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EUCARISTÍA VIERNES PRIMERO DE OCTUBRE 2018

MONICIONES

MONICIÓN DE ENTRADA

Bienvenidos a todos a la casa del Señor, hoy como cada viernes primero nos reunimos en torno al altar
del Señor para celebrar esta Eucaristía en honor al Corazón de Jesús, nuestros Dueño y Señor, en esta
ocasión nuestra celebración tiene un tinte especial al encontrarnos en el mes dedicado a las misiones.
“Yo soy una misión en esta Tierra, y para eso estoy en este mundo” (EG 273). Todos estamos implicados
en la obra misionera de la Iglesia. Nos lo recordó el Papa francisco y hoy, nos lo repetimos: “Yo soy una
misión... para iluminar, bendecir, vivificar, levantar, sanar, liberar”.
Pongamos nuestro pequeño grano de arena para que esto ocurra y Dios sea conocido en toda la Tierra.
Hagámoslo unidos a los misioneros, a quienes tenemos muy presentes en nuestra celebración.
Nos ponemos de pie para iniciar nuestra celebración y recibir a las banderas representativas de los 5
continentes.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA

En la primera lectura, tomada del libro de Job, las respuestas de Dios están llenas de luz y de sabiduría.
Vemos que la mano benefactora de Dios se encuentra en todo; por ejemplo, en la tempestad. El dominio
de Dios sobre el mar es símbolo y recuerdo de la omnipotencia divina. Dios quiere que Job espere y
confíe en Él. Escuchemos.

MONICIÓN DEL SALMO

Dios, que nos ha creado, nos conoce profundamente y predestina a sus servidores para una misión. Con
el salmo cantamos y damos gracias a Dios por el llamado que dirige a cada uno de nosotros.

MONICIÓN AL EVANGELIO

¡Ay de ti, que has visto muchos milagros y no te has convertido! Son muy duras las palabras de Cristo
contra estas dos ciudades, ciudades que nos pueden representar si no creemos en los milagros que
Cristo va cumpliendo cada día de nuestra vida.
Lo que él nos pide en este evangelio es que reflexionemos sobre todos esos milagros, esas gracias que
Dios nos va dando, para que se las agradezcamos como verdaderos hijos, que aman a su Padre.
Seamos agradecidos y pidamos la gracia de ver todo lo que Dios nos ha dado. Nos ponemos de pie.
ORACIÓN DE LOS FIELES

Unidos a toda la Iglesia, rogamos a nuestro Padre Dios que bendiga el trabajo de los misioneros del
Evangelio. Respondemos a cada petición diciendo:

“Padre, haznos descubrir tu amor”.

Para que las Iglesias locales de África, América, Asia, Europa y Oceanía caminen unidas en la única misión
de la Iglesia, y sigan transmitiendo el Evangelio a todos los que aún no lo han descubierto.
Roguemos al Señor.

Por los misioneros, para que, a pesar de las dificultades, no desfallezcan en su labor de cambiar el mundo
y sigan contagiando el amor que han recibido de Dios. Roguemos al Señor.

Pidamos por los jóvenes, para que no tengan miedo de buscar, descubrir y anunciar a Jesús, y, como Él,
entregarse generosamente al servicio de los hermanos. Roguemos al Señor.

Por los misioneros que han tenido que regresar por diferentes motivos, para que vivan con paz y sientan
que, desde donde están, pueden seguir contribuyendo a que el mundo cambie. Roguemos al Señor.

Para que quienes participamos en esta eucaristía seamos conscientes de que somos misión y de que
estamos en el mundo para transmitir el Evangelio y construir una sociedad más justa y más humana.
Roguemos al Señor.

Padre de bondad, escucha la oración que te dirigimos. Lo que está en nuestro corazón y no hemos
expresado, Tú lo conoces. Lo ponemos en el altar. Acógelo, por Jesucristo nuestro Señor. Amén

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