Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
DE LA GASTRONOMIA EN MEXICO
El tianguis
Los cronistas escribieron maravillados sobre el tianguis. El mercado de Tlatelolco
asombro a Cortes por su perfección y magnitud. Aunque antes se señalaba como
se sigue haciendo hoy, un ida de mercado en todos los pueblos del México
antiguo, el mercado de Tlatelolco estaba siempre abierto.
De todos los sitios llegaban productos para vender: chocolate del Soconusco y
vainilla de Veracruz; pescados de agua dulce y salada, aves silvestres y
guajolotes, frutas y verduras, carbón, braseros, pulque, miel, ollas y vasijas, elotes
y tamales; en una palabra, todo lo que el hombre apetecía se encontraba en el
mercado de Tlaltelolco, perfectamente ordenado por calles según la naturaleza de
las cosas exhibidas para la venta. Allí se reunía la gente, allí se comía y se bebía.
El tianguis servia de mercado, de restaurante, de sitio de diversión, en fin, era el
lugar de reunión publica mas frecuentado
El frijol junto con el maíz eran parte de la alimentación básica del mexicano. Los
comía con tortillas y chile, todos los días.
Guajolotes y perros
También había perros de una especie particular, sin pelo, que se cebaban para el
consumo. Pero su carne era menos espinada que la del guajolote y se dice que a
veces las consumían juntas, la del guajolote arriba y la del perro abajo, “para
hacer bulto”.
También se comían las ranas, los ajolotes y los camarones de agua dulce o
acociles.
Cerca del mar se comían además distintos tipos de pescado, las tortugas, los
cangrejos y las ostras.
El maguey y el pulque
El cacao era tan apreciado prehispánico que se usaba como moneda. Además se
bebía. El chocolate molido en agua y con maíz, endulzado con miel de abeja y
aromatizado con vainilla, tomado a jicaras se convertía en champurrado.
Utensilios y formas de preparar la comida
Hay cosas que en México se usan desde hace mucho tiempo, quizá desde el
momento en que el hombre de estas tierras empezó a convertirse en un poblador
sedentario, dedicado a la agricultura. Aquel que poseía el metate de piedra con su
mano, en donde molía las semillas; el comal de barro, las cazuelas, las ollas y el
molcajete.
Los tamales serán mas suaves y esponjosos porque se les ha añadido manteca.
Las tortillas siguen usándose como principio, medio y fin de las comidas y de su
inagotable especie surgirán los antojitos: las tostadas, las garnachas, las sopes,
las pellizcadas, etc.
En los conventos vivieron frailes que enseñaron a los indios otros cultivos y otras
técnicas de conservación y preparación de alimentos. Los huertos de los
conventos y los campos fueron los centros de investigación agrícola de la colonia
y también los criaderos de ganado. Los conventos de monjas aparecidos hacia el
siglo XVII, aportaron a la comida mexicana, como principal contribución los
primores de los postres y el refinamiento de los moles.
El arroz traído de Oriente por la nao de la China, prendió en nuestro país con
tanta fuerza como el trigo. Ahora no hay comida mexicana que no incluya entre
sus platillos la sopa seca que muy a menudo se conoce como arroz a la
mexicana.
Verduras y frutas
El ganado y su importancia
Una de las primeras cosas que trajeron consigo los españoles a estas tierras, fue
desde luego los distintos tipos de ganado. Cortes trajo el puerco, que se aclimato
con bastante rapidez a la Nueva España. La carne, la leche y el cuero cambiaron
aspectos de una cultura que no conocía la leche y que tardo mucho tiempo en
adaptarse a ella. La carne de res era de sabor fuerte, muy distinta al tipo de
delicadas carnes a las que estaba acostumbrado el indígena.
La mejor forma de utilizar la leche fue añadirla al azúcar para hacer postres y
conservarla mezclada con la almendra, piñones o arroz.
El azúcar
Otro de los productos importantes traídos de Europa fue la caña, con la que se
producía el azúcar, que resulto pronto imprescindible para la economía y la
alimentación de la Nueva España.