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ACERO Vs CONCRETO
Con el objetivo de ayudar a los especialistas, proyectistas, arquitectos, ingenieros y demás personas
que puedan estar o estén involucrados en la industria de la construcción, a realizar una mejor
inversión al momento de la elección de los materiales para un nuevo proyecto; hay que tomar en
consideración criterios determinantes como: calidad, seguridad, tiempo, costo y contribución al
medio ambiente (desarrollo sostenible). A continuación les compartimos los beneficios de construir
con acero o concreto.
Al momento de iniciar la planeación y el diseño de la obra, surge la necesidad de preguntarse sobre
la idoneidad de los mejores materiales para su construcción.
En este proceso se ponen sobre la balanza lo beneficios, así como las limitantes de ambos
materiales. En el caso del acero, por la rapidez, ventajas y calidad de prefabricación, se ha impulsado
la construcción de estructuras metálicas con base en este material, mientras que alrededor del
concreto, han surgido nuevos sistemas constructivos complementarios.
Todo ello bajo la premisa de que ambos materiales pueden coexistir de manera armónica o bien
por separado como solución idónea en proyectos determinados.
Algunos de los beneficios del acero como una opción ideal al momento de construir, que bien
valdría considerar nuevamente, son:
· Disminución del tiempo de construcción en 40% comparado con otros sistemas convencionales.
Punto que influye directamente en la inversión realizada en la obra.
· Las estructuras de acero pesan entre 6 y 10 veces menos que otros sistemas de construcción.
· Es un material amigable con el medio ambiente ya que proviene, en algunos casos, del reciclaje
de chatarra, contribuyendo así al desarrollo sostenible.
· Protección del medio ambiente ya que produce menos ruido y disminuye la generación de
basura.
Veamos los siguientes cuadros comparativos:
Comparación - Aspectos técnicos:
Comparación - Aspectos financieros
Los sistemas constructivos han sido creados para dar una opción ágil y eficiente a las personas que
han decidido emprender la tarea de construir un determinado tipo de edificación.
Los sistemas constructivos se encuentran conformados por diferentes elementos interrelacionados
entre sí, los cuales constituyen la estructura interna que asegura que una vivienda o edificación sea
segura. Un aspecto esencial en este tipo de elementos es la lógica con la cual están organizados,
para de esta manera certificar la calidad con la que se encuentran desarrollados.
En la actualidad existen diferentes tipos de sistemas constructivos que son caracterizados en base
a los materiales que utilizan, a las particularidades que presentan en la construcción de los
diferentes tipos de edificaciones y al comportamiento que tienen los diferentes componentes que
lo integran en diferentes circunstancias.
La estructura general de un sistema constructivo es la siguiente:
Unidades
Elementos
Materiales
Diseño
Sistema Constructivo Tradicional
Este tipo de sistema constructivo también se denomina “in situ”, siendo utilizadas en las
estructuras, instalaciones, terminaciones superficiales de una obra y cerramientos del mismo,
utilizando materiales en estado primario y diseño estructural de forma manual, es así que es
necesario la mano de obra calificada para este proceso.
Ventajas del sistema tradicional:
Amplia libertad para el diseño de construcción del proyecto
Flexibilidad para la improvisación en relación a fenómenos presentados en el
transcurso del cumplimiento de la etapa constructiva
Utilización de planos no tan elaborados
Adaptabilidad del diseño en relación del tipo de estructura a construir
Edificación de grandes obras con equipos netamente necesarios, es decir, con pocas
herramientas, lo cual involucra menor inversión en equipos.
Desventajas del sistema tradicional:
Costo elevado de mano de obra
Operarios no calificados
Lentitud en el proceso
Consumo excesivo de materiales
Alta resistencia
Uniformidad
Homogeneidad
Rapidez en el proceso
Bien es sabido que la edificación residencial está dominada por el hormigón armado mientras que
el acero se utiliza básicamente en el sector industrial y cada vez más a menudo en edificios de uso
Se ha utilizado durante siglos porque tiene diferentes aplicaciones y sus excelentes características
constructivas y funcionales hacen que arquitectos, ingenieros e inversores recurran a él con
Las ventajas y desventajas de la utilización del acero pueden darnos algunas claves para explicar la
A continuación vamos a indicar, de manera general, algunas de las principales características que
Es un material de gran resistencia. Esto significa que los elementos que formarán
menor que en el caso del hormigón, ocupando, por lo tanto, menos espacio.
Avisan con grandes deformaciones antes de producirse un fallo debido a que el material
es dúctil.
tiempo.
Posibilidad de reforma de manera más sencilla para adaptarse a nuevos usos del edificio,
de viviendas.
La estructura metálica puede ser preparada en taller, lo que se traduce en que los
Reutilización del acero tras desmontar la estructura, lo que supone un ahorro de inversión
considerable.
Las vigas reticuladas permiten cubrir grandes luces, con los correspondientes beneficios.
Las estructuras de acero son, por lo general, más ligeras que las realizadas con otros
mantenimiento mínimo, una vida casi ilimitada para las estructuras realizadas con acero.
Cuando termina la vida útil del edificio, la estructura metálica de acero puede ser
reciclaje.
Construcciones donde existen grandes espacios libres, por ejemplo: locales públicos,
salones.
Por otro lado, vamos a indicar algunas DESVENTAJAS que presentan este tipo de estructuras.
obligatorio, recubrir este tipo de estructuras con pintura ignífuga o intumescente para evitar el
colapso de la misma.
Edificios donde existe gran preponderancia de la carga del fuego, por ejemplo almacenes,
laboratorios, etc.
MANT PISCINAS
Los problemas de impermeabilización que puedan existir en una pileta generalmente se detectan
durante el verano. Mientras que las reparaciones conviene encararlas en invierno, ya que se
deben realizar con la pileta vacía y suelen llevar tiempo. Además, las altas temperaturas dificultan
la aplicación de pintura, que es el paso posterior a la reparación.
La pérdida de agua por una fisura, y consecuentemente el descenso del nivel de agua en la pileta,
da aviso de la presencia de fisuras en el hormigón. También puede ocurrir que, si existe una
discontinuidad de la capa hidrófuga y además la pileta estuviera inmersa en napas freáticas, el
agua del suelo ingrese en ella contaminada.
Ante la pérdida de agua, el procedimiento de reparación depende del material. En los últimos
años, las piletas se están construyendo en hormigón armado, ya sea colado en encofrado o
gunitado por proyección a presión del hormigón. En este elemento estructural, el material usado
en la impermeabilización original es el estancador cementicio monocomponente.
Para reparar fisuras, la primera operación es hacer una junta. Para ello, se debe retirar el
recubrimiento exterior y su adherente (pintura de caucho clorado, venecita o azulejo), llegar hasta
el hormigón, localizar la fisura y acanalarla mediante cincelado con cortafierro y maza siguiendo su
recorrido y formando una acanaladura de no menos de 10 milímetros de ancho por 15 de
profundidad, dependiendo del ancho original de la fisura.
El sellador se debe dejar polimerizar tres días y luego reponer el impermeabilizante cementicio,
aplicando un velo neutro o trama de vidrio en la franja reparada, de un ancho no menor a 25
centímetros, de modo que el nuevo impermeabilizante de reparación y el existente se
superpongan.
Al construir una pileta con muros perimetrales de ladrillo se suele aplicar una capa de mortero de
cemento con hidrófugo en el plano interior. En estos casos, se debe llegar allí para ejecutar el
mismo procedimiento que para un tanque de hormigón.
Si la capa aisladora se desprende, hay que extraerla hasta donde se la detecte bien adherida al
sustrato y recomponer la aislación con un nuevo mortero de cemento y arena (1:3 con hidrófugo
cementicio), y puente de adherencia entre revoques viejos y nuevos. Se recomienda aplicar el
mismo estancador cementicio monocomponente que para el hormigón armado.
Los productos y elementos a emplear en esta etapa, dependen del tipo de terminación de la
piscina.
:: Piscina Pintada
Cepillar la superficie con una solución de: 1 litro de lavandina en 4 litros de agua, y enjuagar con
abundante presión de agua. Si existe acumulación de sarro, aplicar ácido muriático, en una
proporción de 1 litro en 7 litros de agua.
Cepillar la superficie con una solución de 1 litro de lavandina en 10 litros de agua, Si la suciedad es
rebelde, o la superficie tiene acumulación de sarro, repetir la operación tanto como sea necesario,
pero sin alterar las proporciones.
En este caso, la proporción del preparado depende de la terminación de la 'junta' del azulejo. Si
esta junta fuese de cemento (gris oscura), limpiar con una solución de 1 litro de ácido muriático en
5 litros de agua.
Si la junta fuese de pastina (color blanca), limpiar con una solución de 1 litro de ácido muriático en
10 litros de agua.
PRECAUCIONES
Cualquiera fuese la terminación interior de la piscina, no debe utilizarse ningún tipo de elemento
metálico (cepillos de alambre, espátula, o cortantes) que pueden dañar la capa del revestimiento
hidrófugo, común a todas las estructuras, o bien desprender las juntas en caso de ser azulejada.
Cuando desagote la piscina, inicie la limpieza en forma inmediata, pues se hace dificultoso
desprender la suciedad cuando la superficie está seca.
El desagote de estos líquidos, se debe efectuar en forma manual, con recipientes o con una bomba
accesoria, en caso de que el volumen del agua así lo requiera.
HOTELES
Las instrucciones de uso son indicaciones encaminadas a conseguir, entre otros, los siguientes
objetivos:
Las operaciones de mantenimiento se definen mediante verbos como limpiar, comprobar, repasar,
reponer, prever la periodicidad con que se han de llevar a cabo estas operaciones, prever los
medios para que estas operaciones se llevan a cabo, y acreditar documentalmente en el Libro o
dossier del edificio que tales operaciones se han cumplido en el período previsto.
Las operaciones de mantenimiento, por tanto, trascienden de limitarse a arreglar lo que se rompe
o a arreglar lo que se ha dejado estropear, precisando, pues, interesarse por conocer el inmueble,
apreciar lo común como propio, dispensar un trato cuidadoso, organizar lo que se precisa
mantener cada año, reflejándolo en un presupuesto, y, por último, acreditar lo hecho durante el
ejercicio objeto de la programación, de lo que ha de quedar constancia en el Libro del Edificio, que
es dossier que engrosará periódicamente el usuario con estas operaciones.
Las fachadas no solo conforman parte del cerramiento de una edificación, son elementos cruciales
para un buen diseño del conjunto de un edificio de oficinas. En la elección de la solución de los
cerramientos se ha de tener muy presente que en ellos van implícitos los conceptos de identidad
del edificio y de imagen de empresa entre otros. Un buen diseño repercutirá al ahorro energético
y al confort de los ocupantes, no olvidando el valor añadido que puede proporcionar la estética de
la fachada a la empresa.
La solución escogida o diseñada condicionará a otros aspectos constructivos, como puede ser la
climatización a producir en el interior, tipo de estructura, tipo de cubierta, etc. Se entiende así,
que la fachada no es un elemento que precisa de un estudio aislado, independiente al resto de los
demás aspectos del edificio.
El problema principal de la fachada es que tiene una mayor complejidad constructiva que los
prefabricados, y esto hace que sea un sistema poco usual. A pesar de ello, es una solución que se
tiene en cuenta en ciertos casos en los que primen la seguridad, o la flexibilidad de dimensiones
y/o diseño.
La ejecución de este tipo de fachadas precisa un estudio detallado de los sistemas constructivos a
emplear, así como de las juntas de hormigonado a realizar.
Las fachadas realizadas mediante paneles de hormigón prefabricado no forman parte de la
estructura del edificio; se fijan por anclajes a la estructura resistente del edificio.
Generalmente, estos paneles vienen de taller con el acabado exterior de fachada incorporado.
Debido a que se trata de piezas de gran tamaño y peso, en lo referente del montaje en fachada,
requiere organización de detalle de las tareas a realizar y toma de precauciones en cuanto a
seguridad. Se requiere de experiencia y cuidado en su manipulación ya que se hace necesario
evitar que las piezas se golpeen ya que cualquier desperfecto impide su colocación y resulta
dificultosa su reparación.
Las fachadas configuradas por paneles de hormigón tienen como principales ventajas su
durabilidad, resistencia al fuego, aislamiento térmico y acústico y seguridad. Se ha de tener
especial cuidado, en el sellado de las juntas, con el fin de asegurar la estanquidad.
Los costes asociados a la construcción de fachadas mediante placas de hormigón son inferiores
que los sistemas de construcción in situ, y al ser un producto prefabricado ofrece más garantía de
calidad que los realizados en la propia obra.