencia), puntos de suma importancia para delimitar el contenido de
la casación. Siendo procedente ante la ausencia de éstos, inadmitir tal razonamiento.
En consecuencia de lo anterior, téngase por ADMITIDO el primer vicio con exclusión de los
argumentos referidos a las contradicciones existentes entre los testigos y las actas policiales, los
álbumes fotográficos y croquis de ubicación, quedando como objeto de casación la
Inobservancia de los Arts. 1, 11, 12 Cn, 1, 3 Pn y 1, Z 15, 16Z 195 siguientes, 212, 223, 224 N°
6, 270 Inc., 2°, 359 y 362 N°s 1, 3 y 4 del Código Procesal penal, acerca de la valoración llevada
a cabo por el Juzgador en el reconocimiento en rueda de personas por los testigos protegidos, en
el análisis de funcionamiento de Arma de Fuego y la prueba testimonial de los testigos
protegidos; y ADMÍTASE el segundo motivo integralmente, para pronunciamiento de fondo, por
lo que habiéndose recurrido en tiempo y en cumplimiento de los requisitos exigidos por los Arts.
421-423 del Código Procesal Penal, ADMÍTENSE y procédase a dictar la sentencia
correspondiente.
Respecto a la adhesión del recurso de casación presentada por el Licenciado Rafael
Antonio Ramos Aquino, defensor particular de Carlos David Martínez Beltrán, esta Sala advierte
que a pesar de haber sido presentada dentro del término legal, no cumple con los presupuestos
mínimos para su admisión, pues además de no ser parte contraria se ha limitado a citar los vicios
casacionales invocados por la Licenciada Ana Margarita Chacón sin argumentar las razones por
las que considera concurren los mismos y donde se pueden encontrar en el pronunciamiento; por
lo cual conforme a los Arts. 418 y 421 Pr.Pn es procedente INADMITIR dicho medio
impugnativo por las razones apuntadas.
RESULTANDO:
Que el Juzgado Especializado de Sentencia de Santa Ana emitió Sentencia Definitiva
Mixta, a las diecinueve horas con quince minutos del día tres de Junio del año dos mil ocho,
fallando de la siguiente manera: "POR TANTO: Sobre la base de las razones expuestas,
disposiciones legales citadas y de conformidad a lo que ordenan los Arts. 11 Cn; 114 y 115 CP; y
357 a 361 CPP; el Suscrito, a nombre de la República de El Salvador, FALLA: a)
ABSUÉLVASE a los procesados ELVIS ALEXÁNDER MARROQUÍN AMAYA, CARLOS
ENRIQUE MANCÍA MARTÍNEZ y HENRY ULISES LÓPEZ RIVERA, quienes son de los
datos generales de identificación consignados en el preámbulo de la presente sentencia, por el
delito de ROBO AGRAVADO, regulado en los Arts. 212 en relación con el 213 N°s 2 y 3 del
Código Penal, cometido en perjuicio patrimonial del señor identificado bajo régimen de
protección como "ROBERT"; b) MODIFICASE la calificación del delito de SECUESTRO,
regulado en el Art. 149 del Código Penal, por el delito de PRIVACIÓN DE LIBERTAD,
regulado en el Art. 148 ídem. Cometido en perjuicio de la libertad individual de la señora
identificada bajo régimen de protección como "MADONA"; c) CONDÉNASE a los imputados
ELVIS ALEXÁNDER MARROQUÍN AMAYA, CARLOS DAVID MARTINEZ
BELTRÁN, CARLOS ENRIQUE MANCÍA MARTÍNEZ y HENRY ULISES LÓPEZ
RIVERA, en calidad de COAUTORES, en el delito de PRIVACIÓN DE LIBERTAD,
regulado en el Art. 148 en relación con el 33 del Código Penal, cometido en perjuicio de la
libertad individual de la señora identificada bajo régimen de protección como "MADONA", a
cumplir cada uno de ellos la pena principal de TRES AÑOS DE PRISIÓN; d) CONDÉNASE a
los imputados ELVIS ALEXÁNDER MARROQUÍN AMAYA, CARLOS DAVID
MARTÍNEZ BELTRÁN, CARLOS ENRIQUE MANCÍA MARTÍNEZ y HENRY ULISES
LÓPEZ RIVERA, en calidad de COAUTORES, en el delito de SECUESTRO, regulado en los
Arts. 149 en relación con el 33 del Código Penal, cometido en perjuicio de la libertad individual
de los señores identificados bajo régimen de protección como "RUTH" y "MARCOS", a
cumplir cada uno de ellos la pena principal de TREINTA AÑOS DE PRISIÓN; e)
CONDÉNASE al imputado CARLOS DAVID MARTÍNEZ BELTRÁN, en calidad de
AUTOR, en el delito de ROBO AGRAVADO, regulado en los Arts. 212 y 213 N° 3 en relación
con el 33 del Código Penal, cometido en perjuicio patrimonial del señor identificado bajo
régimen de protección como "ROBERT", a cumplir la pena principal de OCHO AÑOS DE
PRISIÓN; f) CONDÉNASE al imputado CARLOS DAVID MARTÍNEZ BELTRÁN, por el
delito de TENENCIA, PORTACIÓN O CONDUCCIÓN ILEGAL O IRRESPONSABLE
DE ARMAS DE FUEGO, en calidad de AUTOR DIRECTO, regulado en el Art. 346 B literal
a) en relación con el 33 del Código Penal, cometido en perjuicio de LA PAZ PÚBLICA, a
cumplir la pena principal de TRES AÑOS DE PRISIÓN; g) CONDÉNASE al imputado
CARLOS ENRIQUE MANCÍA MARTÍNEZ, en calidad de AUTOR DIRECTO, por el
delito de TENENCIA, PORTACIÓN O CONDUCCIÓN ILEGAL O IRRESPONSABLE
DE ARMAS DE FUEGO, regulado en el Art. 346-B literal a) en relación con el 33 del Código
Penal, cometido en perjuicio de LA PAZ PÚBLICA, a cumplir la pena principal de TRES AÑOS
DE PRISIÓN, haciendo una sumatoria de CUARENTA Y CUATRO años de PRISIÓN, en
contra del procesado CARLOS DAVID MARTÍNEZ BELTRÁN, una sumatoria de
TREINTA Y SEIS años de PRISIÓN, en contra de CARLOS ENRIQUE MANCÍA
MARTÍNEZ, una sumatoria de TREINTA Y SEIS años de PRISIÓN, en contra de ELVIS
ALEXÁNDER MARROQUÍN AMAYA, y una sumatoria de TREINTA Y TRES años de
PRISIÓN, en contra de HENRY ULISES LÓPEZ RIVERA. Penas de prisión, que por tratarse
de un Concurso Real, de conformidad al Art. 71 idem, las cumplirán de forma sucesiva,iniciando
por la pena mayor. Consecuentemente, para garantizar el cumplimiento de la sanción impuesta,
permanezcan dichos imputados en la detención en que se encuentran mientras quede firme esta
sentencia y comience la ejecución de la misma; y, remítanse al centro penitenciario
correspondiente...Mediante lectura notifíquese esta sentencia."
I. Contra el anterior pronunciamiento, la recurrente Licenciada Ana Margarita Chacón, en
su calidad de Defensora Particular de los señores Carlos Enrique Mancía Martínez, Elvis
Alexánder Marroquín Amaya y Henry Ulises López Rivera, invoca como primer motivo la
Inobservancia de los Arts. 1, 11, 12 Cn, 1, 3 Pn y 1, 2, 15, 162, 195 y siguientes, 212, 223, 224
N° 6, 270 Inc. 2°, 359 y 362 les 1, 3 y 4 del Código Procesal Penal, aduciendo en su escrito
casacional que, el Juzgador al examinar la siguiente prueba omitió dar cumplimiento a los
precitados artículos:
a) Reconocimiento en Rueda de Personas llevado a cabo por los testigos bajo Régimen
de Protección con claves "Robert", "Marcos", "Madona" y "Ruth". Acerca de tal prueba, la
recurrente expone que, éste no debió ser incorporado y valorado como prueba por el
Sentenciador, dado que a la fecha en que éste se llevó a cabo, el régimen de protección de
testigos, carecía de acreditación, por tanto al haberse aplicado el mismo se provocó un vicio en el
reconocimiento;
b) Análisis de funcionamiento de Arma de Fuego, Análisis plasmado en informe
Telefónico y Gráfico Ilustrativo. Respecto de ello, la impetrante señala que, dichos elementos
probatorios no debieron se estimados en el fallo como "Diligencias de investigación solicitados
por personas autorizadas para ello, Arts. 83 y 84 Pr.Pn", dado que no estuvieron sujetos a control
judicial y no se cumplió con ciertos requisitos para la realización de la pericia;
c) Prueba Testimonial, la Licenciada Chacón expone que el Juez tomó atribuciones que no
le corresponden al otorgar en Vista Pública Régimen de Protección a las Víctimas.
Finalmente acerca de este motivo aparece alegado que, el Juez sentenciador utilizó el
término recalificación para darle al hecho la calificación jurídica de Privación de Libertad, Art.
148 Pn. Pero es de hacer notar, que en la acusación en ningún momento se hizo alusión a dicho
tipo penal, con lo que se inobservó el Art. 359 Pr.Pn. Al no ser congruente el pronunciamiento
con la acusación, ya que se condenó por un delito por el que no se acusó.
Como segunda anomalía la impetrante aduce la Errónea aplicación del Art. 17 de la Ley
Especial para la Protección de Víctimas y Testigos, arguyendo que el Juzgador actuó contrario
al principio de legalidad al aplicar régimen de protección a los testigos en etapa de vista pública,
sin que concurriera posibilidad de ratificación o negación el ente competente.
II. Por su parte, los Licenciados María del Rosario Sánchez Lozano y Carlos
Alberto Hernández Romero, en calidad de Agentes Auxiliares Fiscales, habiendo sido
emplazados conforme a lo estipulado por el legislador; haciendo uso del derecho a contestar el
recurso interpuesto, manifestaron:
Al analizar el medio impugnativo, la Representación Fiscal considera que no existe vicio
alguno y que la sentencia emitida por el A Quo se encuentra suficientemente fundamentada, tanto
en la valoración de los hechos, así como los razonamientos fácticos y de derecho, con los que se
amparan la existencia de los delitos de Secuestro, Privación de Libertad, Robo Agravado,
Tenencia, Portación o Conducción Ilegal o Irresponsable de Armas
de Fuego, y la participación de cada uno de los condenados en los mismos.
Por otro lado expone Fiscalía que la aplicación del Régimen de Protección de Víctimas y
Testigos puede ser decretada aún en la Audiencia Oral y Pública, ya que la ley no determina un
momento jurídico procesal donde se debe aplicar esta, en virtud que esto forma parte de otro
ordenamiento jurídico, siendo así, que efectivamente la Representación Fiscal presentó la
Resolución del ente Administrativo y facultado para tales efectos, en cuanto a la aplicación de la
Ley Especial para la Protección de Víctimas y Testigos.
III. Vistos los autos y analizados que fueron los argumentos del recurso y lo
expuesto en la contestación, se procede a conocer el fondo; y se CONSIDERA:
Como aspecto inicial, la impetrante señala la existencia de una Errónea valoración
probatoria del análisis de funcionamiento de Arma de Fuego y análisis plasmado en el
Informe Telefónico y Gráfico Ilustrativo, debido a que estos no fueron sujetos al control
jurisdiccional respectivo, habiéndose incumplido lo estipulado en los Arts. 83 y 84 Pr.Pn, al ser
considerados en la resolución como prueba pericial.
Este motivo refiere a una anomalía de carácter procedimental, por tanto para ser alegado
ante esta Sede, debió ser invocado por la parte interesada en instancia inferior (Art. 421 Inc. 2°
Pr.Pn derogado), circunstancia que es imposible verificar, dado que no existe claridad en el acta
de vista pública, ni en la sentencia de las anomalías aducidas por la parte procesal ante el A Quo,
inexactitud que no puede ser cargada a la recurrente, razón por la que en pro de una garantía del
debido proceso, esta Sala se decantará por conocer el vicio.
En este caso particular, dada la naturaleza del punto objeto de impugnación, es importante
definir cuando estamos ante un acto de investigación y un acto de prueba, así tenemos que: a) Los
actos de prueba requieren el cumplimiento de al menos dos requisitos, uno objetivo consistente
en la contradicción y otro subjetivo, por cuanto la prueba ha de estar, intervenida por un Órgano
Judicial; b) En cuanto a la estructura, tenemos que los actos de prueba presuponen la realización
de las afirmaciones de hechos que constituyen su objeto, en tanto que los actos de investigación
se realizan con anterioridad a la formulación de tales afirmaciones y su finalidad es aportar
aquellos elementos necesarios para posibilitar la realización de las mismas; c) Los actos de
investigación se enmarcan en el seno de la instrucción y cumplen por tanto, la finalidad que se
asigna a ésta, la preparación del Juicio Oral; por el contrario, los actos de prueba se realizan en la
Vista Pública y su finalidad es lograr la convicción judicial y servir de fundamento a la sentencia;
y d) Los actos de investigación tienen por misión introducir los hechos en el procedimiento y
contribuir a formar en el Juez la probabilidad suficiente para disponer la imputación y adoptar las
oportunas medidas cautelares. Sin embargo, al momento de dictar sentencia se requiere que el
Juzgador esté plenamente convencido de la responsabilidad, convencimiento que debe estar
basado en actos de prueba.
Este Tribunal, al examinar el juicio advierte que ambos análisis fueron llevados a cabo en
una fase pre procesal (fase de investigación), siendo la naturaleza de los mismos la de actos
administrativos no de prueba, razón por el que no es exigible para su legalidad que los procesados
o defensores estén presentes al momento que se recaben y tampoco es presupuesto para su
constitución la concurrencia de un control jurisdiccional, ya que no son pericias, son meros
informes que fueron emanados para este caso por la institución policial, con el fin de determinar
si el arma incautada funcionaba y si vía celular existió comunicación entre las personas detenidas,
su naturaleza es administrativa, lo que no los exime de ser recolectados legalmente.
Los actos de prueba requieren el cumplimiento de al menos dos requisitos, uno objetivo
consistente en la contradicción y otro subjetivo, por cuanto la prueba debe estar intervenida por
un Órgano Judicial; en el presente caso, es claro que los Análisis Funcionamiento de Arma de
Fuego y Análisis plasmado en Informe Telefónico y Gráfico Ilustrativo se llevaron a cabo en la
fase pre procesal en carácter de informes, no de pericias y fueron vertidos en la vista pública para
su respectiva contradicción siempre en calidad de informes dado que al no haber sido
recolectados como actos de prueba, los mismos no pueden llegar a ser vertidos en juicio como
pericias, de los cuales el Juzgador señaló: "El análisis de funcionamiento de arma de fuego y el
análisis plasmado en informe telefónico y gráfico ilustrativo, fueron realizados como diligencias
de investigación, solicitadas por personas facultadas por la ley para ello, de conformidad a lo
dispuesto en los Arts. 83 y 84 del Código Adjetivo Penal, cuyos contenidos no han sido puestos
en tela de duda por las partes intervinientes, razón por la cual ha de valorarse su fehaciencia
probatoria".
Al dar lectura al pronunciamiento objeto de impugnación, resulta que, los dos estudios
(Análisis de Funcionamiento de Arma de Fuego y Análisis plasmado en Informe Telefónico y
Gráfico Ilustrativo) fueron precedidos por una valoración critica en respeto a los principios de
contradicción e igualdad, así como todo el conjunto de garantías constitucionales y ordinarias
tendentes a garantizar el debido proceso, esta Sala, no observa la concurrencia de una incorrecta
valoración de los elementos probatorios, ni tampoco una irregularidad en los mismos, ya que
estuvieron sujetos a un control jurisdiccional en las respectivas audiencias, control al que se
someten en calidad de actos de investigación, no así en actos de prueba donde las partes y el Juez
deben estar presentes al momento de llevarse a cabo. De acuerdo al pronunciamiento, ambos
exámenes fueron rendidos y discutidos en vista pública, detallando el Sentenciador que no existió
disconformidad por alguna de las partes al momento del desfile probatorio.
Habiendo existido un examen conforme a derecho, no es procedente casar la resolución
de mérito por dicho punto, dado que las estimaciones fueron llevadas conforme a la sana crítica y
la prueba en comento fue incorporada legalmente.
Finalmente, en este motivo tenemos como último punto, que la impetrante señala una
Incorrecta aplicación del Art. 359 Pr.Pn, dado que el A Quo llevó a cabo un cambio de
calificación definitivo.
El Art. 359 Pr.Pn, refiere su contenido en el inciso segundo, a la calificación jurídica
presentada en acusación o en el auto de apertura a juicio, habilitando su modificación por parte
del A Quo, siempre y cuando en la vista pública éste haga una advertencia sobre el posible
cambio. La regulación de esta admisión de la posibilidad de que el Tribunal se aparte de la
calificación jurídica, puede ser más o menos rigurosa.
Legalmente, es procedente que el A Quo se aleje de la estricta calificación por la que se
formuló la acusación, siempre que el tipo penal objeto de la calificación recogida en la resolución
y diferente al consignado en la acusación sea homogéneo con éste; entendiéndose como tales los
que constituyan modalidades distintas pero cercanas dentro de la tipicidad penal, de tal suerte
que, estando contenidos todos los presupuestos del segundo tipo en el delictivo objeto de la
acusación, no haya en la condena ningún elemento nuevo del que el acusado no haya podido
defenderse. Se precisa, en primer lugar, que aquellos elementos no comprenden sólo el bien o
interés protegido por la norma, sino también obviamente, las formas de comportamiento respecto
de las que se protegen; en segundo lugar, que podría no bastar que un elemento esencial
constitutivo del tipo por el que se condena esté genéricamente contenido en el tipo por el que se
acusa cuando esta generalidad sea tal, que no posibilite un debate pleno y frontal acerca de su
concurrencia.
En suma, el apartamiento del Órgano Judicial de las calificaciones propuestas por la
acusación requiere el cumplimiento de dos condiciones: una es la identidad del hecho punible, de
forma que el mismo hecho señalado por la acusación, que se debatió en el juicio contradictorio y
que se declaró probado en la sentencia de instancia, constituya el supuesto fáctico de la nueva
calificación. La segunda condición, es que ambos delitos, el que es objeto de la acusación y el
considerado como calificación más correcta por el Tribunal, sean homogéneos, es decir, tengan la
misma naturaleza porque el hecho que configure los tipos como correspondientes sea
sustancialmente el mismo.
En este proceso se desprende de la acusación, acta de vista pública y el pronunciamiento,
que la representación fiscal presentó acusación fiscal contra los imputados Elvis Alexander
Marroquín Amaya, Carlos David Martínez Beltrán, Carlos Enrique Mancia Martínez y Henry
Ulises López Rivera, por el ilícito de Secuestro, en perjuicio de la víctima bajo Régimen
Protección de testigo con clave "Madonna", circunstancia que aparece reflejada en el
pronunciamiento de admisión de la acusación y posteriormente en el acta de vista pública donde
el A Quo en aplicación del Art. 344 Pr.Pn, deja registrado que: "posteriormente del desfile
probatorio testimonial el señor Juez hizo del conocimiento de las partes una posible modificación
de la calificación jurídica del delito de Secuestro, en perjuicio de la víctima con Régimen de
Protección con clave "Madona".
Aunado a lo anterior, esta Sede casacional advierte que la nueva calificación dada por el
Juzgador cumplió con la homogeneidad que requiere el legislador, así tenemos que ambos tipos
penales están regulados en el capítulo de los delitos contra la libertad, Arts. 148 y 149 Pn, y por
tanto el bien protegido es el mismo y los elementos de la conducta delictiva se hayan perfilados a
la salvaguarda de igual derecho, no existiendo por lo que la vulneración que aduce la impetrante.
En lo que refiere al segundo motivo de casación, aducido por la recurrente donde arguye
una Errónea aplicación del Art. 17 de la Ley Especial para la Protección e Víctimas y
Testigos.; dado que no se encontraba acreditado el Régimen de Protecci n en el proceso y el A
Quo aplicó medidas de carácter urgente en vista pública.
Esta Sala, luego de examinar el escrito casacional, advirtió que dentro de los argumentos
que sustentaban el primer motivo admitido se desarrollaban puntos referidos al Régimen de
Protección de Testigos; tema invocado en el presente vicio, razón por la cual dichos puntos serán
desarrollados y resueltos en este acápite.
El Régimen de Protección de Testigos, es una figura creada por el legislador con la
finalidad primordial de dar satisfacción a la obligación que tiene el Estado de empeñarse en la
preservación de los derechos fundamentales de las personas que los ven amenazados; y en
segundo plano de forma mediata con el objeto de proteger al testigo en tanto órgano de prueba
inalterado y con ello el destierro de la impunidad. Esto es, enfocado a la eficacia procesal.
La aplicación del Régimen en comento, puede ser llevada a cabo por los Jueces y
Tribunales, la Fiscalía General de la República, la Procuraduría General de la República, la
Policía Nacional Civil y la Unidad Técnica Ejecutiva; quienes deben informar a la Unidad
Técnica de la decisión tomada, quien dentro del plazo de diez días y previo dictamen de los
Equipos Evaluadores, confirmará, modificará o suprimirá las medidas de protección urgentes que
se hubieren adoptado.
El procedimiento antes mencionado, lo encontramos estipulado en los Arts. 16 y 17 de la
Ley Especial para la Protección de Víctimas y Testigos. Las medidas decretadas, surten efecto
desde el momento en que éstas son invocadas por la institución competente.
En el caso sujeto a examen, a) Consta en el requerimiento presentado al Juez de
Instrucción, que la Representación Fiscal procedió a la aplicación de las respectivas medidas de
protección de carácter urgente y solicitó al Juez que las ratificara (Folio 43 vuelto). Petición que
fue contestada de manera favorable por el A Quo, habiendo aprobado en Audiencia Especial: "la
Reserva Parcial del proceso, con respecto a la identidad de las víctimas, ello en virtud de la
gravedad del delito que se les atribuye, naturaleza de los imputados y por el interés público que
representa el que la información de los hechos y de las víctimas, como de probables testigos,
permanezcan ocultas del escrutinio público" (Folio 66 vuelto).
b) En la acusación presentada, se detalla a folio 96 vuelto, la incorporación de la resolución
de la UTE y sobre de manitas que contienen cada una de las generales y todo lo relacionado con
los testigos bajo régimen de protección. En Vista Pública, se detecta al abrir el sobre y solicitar la
defensa, que se le muestre la resolución de la Unidad Técnica Ejecutiva del Sector Justicia, que
dicha resolución no se encuentra en el sobre, ni agregada al proceso; resultando que la misma no
había sido retirada de la Unidad Técnica, en vista de lo cual el Tribunal decidió después de
escuchar ambas partes, "decretar medidas de protección ordinarias con carácter de urgentes para
que realicen sus declaraciones con protección visual, las cuales persistirán hasta que se obtenga
resultado del programa".
c) A las nueve horas del dos de Junio del año dos mil ocho, el Sentenciador inicia el
interrogatorio de los testigos protegidos y fue a las ocho horas treinta minutos del día tres del
mismo mes y año, que el Licenciado Carlos Alberto Romero presenta al Tribunal la resolución
número cero uno uno uno cero siete cero siete, de fecha nueve de Agosto del año citado,
pronunciada por la Gerencia del Programa de Protección de Víctimas y Testigos de la Unidad
Técnica Ejecutiva del Sector Justicia, referentes a los testigos protegidos con claves MADONA,
RUTH, MARCOS y ROBERT, en la respectiva acta no aparece detallado el contenido de la
resolución, pero en pronunciamiento posterior el Juzgador expone que la resolución ratifica las
medidas impuestas, Folio 310.
Teniendo claro lo anterior, esta Sala advierte que, la incorporación de la resolución emitida
por la Unidad Técnica fue de forma tardía, pero ello, no afectaba la validez y eficacia de los actos
recolectados en el transcurso del juicio, ya que las medidas de protección surtieron efecto tal
como dispone la ley, desde el momento que fueron invocadas por el Fiscal, y tienen plena
incidencia, hasta que la Unidad Técnica emita un dictamen donde no ratifique o modifique las
mismas, circunstancia que no es el caso en el presente proceso, dado que la resolución las
ratificó.
En igual manera, es importante dejar claro que si bien se agregó tarde la resolución, el
efecto que hubiese tenido al ser agregada en tiempo, sería el mismo sin ninguna variación, dado
que las víctimas hubiesen estado revestidas de las mismas medidas de protección que se les
aplicaron en el transcurso del proceso.
Debe tenerse claro que sí existió una anomalía en el proceso, pero que la misma no llegó a
provocar un daño o menoscabo en algún derecho de los imputados, en especial el derecho de
defensa, y por tanto, el casar una sentencia por tal defecto, sería caer en una nulidad por la
nulidad misma.
Hasta este momento, nos hemos referido a la validez y eficacia que tienen los actos que
fueron recolectados en el transcurso del juicio hasta instrucción. A partir de ahora, enfocaremos
nuestra atención a la Vista Pública, etapa procesal donde las partes se percataron de la ausencia
de la resolución de la Unidad Técnica. Tal como se ha relacionado en párrafos previos, consta en
el acta de vista pública que el A Quo emitió medidas ordinarias de protección en carácter urgente,
con las cuales se habilitó para que la identidad de los testigos estuviese protegida en el transcurso
de sus declaraciones. Respecto de ello, la parte impetrante aduce una vulneración al inciso
segundo del Art. 17 de la Ley Especial para el Régimen de Protección de Víctimas y Testigos.
Esta Sala, considera pertinente resaltar que dentro de las actuaciones judiciales tenemos la
de aplicar medidas de protección de testigos, tal como lo llevó a cabo el A Quo en el presente
caso, conforme al Art. 16 de la ley previamente relacionada, determinando el Juzgador que la
medida a aplicar era la de reserva de identidad del testigo, delimitando que éstas eran de forma
inmediata y provisional para que realizaran sus declaraciones con protección visual,
estableciendo que las mismas persistirían hasta que se obtuviera el resultado del programa de
protección de víctimas. En este caso es claro que el A Quo sobre la base del ámbito subjetivo y
objeto aplicó las medidas, es decir, la salva guarda de las personas ante una situación de riesgo o
peligro por su intervención directa en el proceso y por los indicios que le hicieron verosímil la
concurrencia de un peligro.
En este caso, la resolución del programa llegó en el segundo día de vista pública, siendo un
pronunciamiento ratificatorio.
Los testigos respectivos, declararon en vista pública, permitiéndose la contradicción y el
ejercicio del derecho de defensa por parte de la defensa, no concurriendo ningún tipo de
indefensión, dado que los argumentos que pretende demostrar la parte impetrante, no son de tal
identidad que hayan privado de sustento positivo a la sentencia, ya que la incorporación tardía del
pronunciamiento de la Unidad Técnica no provocó un quebranto al derecho de contradicción
como parte del derecho de defensa, ni tampoco se considera que la revelación de la identidad
hubiese podido mejorar las posibilidades de la defensa para cuestionar la fiabilidad de los testigos
o la validez de los actos de prueba llevados a cabo, razones suficientes para que se declare no ha
lugar a casar la sentencia impugnada.
POR TANTO: Con base en los argumentos expuestos, disposiciones legales citadas y
Arts. 50 Inc. 2° N° 1, 362 N° 4, 244, 421, 422, 423 y 427 del Código Procesal Penal, en nombre
de la República de El Salvador, esta Sala RESUELVE:
a) NO HA LUGAR A CASAR la sentencia de mérito, por los motivos alegados por
la Licenciada Ana Margarita Chacón, en su calidad de Defensora Particular.
b) REMÍTASE las actuaciones al tribunal de origen.
NOTIFÍQUESE.--------R. M. FORTIN H.-------------M. TREJO.------------D. L. R.
GALINDO.--------PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO
SUSCRIBEN-------------RUBRICADAS-----------ILEGIBLE.

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