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IDENTIFICACIÓN
Corporación: Sala de casación civil, Corte Suprema de Justicia
Magistrado ponente: Pedro Octavio Munar Cadena
Fecha: 19/12/2005
ID: 226086
I. HECHOS
1. Entre la señora Lina María Ortega Jaramillo y el Dr. Gabriel Flórez Manrique
se configuro un contrato de prestación de servicios el 2 de diciembre de
1993, con el fin de reducir la acumulación de grasa en su abdomen y el
tamaño de sus senos a través de una liposucción.
4. El Dr. Flórez por su parte, asevero que la señora Ortega no le informo que
se dedicaba a laborar en bares, tampoco que el fin de hacerse la cirugía, era
poder desempeñarse como tal, y que el “cuerpo estético” de la
demandante no era muy adecuado para su profesión, debido a su baja
estatura, senos hipertróficos y caídos, abdomen y caderas globulosos,
brazos y piernas con exceso de tejido adiposo, cuello corto y grueso, cara
redonda y llena. Por lo que es improbable que devengara las sumas que
exige como lucro cesante.
5. También manifestó el Dr. Flórez que en forma detallada ilustro a la
paciente con diagramas y dibujos sobre el tipo de incisiones que era
inevitable efectuar en las aludidas cirugías, poniendo de presente que
ninguna cicatriz desaparece, que le advirtió sobre las eventuales
complicaciones inherentes a los procedimientos, y que la señora Ortega en
forma consciente y voluntaria acepto someterse a los procedimientos
indicados.
8. El tribunal baso su decisión en que las cirugías plásticas con fines estéticos
constituyen obligaciones de resultado, de manera que si el cirujano no
obtiene el resultado, tendrá que indemnizar, salvo que logre demostrar
caso fortuito, fuerza mayor o la culpa de la víctima. Pero el tribunal valoro
como confesión ficta el que se ausentara a rendir testimonio el litisconsorte
facultativo señor García (compañero permanente de la señora Ortega).
Relativo a que según la señora Ortega, uno de sus senos cobro mayor
dimensión que el otro, no es posible tenerlo por probado, pues no existe
elemento de juicio que con certeza, corrobore tales asertos. Únicamente
algunas de las fotografías aportadas con la demanda podrían guardar
alguna relación con los temas traídos a cuento, pero sin eficacia probatoria,
como quiera que las mismas, documentos privados, meramente
representativos que contienen su imagen, padecen varias deficiencias,
consistiendo la principal en que no se sabe a ciencia cierta en qué fecha
fueron tomadas.
b. Ratio decidendi:
III. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, NO CASA la sentencia
proferida Tribunal Superior de Medellín el 19 de abril de 2001.