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INTRODUCCIÓN
La clara pregunta que se ha ejecutado durante excesivo tiempo de qué fue primero ¿el hombre
o el Estado? ¿El hombre creó al Estado o el Estado creo al hombre? Pudiese parecer que
dicha definición se aleje del tema central de la obra, no obstante, es el fundamento.
Como ya sabemos, las limitaciones de nuestro actuar son muchas: el tiempo, el estrés, los
intereses personales; los deseos atados alma (que es lo que nos hace humanos) y controlar
nuestras vidas o responsabilidades en ellas es por más complicado, en consecuencia, sea
imprescindible que reconozcamos que no podemos hacer todo por nuestra propia cuenta,
entonces es necesario aprender a delegar para que nuestra carga sea aliviada.
Esta maravillosa obra nos permite analizar la perspectiva de dos personas asombrosamente
semejantes en crianza, costumbres y trabajo, pero no en las acciones. Las acciones
determinan nuestro aprendizaje y éste se determina por el medio en el que nos encontremos,
es pues ser inteligentes saber reconocer y aprovechar nuestras oportunidades.
Así sucedió con Jones, el cuál aprovechó las circunstancias con un miembro del equipo de
trabajo para retroalimentarse como individuo, y así, más adelante, gracias a su generosidad
o estima a James, le ayudó a formarse mejor como jefe y aun más, como un líder.
DESARROLLO
El texto inicia con una cita bastante interesante la cuál expresamente dice
Generalmente en las empresas, el ingeniero tiene una gran responsabilidad, ya que, tiene
gente a su cargo con la que debe de cumplir fechas estipuladas, el trabajo debe estar bien
hecho, pues, en muchas ocasiones no hay margen de error y si los cálculos fallan se ven
reflejados en pérdidas millonarias e incluso juicios legales, con todo esto, un ingeniero tiene
que saber administrar, diseñar y comunicar de manera asertiva y eficaz sus ideas con el
equipo completo.
- Exceso de trabajo.
- Falta de una buena relación con los empleados más complicados.
- Menor productividad que se refleja en menos ganancias.
Jones expresa “En mi experiencia hay pocas cosas que satisfagan más que ser parte de un
equipo que triunfe”. Y por supuesto, todos queremos formar parte de algo, sentirnos útiles,
apreciados, importantes. El gran error de muchos jefes es que no entienden este concepto y
constantemente culpan a los empleados, hieren su orgullo, recalcan sus errores (incluso en
público); todo lo anterior disminuye su calidad de vida, su concentración, sus ánimos y
consecuentemente la productividad.
Compartir equitativamente la carga del trabajo analizando los puntos fuertes y el potencial
de cada uno de los miembros, teniendo en cuenta sus intereses personales y sus objetivos,
discutir los temas con cada uno de ellos. Todo lo anterior son acciones que desarrolla un buen
ingeniero.
Con todo esto, no afirmamos que es una fórmula mágica con la que los problemas
desaparecerán, son solo principios en los que se tienen que regir nuestro actuar para con los
demás. A veces se delega, la persona puede hacerlo mal ¿Cómo disminuir esa probabilidad
de error? No hay nada más ni nada menos que ser claros, punto que expandiremos más
adelante.
Delegar, el tema principal tanto en la obra como en la vida. Ser claro en lo que se pide ahí
reside lo que es delegar. Ser muy explícitos, el problema muchas veces no es la gente, somos
nosotros por no darnos a comunicar correctamente. Hay que cerciorarnos en que la persona
comprenda en totalidad nuestras especificaciones.
La mayoría del tiempo, la gente no quiere parecer ignorante pidiendo aclaraciones extras,
piensas que “pueden deducir por ellos mismos” y hacen suposiciones que no iban de acuerdo
al proyecto establecido. En ocasiones es duro pedir explicaciones, tener miedo de no parecer
los suficientemente inteligentes.
Lo mismo señala el libro del cuál damos nuestra opinión, las ordenes pueden ser muy claras,
pero hay que ser también muy claros en la fecha de entrega y la urgencia, por fortuna el
problema se resolvió y se efectuó satisfactoriamente. Lo que nos hace percatarnos del
siguiente principio
Establecer con claridad los plazos en los que se debe de finalizar una tarea. Darse
cuenta que el tiempo es esencial.
Además de delegar responsabilidades, hay que delegar autoridad de las siguientes índoles:
Pese a todo lo anterior, se podría pensar que se delega, se establece, se autoriza y uno puedo
libremente desocuparse de una meta o una tarea y no es así, es líder debe constantemente
tener sesiones de revisión de avances por si las cosas no siguen el curso adecuado siempre se
puede intervenir antes de que sea demasiado tarde.
Es una manera de visualizar, es una perspectiva saludable no haciendo énfasis en los errores
sino en las metas y lo que imprescindible por lograrlas.
Asimismo, como tenemos personas a nuestro cargo también tenemos autoridades por encima
de nosotros que igualmente nos delegan actividades, y hay que regirnos por los mismos
principios anteriormente mencionados:
Delegar con eficacia posee diversos beneficios como descargarnos de trabajo excesivo, que
nos ayudará a tener una mejor calidad de vida. También permite concentrarnos en los más
importantes como aumentar la confianza en el equipo de trabajo desarrollando sus
capacidades, instruyéndoles correctamente y disminuyendo el error probable. Al disminuir
el error crea la oportunidad de manifestar el buen trabajo de otros.
Una buena delegación es un buen control y el buen control permite documentar el trabajo
bien o mal realizado para futuros proyectos.
CONCLUSIÓN
Este texto nos da la pauta para reconocer fallas en nuestra administración ante otros
individuos. Generalmente consideramos que “si las cosas las quiere uno bien hechas hay que
hacerlas uno mismo” pero no es así, eso es despreciar el potencial de trabajo de los demás
individuos, es no considerarlos suficientemente buenos, cuando lo único que necesitamos es
ser realmente claros en los detalles. El empeño en cualquier proyecto, ya sea colectivo o de
vida, es prestar atención a los detalles, la pasión se mira en ello. Un equipo de trabajo debe
seguir una visión colectiva, una meta, un objetivo, cada individuo como la pieza de un
rompecabezas que sin su talento o destrezas sería incompleto. Como ingenieros,
supervisores, jefes de mantenimiento o de diseño, la comunicación asertiva nos llevará al
éxito.