Tema: “Renovando el pacto con Dios”

Texto Bíblico: Nehemías 9:38

Introducción
En esta porción del libro de Nehemías se describe brevemente una confirmación
del pacto del pueblo de Dios en Jerusalén, luego de décadas en el exilio de
Babilonia.

Los muros de Jerusalén habían sido finalmente reconstruidos gracias al liderazgo

y la pasión de Nehemías, quien dirigió al pueblo a completar la obra en un tiempo
récord. A partir de ahí se inició un proceso de reforma religiosa dirigido por
Esdras.

Este proceso inicia enseñando toda la ley de Dios, al escucharla el pueblo se

arrepiente

Esdras, el sacerdote, termina su oración diciendo lo siguiente:

Nehemías 9:38 – A causa, pues, de todo esto, nosotros hacemos fiel promesa,
y la escribimos, firmada por nuestros príncipes, por nuestros levitas y por
nuestros sacerdotes.

Desarrollo

Este texto es relevante para nosotros por tres razones:

a. Describe la confirmación del pacto con Dios en un contexto lleno de alabanza.

El pueblo se había reunido durante tres semanas para alabar a Dios, y el clímax
de este momento es la oración que Esdras realiza en presencia de todo el pueblo.
Esta es una oración de afirmación del pacto que Israel tiene con Dios, ese es el
espíritu con el que espero culminemos esta reunión, reafirmando nuestro pacto
con Dios y entre cada uno de nosotros.

b. La renovación del pacto es firmada por los sacerdotes. Los líderes, los levitas
y los sacerdotes pusieron sus nombres por escrito en aquella renovación del
pacto. En la actualidad eso es algo que cada uno de nosotros también debe
hacer, puesto que somos sacerdotes en Cristo Jesús.

c. La oración de la que es parte esta confirmación del pacto está llena de la

gracia soberana de Dios y de la gloria de su nombre. Es necesario que cada uno
de nosotros también recordemos la solidez del pacto que nos une. Nuestro
fundamento no se encuentra en nosotros mismos, o en nuestra habilidad de
cumplir nuestras promesas, sino que está en Dios, y especialmente en su gracia
interminable.
La oración de Esdras nos presenta la gracia y el poder de Dios, así como
la necedad y rebeldía del pueblo a pesar de eso.

1. La gracia y el poder de Dios

Nehemías 9:6 – Tú solo eres Jehová; tú hiciste los cielos, y los cielos de los
cielos, con todo su ejército, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo
lo que hay en ellos; y tú vivificas todas estas cosas, y los ejércitos de los cielos
te adoran. 7 Tú eres, oh Jehová, el Dios que escogiste a Abram, y lo sacaste de
Ur de los caldeos, y le pusiste el nombre Abraham; 8 y hallaste fiel su corazón
delante de ti, e hiciste pacto con él para darle la tierra del cananeo, del heteo,
del amorreo, del ferezeo, del jebuseo y del gergeseo, para darla a su
descendencia; y cumpliste tu palabra, porque eres justo. 9 Y miraste la aflicción
de nuestros padres en Egipto, y oíste el clamor de ellos en el Mar Rojo; 10 e
hiciste señales y maravillas contra Faraón, contra todos sus siervos, y contra
todo el pueblo de su tierra, porque sabías que habían procedido con soberbia
contra ellos; y te hiciste nombre grande, como en este día. 11 Dividiste el mar
delante de ellos, y pasaron por medio de él en seco; y a sus perseguidores
echaste en las profundidades, como una piedra en profundas aguas. 12 Con
columna de nube los guiaste de día, y con columna de fuego de noche, para
alumbrarles el camino por donde habían de ir. 13 Y sobre el monte de Sinaí
descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes
verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos, 14 y les ordenaste el día de
reposo santo para ti, y por mano de Moisés tu siervo les prescribiste
mandamientos, estatutos y la ley. 15 Les diste pan del cielo en su hambre, y
en su sed les sacaste aguas de la peña; y les dijiste que entrasen a poseer la
tierra, por la cual alzaste tu mano y juraste que se la darías.

 V. 6 El Dios que ha creado todas las cosas que existen.

 V. 7-8 La elección de Abraham para hacer un pacto con él y formarse un
pueblo para sus propósitos.
 V. 9-10 La liberación del pueblo de la esclavitud en Egipto, pues Dios
escuchó su clamor. Esta liberación fue llevada a cabo con muestras de su
enorme poder.
 V. 12 Dios guió al pueblo a través de las nubes de día y las columnas de
fuego por la noche.
 V. 13 Dios le dio al pueblo un pacto de mandamientos que son para su
bendición y para su conveniencia.
 V. 15 Dios les dio provisión abundante para el pueblo – Pan del cielo y
agua de la roca, les dijo que podían ir a tomar la tierra que había sido
prometida para ellos.

2. La rebeldía del pueblo

A pesar de todo esto, la respuesta del pueblo de Israel es resumida en el
versículo 16: Mas ellos y nuestros padres fueron soberbios, y endurecieron su
cerviz, y no escucharon tus mandamientos. 17 No quisieron oír, ni se acordaron
de tus maravillas que habías hecho con ellos; antes endurecieron su cerviz, y en
su rebelión pensaron poner caudillo para volverse a su servidumbre.
  A pesar de haber visto la mano de Dios de manera prodigiosa en medio
de ellos el pueblo se rebeló a Dios, demostraron:
 Estaban llenos de Soberbia
 No quisieron escuchar
 No recordaron sus maravillas.
 El deseo de ellos era volver a Egipto en donde habían vivido en Esclavitud.

3. La misericordia de Dios ante la rebeldía del pueblo.

Ante esta desobediencia y rebeldía, encontramos una lista de la misericordia de
Dios sobre el pueblo:

Esdras 6:17-19 –Pero tú eres Dios que perdonas, clemente y piadoso, tardo
para la ira, y grande en misericordia, porque no los abandonaste. 18 Además,
cuando hicieron para sí becerro de fundición y dijeron: Este es tu Dios que te
hizo subir de Egipto; y cometieron grandes abominaciones, 19 tú, con todo, por
tus muchas misericordias no los abandonaste en el desierto. La columna de nube
no se apartó de ellos de día, para guiarlos por el camino, ni de noche la columna
de fuego, para alumbrarles el camino por el cual habían de ir.

 En esta misericordia renovada de Dios, en esta fidelidad a su pacto, es

que Esdras se basa para hacer la petición que hemos leído al inicio de este
mensaje.
 En esta ocasión no podemos recordar nuestro compromiso con Dios y con
su obra basándonos en nuestra fuerza y en nuestra sabiduría. Más bien
debemos decirnos “Con un Dios como este hay esperanza para mí, hay
esperanza que encontraré la ayuda que necesito, hay esperanza pues si
me arrepiento y me vuelvo a él sin duda él ha de perdonar mi maldad”

4. Ese patrón se repite a lo largo de la oración

 En la oración vemos repetirse la respuesta necia del pueblo a lo largo de

la historia.
 Ante esta rebeldía constante el pueblo termina siendo enviado al exilio:
o Esdras 9:30 - Les soportaste por muchos años, y les testificaste
con tu Espíritu por medio de tus profetas, pero no escucharon; por
lo cual los entregaste en mano de los pueblos de la tierra.
 Aún después del exilio la misericordia de Dios volvió a mostrarse para su
pueblo:
o Esdras 9:31 - Mas por tus muchas misericordias no los consumiste,
ni los desamparaste; porque eres Dios clemente y misericordioso.
 Es de esta manera que Esdras puede hacer la petición de renovar el pacto
con Dios, pues Él se ha revelado así como un Dios clemente y lleno de
misericordia, que es fiel a su pacto a pesar de la infidelidad de su pueblo.

Conclusión
La reforma de Nehemías y de Esdras fue altamente efectiva, sin embargo con el
pasar del tiempo el pueblo cayó en otros pecados. En la historia encontramos a
Malaquías quien profetizó contra el pueblo a causa de diferentes pecados:
  No vale la pena servir a Dios
 La falta de fidelidad del pueblo en cuanto a sus diezmos y ofrendas.
 El distanciamiento entre padres e hijos

Luego en el Nuevo Testamento encontramos un pueblo radicalmente

monoteísta, ya no hay señales del politeísmo que fue un pecado fundamental en
el A.T. pero ahora hay una élite religiosa que se ha vuelto legalista y que tuvo
frente a sus ojos al mesías prometido y a quien no pudieron reconocer por la
necedad de sus corazones.

Todo esto nos dejaba con la expectativa del nuevo pacto, ese en el que Dios
cambiaría nuestros corazones y nos sellaría con su Espíritu Santo de una manera
sin paralelos en la historia. Ese es el nuevo pacto que usted y yo disfrutamos, y
es un pacto que nos ha comprometido con la obra de Dios y con el resto de
hermanos del cuerpo de Cristo.

1 Pedro 2:9 – Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,
pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó
de las tinieblas a su luz admirable;