La moral de los cínicos

La lectura comienza mencionando las dos formas de moral que distingue M. Weber, la de
la convicción y la de la responsabilidad. Un hombre de convicción es aquel que posee
razones o creencias que les permite sostener un determinado pensamiento o acción. Frente a
ello, se puede apreciar que una persona con convicción actuaria de forma rigurosa de
acuerdo a su propia verdad, a lo que él cree, no midiendo o calculando las consecuencias,
por lo que para él debe prevalecer la autenticidad, la transparencia y la verdad, siendo para
él una cuestión individual. En tanto un hombre responsable armoniza tantos sus
convicciones como sus principios a una conducta que refleja lo que dice y lo que hace de
manera que estos no traigan consecuencias contrarias al sistema global, atado a lo concreto,
a lo social, a la eficacia y a la historia.

Por el contrario, también se hace mención a otra clase de moral llamado moral de los
cínicos o de la conveniencia, centrado en los intereses del pragmatismo o de una pretendida
eficacia, sacrificando valores o reglas generales. Esta viene a ser una moral acomodaticia,
justificadora, quien encuentra una posición fácil careciendo de principios. En esta sociedad
sin principios y sin fines, se hace mención a varios personajes de la historia, a aquellos que
tomaron profundamente sus convicciones o sus verdades en lugar del interés de su propia
patria, adoptando una actitud cínica como menciona el autor, como el caso de Bartolomé de
las Casas, Sartré y B. Russell llegando incluso a ser considerados antipatriotas. Según lo
anterior, se dice que es necesario hacer una división entre moralistas convencidos y
moralistas responsables, es decir entre aquellos que excéntricos a sus propias verdades con
ideas políticas fuertemente adheridas y los que actúan de forma pacífica cuyas
excentricidades nunca los hacen correr riesgos, como es el caso de Dalí.

Dentro de este campo que maneja el autor sobre la moral de convicción considero
importante señalarlo dentro del campo de la psicología, por lo que viene a ser fundamental
para el logro de la motivación a la hora de llevar a cabo determinadas acciones, sobre todo
por el hecho mismo de que debe haber un propio convencimiento de que uno mismo esta y
estará bien si se quiere conseguir algo. De este modo también se debe tener en cuenta a
aquellas personas que por el contrario, actúan con una convicción sobre aspectos pesimistas
y negativos en todo momento, aquellos que piensan que son incapaces de poder realizar
determinadas actividades, que creen que son incapaces de afrontar retos, etc.

Asimismo, considero que es necesario que los políticos sean personas que tengan
convicción no solo sobre su programa electoral sino también sobre las ideas que defienden
y sostienen a su partido. La democracia que debe ser fortalecida es una responsabilidad de
los ciudadanos en forma organizada para decidir sobre las cuestione inherentes al destino
del país, por lo que la participación política es un término que debe estar unido al de
democracia. Por tal motivo, debe deberá existir una comunicación entre el ciudadano y los
que están al mando del poder como son nuestras autoridades, por lo que no se debe perder
la confianza que se tiene en ellos. Por el contrario, sabemos que en la actualidad los
propios electores o ciudadanos que en un principio eligieron a su proprio representantes,
mas tarde se crea una desconfianza en ellos, por lo que sus votos suelen hacerlo de manera
mecánica. Así tenemos que existe una falta de participación visible en los actos electorales,
pero es más grave ver el funcionamiento de estas organizaciones o partidos políticos. Como
se sabe, en la actualidad en las sociedades democráticas las cosas que se dicen o prometen
carecen de respaldo de las convicciones, obedeciendo a propósitos opuestos a lo que los
gobernantes dicen

Por tanto es sumamente importante que para que exista democracia haya el pluralismo de
ideas, propuestas, la crítica al poder y la alternativa de gobierno y el dialogo entre
gobernantes y gobernados como menciona el autor. Asimismo, es importante eliminar la
moral de la responsabilidad ya que en la práctica esto solo sirve para proveer de excusa a
los que gobiernan, y exigir a los que se eligen como gobernantes, que cumplan de forma
completa con lo que plantean desde un principio de su partido. Por tanto existe una sola
moral y no dos como mencionaba Weber, es decir, que tanto las convicciones y las
responsabilidades deben actuar de forma conjunta.