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PRINCIPIOS DE LA BIOÉTICA
Hay 4 grupos de principios morales fundamentales para la ética biomédica. Hay una sutil diferencia
entre las reglas y los principios, en ambos casos se trata de generalizaciones normativas que guían los
actos, pero las reglas tienen un contenido más específico y un alcance más restringido que los
principios. Los principios no funcionan como normas de conducta precisas que establezcan como se
debe actuar en cada circunstancia, mientras que las reglas sí.
Los principios son guías generales que dejan lugar al juicio particular en casos específicos y que
ayudan explícitamente en el desarrollo de reglas y líneas de acción más detalladas.
d) Justicia: Grupo de normas que garantizan la distribución justa de beneficios, riesgos y costes.
El médico británico Thomas Percival creó la primera doctrina sólidamente estructurada sobre ética
médica. Su trabajo sirvió como prototipo para el primer código de ética de la American Medical
Association en 1847. Percival argumenta que la beneficencia y la no maleficencia constituyen las
obligaciones principales de cualquier médico, y que en casos de conflicto significativo son más
importantes que las preferencias y derechos del paciente. Percival no tiene en consideración el
principio de respeto a la autonomía ni el de la justicia distributiva, aunque estos hoy en día están
presentes en cualquier estudio sobre ética biomédica.
Respeto a la autonomía
Concepto de autonomía: Deriva del griego autos (propio) y nomos (regla, autoridad o ley). En la
actualidad ha adquirido diferentes significados como autogobierno, derechos de libertad, intimidad,
elección individual, libre voluntad, elegir en el propio comportamiento y ser dueño de uno mismo. Por
lo tanto, no es un concepto unívoco.
Una persona autónoma actúa libremente de acuerdo con un plan elegido. Cuando tienen un déficit de
autonomía o son controlados por otros al menos en algún aspecto de la vida, o es incapaz de
reflexionar y actuar en función de sus propios deseos y planes. Las personas institucionalizadas, como
los presos y los deficientes mentales, tienen menos autonomía. La incapacidad mental limita la
autonomía de los deficientes y la institucionalización obligatoria disminuye la de los presos.
No maleficencia
Algunos filósofos incluyen ambos en un solo principio. Por ejemplo, William Frankena considera que
el principio de beneficencia se puede dividir en cuatro obligaciones generales, la primera de las cuales
es la obligación de no maleficencia, mientras que las 4 restantes constituyen obligaciones de la
beneficencia:
Beneficencia
La moralidad requiere no solo que tratemos a las personas de manera individual y nos abstengamos
de hacerles daño, sino que también contribuyamos a su bienestar.
Existen dos principios de beneficencia:
Justicia
Los términos de equidad, mérito y titularidad han sido utilizados por varios filósofos para explicar el
significado de justicia. Todas interpretan la justicia como trato igual, equitativo y apropiado a la luz de
lo que se debe a las personas o es propiedad de ellas. Una situación de justicia se presenta siempre
que las personas son acreedoras de beneficios o cargas a causa de sus cualidades o circunstancias
particulares, tales como causar daño o haber sido dañado por otras personas.
Una injusticia implica un acto erróneo u omisión que niega a las personas beneficios a los que tienen
derecho o que falla en la distribución justa de las cargas.
La vida, la verdad y la libertad son eslabones de una misma cadena: cuando se rompe uno, también se
acaba violando el otro. No se está en la verdad cuando o se acoge y ama la vida, no hay libertad plena
si no está unida a la verdad. Separar la libertad de la verdad objetiva hace imposible la
fundamentación.
TERCER PRINCIPIO: “Conocer para curar, no para manipular”
El fin natural y primario de la medicina y la ciencia es la defensa y protección de la vida, no su
manipulación o eliminación. Por lo que:
a) Es ilícita toda intervención médica que favorece el desarrollo natural de la vida de una
persona.
b) Es ilícita toda intervención que se opone al desarrollo natural de la vida de una persona
c) Es ilícito todo comportamiento disconforme con las modalidades que la naturaleza humana
indica para consegior tal desarrollo.
Tipos de valores
Los valores se agrupan en parejas opuestas de valor – desvalor, o valor positivo- negativo, a
continuación, se mencionan los tipos de valores en su orden jerárquico de menor a mayor:
1) Valores infrahumanos: Son aspectos que si perfeccionan al hombre, pero en aspectos más
inferiores, en aspectos que comparte con otros seres, aquí se encuentran los valores como el
placer, la fuerza, la agilidad, y la salud
2) Valores inframorales: Son exclusivos del hombre, que perfeccionan los estratos que sólo posee
un ser humano, como lo son:
a. Valores económicos: Como la riqueza o el éxito
b. Valores no éticos: Son los valores referentes al conocimiento, como la verdad, la
inteligencia y la ciencia
c. Valores estéticos: Como la belleza, la gracia y el arte
d. Valores sociales: Como la cooperación, el prestigio y la autoridad
3) Valores instrumentales: Son aquellos a los que se refieren a la estima que tenemos por
determinadas conductas y formas de comportarse de los hombres, por ejemplo, ambicioso,
responsable e independiente
4) Valores terminales: Son estados finales o metas que el individuo le gustaría conseguir a lo
largo de su vida, como la autoestima, el amor y la sabiduría
5) Valores morales: Son todas aquellas cuestiones que llevan al hombre a defender y crecer en su
dignidad en cuanto a persona, como la prudencia, la justicia y la fortaleza
6) Valores religiosos: Son los valores sobrehumanos, son una participación dios que está en un
nivel superior a las potencias naturales del hombre, un ejemplo de estos valores es la caridad
Actitud
Reacción afectiva positiva o negativa hacia un objeto o proposición abstracto o concreto denotado.
Son consecuencia de nuestras convicciones o creencias más firmes y razonadas de que algo vale y da
sentido y contenido a nuestra vida. Constituyen el sistema fundamental por el que orientamos y
definimos nuestras relaciones y conductas con el medio en que vivimos.
Las actitudes tienen las siguientes características:
a) Dirección: Ya sea positiva o negativa
b) Magnitud: Es el grado de favorabilidad o desfavorabilidad con el que se evalúa el objeto de la
actitud
c) Intensidad: En la fuerza del sentimiento asociada con la actitud
d) Centralidad: Se refiere a la preponderancia de la actitud como guía del comportamiento del
sujeto
Y los siguientes componentes:
a) Cognoscitivo: Conjunto de datos e información que el sujeto sabe acerca del objeto del cual
toma su actitud
b) Afectivo: Son las sensaciones y sentimientos que dicho objeto produce en el sujeto
c) Conductual: Son las intenciones, disposiciones o tendencias hacia un objeto
ACTO DE HOMBRE
Los actos humanos tomados en general, forman el comportamiento o la conducta del hombre. Los
actos humanos conscientes pueden ser reconocidos como el conjunto de acciones realizadas por el
hombre, de acuerdo con una específica intención; dichos actos representan la forma como el
individuo se relaciona con los demás, en un determinado sentido y hacia un especifico objetivo.
Hay que saber distinguir los actos humanos y los actos del hombre. Tanto unos como otros son
ejecutados por el individuo; en esto se asemejan.
Los actos del hombre, como su nombre lo indica, solamente pertenecen al hombre porque él los ha
ejecutado, pero no son propiamente humanos, porque su origen no está en el hombre en cuanto
hombre, sino en cuanto ser vivo.
Por ejemplo: leer, escribir, trabajar y pensar son ordinariamente actos humanos, porque se ejecutan
de un modo consciente y voluntario. Por el contrario, los actos ejecutados durante el sueño o
distraídamente, los mecánicos o automáticos (como caminar, toser), son típicamente actos del
hombre. Hay que tomar en cuenta que un mismo acto puede ser humano, en unas circunstancias, y
del hombre, en otras. Por ejemplo, caminar es un acto del hombre por medio del cual nos
desplazamos de un lugar a otro, pero en una modelo que ensaya su caminar para poderlo hacer en
una pasarela de alguna exhibición de modas, este acto se convierte en humano.
ACTO HUMANO
Para que un acto sea humano, en el sentido estricto de la palabra debe tener dos condiciones:
Conciencia psicológica y libertad.
Para lograr este reconocimiento se requiere integridad de la psiquis y del sistema nervioso; por
esto una persona anestesiada, ebria o con trastorno psiquiátrico, no tiene conciencia psicológica
o la tiene disminuida o trastornada.
Libertad. Los animales están programados por los instintos, mientras que el hombre se rige por el
libre albedrío. “La libertad es lo que me hace ser humano, lo que me diferencia de los animales”.
Ortega y Gasset decía qua el ser humano es el único animal que toma agua sin tener sed y copula
sin estar en celo. Con esto indicaba que solo el ser humano es capaz de sobrepasar los instintos.
El determinismo filosófico sostiene que el hombre está determinado por factores genéticos y
ambientales y que por lo tanto no es Libre. Por la experiencia podemos deducir que el ser humano no
es ni totalmente determinado ni totalmente libre. El ser humano es condicionado por la genética y el
ambiente físico y cultural que lo rodea. Estos condicionamientos no alcanzan a anular la libertad sino
en algunos casos en los cuales ya no hay responsabilidad.
Sin libertad no hay responsabilidad moral. La libertad puede estar restringida o anulada por una
coacción externa, que puede ser física, como unas cadenas; o cultural, como la que producen unas
estructuras económicas o política injustas. La coacción interna puede ser una fuerte pulsión qua anule
el juicio o la voluntad. Como en el caso del cleptómano o maniático sexual.
La libertad no es un objeto. Es decir, no es lo mismo decir “yo tengo libertad” a “soy libre”.
ACTO MORAL
Acto moral es el acto humano relacionado con una norma moral. Tiene dos aspectos: uno subjetivo
que es el acto mismo (lo fáctico); y otro el aspecto objetivo que es la norma moral (lo normativo).
No puede caerse en extremos de considerar que, en la moral, lo único que cuenta es lo subjetivo, la
intención; con esto se caería en un subjetivismo ético peligroso, en una anomía. Tampoco puede
afirmarse que lo más importante es la norma porque con esto reducíamos el acto moral a la simple
sujeción a una norma, a un materialismo ético, en donde se obra bien si se cumple un precepto.
Para que un acto sea moral es necesario que haya un acto humano, es decir, que haya conciencia y
libertad. Muchos actos no son morales porque ni siquiera son humanos en el estricto sentido de la
palabra. Un acto no es moral si el sujeto no conoce la norma a la cual se refiere el acto humano. Si
una persona por condiciones sociales o personales no ha podido conocer la norma a la cual se refiere
el acto humano, no puede decirse que ese acto tiene connotación moral.
Por lo tanto, el acto moral necesita dos condiciones: que sea acto humano y que el sujeto tenga
introspectada la norma moral. Los actos humanos son los únicos que pueden ser objeto de la
moralidad.
Impedimentos del acto humano: Son las causas que modifican de alguna manera los elementos del
acto humano. Pueden ser próximos (si influyen de manera inmediata) y remotos (solo lo hacen
indirectamente). Para fines prácticos solo revisaremos los impedimentos próximos:
Ramón Lucas Lucas, “Bioética para todos”, Trillas, México, 2004, 2ªEd.
Beauchamp, T. L.; Childerss, J.F. “Principios de ética biomédica”, Masson, España, 2002, 4ª Ed.
Sanchez González, M. A., “Bioética en ciencias de la salud”, Masson, España, 2013.
Vélez Correa, L. A., “Ética Médica. Inerrogantes acerca de la medicina, la vida y la muerte”,
Corporación para Investigaciones Biológicas, Colombia, 2003.
Alvarez de la Cadena Sandoval, C. “Ética Odontológica”, UNAM, México, 2006, 2ª Ed.
Olmeda García, M.P. “Ética profesional en el ejercicio del derecho”, Universidad Autónoma de
Baja California, México, 2007, 2ª Ed.
“Psicología Social” de R. Baron y D. Byrne – Editorial Prentice Hall – ISBN 0-205-18944-X
“Psicología Social” Tomo I – Plaza & Janes Editores SA – ISBN 84-01-61264-0
“Psicología de las Actitudes” de K. Young, J.C. Flügel y otros – Editorial Paidós SA