Alumno: Marco Antonio Castilla Franco, Genesis Fuentes Marcos, Iván Alfonso Mendoza De los Santos, Alan Cristian Montes de Oca Vázquez CLASE 7 28 – Junio - 2018 Relatoría Basílica de Guadalupe
La basílica de Guadalupe es la cuna de la religiosidad mexicana, y eso sólo sin hablar
de lo que significa la Virgen de Guadalupe para una gran cantidad de mexicanos, desde que salimos del metro pudimos observar a las personas que iban a ir hacia allá sobre todo por lo que iban hablando entre ellos, al inicio notamos a una pareja de unos 40 años que llevaban los dos una playera con la imagen de la virgen, mientras caminábamos a su paso por Calzada de Guadalupe. Al llegar al atrio que lleva por nombre la Plaza Mariana se percibe un ambiente agradable, la gente está ahí para dar gracias o pedir un milagro a “la virgencita”, se miran palomas que se pueden ver paseando por el suelo buscando migajas que los fieles tiran cuando comen y niños persiguiéndolas distrayéndose de lo monótono que aparenta ser para ellos, pudimos oír a varios de ellos decir “Mamá ¿a qué hora nos vamos a ir? O ¿Ya nos vamos? Se puede ver también lo imponente de la arquitectura de la Basílica y lo distinguida que se ve de las demás construcciones que estamos acostumbrados a ver en la ciudad. Se puede observar a gente vestida de todos los colores, dirigiéndose hacia la basílica, muchas peregrinaciones y personas se aglutinan en un solo lugar, la entrada solo sirve como generadora de suspenso para lo que se encuentra dentro, lamparas colgadas a decenas de metros de altura, pipas de un órgano exhibidas como trofeos a la derecha, en el centro un ostentoso altar dedicado a la madre que hace de todos hermanos con distinta sangre, la “Virgencita de Guadalupe” al centro y dispuesta a recibir peticiones para hacer favores. Al frente, en el retablo se lee “¿No estoy yo aquí que soy tu madre?”; pues la morenita del Tepeyac siempre a fungido como figura materna, cálida y amable, morena (como nosotros), se muestra como la madre suprema, la que ve todos nuestros males, nos entiende y adolece también por nuestros dolores. (¿Por eso la madre mexicana es sagrada, o por eso la Virgen de Guadalupe es sagrada como la madre mexicana?) Allí es donde las pasiones y las creencias se juntan, se podría decir que las personas que acuden se liberan de las presiones y problemas que pudieran tener ya que están enfocadas en admirar el lugar pacífico, en distraerse y en ver las figuras que ahí se exhiben, la mayoría de ellos se hincan y persignan y al comenzar este ritual, parecieran dejar todas sus cargas agradecidos con la religiosa imagen que se encuentra enfrente de ellos, y se escucha a varios de ellos decir, “gracias virgencita” o se escucha en sus pequeños susurros como entonan oraciones de agradecimiento, “dulce madre, no te alejes, la vista de mí no apartes” o pidiendo cuidado “Virgencita de Guadalupe, cúbreme con tu santo manto” y se puede observar a un señor rezando, alzando las manos mientras agradecía, rezaba casi gritando mientras cerraba sus ojos con muchísima fuerza. El ritual de la misa comienza desde las afueras del lugar donde se camina con la fe y las rodillas, gente se empieza a persignar, una, dos, cinco veces si es necesario y no se detienen hasta el momento de sentarse a escuchar las “sagrada lecturas”. Al momento de empezar el lugar se llena de silencio y se transforma en cementerio, luego cien voces se vuelven coro a la orden del director de orquesta vestido de albo, hasta que se reza el famoso padre nuestro y todos se preparan para darle la mano a las personas que se encuentran alrededor suyo; en ese momento una imagen familiar llegó rápido a mi mente: las señoras en domingo evitando darle “la paz” a quien le desagrada, pero ¿Qué no se supone que el motivo principal de este acto es dejar de luchar con las personas que se tiene conflicto? Pues bien, aquí el caso es bastante similar y se puede observar en varios espacios que sólo se dan la mano con las personas que las acompañan por último todos se forman como en la fila de las tortillas para recibir la comunión y con ella la bendición algunos aprovechas para pasar a escribir en una libreta las gracias a la virgen por todos los “favores hechos”. Al finalizar la misa, el sacerdote hace una advertencia abierta a todos los asistentes: “La gente está muy distraída con el fútbol, y nos privatizaron el agua. De la misma forma la semana pasada ya dijeron que en los libros de texto que llevan sus niños, sus hijos, van a incluir la masturbación y la homosexualidad… También la OMS ya sacó la homosexualidad del libro de enfermedades. Hay que estar atentos, esto nos afecta a todos como sociedad y como familia.” Lo cual me dejó abiertamente sorprendida. Si bien es sabido que la iglesia repudia casi siempre actos en los que se contradiga su autoridad moral, no era de mi conocimiento que utilizaran argumentos mal empleados en su favor, y que jueguen con la percepción de la gente ante algo tan delicado como lo son la homosexualidad, la transexualidad, y la masturbación. En la parte posterior de la iglesia se observa un cuadro donde está la imagen clásica de la virgen de Guadalupe. Observada por muchos, desde turistas curiosos hasta católicos fervientes, quienes se persignan y la miran con devoción. Justo en esa misma área se encuentra una especie de buzón que escribe: “Deposite aquí: Cabellos, sobres, fotos” junto a un buzón que dice “deposite aquí sus milagros” donde pude ver a unas cuantas personas depositar hojas de papel. Pero no todo son plegarias en el recinto, vimos que algunas familias usan el ir a la Basílica como un paseo y subir al cerrito del Tepeyac, algunas otras van en parejas, otros iban con sus hijos y los dejaban jugar y correr por el atrio mientras se quedan sentados por los barandales que rodean el lugar observado a sus hijos, comiendo algo que compraron cerca o platicando y besándose.
Recorrido hecho desde el Metro La Villa hacía la Plaza Mariana,