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Valeria Moreno
Introducción [arriba] -
La doctrina nacional señala que son de aplicación los presupuestos comunes del sistema
unitario de responsabilidad civil. Es así que Mosset Iturraspe (J.A., 1973: p.1) ha
destacado los siguientes requisitos:
b. Dañosidad: la víctima del daño es un verdadero inocente al cual nada puede imputarse
como no sea el riesgo de vulnerabilidad que acompaña a todo sujeto por el solo hecho de
existir.
En las V Jornadas de Derecho Civil, realizadas en Rosario, en el año 1977, de lege ferenda
se presentaron las bases de la responsabilidad colectiva, señalando: 1. que el autor del
daño no sea individualizado; 2. que los responsables sean integrantes de un grupo; 3. que
el daño provenga de un grupo que ejecuta una acción riesgosa, sea lícita o ilícita; 4. que
el resarcimiento sea integral o no y la responsabilidad solidaria o no según el caso
(Bustamante Alsina, 1997: 630).
Para la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires “Son requisitos para la
responsabilidad colectiva: “a) la falta de individualización del autor del daño o de la cosa
dañosa, b) participación de los responsables en el accionar culposo o riesgoso del grupo,
c) relación causal entre el daño y la acción no particularizada del grupo, d) exclusión de
responsabilidad para quien pruebe que aun participando en la acción del grupo no causó
el daño conf. Arts. 1119 y 1121 C.C. Y art. 95 Cód. Penal.”2
Con relación a la falta de identificación del autor del daño, nuestra jurisprudencia
sostiene que “Cuando en un enfrentamiento policial no se ha podido identificar de cuál
de los grupos emanó el disparo que causó el daño, razones de estricta justicia y una sana
estimativa jurídica que contemple y resguarde los intereses económico sociales de
nuestro tiempo, me persuaden para conceder la reparación a la víctima inocente. Es que,
la otra alternativa, la irresponsabilidad de todos los participantes en la actividad riesgosa
del grupo, dejaría lastimada y sin indemnización a la primera, por quedar el autor del
daño oculto en el anonimato del conjunto”3
Esta distinción, se observa en los nuevos arts. 1761 y 1762 del Código Civil y Comercial de
la Nación, que prevé el caso de actuación individual del o los autores anónimos en el
primer caso; y la actuación grupal de un conjunto peligroso en el segundo. Las eximentes
son diferentes en uno y otro caso: según el art. 1761, el sujeto integrante del grupo, se
exime acreditando que no contribuyó a la producción del daño. En el caso del art. 1762,
el sujeto demandado se exime probando que no integraba el grupo peligroso.
El Código Civil Argentino no contenía una norma que en forma clara y expresa tratara la
responsabilidad colectiva. Es por ello que la Doctrina nacional, encontró en el art. 1119
del C.C., el fundamento normativo para la responsabilidad colectiva, y el art. 1121 que
refiere a la obligación de responder por el daño en forma simplemente mancomunada: en
proporción a la parte que cada uno tuviere.
El artículo 1119 del C.C. contemplaba el supuesto de daños causados por cosas caídas o
arrojadas a la calle desde un edificio “cuando dos o mas son los que habitan la casa y se
ignora de que habitación procede”. Era necesario comenzar por individualizar el grupo
donde se ubicaba el autor del hecho desconocido; y por razones de amparo a la víctima,
era posible responsabilizar colectivamente a todos los integrantes del conjunto. El juicio
del reproche a todos los integrantes del grupo se basaba en la unión formada que
posibilitó el daño.
Por último, Matilde Zavala de González (1989:439) entiende que media mancomunación
solidaria perfecta entre los miembros del grupo respecto de la víctima, en la medida en
que hay una causa única y común que así lo determina: la creación del riesgo por
integrarlo.
Sostiene Gregorini Clusellas que esta responsabilidad tiene carácter objetivo, basada en
el riesgo creado, y asimismo, se fundamenta en la equidad, la socialización del daño y las
consecuencias del riesgo, así como el criterio que focaliza como prioridad a la víctima.
Privilegia el resarcimiento de su daño frente al participe multiple del grupo y la
posibilidad de su inocencia. (Gregorino Clusellas, 2007: p. 844)..
Cuando se trataba de un perjuicio causado por la actuación conjunta del grupo riesgoso,
se entendía que no era eximente la determinación del autor inmediato del daño (Trigo
Represas-López Mesa, 2004, t. III). En este caso, se consideró que era necesario acreditar
una causa ajena que provocara la ruptura del nexo de causalidad, supuesto que no se
configuraba con la prueba de la actuación dañosa de otro integrante del grupo.
Código Civil y Comercial de la Nación unificado. Artículos 1760, 1761, 1762 [arriba] -
Artículo 1760: “Cosa suspendida o arrojada. Si de una parte de un edificio cae una cosa,
o si esta es arrojada, los dueños y ocupantes de de dicha parte responden solidariamente
por el daño que cause. Sólo se libera quien demuestre que no participó en su
producción”.
El artículo tiene su antecedente: lo normado en el 1119 del Código Civil de Vélez. Prevé
dos supuestos: la caída de una cosa y la cosa que es arrojada desde un edificio. El tema
de la responsabilidad colectiva en este caso, se refiere a un conjunto de individuos,
propietarios y ocupantes del sector correspondiente a dicho inmueble. Los autores
interpretan que la norma señala la cosa caída o arrojada desde “un sector” o “parte de
un edificio”. Es decir, que una primera delimitación de los responsables, es establecer la
parte del edificio de la que fué arrojada o pudo haber caído la cosa. Así por ejemplo, si
la cosa cae sobre la calle, salvo excepciones, los únicos que arrojan cosas a la vía pública
son los que habitan los departamentos que dan al frente del edificio. Ello restringe el
número de sujetos propietarios u ocupantes responsables del daño (Kemelmajer de
Carlucci cit. En Tanzi Silvia, L.L. 2015-745).
Debe señalarse que la demanda deberá ser incoada contra cada uno de los propietarios u
ocupantes en forma individual y no contra el consorcio de propietarios, mas alla de la
solidaridad prevista (Alferillo Pascual E., en Alterini, 2015: 352). En cuanto a las acciones
de repetición, siendo ahora la obligación solidaria, encuentra su fundamento normativo
en los arts. 840, 841 y 842 del nuevo Código Unificado. El deudor que efectúa el pago
puede repetirlo de los demás codeudores según la participación que cada uno tiene en la
deuda. En el art. 841 se sientan las bases sobre las cuales debe establecerse la
determinación del quantum de la contribución (Parellada, 2012: 5).
La prueba de la vinculación causal entre el actuar de los integrantes del grupo y el daño
ocasionado, queda a cargo de la víctima.
No es necesario que el grupo se haya constituido de antemano, incluso puede ser
accidental, circunstancial u ocasional, lo cual debe ser evaluado por el Juez con criterio
de flexibilidad y realismo, y que se haya establecido una relación entre sus integrantes.
Tal relación puede resultar de compartir el fin de sus respectivas conductas (Tanzi Silvia-
Casazza M. Soledad, 2015-745)..
El artículo que comentamos, no comprende el caso de grupos que actúan realizando una
actividad peligrosa, ya que este supuesto queda comprendido en lo normado en el art.
1762.
Se trata del accionar de un grupo de personas que realizan una actividad peligrosa para
terceros, aunque se trate de un acontecer circunstancial y no planificado por el grupo.
No es posible identificar al autor del daño, por lo que la imputación se hará en forma
colectiva y solidaria. El grupo genera un riesgo a los terceros, por lo que su
responsabilidad es objetiva. No están identificados el o los autores, en consecuencia,
todos sus integrantes responden por la pertenencia al grupo peligroso que ha causado el
daño. A modo de ejemplo, los grupos de barrabravas identificados como tal, grupos de
manifestantes que ejercen violencia, grupos de cazadores, entre otros.
La actividad del grupo debe reunir las características del art. 1757, es decir, ser
peligroso por naturaleza, por los medios empleados o por las circunstancias de su
realización. La prueba de estas características y la de la relación causal entre el daño y
la actividad peligrosa del grupo debe ser aportada por el daminificado. La relación causal
no se presume y la prueba recae en la víctima (Parellada, 2012: 5).
El riesgo que el grupo genera o determina, es variable en sus proyecciones. Hay riesgos
externos, hacia terceros como ocurre con las patotas, hay riesgos internos sobre el propio
grupo como ocurre en las avalanchas en un espectáculo público; concurrente como el
caso de tiroteo entre policías y ladrones que afecta a transeúntes; y recíprocos entre
grupos que se enfrentan. La responsabilidad es objetiva e impersonal porque se le
imputa, no por su accionar propio, sino por la pertenencia a ese grupo peligroso que ha
ocasionado el daño a un tercero. El autor o los autores mantienen el anonimato (Saux,
Edgardo, LLL 2010:381).
La determinación de los sujetos responsables debe realizarse con con prudencia, para
establecer quienes verdaderamente participaron de esa actividad. La responsabilidad de
todos, es solidaria.
Para eximirse de responder, no basta con que los agentes participantes acrediten la falta
de autoría. La norma en este supuesto resulta de mayor exigencia: Para romper el nexo
de causalidad es necesario que cada uno de los imputados como responsables,
demuestren la no pertenencia al grupo. Si está acreditado que el demandado participó
del grupo agresor, debe necesariamente responder por los daños y perjuicios
ocasionados.
Cabe señalar que el art. 1762 no es aplicable a los profesionales liberales en virtud de lo
previsto en el art. 1768 in fine: “La actividad del profesional liberal no está comprendida
en la respondabilidad por actividades riesgosas previstas en el art. 1557.
Conclusiones [arriba] -
El código civil y comercial de la nación, incorporó normativa expresa que prevé la
responsabilidad colectiva, tanto en el caso de autor anónimo, como en el supuesto de
actuación grupal riesgosa.
ALFERILLO Pascual E., Comentario a los arts. 1708 a 780 en “Alterini, Jorge A. “Código
Civil y Comercial Comentado” ed, Thomson Reuters La Ley, tomoVIII, 2015, p. 352 y ss.
ALTERINI Jorge H., CODIGO CIVIL Y COMERCIAL COMENTADO, Tratado Exegético, ed.
Thomson Reuters, La Ley, Tomo VIII, artículos 1708 a 1881, Buenos Aires, año 2015,
páginas 352 y ss.
ALTERINI A.-LOPEZ CABANA R., “Responsabilidad civil”. 1ra. Edición, ed. Diké, buenos
Aires 1995, p. 322.
ALTERINI, Atilio A., “Responsabilidad civil”, pág. 164, Ed. Abeledo Perrot, Bs. As., 1987.
DE ANGEL YAGUEZ, Ricardo, “Actuación dañosa de los grupos”, Prudentia iuris, No. 44,
setiembre de 1997.
LÓPEZ CABANA, R. M.LLOVERAS, N., “La responsabilidad colectiva”, ED, 48-800 citado
por Gesuladi, Dora, “Daños en Riña. Responsabilidad colectiva” en RcyS2013-XI.
COMENTADO”, Ed. Tohmson Reuters, La Ley, Tomo IV. Artículos 1251 a 1762, Buenos
Aires, 2014.
TRIGO REPRESAS y LÓPEZ MESA, Tratado de Responsabilidad Civil, T. IV, La Ley, 2004
Notas [arriba] -
1 (S.C.B.A. La Plata, causa B 66095 Sentencia del 07/03/2007, voto Juez RONCORONI.
Carátula: Cámara Argentina de Salas de Bingo y Anexos c/Provincia de Buenos Aires
(Instituto Provincial de Lotería y Casinos) s/Acción de amparo. Magistrados Votantes:
Negri-Roncoroni-Hitters-de Lázzari-Pettigiani).
2 S.C.B.A. La Plata, Ac 94618 Sentencia 11/04/2007, voto Juez RONCORONI. Carátula:
Zarria, Daniela Verónica c/Provincia de Buenos Aires s/Daños y perjuicios. Magistrados
Votantes: Roncoroni-Genoud-Hitters-Soria-Pettigiani.Tribunal Origen: Cam. Civ. 1 San
Martín.
3 S.C.B.A. La Plata, Causa número 101914, sentencia del 30/06/2009, voto Juez DE
LAZZARI. Carátula: Leiva, Amanda Liliana c/MInisterio de Seguridad y Otros s/Daños y
perjuicios. Magistrados Votantes: de Lázzari, Negri-Kogan-Pettigiani. Tribunal Origen:
Cam. Civ. Y com 2 de La Plata.}
Idem, Cámara Civil y Comercial de Mercedes Sala III. Lesiones en riña. Responsabilidad
colectiva en sede civil. Con fecha 21 de junio de 2011 la Cámara Civil y Comercial de
Mercedes, Sala III, en la causa nro. 1179 “De Giacomi, Paulo Mario c/Martínez, Raúl y
otros s/Daños y perjuicios” confirmó la sentencia de autos y empleó estos fundamentos:
“
4 S.C.B.A. La Plata, Causa número 103956, sentencia del 22/08/2012, voto Juez DE
LAZZARI. Carátula: Saldi, Francisca Beatriz c/Fisco de la Provincia de Buenos Aires
s/Daños y perjuicios. Magistrados Votantes: de Lázzari-Soria-Negri-Kogan-Genoud.
Tribunal Origen: Cám. Civil y com. 2 sala III de La Plata.
5 Cám. Civil y com. San isidro, sala II, del 28/08/2008, publicado en La Ley Buenos Aires
año 2008, p. 1158.
6 Cám.Civ. Y com. Pergamino, del 12/12/2012 en autos “Rocha Ramon A. c/ Lanselotto
Carlos L. y otros s/ daños y perjuicios, otras formas de responsabilidad extracontractual”
en La ley on line, registro y sentencia 2013-IV-123). Idem,
7 Cámara Segunda de Apelaciones Civil y Comercial (Sala III) de La Plata en la causa nº
115.361/1 de fecha 24/02/2016, caratulada “COTIGNOLA, NILDA C/ VERZINI EDUARDO S/
DAÑOS Y PERJUICIOS”
8 Cámara Segunda de Apelaciones Civil y Comercial (Sala III) de La Plata en la causa nº
115.361/1 de fecha 24/02/2016, caratulada “COTIGNOLA, NILDA C/ VERZINI EDUARDO S/
DAÑOS Y PERJUICIOS”
9 Cám.Civ. Y com. Pergamino, del 12/12/2012 en autos “Rocha Ramon A. c/ Lanselotto
Carlos L. y otros s/ daños y perjuicios, otras formas de responsabilidad extracontractual”
en La ley on line, registro y sentencia 2013-IV-123). Idem.