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FACULTADES EXTRAORDINARIAS PARA LEGISLAR OTORGADAS AL

EJECUTIVO FEDERAL EN MATERIA DE COMERCIO EXTERIOR


POR RUPERTO PATIÑO MANFFER
Reseña por Hidalgo Trejo Dante Javier
De manera concisa, amplia y detallada el autor nos expone la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos en su camino a lo que es ahora el texto de dicha
ley suprema en materia de comercio exterior, dándonos un recorrido por el texto
original, sus reformas, discusiones, decretos y leyes secundarias correspondientes.
En el camino seguido por el autor de los ya mencionados ordenamientos jurídicos,
para ser más específicos, en el camino histórico seguido por el autor del artículo
131, el Doctor Patiño hace énfasis en el texto original del artículo 131 de 1917 en
donde se menciona que la Federación será la encargada de gravar las
importaciones y exportaciones así como reglamentar y aún prohibir la circulación de
mercancías, en donde se dice que la Federación está representada por el Congreso
de la Unión como lo menciona el Artículo 73 fracción XXIX 1°: el Congreso tiene
facultad para establecer contribuciones sobre comercio exterior.
Al ser el Congreso de la Unión el facultado para la creación de una ley donde se
establezcan los impuestos de importación y exportación, debido a que es el poder
legislativo, suena congruente que lo dispuesto en un artículo transitorio donde se le
facultaba al ejecutivo para modificar dicha normativa podía ser impugnado por ser
inconstitucional porque en la Constitución misma dice que no se podrá depositar la
facultad legislativa en una sola persona.
Por esta razón en el gobierno de Miguel Alemán presenta una reforma constitucional
a los artículos 49 y 131 con la intención de atender situaciones de urgencia, como
el desabastecimiento de productos o la aplicación de la política de sustitución de
importaciones; el Congreso reformó estos artículos.
El resultado de esta reforma la adición del párrafo segundo del artículo el cual
menciona que el Congreso de la Unión podrá autorizar al Ejecutivo la facultad de
modificar mediante decretos las cuotas arancelarias cuando lo estimara urgente con
la finalidad de regular el comercio exterior, la economía del país o cualquier
beneficio para la nación, de las discusiones de las mencionadas reformas se puede
extraer que la intención de los legisladores era dar más certeza a los cambios
comerciales por parte del presidente y no esperarse a un proceso tan extenso como
lo es la modificación de una ley por parte del Congreso, pero quedando en claro que
dicha facultad está sometida a la autorización del Congreso, y como ya se
mencionó, los caos en que esta facultad será concedida quedan bien demarcados.
Un problema que se presentó con dichas reformas y los decretos de las reformas
fue que se le concedió al ejecutivo señalar precios lo cual significaba que para
regular la entrada de mercancías así como su arancel señalaba cuánto costaba un
producto y sobre ese precio se gravaba la mercancía, lo cual resultaba pagar
muchas veces un arancel muy alto.
Posteriormente, en 1961 se expidió la ley reglamentaria del artículo 131 párrafo
segundo constitucional en donde se faculta al ejecutivo a modificar, suprimir o crear
impuestos a las exportaciones, en donde ya no se señala el que pueda señalar
precios, así mismo en el artículo seis de dicha ley se le obliga al ejecutivo a darle
cuantas al Congreso así como solicitar al mismo pedir el permiso para poder
ejercitar dicha facultad.
Ya en 1986 se expide la nueva ley reglamentaria que abroga a la de 1961, que con
la implementación del GATT y la nueva reglamentación de comercio a nivel
internacional, cambiando así la política de sustitución de importaciones por una
apertura comercial, el mencionado ordenamiento jurídico es más amplio en cuanto
a las facultades otorgadas donde se le permite aparte regular prácticas desleales
de comercio exterior, aparte que también se le conceden facultades al respectivo
secretario de economía que son propiamente del Congreso y que en caso de
delegarse sería al ejecutivo y no a un secretario.
Finalmente en 1993 se expide la ley de comercio exterior en donde se señala de
nuevo las facultades al presidente y a su secretario de economía, mientras al
presidente se le restringe en casos de emergencia al secretario de economía no se
le pone esta restricción.
Mi opinión respecto a las reformas de las que habló el autor en el documento, como
resulta obvio de lo que es una constitución respecto a su reformabilidad se entiende
el cambio del artículo 131 al pasar de los años atendiendo a la situación comercial
en el mundo, siendo una naturaleza del comercio, el constante cambio.
La primera reforma se entiende ante una situación de proteccionismo comercial
nacional, entiendo que esa era una teoría económica vigente en el mundo, la de
Keynes, quien decía que los Estados debían ser los encargados de arreglar la
economía local con la implementación de políticas públicas, siendo el Estado el
encargado de regular el comercio lo que incluye la economía, esta tendencia se
aprecia con la implementación de la política de sustitución de importaciones que es
justamente eso, la regulación económica por parte del Estado, siendo el único actor
económico.
Y justamente para que el presidente pudiera actuar rápidamente y aplicar esta teoría
se le facultó extraordinariamente pero como ya habíamos hablado, esta facultad ya
no cumplía a cuestiones de emergencia y no se le informaba al Congreso.
Al pasar del tiempo las teorías económicas cambiaron y con ellas la percepción del
comercio en el mundo, ahora estamos ante una teoría neoliberal hacia los años
ochentas, la cual entre otras cosas consistía en la apertura comercial y la
participación de más agentes económicos en el mundo, los cuales ya no serían
solamente los Estados.
Un hecho del pasado que corresponde a este cambio en la percepción del comercio
es la firma del GATT por el presidente Miguel de la Madrid y la firma de las cartas
de relación, en donde observamos que fue y siguió siendo la política comercial
aplicada por nuestro gobierno. Con este cambio de economía neoliberal la creación
de las nuevas leyes mencionadas para terminar con la creación de la ley de
comercio en donde ya hablamos de las facultades del presidente para la regulación
económica y de comercio internacional.
Un punto a discusión que ya puso sobre la mesa el autor, es la firma de tratados de
libre comercio y lo que conlleva.
En este caso puedo comentar que los tratados han sido por así decirlo, una manera
de trasgredir y modificar el derecho nacional mexicano, ya que han tomado mayor
valor legal que las propias leyes locales, si a esto le agregamos que el único que
participa en la firma de estos tratados es el presidente de la República y el Senado,
implica que no participa todo el Congreso, siendo el encargo de legislar.
En materia de comercio el presidente ha sido el principal legislador ya que la firma
tratados de libre comercio implica modificaciones o excepciones a dicha ley de
aranceles, porque muchos de estos tratados implican bajar a cero los aranceles
entre los países firmantes. El problema no es solo ese ya que la modificación interna
no sólo implica la reforma a una ley, sino muchas ocasiones al cambio en políticas
públicas y económicas, reformas a la propia constitución y cambios en la
administración.
Es cierto que la tendencia del neoliberalismo es crear un comercio internacional
donde los Estados tengan la misma jerarquía y estén en igualdad de condiciones,
pero la realidad es que naturalmente no todos los Estados tienen la misma fortaleza
económica y política, por lo que la firma de tratados con Estados fuertes implica o
una relación de subordinación o una meta a seguir el querer alcanzar a dicho
Estado, que en los hechos no es más que una forma de subordinación comercial.
Un caso específico es la firma del tratado de libre comercio de América del Norte
con Estados Unidos y Canadá, que como sabemos son potencias económicas más
sólidas que la mexicana, pero la firma de este tratado implicó la ambición de querer
llegar a ser una economía más sólida y fuerte internacionalmente así como el
aprovechamiento comercial con nuestros vecinos, la firma de este tratado implicó
una serie de cambios estructurales, tanto como políticos como políticos y jurídicos
para dar la certeza del cumplimiento de este tratado, en este caso podemos
observar que el entonces presidente Salinas de Gortari se convirtió en un legislador
que modificó de manera importante nuestro sistema legal, yendo más allá de las
facultades extraordinarias otorgadas por la constitución de nuestro país.
Al pasar de los años hemos podido observar que la firma de este tratado ha traído
para el comercio mexicano cierta dependencia comercial, por lo que ahora pone
nerviosos a productores la posible disolución del tratado, lo que podemos destacar
que tras más de veinte años se ha incrementado el comercio interno y las
posibilidades para comerciantes extranjeros también han sido mejoradas.
Para terminar destaco que el presidente se ha convertido en el principal legislador
en materia de comercio, y dudo que en un futuro remoto esto cambie.

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