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Las cuotas sindicales de los Sindicatos

Wenceslao Vargas Márquez

El 9 de marzo de 2006, Otto Granados Roldán, firmando como analista político y con un correo
electrónico del ITESM, revisaba en un diario nacional las montañas de dinero que recibía el SNTE
en esas fechas y se preguntaba por el origen, monto y destino de las cuotas sindicales del principal
sindicato magisterial del país.

Escribía Granados: “El diario capitalino Reforma obtuvo, a través del IFAI, las cantidades que, en
paralelo al pliego petitorio que presenta el sindicato magisterial a la autoridad educativa,
entrega el gobierno, las cuales, en 2005, sumaron casi 900 millones de pesos a través de siete
programas, algunos de ellos manejados discrecionalmente por la organización laboral”.

Añadió enseguida: “el cuarto asunto, el más crítico y más sospechoso, es el de las cuotas
sindicales: ¿Cuánto recibe el SNTE de la SEP y los estados? ¿Cuánto regresa a las secciones
sindicales? ¿Cómo y en qué gasta el resto? ¿A quién le rinde cuentas?”.

Granados se respondía, citando diversas fuentes, (entre otras una fuente veracruzana; ¿quién?),
que las cuotas recogidas por el CEN serían en promedio de mil 563 millones de pesos, de los que
las secciones reciben unos 450 millones y la dirigencia nacional unos mil 100 millones.

En septiembre de 2011 la agrupación Mexicanos Primero afirmaba que tras revisar vía IFAI las
bases de datos del Registro Nacional de Maestros, el SNTE recibe 545 millones 682 mil 154 pesos
cada trimestre, por concepto del uno por ciento del sueldo de los maestros federalizados.
Debemos multiplicar por cuatro para saber el monto anual y obtenemos 2 mil 200 millones de
pesos anuales de cuotas sindicales.

Doce años después del 2006, en nuestro actual 2018, el balance es hacia la administración
encabezada por el propio Granados y sus dos antecesores, Chuayffet y Nuño.

Hace un año, en abril de 2017, ante una solicitud de información de un diario nacional
(bit.ly/2owBFqi) la SEP informó que le ha dado al SNTE, a través de la Dirección General de
Presupuesto y Recursos Financieros y la partida 15401 un total de 550 millones de pesos para que
promueva y apoye la reforma educativa. El diario se quejaba de que la información solicitada
incluía el plazo 2013-2016 y solo se le entregó la de esos dos años, sin la de los intermedios 2014 y
2015.

Al mes siguiente, mayo de 2017, otro diario perfeccionó la solicitud y obtuvo cifras superiores. La
SEP informó entonces (Reforma, citada, bit.ly/2uuhBpO) que entregó al SNTE mil 730 millones de
pesos, tras las negociaciones salariales entre 2013 y 2016.

"El sindicato informó que recibió el dinero para tres programas: 650 millones de pesos para las
Acciones de Difusión sobre los Beneficios y Compromisos de la reforma educativa y la Ley
General del Servicio Profesional Docente; 580 millones para las acciones de Previsión
Social, Fomento Cultural y al Ahorro, Capacitación y Actualización del Magisterio; en 2016
recibió 500 millones de pesos para el Fortalecimiento del Programa Nacional de Apoyo a la
Reforma Educativa”.

Todo esto explica la dificultad de las actuales cúpulas del SNTE y sus secciones para deslindarse de
la reforma educativa ahora que ésta ha sufrido el revés en las urnas. Estas cifras millonarias y su
opaco destino explican la dificultad que tienen para defender a los agraviados por la reforma
educativa y en particular por la Ley General del Servicio Profesional Docente.

Se le paga al sindicato por defender la reforma educativa y la ley docente, y por no defender
trabajadores. (Así, todo apunta a que mi caso de represalia laboral seguirá congelado después de
17 meses sin sueldo a la espera de que el nuevo gobierno cumpla con la justicia que ofreció).

El del SNTE es actualmente un problema ontológico, existencial, teleológico. ¿Qué defender con
tanto dinero disponible en cajas y chequeras si, coactivamente, no hay manera de defender
trabajadores?

Pues a defender las playas, a los popotes y a la vaquita marina; a dar clases vía Sinadep con apoyo
del ente privado Aliat Universidades cuya prenda académica (explican) es haber sido mencionada
en 2015 en una guía universitaria de Selecciones del Reader’s Digest.

El sindicato petrolero tiene un perfil similar de cifras multimillonarias y opacidad. El portal Sin
Embargo publicó hace unas horas (bit.ly/2Nk5UsZ) que el líder Romero Deschamps recibió $1,400
millones de Pemex, de 2006 a la fecha; “podrían ser muchos más”, dice el editor.
Del sindicato ferrocarrilero se publicó hace una semana (bit.ly/2LdVNsc) que Víctor Flores Morales
recibe al mes más de 1.4 millones de pesos de cuotas sindicales de ex trabajadores que ya no
tienen relación con ese gremio. Jubilados “acusaron que les continúan descontando 53 pesos
mensuales desde 2011 cuando -sin su consentimiento- fueron incluidos en el padrón del sindicato”.
Por el estilo todo el sindicalismo cercano al PRI.

¿Qué sigue para el nuevo gobierno? El presidente electo López Obrador enfrentará a estos
dirigentes, más los de la CTM, FSTSE y un largo etcétera a través de la Secretaria de Trabajo María
Luisa Alcalde, de 31 años de edad (CdMX, 1987).

Para ella y el presidente electo una propuesta: modificar la ley para que las cuotas sindicales
recibidas por los sindicatos mexicanos sean objeto de publicación obligatoriamente escrita en
algún sitio concreto de la red de redes.

No habrá Cuarta Transformación sin esta necesaria transformación.

Si el nuevo gobierno no la impulsa pasaría a la historia (en esta materia) como pasó a la historia
aquél otro que se presentó como el de la transición, como pasó a la historia el de Vicente Fox.

El voto en el SNTE

Wenceslao Vargas Márquez


***

El destino del voto del SNTE debe ser tema de análisis.

Aquí nos proponemos hacer uno desde tres perspectivas: una desde la percepción y el
razonamiento, una segunda, empírica, basada en una encuesta, y una tercera basada en la
memoria histórica:
A) Desde la pura percepción consideramos que el voto del magisterio se inclinó por Morena. Para
sostener la afirmación nos basamos en que el magisterio se halla inmerso en una sociedad que es
la mexicana donde más de cinco de cada diez electores decidieron votar por Morena.

Por su formación, el porcentaje de aceptación por esa candidatura dentro del magisterio la
suponemos superior a la media, a como en otros grupos (empresariales, mediáticos, etc.) la
suponemos inferior a la media. Nos basamos también en que la reforma educativa orilló al
magisterio a la opción política que ofreció revertir ambas cosas: la reforma y los agravios
derivados de ella. La candidatura de Morena ofreció corregir los ceses derivados de la
instrumentación de aquella, devolver el trabajo, los sueldos, las adscripciones de los trabajadores
agraviados.

B) Desde la segunda perspectiva, desde una perspectiva empírica, podemos sostener que, en
general, no hubo encuestas que hablaran del voto del magisterio excepto una aplicada en mayo de
2018 exclusivamente a docentes. La publicó la versión local de The Huffington Post, el medio
digital norteamericano más leído en los Estados Unidos, nacido en 2005 en Nueva York y que
publica para nuestro país desde septiembre de 2016. El 15 de mayo HuffPost México publicó
(bit.ly/2GGGRfP) que la mexicana Culmen Consultores había aplicada un sondeo vía red social a
mil 155 docentes mexicanos entre el 11 y el 14 de mayo.

De este sondeo resultó que el 77.4% de los docentes mexicanos votaría por López Obrador,
un11.69% por Anaya y un 9.35% por Meade y el PRI. El director de Culmen afirmó tener 20 años
de experiencia en el área. Este es el único estudio, que conozcamos, dedicado a interpretar
únicamente la preferencia electoral de docentes mexicanos. Así, ocho de cada diez profesores
votaron por Morena.

C) Veamos ahora una tercera perspectiva, la histórica, basada en la memoria, con dos hechos. Un
hecho veracruzano es de 2016 y el otro de enero de 2018.

En el año 2016, durante las elecciones veracruzanas para gobernador el SNTE apostó con su
dirigencia nacional y las dirigencias de sus dos secciones jarochas, y a través de Nueva Alianza, por
la candidatura del priista Yunes Landa.

Resultó derrotado por un magisterio que llevaba ya tres años sufriendo la reforma educativa y su
arista más agresiva, la evaluación docente para la permanencia, una evaluación que no evalúa
pero por la cual el profesor puede quedarse sin trabajo. (Nueva Alianza perdió en 2010 al lado del
PAN y de Yunes Linares, cambió de bando y perdió en 2016 al lado del PRI y Héctor Yunes, y volvió
a cambiar y perdió en 2018 de manera independiente).
El segundo hecho es que en enero de 2018, durante los días comprendidos del 25 al 31 de enero la
bancada del PRI en la legislatura local presentó en Xalapa una iniciativa para eliminar esa
evaluación que citamos. La iniciativa quedó en nada pero el magisterio tomó nota de la broma.
Hasta aquí nuestras tres perspectivas orientadas a explicar el sentido del voto magisterial por
Morena.

:::

Prosigamos ahora con la relación entre el magisterio afiliado al SNTE y el Panal. Meade afirmó en
el tercer debate de Mérida, el 12 de junio, algo que carece de sentido. El despropósito suyo
consistió en suponer que el magisterio está unido homogéneamente en torno a un partido
político, el Panal. Dijo Meade al final de la primera hora de debate (minuto 58 en el video oficial
donde casi dijo ‘pegar’ en vez de ‘pagar’): “Yo estoy absolutamente de su lado. Les voy a p(a)gar
mejor. Van a tener absoluta certeza laboral. Junto con Nueva Alianza vamos a hacer equipo”.

Y aquí la pregunta: ¿por qué la mención a Nueva Alianza? Cometió el error de suponer que el SNTE
(o los petroleros o los taxistas o a los médicos o el gremio que sea) está uniformemente agrupado
detrás de un solo partido.

El SNTE y Nueva Alianza le habían ofrecido para la elección presidencial en marzo 150 mil
activistas, pero como era poco el 26 de mayo le ofrecieron 322 mil. Puro rollo porque el Panal
obtuvo apenas algo ligeramente encima de 493 mil votos presidenciales, cifra no coincidente ni
con la primera ni con la segunda oferta de multitudinarias cohortes de activistas a menos que
fueran activistas de sí mismos.

La exactitud de este análisis que estamos proponiendo (de que el magisterio se inclinó más por
Morena y no por el PRI o el Panal) debe compulsarse a la luz de los resultados de los
representantes magisteriales que compiten en las elecciones.

En Veracruz, las candidaturas vinculadas al SNTE y Panal fueron la candidatura al Senado por el
PRI, o la candidatura al distrito 10 federal por Xalapa; la candidatura de Nueva Alianza al Senado
por Durango estuvo vinculada al actual CEN del SNTE y obtuvo apenas 16 mil votos, un 2.2%. En la
Sección 15 de Hidalgo hay más casos. El etcétera es largo; todas resultaron derrotadas.
Antes de las elecciones los candidatos del Panal al gobierno de Puebla, Morelos, CdMX,
renunciaron a competir. En Veracruz, la candidata al gobierno, González Sheridan, operó como si
hubiese renunciado: logró quedar apenas por encima del uno por ciento de preferencia electoral.

El Panal obtuvo para la presidencia el 1.08%, para el Senado 2.35% y para diputados federales un
2.53%, lejos del 3% necesario por ley para conservar el registro y a sus plurinominales. Estas cifras
prueban que los votantes turquesa abandonaron a Meade. Esos votos presidenciales (la diferencia
entre 2.53-1.08) fueron o al PAN o a Morena.

A miles en el país nos quitaron el empleo o el sueldo o la adscripción o las tres cosas juntas. No
nos representaron ni nos defendieron pero pensaban ser diputados o senadores con el voto
magisterial.

¿Cuándo abandonó el SNTE su voluntad de servir?, ¿dónde estaban los diputados de Nueva
Alianza cuando a los trabajadores nos golpeaban y nos humillaban?, ¿dónde estaban esos
diputados y el SNTE y sus secciones, como la 32, cuando nos escupían?

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