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Plantas medicinales tradicionalmente utilizadas en

el noroeste del País Vasco (Vizcaya y Álava),


Península Ibérica.
Menéndez-Baceta G 1 , Aceituno-Mata L 2 , Molina M 2 , Reyes-García V 3 , Tardío
J 4 , Pardo-de-Santayana M 5 .
Información del autor
Abstracto
RELEVANCIA ETNOPHARMACOLOGICA:
Muchos estudios etnobotánicos muestran que las personas en los países industrializados
aún confían en su conocimiento tradicional de las plantas medicinales para el
autotratamiento, aunque la tendencia podría no ser tan común como algunas décadas
atrás. Dadas las implicaciones sociales y de salud pública de las prácticas
etnofarmacológicas, esta encuesta tiene como objetivo registrar y analizar las plantas
medicinales utilizadas en la medicina popular del noroeste del País Vasco, centrándose en
cómo evolucionan el conocimiento y las prácticas de las plantas medicinales.

MATERIALES Y MÉTODOS:
El trabajo de campo consistió en 265 entrevistas semiestructuradas acordadas oralmente
con 207 informantes sobre los usos medicinales de las plantas. Las entrevistas se
realizaron entre septiembre de 2008 y enero de 2011. Los informantes tenían en promedio
76 años (mínimo 45, máximo 95), siendo más de la mitad de ellos (112) hombres. Los
datos recopilados se estructuraron en informes de uso (UR). A raíz de los comentarios de
los informantes, los informes de uso de medicamentos se clasificaron como UR
abandonados, cuando los informantes informaron que el uso se practicaba solo en el
pasado, y UR prevalente, cuando los informantes informaron que continuaron la práctica.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN:
Se registró un total de 2067 UR para 139 especies que pertenecen a 58 familias botánicas,
siendo las familias más importantes Asteraceae, Liliaceae sensu latu y
Urticaceae. Algunas de las especies más importantes se usan comúnmente en otras áreas
europeas (p. Ej., Chamaemelum nobile, Urtica dioica y Chelidonium majus). Sin embargo,
también hay plantas usadas comúnmente en el área como Helleborus viridis o Coronopus
didymus, que apenas se usan en otras áreas, y cuyo registro es una contribución original
de la farmacopea local. También es el caso de remedios tales como el uso de hojas de
Plantago contra cepas en un remedio local llamado zantiritu. En general, y para todas las
variables analizadas (UR total, categorías de uso medicinal, preparación y administración
de medicamentos), el porcentaje de RU que se practica actualmente (relación de
prevalencia) fue muy bajo (cerca del 30%), lo que sugiere una fuerte disminución en el uso
de plantas medicinales tradicionales. Excepcionalmente, algunas especies (Chamaemelum
nobile, Verbena officinalis o Anagallis arvensis) tenían una alta proporción de prevalencia,
lo que refleja el hecho de que este proceso de erosión no está evolucionando
homogéneamente. Los informantes también informaron que nuevas especies y usos de
plantas medicinales ingresaban a la farmacopea local a través de fuentes no tradicionales
como libros, cursos o Internet. Estas formas modernas se están utilizando ahora para
difundir algunos remedios tradicionales que en el pasado solo se transmitían oralmente. lo
que refleja el hecho de que este proceso de erosión no evoluciona de manera
homogénea. Los informantes también informaron que nuevas especies y usos de plantas
medicinales ingresaban a la farmacopea local a través de fuentes no tradicionales como
libros, cursos o Internet. Estas formas modernas se están utilizando ahora para difundir
algunos remedios tradicionales que en el pasado solo se transmitían oralmente. lo que
refleja el hecho de que este proceso de erosión no evoluciona de manera homogénea. Los
informantes también informaron que nuevas especies y usos de plantas medicinales
ingresaban a la farmacopea local a través de fuentes no tradicionales como libros, cursos
o Internet. Estas formas modernas se están utilizando ahora para difundir algunos
remedios tradicionales que en el pasado solo se transmitían oralmente.

CONCLUSIONES:
Este estudio muestra que el conocimiento tradicional está cambiando continuamente,
evolucionando y adaptándose a las nuevas condiciones sociales y ambientales. La imagen
de la medicina popular local como una realidad agonizante condenada a desaparecer debe
ser revisada. También muestra la necesidad de un enfoque culturalmente sensible por
parte de los sistemas de salud oficiales a estas prácticas.

Resumen Relevancia etnofarmacológica: muchos estudios etnobotánicos muestran que las


personas en los países industrializados aún confían en su conocimiento tradicional de las
plantas medicinales para el autotratamiento, aunque la tendencia podría no ser tan común
como algunas décadas atrás. Dadas las implicaciones sociales y de salud pública de las
prácticas etnofarmacológicas, esta encuesta tiene como objetivo registrar y analizar las plantas
medicinales utilizadas en la medicina popular del noroeste del País Vasco, centrándose en
cómo evolucionan el conocimiento y las prácticas de las plantas medicinales. Materiales y
métodos: el trabajo de campo consistió en 265 entrevistas semiestructuradas acordadas
oralmente con 207 informantes sobre los usos medicinales de las plantas. Las entrevistas se
realizaron entre septiembre de 2008 y enero de 2011. Los informantes tenían en promedio 76
años (mínimo 45, máximo 95), siendo más de la mitad de ellos (112) hombres. Los datos
recopilados se estructuraron en informes de uso (UR). A continuación de los comentarios de
los informantes, los informes de uso medicinal se clasificaron como UR abandonada, cuando
los informantes informaron que el uso se practicó solo en el pasado, y UR prevalente, cuando
los informantes informaron que continuaron la práctica. Resultados y discusión: Se registró un
total de 2067 UR para 139 especies que pertenecen a 58 familias botánicas, siendo las familias
más importantes Asteraceae, Liliaceaesensu latuand y Urticaceae. Algunas de las especies más
importantes se usan comúnmente en otras áreas europeas (por ejemplo, Chamaemelum
nobile, Urtica dioica y Chehelonium majus). Sin embargo, también hay plantas usadas
comúnmente en el área como Helleborus viridisorCoronopus didymus, que apenas se usan en
otras áreas, y cuyo registro es una contribución original de la farmacopea local. También es el
caso de remedios tales como el uso de hojas delantales contra cepas en un remedio local
llamado zantiritu. En general, y para todas las variables analizadas (UR total, categorías de uso
medicinal, preparación y administración de fármacos), el porcentaje de UR actualmente
practicado (índice de prevalencia) fue muy bajo (cerca del 30%), lo que sugiere una fuerte
disminución en el uso de plantas medicinales tradicionales. Excepcionalmente, algunas
especies (Chamaemelum nobile, Verbena officinalis o Anagallis arvensis) tenían una alta
proporción de prevalencia, lo que refleja el hecho de que este proceso de erosión no está
evolucionando homogéneamente. Los informantes también informaron que nuevas especies y
usos de plantas medicinales ingresaban a la farmacopea local a través de fuentes no
tradicionales como libros, cursos o Internet. Estas formas modernas se están utilizando ahora
para difundir algunos remedios tradicionales que en el pasado solo se transmitían oralmente.
Conclusiones: este estudio muestra que el conocimiento tradicional está cambiando,
evolucionando y adaptándose continuamente a las nuevas condiciones sociales y ambientales.
La imagen de la medicina popular local como una realidad agonizante condenada a
desaparecer debe ser revisada. También muestra la necesidad de un enfoque culturalmente
sensible por parte de los sistemas de salud oficiales a estas prácticas

1. Introducción
Muchos autores, incluidos médicos, botánicos, geógrafos, exploradores, etnógrafos y
antropólogos han emprendido la tarea de recopilar y comprender el uso tradicional de
las plantas medicinales en Europa. La tradición se remonta a la antigüedad, cuando
médicos y botánicos como Pedanius Dioscorides, Ibn al-Baitar, Pietro Andrea Matthioli,
Andrés Laguna o Nicholas Culpeper dedicaron sus carreras al estudio de las plantas
medicinales europeas. Sus obras fueron inspiradas no solo por el conocimiento
académico de su época sino también por las tradiciones populares. Dioscórides, por
ejemplo, recopiló el conocimiento de los lugares que él visitó cuando viajó con el
ejército romano (López-Muñoz y Álamo, 2007). El objetivo de mejorar la salud de las
personas motivó gran parte de esta antigua tradición de compilación de información
sobre los usos medicinales de las plantas. Varios autores han argumentado que la
comprensión de los usos locales de las plantas podría contribuir a la salud pública de
varias maneras. Por ejemplo, solo algunas décadas atrás, los remedios a base de
hierbas eran las bases de las farmacopeas campesinas de los países del sur y del este
de Europa (López-Muñoz y Álamo, 2007). Incluso hoy en día, muchos estudios
muestran que hay un uso generalizado de remedios herbales a menudo ocultos para el
médico y un deseo de más autonomía en el manejo de la salud personal (Braulies et
al., 2011; Devesa et al., 2004; Leung et al. ., 2001). En ese contexto, los estudios
etnofarmacológicos de campo podrían ayudar a proporcionar un puente entre la
comunidad médica alopática y los pacientes que aún dependen de sus sistemas y
remedios de salud tradicionales. El creciente interés en las medicinas naturales y
alternativas también impulsa una mejor comprensión de estos sistemas dentro de la
comunidad médica a fin de proporcionar un servicio más apropiado a los pacientes
(Cross et al., 1989; Colegio de Enfermeras de Ontario, 2009; Quave et al. al., 2012;
Vandebroek, 2013). Además, comprender los usos locales de las plantas es de gran
importancia para evitar las intoxicaciones con hierbas (Vallejo et al., 2009) y evitar el
riesgo de interacciones entre hierbas y medicamentos (Carrasco et al., 2009). Muchos
estudios etnofarmacológicos ibéricos, como la mayoría de los europeos, muestran que
el conocimiento médico tradicional está sufriendo una fuerte erosión, haciendo
hincapié en la urgencia de documentar y conservar esta sabiduría (por ejemplo, Carrió
y Vallès, 2012; Hadjichambis et al., 2008; Morales et al. 2011; Parada et al., 2009;
Pardo-de-Santayana et al., 2010; Pieroni y Giusti, 2011; Vitalini et al., 2009).
Curiosamente, ya pesar de este proceso de erosión, esos mismos estudios también
documentan que parte del patrimonio etnofarmacológico europeo aún está vivo,
principalmente entre los ancianos y los habitantes de las zonas rurales. Dentro de la
Península Ibérica, se han llevado a cabo una gran cantidad de estudios durante las
últimas dos décadas que documentan su etnobotánica médica (verCavero et al., 2013;
Morales et al., 2011; Rigat et al., 2013y trabajos citados en Quave et al. , 2012). Estos
estudios, que han prospectado muchos territorios, destacan la gran diversidad de
especies utilizadas con fines medicinales en la Península Ibérica. A pesar del creciente
interés en el tema, todavía hay regiones poco estudiadas, como el País Vasco. Aunque
este territorio ha atraído el interés de los etnógrafos durante todo el siglo XX, pocos
investigadores se han centrado en el conocimiento local de plantas medicinales con
una perspectiva etnobotánica. Por ejemplo, a pesar de haber hecho un vastfield
esfuerzo de trabajo, los estudios etnográficos previos incluyen pocos nombres
botánicos, si es que tienen alguno, y a veces erróneos (Barandiaran y Manterola, 2004;
Garmendia, 2007, 2009). Los únicos estudios que conocemos que han abordado la
medicina popular vasca con una perspectiva etnobotánica son los de Daniel Pérez
(2013) y otras obras en las provincias de Álava (Alarcón, 2010) y Navarra (Akerreta et
al., 2007a, 2007b; Cavero et al., 2011a, 2011b, 2013; Calvo et al., 2011). Para llenar el
vacío, la presente investigación tiene como objetivo estudiar las plantas medicinales
tradicionalmente utilizadas en el noroeste del País Vasco (Bizkaia y Álava) centrándose
en los cambios en el conocimiento y las prácticas de hierbas medicinales. Los objetivos
específicos de este estudio son:
• Registrar las especies tradicionalmente utilizadas en el noroeste del País Vasco;
Evaluar la importancia cultural de las especies, las familias y las categorías de uso;
Analizar la evolución del uso de plantas medicinales en el área; y?
Evaluar las nuevas tendencias de transmisión del conocimiento de las plantas
medicinales.

2. Materiales y métodos
2.1. Área de estudio El área de estudio se encuentra en el norte de la Península Ibérica
(Fig. 1). Constituye una región culturalmente rica en la que coexisten diferentes
comunidades lingüísticas vascas y españolas debido a una compleja evolución histórica
(Bonaparte, 1866; Zuazo, 2008). Específicamente, hay cuatro regiones vascas
diferenciadas geográfica y culturalmente: Carranza y Gorbeialdea-Norte en Bizkaia, y
Aramaio y Gorbeialdea-Sur en Alava. Las cuatro regiones comparten una orografía
montañosa, condiciones bioclimáticas similares, un asentamiento disperso y una
historia común de una sociedad rural desmantelada durante las últimas cinco décadas
(Menendez-Baceta et al., 2012). Los picos más altos de la zona son los montes Zalama
(1336 m) y Gorbea (1481 m). Este último da nombre a dos de las regiones
(Gorbeialdea) y a una de las dos áreas protegidas (Parque Natural de Gorbea, siendo el
otro el Parque Natural de Urkiola). Toda el área pertenece a la región biogeográfica de
Eurosiberia. El clima local es el Atlántico templado, con fuertes precipitaciones
(superiores a 1100 mm) y una temperatura media anual de 131 ° C (EUSTAT, 2013). La
vegetación potencial incluye haya los bosques (Fagussylvatica L.) presentan una
especie de roble templado y varias especies de roble (Quercus ilex L. subsp. ilex,
Quercus robur L. y Quercus pyrenaica Willd.) en la atmósfera. Sin embargo, la actual
vegetación natural es muy administrada, especialmente en el suelo mesotemperado
que está dominado por plantas industriales de Pinus radiata D. Don ( Loidi y otros,
1997). Estos bosques se generalizan en Gibraltar, en el norte y el sur, pero no son
comunes en Carranza. Por el contrario, los robledales y las rocas cubren las áreas
forestales de Gorbeialdea-Sur (Inventario Forestal y Euskadi, 2004-2005). Según el
censo nacional (EUSTAT, 2013), un total de 22.728 personas viven en los 13 municipios
que forman el área de estudio (802 km2). En total, hay más de 6 000 habitantes cada
uno y se pueden considerar las diferencias lingüísticas entre las cuatro regiones.
Blasqueado en Gorbeialdea-Norte y Arao y español en Carranza y Gorbeialdea-Sur,
aunque las dos regiones contrastan con que el vasco ha hablado hasta el último siglo
en Gorbeialdea-Sur, mientras que el español ha sido un idioma predominante en
Carranza desde el siglo 10 (Aguirre, 1990; Menéndez, 1962). La economía local se
basaba tradicionalmente en la administración del campo ("baserri" en vasco y
"caserío" en español), que se agrupaba en pequeños pueblos y otros productos para el
consumo doméstico. Los cultivos comúnmente cultivados en la zona incluían maíz (Zea
mays L.), trigo (Triticumaestivum L.), patata (Solanum tuberosum L.) Phaseolus vulgaris
L.) Orturnip (Brassicanapus L.). Se criaron algunas cabezas de ganado para el consumo
doméstico, incluyendo vacas y cerdos de varias especies, y algunas. Además, la cría de
ovejas está documentada en las épocas más remotas. Esta actividad económica en
particular es mucho más intensa que la de los pastores de mascotas activos. Con la
industrialización de los países más desarrollados en la década de 1950, se abandonó la
forma de vida rural, y las regiones más estudiadas evolucionaron de una manera
diferente. En una mano, se construyeron fábricas cerca de Gorbeialdea y Aramaio. La
mayoría de las personas iniciaron unafaragricultura-industria trabajando en fábricas en
cualquier momento sin dejar nada al baserri. Esto permitió el mantenimiento de una
actividad ambiental adecuada. Por otro lado, no se instalaron actividades nuevas en
Carranza, lo que motivó a muchos de sus habitantes a terminar su vida como Babilbao,
abandonando completamente la vida familiar. Las personas que permanecieron en la
finca cambiaron las actividades económicas. En la actualidad, algunos aspectos de la
gestión tradicional siguen sobreviviendo, pero no son económicamente únicos para
una producción autosuficiente. Por el contrario, están orientados a producir para el
mercado las actividades económicas de la familia principal. Las pastillas de colza, en su
mayor parte, han sido reemplazadas por pasturas de pastoreo y plantaciones de Pinus
radiata. Los huertos familiares pequeños todavía son comunes incluso en áreas
periurbanas.

2.2. Colección de datos etnobotánicos

El trabajo de campo se realizó entre septiembre de 2008 y enero de 2011.


Entrevistamos a 207 informantes acerca de los usos medicinales de las plantas. Dado
que teníamos que entrevistar a las personas más conocedoras más de una vez,
llevamos a cabo un total de 265 entrevistas semiestructuradas (Alexiades, 1996;
Martin, 1995). Todas las personas entrevistadas fueron informadas sobre el propósito
de la entrevista y el consentimiento verbal para ser entrevistados.
Se utilizó una técnica de muestreo de bolas de nieve para seleccionar los hallazgos que
tienen un conocimiento tradicional (CC.TT.) de las plantas medicinales utilizadas en el
área (ver Ghirardinietal., 2007). La técnica consiste en llamar a personas locales de los
miembros de la comunidad que se consideran "conocedores", en nuestro caso, con
referencia específica al conocimiento de plantas medicinales. Seleccionó a los
colaboradores que habían nacido y habían vivido en México en el momento en que su
economía local se basaba en la administración de recursos locales. Por lo tanto, solo
miramos a los agricultores con una relación activa con la agricultura y / o la cría de
ganado que se relacionó con las plantas medicinales y que mantienen su salud al
menos durante su infancia. La cantidad de mensajes de los informantes fue de 76 años
(mínimo 45, máximo 95), siendo mayor a la mitad de (112) hombres.

2.2.1. Entrevistas semiestructuradas


Las entrevistas fueron realizadas por el primer autor en la casa del informante, en
euskera o español, dependiendo del idioma del informante. Todas las entrevistas
fueron grabadas y luego transcritas. Se pidió a los informantes que informaran sobre
las plantas medicinales silvestres, cultivadas o compradas que se habían usado
tradicionalmente en el área, qué dolencias se trataron con ellas, y si aún se usaban o
abandonaban. También preguntamos los nombres locales de las plantas y cómo se
recolectaron, conservaron, prepararon y administraron. Para el análisis de los datos,
consideramos tradicionales los usos que se habrían practicado en la comunidad
durante al menos más de una generación (ver Ogoye-Ndegwa y Aagaard-Hansen,
2003). Durante la entrevista, los informantes también mencionaron usos de plantas
medicinales que habían aprendido en cursos, o de Internet, libros, médicos
naturopáticos u otras fuentes que no suelen considerarse CC.TT. Esta información se
registró como usos médicos modernos y no se incluyó como plantas medicinales
utilizadas tradicionalmente en la región. Los usos medicinales modernos y
tradicionales se analizaron independientemente con fines comparativos. Finalmente,
se recopiló información de manera sistemática sobre el sexo, la edad, el origen y la
ocupación de los informantes.

2.2.2. Identificación botánica


Además de las entrevistas en la casa informante, cuando fue posible, se realizaron
caminatas cortas con los informantes a través de los alrededores de la casa de campo.
La observación de las especies de plantas es esencial para identificar las muestras de
muestras de cuarzo (Albuquerqueetal., 2008). Cuando las plantas no pueden
observarse in situ, se muestran las imágenes y las ilustraciones de las especies. Para
identificar las muestras, se utilizó Abotanicaldichotomouskey (Aizpuru et al., 1999). Se
sometieron a presión, se etiquetaron y se depositaron en el berilio BIO (Leioa,
UniversidaddelPaísVasco). En el caso de plantas de cultivo común, como el ajo, la
cebolla o las papas, solo se obtienen imágenes. Solo hojas de cuarzo negro o imágenes
de tres especies salvajes: Althaea officinalis L., Artemisia absinthium L. y Gentiana
lutea L. ya que no podíamos ver las plantas. Sin embargo, los nombres locales, las
descripciones de las plantas hechas por los informantes y sus usos no esconden dudas
sobre su identidad. Se siguió a Floraiberica (Castroviejoetal., 1986-2012) por axonomia
y la nomenclatura de las plantas para las familias incluidas en ellas, y FloraEuropaea
(Tutin et al., 1964-1980) por el resto.

2.3. Los datos recopilados durante el trabajo de campo aumentaron la base cerrada.

Como en las prospecciones mostobotánicas, la información estructurada en informes


de uso (UR), es decir, el informante, menciona la utilización de las especies en la
categoría de uso u (Tardío y Prado de Santayana, 2008). Informes de uso divididos en
UR abandonada, cuando los empleados mencionaron que el uso por lo general se
comportó en el pasado, y prevalencia-UR, cuando los informantes informaron aún
utilizando. Los informes también se clasificaron como UR tradicional o UR según cada
información, dependiendo de si el conocimiento se basaba en el conocimiento local.
Por lo tanto, descubrimos que había planes médicos fundamentales de los cuales se
consideraban modernos, todos tradicionales o modernos y tradicionales. El corpus
principal del documento se centra en los usos tradicionales compilados y la Sección
3.5. "Las tendencias contemporáneas en el uso de plantas medicinales" analiza tanto la
tradición como los usos modernos, en un intento de comprender cómo interactúan el
conocimiento moderno y el conocimiento tradicional. Consideramos 11 diferentes
categorías de uso médico basadas en el sistema corporal tratado: respiratorio,
músculo esquelético, digestivo, circulatorio, endocrino, excretor, sensorial, nervioso,
reproductivo, enfermedades de la piel y dolores e íleles definidos (UPI). Cada categoría
se dividió en varias categorías que se refieren a las afecciones o enfermedades
tratadas. Desde ese momento, usamos el "uso de plantas medicinales" ( MPU) para
referirse al uso de las especies en la categoría de uso (o subcategoría) u. Por ejemplo,
Urtica dioica L. tenía veinticinco tipos diferentes de estudio. Se describió como "sangre
circulatoria / limpia" y fue informado por tres informantes, mientras que el segundo
MPU fue categorizado como "respiratorio / frío" y fue informado por 23 informantes.
Por lo tanto, estos dos PMU representaron 26URs a partir de las especies. Se
calcularon los siguientes índices:

a) El índice de impacto cultural (IC) evalúa la importancia de cada especie (CI), familia
(CIf) y categoría de uso (CIu).
El índice se calcula dividiendo el número de UR (deltaxón, familia o categoría de
uso) por el número de informativos (Aceituno-Mata, 2010; Pardo-de-
Santayanaetal., 2007; Tardío y Pardo-de-Santayana, 2008). Si se divide en
abandonado / prevalente y tradicional / moderno, el CI puede ser también dividido
en dos o más veces el número de prevalente / abandonado-UR ortormal-moderno-
URconsiderado.
b) La razón de prevalencia (PR) de especies (PR), categorías de uso (PRu) o modos de
administración (PRa).
Se basa en el Índice de Vigencia de Aceituno-Mata (2010). Este índice evalúa cómo
evoluciona el conocimiento tradicional, ya que muestra cómo se están
abandonando o no las diferentes plantas, categorías de uso o modos de
administración. Se define como el porcentaje de UR prevalente en relación con el
número total de UR, es decir, aquellos reportados como todavía practicados más
aquellos que están abandonados. Por ejemplo, Urtica dioica tenía un PR de 18%,
ya que 24 de las 131 UR totales se siguen practicando. Su CI fue por lo tanto de
0,63, siendo 0,12 el CI prevalente y 0,51 el IC abandonado.
c) El índice de etnobotanicidad

(EI; Portères, 1970) formó plantas medicinales que muestran el conocimiento


médico de la flora disponible. Se define como el porcentaje de plantas con usos
medicinales con respecto a la flora total del territorio.
d) Lasplantasratiomédicasporinformativo, o un número total deplantas medicinales
usadas en eladispositivopor el número total de informantes. Esta relación se relaciona
con la riqueza de la farmacopea local cuando los estudios comparados tienen un
número similar deinformantes. Para el cálculo de estos índices similares, algunos
autores (por ejemplo, Johns et al., 1990) excluyen el MP mencionado únicamente por
un solo informante. Sin embargo, decidimos incluirlos dependiendo de la confiabilidad
de los informantes y la consistencia de sus informes (ver Alexiades, 1996; Scarpa,
2000). Finalmente, se compararon las plantas medicinales y el MPU usadas en la
región más alta (Akerretaetal., 2007a, 2007b; Alarcón, 2010; Barandiarana y
Manterola, 2004; Caveroetal., 2011a, 2011b, 2013; Calvoetal., 2011)
etnobotanicalinformation on medicalplantson theBasqueCountry. También
comparamos nuestros datos con la selección de las referencias botánicas de la
Península Ibérica (p. Ej., Agelet y Vallès, 2001; Aceituno-Mata, 2010; Blanco, 1996;
BlancoandCuadrado, 2000; Bonet, 2001; Benítez y otros, 2010; Camejo-Rodriguesetal,
2003; Carrió y Vallès, 2012; Carvalho, 2005; Fernándeza y Amezcúar, 2007; González-
Tejero, 1989; Guzmán, 1997; Gonzálezetal., 2010; Lastra, 2003; Ortuño, 2003; Pardo-
de-Santayana, 2004,2008; Parada, 2007; Riveraetal., 1994; SanMiguel, 2004; Verde,
2002; Villaretal., 1987).

2. Resultados y discusión
3.1. Resultados generales y usos medicinales poco comunes La Tabla 1 y el Apéndice A
incluyen el MPU de las 139 especies tradicionalmente utilizadas en el área, agrupadas
en 58 familias. La Tabla 1 incluye los MPU con más de un UR, es decir, que fueron
mencionados por más de un informante, y el Apéndice A el resto. Se compilaron un
total de 2.067 UR y el valor promedio de UR por especie fue 15. Teniendo en cuenta
que el número total de especies del área de estudio se estima en 1133 (Aseginolaza et
al., 1984), el índice de etnobotanicidad para plantas medicinales (EI) es del 12%, un
porcentaje menor que otras regiones ibéricas (Tabla 2). Además, encontramos un bajo
número de plantas medicinales y de la relación plantas medicinales por informante
(0.67). Curiosamente, al comparar nuestras cifras del último índice con estudios con un
número similar de informantes, se asemejan a los resultados de otras regiones de
habla vasca como el norte de Navarra (0,69) y otras zonas de Eurosiberia como Piloña
(0,73). Sin embargo, son considerablemente más bajos que las cifras encontradas en
otros territorios mediterráneos como Montseny (2.04) o Cabo de Gata (1.65) (ver
Tabla 2). En general, esos hallazgos refuerzan la idea, ya destacada en una encuesta
etnobotánica previa en la región (Menendez-Baceta et al., 2012), de que el número de
especies con usos tradicionales en el área no es muy alto.
La Fig. 2 presenta las 10 familias con la CI más alta, que indican en blanco y negro las
CIF de las especies de cada familia. Según esto, en las familiasmás importantes, las
familias fueron Asteraceae (1.26), Liliaceae sensu latu (0.74), Urticaceae (0.69),
Crassulaceae (0.54), Poaceae (0.51) yRosaceae (0.50). La posición dominante de
Asteraceae en las farmacopeas locales del mundo se ha destacado anteriormente (por
ejemplo, Moerman et al., 1999; Saslis-Lagoudakisetal., 2011). También encontramos
algunas particularidades, por ejemplo, Lamiaceae, una familia muy relevante en
muchas floras medicinales mediterráneas (por ejemplo, Agelet y Vallès, 2001;
Aceituno-Mata, 2010; Benítezetal., 2010; Cakilciogluand Turkoglu, 2010; Carrió y
Vallès, 2012; González-Tejero, 1989; González-Tejeroetal ., 2008; Novaisetal., 2004;
Paradaetal., 2009; SanMiguel, 2004) ranksonlyeighteenthinthestudyarea (CI¼0.17),
aunque es el tercer número de especies (7 especies que pertenecen a 4genera).
Inouropinion, si queremos saber cuán importante es la farmacopea localofinal, laCIi es
mejor indicador que incluye el número de especies porque incluye información sobre
la extensión del uso de las distintas especies de la familia. Curiosamente, algunas
especies de Lamiáceas son altamente relevantes en otras floras herbales ibéricas
(Quaveetal., 2012) y están presentes en el mundo, como Origanum vulgare L.,
Calamintha nepeta (L.) Savi., Sideritis hyssopifolia L. o Thymus praecox Opiz.
(Aseginolaza et al., 1984), no se usan en forma médica en la región de estudio más
amplio. Excepto en el caso de las rosaceas, las familias más importantes en este
estudio incluyen solo una o dos especies importantes que tienen una cuenta de más
del 70% de los miembros de la familia (figura 2).
Por ejemplo, Asteraceae tiene 13 especies, pero Chamaemelum nobile (L.) All
representa el 89% de lasUR (la mayor parte blanca de la barra de Asteraceae en la Fig.
2), las Verbenaceae y la Plantaceae no contienen un taxón (solo un color en la Fig. 2).
Las 15 especies medicinales con más alto contenido se muestran en la Fig. 3. Cada
patrón representa una de las 11 categorías diferentes de usos medicinales.
Curiosamente, las 9 especies principales proporcionan los recursos para las
condiciones más comunes de salud: Urtica dioica y Verbenaofficinalis L. para
trastornos respiratorios; Chamaemelum nobile para digestivo; Equisetum telmateia
Ehrh.forexcretory; Plantago major L. y P.lanceolata L. formuskle-skeletal; Chelidonium
majus L. y Allium cepa L. forskin, y Urtica dioica para circulatoriocomplaints. Como lo
menciona Aceituno-Mata (2010), se los puede considerar el Primeros Auxilios Kitthat
caracteriza a cada cultura.
Las tres plantas más importantes en este estudio (Chamaemelum nobile, Urtica dioica
y Chelidonium majus) también se encuentran en el las más relevantes en otras
regiones del norte de Iberia son Cantabria (Pardo-de-Santayana, 2008), Asturias (San
Miguel, 2004) y Navarra (Caveroetal., 2011a, 2011b). Estas especies también se usan
comúnmente en otras áreas europeas (Quaveetal., 2012). La farmacopea local
también se incluye en las plantas superiores, como Sambucus nigra L., Allium cepa,
Allium sativum L. o Eucalyptus globulus L., ampliamente empleadas en otras zonas
europeas. Este sobrepaso es un signo de la existencia de antecedentes comunes con la
mayoría de las culturas ibéricas, incluso con otras regiones medianas y europeas
(Leonti et al., 2009; Quaveetal., 2012). Sin embargo, entre las especies más
importantes, al menos dos [Helleborus viridis L. y Coronopus didymus (L.) Sm.
(¼Lepidium didymum L.)] no soncomunes en otras farmacopeasianas (por lo tanto,
según nuestros informantes, Helleborus viridis se administró a niños para matar
lombrices intestinales. Esto no desapareció en la bibliografía observada y otros de ellos
han sido informados (p. Ej. , Pardo-de-Santayana, 2004,2008; Villaretal.1987). Hay más
información sobre el uso de Helleborus foetidus L., una conocida toxica en la Península
Ibérica (por ejemplo, Guzmán, 1997; Muntané, 1994), que ha sido empleada para
matar perros (Blanco, 1996) o peces (Álvarez-Arias, 2000) y para asegurar animales
(Agelet, 2008; Blanco, 1996; , 2003; Pardo-de-Santayana, 2008). Otro caso es el
didimus de Coronopus, que se utiliza con frecuencia en la sangre para curar trastornos
respiratorios y un purificador de sangre. El uso medicinal similar de estas especies solo
se ha informado en la región limítrofe de Soba, en Canadá (Pardo-de-Santayana,
2004). Además de las especies inusuales, también se acordó muy poco a las especies
de plantas como Plantago major y Plantago lanceolata. Aunque estas dos especies son
plantas medicinales bien conocidas en muchas regiones (p. Ej., Aceituno-Mata, 2010;
Paradaetal., 2002; Verde et al., 1998), ninguna de las referencias analizadas informa el
uso que se da a los tratamientos para el tratamiento de una afección con raíces
primarias. Las reservas de otrasinteresesinteresesinteresesparecen entre los
primeros15. Por ejemplo, la utilización de las partículas de Sempervivum tectorum L.
produce muchas alergias en varias fábricas (Fernándeza y Amezcúar, 2007), pero no
muestra las infecciones y las infecciones. Ladecocción de Cistus salviifolius L. y
Teucrium scorodonia L. se utiliza para lavar heridas infectadas causadas por la picadura
de perros lobo, que se refleja en las especies.
(hierba lobera / hoja delobo, wolfsherb / wolfsleave) .Weonly encontró el uso de
Teucriumscorodonia en las regiones fronterizas de Canadá (Pardo-de-Santayana, 2004)
y enMadrid (Aceituno-Mata, 2010). Todos
estosmedicinalusesshowthesingularitythehearea.
3.2. Uso de piezas y métodos de preparación y administración

En orden de importancia, los órganos de la planta utilizados más comúnmente fueron


hojas (27.7% de laUR), partes aéreas (20.7%), flores e inflorescencias (14.5%), frutas y
semillas (9.5%) y bulbos (6.3%). Las infusiones de agua (32.5%) fueron el método de
preparación más común. El porcentaje de uso interno (50.8%) y externo (49.2%) es
similar. El modelo principal de administración fue de más (40.0%), seguido de la
aplicación directa de la planta calentada en piel (17.2%), cataplasmas (11.5%) y
ungüentos para la piel (5.3%). ) .Insum, la forma más común de usar plantas
medicinales en la región era beber la infusión de hojas o partes aéreas.

3.3. Medicinaluse-categories

La Tabla 3 muestra la importancia cultural (CI), el número de especies y la PR de las


diferentes categorías de usos medicinales. La mayor cantidad de UR documentada
(70%) se relaciona con trastornos de la piel, digestivos y respiratorios. Estas categorías
son las más citadas en otros estudios etnobotánicos en todo el mundo (p. Ej., España:
Bonet et al., 1999; González-Tejero, 1989; Mulet, 1991; Portugal: Camejo-Rodrigues et
al., 2003; América: Heinrich et al., 1998; Macíaetal., 2005; Asia: Aburjai et al., 2007;
Libmanetal., 2006). Skindisordersincluye elnúmero más alto deUR, que representa casi
el30% del total. La incidencia de enfermedades cardiovasculares es probable debido a
las dificultades asociadas con el tratamiento de las heridas y otras afecciones de la piel
en climas húmedos, suchasthestudyarea (por ejemplo, EverestandOzturk, 2005). Otros
remedios relevantes son los empleados para asegurar la circulación (8.3% de laUR) y
las condiciones músculoesqueléticas (7.2%). Es interesante observar que algunas de las
especies que se reportan como enfermedades respiratorias y circulatorias (Urtica
dioica, Coronopus didymus, Rhamnus alaternus L., Centaurium erythraea Rafn.,
Anagallis arvensis L.) también fueron reconocidas como "anticoagulantes". Los
informantes se preguntan sobre el uso de estas plantas en altas dosis, ya que pueden
"diluir" la sangre o, en una nueva terminología, reducir la presión sanguínea. De
hecho, estas especies se han usado como sustancias para las condiciones circulatorias.
Barandiarana y Manterola (2004) habían reconocido previamente la centralidad del
estado-sangre en la medicina popular de África. La importancia del estado-sangre, que
es un concepto de salud en los médicos de la población de Europa y América Latina, se
ha considerado un legado de la antigua teoría psicológica hipócrita, ampliamente
promovida por la medicina oficial española de los siglos XVII y XVII (Scarpa, 2000). Este
fenómeno refleja la capacidad de los CC.TT. para asimilar los remedios y las teorías de
la medicina oficial, manteniéndose a lo largo de los siglos, a pesar de haberse
convertido en obsoletos en contextos académicos (Díaz-Viana, 1999; Leontietal.,
2009). Un muy alto porcentaje de la MPU (56%) hadlessthanthree UR. De hecho, se ha
mencionado que solo un agente dentro de una categoría de uso (Apéndice A). Significa
que el24% de las especies (33 especies) secincorporaron solo en una categoría de uso.
la centralidad del estado de sangre en la medicina popular de la zona. La importancia
del estado de sangre, que también se encuentra en las medicinas populares europeas
y latinoamericanas, ha sido considerada como un legado de la antigua teoría humoral
hipocrática, ampliamente promovida por la medicina oficial española de los siglos XVI
y XVII (Scarpa, 2000). Este fenómeno refleja la capacidad de los CC.TT. para asimilar
remedios y teorías de la medicina oficial, manteniéndolos vivos durante siglos, a pesar
de haberse quedado obsoletos en contextos académicos (Díaz-Viana, 1999; Leonti et
al., 2009). Un porcentaje muy alto de la MPU (56%) tenía menos de tres UR. De hecho,
135 de ellos fueron mencionados por un solo informante dentro de una categoría de
uso (Apéndice A). Significa que el 24% de las especies (33 especies) solo se citaron una
vez y para una categoría de uso. La MPU informada por pocos informantes puede
reflejar un proceso de pérdida de conocimiento en el último siglo (Parada et al., 2009).
De hecho, algunas plantas ampliamente usadas en el pasado ya no se usan. Una vez
que un poco de conocimiento específico no se utiliza activamente, su transmisión
disminuye, ya que solo queda en la memoria de pocas personas hasta que desaparece
definitivamente. Una explicación alternativa para el predominio de MPU poco
compartidas podría ser la existencia de especialistas que hayan acumulado más
conocimientos sobre plantas medicinales. Por ejemplo, los curanderos pueden
conocer MPU específicas que son desconocidas para el resto de las personas, como
parece ser el caso de uno de nuestros informantes, que fue el único que mencionó el
uso de 45 especies, siendo diez de ellas solo referidas por ella. . El conocimiento no
compartido también puede deberse a diferencias en la disponibilidad de las plantas, ya
que algunas de ellas solo crecen o se cultivan en ciertas áreas. Finalmente, la falta de
comunicación entre valles también dificulta el intercambio de conocimiento. Sin
embargo, en nuestro estudio de caso, creemos que la erosión del conocimiento es la
explicación más plausible para la prevalencia de MPU escasamente compartidas.
Además de esta tendencia general a la erosión, encontramos que el porcentaje de
MPU escasa y altamente mencionada fue diferente para cada categoría. En el caso de
las tres categorías más relevantes (piel, digestivo y respiratorio), encontramos que
entre el 34 y el 45% de las especies fueron citadas menos de tres veces. En contraste,
en las otras categorías, más del 61% de las especies fueron citadas menos de tres
veces. Estas diferencias pueden reflejar que el conocimiento podría haber sufrido una
erosión más fuerte en las categorías menos relevantes. Los informantes mencionaron
que en el pasado no había médicos disponibles y que las personas solo podían confiar
en los curanderos locales o en el autotratamiento. Hoy en día, las plantas medicinales
se utilizan principalmente para enfermedades menores autotratadas en el hogar,
como heridas en la piel, trastornos respiratorios leves, dolores de estómago e
indigestiones, mientras que la mayoría de las personas confían en los productos
farmacéuticos recetados por los médicos para enfermedades más amenazantes. Los
trastornos cutáneos, digestivos y respiratorios, los sistemas con mayor número de UR,
incluyen la mayoría de estas enfermedades de percepción leve. Mientras tanto, las
preguntas referidas a los sistemas excretor, circulatorio, músculo-esquelético o
reproductivo tienden a ser consideradas serias y generalmente se consultan a los
profesionales de la salud. En consecuencia, parece que los CC.TT. han sufrido menos
erosión en los espacios reservados para el autotratamiento más allá del alcance de la
medicina alopática. La interpretación encaja con los recientes estudios de campo
etnobotánicos que indican que la erosión de los CC.TT. no es homogénea en las
diferentes categorías de conocimiento, sino que es más aguda para las categorías que
son menos activas (Aceituno-Mata, 2010; Gómez-Baggethun et al., 2010; Reyes-García
et al., 2013).
3.3.1. Piel
Como se muestra en la Tabla 3, la piel es la categoría más relevante según su IC (2.92;
605 UR) y el número de especies empleadas (71). Las especies con mayor número de
UR fueron Chelidonium majus (89), Hylotelephium telephium (L.) H. Ohba (53), Allium
cepa (41), Umbilicus rupestris (Salisb.) Dandy (38) y Juncus sp. pl. (36) El látex amarillo
anaranjado de Chelidonium majus se considera un buen antiséptico y se puede aplicar
directamente sobre la piel para curar cortes y heridas infectadas. Su látex también se
usa contra las verrugas, como ocurre con otras plantas lactíferas como Euphorbia
peplus L. o Ficus carica L. Hylotelephium telefphium y Umbilicus rupestris pertenecen a
Crassulaceae, una familia en la que las hojas se utilizan comúnmente como vulnerarias
(Akerreta et al. ., 2007b; Aceituno-Mata, 2010; González et al., 2010). En el área de
estudio, la gente solía calentar las hojas en la estufa o sartén, pelar la cutícula y aplicar
la piel sobre la piel. Otro remedio generalizado fue la cataplasma de cebolla. Los
bulbos se frieron con aceite o manteca de cerdo, a veces añadiendo huevo, harina de
trigo o vino. Fue utilizado contra varios problemas de la piel, pero en general, para
forúnculos. Finalmente, se realizó un ritual mágico contra las verrugas utilizando
Juncus effusus L., Juncus in fl exus L. y Juncus conglomeratus L. El ritual consistió en la
transferencia de la enfermedad de la persona al tallo de Juncus tocando a la persona
con el tallo. Luego, el tallo estaba oculto y la persona enferma debería esperar hasta
que se pudra. Un ritual similar ha sido reportado en el presente estudio con otras
plantas, animales u objetos, incluyendo manzanas, una combinación no fija de tres
hierbas diferentes, Juniperus communis L. pseudofruits, Alnus glutinosa (L.) Gaertn.,
Fraxinus excelsior L., Laurus nobilis L., Plantago lanceolata, Rubus ulmifolius Schott. y
hojas de Urtica dioica, pan, trigo, sangre de menstruación, manteca de cerdo, sapos,
monedas, caracoles o una llave. La magia y el ritual parecen ser prominentes en la
medicina popular del área para curar las verrugas, probablemente porque esta
dolencia tiene un fuerte factor psicológico, en el que la respuesta al significado es muy
importante (Bartoli et al., 1997; Barandiaran y Manterola, 2004). .

3.3.2. Sistema digestivo

La segunda categoría más importante es el sistema digestivo con un IC de 2.24. Los


trastornos del estómago, la diarrea y los gusanos intestinales se encuentran entre las
enfermedades más relevantes. Chamaemelum nobile es la especie más comúnmente
utilizada para dolores de estómago y dolores y trastornos digestivos (158 UR). Las in fl
orescencias se toman en una tisana después de las comidas y es una de las plantas
medicinales más valoradas de la zona. De hecho, las infusiones de Chamaemelum
nobile representan el 34% de la UR digestiva y el 8% de todas las UR. Hoy en día
muchas personas continúan cosechando manzanilla cada verano. La principal hierba
empleada contra los gusanos intestinales fue Helleborus viridis (44 UR). El jugo o la
infusión de sus hojas se administraba comúnmente a los niños en la mañana antes del
desayuno. El ajo (26) también se utilizó profusamente en varias aplicaciones para
tratar los parásitos intestinales. Las aplicaciones de ajo variaron desde comida cruda,
beba la infusión, la decocción de leche, el alcohol o la maceración de aceite de oliva.
También se tomó contra la diarrea. Finalmente, el arroz (23) y las flores de Lythrum
salicaria L. (17) fueron remedios comunes para la diarrea.
3.3.3. Sistema respiratorio

Como se dijo antes, las afecciones respiratorias se encuentran entre las tres principales
categorías de medicamentos con un IC de 1.93. Las principales especies empleadas
para tratar problemas respiratorios fueron Eucalyptus globulus (57 UR), Verbena
officinalis (56), Urtica dioica (43) y Coronopus didymus (34). Los vapores de las hojas
de Eucalyptus globulus y Urtica dioica se usaron ampliamente para curar los resfriados
moderados. Los resfriados más graves se trataron con una infusión de Coronopus
didymus, llamada "pulmoni bedarra" (hierba de la neumonía). Se consideró que el
Coronopus didymus tiene un efecto fuerte y una presión arterial más baja, lo que
explica por qué las personas usaron la planta escasamente, solo contra fuertes
resfriados, bronquitis o neumonías, y en dosis bajas. Otro remedio extendido fue
aplicar en la frente una tortilla de verbena (cataplasma hecho con huevos y hojas de
Verbena officinalis) para curar la sinusitis. Este remedio no solo se usa para
enfermedades respiratorias, sino también para problemas de la piel como heridas
infectadas.
3.3.4. Sistema circulatorio

Como se indicó anteriormente, el sistema circulatorio, específicamente el estado de la


sangre, es muy importante en la medicina popular del área de estudio. Hoy en día,
algunos informantes han adoptado los conceptos biomédicos y usan términos como
colesterol o presión arterial, pero la mayoría de ellos aún emplean los conceptos de
sangre espesa y delgada. Las especies más importantes utilizadas para curar
problemas circulatorios fueron Urtica dioica (48 UR) y Rhamnus alaternus (21). Se
tomó una infusión de raíces u hojas de Urtica dioica, mientras que en el caso de
Rhamnus alaternus se bebió la decocción de astillas de madera o ramitas. Otros
remedios relacionados con el sistema circulatorio son aquellos contra las hemorroides.
Como sucede con las verrugas, muchos de esos remedios son mágicos. Las plantas más
importantes utilizadas fueron Potentilla reptans L. (6) y Aesculus hippocastanum L. (5),
pero se han registrado hasta 19 plantas diferentes utilizadas en remedios contra las
hemorroides, con componentes más o menos mágicos. En la mayoría de ellos, la parte
de la planta (frutas u hojas) se almacenaba en el bolsillo hasta que desaparecían las
hemorroides.
3.3.5. Sistema músculo-esquelético

Las lesiones traumáticas como hematomas, esguinces, huesos rotos, reumatismo y


dolores musculares indefinidos fueron comunes en el pasado. Un remedio muy
interesante para tratarlos fue un ritual generalizado llamado zantiritu (esguince en
vasco). Para este remedio, las hojas de Plantago sp. pl. (50 UR) se utilizaron en un
ritual complejo empírico y mágico que incluye un masaje, varias oraciones y la
aplicación de hojas de Plantago para vestirse en el área afectada. Es uno de los
remedios más conocidos en Gorbeialdea-Norte y normalmente lo lleva a cabo una
mujer que lo aprendió de su madre o abuela. Aunque los detalles del ritual solían ser
secretos en el pasado, todos menos uno de nuestros informantes nos enseñaron cómo
aplicar el remedio. Además, muchas personas no dicen la oración y solo dan el masaje
y las hojas. La pérdida del secreto y el no decir que las oraciones parecen ser una
influencia de conceptos biomédicos que rechazan estos componentes del ritual por ser
considerados mágicos. Las calcas de Urtica dioica también son un remedio
ampliamente utilizado para los dolores musculoesqueléticos indefinidos (21)
3.3.6. Otras categorías medicinales

Finalmente, las categorías con menos UR fueron UPI, excretor, sensorial, nervioso,
reproductivo y trastornos endocrinos. La categoría Pérdidas y enfermedades
indefinidas (UPI) incluye síntomas que no se pudieron asociar en un sistema específico
(IC 0,42). El más las referencias comunes en esta categoría fueron para tratar el
malestar general y la fiebre con infusiones de Chamaemelum nobile (30 UR) y
frotamientos de ortigas (15). Enfermedades del sistema excretor como infecciones de
orina o problemas renales también eran comunes. La gente solía tomar la infusión de
las partes aéreas de Equisetum telmateia (37) o de los estilos de Zea mays (18). Con
respecto a los trastornos sensoriales, los remedios más importantes fueron
Chamaemelum nobile in fl orescencias (23) y Sempervivum tectorum (18). La infusión
de la primera se usó para lavar los ojos doloridos o infectados y el jugo de las hojas de
hoja de este último se aplicó directamente en el oído para curar los trastornos y
dolores del oído. Por último, las categorías con menos informes fueron los sistemas
reproductivo, nervioso y endocrino. La principal planta abortiva fue Petroselinum
crispum (Mill.) Fuss. (9), pero la gente no recordaba o tal vez nos ocultó de la forma en
que se administró. Contra el nerviosismo, muchas personas beben una tisana de Tilia
platyphyllos Scop. flores (8). Pocos UR (5) contra las condiciones del sistema endocrino
se informaron; tres especies se usaron para la diabetes y dos para el ácido úrico (2 UR).
Estas últimas enfermedades solo se han adoptado en la medicina popular de la zona
en las últimas décadas y, por lo tanto, el número de especies y UR esperado es bajo.

3.4. Evolución de los usos de plantas medicinales

Como se puede ver en la Tabla 3, a partir de 2067 URs, solo 708 se mencionan como
aún se practican, siendo el PR general el 34%. Este porcentaje relativamente bajo
indica que las prácticas y los conocimientos médicos tradicionales ibéricos están
sufriendo una fuerte erosión, como se ha indicado anteriormente (por ejemplo,
Aceituno-Mata, 2010; Parada et al., 2009). Sin embargo, existen grandes diferencias
entre las relaciones públicas de diferentes especies. La Fig. 4 muestra el IC de las 15
especies actualmente más ampliamente utilizadas, es decir, aquellas con los valores
más altos de IC prevalente. La figura incluye su IC, que indica los sumandos
prevalentes y abandonados. Como se puede ver en la Fig. 4, 11 de las 15 especies más
importantes de la Fig. 3 permanecen en la parte superior 15. Equisetum telmateia,
Helleborus viridis, Triticum aestivum y Umbilicus rupestris ya no se encuentran entre
las principales especies, sino nuevas especies como Rubus ulmifolius, Anagallis
arvensis, Ficus carica y Aloe maculata All. Aparecer. Entre las 15 especies con mayor IC
prevalente, hay especies con un PR muy alto, como Chamaemelum nobile (PR 71%),
Verbena of fi cinalis (69%), Anagallis arvensis (63%) y Aloe maculata
(82%). También hay taxones con PR medios como Chelidonium majus (41%), Plantago
sp. pl. (41%), Sambucus nigra (42%) y Rubus ulmifolius (50%). Las siete especies
restantes tienen una PR inferior al 34% (la PR media). Curiosamente, también hay
especies que fueron importantes en el pasado pero cuyo uso está casi abandonado
hoy en día, como Triticum aestivum (2%), Helleborus viridis (4%), Rhamnus alaternus
(4%) y Zea mays (8%). Con respecto a las categorías de uso medicinal, las PR de las
categorías más importantes fueron de alrededor de 30% y 45% (Tabla 3). La Fig. 5
presenta el IC de los diferentes métodos de preparación y administración, indicando
sus dos sumandos: CI prevalente y abandonado. El método de preparación más
importante sigue siendo las infusiones de agua, aunque su PR es solo del 45%. Se han
encontrado disminuciones más pequeñas en otros métodos, como ungüentos y
tortillas que tienen un PR superior al 70%. El resto tiene una proporción de alrededor
del 30%. En un estudio similar llevado a cabo en Madrid (Aceituno-Mata, 2010), los
resultados mostraron diferentes tendencias en la prevalencia de la preparación y
administración de remedios de plantas medicinales. En Madrid, las infusiones están
muy extendidas hoy en día, y otros métodos como cataplasmas y humos han sido
completamente abandonados. Sin embargo, no pudimos encontrar ninguna tendencia
particular en la prevalencia de categorías de uso o técnicas de preparación y
administración en el País Vasco. Los únicos modos de preparación y métodos de
administración con un alto PR fueron ungüentos y tortillas. De hecho, la prevalencia de
tales métodos de preparación y administración parece estar relacionada con la alta PR
de remedios particulares tales como tortillas Verbena of fi cinalis para sinusitis y
ungüentos de Sambucus nigra, Verbena of fi cinalis y Anagallis arvensis que se usan
contra trastornos de la piel.
3.5. Tendencias contemporáneas en el uso de plantas medicinales

La mayoría de las encuestas etnobotánicas solo recopilan CC.TT. y no documentan


prácticas recientemente adoptadas, olvidando que los CC.TT. son dinámicos (Gómez-
Baggethun y Reyes-García, 2013; Leonti y Casu, 2013; Maf fi, 2002; Quave et al. al.,
2012). De hecho, las prácticas tradicionales eran modernas en el pasado y las prácticas
modernas pueden ser tradicionales en el futuro. En este estudio, además de las 139
especies y 2067 UR consideradas tradicionales (Tabla 1 y Apéndice A), había 86
especies, 145 MPU y 312 UR consideradas como modernas. De todas las especies
documentadas, 58 tenían usos tanto tradicionales como modernos, 28 solo tenían
usos modernos y 81 solo usos tradicionales.
Las 15 plantas con el mayor número de UR moderna se muestran en la Fig. 6,
clasificadas por su IC moderno. Si comparamos los valores de IC modernos y
tradicionales de cada especie, podemos observar tres tendencias generales. Primero,
hay especies que no aparecieron en la farmacopea tradicional o tradicionalmente
tenían un IC muy bajo (menos de 0.02 o 4 UR), pero que se han vuelto populares hoy
en día. Es el caso de Aloe vera (L.) Burm. fi l., Matricaria recutita L., Caléndula de fi
cinalis L. e Hypericum perforatum L. (Fig. 6). La popularidad de estas especies puede
estar relacionada con el hecho de que aparecen en los libros de fitoterapia más
conocidos (por ejemplo, Bruneton, 2001; Font-Quer, 2010; Vanaclocha y Cañigueral,
2003) o en Internet. En segundo lugar, hay especies con usos modernos y tradicionales
muy diferentes. La Fig. 7 muestra la superposición de los UR modernos y tradicionales
para cada taxón. Por ejemplo, la MPU moderna y tradicional de Ruta chalepensis L. es
completamente diferente y, por lo tanto, el porcentaje de superposición es nulo. Esta
planta se usaba tradicionalmente contra las enfermedades digestivas, especialmente
los gusanos intestinales, mientras que se usa de forma moderna para los trastornos
menstruales. De manera similar, Plantago lanceolata, actualmente se usa
principalmente contra desórdenes de la piel y respiratorios y no para esguinces como
se usaba tradicionalmente en el área. Las diferencias en los patrones de uso
tradicionales y modernos también se encuentran en los usos de Allium cepa,
Equisetum telmateia y Urtica dioica. Finalmente, hay plantas en las que el uso
moderno coincide con el tradicional. Es el caso de Anagallis arvensis, Chelidonium
majus, Sambucus nigra y Verbena of fi cinalis. Por ejemplo, algunas personas refirieron
que la Verbena officinalis ometothetes se usaba tradicionalmente en el área contra
trastornos respiratorios como la sinusitis y que aprendieron el uso de la transmisión
tradicional de formas de conocimiento, es decir, vecinos, amigos y parientes. Sin
embargo, otros informantes dijeron que lo habían aprendido de internet, libros o
cursos y lo consideraron un uso moderno. Lo mismo podría decirse de los ungüentos
utilizados para los trastornos de la piel con Anagallis arvensis, Sambucus nigra o
Verbena of fi cinalis. Como se puede ver en la Fig. 7, hubo una superposición total de
los informes de uso moderno y tradicional en algunas especies. Chelidonium majus se
usa tradicional y modernamente para tratar heridas, cortes y varios problemas de la
piel. Curiosamente, a pesar de una tendencia general de erosión de los CC.TT., algunas
especies parecen haber ingresado en la farmacopea local de formas modernas y sus
usos medicinales muestran una vitalidad saludable. De hecho, si analizamos el PR de la
UR moderna total, es notablemente más alto que para los remedios tradicionales. El
PR es 79% versus 34% para el UR tradicional.

3. Conclusiones

El presente estudio muestra que el conocimiento médico tradicional en el área no es


tan rico como en otras regiones de la Península Ibérica. Sin embargo, es más rico de lo
esperado para un área industrializada antes que muchas otras regiones ibéricas. La
farmacopea local incluye una serie de especies que se usan comúnmente en otras
áreas europeas, pero también algunos remedios locales específicos. Además, aunque
solo realizamos una evaluación preliminar de la adopción de nuevos remedios
vegetales en la farmacopea popular estudiada, nuestro estudio sugiere la naturaleza
hibridada de la farmacopea local. Por lo tanto, la prevalencia de algunos remedios
tradicionales, la introducción de nuevas especies y remedios basados en plantas, y la
adopción de nuevas formas de transmisión de conocimiento, sugieren la capacidad del
sistema tradicional para hibridarse con las nuevas tendencias sociales en el uso. de
remedios herbales. La globalización está acelerando el intercambio entre las
farmacopeas locales y globales, al mismo tiempo que el conocimiento biomédico se
está introduciendo en las farmacopeas locales (Leonti y Casu, 2013). De hecho, la
medicina alopática está ganando una posición hegemónica en muchos casos como
área de estudio.
Derivamos dos implicaciones prácticas de esos hallazgos. Por un lado, el hecho de que
las personas sigan confiando en los sistemas medicinales populares, junto con otros
sistemas complementarios y alternativos y con la medicina alopática (Calvet-Mir et al.,
2008, Fabrega 1997, Giovannini et al., 2011) sugieren que Los sistemas o fi ciales de
salud europeos podrían bene fi ciarse de la adopción de una actitud culturalmente
sensible hacia los sistemas médicos locales. La medicina popular, heredera de la
tradición campesina, ha sido comúnmente considerada una práctica antigua que
debería ser abolida y, por lo tanto, ha sido rechazada con frecuencia (Haro, 2000). Una
consideración apropiada de este sistema médico, al menos, evitaría los riesgos para la
salud debido a una combinación inadecuada de remedios herbales y farmacéuticos
(Vallejo et al., 2009). Por otro lado, la naturaleza pluralista de los sistemas médicos
locales sugiere que las encuestas etnofarmacológicas de campo deberían prestar más
atención a los nuevos remedios que entran en el sistema popular. Esto mejoraría
nuestra comprensión de cómo funcionan estos sistemas y cómo la etnobotánica puede
servir mejor para mejorar la salud de las personas. Más importante aún, si bien
reconoce la naturaleza dinámica de las etnofarmacopeas tradicionales, cambiando
continuamente, evolucionando y adaptándose a nuevas especies y remedios (véase
también Gómez-Baggethun y Reyes-García, 2013; Reyes-García, en prensa), este
estudio destaca que el el uso de remedios herbales, aunque sigue siendo importante,
ha disminuido en comparación con algunas décadas atrás. La baja prevalencia general
de los usos medicinales de las plantas (incluidos los remedios de plantas tradicionales
y los nuevos) sugiere un cambio de actitud global hacia los medicamentos de plantas a
favor de los alopáticos. medicinas Un sistema dinámico de conocimiento de plantas
medicinales es una parte relevante de nuestro patrimonio cultural y los legisladores
deberían hacer más para promoverlo y mantenerlo siguiendo los compromisos de
convenciones internacionales como el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB).

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